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Capítulo

26 Manejo del estrés

Fórmula para evitar el estrés:


Primero, no preocuparse por las cosas pequeñas.
Segundo, recordar que casi todas las cosas
en esta vida son pequeñas.
—Adam J. Jackson

Objetivos
Determinar las principales causas de estrés
en el desempeño laboral y cómo se relacionan
con la vida personal de los directivos.

Conocer distintas formas para disminuir el estrés


efectivamente y mejorar la calidad de vida de
los ejecutivos y sus colaboradores.

Emplear diversas herramientas para canalizar


positivamente el estrés cotidiano.

Introducción
Las preocupaciones de los seres humanos derivadas del exceso de responsabilidades familiares y la-
borales son el origen del estrés, una condición muy frecuente entre los ejecutivos. Conocer las causas
del estrés y la manera de orientarlas positivamente nos ayudará a tener una vida más integral y plena.

Aspectos generales
El trabajo ha dejado de tener límites perfectamente claros, al invadir otras esferas de la vida del indi-
viduo, como la social y la personal. De esta forma, la actividad laboral implica ambigüedad e incerti-
dumbre. En este entorno, es habitual que la respuesta más beneficiosa para nosotros no siempre sea
aquella a la que nuestra reacción fisiológica primitiva nos induce; por ejemplo, en vez de irritarnos
ante una situación y expresar ira, nos sentimos obligados a permanecer callados. Esto nos genera
conflicto y tensión.
Cuando nos sentimos superados por distintas exigencias en el trabajo, no siempre identificamos
qué es lo que nos ocurre exactamente, y cuál es la causa de que nos veamos inmersos en un proceso
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524 Parte 4  Habilidades para la integración humana

de tensión negativa y sufrimiento personal. El mundo del trabajo impone cada vez mayores deman-
das a los empleados, debido a la creciente necesidad de flexibilidad de las funciones, al aumento de
los contratos temporales, a la creciente inseguridad, a la mayor carga y presión, y al desequilibrio
entre la vida laboral y la familiar.
El estrés provoca enfermedades y sufrimiento a las personas, como también pone en peligro la
seguridad en el lugar de trabajo y contribuye a otros problemas de salud. El estrés puede afectar
a cualquier persona de cualquier nivel.
La palabra “estrés” es una adaptación del inglés stress, y se utilizó originariamente en física para
referirse a la fuerza que, aplicada sobre un objeto, hace que este se deforme o se rompa. El término
se llevó a la psicología para describir el proceso psicofisiológico que sufren los individuos que se en-
cuentran sometidos a una situación de presión con fuertes factores de tensión.
Desde un punto de vista psicopatológico, el estrés se considera un trastorno de ansiedad, y se
distinguen tres tipos: el agudo, el crónico y el postraumático.

Estrés laboral
El estrés es la tensión provocada por situaciones agobiantes que originan reacciones psicosomáti-
cas o trastornos psicológicos a veces graves. En el caso del estrés laboral, las respuestas nocivas y
emocionales se producen cuando las exigencias del trabajo no encuentran correspondencia con las
capacidades, los recursos o las necesidades del individuo, lo que puede conducir a una enfermedad
o a alguna lesión.
Podemos definir el estrés laboral como el conjunto de reacciones emocionales, cognoscitivas,
fisiológicas y del comportamiento ante ciertos aspectos adversos o nocivos del contenido, la orga-
nización o el entorno de trabajo. Se caracteriza por los altos niveles de excitación y angustia, con la
frecuente sensación de no poder hacer frente a una situación.
El estrés no es una enfermedad, pero podría conducir a alguna. Presenta un efecto dañino para
la salud, ya que puede alterar la funcionalidad de la persona en distintos niveles (emocional, cognos-
citivo, fisiológico y conductual).
Una presión que produce tensión que nos activa y nos facilita el rendimiento máximo para el
aprendizaje es un proceso positivo; se trata de un estrés positivo o eustrés. Sin embargo, cuando
hablamos de estrés laboral, nos referimos al distrés, esto es, una tensión negativa que disminuye la
salud y el rendimiento del individuo.

Tabla 26.1  Comparación entre estrés positivo y negativo


Estrés positivo (1) Estrés negativo (2)
Vitalidad Fatiga
Entusiasmo Irritabilidad
Optimismo Falta de concentración
Resistencia a la enfermedad Depresión
Vigor físico Pesimismo
Lucidez mental Enfermedades
Relaciones humanas óptimas Accidentes
Alta productividad y creatividad Dificultad para comunicarse
Baja productividad y creatividad

Cuando el estrés es desmesurado y prolongado ante situaciones inciertas y peligrosas, puede


causar trastornos cardiovasculares (hipertensión, enfermedades del corazón), alteraciones digesti-
vas, dolores generalizados, desequilibrios hormonales y alteraciones del sistema nervioso.
Capítulo 26  Manejo del estrés 525

La reacción de una persona ante determinados factores de estrés depende de la valoración que
haga de los datos objetivos de la situación y de los recursos de los que disponga conscientemente
para enfrentarla.
El modelo de Karasek establece tres componentes en las causas y el desarrollo del estrés laboral:

• D emandas o exigencias: Hacen referencia a la cantidad, el volumen o la intensidad de tra-


bajo, presión de tiempo, nivel de atención, etcétera.
• Control por parte del trabajador (posibilidad de influir): Se refiere a las oportunidades o los
recursos que la organización brinda al empleado para moderar o tomar decisiones sobre
las demandas en la planeación y ejecución del trabajo.
• Apoyo social: Hace referencia al clima social en el lugar de trabajo, que surge de las rela-
ciones con los compañeros, los colaboradores o los superiores. Tiene cuatro componen-
tes: el apoyo emocional, el instrumental, el informativo y el evaluativo.
De acuerdo con este modelo, es posible evitar el estrés si se actúa sobre cualquiera de sus tres
componentes, ya sea al:

1. optimizar las exigencias, no maximizándolas;


2. aumentar el control del empleado sobre sus condiciones de trabajo; o bien,
3. incrementar el apoyo social.

También hay que tener en cuenta situaciones de falta de equidad (justicia distributiva, interac-
cional, procedimental e informativa) y reciprocidad en el trabajo (desequilibrio entre contribuciones
y remuneraciones).
El estrés:

• N o es un riesgo, sino una consecuencia dañina para la salud, derivada de la exposición a


riesgos psicosociales y organizativos en el entorno laboral.
• No es una enfermedad profesional, pues no es un trastorno psicopatológico; se trata de
una respuesta general del organismo, que puede originar multitud de patologías.
• No es la tensión en sí misma; más bien, es la consecuencia de estar expuesto a un factor
de estrés que produce efectos nocivos.
• No es el resultado final del daño, sino un proceso nocivo, con síntomas de sufrimiento
orgánico y/o psíquico, que dificultan el funcionamiento normal de la persona.
• No es algo que se pueda evitar en términos absolutos, pero sí es posible prevenir la expo-
sición a factores nocivos de estrés.
• No es la insatisfacción laboral que resulta de no estar motivado frente al trabajo, por no
querer hacerlo, no tener gusto o vocación.
• No tiene que ver con el incumplimiento de las expectativas del individuo en relación con
el trabajo.

Finalmente, hay que aclarar que no se considera estrés laboral lo que deriva de:

—— Conflictos habituales del trabajo (discusiones normales, competencia sana).


—— Las críticas constructivas, explícitas, justificadas.
—— La presión legítima de exigir el cumplimiento de lo acordado o de las normas existentes.
—— La supervisión o control, así como el ejercicio de la autoridad, siempre que se mani-
fieste el debido respeto interpersonal.

Causas del estrés laboral


En cuanto al estrés laboral, se identifican dos tipos de causas:

1. Lineales: cuando una cosa lleva a otra inevitablemente (a causa b).


2. Circulares: más sistémicas (a causa b, b causa c, c causa d, d causa a y e).
526 Parte 4  Habilidades para la integración humana

Los riesgos psicosociales suelen funcionar por causalidades circulares o sistémicas, es decir,
unas causas interactúan con otras y estas, a la vez, con otras, produciendo un efecto múltiple en el
trabajador. Por este motivo, muchas veces, la persona afectada tiene dificultades para ver claro qué
es lo que está pasando y por qué se siente mal. Esto provoca que piense que el origen del problema es
él ­—quizá porque no es tan fuerte como los demás— y no las condiciones organizativas del trabajo.
En la sociedad actual, estamos sometidos a un exceso de información y a un orden en la vida y en
el trabajo para los que no estamos plenamente adaptados. Cualquier demanda fuera de nuestro or-
den establecido nos angustia y nos causa sufrimiento. Y si esas demandas son continuas, nos vemos
expuestos a factores de estrés de forma crónica.
Las principales circunstancias generales que contribuyen a la presencia de riesgos de estrés la-
boral son las siguientes:

• Desequilibrios entre la vida familiar y la laboral.


• Aumento de las exigencias emocionales.
• Contratos precarios en un mercado laboral inestable e incierto.
• Mayor vulnerabilidad de los trabajadores debido a la globalización.
• Jornadas de trabajo prolongadas.
• Sistemas de producción ajustada y subcontratación.
• Envejecimiento de la población laboral.
• Inseguridad en el puesto de trabajo.
• Nuevas formas de contratación laboral.
• Intensificación del trabajo.

Los factores de estrés se clasifican de acuerdo con su gravedad:

a) Agudos: Presentan un comienzo definido y una corta duración; ocurren con poca frecuencia y
son intensos. Por ejemplo: un acto violento, amenazas físicas en el trabajo.
b) Crónicos: No tienen un inicio tan definido, son más bien de larga duración y de intensidad varia-
ble, y se repiten con frecuencia. Por ejemplo: ambigüedad de roles.
c) Pequeños factores de estrés: Presentan un comienzo definido, corta duración y baja intensidad,
y ocurren con relativa frecuencia. Por ejemplo: pequeñas interrupciones en el trabajo.
d) Factores de estrés catastróficos: Tienen un comienzo definido, ocurren con muy poca frecuen-
cia, son de una intensidad muy alta y su duración es variable. Por ejemplo: una inundación, un
incendio, una explosión.

