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Esta tendencia se presenta y existe en todo tipo de organizaciones, en dónde los prestadores de servicios se
aprovechan de las facultades que tienen para sacar provecho de tipo económico a todo tipo de personas
susceptibles a sus circunstancias y situaciones.
Sin embargo mucho se ha intentado hacer para combatir este mal que desquebraja la sociedad de una
manera voraz, dando resultados poco notorios.
Conceptos de corrupción
Stephen D. Morris, quien realizó un interesante estudio de la corrupción en México, sostenía que "Se la ha
definido como el uso ilegitimo del poder público para el beneficio privado"; "Todo uso ilegal o no ético de la
actividad gubernamental como consecuencia de consideraciones de beneficio personal o político"; o
simplemente como "el uso arbitrario del poder".
Otra definición con un énfasis más jurídico la proporciona Guillermo Brizio: "Se designa a la corrupción como
un fenómeno social, a través del cual un servidor público es impulsado a actuar en contra de las leyes,
normatividad y prácticas implementados, a fin de favorecer intereses particulares".
La corrupción también ha sido definida como: "comportamiento político desviado" (falta de ética política);
"conducta política contraria a las normas jurídicas" (falta de ética jurídica y política); y "usurpación privada de
lo que corresponde al dominio público". Cabe destacar que el interés personal no es un elemento que
necesariamente debe incluirse en una definición, pues los actos de corrupción no siempre benefician
únicamente intereses particulares.
La corrupción puede beneficiar a familiares, amigos o incluso a una organización, a una causa
o movimiento social, político o cultural. Debido a lo anterior, algunos autores han diferenciado la corrupción
egoísta de la solidaria. Para efectos de esta disertación, la corrupción se define como un acto racional ilegal,
ilegitimo y no ético por parte de servidores públicos, en perjuicio del interés común de la sociedad y
del gobierno, y en beneficio de un interés egoísta o solidario de quien lo promueve o lo solapa directa e
indirectamente.
Consecuencias de la corrupción
Favorece la consolidación de élites y burocracias políticas y económicas.
Erosiona la credibilidad y legitimidad de los gobiernos.
Reproduce una concepción patrimonialista del poder.
Reduce los ingresos fiscales e impide que los escasos recursos públicos coadyuven al desarrollo y bienestar
social.
Permite la aprobación y operación de leyes, programas y políticas, sin sustento o legitimidad popular.
Revitaliza una cultura de la corrupción y contribuye a su proliferación.
Tipos de corrupción
Existen diversas tipologías de la corrupción desde la que hace sólo referencia a la extorsión y el soborno,
hasta las que se refieren a tipos específicos y especiales. Estos tipos son:
Extorsión.- Es cuando un servidor público, aprovechándose de su cargo y bajo la amenaza, sutil o directa,
obliga al usuario de un servicio público a entregarle también, directa o indirectamente, una recompensa.
Soborno.- Es cuando un ciudadano o una organización, entrega directa o indirectamente a un servidor
público, determinada cantidad de dinero, con el propósito de que obtenga una respuesta favorable a un
trámite o solicitud, independientemente si cumplió o no con los requisitos legales establecidos.
Peculado.- Es la apropiación ilegal de los bienes por parte del servidor público que los administra.
Colusiones.- Es la asociación delictiva que realizan servidores públicos con contratistas, proveedores y
arrendadores, con el propósito de obtener recursos y beneficios ilícitos, a través de concursos amañados o,
sin realizar estas (adjudicaciones directas), a pesar de que así lo indique la ley o normatividad
correspondiente.
Fraude.- Es cuando servidores públicos venden o hacen uso ilegal de bienes del gobierno que les han
confiado para su administración.
Tráfico de influencias.- Es cuando un servidor público utiliza su cargo actual o sus nexos con funcionarios o
integrantes de los poderes ejecutivo, legislativo o judicial, para obtener un beneficio personal o familiar, o para
favorecer determinada causa u organización.
