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The Peruvian State in this situation tried to solve the problem, but the inability of
this has been more than a solution that is why the inhabitants of this community
feel helpless despite the fact that they have supposed rights.
Keywords. Natural resources. Oil spill. Peruvian state. Harmful and deadly
aftermath. Rights.
Introducción
En pleno siglo XXI, aún hay políticas del Estado que no entienden que su masa
popular es primero y dan lugar a otros seres monstruosos que saquean los
recursos naturales y al realizar ese proceso dejan contaminados sus tierras, sus
vidas, espíritus, etc. No entiende el Estado peruano que los terrenos afectados de
la amazonía para los lugareños significa una “muerte masiva” en todos los
sentidos de su existencia.
El interés por estudiar las secuelas dañinas y mortíferas que han provocado las
empresas petroleras a toda la amazonía y en particular a la comunidad Cuninico
es revelar la incapacidad de solución por parte del Estado nacional a lo largo de
la historia. Esta mención también implica la violación de derechos de los nativos
como si estos no pertenecieran a esta patria. Por todo ello, ¿realmente viviremos
en un país democrático?, ante estas situaciones que perjudican el desarrollo de
una cultura selvática, ¿qué tarea debe cumplir el antropólogo?
Las comunidades nativas amazónicas, todas sin excepción, han sufrido flagelos
durante su historia por los entes evangelizadores y colonos extractores de los
recursos naturales bajo la ciega mirada del Estado.
Jesús Víctor San Román (1994) periodifica los sucesos más relevantes de la
triste realidad amazónica en 5 momentos. El Período misional (1542 -1769)
donde el nativo pasa a la condición de "pagano", a quien hay que "cristianizar".
Período de nacimiento del capitalismo (1769-1880). El nativo pasa a ser
"salvaje", a quien hay que "civilizar". Período del caucho (1880-1970). Las
utilidades del caucho crean los primeros elementos de capital comercial. La
selva entra, como apéndice extractivo, en la estructura capitalista. Período del
petróleo (1970-1990). La selva entra en una etapa de exploración petrolera.
Miles de hombres, principalmente ribereños, integran las brigadas de
exploración. La agricultura sufre una paralización general, disminuyendo la
producción.
Este último período, desde mi perspectiva, subsiste hasta nuestros días, porque
vivimos bajo la era del petróleo, pues es tal la magnitud y la intensidad del uso
de este recurso, ya sea como combustible o a través de la obtención de otros
derivados que se ha consolidado en un denso mercado mundial del petróleo. Es
por tanto, este elemento es extraído de manera excesiva e irresponsable causando
daños irreparables a la amazonía y en general a la contaminación ambiental
como lo dice Stefano Varese (2013):
“No hace falta ser un especialista en ciencias biofísicas para entender la
sombría realidad del sobrecalentamiento mundial y los aterradores
pronósticos de extinción de la vida en pocas décadas más. De seguir los
actuales niveles de contaminación atmosférica por el dióxido de carbono
y otros gases invernaderos, causados por el exceso de producción
industrial no regulada (…)”. (p. 17.)
Uno de esos productos industriales no regulados adecuadamente por el Perú es el
petróleo. Se sabe que este recurso es fuente de riqueza para la economía de
nuestra nación, pero lo que refiere Antonio Raimondi que El Perú es un
mendigo sentado en un banco de oro encaja con nuestra situación; ya que el
país, según OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) ocupa el
séptimo lugar a nivel de Latinoamérica en la producción petrolera; sin embargo,
lamentablemente, en nuestro territorio no todos tenemos el beneficio que genera
este recurso, persistiendo así la pobreza, la desigualdad y la destrucción masiva
de tierras vírgenes por el saqueo constante del crudo petrolero. Esto debido a la
soberanía del Estado, quien crea leyes para sus beneficios e intereses nefastas,
acompañado de la mala administración de dicho medio siendo entregados de una
manera negligente a empresas públicas que ni siquiera son capaces de respetar el
medio ambiente de nuestra selva peruana ni de los habitantes de estos entornos
sagrados.
