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Algunas ideas clave sobre ética aplicada en la Educación Social

Article · January 2015

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Jesús Vilar Martín Gisela Riberas


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IPSE-ds 2015 Vol. 8 ISSN 2013-2352 pág. 11-23

ALGUNAS IDEAS CLAVE SOBRE ÉTICA APLICADA EN LA EDUCACIÓN


SOCIAL

Dr. Jesús Vilar Martín;


Profesor y director de publicaciones de la Facultat d’Educació Social i Treball Social Pere Tarrés. URL.
Barcelona. jvilar@peretarres.org

Dra. Gisela Riberas Bargalló;


Profesora y directora del Grado en Educación Social de la misma facultad. griberas@peretarres.org

Dra. Genoveva Rosa Gregori


Profesora y vicedecana de Grados de la misma facultad. grosa@peretarres.org

Resumen:
En este artículo se plantea la importancia de la reflexión moral en la Educación Social y se hace
un repaso a las cuestiones más relevantes sobre la forma como se está construyendo un discur-
so propio en esta temática.
A partir de una introducción inicial, se presentan algunas ideas clave que ayudan a entender
los aspectos esenciales que desde el punto de vista de los autores conviene tener en cuenta para
que la ética adopte realmente el estatus de aplicada, esto es, esté conectada con el día a día de
la profesión y realmente sea una ayuda para los profesionales en su quehacer cotidiano.

Palabras clave: ética aplicada, sensibilidad moral, deontología, complejidad, gestión de con-
flictos éticos.

Algunas ideas clave sobre ética aplicada PRESENTACIÓN


en la Educación Social
En la educación social es imprescindible
“Reforma ética, reforma de vida, reforma hablar de cuestiones morales porque, ade-
educativa, reforma social son interdepen- más de la evidencia que siempre hay valores
dientes y se alimentan las unas a las otras. en la educación, como mínimo confluyen los
Aún más: la reforma ética está presente, a la aspectos que se indican a continuación (Vilar,
vez implicada e implicadora, en cada una de 2013: 63 y ss.).
las otras tres. (…) La reforma ética sólo pue- En primer lugar, se trata de una actividad
de producirse dentro de una polirreforma de profesional con una alta carga política. Nunca
la humanidad”. hay neutralidad, siempre hay una opción de
(Morin, 2006:196) sociedad detrás de cualquier política socio-
educativa y siempre hay una interpretación
ideológica de los fenómenos que se abordan.
Esto es evidente en el caso de la desadapta-
ción social, donde cada una de las grandes
teorías explicativas que históricamente se

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han ido desarrollando -control, beneficencia, la salud moral (Guisán, 1986: 47), por lo que
mirada terapéutica, biologista, tecnocrática o conviene disponer de sistemas para la iden-
crítica- (Panchón, 1998: 79 y ss.) es claramen- tificación y gestión de estos conflictos si se
te una opción ideológica. quiere minimizar los niveles de estrés en la
En segundo lugar, y de forma comple- profesión.
mentaria con la idea anterior, las distintas
Tomar conciencia sobre los aspectos que
posiciones que adoptan las profesiones so-
acabamos de indicar nos permite afirmar que
cioeducativas ponen de manifiesto el carác-
todo lo que tiene que ver con las cuestiones
ter interpretativo de la realidad. La realidad
éticas y morales de la profesión se ha de con-
no existe de forma objetiva; siempre es una
vertir en un eje central de la acción profe-
construcción a partir de valores y posiciona-
sional porque repercute en todas las esferas
mientos ideológicos que nacen y se desarro-
de la profesionalidad: en la identidad, en la
llan en una cultura. Por esta razón hay que
idea de compromiso social, en la tipología de
hacer explícita la posición desde la que se
estrategias de intervención, en las fases en
hace cada una de las lecturas de la realidad.
los procesos de planificación, en los criterios
Las profesiones lo hacen mediante el código
evaluativos y de toma de decisiones o la ges-
deontológico y los diferentes textos funda-
tión de las situaciones de crisis.
cionales de su actividad. En el caso de la Edu-
cación Social, el texto representativo son los La reflexión de los educadores y educado-
Documentos Profesionalizadores” que inclu- ras sociales sobre los compromisos morales
yen la definición de Educación Social, el códi- que adquieren como profesión frente a la
go deontológico y el catálogo de funciones y sociedad ha sido amplia y profunda en los
competencias (ASEDES, 2007). últimos años. Sin necesidad de remontarnos
a los debates de los años 80 y 90 sobre el sen-
En tercer lugar, se trabaja con personas
tido de la Educación Social, basta recordar la
vulnerables en entornos de injusticia social.
trascendencia que tuvo el III Congreso Estatal
Tomar conciencia de las desigualdades y de
del educador social y XV Congreso Mundial
la falta de oportunidades lleva nuevamente
AIEJI celebrado en junio del 2001 en Barce-
a la necesidad de definir un posicionamiento
lona, con el título Ética y calidad en la inter-
ético e ideológico de referencia desde el que
vención socioeducativa, o la presentación
la profesión se acerca a las personas que se
de los Documentos Profesionalizadores en
atienden en los servicios. Se trata de enten-
el 2007 como muestras recientes de pasos
der que el cuidado del otro debe trasladarse
efectivos en la reflexión sobre la ética en la
al terreno de las responsabilidades públicas,
profesión. Pero se trata de una temática en la
ya sean el de las profesiones, el de los servi-
que una vez se empieza a caminar ya no tiene
cios o a la comunidad en su conjunto y que
fin, por lo que, valorando en su justa medida
ha de superar el espacio privado de las rela-
los avances conseguidos, hay que plantear
ciones interpersonales y familiares (Morales;
nuevos impulsos (Vilar, 2011: 373 y ss; 2013:
2012: 234-5). En definitiva, siempre está la-
77 y ss.). Además, desde nuestro punto de
tente la pregunta sobre a favor de qué y de
vista, esta reflexión se ha desarrollado de
quién se está porque eso es lo que se refleja
forma desigual en el conjunto del colectivo
posteriormente en cada una de las interven-
profesional. Mientras algunos sectores están
ciones.
altamente sensibilizados y están marcando la
Finalmente, todo ello lleva a la aparición pauta de hacia dónde hay que ir avanzando,
de conflictos de valor que se producen en la otros todavía están planteándose aspectos
interacción de las anteriores cuestiones. Si se básicos que los anteriores hace años que tie-
dan con demasiada frecuencia, aumenta el nen resueltos.
riesgo moral (Banks, 1997: 34 o se deteriora