La falta de ética.- Es un tipo especial de corrupción que si bien no tiene que ver directamente con la
apropiación ilegal de recursos del gobierno y de ciudadanos usuarios, sí entraña entre algunos servidores
públicos, una conducta negativa que va en contra de los propósitos y metas de las instituciones públicas. Esta
falta de ética se pude observar cuando determinado servidor público no cumple con los valores de su
institución, es decir, cuando no conduce sus actos con: honestidad, responsabilidad, profesionalismo, espíritu
de servicio, por citar algunos.
Causas de la corrupción
Se pueden señalar tres tipos de causas que posibilitan la aparición de la corrupción y que se pueden dar en
mayor o menor medida en cualquier Estado:
Causas formales
Las causas formales se desprenden de la delimitación técnica del término y son:
A falta de una clara delimitación entre lo público y lo privado.
La existencia de un ordenamiento jurídico inadecuado a la realidad nacional.
La inoperancia práctica de las instituciones públicas. Juntas o por separado.
Estas causas están presentes en buena parte de los países latinoamericanos.
Causas culturales
Antes de presentar estas causas es necesario señalar que el concepto que se maneja hace referencia a la
cultura política de un país, es decir: "el conjunto de actitudes, normas y creencias compartidas por los
ciudadanos y que tienen como objeto un fenómeno político (en este caso la corrupción)". Las condiciones
culturales permiten así delimitar la extensión de las prácticas corruptas, la probabilidad que se produzcan y el
grado de tolerancia social con que pueden contar.
Son cuatro condiciones culturales básicas:
La existencia de una amplia tolerancia social hacia el goce de privilegios privados; permite que prevalezca
una moralidad del lucro privado sobre la moralidad cívica.
La existencia de una cultura de la ilegalidad generalizada o reducida a grupos sociales que saben que "la ley
no cuenta para ellos" fomenta la corrupción y la tolerancia social hacia ella.
La persistencia de formas de organización y de sistemas normativos tradicionales, enfrentados a un orden
estatal moderno, suele provocar contradicciones que encuentran salida a través de la corrupción.
Para algunos casos latinoamericanos, ciertas manifestaciones corruptas podrían explicarse por la escasa
vigencia de la idea de nación y la ausencia de una solidaridad amplia fundada en el bienestar común.
Causas materiales
Las causas materiales se refieren a situaciones concretas que dan lugar a prácticas corruptas. Las situaciones
concretas de las que se trata en este caso son las distintas brechas existentes entre el orden jurídico y el
orden social vigente.
Julio Arbizu
Los noventa
Hacia finales del siglo pasado y poco antes de la difusión del video que reprodujo la
conversación entre Vladimiro Montesinos Torres y el entonces congresista electo Luis
Alberto Kouri Boumachar, en la que el primero entregaba un soborno al segundo para
ganar su apoyo en el parlamento, ya se tenía fundadas sospechas de la existencia de una
organización montada en el Estado para conseguir la segunda reelección de Alberto
Fujimori y para establecer una política antiterrorista sin el menor respeto a los derechos
humanos.
Durante toda la década de 1990, investigaciones iniciadas en los cada vez más acotados
espacios de la prensa independiente habían intentado dar cuenta de numerosos actos de
corrupción en la administración pública y de la violación sistemática de los derechos
humanos en el emprendimiento de las estrategias antisubversivas del Estado. Como
apunta José Ugaz, ninguna de estas denuncias públicas —que se intensificaron a partir
del año 1996— tuvo como consecuencia la apertura de investigaciones por parte de los
operadores de justicia (Ugaz 2008: 99): una evidencia de que el sistema judicial (y el
Ministerio Público) había sido infiltrado por la organización criminal que ya revelaba un
intenso funcionamiento dentro del Estado.
“Por captura del Estado entendemos los intentos de las empresas para influir en la
formulación de las leyes, las políticas y la reglamentación del Estado” (Hellman y
Kaufmann 2001: 31). Esta definición parece aproximarse con mucha exactitud a lo
ocurrido en este periodo, con una sola e importante diferencia: en este caso no es una
empresa o un conglomerado de ellas que irrumpe para conseguir que el Estado viabilice
políticas públicas o decisiones judiciales que lo favorezcan; la captura proviene de una
organización cuyos componentes forman parte del propio Estado y desvían sus funciones
para favorecer a esa organización. Una especie de captura del Estado, atípica, “desde
adentro”.
