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El último samurái (The Last Samurai en inglés) es una película dirigida por Edward

Zwick y estrenada en el año 2003. Está protagonizada por Tom Cruise. El filme está
basado ligeramente en los eventos de la Rebelión Satsuma.

Índice
 1 Argumento
 2 Producción
 3 Recepción
 4 Premios
 5 Reparto
 6 Enlaces externos

Argumento
El capitán Nathan Algren (Tom Cruise) es un hombre a la deriva, atormentado moral y
espiritualmente por los remordimientos de las batallas contra los indígenas
norteamericanos. Una vez arriesgó su vida por el honor y por la patria, pero en los años
transcurridos desde la guerra de Secesión estadounidense el mundo ha cambiado. El
pragmatismo ha reemplazado al valor, el interés personal ha ocupado el lugar del
sacrificio y el honor no se encuentra en ninguna parte. Recibe la oferta de marchar a
Japón para entrenar a su inexperto ejército de reclutas y campesinos, aceptando
inmediatamente debido al excelente salario que recibirá. El mediador del pacto es su
antiguo superior en el 7.º Regimiento de Caballería, el coronel Bagley (Tony Goldwyn),
que lo reconoce como un hombre muy capaz a pesar de sus limitaciones como el
alcoholismo; Algren, sin embargo, lo considera un asesino frío y sin escrúpulos.

Al llegar al país, Algren se hace asesorar por Simon Graham (Timothy Spall), un
antiguo diplomático británico que hace las veces de traductor. Algren se sorprende de
ver a un país que está suspendido entre lo medieval y lo moderno. Se trata de un país en
plena restauración Meiji, liderado por el joven emperador Meiji (Shichinosuke
Nakamura), quien desea que su país se modernice, influenciado por algunos de sus
consejeros, más interesados en el enriquecimiento personal que en el nacional, entre
ellos el infame Omura (Masato Harada). Uno de los antiguos maestros del emperador y
consejero, el samurái Katsumoto Moritsugu (Ken Watanabe), ha decidido levantarse en
armas contra esta súbita revolución cultural, a la que considera demasiado radical para
el país.

Los venerados samuráis, que dedicaron sus vidas a servir al emperador, se convierten
así en un grupo de rōnin y en los rebeldes contra los que el ejército adiestrado por
Algren debe enfrentarse. A pesar de ser inferiores en número y de luchar a la manera
tradicional, con espadas, arcos y lanzas, su valentía y los años de entrenamiento para el
combate los convierten en serios oponente frente a las armas de fuego de los inexpertos
soldados. Algren recibe la orden de marchar contra los enemigos, a pesar de la falta de
entrenamiento de las tropas y de su propia oposición a ello. Durante el primer combate
entre ambos bandos, el regimiento comandado por Algren se ve desbordado por una
carga de caballería en la que el general Hasegawa (Togo Igawa), el comandante japonés
que dirigía al Ejército Imperial es capturado y comete seppuku, el suicidio ritual
japonés.

Al final de la escaramuza Algren es rodeado finalmente por un grupo de samuráis, uno


de los cuales, Hirotaro, es asesinado sorprendentemente por Algren cuando el nipón se
disponía a darle el golpe de gracia. Katsumoto, viendo su valentía y recordando un
premonitorio sueño anterior, decide mantenerle con vida y llevarle preso a la aldea en
las montañas donde vive con su gente. Su intención es mantener al occidental allí para
aprender del que es su nuevo enemigo, al menos mientras el invierno y sus nieves le
impidan abandonar el pueblo y al mismo tiempo desentrañar el significado del
visionario sueño antes mencionado. Algren empieza a vivir con la familia del fallecido
Hirotaro, su mujer, Taka (Koyuki), y sus dos hijos pequeños Higen (Sôsuke Ikematsu),
y Magojiro (Aoi Minato), así como a aprender la lengua japonesa. Taka a su vez es
hermana de Katsumoto.

En principio es rechazado por los aldeanos, por Taka y además por los samuráis debido
a que es considerado un teki (enemigo). Algren, mostrando una gran resistencia al dolor
físico y a la humillación, empieza a mantener combates de kendō con Ujio (Hiroyuki
Sanada), un samurái experto, para poder dominar el arte de la katana por medio de
bokkens. Tras varias derrotas aplastantes lo consigue y los samuráis empiezan a
reconocer su destreza. Poco a poco, Algren empieza a comprender a esa gente que él
consideraba salvajes, sus motivaciones y su modo de vida y descubre que ha encontrado
allí la paz interior que le permite olvidar su tormento del pasado.

