54 CORPORATIVO

CONTROL
INTERNO
EN EL SECTOR
PÚBLICO

C.P. Lucelia Cuevas Rasgado

Integrante de la Comisión de Contabilidad y Auditoría Gubernamental
del Colegio de Contadores Públicos de México

Es importante comprender que en el sector público, el control interno es un

mecanismo que enlaza sus componentes, cuyo objetivo es salvaguardar los recursos
públicos, asegurar la veracidad de la información financiera y presupuestal a través
de la rendición de cuentas, así como fomentar la eficiencia de las operaciones en el
marco de las normas aplicables en un contexto de seguridad razonable que aporte
confianza de la ciudadanía de que sus impuestos se aplican con transparencia y en
beneficio de la sociedad.

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CORPORATIVO 55

Introducción

El presente tiene el propósito de presentar

los argumentos orientados a sustentar que el
control interno es un mecanismo cuya función
radica en enlazar los componentes del propio
control interno, no sólo para lograr los objetivos,
sino para medir y comprobar la eficiencia de la
gestión en un contexto de seguridad razonable
en el marco de la rendición de cuentas y la
transparencia. Para ello es importante definir el
Control Interno y los elementos que lo integran.

Las autoridades de los entes públicos pueden

emitir una serie de políticas, medidas, procesos,
procedimientos, etc. orientados al logro de sus
objetivos institucionales pero, ¿qué sucede si
no se instruye su cumplimiento; si no se evalúa
que se lleven a cabo las acciones adoptadas, o
si tales acciones no se encuentran alineadas a
las leyes o normas que regulan la actuación de
los organismos, o si no se vigila que se cumplan?

Los controles que operan en una organización

coadyuvan al cumplimiento de los objetivos
no sólo de los organismos, sino los propios
del control interno. Para ello, es importante
tener presente qué es el control interno y los
elementos que la integran, por lo que resulta
necesario plantear una serie de interrogantes:

¿Es posible contar con una administración sana,

libre de errores, fraudes y corrupción si alguno
de los elementos del control interno no se
cumple o no se cumple de manera adecuada?

¿En el país, y en especial, la Ciudad de México

cuenta con las herramientas administrativas
y legales adecuadas para prevenir actos de
corrupción, fraudes y errores a través del control
interno?