La reacción y el ocaso
Todas estas normas, sumadas a otros paquetes normativos que se aprobaron sobre todo
en los primeros cuatro años posteriores a la caída del gobierno de Alberto Fujimori,
permitieron mejorar el marco normativo anticorrupción, desmantelar progresivamente una
organización criminal, condenar penalmente a sus principales representantes y ubicar
parte de su patrimonio en circuitos financieros nacionales y extranjeros.
Hacia el año 2005, sin embargo, esta efervescencia fue decayendo significativamente
para dar paso a un subsistema aletargado, cuyo combate contra los nuevos casos de
corrupción se fue haciendo cada vez más intuitivo y menos analítico. Durante estos años
y hasta 2011, el sistema de defensa del Estado y por supuesto de los órganos
encargados de administrar justicia en materia de lucha contra corrupción respondieron a
las circunstancias con un combate tan intenso como infructuoso en los tribunales.
La importancia de la data
Para la elaboración de este cuadro se asignó puntajes a los casos bajo competencia de la
Procuraduría Especializada en Delitos de Corrupción. Los criterios para dicha asignación
tenían que ver con algunas constantes comunes a todos los casos: a) expectativa de
cobro de reparación civil (es decir, el nivel de afectación para el Estado que suponía la
comisión del o los delitos del caso individualizado), b) la importancia de los funcionarios
imputados y c) repercusión del caso en los medios de comunicación. De esta forma, fue
posible dividir los casos por niveles de importancia y complejidad (donde A es el más
importante y complejo y D el de menos impacto).
Esta primera aproximación a esta realidad a partir de la data nos revela que, a diferencia
de los casos que el subsistema debió enfrentar luego de la caída del gobierno de Fujimori,
esta etapa tiene una notable mayoría de casos de la llamada corrupción administrativa o
microcorrupción (Huber 2008: 56). Quiere esto decir que se había estado enfrentando el
problema de la corrupción con un enfoque de litigio total para casos que tienen dramáticas
diferencias en su concepción y que en consecuencia deben generar respuestas distintas.
Queda claro que luego del desmontaje de la organización criminal de los años
noventa, el nuevo escenario de la corrupción en el país era el de una
administración pública altamente corrupta en sus bases.
Queda claro que luego del desmontaje de la organización criminal de los años noventa, el
nuevo escenario de la corrupción en el país era el de una administración pública
altamente corrupta en sus bases, o más precisamente en aquellos espacios en los que el
ciudadano debe relacionarse de manera directa con los representantes de la
administración pública para ser provisto de servicios básicos, lo cual empezó a generar un
impacto negativo en las economías de los sectores más vulnerables (Yamada 2011: 9-
38).
Esto no quiere decir que los grandes casos de corrupción no se siguieran presentando
con cierta recurrencia. Basta recordar los escándalos de corrupción durante los gobiernos
de Alejandro Toledo (casos Almeida, falsificación de firmas, Margarita Toledo, etc.), Alan
García (casos Petroaudios, narcoindultos, colegios emblemáticos, etc.) y el gobierno
actual (caso Chehade) para afirmar que el problema de la corrupción en el país es
ambivalente y que merece una estrategia diferenciada para su combate porque “no todos
los tipos de casos [de corrupción] se pueden investigar, analizar o combatir con la misma
estrategia” (Mujica et ál. 2012: 7).
Otro dato importante del que actualmente dispone la defensa del Estado en casos de
corrupción está expresado en el gráfico siguiente.
Elaboración: Observatorio de la Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción
Como podemos advertir, los tipos penales más recurrentes entre los casos de corrupción
a nivel nacional son los de peculado y colusión. El delito de peculado es el atribuido a los
administradores o perceptores de fondos públicos que se apropian para sí o para otros del
dinero estatal que se les ha confiado y el delito de colusión tiene que ver con el acuerdo
previo (defraudando al Estado) entre el funcionario público que interviene por razón de su
cargo en cualquier etapa de la contratación de servicios o adquisición de bienes y el
proveedor.