También decimos que lo que hace que una exposición a los factores de estrés produzca tensión es:

• La intensidad de la demanda y la apreciación consciente por parte del trabajador de que está
fuera del intervalo tolerable.
• La falta de recursos que tiene el individuo a su alcance para dar respuesta a ese requerimiento.
• La falta de control del empleado sobre su propio trabajo.
• Un apoyo social nulo o escaso.
• Bajos niveles de recompensa (desfase entre esfuerzo y recompensa).

Tabla 26.2  Factores de estrés laboral


Factores de estrés derivados de las características propias del puesto de trabajo
Entorno físico:
• Ruido excesivo.
• Vibraciones excesivas.
• Mala iluminación.
• Malas condiciones termo-hidrométricas (temperatura, humedad, ventilación, etcétera).
(Continúa)
Capítulo 26  Manejo del estrés 527

Tabla 26.2  Factores de estrés laboral (Continuación)

Factores de estrés derivados de las características propias del puesto de trabajo


Definición de puesto:
• Ambigüedad de rol.
• Conflicto de rol.
• Sobrecarga de rol.
Carga de trabajo:
• Ritmo y presión temporal excesiva.
• Responsabilidad excesiva sin recursos suficientes para desempeñarla.
• Cantidad de trabajo (demasiado o muy escaso).
• Dificultad de la tarea y plazos muy estrictos.
• Demandas emocionales excesivas.
• Interrupciones frecuentes en el trabajo.
• Falta de previsibilidad.
Contenido del trabajo:
• Tareas monótonas y repetitivas.
• Falta de variedad en las tareas.
• Tareas desagradables o penosas.
• Tareas irrelevantes.
• Tareas excesivamente complejas, muy precisas o que requieren mucha atención.
Horarios de trabajo:
• Horarios estrictos e inflexibles.
• Horarios imprevisibles.
• Sistemas de turnos inadecuados.
• Jornadas muy largas o prolongación de la jornada habitual.
• Descanso insuficiente.
Control de trabajo:
• Descompensación entre responsabilidad y autonomía.
• Falta de autonomía para organizar el desempeño del trabajo.
• Falta de participación en las decisiones que afectan a uno mismo en su puesto.
• Falta de influencia sobre métodos de trabajo, ritmo, horario.
• Falta de oportunidades para desarrollar las propias habilidades.
• Falta de información y comunicación para el desempeño adecuado del trabajo.
• Falta de información acerca de las repercusiones de las tareas que ha realizado el individuo en su puesto
de trabajo (esto es, falta de retroalimentación).
• Falta de posibilidad de influencia sobre los resultados de la tarea.
• Formación insuficiente para desarrollar el trabajo.
Factores de estrés derivados de las características del entorno del puesto de trabajo
Relaciones interpersonales:
• Supervisión inadecuada, desconsiderada o que no brinda apoyo.
• Malas relaciones entre compañeros, colaboradores o mandos.
• Trabajo aislado o solitario.
• Apoyo social (emocional, instrumental, informativo y evaluativo) deficiente o inexistente por parte de
compañeros y superiores.
• Existencia de conflictos con los usuarios, sin que existan recursos y/o procedimientos para solucionarlos.
• Falta de colaboración y excesiva competitividad entre compañeros en las tareas complementarias.
(Continúa)
528 Parte 4  Habilidades para la integración humana

Tabla 26.2  Factores de estrés laboral (Continuación)


Factores de estrés derivados de las características del entorno del puesto de trabajo
Relaciones interpersonales:
• Trato con usuarios difíciles o problemáticos.
• Exposición a la violencia física.
• Discriminación.
• Acoso psicológico en el trabajo.
• Maltrato psicológico.
Promoción profesional, estatus y salario:
• Elevada inseguridad laboral.
• Pocas o nulas perspectivas de promoción profesional.
• Remuneración por trabajo a destajo.
• Sistemas de valoración del puesto y evaluación del rendimiento injustos o poco claros.
• Falta de refuerzos o de recompensa.
• Cambios imprevistos no informados ni deseados.
Factores de estrés derivados de las características y gestión de la empresa
• Papel poco definido de la organización.
• Estilos de liderazgo inadecuados.
• Falta de claridad en los objetivos y en la estructura de la entidad.
• Pocas o nulas políticas de interés por los trabajadores y por sus necesidades.
• Estructura muy jerarquizada y rígida.
• Falta de apoyo instrumental al empleado por parte de la organización.
• Exceso de burocracia.
• Falta de coordinación entre las unidades.
• Sistemas internos de comunicación deficientes.
• Falta de reconocimiento y valoración del esfuerzo.
• Salario inadecuado en comparación con el esfuerzo.
Factores de estrés derivados de las características extralaborales asociadas al trabajo
• Exigencias contrapuestas de la vida familiar y de la laboral.
• Falta de apoyo laboral a los problemas familiares.
• Falta de apoyo familiar a los problemas laborales.

Como hemos visto, el estrés es el resultado del desequilibrio entre las presiones y las exigencias
a las que se enfrenta una persona en el trabajo, por un lado, y los conocimientos y medios de que
dispone para responder a tales exigencias, por otro. El estrés aparece cuando la presión laboral a la
que se ve expuesta una persona es excesiva y difícil de controlar, y no depende tanto del hecho de
tener muchas demandas como de los recursos que tiene en sus manos el individuo para controlarlas
o resolverlas. Cuando se desencadena este proceso, el daño para la persona será todavía mayor si se
culpa a sí misma de no poder dar respuesta satisfactoria a las demandas que se le imponen.
Los mecanismos de respuesta que se activan en el individuo se centran en cuatro esferas que
suelen estar íntimamente interrelacionadas: fisiológica, emocional, cognoscitiva y conductual. An-
tes de que se desarrolle una enfermedad, se produce una serie de síntomas que constituyen señales
de aviso que hay que saber reconocer.
Respuestas fisiológicas: Son las que afectan el funcionamiento del cuerpo. Con una exposición
continua a los factores de estrés, los órganos afectados trabajarán excesivamente sin que les dé
tiempo de recuperarse, y se producirá agotamiento de los recursos con la aparición de trastornos.
Capítulo 26  Manejo del estrés 529

Si la persona dispone de estrategias para afrontar esas situaciones, podrá recuperarse e impedir
que se mantenga esa actividad excesiva que aumenta la probabilidad de desarrollar trastornos psi-
cofisiológicos.
En el nivel físico, el estrés provoca:

• Palpitaciones, arritmias, dolor precordial.


• Sudoración.
• Hipertensión.
• Sequedad de boca.
• Falta o exceso de sueño.
• Falta o exceso de hambre.
• Fatiga.
• Hiperactividad no productiva.
• Trastornos digestivos, vómitos, acidez.
• Trastornos dermatológicos.
• Dolores de cabeza frecuentes.
• Problemas sexuales, impotencia, frigidez.

Respuestas emocionales: Son aquellas que afectan al plano del sentimiento. Si a pesar de los
mecanismos de afrontamiento y de defensa, no se consigue dar respuesta a las exigencias, es posi-
ble que aparezcan alteraciones emocionales: sentimientos de inseguridad, reacciones de ansiedad,
miedo, cambios en el estado de ánimo, hostilidad y sentimientos de desesperanza y desamparo,
fobias o depresión.
La ansiedad, junto con la depresión, es la consecuencia emocional más frecuente. Es un estado
emocional negativo, una sensación de temor, de presentimiento y pesimismo, vivido como un peli-
gro más o menos inmediato y difuso, ante el que no se vislumbran posibles estrategias instrumen-
tales de manejo.
En el nivel emocional, el estrés provoca:

• Ansiedad.
• Cambios de humor.
• Baja autoestima.
• Apatía.
• Tristeza.
• Irritabilidad.
• Agresividad.
• Culpabilidad.
• Sensación de confusión.
• Preocupación excesiva.

A menudo, en el desarrollo del trabajo y ante situaciones de estrés sostenido, el individuo agota
sus energías psíquicas y los recursos emocionales para responder adecuadamente a las exigencias.
Esto puede generar un trastorno depresivo. Ante una elevada o continua exposición a factores de
estrés, las personas con una estructura más fuerte somatizan más (es decir, generan respuestas fi-
siológicas), en tanto que las menos fuertes tienden a dar respuestas emocionales.
Respuestas cognoscitivas: Se refieren a aquellos efectos que produce la exposición a los factores
de estrés sobre el plano del pensamiento y que alteran ciertos procesos mentales. Con el estrés, se
producen alteraciones en la concentración, en los procesos de atención y memoria, en la capacidad
analítica y sintética de razonamiento, en la capacidad para tomar decisiones, en la creatividad y el
aprendizaje, en la recepción y el tratamiento de la información.
a) Atención: Una situación de atención disminuida supone un esfuerzo de concentración ma-
yor para llevar a cabo una tarea, así como un riesgo de fatiga y un aumento de la probabili-
dad de accidentes.
530 Parte 4  Habilidades para la integración humana

b) Memoria: La presencia de factores de estrés intensos o continuos produce olvidos frecuen-


tes disminuyendo el rendimiento en el trabajo.
c) Razonamiento: En la sobrecarga cuantitativa de trabajo, el pensamiento y el lenguaje tien-
den a inhibirse, lo que se refleja en dificultades en la comunicación verbal.

En el nivel cognoscitivo, el estrés provoca:

• Sensación de impotencia ante los hechos.