12
A continuación vamos a presentar en moral lo encontramos en la ética profesional,
forma de ideas clave que se complementan que es una forma específica de ética aplica-
entre si los elementos que desde nuestro da y hace la mediación entre unos principios
punto de vista son esenciales para seguir éticos generales y unas realidades concretas
profundizando en las cuestiones éticas en la donde estos se deben utilizar (Hortal, 2002:
educación social. Estas ideas son la síntesis 29).
de los resultados de las investigaciones que
Considerar las cuestiones morales en las
estamos desarrollando desde el año 2012
organizaciones supone claramente una me-
en una línea de trabajo que hemos definido
jora en el ejercicio de las actividades que
con el nombre de “Ética, responsabilidad pro-
estas desarrollan ya que la toma de concien-
fesional, competencias y técnicas en entor-
cia del compromiso ético adquirido y de las
nos complejos”, así como con otros trabajos
consecuencias que esto tiene en el trato con
previos. Pretendemos mostrar los aspectos
las personas aporta rigor a la acción y a la vez
en los que la Educación Social ha avanzado
las hace más creíbles a los ojos de la sociedad
en relación a la ética en todos estos años,
(siempre que no sea una operación de mar-
pero también aquellos en los que conviene
keting dirigida a lavar la imagen corporativa,
seguir trabajando. En cada caso se plantea
que también se da a veces). Por otra parte,
un interrogante o una situación problemá-
lejos de ser un valor añadido de carácter peri-
tica y a continuación se presentan criterios
férico, es una cuestión esencial en el proceso
o argumentaciones para su abordaje. Como
de construcción de la identidad profesional.
puede verse, no se trata de identificar déficits
La identidad es un constructo donde conflu-
y proponer soluciones, sino de sugerir ejes o
yen una cultura profesional (una forma de
propuestas de trabajo para seguir avanzan-
entender el trabajo), una misión (el sentido,
do juntos en las cuestiones éticas de la Edu-
lo que se ofrece) y unos valores desde los que
cación Social con la finalidad de mejorar la
se toma posición ante la sociedad de la que
profesión, asegurar un mayor bienestar emo-
se forma parte. Esos tres elementos consti-
cional a los profesionales y atender de forma
tuyen la estructura profunda de la profesión
más justa a las personas beneficiarias de los
que luego se hace explícita, visible y pública
servicios.
(estructura superficial) cuando hablamos
de las funciones, formas de organización o
ALGUNAS IDEAS CLAVE SOBRE lugares donde se ejerce la actividad (Vilar,
ÉTICA Y EDUCACIÓN SOCIAL. 2011: 370 y ss.; 2013: 99). Si no se explicitan
estos elementos de referencia (que implica
1. ¿Qué sentido tiene hablar de ética tomar conciencia), la profesión está vacía
en el mundo de las profesiones? de contenido referencial y eso puede tener
¿Qué aporta de nuevo la ética consecuencias muy negativas para su conso-
aplicada a la construcción de la lidación y para su desarrollo, en un tiempo de
identidad profesional de los/as cambio, de pluralidad y de incertidumbre. No
abordar de manera rigurosa esta cuestión im-
Educadores/as Sociales?
plica que la identidad es frágil y se convierte
La ética aplicada es el espacio de con- una fuente enorme de tensión para los pro-
fluencia entre el saber de la filosofía moral so- fesionales.
bre la bondad, a menudo desvinculado de la
vida social, y la necesidad de las profesiones La dificultad principal es que la ética, la
de mostrar de forma honesta el compromiso moral, las cuestiones valorativas se perciben
que adquieren ante la sociedad donde ejer- como algo importante pero se les atribuye
cen su actividad. El punto de contacto entre un carácter “etéreo”, inconcreto, muy alejado
el conocimiento profesional y la reflexión de la práctica profesional, que es cambiante,