COFI
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México se ha hecho un habitual personaje en la alfombra
roja de los rankings que miden la corrupción en los países.
Esta vez toca turno a Transparencia Internacional, que en
su informe “Las personas y la corrupción: América Latina
y el Caribe” otorga la primera posición a México, lugar
con el mayor porcentaje donde la población ha tenido
que pagar un soborno para acceder a un servicio público.
En los 12 meses previos a la consulta, que se realizó a
22,000 ciudadanos de 20 países de la región, sobre el
índice de pago de sobornos, en Trinidad y Tobago sólo 6
% de los consultados declararon haber hecho el pago de
una dádiva ilegal a un funcionario. México ocupa el primer
lugar con el 51 % de los encuestados que afirmaron el
pago de soborno a un funcionario público. (El Economista.
Publicación del 14 de octubre de 2017).
Ante tal situación, podríamos plantear que ¿el control
interno abona a que el índice de corrupción disminuya
y seamos un país con cultura de control, transparencia y
rendición de cuentas?
¿Cómo podemos comprender esa maquinaria compleja
que es el control interno en las organizaciones y cómo
funciona, para comprender si estamos ante organizaciones
con sana administración y transparentes?
Una vez expuesto lo anterior, analicemos algunas
definiciones sobre el Control Interno, emanadas de
organizaciones nacionales e internacionales que se
presentan en el siguiente apartado.
Marco Teórico
El Instituto Americano de Contadores Públicos Certificados
define que el Control Interno “comprende el plan de
organización y todos los métodos y medidas adoptadas
en un negocio: para salvaguardar sus bienes; verificar la
exactitud y seguridad de los datos de la contabilidad;
desarrollar la eficiencia de las operaciones y fomentar la
adhesión a la política administrativa”.
COFI
La Asociación Internacional de Contadores
Públicos y Auditores señala que el control
interno “comprende el plan de organización
y todos los métodos coordinados que
se adoptan en el seno de un negocio
para salvaguardar los activos, comprobar
la exactitud y fiabilidad de los asientos
contables, procurar la eficiencia operativa
y alentar la observancia de las políticas
ejecutivas prescritas”.
El Instituto Mexicano de Contadores Públicos,
a través de la actualmente Comisión de
Normas de Auditoría y Aseguramiento, en
la publicación del texto “Control Interno
por Objetivos y Ciclo de Transacciones
y el Muestreo Estadístico en Auditoría”
definió el Control Interno como “el plan
de la organización y todos los métodos y
procedimientos que en forma coordinada
se adoptan en un negocio para salvaguardar
sus activos, verificar la razonabilidad y
confiabilidad de su información financiera,
promover la eficiencia operacional y provocar
la adherencia a las políticas prescritas por la
administración”.
En tanto que el Committe of Sponsoring
Organizations of the Treadway Commission,
conocido ampliamente como COSO, publicó
en 1992 y su adéndum en 1994, información
relevante en la materia.1 Su reporte generó un
cambio radical en el control interno, que aún
en nuestros días continúa asimilándose pues
definió el control interno como “un proceso,
efectuado por la junta, la administración
y otro personal, diseñado para proveer
seguridad razonable en relación con el logro
de los objetivos de la organización”. Esta
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 AUDITORÍA-FINANCIERA
definición perduró hasta los años 90´s, tuvo
amplia aceptación y difusión. Sin embargo,
la definición sólo se concentró a nivel de
operaciones y por ende a la función contable,
lo que se consideró como una limitación.
El modelo COSO señaló que los objetivos
del negocio son: efectividad y eficiencia de las
operaciones, confiabilidad del proceso de reportes
financieros, cumplimiento con leyes
regulaciones aplicables y salvaguarda de
activos. Asimismo, suprimió los componentes
del control interno: ambiente de control,
valoración de riesgos, actividades de control,
información y comunicación y monitoreo,
pero contiene elementos interrelacionados:
supervisión por parte de la administración
y cultura de control, reconocimiento
valoración de riesgos, actividades de control
y segregación de obligaciones, información y
comunicación, y actividades de monitoreo y
corrección de deficiencias.
Recientemente, la Secretaría de la Función
Pública y la Auditoría Superior de la Federación
así como rectores del Sistema Nacional de
Fiscalización en su carácter de organismos
de control interno y externo del Gobierno
Federal, presentaron en 2014 el  modelo
general desarrollado por su Grupo de Trabajo
de Control Interno.
Dicho modelo general se derivó de haber
identificado y analizado:
• La actualización en 2013, del Marco Integrado
de Control Interno conocido como Modelo
COSO.
• Un estudio sobre el Sistema de Control
Interno Institucional en el Sector  Público
Federal, que en 2013 llevó a cabo la Auditoría
Superior de la Federación.
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• La actualización en 2014, de las Normas de Control
Interno para el Gobierno  Federal de la Oficina de
Rendición de Cuentas Gubernamental de Estados Unidos
(GAO, por sus siglas en inglés).
• La actualización del Manual Administrativo de Aplicación
General en Materia de Control Interno, expedido desde
2010 por la Secretaría de la Función Pública.
Producto de lo anterior, publicaron en junio de 2016 el
y documento denominado “Marco Integrado del Control
Interno” (MICI). Aplicación práctica en el Sector Público
que señala que el modelo de control interno puede ser
visto como un mal necesario al que se destinan tiempo
y recursos por ser obligatorio; sin embargo, es un instru-
mento idóneo para anticipar riesgos, modificar la gestión
institucional y prevenir la corrupción.
Como podemos observar, todos los planteamientos de
y
los organismos nacionales e internacionales, consideran
al control interno como un plan de organización, como un
proceso o como un instrumento; pero entonces, ¿es el
control interno un elemento aislado de la ejecución de la
organización, un plan, un proceso simple o un instrumento
que solamente coadyuva a la operación? ¿Si se presenta
un evento fuera del programa de organización o
fuera del plan operativo, entonces ya no es sujeto a
control interno? A consideración de quien esto escribe
no es así, el control interno es más complejo que eso y su
importancia para la ejecución de las operaciones de las
organizaciones redundan en un mayor impacto que el que
puede apreciarse a simple vista.
Desarrollo del tema
El MICI provee un modelo general  único aplicable a los
tres órdenes de  gobierno (Federal, Estatal y Municipal)
basado en los componentes, principios y puntos de interés
de las  mejores prácticas  internacionales. En la referida
publicación se define al control interno como un “proceso
integral cuyo objetivo es dar una seguridad razonable
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 58 AUDITORÍA-FINANCIERA