• Sensación de inutilidad para afrontar las situaciones.
• Frustración.
• Olvidos frecuentes.
• Bloqueos mentales.
• Pensamientos en los que el individuo se exige más para superar crisis.
• Creencia de que “cualquier persona puede hacerlo mejor que yo”.
• Sensación de falta de tiempo para realizar las actividades.

Respuestas conductuales: Este tipo de respuestas afecta el plano del comportamiento. Aunque
comienzan siendo leves (falta de apetito, discurso acelerado), se puede dar paso a trastornos más
graves (temblores, tartamudeo, ingesta excesiva de alimentos, reacciones agresivas, abuso de alco-
hol y tabaco, etcétera).
Cuando un individuo sufre de estrés, busca obtener sensaciones positivas en algo que le agrade
o le produzca bienestar, sin importar si esto es bueno o malo para el organismo, lo que origina com-
portamientos nocivos como:

• Incrementar la ingesta de alimentos.


• Consumo de alcohol.
• Tabaquismo.
• Consumo de drogas.
• Conductas de aislamiento.
• Conductas agresivas, violentas u otro tipo de comportamientos antisociales.
• Suicidio.

En el nivel conductual, el estrés provoca:

• Aislamiento.
• Hipersensibilidad a las críticas.
• Aumento de las conductas y actitudes hostiles.
• Deterioro de las relaciones interpersonales.
• Aumento de las críticas y quejas destructivas.
• Abandono de las actividades de ocio.
• Uso inadecuado de fármacos.
• Alteración de los hábitos de alimentación.
• Sedentarismo.
• Abandono personal progresivo debido al agotamiento.

La salud individual es uno de los requisitos fundamentales para la salud de la empresa; si esta
no existe, los costos directos se manifiestan en el compromiso y la participación. También ge-
nera costos de forma indirecta, ya que se genera desmoralización, escasa motivación y elevada
insatisfacción, aumento de las distorsiones en la comunicación o falta de ella, más errores en la
toma de decisiones, malas relaciones laborales por desconfianza, falta de respeto, conflictos y au-
mento de conductas agresivas. Todo esto reduce la energía de la organización para aprovechar
oportunidades, pues los individuos que la integran dedican buena parte de sus esfuerzos a hacer
frente al estrés.
Capítulo 26  Manejo del estrés 531

Cómo identificar los riesgos del estrés y las respuestas a este


El empresario tiene la obligación moral de realizar una evaluación inicial de los riesgos de estrés
(a nivel de seguridad, higiene, ergonomía y psicosociología), teniendo en cuenta la naturaleza de las
actividades laborales, las características de los puestos de trabajo existentes y las de los individuos
que deban ocuparlos.
Con el objetivo de realizar la identificación y evaluación inicial del riesgo, así como la valoración
de las respuestas de estrés, bastaría con estudiar el estrés laboral desde tres vertientes:

a) Identificar los factores de estrés a los que estamos expuestos en relación con el trabajo, de
ser posible, antes de que nos afecten, para así tomar acciones preventivas.
b) Detectar las reacciones o respuestas de estrés, cuando estemos afectados en nuestro bien-
estar o salud.
c) Estudiar y valorar las consecuencias del estrés laboral en nuestro cuerpo y mente (síndromes
de estrés, trastornos de salud o enfermedades asociadas al estrés).

Métodos y alternativas para combatir el estrés


A lo largo de los años, distintas disciplinas científicas han desarrollado una serie de estrategias para
ayudarnos a afrontar el estrés. Se trata de técnicas, a menudo sencillas, que permiten a las personas
mejorar su resistencia y capacidad de afrontamiento ante las situaciones difíciles o estresantes.
Hay que subrayar que cualquier técnica que nos dispongamos a utilizar conlleva un aprendizaje
previo y, por lo tanto, un esfuerzo de nuestra parte para automatizar su uso. Esas técnicas nos ayu-
darán a ser más flexibles, más resistentes, más hábiles y más capaces. Para describirlas, las clasifica-
remos en dos tipos. No es preciso dominarlas todas.

a) Técnicas generales que incrementan nuestros recursos: desarrollan hábitos saludables cen-
trados en el cuidado del estado físico y de la mente, la organización diaria, el aumento de la
capacidad de adaptación y el fomento del apoyo social.
b) Técnicas para el control de las respuestas fisiológicas y emocionales: Su objetivo es reducir el
malestar emocional y la activación fisiológica cuando esta ya se ha iniciado. Dentro de estas,
encontramos técnicas de relajación fisiológica y técnicas de relajación mental.

Técnicas generales
Cuide su físico
Aparte de contribuir en innumerables beneficios orgánicos para preservar la salud, cuidar el físico
representa un modo sencillo de reducir el estrés. Algunas acciones importantes al respecto son:

• D edique tiempo necesario a dormir (alrededor de 8 horas) y a descansar. El descanso es


importante para la recuperación psicofisiológica.
• Las vacaciones y los fines de semana deben constituir un tiempo de ocio y descanso. De-
dique a hacer lo que más le guste el máximo tiempo posible, y recuerde que descansar no
significa no hacer nada sino, más bien, hacer algo diferente.
• Practique de forma regular ejercicio físico; es un método de descarga natural de la ex-
citación derivada de las exposiciones a factores de estrés. Nos fortalece desde el punto
de vista psíquico, pues nos obliga a desplazar la atención de los problemas, nos permite
descansar, incrementa la capacidad para el trabajo físico y mejora las funciones cardio-
vascular, respiratoria y metabólica.
• Cuide su dieta, ya que es fundamental para aportar al organismo todos los nutrientes
que requiere.
• Evite el tabaco, el alcohol y recurrir a estimulantes, tranquilizantes y analgésicos.
• Descanse de vez en cuando a lo largo de la jornada laboral.
532 Parte 4  Habilidades para la integración humana

Cuide su mente
• Analice lo que le sucede, para responder adecuadamente a las exigencias que se le plantean.
• Cuando sea pertinente, recurra al sentido del humor.
• Piense que su trabajo tiene sentido.
• Desconéctese de la situación laboral, no se lleve trabajo a casa y evite que sus conversacio-
nes giren en torno a los problemas laborales. Deje en la oficina tanto los papeles como las
preocupaciones.
• Realice actividades que le gusten. Una vez que salga del trabajo, invierta su energía mental
en actividades que le brinden satisfacción.
• Ayudar a los demás nos hace más resistentes al estrés. Nos saca de nosotros mismos y au-
menta nuestra estima.
• Deje atrás las malas experiencias laborales y las situaciones estresantes que haya vivido. Per-
donar, olvidar y acoplarse a la nueva realidad son aspectos que hay que trabajar para recu-
perar el bienestar.

Técnicas para el control de las respuestas fisiológicas


y emocionales
Aunque estas técnicas no requieren para su ejecución excesivas exigencias, conviene que las con-
diciones del lugar sean: una habitación tranquila, que no nos perturben ni nos molesten durante
la ejecución, cortinas corridas, luces tenues, alfombra, tapete o algo que facilite sentarnos o recos-
tarnos, sillón cómodo para apoyar espalda o nuca, espacio suficiente para estirar las piernas, ropa
cómoda y temperatura agradable.
Podemos utilizar diferentes tipos de posturas:
• T
 endido sobre una cama, piernas ligeramente abiertas y brazos estirados, un poco apar-
tados del cuerpo.
• Tendido en el suelo cómodamente sobre una alfombra o esterilla.
• Sentado en un sillón cómodo o en un diván con brazos.
• Sentado en una silla o banco, con las piernas ligeramente entreabiertas y la columna recta.

Técnicas de relajación fisiológica


Se basan en el control de la respiración, y en la tensión y distensión muscular. Dominar la respiración
es un primer paso obligado. Estas técnicas nos permiten controlar los efectos fisiológicos del estrés
y disminuir los niveles de activación.
Técnicas de control de la respiración. Cuando estamos en una situación de estrés, reaccio-
namos respirando de forma rápida y superficial. Esto merma la capacidad funcional de los pulmones,
además de que produce una oxigenación deficiente, un mayor consumo de energía y un incremento
de la tensión del organismo. Cuando exhalamos, el vientre se retrae y la relajación del diafragma
provoca la contracción pulmonar y la expulsión del aire al exterior. El objetivo de las técnicas de respi-
ración es facilitar el control voluntario de la respiración y automatizarlo para que pueda mantenerse
en situaciones de estrés.
a) 
Respiración plena: Túmbese con la espalda apoyada en el suelo y las piernas flexionadas y sepa-
radas aproximadamente 20 centímetros. También puede realizar este ejercicio mientras está
sentado o de pie, pero no debe haber tensión en el cuerpo. Respire por la nariz. Coloque una
mano en el tórax y la otra en la parte baja del abdomen; suspire varias veces con la finalidad
de predisponerse para un estado de relajación y concentración. Tome aire por la nariz y, al ins-
pirar, diríjalo hacia la parte más baja del tórax; note como se separan las últimas costillas y se
hincha el abdomen. Continúe llenando los pulmones hasta la parte superior. Sostenga el aire
por 3 segundos, y comience a soltarlo por la boca como si soplara suavemente, empujando el
abdomen hacia dentro. Repita a su ritmo varios ciclos respiratorios durante 5 o 10 minutos.
Capítulo 26  Manejo del estrés 533

b) 
Respiración tonificante: Realice el ejercicio igual que el anterior, solo que en esta ocasión, co-
loque los labios como si fuera a silbar, y expulse un poco de aire con cierta fuerza, como si
estuviera soplando; expulse luego un poco más de aire suavemente. Continúe alternando
entre expulsiones suaves y fuertes. Repita el ejercicio tres veces.
c) 
Técnica de exhalación: Llene los pulmones y exhale suspirando profundamente (no piense en
nada, deje que el aire salga de forma natural). Repita el proceso 10 veces, y cada vez, al con-
cluir, efectué una pausa de 15 a 20 segundos.