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acelerada, dinámica. Existe una importante cisamente cuando lo normativo no da una
separación entre el pensamiento y la acción respuesta adecuada a una situación, cuando
moral, entre la reflexión de lo que debería ser la aplicación de lo establecido deja al profe-
y la práctica profesional de lo que finalmente sional la sensación de no estar actuando de
es. Ciertamente, los condicionantes actuales forma correcta, cuando lo racional entra en
son muy elevados y someten los profesiona- crisis y la respuesta de más alta probabilidad
les a unos niveles insoportables de presión. se percibe insuficiente. Lo ético no puede re-
De todas formas, es un aspecto preocupante ducirse a lo jurídico ni a lo imperativo. Siem-
la facilidad con la que se asume esta distancia pre se sitúa un paso más allá y por definición
entre los ideales y las acciones. Los profesio- cuestiona lo establecido para hacerlo progre-
nales valoran como imprescindible todo lo sar.
que tiene que ver con la ética en la profesión,
En este sentido, tampoco es solución a
pero reconocen que a menudo hay una gran
los problemas éticos de la profesión la apli-
distancia entre lo que debería ser o se debe-
cación estricta del código deontológico con-
ría hacer -el sentido moral de la acción basa-
virtiéndolo en norma, precisamente porque
do un planteamiento postconvencional que
éste debe considerarse en clave aspiracional
se centra en valores universales-, lo que toca
y orientativa (lo que guía y marca el horizon-
hacer -lo que normativamente es obligatorio
te de la práctica profesional) y no en clave
hacer desde un punto de vista convencional,
normativa (lo que es obligatorio hacer). Con-
sin cuestionar el sentido moral de esa instruc-
vertir el código deontológico en una norma
ción- y lo que conviene hacer -la acción que
es un reduccionismo que anula la reflexión
en clave preconvencional, de supervivencia,
moral pero que no hace desaparecer los con-
finalmente se llevará a cabo para obtener un
flictos. En palabras de Román (2009: 17), “el
beneficio o evitar un problema-. El problema
código deontológico, como el de valores o
principal es encontrar la forma de conectar
buenas prácticas, al no ser un código jurídico,
los principios (lo que debería ser) con la reali-
sino moral, no puede imponerse por coac-
dad cotidiana (lo que realmente es) e imple-
ción externa, forzando la conciencia de los
mentar acciones inspiradas en un ideal de
individuos que han de asumirlo”.
justicia postconvencional (Kolhberg, 1989).

3. ¿Qué forma ha de adoptar la


2. ¿Es posible eliminar las ética aplicada para responder a
contradicciones éticas mediante las exigencias del mundo actual
sistemas normativos claros que (dinámico, cambiante, incierto,
indiquen cómo actúan en cada diverso, heterogéneo) y que
situación de conflicto de valor? realmente no sea una reflexión de
salón, sino que realmente forme
La dimensión ética se inspira en la justicia
y se sitúa más allá de los criterios normati-
parte del día a día de la actividad
vos, jurídicos y legales, que buscan el orden. profesional?
Ciertamente, toda norma, todo protocolo, se
basa en un ideal inspirado en principios pero Ciertamente, vincular lo ético al día a día
su concreción normativa siempre supone un de las profesiones no es tarea fácil. La filoso-
reduccionismo y una simplificación. Eviden- fía moral aporta diferentes planteamientos
temente, la existencia de referentes claros de teóricos sobre cómo construir sistemas de
carácter técnico y jurídico reducen la incerti- referencia moral que faciliten esta conexión.
dumbre ante la toma de decisiones pero no A continuación repasaremos los más impor-
la erradican. El conflicto ético aparece pre- tantes.