Dicha soberanía tiene sustento teórico en el art. 66 de la Constitución, en el cual
señala:
“Los recursos naturales, renovables y no renovables, son patrimonios de
la Nación. El Estado es soberano en su aprovechamiento” (p. 16).
Entonces, entendido ello, el petróleo es un recurso natural no renovable, cuya
utilización y otorgamiento a los particulares, sean nacionales o extranjeros, se
rige por una ley orgánica que ampara la extracción del petróleo. Por miedo a
esas leyes los moradores se sienten amedrentados y esconden lo que tienen que
decir y viven bajo el yugo aplastante de las empresas transnacionales y sus
agentes protectores; así como menciona Louis Althusser que los policías son los
aparatos represivos que viven en servicio leal al Estado cuya función es
solamente proteger los intereses de dicha entidad, mas no respalda las decisiones
de una masa.
2. El interés del Estado en la amazonía
La ciencia geográfica afirma que Loreto representa el 55% del área selvática del
Perú, este alberga la mayor reserva nacional y posee una inigualable riqueza
faunística y florística. Durante más de cuatro décadas la explotación petrolera
lleva causando destrucción en esta zona preciosa de la amazonía.
Por otro lado, la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2007, acepta
declarar los derechos de los pueblos indígenas como los derechos básicos a no
ser discriminados por su origen, a tener una nacionalidad a gozar de su
integridad física, tener paz y libertad, derecho a las tierras, recursos, etc.
Hoy en día, existen entes internacionales que luchan por hacer prevalecer los
derechos proclamados por la CIDH (Corte Interamericana de Derechos
Humanos), siendo uno de ellos la Amnistía Internacional y la ONU, quienes
tratan de hacer cumplir las normas, leyes y políticas que están aprobadas en la
Carta Magna a los diferentes países.
Sabemos que estos preceptos suelen ser tan benefactoras para las comunidades
nativas; pero lo que ocurre en nuestro país, es que todo ello solo está en teoría
mas no se pone en práctica; implicando afirmar la ineficiencia defensora de los
poderes del Estado hacia los pueblos de la selva.
Desde una experiencia personal, puedo afirmar que el Estado ante cualquier
denuncia no actúa como debe de ser, otro caso que refiere Martínez Zavala
(2018) es la siguiente:
“(…) poco más de una semana después del suceso, el 1 de julio del 2014,
Petroperú informó al Organismo de Evaluación y Fiscalización
Ambiental (OEFA), mediante el Reporte Final de Emergencia
Ambiental, sobre un derrame de crudo de petróleo ocurrido a 2.8
kilómetros del río Cuninico, alrededor del 30 de junio del 2014. Se
trataba de un derrame de 2,500 barriles de crudo, más de 99,000 galones
del Oleoducto Norperuano, el cual causó un daño inmediato a la flora y
fauna, y contaminó la quebrada de Cuninico, zonas aledañas y parte del
río Marañón.” ( p.62)
Ante esta suceso, la empresa petrolera inicia su Plan de Contingencia Ambiental
el 3 de julio de 2014. Dentro de este, según el informe del viceministerio de
interculturalidad, señala que Petroperú realiza cuatro reuniones con las
autoridades de la comunidad, en las que se coordinó el apoyo a los miembros de
la comunidad en la labor de la limpieza. ¿Será que el trabajo remediador que
brinda Petroperú se rige bajo los derechos estipulados en la constitución y las
políticas que imparten? Pues veremos en qué consiste una de sus políticas de
gestión integradora en el aspecto laboral:
“Desempeñar sus actividades de manera responsable y eficiente (…)
difundir estas políticas a sus trabajadores, clientes, colaboradores,
autoridades, comunidad y otros grupos de interés, fomentando una
actitud diligente, a través de una sensibilización y de capacitación
adecuadas a sus requerimientos.” (p. 1)
Y para entrar en reflexión me basaré en los testimonios recopilados por Martínez
Zavala (2018):
“Desde el primer momento cada cual seguía con su ropa así como estaba
y la gente venía a bañarse acá a sacarse ese crudo, pero venían bien
negro, todos negros y esa ropa Petroperú empezaba a comprar a las
bodegas, lo que hay acá vendían truzas, politos, Petroperú tenía que
reponerlo, comprarles, para que se cambien. Él se ha metido al crudo, ha
venido bien empapadito de crudo, venía solamente en calzoncillos
nomas, calatos, la ropa ya no podía caminar ya en la ropa muchos le
vence estaba chupado de crudo y tenían que botar su ropa cuando salían”.