Técnica de relajación progresiva de Jacobson. Se basa en un principio categórico: no es po-


sible estar relajado físicamente y tenso emocionalmente. Así, podemos aprender a reducir los niveles
de tensión psicológica (emocional) a través de la relajación física, aun cuando persista la exposición
al factor de estrés. El objetivo es adquirir la habilidad de controlar nuestra propia activación fisiológi-
ca para así afrontar cualquier situación laboral de estrés. El ejercicio puede realizarse sentado, pero
apoyando la cabeza en un respaldo. Cada grupo muscular habrá de permanecer en tensión de 5 a 7
segundos, y 25 segundos sin tensar. Habrá que realizar cada ejercicio como mínimo una vez. Al prin-
cipio, tal vez tenga la sensación de escaso éxito, pero es cuestión de practicar.
Sea especialmente cuidadoso al tensar el cuello, la nuca y la espalda, ya que una contracción brus-
ca o excesiva podría causar daño muscular. Es normal sentir calambres en los dedos de pies o manos.
Cuando inspire, contraiga; cuando exhale, relaje. En todos los ejercicios realizamos la contracción
por 5 segundos sostenidos y luego relajamos por completo y estiramos el músculo por 1 minuto.

Primer grupo:
Puños: Cierre los puños tan fuerte como sea posible.
Antebrazos: Doble los brazos por los codos para tensar los músculos de los antebrazos.
Bíceps: Doble los codos y tense.

Segundo grupo:
Nuca: Puede tensar estos músculos apretando la parte posterior de la cabeza contra el respaldo
del sillón, todo lo fuerte que pueda.
Hombros: Encoja los hombros elevándolos hacia la nuca todo lo que le sea posible y sintiendo la
tensión en ellos.

Tercer grupo:
Ojos y cejas: Frunza las cejas al mismo tiempo que cierra los ojos.
Frente y cuero cabelludo: Ponga en tensión estos músculos elevando las cejas como en un signo
de interrogación.

Cuarto grupo:
Boca: Los músculos de los labios y del rostro se tensan presionando ligeramente los labios.
Mandíbula: Ténsela apretando los dientes.
Cuello: Estos músculos se tensan colocando la punta de la lengua sobre el paladar y presionando
hacia arriba tan fuerte como pueda.

Quinto grupo:
Pecho: Realice una inspiración profunda y contenga la respiración 5 segundos. Sienta la tensión
en el pecho y después exhale, concentrándose en la sensación de dejarse llevar. A continuación, vuel-
va a inspirar profundamente y sienta de nuevo la tensión. Repita el ejercicio.

Sexto grupo:
Piernas: Ténselas apretando los músculos y los glúteos, estirándolas hacia delante y dirigiendo
los dedos de los pies hacia abajo.
Durante los 2 o 3 minutos siguientes, concéntrese en relajar todos los músculos grandes del
cuerpo; sienta que su cuerpo se hace pesado y se relaja más profundamente. Después, abra los ojos
y vuelva a mover el cuerpo lentamente.
534 Parte 4  Habilidades para la integración humana

Técnicas de relajación mental


Meditación. A través de la concentración, la atención y la visualización, también podemos lograr
grandes resultados. Se trata de técnicas que persiguen focalizar la atención de forma genérica para
que la persona que las aplica se aísle de su actividad mental y de los acontecimientos cotidianos. La
meditación estimula cambios fisiológicos de gran valor para el organismo, ya que evitan el estrés.
Resulta muy eficaz para quienes disponen de poco tiempo y presentan tendencia a la introversión.

Técnicas de control de respuestas cognoscitivas


Estas técnicas tratan de conseguir que interpretemos de otra forma las situaciones que nos afligen,
que nos convenzamos de nuestras propias potencialidades, y que seamos capaces de cortar secuen-
cias de pensamiento que nos son desfavorables. Proceden de la psicoterapia y algunas se han adap-
tado para su autoaplicación.
Detención del pensamiento. Cuando hemos estado sometidos a un factor de estrés, podemos
desarrollar pensamientos negativos de tipo recurrente. Estos pensamientos nos producen emocio-
nes negativas de ansiedad y sufrimiento. Esta técnica de detención busca crear un estímulo lo sufi-
cientemente potente como para atraer la atención y anular los pensamientos negativos.
La técnica consiste en concentrarse en los pensamientos no deseados, identificarlos bien y, des-
pués de haberlos experimentado unos segundos, detenerlos y sacarlos de la mente. Para interrum-
pirlos, disponemos de varios procedimientos.
Pasos:
1. Determinar cuál es el pensamiento recurrente.
2. Imaginar ese pensamiento.
3. Interrumpir el pensamiento con ayuda. Active una alarma, puede ser de un reloj o un teléfo-
no celular. Cuando este suene, grite “¡ALTO!” y saque de su mente esos pensamientos. En su
lugar, deje los pensamientos alternativos saludables. Intente permanecer durante 25 segun-
dos con la mente de blanco. Si el pensamiento negativo reapareciera, grite de nuevo “¡ALTO!”.
Conviene empezar a practicar con pensamientos poco estresantes. Puede usar ayuda física
para cuando no pueda gritar, por ejemplo, estirar una liga o goma elástica colocada alrede-
dor de la muñeca y soltándola.
4. Interrumpir el pensamiento sin apoyo será el siguiente paso, y el objetivo final será detener
y controlar el pensamiento sin la ayuda que se explicó anteriormente.
5. Sustitución del pensamiento: Prepare varias frases alternativas a los pensamientos que le
agobian. Una vez que las tenga, cada vez que aparezca ese pensamiento negativo en su
mente, piense en la frase positiva alternativa.
Técnica de solución de problemas. Esta técnica es útil para reducir la ansiedad asociada a
la incapacidad para tomar decisiones. Nos enseña a afrontar los problemas de una manera activa o
pasiva, pero decidiendo qué es lo mejor en cada caso. Nos ofrece vías y procedimientos para reorga-
nizar la forma en que percibimos y valoramos una situación.
Las decisiones se han de tomar siguiendo un proceso lógico: planteamiento del problema, análi-
sis de alternativas (ventajas y desventajas) y elección de la mejor. No hay que analizar continuamen-
te el problema o las alternativas, ya que esto nos producirá ansiedad.
Procedimiento:
1. Identifique los factores de estrés o situaciones problemáticas.
2. Describa por escrito con detalle el problema; sea específico y anote también la respuesta
habitual a este problema.
3. Realice una lista con las alternativas de respuesta. Plásmelo todo por escrito.
4. Analice las consecuencias y tome una decisión. Debe elegir dos o tres criterios, no más, para
evaluar la idoneidad de las alternativas generadas. Seleccione la más prometedora y evalúe
las consecuencias de su puesta en práctica.
5. Evalúe los resultados.
Capítulo 26  Manejo del estrés 535

Reorganización cognoscitiva. Se basa en el hecho de que los pensamientos son inductores


de los sentimientos. Está dirigida a sustituir las interpretaciones de una situación que nos hace sufrir,
por otra u otras que alientan respuestas positivas.
Primero, identificamos esos pensamientos que tenemos justo antes de comenzar a sentir la
emoción negativa. Estos pensamientos son espontáneos y particulares de cada persona; se produ-
cen sin reflexión o razonamiento previo, pero el sujeto los vive como si fueran ciertos y racionales.
Son difíciles de evitar y tienen ciertas características en común:

• Son mensajes específicos.


• Están compuestos por pocas palabras a modo de sentencias, o bien, por una imagen visual.
• La persona que los genera casi siempre los cree, independientemente de lo irracionales que
sean.
• Invaden la mente sin que nos demos cuenta.
• Suelen plantearse como el “debería…”, “tendría que…”.
• Tienden a dramatizar.
• Son aprendidos.

Es preciso identificar estos pensamientos e intentar valorar en qué medida consideramos que
reflejan la situación vivida. Para ello:

• Escriba la situación laboral que se presentó.


• Describa con detalle el estado emocional que le generó (culpa, tristeza, ansiedad, temor, et-
cétera).
• Describa el pensamiento automático (“todo me sale mal”, “los compañeros me rechazan”, et-
cétera).
• Describa la conducta que mostró al respecto y el resultado de la misma.
• Elabore alternativas de pensamiento (“iba distraído”, “quizá no me vio”, “están más estresados
que yo”).

Con esta estrategia se toma conciencia de que la realidad de las situaciones puede interpretarse
de múltiples formas, y que dependiendo de esas interpretaciones se va a sentir y a actuar de distintas
maneras, cada una con consecuencias diferentes.

Técnicas de control de las respuestas conductuales


Se trata de cambiar comportamientos o patrones de comportamiento que no nos resultan eficaces
para enfrentarnos a los factores de estrés.
Entrenamiento asertivo. Desarrolla la autoestima y una mayor capacidad para expresar
sentimientos, deseos y necesidades de manera libre, clara e inequívoca ante los demás, respetando
siempre los puntos de vista ajenos. Entre otras cosas, se aprende a decir “No”, a expresar molestias o
desagrado, a hacer un elogio o una crítica, a reaccionar ante una crítica, a efectuar una petición, a
disculparse, etcétera.
Como persona asertiva, usted tiene derecho a:

• Cambiar de opinión. Si eso afecta a otras personas, deberá informarles para que no tengan
que descubrirlo más tarde.
• Tener sus propias opiniones y sentimientos, reconocerlos y expresarlos a los demás.
• No saberlo todo (esto no significa que sea ignorante o poco inteligente).
• Pedir lo que desea, aunque también debe recordar que la otra persona podría negárselo.
• Conseguir sus metas.
• Tomar decisiones y elegir de manera autónoma; también estará preparado para hacer frente
a las consecuencias buenas o malas.
• Cometer errores, teniendo en cuenta que los demás también pueden fallar.
• Decidir si desea involucrarse en los problemas de otra persona.
536 Parte 4  Habilidades para la integración humana

• Cambiar a su gusto, concediendo ese mismo derecho a los demás.