14
El modelo deductivo o deductismo (Ferrer La hermenéutica crítica se presenta como
y Álvarez, 2005: 96) presupone la existencia una alternativa a los modelos anteriores (Cor-
de unos principios universales claros que son tina, 2003: 24 y ss). Por un lado, supera el ideal
válidos en sí mismos (hacen coincidir “lo bue- deductivo, porque en las sociedades plurales
no” con “lo correcto”). En este caso, pueden no hay principios con contenidos comunes
aplicarse en las diferentes situaciones con- únicos que permitan ir de los principios ge-
cretas de conflicto de valor que se encuen- nerales de las teorías a las reglas aplicadas en
tre el profesional. Desde esta perspectiva, situaciones concretas. El punto de partida de
la aplicación de los principios generales en esta alternativa es la necesidad de situarse en
las situaciones o casos específicos consiste el contexto histórico, cultural, social.... huma-
en concretar la norma de manera deductiva no, en definitiva, donde se están dando las
(Maliandi, 2006: 201), de manera indepen- dificultades que son objeto de preocupación.
diente a sus consecuencias (Ferrer y Álvarez, A la vez, esta contextualización (la dimensión
2005: 109-113). La principal limitación de hermenéutica) no quiere renunciar a definir,
este planteamiento reside en el hecho que construir y disponer de principios generales,
la pluralidad, diversidad y complejidad de porque el objetivo de la ética aplicada no es
circunstancias que se dan en las sociedades sólo resolver situaciones sino construir un
actuales supera ampliamente las posibilida- modelo de referencia. Siguiendo a Hortal
des de dar respuesta de estos modelos. (2002: 101), “terminamos de saber qué sig-
nifican los principios éticos cuando sabemos
Por oposición al anterior, el ideal inductivo
cómo se traducen, “aplican” o ponen en prác-
o situacionismo considera que la construc-
tica en determinadas circunstancias. Pero a la
ción ética se hace realizando juicios proba-
vez terminamos de saber y de entender las
bles en situaciones concretas e individuales,
situaciones que vivimos y en las que tene-
teniendo en cuenta todas las circunstancias
mos que actuar cuando sabemos relacionar
del contexto y todos los puntos de vista de
dichas situaciones cono determinados prin-
las personas afectadas. Las decisiones se
cipios y no con otros”.
tienen que tomar en función de las circuns-
tancias concretas de manera independiente En una actividad de las características de
de cuál sea la norma general (Maliandi, 2006: la educación social, directamente vincula-
202). Desde esta perspectiva se niega la po- da a las personas y al territorio, disponer de
sibilidad que haya principios generales apli- principios de referencia es necesario pero no
cables porque su dimensión abstracta no se suficiente. No puede construirse la ética del
adecúa al carácter particular de las situacio- profesional desde un planteamiento deduc-
nes morales (Maliandi, 2002: 123-125; 2006: tivo, porque la complejidad de los escenarios
215-217). Es decir, la bondad de los principios donde se mueve supera ampliamente los
sólo se puede ver en función de su finalidad y supuestos que un hipotético marco de refe-
de las consecuencias de su aplicación (Ferrer rencia cerrado podría imaginar. Por otro lado,
y Álvarez, 2005: 111), También Morin insiste no puede conformarse con el relativismo de
en este punto (2006: 46) cuando constata la cada circunstancia porque eso lo sumiría en
“insuficiencia de una moral que ignora el pro- un mundo sin referencias. Por ello, ha de en-
blema de los efectos y consecuencias de sus contrar la forma de articular sus principios
actos”. de referencia con los contextos donde debe
tenerlos en cuenta, sin perder de vista que
La limitación principal de estos modelos
contextualizar no es aplicar, adaptar o ade-
es la dificultad de poder llegar a construir un
cuar. Es reformular y reconstruir, teniendo en
conjunto de principios de referencia, supe-
consideración el conjunto de circunstancias
rar los condicionamientos contextuales y no
que confluyen en un escenario determinado
caer en el relativismo moral donde todo vale.
y construir una respuesta a medida de aque-
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lla situación concreta y única. Las situaciones cambio y de transformación, pero a menudo
concretas “no son simple particularización de desde la fragilidad técnica en las propuestas
principios universales, sino lugar de descu- de intervención. En este sentido, el proceso
brimiento de los principios, valores morales de tecnificación de estas profesiones ha sido
y virtudes propios del ámbito correspondien- notable y sobre todo necesario para ganar
te” (Cortina, 2003: 26). en niveles de precisión y de rigor mediante
la aplicación objetiva e imparcial de criterios
A su vez, gracias a la experiencia en los
técnicos. Ahora bien, esto no implica una au-
contextos y situaciones concretas, es posi-
sencia de posicionamiento ideológico. Igual-
ble perfeccionar, reformular los principios
mente, insistiremos en el hecho que no hay
de referencia. Es decir, “es posible acceder a
que confundir la tecnificación, que supone el
los principios desde las decisiones concretas
uso de estrategias lo más precisas y fiables
en contextos concretos. Por su parte los con-
posible en miras a conseguir actuaciones
textos y decisiones se iluminan a la luz de los
más justas, eficaces y eficientes, con la tecno-
principios que están en juego en ellas” (Hor-
cratización, que conlleva la mitificación del
tal, 2003:100).
protocolo y del procedimiento con valor en sí
Este es el punto en el que se encuentra ac- mismos, descuidando la finalidad.
tualmente la educación social: dispone de un
Por otra parte, la acción socioeducativa es
marco general de referencia (el código deon-
una actividad profesional que se mueve ha-
tológico) pero debe construir la forma de vin-
bitualmente en terrenos de incertidumbre.
cularlo adecuadamente con los contextos. Se
Aunque haya buenas planificaciones, siem-
trata de no perder de vista su carácter con-
pre queda un espacio de imprevisibilidad
textual y situacional (Sáez, 2011:33), pero a la
como consecuencia de la complejidad de las
vez, de construir el mecanismo para que todo
situaciones y de los escenarios donde se tra-
aquello que aportan los contextos puedan
baja. Nunca habrá control sobre la realidad
ayudar a redefinir los principios.
y por eso Ander-Egg, nos recuerda que “la
planificación reduce el azar, pero no lo elimi-
4. ¿Tecnificar los procesos, na” (1991: 18). El profesional debe asumir la
establecer protocolos exhaustivos distancia que se establece entre la simplifica-
y claros, en definitiva, convertir ción que supone un diseño o un protocolo y
la amplitud y diversidad de la realidad en la
la Educación Social en una
que éste se ubica.
actividad técnica, puede erradicar
la conflictividad moral de la En realidad, los modelos clásicos de ca-
profesión? rácter tecnocrático que pretendían formar
profesionales actuadores y resolutivos a
Durante años se ha pretendido hacer de partir de la fragmentación de la realidad en
la tecnocracia y sus estructuras la posición parcelas cerradas de actuación, presuponien-
desde donde esquivar los conflictos de valor, do que el todo es la suma de las partes y que
confundiendo de forma interesada objeti- todo problema tiene su solución, se han ma-
vidad con neutralidad. Era una forma como nifestado insuficientes en la realidad actual.
otra cualquiera de no abordar la convenien- Esta es una primera evidencia que conviene
cia de construir un sistema ético de referencia no perder de vista: las problemáticas que
en la profesión. Ciertamente, como profundi- se abordan desde las profesiones socioedu-
zaremos más adelante, la Educación Social, cativas no pueden plantearse en términos
juntamente con otras profesiones de carác- de problema-solución. Se trata de situacio-
ter socioeducativo, se han caracterizado por nes complejas que son el resultado de la
una clara militancia basada en la voluntad de interacción sistémica de múltiples variables