Un 60% de los casos que debe afrontar el Estado por delitos de corrupción están
entonces relacionados a uso de dinero público por parte de funcionarios que estando
encargados de administrarlos se apropian de ellos o los desvían a terceros y a la
disposición de dinero público para la adquisición de bienes o servicios por parte de
funcionarios que encargados de ello conciertan previamente con determinado proveedor.
En suma, siempre disposición de dinero. Dinero público.
Tenemos entonces que más de la mitad de los casos de corrupción del país se
concentran en instituciones que administran recursos propios, que deben cumplir con una
meta de gasto y que cuentan con importantes niveles de autonomía. Si además tenemos
que estas entidades públicas cuentan con ingentes ingresos provenientes del canon
producto de las actividades extractivas en sus jurisdicciones, no es extraño que los tipos
penales más recurrentes a nivel nacional sean los que se relacionan con la disposición del
dinero público para fines privados.
Conclusiones
Frente a la instauración de una organización criminal dentro del Estado, que había
infiltrado a sus miembros en los distintos espacios públicos y había conseguido, producto
de ello, un favorecimiento sistemático a sus propios intereses, el Estado tuvo que
replantear su marco normativo para luchar contra una corrupción de dimensiones nunca
antes conocidas en su historia.
Las estadísticas permiten revelar que luego del desmantelamiento de la red criminal de
Montesinos y Fujimori, la corrupción en el Estado se concentró en los espacios en los que
se da la relación más directa entre el Estado (a través de sus representantes de la
administración pública) y el ciudadano (que requiere acceder a servicios públicos).
En los últimos años, los delitos de corrupción más frecuentes han sido los de peculado y
colusión. Hemos visto cómo en ambos casos hay una disposición de dinero del Estado.
Esto podría estar íntimamente ligado a otra información de la que ahora disponemos: las
instituciones con mayor cantidad de casos de corrupción son las municipalidades
(distritales y provinciales) y los gobiernos regionales. Sintomáticamente, estas
instituciones cuentan con gran disponibilidad de recursos y con precarios espacios de
control, lo que ha generado los recientes casos de corrupción que ahora documenta con
recurrencia la prensa. (Hay que destacar que los gráficos del presente documento fueron
exhibidos en distintos foros y presentados en el Informe anual de gestión de la
Procuraduría Pública Especializada en Delitos de Corrupción, en el año 2012.)
La corrupción en el Perú parece haber seguido en los últimos años la ruta de una
carretera en espiral. A la captura del Estado por parte de una organización criminal y a su
derrota le siguió la instauración de núcleos de corrupción en las instituciones públicas que
fueron haciendo que el ciudadano perdiese progresivamente esa categoría por su menor
capacidad de acceso a servicios públicos. La experiencia reciente nos revela la aparición
a escala de pequeñas organizaciones criminales instauradas en espacios regionales que
infiltran a sus miembros en los espacios de decisión y tienen capacidad, además, para
comprar los favores de cierta prensa y movilizar actores de la sociedad civil. Es claro que
lo que conecta la corrupción de los años noventa con estos nuevos fenómenos de
corrupción en las regiones no es la dimensión ni la perversidad de las organizaciones
criminales de ayer y de ahora, sino el dinero del que disponer. Antes, como bien apunta
Alfonso Quiroz, fue la venta de las empresas públicas del Estado (Quiroz 2013: 421) y hoy
es el dinero que ingresa a causa de las actividades extractivas que emprenden grandes
transnacionales en nuestro país.