• La privacidad. Todos necesitamos un tiempo y un espacio para estar solos.

Durante las conversaciones que sostenga, practique conductas asertivas como las siguientes:

• Mantenga contacto visual.


• Adopte una postura abierta y relajada.
• Asegúrese de que su expresión facial coincida con su mensaje.
• Mantenga un tono de voz bien modulado y estable.
• Escuche a los demás y demuéstreles que les está escuchando.
• No dude en hacer preguntas si lo necesita para aclarar dudas.

Algunas técnicas y consejos para ser asertivo:

• Haga valer sus derechos. Sea tan claro y específico como sea posible al expresar lo que quiere,
piensa y siente.
• Aprenda a decir simplemente “No”, sin dar mayores explicaciones.
• No utilice juicios o valoraciones de la conducta de su interlocutor.
• Procure controlar las palabras y el lenguaje no verbal.
• Deje que sus intenciones motiven su respuesta. El deseo de los demás con frecuencia inter-
fiere en nuestra opinión.
• Escuche activamente lo que la otra persona le dice. Luego, diga lo que piensa, sin disculparse.
Por último, dé su propuesta de solución.
• No finja acuerdo. No sonría, ni asiente con la cabeza ni adopte el lenguaje del cuerpo que
muestre acuerdo solo por mantener la cordialidad. Muéstrese en desacuerdo activamente,
de una manera civilizada y sin tensión.
• Solicite aclaración y pida más información cuando le sugieran hacer algo que no le parece
razonable.

Técnica de defensa ante las manipulaciones y las relaciones conflictivas. El trabajo es


un lugar de batalla donde los intereses de cada uno se suelen confrontar con los de los demás. Lo
habitual es que surjan conflictos interpersonales debido a las condiciones organizativas o a la lucha
por un recurso escaso que no está disponible para todos.
En el entorno laboral, es frecuente que los conflictos entre los trabajadores deriven en conduc-
tas de violencia psicológica: maltrato, acoso, discriminaciones, amenazas e incluso violencia física.
Cuando identifique algún conflicto y vea amenazada su posición, o sienta que le quieren mani-
pular para conseguir algo poco legítimo, que le fuerzan para que se aparte de algo o de alguien, que
le presionan para que acceda a algo, etcétera, habrá que tratar de mantener la relación sin que esta le
destruya. Esto lo podrá conseguir a través de un cambio en su propio comportamiento.

• Sea breve e impreciso con quien intente manipularlo. No se extienda en comentarios y plan-
tee las cosas de forma indefinida. No deje entrever información que el otro luego pueda utili-
zar para interferir en su trabajo.
• Utilice el lenguaje de su interlocutor: observe cómo habla y repita sus formas de nombrar los
aspectos importantes cuando interactúe con él.
• Sea educado y no entre en confrontación con la otra parte. Aunque la otra persona sea agre-
siva, no responda nunca de la misma forma.
• No justifique su postura o sus actos: cuanto más explique o intente justificarse, más aumen-
tará la creencia en el otro de que es culpable. No debilite su posición justificándose, ni deje
traslucir lo que le molesta o lo que le agrada.
• Tome cierta distancia afectiva, para que no le afecte demasiado, pero siempre con un trato
cordial.
• Mejor no delate sus verdaderos pensamientos y, menos aún, sus sentimientos.
• No alargue los espacios de interacción si acarrean tensión: ponga fin a la conversación.
Capítulo 26  Manejo del estrés 537

• Si hay interacciones formales que impliquen acuerdos, es importante que estos queden asen-
tados por escrito y ante la presencia de testigos.
• No permita que nadie medie entre usted y la otra parte, si percibe un intento de manipula-
ción. Confíe en sus capacidades, tome decisiones y llévelas serenamente a cabo.

Burnout
Un directivo, al tener empleados a su cargo, debe resolver muchas peticiones de sus colaboradores
sobre temas personales y profesionales. Este tipo de puestos de trabajo conlleva una carga emocio-
nal y la exigencia de expresar emociones socialmente deseables durante el intercambio de los servi-
cios que se prestan a las personas. Esto es un elemento clave en el llamado burnout.
El burnout se define como una sensación de fracaso y una experiencia agotadora que resulta de
una sobrecarga por exigencias de energía, recursos personales o de fuerza espiritual del trabajador.
Comúnmente, esta condición se asocia a sentirse agobiado, estar a disgusto, sentirse harto o tener
un mal día, pero esto no es así. Este síndrome se produce cuando un empleado está expuesto a unas
condiciones psicosociales de trabajo nocivas, fundamentalmente en lo que se refiere a la exposición
a cargas emocionales. Por eso, también se le conoce como agotamiento emocional.
El agotamiento emocional es una respuesta de los trabajadores al sentir que ya no pueden dar
más de sí mismos a nivel de intercambio empático con el usuario. Cuando no se ha realizado la pre-
vención de estos riesgos, ni se ha actuado protegiendo al trabajador, la probabilidad de que este
genere daños compatibles con el burnout es elevada.
También puede identificarse como una respuesta al estrés laboral crónico, integrada por acti-
tudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol pro-
fesional, así como por la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado. Esa respuesta ocurre
con frecuencia en los profesionales de la salud y, en general, en profesionales de organizaciones de
servicios que trabajen en contacto directo con usuarios.
En este caso, se ven afectados aspectos psicosociales de la persona, lo que ocasiona:

• Cansancio emocional, es decir, sensación de que se ha agotado toda la energía psíquica.


• Sentimientos negativos (o despersonalización). Se observan actitudes y conductas de cinismo por
parte del trabajador hacia los usuarios. Se produce un endurecimiento afectivo y la atención
se vuelve un tanto deshumanizada.
• Actitudes negativas hacia el trabajo o la profesión, lo que implica mala valoración de uno mismo,
sentimientos de culpabilidad por no poder dar un buen servicio, y haber perdido motivación
para seguir siendo un buen profesional. Los individuos se sienten mal consigo mismos e insa-
tisfechos con el resultado de su trabajo.

Causas del burnout


Existen distintos factores de riesgo que favorecen la aparición de este síndrome.

a) Referentes al puesto de trabajo:

­
— Demandas emocionales excesivas
— Sobrecarga de trabajo
— Descompensación entre responsabilidad y autonomía
— Falta de tiempo para la atención del usuario
— Disfunciones de rol: conflicto, ambigüedad o sobrecarga de trabajo para un rol
— Falta de control sobre los resultados del trabajo
— Falta de apoyo social
— Tareas que no tienen fin
— Escasa capacidad de decisión
538 Parte 4  Habilidades para la integración humana

— Factores de estrés relacionados con la esfera económica


— Insatisfacción en el trabajo
b) Referentes a las relaciones profesionales:
— Trato con pacientes difíciles o problemáticos
— Relaciones conflictivas con clientes
— Relaciones conflictivas entre compañeros
— Falta de apoyo social
— Falta de colaboración entre compañeros en tareas complementarias
— Ambiente de críticas destructivas
— Ausencia de reciprocidad en los intercambios sociales en la empresa
Si nos vemos expuestos a estos riesgos, habrá que tener en cuenta determinadas características
personales que aumentan la probabilidad de aparición del daño:
• Alta motivación para la ayuda: grado de altruismo.
• Alto grado de idealismo.
• Alto grado de empatía.
• Elevado grado de perfeccionismo.
• Constancia en la acción.
• Baja autoestima.
• Escasas habilidades sociales.
• Tendencia a involucrarse demasiado emocionalmente.
• Patrón de conductas de tipo A.
• Locus de control externo.
• Baja autoeficacia.

Proceso de desarrollo del burnout


Etapa de entusiasmo
Con la incorporación a un nuevo puesto de trabajo, en el individuo se generan expectativas po-
sitivas; hay entusiasmo y energía. En ese momento, se dedica un gran esfuerzo y tiempo al trabajo.

Etapa de paralización
Se empieza a sentir la falta de reciprocidad en las contraprestaciones por el esfuerzo reali-
zado. Se produce un fuerte desequilibrio entre las demandas y los recursos de que se dispone. El tra-
bajador se siente incapaz de resolver los problemas de los usuarios adecuadamente.

Etapa de frustración
El individuo se desmoraliza y siente impotencia. Se produce una repercusión emocional y fisio-
lógica producto del estrés. Pierde sentido la función que se desarrolla, y se experimentan conflictos
interpersonales y alteraciones del humor.

Etapa de indolencia
El trabajador afectado desarrolla un comportamiento defensivo frente a esos factores de estrés.
Se ve afectada su capacidad afectiva y trata a los usuarios con distancia y de forma mecánica, en un
intento de preservar la propia salud.