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(Bronfenbrenner, 1987), muchas de ellas no que se plantea actualmente es la adecuada
identificables ni controlables, que se pueden articulación entre ética y técnica, responsa-
hacer evolucionar hacia otros estadios de bilidad y rigor, conciencia y eficacia porque
menor conflictividad y formas de vida más en toda acción socioeducativa, los valores
saludables y prosociales, pero no desde una siempre están presentes (Riberas, Vilar, Rosa,
perspectiva de ausencia de problematicidad. 2014: 366). El rigor y la técnica, más allá de
Por esta razón, hoy en día ya no se discute la ser una finalidad en sí, son el medio para
necesidad de plantear la acción socioeduca- cumplir adecuadamente el compromiso de
tiva desde una perspectiva global, transver- la profesión con la sociedad. Por todo ello, es
sal, ecológica y sistémica que realmente res- imprescindible capacitar al futuro profesio-
ponda a la complejidad de los escenarios en nal con criterios claros que le ayuden a actuar
los que se trabaja. En este caso, hay que pasar ante situaciones éticamente complicadas,
a un modelo de profesional crítico, reflexivo sobretodo en una época como la actual de
e investigador, en la línea de las propuestas gran diversidad, heterogeneidad y cambios
de la investigación acción (Schön,1998; Elliot, constantes.
1989; Stenhouse, 1987).
Hay que aceptar que en este tipo de es- 5. ¿Tener desarrollada la sensibilidad
cenarios los éxitos siempre son limitados y moral conlleva implícitamente
a menudo imprecisos, lo que exige al pro- la capacidad de gestionar los
fesional depurar su técnica y aumentar el ri-
conflictos de valor?
gor, aún sabiendo que a menudo su trabajo
obtendrá resultados discretos. La exposición
Las personas que desarrollan su actividad
frecuente a situaciones estresantes donde
en profesiones socioeducativas acostumbran
no hay resultados positivos puede llevar
a tener una importante sensibilidad hacia las
fácilmente al desánimo y la desesperanza.
cuestiones sociales, por lo que se les ha atri-
Cuando el profesional plantea su tarea en
buido de manera explícita un marcado carác-
términos finalistas y resolutivos, el riesgo de
ter vocacional. La vocación nos habla de soli-
fracaso, de frustración y pérdida del sentido
citud, de voluntad de servicio y de atención a
de la tarea es alto porque este enfoque no
los demás, pero esto no elimina la existencia
contempla la incertidumbre y simplifica tan-
de contradicciones ni capacita de manera
to las problemáticas como las estrategias de
automática para la gestión de los conflictos
abordaje de las mismas.
de valor. Al contrario, una gran sensibilidad
Sea como sea, la mejora en los procesos hacia todo lo que gira alrededor de la injusti-
técnicos no soluciona los problemas funda- cia en el mundo social sin capacidad efectiva
mentales de carácter ético y valorativo por- para abordar los conflictos que esto genera
que la elección de la estrategia ya es en sí una puede tener como consecuencia que el nivel
opción ideológica y política que conviene de malestar personal sea notablemente más
tener muy en cuenta, de manera que técni- alto que en otras actividades profesionales
ca, ciencia valores e ideología siempre van menos “vocacionales”. Esto hace imprescin-
de la mano. En este sentido, es ilustrativa la dible que los profesionales deban recibir una
aportación de Morin cuando nos dice que “el formación estructurada sobre las cuestiones
vínculo ciencia/técnica/sociedad/política es éticas en la profesión para asegurar que se
evidente. Es evidente, en estas condiciones, hace un tratamiento adecuado.
que la época en que los juicios de valor no En realidad, más que de vocación, es con-
tenían que interferir con la actividad científi- veniente hablar de profesionalidad, que para
ca está cerrada” (2006. Pág. 77). Por ello, des- nosotros es un concepto que integra técnica
de nuestro punto de vista, el reto principal y actitudes. La profesionalidad es una acción