Referencias bibliográficas
Arbizu, Julio y Enrique Piedra (2012). “Corrupción y castigo: el sistema peruano y sus
desafíos”. En La lucha contra la corrupción en el Perú. El modelo peruano: la experiencia
de las procuradurías anticorrupción. Lima: Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.
http://www.cienciaspenales.net/portal/page/portal/IDP/REVISTA_PENAL_DOCS/Numero_
7/55-67.pdf
Grupo de Trabajo Contra la Corrupción (2013). Informe de la lucha contra la corrupción en
el Perú: 2011-2012. Lima: Grupo de Trabajo Contra la Corrupción. Disponible en:
http://www2.congreso.gob.pe/sicr/cendocbib/con4_uibd.nsf/EBE37F653D29091305257B3
900689FBF/$FILE/doc06122012-133036.pdf [última consulta 30/06/2014)
Hellman, Joel y Daniel Kaufmann (2001). La captura del Estado en las economías en
transición. EnFinanzas & Desarrollo, septiembre. Disponible en:
https://www.imf.org/external/pubs/ft/fandd/spa/2001/09/pdf/hellman.pdf
Pariona, Raúl (2012). “La lucha contra la corrupción en el Perú: el proceso, la experiencia
y las lecciones”. En La lucha contra la corrupción en el Perú. El modelo peruano: la
experiencia de las procuradurías anticorrupción. Lima: Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos.
Ugaz, José (2008). Transparencia y probidad, estudio de caso América Latina. Santiago:
Universidad de Chile, Facultad de Derecho, Centro de Derechos Humanos.
La transición a la democracia no ha zanjado del todo con la etapa de la dictadura en términos de lucha contra
la corrupción. El no haber esclarecido las responsabilidades de estos saqueos a las arcas del Estado y no
haber sancionado a todos los responsables, nos ha costado una nueva andanada de actos de corrupción y
una sensación de impunidad en la población que contribuye al desprestigio de las instituciones y los partidos
políticos.
La recuperación de los fondos sustraídos durante los años de gobierno de Fujimori, iniciada en este último
año, parece más un saludable esfuerzo del procurador Arbizu que una decisión gubernamental encaminada a
concluir con lo que la “transición democrática” dejó a medio camino.
Las idas y venidas respecto a un posible “indulto humanitario” en favor de Fujimori y el apoyo que, en el
Congreso de la República, otorga el fujimorismo al gobierno del Sr. Humala, cuando coinciden en intereses
(se vio en la sanción al Congresista Javier Diez Canseco) hace pensar en una posible alianza estratégica
entre estas dos fuerzas.
El segundo gobierno de Alan García, apostó por desaparecer el sistema anticorrupción que había posibilitado
la captura de Fujimori y su posterior extradición de Chile. De tal suerte que durante ese quinquenio la lucha
contra la corrupción fue muy débil. Una muestra de ello es la creación y rápida desaparición de la figura del
“Zar anticorrupción”. Fue una institución fallida.
Para efectos de recordar, hacemos un listado de algunos de los casos de presunta corrupción más
importantes de estas las dos últimas décadas.
Gobierno de Fujimori
Aunque tras estas operaciones estuvieron las hermanas de Fujimori, Rosa y Juana Fujimori y el
cuñado de aquél Víctor Aritomi, se supo después que era el propio Alberto Fujimori el que manejaba la
citada institución.
2. Congresistas trásfugas
Alberto Fujimori, su entonces asesor Vladimiro Montesinos, los Ministros de Defensa e Interior y los
jefes de los Institutos Armados, crearon un fondo con recursos del Estado para inducir, mediante
sobornos, a los congresistas electos en 2000, a cambiarse de bancada e incorporarse al partido de
gobierno (Congresistas trásfugas) con la finalidad de construir una mayoría parlamentaria o de lo
contrario obtener su apoyo, a través de sus votos pero manteniéndose en sus respectivas
organizaciones (congresistas topos).
3. Tractores chinos
En setiembre de 1992, Alberto Fujimori dispuso la adquisición de tractores a las Corporaciones
Nacionales de la República Popular de China, mediante un irregular proceso de adjudicación directa,
resultando beneficiada la empresa China National Constructional & Agricultura Machinery Import &
Export Corporation.
Se ha determinado que del total de los bienes adquiridos 454 tractores se encontraban inoperativos y
231 han desaparecido, siendo el valor de los mismos US$ 10’560,000.