Etapa de burnout
Se produce un trastorno emocional y cognoscitivo, con importantes consecuencias para la sa-
lud. Si persiste la exposición a las condiciones estresantes o si no se interviene, es probable que el
empleado abandone su trabajo o se mantenga en un estado de insatisfacción y frustración. Las con-
secuencias emocionales del síndrome se asocian especialmente a la sintomatología ansioso-depre-
siva, con una propensión a los sentimientos de culpa y a las respuestas hostiles, frecuente irritabili-
dad y actitudes negativas hacia la vida.
Capítulo 26  Manejo del estrés 539

Algunos de los síntomas más habituales del burnout son los siguientes:
Psicosomáticos: Cansancio hasta el agotamiento y malestar general, fatiga crónica y alteracio-
nes funcionales cardiorrespiratorias, digestivas y nerviosas. Síntomas como dolor de cabeza, proble-
mas de sueño, úlceras y otros desórdenes gastrointestinales, pérdida de peso, molestias y dolores
musculares, hipertensión, crisis de asma, entre otros.
Del comportamiento: Conducta fría en la relación con el cliente, ausentismo laboral, adicción a
psicofármacos, estimulantes y otro tipo de sustancias (café, tabaco, alcohol, etcétera), alteraciones
del humor, comportamientos de alto riesgo, aumento de conductas hiperactivas y agresivas.
Emocionales: Agotamiento emocional, síntomas de malestar, distanciamiento afectivo como
forma de autoprotección, ansiedad, sentimientos de culpabilidad, impaciencia e irritabilidad, baja
tolerancia a la frustración, sentimientos de soledad y alienación, sensación de impotencia, aburri-
miento, desorientación, vivencias de baja realización personal y sentimientos depresivos.
En las actitudes: Desconfianza, apatía, cinismo e ironía hacia los clientes o pacientes, hostilidad,
suspicacia y poca verbalización en las interacciones.
En las relaciones sociales: Actitudes negativas hacia la vida en general, disminución de la calidad
de vida personal, aumento de los problemas de pareja, familiares y en la red social extralaboral, se
tiende al aislamiento.
En la empresa: Deterioro de la comunicación y de las relaciones interpersonales, disminución de la
capacidad de trabajo, reducción del compromiso de los empleados, descenso del rendimiento y de la efi-
cacia, mayor ausentismo y desmotivación, aumento de las rotaciones y de los abandonos, sentimientos
de desesperación e indiferencia frente al trabajo, aumento de las quejas de los usuarios o clientes.
La evaluación de este problema debe quedar en manos de un médico o de un psicólogo especia-
lizado en salud laboral. Usted puede identificar estos riesgos y consultar a un especialista en caso de
que presente algunas disfunciones en su salud. No obstante, quienes primero observarán el proceso
serán las personas que están a su alrededor.
En la tabla 26.3 se mencionan algunas características diferenciales entre el estrés laboral y el
burnout.

Tabla 26.3  Diferencias entre estrés laboral y burnout

Estrés Burnout
Demasiado involucramiento en los problemas. Falta de involucramiento.
Hiperactividad emocional. Embotamiento emocional.
Daño fisiológico primario. Daño emocional primario.
Agotamiento o falta de energía física. El agotamiento afecta a la motivación y a la energía psíquica.

Mobbing
Otra fuente de estrés es el acoso laboral o acoso moral en el trabajo, conocido como mobbing, un
término que, en inglés, significa asedio o acoso. El mobbing está asociado con conductas violentas,
entre las que destacan:

• Conductas de violencia física: Son aquellas que suponen una agresión abierta entre individuos
pertenecientes a la misma empresa o entre individuos de distintas empresas que prestan ser-
vicios en un mismo centro de trabajo.
• Conductas de violencia psicológica: Son comportamientos que suponen una agresión de na-
turaleza psíquica entre individuos pertenecientes a la misma empresa o entre individuos de
distintas empresas que prestan servicios en un mismo centro de trabajo. Estas conductas se
pueden clasificar de la siguiente forma:
540 Parte 4  Habilidades para la integración humana

— Maltrato psicológico: Son acciones de violencia psicológica que no se realizan de forma


repetida o durante un tiempo prolongado, pero que tienen potencial para afectar la sa-
lud del trabajador. Estas conductas se ejecutan desde una posición de poder respecto
a la víctima. Se incluyen aquí las conductas de abuso de poder de dirección o abuso de
autoridad, y también las conductas vejatorias hacia el trabajador que se producen entre
personas que no mantienen entre sí una relación de mando o jerarquía.
— Acoso psicológico en el trabajo. Es la exposición a conductas de violencia psicológica, di-
rigidas de forma reiterada y prolongada en el tiempo hacia una o más personas por parte
de otra(s) que actúan frente aquella(s) desde una posición de poder (no necesariamente
jerárquico).
— Acoso discriminatorio. Se define como toda conducta no deseada relacionada con el ori-
gen racial o étnico, la religión o las convicciones, la discapacidad, la edad o la orientación
sexual de una persona, que tenga como objetivo o consecuencia atentar contra su digni-
dad y crear un ambiente intimidatorio, humillante u ofensivo.
— Acoso sexual. Se define como cualquier comportamiento, verbal o físico, de naturaleza
sexual que tenga el propósito o produzca el efecto de atentar contra la dignidad de una
persona, en particular cuando se crea un entorno intimidatorio, degradante u ofensivo.

Hay que recordar y dejar muy claro que relacionarse en el trabajo, ya sea de manera formal o in-
formal, no implica ni incluye tolerar conductas que menoscaben claramente la imagen, la dignidad,
las relaciones sociales, el desempeño laboral o la salud. Y el riesgo para la salud comienza en el mis-
mo momento que un trabajador es blanco de conductas violentas, del tipo y naturaleza que sean.
Las acciones de violencia psicológica pueden estar centradas en: ataques a la víctima con medi-
das organizativas, ataques a las relaciones sociales, ataques a la vida privada, amenazas de violencia
física, ataques a sus actitudes, agresiones verbales o rumores.

Condiciones necesarias para que exista mobbing


• El individuo agredido está en una relación laboral.
• Existen acosador(es) y víctima(s).
• Hay asimetría de poder.
• Los comportamientos de violencia psicológica van dirigidos de la parte acosadora a la acosada.
• Estos comportamientos pueden ser intencionados o no intencionados.
• El acoso o la violencia son frecuentes.

Causas del mobbing


Los factores que pueden favorecer la aparición de conductas de acoso son, principalmente, la orga-
nización del trabajo y la mala gestión de los conflictos por parte de los superiores.
Hay ciertos aspectos que propician un entorno donde se puede dar este fenómeno:

• Organizaciones que no desaprueban los comportamientos de violencia psicológica y que no


los reconocen como riesgo para la salud o para la dignidad de las personas.
• Inseguridad laboral e incertidumbre.
• Malas relaciones entre empleados y dirección.
• Malas relaciones entre trabajadores.
• Comunicación escasa o nula entre compañeros.
• Ambigüedad y conflicto de roles.
• Niveles extremos de exigencias laborales.
• Cambios repentinos en la organización, que traen consigo inestabilidad.
• Estilos de mando autoritarios.
• Existencia de múltiples jerarquías.
• Existencia de líderes espontáneos no oficiales.
Capítulo 26  Manejo del estrés 541

• Poco flujo de información en la empresa.


• Ausencia de conversaciones sobre tareas y objetivos.

El mobbing se inicia habitualmente con una fase de conflicto, y después evoluciona a una se-
gunda etapa en la que se manifiestan abiertamente los comportamientos violentos. En una tercera
etapa se produce la intervención por parte de la empresa. En una cuarta fase, se excluye al acosador
del puesto de trabajo de la empresa.
Las consecuencias de esta exposición suelen ser compatibles con las respuestas de estrés inicia-
les en las distintas esferas (emocional, cognoscitiva, etcétera). Si la situación persiste en el tiempo,
aparecerán daños importantes que irán desde manifestaciones psicosomáticas leves hasta cuadros
con cambios psíquicos importantes. Por ello, se podría considerar el mobbing como una forma ex-
trema de estrés laboral.
Asimismo, también se producen efectos negativos en la empresa. Las relaciones interpersona-
les se deterioran, aumentan el ausentismo y la rotación de personal, hay pérdida de eficiencia y pro-
ductividad, incremento en los accidentes e incidentes, y deterioro del clima laboral e incluso de la
imagen de la empresa.
Lo ideal es recurrir a las medidas de carácter primario, dirigidas a poner fin a las conductas del
acosador lo antes posible, utilizando los cauces establecidos en la empresa o acudiendo de inmedia-
to a un superior para que ayude a resolver la situación.
En todo caso, de forma secundaria, el individuo afectado debe actuar siendo asertivo y desple-
gando sus habilidades para hacer respetar su dignidad y preservar su salud.
Es importante saber diferenciar las situaciones de mobbing de aquellas que no lo son. Sin pre-
tender dar una lista exhaustiva, describiremos aquellas situaciones habituales que no son mobbing:

• Las conductas que se producen desde una relación simétrica y definen un conflicto entre las
partes, ya sea de carácter puntual (esto es, en un momento específico) o permanente.
• Un incidente aislado, acaecido en el marco de las relaciones humanas en el trabajo.
• Situaciones donde no existen acciones de violencia en el trabajo realizadas de forma reitera-
da y prolongada en el tiempo.
• Todas aquellas consecuencias que deriven de una exposición previa a otros riesgos psicoso-
ciales (estrés laboral, burnout, etcétera) o en las que se identifique un riesgo psicosocial que
no tiene nada que ver con la violencia en el trabajo (por ejemplo, sobrecarga laboral, conflicto
de roles, etcétera).
• Un hecho violento singular y puntual (sin prolongación en el tiempo).
• Acciones irregulares organizativas que afectan a todo el personal.
• La presión legítima de exigir el cumplimiento de lo acordado o de las normas que existan.
• Críticas constructivas, explícitas y justificadas.
• Las labores de supervisión y control, así como el ejercicio de la autoridad, siempre con el de-
bido respeto interpersonal.
• Los comportamientos arbitrarios o excesivamente autoritarios relacionados con la colectivi-
dad, de forma general.
• Aquellas conductas que no se consideran comportamientos de violencia física, psicológica
o de acoso.