Además, descubre que Katsumoto es un ser culto, sensible, abierto, permeable y


admirable en principios. Algren empieza a adaptarse a su cultura y su opinión cambia
radicalmente. Las conversaciones con Katsumoto pasan de ser un diálogo entre captor y
prisionero, a otro entre camaradas. Además Taka, quien lo rechazaba y deseaba su
muerte, acepta las disculpas ofrecidas por Algren, entendiendo que tanto su fallecido
marido como él solo cumplían con sus respectivos deberes de militares.

En una breve escena nocturna, en un teatro al aire libre iluminado con antorchas,
mientras Katsumoto actúa en kyōgen (teatro cómico japonés), el momento de
esparcimiento es interrumpido intempestivamente por un ataque de un grupo de ninjas
(asesinos a sueldo). Algren da la alarma y toma una katana para ayudar en la defensa de
la aldea. Los samuráis derrotan a los ninjas, a costa de muchas pérdidas. A pesar de que
Katsumoto no lo confirma, Algren sospecha de que el ataque ha sido ordenado por
Omura.

Con la primavera llega una misiva del emperador instando a Katsumoto a comparecer
ante él en palacio. Aunque él intenta hacer entrar en razón a su antiguo alumno, las
presiones de los demás consejeros evitan un cambio en la política: el emperador sabe
que se expone a un golpe de estado si se opone a los ricos asesores como Omura,
empeorando además sus relaciones con las potencias occidentales. Katsumoto es
retenido, pero la intervención nocturna de Algren y los otros samuráis consigue
liberarle, al precio de la vida de su hijo Nobutada (Shin Koyamada), entre otros. La
batalla se vuelve ineludible ante la falta de diálogo y los samuráis se preparan para
luchar en campo abierto contra un ejército superior y mejor preparado que la vez
anterior, ahora equipado con los modernos cañones howitzer y ametralladoras Gatling.
Algren recibe como un honor la armadura roja de Hirotaro de manos de Taka y una
katana con la inscripción Pertenezco al guerrero en el cual se han unido lo viejo y lo
nuevo. A pesar de que el bando de los samuráis prepara cuidadosamente su estrategia y
consigue acabar con muchos soldados enemigos, la superioridad numérica y el mayor
alcance de las armas occidentales hace gran mella en sus filas. Finalmente, solo un
puñado de ellos quedan en pie y realizan una carga a través de las fuerzas enemigas
contra los cañones y ametralladoras en un último ataque desesperado con el que acabar
gloriosamente sus vidas, y así conservar su honor. Todos son abatidos o gravemente
heridos; Algren y Katsumoto se despiden, acabando el japonés con su vida mediante el
seppuku, con que puede tener una muerte honrosa al haber perdido la batalla. En señal
de respeto y admiración, todo el Ejército Imperial se inclina ante el cadáver de
Katsumoto, el último samurái.

Tras recuperarse de sus heridas, Algren, vestido con su uniforme de gala militar, se
presenta ante el emperador en el momento en que se iba a firmar el tratado de venta de
armas de Estados Unidos a Japón con el embajador Swanbeck (Scott Wilson). Hace
entrega de la katana de Katsumoto al joven gobernante y le habla de la muerte de su
maestro y de los motivos que le llevaron a luchar hasta el final. Comprendiendo las
intenciones del veterano samurái, el emperador decide no firmar el tratado, y se enfrenta
a Omura repartiendo sus riquezas entre el pueblo. Comprende que aunque no puede
cerrarse al progreso, tampoco puede renegar del pasado de su país. Por su parte, Algren
regresa a la aldea en las montañas donde le espera Taka, quien llega a apreciarle y a
aceptarle incluso en el plano sentimental.

Producción
El rodaje tuvo lugar en Nueva Zelanda, con los miembros del elenco japonés y un
equipo de producción estadounidense. Vistas del monte Fuji visto desde Yokohama,
fueron sobrepuestas con imágenes generadas por computadora o CGI. Varias de las
escenas de la aldea fueron realizadas en los estudios de la Warner Brothers en Burbank,
California.

Recepción
La película tuvo buena recepción mundial, aunque no llegó a ser la más taquillera ni
siquiera el día de su estreno en los Estados Unidos, ni tampoco en Europa, a diferencia
de Japón, donde pese a todo pronóstico, tuvo una recepción extraordinaria y batió el
récord de ser la película estadounidense más taquillera en ese país.

La película recibió críticas positivas por parte de la audiencia y de la crítica, donde se


destacaron las actuaciones de Ken Watanabe y Tom Cruise, la ambientación y la banda
sonora de Hans Zimmer, aunque se criticaron las licencias de guión en cuanto a la
representación de los samuráis y la historia de la Rebelión Satsuma. En el sitio web
FilmAffinity posee un 6.8/10 basado en 74.024 votos1; y en IMDB posee un 7.7/10
basado en 363.805 votos.2

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