4. Pago Sunat-Borobio.
Daniel Borobio mantenía una deuda con la Superintendencia Nacional de Administración Tributaria,
hasta que los pagó con fondos del Estado. Los delitos: asociación ilícita para delinquir y peculado en la
utilización de fondos del Estado en beneficio propio.
5. Caso Faisal
El astrólogo Héctor Faisal recibió dinero de Montesinos para instalar una página web y crear la
Asociación Pro Defensa de la Verdad (Aprodev) con fines difamatorios. En la sentencia en su contra
se impuso también cuatro años de cárcel a Vladimiro Montesinos, cinco a Humberto Rozas Bonucelli y
cuatro a Edgar Camargo.
6. Medios de comunicación
En septiembre de 1999 Fujimori y Montesinos pagaron, con dineros de Estado, la suma de US$
2’000,000, por el 75% de las acciones de cable canal de Noticias CCN, para constituirlo en un vocero
que sirviera para la segunda reelección de Fujimori.
Con el mismo fin se pagó US$ 1’750,000 a, propietario del Diario Expreso, Eduardo Calmell del Solar.
Conformaron esta organización criminal, que destinaba fondos al Servicio Nacional de Inteligencia
para el propósito descrito: el ex Presidente Alberto Fujimori, su ex asesor Vladimiro Montesinos Torres
y los Comandantes Generales de las Fuerzas Armadas: José Villanueva Ruesta (Ejército), Elesvan
Bello Vásquez (Fuerza Aérea) y Américo Ibárcena Amico (Marina de Guerra).
Según copias de los contratos, mencionadas por la Revista Caretas(1), en Estado peruano compró a
cuatro empresas chinas medicamentos y equipos médicos por un monto de US$ 29´002,614.71 entre
1990 y 1994.
Lo curioso del hecho es que el 94.6% de este monto (US$ 27´445,474.71) corresponde a
adquisiciones hechas a los consorcios que Víctor Joy Way dijo haber representado en el Perú hasta
1991: China National Medicines & Health Products Import & Export Corporation y Guangdong
Medicines ans Health PRoducts Import & Export Corporation.
8. CTS de 15 millones
Se sustrajo unos 15 millones de dólares del presupuesto del Ministerio de Defensa para una irregular
compensación por tiempo de servicios (CTS) al ex asesor presidencial Vladimiro Montesinos. Delitos:
Asociación ilícita para delinquir, peculado y falsedad ideológica.
“Estos vacíos en la investigación de los fiscales Schwartz y Cortez motivaron a la Fiscalía de la Nación
a completar las pesquisas para establecer el origen de los fondos que maneja hoy Keiko Fujimori, los
que no coincidirían con los ingresos que ha declarado.
Al presentar su Declaración Jurada de Bienes y Rentas ante el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)
en la que afirma que tiene US$ 146,238 en el Bank of América y US$ 72,340 en el Banco de Crédito
del Perú –lo que hace un total de US$ 218,579–, Keiko Fujimori ha encendido las alarmas de las
autoridades de la Fiscalía de la Nación que se encargan de su caso.
¿Esos US$ 218,579 provienen de la cuenta del Citibank? Si se confirma este dato, se desvirtuaría la
versión de la candidata de que pagó sus estudios en la Universidad de Boston con el cheque que le
dio su padre, producto de la venta de un inmueble en la calle Pinerolo.
Es considerado el hombre más corrupto de la historia del Perú, se le acusa de varios delitos:
Corrupción de funcionarios, “lavado” de dinero procedente del narcotráfico, tráfico de influencias,
defraudación tributaria, tortura, asesinato y enriquecimiento ilegal.
En diciembre de 2006, la entonces Jueza Anticorrupción Carolina Lizárraga, abre un proceso penal
contra el ex Presidente Alejandro Toledo (2001-2006) por su presunta participación en la falsificación
de firmas para la inscripción de su partido en 1998(4). La jueza procesa por el mismo caso a Margarita
Toledo, hermana del ex presidente, y a otras 34 personas, a quienes se les considera presuntos
responsables de la masiva falsificación de firmas del partido País Posible, ahora Perú Posible.
