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distancia. Cada vez se vuelve más habitual tener internet en casa y navegar con
la computadora para consultar cualquier tipo de información, además poco a poco
también disponemos de esos servicios en cualquier sitio gracias a los teléfonos
celulares avanzados.
No todo es maravilloso, debemos recordar que los coches no sólo son manejados
por personas jóvenes que nacieron con una laptop bajo el brazo y hablan lenguaje
digital. Es cierto que los diferentes sistemas pueden manejarse de diversas
maneras, a través del volante, de una pantalla táctil a color o a través de la voz,
pero aún así, algunas personas podrían llegar a sentir que manejar el coche
nuevo es muy difícil porque hay más botones y más cosas que aprender. Lo que
es innegable es que tanto jóvenes como mayores nos hemos adaptado a
las nuevas tecnologías y a la digitalización, para muestra un botón: casi todos
tenemos un teléfono celular que hace varias funciones, por lo tanto no hay que
asustarse de que la informática aborde nuestro auto, lo mejor que podemos hacer
es ir con la corriente, porque esto es la tendencia hacia el futuro. En Xataka
| Sistemas telemáticos en los coches
Todo esto nos hace preguntarnos, al igual que ha hecho la empresa Harman, por
cómo proteger esta otra seguridad en nuestros coches. Como hemos podido
comprobar en numerosas ocasiones, cualquier sistema informático es susceptible
de ser hackeado. Así que si estamos hablando de vehículos con sistemas
informáticos cada vez más complejos, las probabilidades de que alguien con fines
malintencionados pueda acceder a ellos serán cada vez mayores. No hace falta
mucha imaginación para darse cuenta de las terribles consecuencias que tendría
el hackeo de todo el sistema informático de un coche de conducción autónoma.
Ya se han dado casos de expertos en seguridad informática que han logrado
romper la seguridad que llevan los vehículos, tanto conectados físicamente a los
puertos de entrada del mismo o por medio del sistema de
comunicación bluetoothque enlaza con el teléfono móvil. Sin embargo hay que
romper una lanza a favor de los fabricantes de automóviles, ya que aunque
existen estos casos aislados de hacking en sus vehículos, los sistemas
informáticos implantados son prácticamente inquebrantables.
Para ayudar a blindar un poco más la seguridad de los vehículos, lo que plantea
Harman es un sistema en el que el caso de que se hackee el sistema
informático no se pueda acceder a los ECUs más vitales. Por ejemplo, los
hackers podrían acceder al sistema de navegación o audio, pero no podrían
comprometer los sistemas de seguridad del vehículo, frenado o dirección.
Sin duda, a medida que se vayan introduciendo en el mercado los últimos avances
de los fabricantes de coches, se tendrá que tener más en cuenta la seguridad
informática para evitar posibles problemas de hacking. El coche se está
convirtiendo en otra plataforma móvil en la vida de las personas. Fabricantes
estiman que en 2025 se verán vehículos totalmente automatizados y con
auto conducción. La "cloud computing" permite la conexión a una amplia
gama de nuevos servicios
Entre las funciones del vehículo conectados, Continental está trabajando en lo que
se conoce como "horizonte electrónico", que permite a a los coches “tener
conciencia” de la carretera.
Así, el conductor podrá realizar otras actividades en eñl vehículo como leer y
responder mensajes de correo electrónico, mientras deja el volante al mando de
la… ¡computadora interna del auto! que interactúa con la nube.
Los componentes de esta empresa abarcan todo el interior del vehículo, por lo que
pueden mirar a todo el sistema y proporcionar la experiencia de integración de
sistemas.
“La nube está abriendo nuevas posibilidades para nosotros", explicó Droessler.
Por ejemplo, con la cloud sus productos y servicios pueden llegar a los vehículos
sin tener que pasar 24 meses y millones de dólares en infraestructura.
Ventajas
En la exposición Pulse que organizó IBM junto a la reunión en el hotel MGM de
Las Vegas, hubo una demostración del auto conectado.
Se trató de un ejemplo tangible de la convergencia de la telefonía móvil, la
nube, las redes sociales y el big data.
El coche, en este caso un Jeep, reúne estas tecnologías para ofrecer una mejor
experiencia al chofer, centrándose en la intersección de la Internet de las cosas y
los conocimientos del usuario.
Diferentes partes de los automóviles actuales, como los frenos, la inyección del
carburante o los airbags, están controlados por dispositivos electrónicos, y se
estima que estos componentes suponen en torno al 20% del coste total de un
automóvil, hasta llegar al 50% en los vehículos híbridos. Se calcula que en los
años ochenta, el número de dispositivos electrónicos instalados en los automóviles
era de unos cinco, mientras que ahora son más de 30 en los coches de gama
media. A medida que se incorporan nuevos componentes en los automóviles, la
complejidad para el control de los mismos crece. En los sistemas electrónicos es
fundamental que estos trabajen en tiempo real de forma rigurosa, ya que de ellos
depende la seguridad de los ocupantes del vehículo.
En los próximos años el volumen de información que van a mover las centralitas
se va a disparar. No es lo mismo mover un puñado de datos sobre inyección y
mezcla (KB/s) que imágenes de alta resolución que se combinan con ondas de
radar para determinar si hay riesgo de colisión (MB/s). Más información
implica más potencia de proceso.
La electrónica simple no sirve para cualquier aplicación de un coche moderno, y
es en este punto cuando podemos empezar a plantearnos el concepto de sistema
operativo. No me refiero a Android, QNX o Microsoft. Me refiero a soluciones
especializadas y de más bajo nivel, como UNIX o derivados.