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DE
RAZÓN TÉCNICA
ARGUMENTOS
DE
RAZÓN TÉCNICA
Número 20, 2017
SEVILLA, 2017
Redacción, administración, secretaría, distribución e intercambio:
Departamento de Metafísica, Corrientes Actuales de la Filosofía, Ética y
Filosofía Política (Facultad de Filosofía)
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ISSN: 1139-3327
Depósito Legal: SE-893-1998
Producción: Fénix Editora
Impreso en España. Printed in Spain
Director/Editor:
José Antonio Marín Casanova (Universidad de Sevilla)
Director Adjunto/Assistant Editor:
José Barrientos Rastrojo (Universidad de Sevilla)
ESTUDIOS / ARTICLES
NOISE1
RECIBIDO: 03/02/2016
ACEPTADO: 15/07/2016
Resumen: La ciencia actual hace un uso extensivo de toda clase de instrumentos, herramientas y
artefactos. Es necesario hacer un análisis más profundo de esta relación entre la ciencia y la
tecnología de la que depende, más allá de la noción de tecno-ciencia, que simplemente las une sin
explicar los vínculos ni causalidades entre ellas. El concepto de “ruido” –los datos inútiles que
resultan estorbosos y que se lucha por eliminar desde la instrumentación– es muy útil para el análisis,
pues pone de manifiesto la división epistemológica y ontológica que la tecnología hace por la ciencia
incluso antes de la interpretación de resultados. En este artículo se explora cómo el ruido evidencia la
relación entre tecnología y ciencia y pone en entredicho jerarquías como las que se establecen entre
invención y descubrimiento o ingeniero y científico, sugiriendo que quizás ya sea momento de
superarlas.
Palabras clave: tecnología, ciencia, instrumentación, ruido, descubrimiento, invención, ingeniería.
Abstract: Modern science uses extensively a variety of instruments, tools and artifacts. We need to
do a more profound analysis of the relationship between science and the technology upon which it
depends, well beyond the concept of techno-science, which simply fuses them without properly
explaining their links and causalities. The notion of “noise” –the useless data that get in the way and
must be eradicated by the instrumentation– is a useful one for such an analysis, since it shows the
epistemic and ontological division drawn by technology even before science interprets its results.
This article explores how noise puts in evidence the relationship between science and technology,
and calls into question such hierarchies as the established between invention and discovery or
engineer and scientist, suggesting that it may be time to get them over with.
Keywords: technology, science, instrumentation, noise, discovery, invention, engineering.
1
Investigación realizada gracias al Programa UNAM-DGAPA-PAPIIT clave IN403317
“Epistemología de la tecnología y el desarrollo del conocimiento científico”.
2
Un excelente ejemplo de esto es el CERN. Entraremos a detalle en él más adelante.
3
American Association for the Advancement of Science, Formulario de registro,
<https://pubs.aaas.org/Promo/promo_setup_rd.asp?dmc=P0RFB1>, (2 de octubre de 2013).
porque acabar con ellos conllevaría terminar con nuestra propia muestra, y hay
radiación de la que no podemos huir. ¿Qué hacer entonces? Necesitamos el
equivalente a mover la antena como enloquecidos o golpear el aparato hasta que
se defina la imagen, lo cual implica modificar nuestros instrumentos (o sus
parámetros) para que sólo detecten lo que nosotros queremos que detecten.
¿Problema resuelto? No en realidad. El problema apenas está saliendo a la
luz. Al hacer la analogía con la señal de radio, televisión o teléfono, dimos algo
por hecho: que esperábamos recibir un mensaje. ¿Y quién envía ese mensaje?