Caso del capítulo 26


Sonia y el estrés Luego de su divorcio, Sonia retomó sus estudios con la
Sonia es una mujer divorciada que está criando a sus finalidad de adquirir habilidades para desempeñar su
dos hijos pequeños, al tiempo que trabaja como se- trabajo y mejorar su situación económica para mante-
cretaria jurídica en una conocida firma de abogados. nerse ella misma y a sus hijos.
542 Parte 4  Habilidades para la integración humana

La rutina diaria de Sonia parece cada vez más Por si fuera poco, Sonia está tomando un curso
agobiante. Se levanta a las 5:30 de la mañana para avanzado de procesamiento de texto dos noches por
preparar el desayuno; luego, prepara los almuerzos y semana, para poder mejorar su situación financiera.
lava la ropa de forma que la familia tenga siempre ropa Las tareas del curso contribuyen a aumentar su estrés.
limpia. A las 7:30 deja a José, de 2 años, en casa de la En pocas palabras, la jornada de Sonia está
señora que lo cuida y en seguida deja en la escuela a copada de estrés de la mañana a la noche. Tiene poco
Carla, de 7 años. La escuela de Carla está ubicada a 15 tiempo para sí misma y no ve muchas esperanzas de
kilómetros de distancia del trabajo de Sonia. que la situación cambie en los próximos años.
Sonia debe llegar al trabajo a tiempo y presentar
resultados de alta calidad. Sin embargo, la mínima
dificultad que se le presente con los niños hace que
Preguntas para reflexionar sobre el caso:
llegue tarde al trabajo. Cuando alguno de ellos se en- 1. ¿Cómo ayudaría a Sonia a identificar sus sínto-
ferma, Sonia siente que debe tomar el tiempo para mas de estrés?
cuidarlo. Su jefe es muy exigente y, cuando está bajo 2. Con base en lo que aprendió en este capítulo,
presión, espera que Sonia trabaje horas extras o lleve ¿qué recomendaciones le haría para lidiar con
trabajo a casa. el estrés?

Lectura
El manejo del estrés  ener dificultad para dormir, sentir cansan-
• T
cio, dolor de cabeza, dolores y malestar de
¿Qué es estrés?
estómago.
El estrés es una mezcla de emociones y de respues-
• Experimentar cambios en el funcionamiento
tas físicas a los acontecimientos de la vida. El estrés
de la vejiga y los intestinos.
es parte de la vida diaria. Un poquito de estrés le
• Fumar o tomar más de lo normal.
puede ayudar a estar activo y alerta. Le puede ayu-
• Tener presión sanguínea alta y taquicardia.
dar a hacer cosas, a planear y a llevar a cabo esos
planes. Pero mucho estrés puede afectar la vida nor- Maneras en que puede manejar su estrés:
mal, causar excesivas preocupaciones, enfermarle y
• Consulte a su médico.
hacerle infeliz. Muchas de las visitas al médico están
— Cuanto más saludable esté, mejor podrá
motivadas por problemas de estrés. Todos tenemos
manejar el estrés.
estrés, pero la forma de manejarlo puede significar
— Siga el consejo de su médico para reducir
un cambio importante en su salud y felicidad.
y manejar el estrés.
¿Qué causa el estrés? • Aliméntese de forma saludable con las canti-
dades correctas de todos los alimentos.
El estrés en las diferentes personas obedece a distin-
— Coma de tres a cuatro comidas pequeñas
tas causas. Cambios en las relaciones, la salud y el
con mucha fibra todos los días.
trabajo son estresantes para la mayoría. Los cam-
— Coma muchas frutas y verduras diaria-
bios buenos también son estresantes. Cuando estos
mente.
cambios no se desean o no están planeados, o no le
— Consuma pequeñas cantidades de grasa
afectan de buena manera, el individuo siente que no
y azúcar. No las ingiera con frecuencia.
tiene control de las cosas en su vida y puede sentir
• ¡Relájese! Esto le ayuda a relajar los múscu-
mucho estrés.
los y a calmarse.
¿Cómo puedo saber si tengo estrés? — Las respiraciones profundas pueden cal-
marle y relajarle.
El estrés tiene muchos síntomas que se manifiestan
—  Empiece con cualquier extremo de su
en la mente y en el cuerpo. Algunos de ellos son los
cuerpo, tensiónelo y luego relaje cada
siguientes:
músculo.
• S
 entirse deprimido, triste, preocupado, ner- — La meditación o la música le ayudarán a
vioso y tenso. relajar mente y cuerpo.
Capítulo 26  Manejo del estrés 543

— Cierre los ojos, haga una respiración pro- — La oración le ayudará a calmarse y a sen-
funda y piense en un lugar donde se sintió tir paz interior.
seguro, feliz y relajado. Pase unos minutos — Únase a un grupo para hacer deporte o el
recordando todos los detalles, y cómo se pasatiempo que disfrute.
sentía de bien cuando estaba allí. — No planee hacer muchos cambios a la
• Haga ejercicio. Le hace más saludable y le re- vez en su vida.
duce el estrés. — No trate de hacer mucho; aprenda a de-
Caminar es un ejercicio fácil y seguro de hacer. cir “no”.
— Haga ejercicio con un amigo. Será mejor — Manténgase al corriente para evitar el
y más fácil de hacerlo. estrés de atrasarse.
— Camine en un centro comercial. Es segu- — No guarde sus sentimientos. Hable con
ro y está encerrado. otros que se preocupan por usted.
— Si tiene exceso de peso, hable con su mé- — Pida ayuda cuando la necesite.
dico para que le ayude a perder peso sin — No se preocupe por aquello que no puede
peligro. controlar.
• Tome tiempo para usted. Maneje mejor el — Aprenda a manejar el enojo de manera
tiempo y el dinero, y sea más organizado. saludable.
— Duerma lo suficiente. — Divida los problemas en porciones y tra-
— Planee tiempo todos los días para hacer baje con la parte más fácil primero.
ejercicio y relajarse.
Si el estrés va más allá de lo que puede aguantar,
—  Tome tiempo para socializar. Reúnase
hable con su médico.
con familiares y amigos.
— Lea chistes. Vea películas graciosas. Reír-
se es bueno para la salud. http://www.parklandhospital.com/patients_
— Acariciar o jugar con una mascota puede visitors/health_information/pdf/IH-IV/IV-151S%20
ayudarle a reducir el estrés. Hdlng%20Stress.pdf

EJERCICIO
Estrategia de pequeños triunfos

Un antiguo proverbio chino afirma que los viajes largos siempre están hechos de pequeños pasos. En
Japón, el sentimiento de obligación de hacer pequeñas y crecientes mejoras en el trabajo personal
se conoce como kaizen. Esta filosofía trata de reconocer cada vez más éxitos y de ver que cada uno
ayuda al individuo a construir una elasticidad psicológica para el estrés.

Actividad

Responda las siguientes preguntas. Al lado de cada una se presenta un ejemplo para ayudar a acla-
rarla, pero su respuesta no necesita relacionarse con el ejemplo.

1. ¿Qué estrés importante enfrenta usted actualmente? ¿Qué crea una ansiedad o malestar para
usted? (Por ejemplo, “Tengo demasiadas cosas que hacer”).

2. ¿Cuáles son los principales atributos o componentes de la situación? Divida el problema princi-
pal en partes más pequeñas. (Por ejemplo, “He dicho ‘sí’ a demasiadas cosas. Se están acercando
mis fechas de vencimiento. No tengo todos los recursos que necesito para cumplir todos mis
compromisos en este momento).

3. ¿Cuáles son los componentes de cada uno de esos problemas? Divídalos en partes aún más pe-
queñas. (Por ejemplo, “Se aproximan los siguientes vencimientos: fecha de entrega de un infor-
544 Parte 4  Habilidades para la integración humana

me, una gran cantidad de lectura pendiente, un compromiso familiar, una presentación impor-
tante, necesito pasar algún tiempo personal con alguien que me importa, una junta de comité
que requiere preparación”).

4. ¿Qué acciones podrían afectar cualquiera de estos componentes? (Por ejemplo, “Puedo involu-
crar a la persona que me importa en que me ayude a preparar la presentación. Puedo escribir un
informe más corto de lo que originalmente había planeado. Puedo llevar el material de lectura a
donde quiera que vaya”).

5. ¿Qué acciones he tomado en el pasado que me han ayudado a desenvolverme con éxito en cir-
cunstancias estresantes similares? (Por ejemplo, “Encontré a alguien con quien pude compar-
tir algunas de mis tareas. He avanzado algo en la lectura mientras espero, voy en automóvil y
como. He preparado solo los elementos clave para la junta de comité”).

6. ¿Qué detalle le haría sentir bien mientras piensa cómo ha manejado o cómo manejará este im-
portante factor de estrés? (Por ejemplo, “He logrado mucho cuando he estado presionado en el
pasado. He sido capaz de aprovechar con eficiencia el tiempo para prepararme lo mejor posible”).

Repita este proceso cuando enfrente factores de estrés importantes. Lo esencial de esta meto-
dología es: 1. dividir el problema y luego subdividir esas partes, y 2. identificar acciones que le permi-
tan tener éxito al manejar los componentes del factor de estrés.

Ejercicio
1. En la columna del lado izquierdo, liste las fuentes principales de estrés en su caso particular.
Defina brevemente cada una empleando cualquier término que tenga sentido para usted. Es
posible nombrar a personas específicas, indicar responsabilidades particulares, citar situacio-
nes determinadas, etcétera. En la columna de la derecha, mencione las razones por las que
esas personas, responsabilidades, situaciones, etcétera, le producen estrés. Aplique este ejer-
cicio de sensibilización como medio de ayuda. (Nota: Después de acabar este ejercicio, quizá
desee llevar consigo una libreta durante una semana y apuntar en ella otras fuentes de estrés
en cuanto le vengan a la memoria, pues tal vez no recuerde todas en el momento de hacer su
relación).

Fuente del estrés Razones por las que le produce estrés


Capítulo 26  Manejo del estrés 545

2. El estrés es un padecimiento caracterizado por sentimientos desagradables o molestos. En re-


sumen, experimentamos estrés cuando nos sentimos mal. A continuación se presenta una serie
de sentimientos desagradables o molestos. Al lado de cada uno, anote una o varias situaciones
que despiertan ese sentimiento específico en usted y diga por qué reacciona como lo hace.