17
implicada que se define desde la voluntad flicto de valor pero que haya una vivencia
de servicio público comprometido con unos subjetiva no implica que se trate de un pro-
valores, pero que está redefinida desde la re- blema personal que deba resolverse como
flexión y el rigor del conocimiento para que una cuestión privada. La Educación Social
realmente se cumpla el compromiso ético debe construir un sistema de instrumentos
que la profesión ha adquirido con la socie- de soporte que permita a los profesionales
dad (Riberas, Vilar, Rosa, 2014: 368). No pue- hacer el paso de una vivencia subjetiva del
de haber justicia únicamente desde la buena conflicto a un tratamiento lo más objetivo
voluntad, como tampoco puede haberla sólo posible, dentro de las obligaciones colectivas
desde la racionalidad del conocimiento: es que como actividad tiene hacia la sociedad.
imprescindible la integración de la voluntad,
El problema de partida es que se ha su-
las virtudes, las emociones, la reflexión y el
puesto que el sentido moral de cada profe-
estudio.
sional y su opción política e ideológica serán
Por esta razón, más allá de los elementos suficientes para gestionar un conflicto de
vocacionales que en si son positivos y ayu- valor. Es decir: hay una argumentación implí-
dan a tener una posición moral clara, la edu- cita según la cual los conflictos éticos de la
cación social debe hablar explícitamente de profesión se resuelven como si fueran una
ética porque lo ético no remite únicamente a cuestión personal de carácter privado y se
la sensibilidad moral sino que implica racio- olvida que las profesiones son actividades de
nalidad, estrategia de gestión, construcción carácter colectivo y público, por lo que el sis-
de patrones de referencia para la toma de tema de valor personal es necesario pero no
decisiones y técnica en los procesos de deli- suficiente y que es el conjunto de la profesión
beración. Además, como veremos en el pun- que ha de establecer unos mínimos consen-
to siguiente, una profesión es una actividad suados de carácter colectivo que vayan más
colectiva, por lo que debe fijar unos mínimos allá de la suma de sensibilidades particulares.
comunes para todas las personas que forman
El predominio de una cultura profesional
parte de ella, de manera que queden bien
individualista, actuadora y aplicacionista en
articuladas las diferentes sensibilidades (ya
las profesiones socioeducativas ha dificulta-
sean personales como tendencias teóricas)
do comprender el carácter público y colecti-
que confluyen en aquella actividad.
vo de la profesión. En muchos casos se sigue
pensando desde patrones personales, como
6. ¿Es conveniente disponer de si se tratara de cuestiones privadas. Eviden-
algún sistema de referencia temente, deben respetarse los estilos perso-
compartido por las personas que nales pero esto no puede levar a proyectos
se dedican a la Educación Social, particulares.
para abordar los conflictos de Hay que tener presente que la profesión
valor de manera sistemática? se da en cuatro niveles simultáneos (Vilar,
2013: 156): en el más amplio, está el colecti-
A la hora de sistematizar un cierto método vo profesional y en este nivel el objetivo que
o estrategia para gestionar los conflictos de se persigue es tener conciencia de profesión
valor, acostumbra a parecer una clara tensión (saber a qué profesión se pertenece). En el
entre la conciencia personal (sistema de va- segundo nivel, la profesión siempre se ejerce
lores privado) y las consideraciones vincula- en un ámbito específico con unas problemá-
das con otras obligaciones propias del mun- ticas concretas; aquí el objetivo es desarrollar
do profesional que apuntan a su dimensión el sentimiento de especialidad y construir
pública. Como hemos expuesto a menudo, conocimiento para su abordaje. En tercer
siempre hay una vivencia subjetiva del con- lugar, la profesión siempre se ejerce en una
18
institución y en un territorio concreto; aquí ante los conflictos de valor y generar cono-
se persigue como objetivo tener conciencia cimiento que revierta en el conjunto de la
de equipo. Nótese que en estos dos niveles profesión (Vilar 2013: 155). Este dispositivo
ya estamos hablando de interprofesionalidad orientador ha de descansar en dos grandes
porque el abordaje tanto desde el ámbito ejes: por un lado, un método, un sistema y
como desde la institución o servicio implica unos espacios de discusión; por otro, con-
siempre el concurso de otros profesionales. tenidos específicos sobre los conflictos que
En este caso es imprescindible retomar la ayuden a tomar decisiones.
idea de complejidad sistémica y trabajo coo-
perativo: los conflictos de valor son un claro 7. ¿Debería haber una estructura
ejemplo de este tipo de situaciones y requie- formal para el abordaje de los
ren la creación de conocimiento (no sirven conflictos de valor?
las recetas cerradas) que ha de abordarse
desde la interdisciplinariedad y la interprofe- Si aceptamos que la ética profesional es
sionalidad. una cuestión colectiva y pública más allá de
Finalmente, la profesión tiene siempre que siempre haya una vivencia personal y
una vivencia personal e íntima, pero hay que subjetiva, aceptaremos también la conve-
evitar el error de considerar la práctica pro- niencia de que existan mecanismos y estruc-
fesional como una actividad exclusivamente turas que ayuden a objetivar la toma de deci-
privada. siones y así evitar el malestar y el estrés que
provoca la soledad a la que se ve abocado el
Insistiremos que la vivencia de profesión profesional cuando se enfrenta a un conflicto
siempre se da de forma simultánea en estos de valor.
cuatro niveles, por lo que, aunque siempre
haya una vivencia personal (la que se produ- Desde un plano más operativo, hay que
ce en el cuarto nivel), ésta se está dando en construir un dispositivo que reduzca las difi-
el contexto público que representa la activi- cultades en el procedimiento de gestión de
dad profesional. Esto exige no perder de vista los conflictos de valor: identificación, análisis
que han de existir mecanismos de soporte de de los elementos en conflicto, uso de materia-
carácter público y colectivo, que pueden ser les de referencia para su valoración, anticipa-
propios de la profesión o interdisciplinarios, ción de consecuencias, toma de decisiones,
pero siempre públicos y han de darse en los evaluación…. Como puede verse, estamos
cuatro niveles. Evidentemente, el nivel insti- hablando de la dimensión procedimental o
tucional es donde más actividad habrá por- formal de la ética, esto es, la estructuración
que es el espacio de aparición y gestión de de mecanismos y espacios sistematizados de
los conflictos en equipo. Ahora bien, igual- debate. Sin método ni estructura, las discu-
mente ha de haber actividad en el primer ni- siones en los equipos (y ahora todavía más
vel (la profesión que reflexiona y da criterios cuando hablamos de las redes socioeduca-
de actuación a los miembros de su comuni- tivas) pueden llegar a ser inacabables. No
dad), el segundo nivel (los profesionales que perdamos de vista que el objetivo es tomar
agrupados por ámbitos construyen conoci- decisiones lo más justas y efectivas posible
miento técnico para el mejor abordaje de las sin dilatar los procesos de forma innecesaria,
problemáticas propias de cada uno de ellos) sobre todo cuando la decisión afecta la vida
y el cuarto nivel (el profesional que aprende de las personas a quien se atiende, por lo que
de su experiencia personal). las cuestiones formales son tan importantes
como el contenido sobre lo que se discute.
Como puede verse el gran reto que se
plantea es el de disponer de un dispositivo
que permita objetivar la toma de decisiones