sobre la consecución de los objetivos institucionales y la
salvaguarda de los recursos públicos, así como prevenir la
corrupción”. Los objetivos institucionales que se aprecian
en la definición corresponden a tres categorías:
• De operación
• De información
• De cumplimiento
Se aprecia entonces que la seguridad sobre el
cumplimiento de los objetivos institucionales
razonable, no absoluta. La  eficacia operativa del control
interno es una responsabilidad compartida por todo el
personal de una institución en sus distintos niveles
jerárquicos, a pesar de que la responsabilidad principal
de su diseño,  establecimiento, mantenimiento
actualización corresponde al propio titular.
Bajo tal contexto se aprecia que el control interno es
responsabilidad de todos los miembros de la organización,
de todos los niveles jerárquicos. Cada elemento humano
es necesario para que la maquinaria llamada Control
Interno funcione y a su vez, funcione la organización como
tal, creada bajo la concepción de su misión y su visión.
Así, es posible comprender cuán importante es el control
interno en las organizaciones y organismos públicos en
nuestro país, pues el control interno no es un elemento
aislado de la ejecución de la organización, ni un proceso
simple y mucho menos un instrumento que solamente
coadyuva a la operación, pues se trata de un mecanismo
complejo e integral de una maquinaria que provoca que
ésta opere de manera adecuada y eficaz.
El Control Interno como un Mecanismo
Ahora bien, analicemos el concepto de mecanismo. El
Diccionario de la Real Academia Española señala que el
término mecanismo tiene su origen en el término latino
mechanisma y se refiere a la totalidad que forman los
diversos componentes de una maquinaria y que se hallan
COFI
en la disposición propicia para su adecuado
funcionamiento. En las máquinas, se llama
mecanismo a la agrupación de sus componentes
que son móviles y se encuentran vinculados
entre sí a través de diversas clases de uniones,
esto hace que dicha estructura pueda transmitir
fuerzas y movimientos. El mecanismo es el
encargado de permitir dicha transmisión.
Para que un mecanismo sea considerado
como tal es necesario que se encuentre
es formado por una serie de componentes,
los cuales son: eslabón (elemento rígido
que transmite el movimiento de un lugar a
otro fundamental para que el mecanismo se
active), nodo (unifica dos eslabones entre
y sí para que a través de él se comunique el
movimiento) y junta, también conocida como
par cinemático (permite que eslabón y nodo
funcionen correctamente, indicando la unión
entre los diferentes eslabones como partes de
un todo).
De esa misma manera, el Control Interno
en el Sector Público debe ser considerado
como un “mecanismo”, donde cada
componente, cada elemento, cada principio
y cada objetivo se requiere que funcione de
manera alineada e interrelacionada en esa
maquinaria, donde cada elemento requiere
del otro para funcionar avanzando hacia una
adecuada administración y políticas sanas en
un marco de ética e integridad de operaciones
que emanan del cumplimiento de las leyes y
normas que regulan los servicios del buen
gobierno que se refleje en servicios públicos
de calidad donde el beneficiario debe ser el
Ciudadano.
¿Acaso es posible operar con resultados
que reflejan el cumplimiento de objetivos y
 AUDITORÍA-FINANCIERA
metas si algún componente no funciona? Por
ejemplo, si existe un Ambiente de Control sin
un compromiso de integridad en el actuar de
cada persona que integra la organización.
¿O acaso nos podemos imaginar una
organización sin objetivos marcados ni una
misión ni visión?
¿O que realice sus operaciones sin considerar
el proceso administrativo en la definición de
sus funciones, atribuciones y actividades?
Imaginemos una organización que no genere
información confiable, correcta ni oportuna
y que dicha información no emane de sus
registros financieros y presupuestales; o una
organización que actúe fuera del marco de la
ley y que no sea detectado por las autoridades
correspondientes, y en el mejor de los casos,
que en la organización no existan niveles de
supervisión.
Cada componente y elemento del control
interno es sumamente indispensable para que
un organismo opere dentro del marco de la
ley y refleje una sana administración; es tan
indispensable como lo son el eslabón, el nodo
y la junta para el mecanismo de una máquina.
Cada elemento y sus principios
correspondientes del control interno son
indispensables para cumplir con el objetivo
del control interno por lo que se requiere
que funcionen en un perfecto engranaje
como verdadero mecanismo, cual maquinaria
perfecta, en donde sus piezas y elementos
coadyuven para que como país dejemos de
estar “compitiendo” por el primer lugar en
corrupción y se fortalezcan las instituciones
en la transparencia, la legalidad y la rendición
de cuentas.
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El Mecanismo Control Interno se integra, entonces, a
partir de una serie de componentes, elementos, principios
y objetivos, cuyo destino final es el logro de los objetivos
institucionales en un marco de operaciones eficientes y
eficaces bajo al amparo del cumplimiento de las normas
que rigen a los organismos públicos en un ambiente de
aportar seguridad razonable en la salvaguarda de sus bienes
y, finalmente, la generación de información financiera y
presupuestal confiable que aporte cifras que reflejen el
bienestar de la ciudadanía, dando como resultado que los
ciudadanos puedan tener la certeza de que sus impuestos y
contribuciones han cumplido con su fin.
Panorama en la Actualidad respecto al Control
Interno
A nivel local, la normatividad con que se cuenta sobre el
establecimiento de controles internos en los organismos
públicos de la Ciudad de México es muy reciente. Al
respecto, tanto en la Ley de Auditoría y Control Interno
de la Administración Pública de la Ciudad de México,
publicada en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México el
1 de septiembre de 2017, como en los Lineamientos de
Control Interno de la Administración Pública de la Ciudad
de México, publicados el 8 de enero de 2018, ambos
insisten en definir que el Control Interno es “un conjunto
de planes, métodos, principios, normas, procedimientos
y mecanismos de verificación y evaluación adoptada por los
entes públicos de la Administración Pública Centralizada,
Paraestatal, y de las Delegaciones o Alcaldías con el fin de
que las actividades, operaciones y actuaciones, así como la
administración de la información y empleo de los recursos
se realicen con un enfoque preventivo”.
Sin embargo, tanto en la Administración Pública Federal,
como en la local, la cultura que impera no permite considerar
el control interno como el medio idóneo para lograr una
gestión institucional de excelencia en la que el beneficiario
sean los ciudadanos, pues aún se encuentra en proceso
la sensibilidad de las personas servidoras públicas de los
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 60 AUDITORÍA-FINANCIERA