En el Congreso de la República en mayo de 2005, la comisión Villanueva que investigaba este caso,
emite un informe final donde menciona que encontró responsable de infracción constitucional y
asociación para delinquir al Presidente Alejandro Toledo, por este caso.
Recientemente, tras la denuncia de un medio de comunicación local, se supo que Carmen Burga,
cómplice en el escándalo, trabaja en Reniec, nuevas revelaciones vuelven a poner este caso, sobre el
tapete.
El expresidente de la comisión investigadora del Caso Firmas Falsas en el Congreso, Edgard
Villanueva, consideró que este escándalo podría volver a ser visto en el Parlamento, “ahora que el
señor Alejandro Toledo ya no está en el poder”.(5)
2. Caso Canal 5
Ernesto Schütz Landázuri, ex socio mayoritario de canal 5, manifestó judicialmente que Toledo lo
presionó para que le venda a precio de ganga el canal 5.
3. Caso Zaraí
Alejandro Toledo habría pagado S/. 297,707 (US $106,324) al vocal Silva Vallejo para evitar prueba de
ADN, que demostraría su negada paternidad de la entonces menor Zaraí Toledo. (L.R. 14/10/02).
Luego, los medios periodísticos dieron cuenta que se habría contratado en PetroPerú a la hija del Juez
y que ésta habría cobrado ilegalmente más de ciento noventa mil soles como pago de devengados.(6)
1. Caso MiVivienda
El año 2007, Guillermo Vivanco, entonces viceministro de Vivienda y José Luis Castañeda, Secretario
general, utilizaron sus cargos para favorecer con jugosos contratos a la Constructora Kapala S.A., de
la que eran director y presidente del directorio, respectivamente.
En el 2007 Kapala S.A. obtuvo su primer contrato con el Estado por S/.204,797 y el 2009 el monto
ascendió a S/. 4’217,973 soles. En octubre del 2007, cuando Castañeda era jefe de asesores del
entonces Premier Jorge del Castillo, la constructora también firmó un contrato por S/.34’842,269 con el
Ministerio de Transportes.(8)
2. Caso SIS
Julio Espinoza Jiménez, ex jefe del Seguro Integral de Salud (SIS) fue hallado responsable del robo de
S/. 19 millones, que supuestamente se utilizarían para la compra de raciones alimenticias cuyos
beneficiarios serían los damnificados del terremoto del 15 de agosto del 2007 que asoló Pisco, Ica y
Chincha.
El 14 de junio del 2008, el presidente Alan García otorgó el derecho de gracia a Espinoza por
supuestamente encontrarse con una enfermedad neoplásica. De esta manera Espinoza pudo salir de
prisión.
Forsur, que tenía a su cargo la reconstrucción de las zonas afectadas por el terremoto del 15 de
agosto de 2007, manejó 3 mil millones de nuevos soles.
Los representantes de los damnificados revelaron, en agosto de 2011, que de las 942 obras que
Forsur aseguraba haber ejecutado, alrededor de 120 (13%) se encontraban observadas por la
Contraloría y otras 14 en arbitraje por irregularidades en su ejecución e incumplimiento de las
empresas constructoras(9).
4. Caso Petroaudios
Ambos personajes mencionan unos pagos mensuales de US$10,000 a favor de Químper, León y
Ernesto Arias-Schreiber, representante legal de Discover Petroleum de Noruega en Perú, por facilitar
contratos petrolíferos de exploración en bloques submarinos de petróleo y campos de gas, en el Perú.
20 meses después de la divulgación de estos audios, aparecieron nuevas grabaciones, pero esta vez
los audios involucraban al entonces Premier Jorge del Castillo y al empresario dominicano Fortunato
Canaán.
5. Caso BTR
Su origen está en el escándalo de los “Petroaudios”, cuando se denunció a la empresa Business Track
(BTR) que se encargó del “chuponeo” de las conversaciones telefónicas entre los involucrados.