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8. ¿Se podrían hacer una cierta rencia que ayuden a la toma de decisiones.
anticipación sobre las principales En síntesis: entre dar una solución, que sería
cuestiones controvertidas o caer en los modelos deductivos de los valo-
fuentes de tensión moral en el res absolutos o no tener referencias, que sería
caer en los planteamientos inductivos y rela-
ejercicio de la educación social?
tivistas, sugerimos la conveniencia de esta-
¿Esto tendría alguna utilidad? blecer criterios y guías concretas que ayuden
Ya hemos indicado en las líneas prece- a tomar decisiones (Vilar, 2013: 161).
dentes el carácter contextual de la Educación
social. Los escenarios donde se desarrolla la 9. ¿Cómo debe ser la formación de
práctica profesional son muy diversos, como los profesionales en relación a las
diversas son las casuísticas ante las que se
cuestiones éticas de su actividad?
encuentran los profesionales, por lo que no
es factible intentar construir un listado de ¿Qué tipo de competencias se
situaciones con sus respectivas respuestas. deben contemplar?
Ahora bien, si que es posible identificar gran- Hay un amplio consenso en la bibliogra-
des familias o agrupaciones de temáticas que fía académica sobre la necesidad de capaci-
generan tensión moral cuando éstas conec- tar éticamente los profesionales que tienen
tan directamente con los principios y normas que desarrollar su tarea en un mundo plural,
del código deontológico y puede ser de uti- incierto y complejo. Si tradicionalmente se
lidad hacerlo porque, aunque no se puedan incidía sobre todo en los aspectos concep-
dar soluciones, si se pueden definir criterios tuales (la capacitación científica y técnica) y
para hacer coherente la posición que se defi- procedimentales (el uso operativo del cono-
ne en el código deontológico y las respuestas cimiento), actualmente se insiste mucho en
contextuales que se han de construir en cada los aspectos valorativos (la conciencia moral
caso. Las investigaciones que hasta ahora he- para dilucidar la bondad de las decisiones
mos desarrollado nos indican que son tres los que se han de tomar) y en la dimensión afec-
grandes grupos de problemáticas morales: tiva y relacional (la inteligencia emocional
en primer lugar, todo aquello que tiene que para gestionar adecuadamente las tensiones
ver con la misión y el encargo profesional; afectivas). Todos estos elementos han de ser
en segundo lugar, todo lo que tiene que ver tenidos en cuenta para llegar a ser compe-
con la relación interpersonal con las personas tente en unos escenarios en los que la toma
atendidas; finalmente, la tercera gran fuente de decisiones está siempre presente y im-
de tensión es todo aquello que tiene que plica poner en juego deforma integrada los
ver con la relación interprofesional. En estas elementos conceptuales, procedimentales,
líneas no podemos extendernos sobre estas éticos y emocionales. El volumen de textos
cuestiones pero podemos avanzar que estos académicos que hacen referencia a estas
tres grandes grupos de conflictos nos han cuestiones es abundante, por lo que a con-
permitido construir un sistema de categorías tinuación únicamente presentamos una pe-
que ahora estamos desarrollando en una in- queña muestra de ellos. Así, por ejemplo, Pe-
vestigación específica. rrenoud (2004: 121 y ss.), en la propuesta de
Si nos remitimos a la multidimensionali- 10 competencias básicas para los profesiona-
dad de la identidad profesional que venimos les de la educación, insiste en la necesidad de
comentando (la profesión, el ámbito, el ser- capacitar para afrontar los deberes y dilemas
vicio en el territorio y la vivencia personal), éticos de la profesión. Gardner (2008: 16) en
la idea que sugerimos es que en cada uno la teoría de las cinco mentes pone el énfasis
de estos niveles han de generarse criterios en el desarrollo de la mente ética, que hace
orientativos en forma de materiales de refe- referencia a la reflexión sobre las actitudes
a partir de la cuales una persona desarrolla • Autoconocimiento de las capacidades y
los diferentes roles que le toca ejercer en su limitaciones personales para gestionar
vida cotidiana, de manera que trasciende los adecuadamente las posibles vivencias ex-
intereses personales ya que se preocupa por tremas del ejercicio profesional.
contribuir a la creación de un buen entorno. • Madurez, atoregulación y animosidad
Morin (2003: 36) nos habla de potenciar la éti- para sobreponerse a las adversidades de
ca de la comprensión y, más adelante (2003: la práctica profesional sin renunciar al de-
38), de la ética del género humano. Hansen ber ni al sentido moral.
(2002: 50-52) insiste en la idea de sensibilidad
moral como un constructo integrado por la
reflexión moral, la predisposición, la presen- 10. ¿Únicamente es responsabilidad
cia y la coherencia. En otro orden de cosas, de los profesionales el desarrollo
Van Manen (1998; 2003) pone el énfasis en de la ética de la profesión, o debe
el tono y el tacto pedagógico o Bisquerra y implicar a otros agentes?
Pérez (2007) insisten en cinco bloques que
organizan en la conciencia emocional, la re- Para acabar este artículo, plantearemos
gulación emocional, la autonomía personal, algunos interrogantes finales sobre cómo ha
la inteligencia interpersonal y las habilidades de continuar la construcción de la ética en las
de vida y bienestar. profesiones. De forma independiente, cada
profesión (en este caso, la Educación Social)
Cómo puede verse, la cuestión de la com- ha de seguir reflexionando y produciendo
plejidad y la amplitud sobre las competen- conocimiento sobre su posicionamiento
cias necesarias para una adecuada gestión moral y la forma de gestionar los conflictos
de los conflictos de valor es amplia y extensa. que este conlleva. Si la sociedad es dinámica,
A partir de las referencias anteriores, conside- también han de serlo las profesiones para po-
ramos que las competencias fundamentales der mantener un diálogo fluido que les per-
que han de contemplarse en la formación de mita entender qué pueden ofrecer en cada
profesionales han de ser (Vilar, 2013: 182): momento, sin perder el horizonte que define
• Mirada analítica y prospectiva desde crite- cada una de sus identidades. Ahora bien, las
rios de complejidad sobre los escenarios problemáticas que aborda la Educación So-
donde pueden aparecer conflictos de va- cial (y cada una de las diferentes profesiones
lor. socioeducativas) son un problema de la so-
• Conocimiento teórico básico sobre filo- ciedad en su conjunto, por lo que el trabajo
sofía moral para la participación activa en sobre la moralidad de las actuaciones ha de
la construcción de la ética aplicada de la ir más allá de lo que haga una profesión en
profesión. concreto porque claramente la supera.
• Sentido moral, conciencia y sensibilidad Aunque parezca una obviedad, insistire-
respecto al compromiso moral que se ad- mos en que el desarrollo de nuevos horizon-
quiere en el ejercicio profesional. tes para el tratamiento de los conflictos éticos
• Actitud constructiva para resolver coope- en el campo socioeducativo ha de poner el
rativamente los conflictos de valor. foco realmente en la persona atendida. Hasta
• Conocimiento y uso responsable del con- ahora esto ha sido más o menos así, pero hay
junto de instrumentos de referencia para que convenir que la mirada está puesta des-
el tratamiento y el análisis de los dilemas de cada una de las profesiones, lo que inevi-
morales. tablemente plantea una mirada centrada en
• Capacidad resolutiva para gestionar de la perspectiva del profesional que se define
forma efectiva y reflexionada los dilemas frente a los demás. Dicho de otra forma: la
morales. reflexión sobre la ética y su vinculación con