organismos para comprender que el control interno coadyuva con el cumplimiento de sus obligaciones, y que
si lo siguen puntualmente ante un buen diseño y funcionamiento, los resultados serán óptimos.

Conclusión
El control interno no es un evento único y aislado, sino una serie
de acciones, procedimientos, elementos y objetivos desarrollados
e interrelacionados, esto es, un mecanismo que se ejecuta durante
el desempeño de las operaciones de una institución. Tiene que ser
reconocido como una parte intrínseca de la gestión de procesos
operativos para guiar las actividades de la institución y no como
un sistema separado dentro de ésta. En este sentido, el control
interno se establece al interior de la institución como una parte
de la maquinaria institucional para coadyuvar con el Titular, a la
administración y al resto de los servidores públicos a alcanzar los
objetivos institucionales de manera permanente.

Las personas servidoras públicas son las que propician que el

control interno funcione. Es decir, son las que hacen funcionar
el mecanismo llamado control interno, por lo que resulta de
vital importancia su sensibilización, en tanto que el Titular de cada
organismo es responsable de asegurar que la institución cuente
con un control interno apropiado, esto es:

• Acorde con el tamaño, estructura, circunstancias específicas y mandato legal de la institución.

• Contribuya de manera eficaz, eficiente y económica a alcanzar las tres categorías de objetivos
institucionales (operaciones, información y cumplimiento).

• Asegura, de manera razonable, la salvaguarda de los recursos públicos, la actuación honesta de todo
el personal y la prevención de actos de corrupción.

El Control Interno finalmente como mecanismo que hace funcionar a la maquinaria del Estado (instituciones
públicas) debe ser un traje a la medida en el que cada componente, cada elemento, cada principio y cada
objetivo permitan a las instituciones avanzar hacia una adecuada administración y políticas sanas en un
marco de ética e integridad de operaciones que emanen del cumplimiento de las leyes y normas que
regulan el buen gobierno, que se refleje en servicios públicos de calidad, alineadas en los principios de
transparencia y rendición de cuentas, donde el beneficiario es y será siempre el Ciudadano, con la certeza
de que sus impuestos tienen un destino final.