Irritación, cólera:

Inquietud, temor:

Culpabilidad, vergüenza, humillación:

Frustración:

Pánico:

Envidia:

Inseguridad:

Desesperanza:

Desamparo:

Preocupación:

Enojo:

Turbación:


546 Parte 4  Habilidades para la integración humana

Ejercicio
Se trata de un ejercicio importante y extremadamente útil que no solo mejora la comprensión de su
propio estrés, sino que le ayuda además a tratarlo adecuadamente.
Siéntese en una silla cómoda. Dedique uno o dos minutos a olvidarse de todos los asuntos y a
relajarse. Usted conoce la disposición en que se encuentra su mente cuando se sienta en su despa-
cho y está a punto de iniciar un trabajo serio, y sabe también cuál es esa misma disposición cuando
se tumba en la playa con la idea de no hacer nada. Simule que se halla pasando un largo periodo de
descanso. Esta disposición mental es importante porque le libera de las tensiones y permite que sus
pensamientos afloren sin que usted haga ningún esfuerzo. Piense que en este ejercicio no se trata
de imaginar que realiza algo, sino que solo va a sentarse recostado en una silla y a dejar que las res-
puestas a sus interrogantes aparezcan por sí mismas en su cabeza. Esta actitud receptiva es esencial.
Cuando se encuentre sentado cómodamente en su silla, cierre los ojos y manténgalos cerrados hasta
terminar el ejercicio. Durante uno o dos minutos, ponga el máximo interés en procurar oír todos los
sonidos que hay a su alrededor. Esfuércese por oír todo lo que está pasando. Aunque esté solo en
un lugar tranquilo, habrá alguna clase de ruidos. Escuche cuidadosamente y preste atención para
asegurarse de que no se pierde de ninguno. Después de mantenerse así durante más o menos un
minuto, cambie su actitud. Deje de preocuparse por oír todos los ruidos que hay a su alrededor y ac-
túe en sentido inverso: oiga únicamente los sonidos que lleguen hasta usted. No se empeñe en estar
atento para oírlos: deje que sean ellos los que vengan hasta usted. Piense: “Si esos sonidos quieren
que los oiga, tendrán que llegar hasta donde estoy yo”. Échese hacia atrás en su asiento y espere a
que vengan. Vuelva luego a la actitud inicial de esforzarse por escuchar los sonidos; después de que
transcurra aproximadamente un minuto, adopte otra vez la actitud de dejar que sean los sonidos los
que lleguen hasta usted. En cuanto haya hecho esto durante un corto tiempo, esforzándose primero
por escuchar los sonidos y relajándose a continuación en espera de que estos lleguen hasta usted, ad-
vertirá la diferencia que existe entre esas dos actitudes. Descubrirá que es más cómodo esperar a que
los sonidos vengan a sus oídos. Cuando sea capaz de notar esa diferencia, pase a la etapa siguiente.
Ocúpese ahora de tomar conciencia de su cuerpo, así como de los sonidos que hay a su alre-
dedor. Deje que las diferentes sensaciones de su cuerpo se hagan notar, usando un procedimiento
idéntico al que le permitió aguardar a que los sonidos de la habitación llegaran a usted. Deje luego
que los pensamientos o sentimientos que tenga en su interior se hagan conscientes. Es decir, usted
no tratará de pensar en ningún asunto, sino que va a relajarse, manteniéndose bien consciente, y a
esperar que los pensamientos, sentimientos y sensaciones vayan llegándole. Denominaremos a esta
experiencia estado de sensibilización.
Después de hacer esto varias veces, descubrirá el sentido que tiene. A partir de ese momento,
podrá usar esta experiencia de dos maneras distintas: 1. En alguna ocasión, cuando se vea afectado
por el estrés y se sienta irritado, incómodo o nervioso, siéntese y sensibilícese. Es decir, realice el
ejercicio del autosensibilización. No se pierda en cavilaciones para averiguar por qué se siente de ese
modo; aguarde únicamente a que sus pensamientos y sentimientos vayan llegando. Pronto apren-
derá más acerca de por qué se encuentra así. 2. Si a usted no le concierne actualmente una situación
dada por la que ya pasó, pero quiere saber más respecto de esta, utilice su imaginación para revivir
la situación. Con los ojos cerrados, recuerde esa situación en la que se vio comprometido y, en vez
de pensar en ella o analizarla, imagínese que está ocurriendo de nuevo. Entonces, después de dejar
que penetre en su imaginación durante un rato, limítese a sensibilizarse. Descubrirá muchas más
cosas por las que se siente como se siente.

Comentarios sobre este ejercicio:


Capítulo 26  Manejo del estrés 547

Ejercicio
Cuestionario de riesgo de estrés en el trabajo

Este cuestionario tiene como objetivo que pueda evaluar su propio nivel de riesgo de estrés en el tra-
bajo. Su puntuación permite obtener una visión general del nivel de estrés y otra más pormenorizada
sobre los principales factores del mismo.
Responda con sinceridad a las siguientes preguntas. No hay respuestas verdaderas ni falsas.
Para que los resultados tengan valor, es necesario que las respuestas tengan correspondencia con
los hechos.
Sí No

1. Mi trabajo exige trabajar muy de prisa.

2. Mi trabajo exige trabajar intensamente.

3. Se me pide que realice una cantidad excesiva de trabajo.

4. Tengo tiempo suficiente para sacar adelante el trabajo.

5. Estoy libre de exigencias externas conflictivas.

6. Mi trabajo exige periodos largos de intensa concentración.

7. Mis tareas son interrumpidas con frecuencia antes de poder terminarlas,


por lo que tengo que reanudarlas continuamente.

8. Mi trabajo es muy frenético.

9. Mi trabajo se retrasa con frecuencia porque debo esperar el de otras per-


sonas o departamentos.

10. Mi trabajo permite tomar numerosas decisiones por mi cuenta.

11. En el puesto que ocupo tengo muy poca libertad para decidir el modo de
realizar mi trabajo.

12. Tengo mucha influencia sobre lo que ocurre en mi trabajo.

13. Puedo decidir el orden en el que realizo mi trabajo.

14. Puedo decidir cuándo se va hacer una tarea.

15. Puedo abandonar con facilidad el lugar de trabajo por un breve lapso.

16. Puedo interrumpir el trabajo si es necesario.

17. Puedo decidir mi propio ritmo de trabajo.

18. Mi trabajo exige que aprenda cosas nuevas.

19. Mi trabajo implica muchas tareas repetitivas.


548 Parte 4  Habilidades para la integración humana

Sí No

20. Mi trabajo exige que sea creativo.

21. Mi trabajo me exige un cierto nivel de capacitación.

22. En mi trabajo tengo que hacer varias cosas diferentes.

23. Tengo la oportunidad de desarrollar mis propias capacidades personales.

24. Puedo decidir en qué momento comenzar y terminar el trabajo.

25. Puedo decidir cuándo tomar un descanso.

26. Conozco mi horario de trabajo con más de un mes de anticipación.

27. Puedo decidir cuándo tomar unos días libres.

28. Mi seguridad en el empleo es buena.

29. Mis perspectivas de desarrollo profesional son buenas.

30. Dentro de cinco años mis competencias profesionales todavía serán válidas.

31. Las relaciones en el lugar de trabajo son buenas.

32. La gente del trabajo me irrita con frecuencia.

33. Si lo necesito, puedo obtener la ayuda de uno o más compañeros.

34. La gestión diaria del trabajo es buena.

35. Mi opinión se toma en cuenta de manera suficiente en la administración


diaria del trabajo.

36. Los jefes saben cómo trabajo.

37. Cada día se brinda suficiente apoyo a mi trabajo.

38. Estoy suficientemente informado de los cambios que se producen en la


empresa.

Después de haber respondido el cuestionario, haga el conteo de puntos de acuerdo con la siguiente
interpretación.

a) Exigencias del trabajo: preguntas 1 a 9.

Preguntas 1, 2, 3, 6, 7 y 9. Sí 5 1; No 5 0.

Preguntas 4 y 5, Sí = 0; No = 1.
Capítulo 26  Manejo del estrés 549

b) Capacidad de decisión: preguntas 10 a 17.

Preguntas 10, 12, 13, 14, 16 y 17: Sí = 0; No = 1.

Pregunta 11: Sí = 1; No = 0.

c) Aprovechamiento de capacidades: preguntas 18 a 23.


Preguntas 18, 20, 21, 22 y 23: Sí = 0; No = 1.

Pregunta 19: Sí = 1; No = 0.

d) Condiciones de empleo: preguntas 24 a 30.


Preguntas 24 a 30: Sí = 0; No = 1.

e) Apoyo social: preguntas 31 a 38.

Preguntas 31, 33, 34, 35, 36, 37 y 38: Sí = 0; No = 1.

Pregunta 32: Sí = 1; No = 0.

Puntuación total:

Cuanto más alta sea la puntuación total, mayor es el riesgo de estrés.

A continuación se presenta una interpretación de la puntuación.

— Nivel bajo de riesgo de estrés: de 1 a 12.

— Nivel medio de riesgo de estrés: de 13 a 26.

— Nivel alto de riesgo de estrés: de 27 a 38.

Bibliografía
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Rodríguez Martín, C. (2007). Inteligencia emocional en situaciones de estrés laboral. España, Amares.
550 Parte 4  Habilidades para la integración humana

Sitios web de referencia


http://www.degerencia.com/tema/manejo_del_estres

http://www.studygs.net/espanol/stress.htm

http://www.terapiamexico.com/terapia_para_manejo_de_estres.php

http://www.monografias.com/trabajos14/estres/estres.shtml

http://www.ugr.es/~ve/pdf/estres.pdf

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