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la identidad profesional es necesaria pero, implementar, eficaces y eficientes y que
sin renunciar a ella, hay que superarla para contemplen los costes personales de los
hablar de la ética de la atención a las perso- profesionales que los han de aplicar.
nas, más allá de quien aporte esta atención. • Los agentes contratadores y/o provee-
Hoy en día la atención se ofrece cada vez más dores de servicios han de crear las con-
desde redes interprofesionales que incluyen diciones laborales adecuadas para poder
también administraciones y empresas, por lo desarrollar la actividad profesional de for-
que ya no puede plantearse únicamente en ma satisfactoria dentro de los parámetros
clave de profesión. éticos establecidos dentro de los códigos
Aunque todavía hay mucho que avanzar y deontológicos de los profesionales o de
que construir sobre la idea de trabajo en red, un hipotético código interprofesional o
la interprofesionalidad y la transprofesionali- pacto marco entro todos los agentes. La
dad, sugerimos algunos retos que afectan a responsabilidad social corporativa es un
las profesiones, a la universidad, a los agentes tema con un gran potencial de desarrollo
contratadores o proveedores de servicios y a que conviene explorar por la doble di-
las administraciones (Vilar, 2013: 178; 186- mensión que adopta: por una parte, como
186): muestra de justicia hacia las personas
atendidas y la sociedad y, por otra, hacia
• Los propios profesionales y sus estruc- los empleados y personas incorporadas
turas organizativas han de definir de for- en los equipos. Ya no se trata de aportar
ma estricta el sentido de su actividad y recursos económicos únicamente: se trata
ejercerla con rigor. En este caso, más allá de aportarlos desde una filosofía real, visi-
de que cada profesión tenga su código ble y evaluable de cómo tratar a las perso-
deontológico, habrá que empezar a pen- nas.
sar también en códigos deontológicos
• Las administraciones han de construir po-
interprofesionales centrados en las pro-
líticas sociales valientes y decididas y han
blemáticas y no tanto en las profesiones.
de determinar los marcos económicos y
También será conveniente crear comités
jurídicos que permitan una implementa-
de ética interprofesionales que orienten a
ción efectiva de las leyes para asegurar
los equipos de tratamiento, que son plura-
una autentica transformación social co-
les. Esto no excluye que cada colegio pro-
rresponsable.
fesional pueda tener un comité de ética
que ayude a definir criterios de referencia, Cada uno de estos agentes ha de movili-
pero la gestión efectiva de los conflictos zar elementos que permitan trabajar de for-
inevitablemente camina hacia la interdis- ma cooperativa y dialogada para avanzar de
ciplinariedad. forma simultánea en una dirección común. A
• La universidad, que es responsable de una todos ellos hay que exigirles responsabilidad,
formación inicial y permanente sólida, de sentido autocrítico y, sobretodo, voluntad de
calidad, vinculada a las necesidades reales trabajo cooperativo y de construcción con-
del sector y de la ciudadanía, no puede vi- junta. Todos somos corresponsables ante la
vir de espaldas a lo que pasa en la sociedad misión común de prestar una buena atención
y a lo que necesitan los profesionales, los a la ciudadanía.
contratadores/proveedores de servicios y Como hemos indicado al principio de este
las administraciones. Se impone generar artículo, nuestro objetivo ha sido sobre todo
investigación aplicada de carácter cola- plantear líneas de reflexión. Como puede ver-
borativo entre todos estos agentes con el se, la ética profesional en la Educación Social
objetivo de construir sistemas razonables y en el conjunto de profesiones socioeducati-
de atención a las personas, posibles de vas todavía tiene mucho camino por recorrer.
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