(Mujer de 42 años)
Significa que dicha empresa no opta por proteger la vida de estos indígenas,
debido a que estaban expuestos a muchos peligros; tal es el caso de trastornos y
hasta la muerte. Esta información, me da a entender, que al Estado no le interesa
lo que le suceda en un futuro a estos nativos, porque se supone que para realizar
ese tipo de trabajos se necesitan implementos adecuados para laborar. Los
instrumentos de limpieza tardaron dos semanas en llegar como se puede percibir
en los siguientes testimonios:
“No, nunca, pero a los 15 días, después de los 15 días cuando ya ha
venido la primera visita a vernos allí recién se han equipado, nos han
dado guantes, mascarilla, lentes, cascos; allí recién nos han equipado. De
ahí ya cuando han entrado las, que te digo, las, las ONG como Diresa, ha
entrado OEFA, ha entrado Osinerming; ellos cuando ya han entrado nos
han encontrado con equipos”. (Hombre de 63 años)
“Con botas, nuestra manga larga así, nos íbamos primero y luego de ahí,
cuando ya estábamos quince días, recién nos han implementado ya ellos
con guantes, con lentes, las… todo normal”. (Mujer de 42 años)
“Nosotros hemos estado 15 días, después nos han dado ya los pantalones,
los zapatos, aproximado a eso y yo le tengo ahí, son jebes hasta acá, todo
eso te ensucias”. (Hombre de 53 años)
Estos testimonios constatan que los nativos sufrieron abusos por parte del Estado
y vulneraron los derechos más importantes del hombre que están fijados en la
Carta Magna haciendo improvisaciones de limpieza y “purificación” de los
diversos fenómenos afectados por la inclemente labor que brinda dicha empresa.
En este sentido, se deduce que el Estado solo es un ente que observa la triste
realidad que afecta a sus hijos conduciéndolos a una muerte lenta acompañado
de la desaparición de sus tierras llamados antes, santuarios donde habían
contactos directos de hombre y naturaleza.
Para mejor entendimiento presento una fuente donde se observa las causas del
derramamiento del petróleo y su supuesta solución ante ello.
Esta mención implica que el dolor que padece cierta región debe ser transmitida
a través de estudios que revaloren y entiendan empáticamente a todos los seres
de esa zona y tratarlos de una manera humanística.
Conclusiones
El Estado peruano ante esta situación debería prestar mayor atención a las
políticas de cuidado y respeto a la territorialidad de los hermanos nativos; sin dar
mayor atención a la inversión capitalista que solo busca alimentar sus intereses
individuales. En términos de Rousseau los estratos sociales y siendo ello así, las
clases más numerosas son las que merecen mayor respeto, sin embargo como se
puede notar no hay una democracia en el territorio peruana. En otras palabras,
cualquier agente del Estado no se debe dejar persuadir por las ambiciones de
Petroperú, más bien debería de defender a capa y espada la concepción del
mundo de los Cuninicos, sus formas de pensar, formas de vivir, creencias,
relaciones con el ambiente, etc.
Desde el punto de vista antropológico, hay mucho por hacer y no debemos ser
ajenos ante este tipo de problemáticas. Nuestro lado humano debe sentar base de
protesta ante las injusticias que padecen las comunidades aledañas, quienes
nutren nuestra diversidad cultural.
Bibliografía
Palomino, Ávila (2016). Los efectos del boom de las industrias extractivas en
los indicadores sociales. Natural Resource Governance Institute.