COFI
 AUDITORÍA-FINANCIERA 61

Referencias Bibliográficas

El Economista. Publicación del 14 de octubre de 2017.

Instituto Americano de Contadores Públicos Certificados

Asociación Internacional de Contadores Públicos y Auditores

Instituto Mexicano de Contadores Públicos, a través de la actualmente Comisión de

Normas de Auditoría y Aseguramiento, en la publicación del texto “Control Interno
por Objetivos y Ciclo de Transacciones y el Muestreo Estadístico en Auditoría”.

Committee of Sponsoring Organizations of the Treadway Commission, conocido

ampliamente como COSO, publicó en 1992 y su adéndum en 1994 (https://www.
gestiopolis.com/teoria-y-apuntes-de-auditoria/ y www.coso.org, http://veritasonline.
com.mx/wp-content/uploads/2016/06/1.png).

Marco Integrado del Control Interno: Aplicación práctica en el Sector Público,

publicación junio de 2016.

Lineamientos de Control Interno de la Administración Pública de la Ciudad de

México, publicado el 8 de enero de 2018.

Ley de Auditoría y Control Interno de la Administración Pública de la Ciudad de

México, publicada en la Gaceta Oficial de la Ciudad de México el 1 de septiembre
de 2017,

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COMPONENTE
AMBIENTE DE CONTROL
Es la base del control interno. Proporciona
disciplina y estructura para apoyar al
personal en la consecución de los objetivos
institucionales.
ADMINISTRACIÓN DE RIESGOS
Es el proceso que evalúa los riesgos en el
cumplimiento de los objetivos. Provee las
bases para identificarlos, analizarlos,
catalogarlos, priorizarlos y desarrollar
respuestas que mitiguen su impacto en
caso de materialización,
incluyendo riesgos de corrupción.
ACTIVIDADES DE CONTROL
Son acciones establecidas, a través de
políticas y procedimientos, para alcanzar los
objetivos institucionales y responder a sus
riesgos asociados, incluidos los de corrup-
ción y los de sistemas de información.
INFORMACIÓN Y COMUNICACIÓN
Es la información de calidad que la
Administración y los demás servidores
públicos generan, obtienen, utilizan y
comunican para respaldar el sistema de
control interno y dar cumplimiento a su
mandato legal.
SUPERVISIÓN
Son actividades establecidas y operadas
por las unidades específicas que el Titular
ha designado con la finalidad de mejorar de
manera continua al control interno median-
te una vigilancia y evaluación periódicas a
su eficacia, eficiencia y economía.
La supervisión contribuye a la optimización
permanente del control interno.
AUDITORÍA-FINANCIERA
PRINCIPIO OBJETIVOS
1. Mostrar actitud de respaldo y compromiso con
la integridad.
2. Ejercer la responsabilidad de vigilancia.
3. Establecer la estructura, responsabilidad y
autoridad.
4. Demostrar compromiso con la competencia
profesional.
5. Establecer la estructura para la rendición de
cuentas.
6. Definir objetivos y tolerancias al riesgo.
7. Identificar, analizar y responder a los
riesgos.
8. Considerar el riesgo de corrupción.
9. Identificar, analizar y responder al cambio.
• Eficacia y eficiencia de las operaciones;
(derivan de transacciones válidas y reales).
• Confiabilidad de la información financiera y
presupuestal; (todas las operaciones deben
registrarse en el marco de la Ley General de
Contabilidad Gubernamental).
10. Diseñar actividades de control. • Cumplimiento de normas y obligaciones;
11. Diseñar actividades para los sistemas de
información. (las operaciones deben realizarse según
12. Implementar actividades de control. autorizaciones generales y específicas de la
administración emanadas de la normatividad
aplicable).
• Salvaguarda de activos
(el acceso a los activos será de acuerdo con
13. Usar información de calidad. AUTORIZACIONES que emita el titular. Alineados
14. Comunicar internamente. con las normas aplicables, conciliación periódica
15. Comunicar externamente. entre registros y existencia física).
16. Realizar actividades de supervisión.
17. Evaluar los problemas y corregir deficiencias.
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