En octubre de este año, la Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia ratificó las
condenas contra los implicados Elías Ponce Feijoó y Carlos Tomasio por 7 años, y Giselle Giannotti
por 5.(10)
En la misma sentencia se dispone enviar copias al Fiscal de la Nación para que se decida si se
investigará a los ex ministros Hernán Garrido Lecca y Jorge Del Castillo.(11)
Gas de Camisea
También se desprende del caso de los llamados “petroaudios”. El otrora Premier aprista Jorge del
Castillo impulsó un proyecto de ley para favorecer a la empresa Petrolera Monterrico, administrada por
Julio César Vera Gutiérrez.
Gracias a la Ley Nro. 28109 de regalías petroleras de 2003, la empresa se benefició ostensiblemente,
pero necesitaba se ampliara en el tiempo este beneficio.
En los “petroaudios” Alberto Químper “Don Bieto”, ex directivo de la empresa estatal PerúPetro, le
comentaba a Daniel Saba, presidente de la misma entidad, sobre una conversación que sostuvo con
Del Castillo para “apurar un asunto pendiente” a favor de la Petrolera Monterrico.
La ley fue vista el 18 de enero de ese mismo año en el Congreso. Diez días después, Jorge del
Castillo, entonces Jefe del Gabinete Ministerial de Alan García, intercambió su departamento de
Surco, de 213 metros cuadrados, por el de Vera en San Isidro, de 300 metros cuadrados.
7. Caso Cofopri
En abril del 2010, se denuncia la venta irregular de un terreno de 300 mil m2 en una de las zonas de
mayor desarrollo y valor inmobiliario de Lima, en la Panamericana Sur.
El terreno que estaba valorizado en US$ 12 millones y se vende por S/.4.908, a todas luces una suma
mucho menor.
A raíz de ello Omar Quesada, entonces director de Cofopri, renuncia al cargo. Pero, minutos antes de
que se acepte su renuncia, dispuso la separación de seis funcionarios involucrados en este caso.
La Fiscalía detuvo al ex viceministro de Justicia, Gerardo Castro, cuando pretendía sobornar con 10
mil dólares a un funcionario del Ministerio de la Producción para obtener permisos de pesca de
anchoveta a favor de las embarcaciones de Antonio Custodio, Martín Palma y Alberto Palma Lumbres.
9. Estadio Nacional
En marzo de 2011, el Instituto Peruano del Deporte (IPD) anunció la remodelación y ampliación del
Estadio Nacional a un costo de 20 millones de soles. Después se supo que en realidad se habría
gastado más de 200 millones de nuevos soles.(12)
Además del D.U. 049-2009, que declaraba emblemáticos a algunos centros educativos del país, se
dieron otros D.U. por ejemplo el 001 y 002 que pusieron en concesión más de 30 megaproyectos de
inversión a favor de empresas chilenas.
(1) http://www.caretas.com.pe/2001/1674/articulos/joyway.phtml
(3) http://www.slideshare.net/palomaresanselmo/por-que-estamos-as-el-poder-abusivo
(4) http://libardobuitrago.blogspot.com/2006/12/poder-judicial-abre-proceso-penal.html
(5) http://peru21.pe/politica/piden-volver-investigar-caso-firmas-falsas-peru-posible-2047257
(6) http://agenciaperu.com/reportes/2002/oct/zarai.htm
(7) http://www.diariolaprimeraperu.com/online/politica/apra-busca-arrasar-patrimonio-del-per_79438.html
(8) http://malcolmallison.lamula.pe/2011/02/07/el-legado-de-alan-garcia-%E2%80%9Cla-era-de-los-
faenones%E2%80%9D/malcolmallison
(9) http://elcomercio.pe/peru/1031193/noticia-cuatro-anos-terremoto-damnificados-exigen-auditoria-forsur
(10) http://www.larepublica.pe/27-10-2012/ratifican-condena-contra-ponce-feijoo-tomasio-y-giannotti-por-caso-
btr
(11) IBIDEM
(12) Nota de Prensa del IPD, citada por El Comercio (30 de marzo de 2011