Alguna persona en una antena lejana que preparó con mucho esmero el programa
radiofónico o televisivo, o que está intentando llamarnos por el celular. Es decir,
nosotros ya esperábamos obtener algo específico al encender el radio, la
televisión o el celular; o por lo menos teníamos una idea bastante clara de cómo
debía verse u oírse. ¿Qué pasa en el caso de los científicos? ¿Qué clase de
mensaje están buscando? Lo que ellos buscan son resultados. Específicamente,
resultados predichos. Y saben discernir entre un resultado correcto y uno
incorrecto porque tienen una teoría que predice qué debería y qué no debería
suceder bajo ciertas circunstancias. Es decir, saben exactamente qué mensaje
quieren recibir; o con una mejor analogía: recorren el mundo moviendo
frenéticamente la perilla de su radio, esperando sintonizar la estación que debería
estar ahí.
Cuando más arriba dije que los científicos ya saben qué resultados buscan de sus
experimentos, entré a un viejo problema tratado desde siempre por la filosofía de
la ciencia: el de la contrastación empírica. La ciencia moderna es empírica en el
sentido de que idealmente todas las hipótesis de sus teorías sean contrastables
con la realidad tangible. A diferencia de la metafísica y gran parte de la filosofía
natural que la precedieron, la ciencia moderna experimenta para ver si la teoría
en realidad funciona. No depende de la razón ni de una buena argumentación ni
de un sistema coherente: depende de si las cosas en realidad son así. Y ese “en
realidad” exige que cualquier persona sea capaz de acceder a los mismos
resultados en caso de duda.
La filosofía de la ciencia ha dado varias interpretaciones (o ha intentado
normar) a esta exigencia de contrastación empírica. La más notable de ellas es la
de Karl Popper, quien bautizó a su teoría “falsacionismo”.4 Lo que Popper
4
Cfr. Popper, Karl, La lógica de la investigación científica, Madrid, Tecnos, 1962.
5
Para ser justos con Popper, parece que no era ajeno a esta dificultad: Incluso en The Logic of
Scientific Discovery pide que la falsación sea repetida experimentalmente para ser válida:
“Difícilmente nos inducirán a desechar una teoría –por falsada–, unos pocos enunciados básicos
esporádicos; pero la daremos por tal si descubrimos un efecto reproducible que la refute”. Ibid., p.
83.
6
“El requisito de que la hipótesis falsadora ha de ser empírica, y, por tanto, falsable, quiere decir
exclusivamente que debe encontrarse en cierta relación lógica con respecto a los posibles enunciados
básicos; así pues, lo que exigimos atañe sólo a la forma lógica de la hipótesis”. Idem.
7
Quizás también sea porque, como se verá en la nota 21, se dio cuenta del proceder tramposo al que
la instrumentación puede prestarse.
Hasta ahora hemos usado el término “instrumento” de una manera muy libre,
asumiendo que todos entendemos lo mismo por esa palabra. Para poder
continuar, sin embargo, sería sano hacer ciertas distinciones. Es común, por
ejemplo, que todo lo que caiga dentro del término “tecnología”, sea tomado
como un instrumento. Así, se entenderían por “instrumentos” algo tan cotidiano
como una pipeta, una regla, un termómetro y cosas tan leviatánicas como el
telescopio Hubble o el acelerador de partículas del CERN. Además de ser
productos de la tecnología, todos ellos son utilizados por científicos en sus
investigaciones. Pero no todos son instrumentos. Para aclarar el tema,
utilizaremos una terminología que Adrien Barbaresi atribuye a Gilbert
Simondon. Él distingue entre “herramienta”, “instrumento” y “aparato”. 8
La herramienta se entiende como un objeto que funciona como
mediador entre su operador y aquello sobre lo que incide. Es un objeto de acción.
Su propósito es aumentar las capacidades del operador, funcionando como una
extensión de su cuerpo. En los ejemplos anteriores, la pipeta es una herramienta:
nos permite realizar una acción (el goteo de una sustancia) de una manera mucho
más efectiva que si la hiciéramos con los dedos o con las propias manos.
El instrumento, en cambio, es un objeto que aumenta las capacidades
perceptivas. Nos permite o bien detectar datos que de otra manera no podríamos
percibir (como un microscopio) o bien medir,9 como la regla y el termómetro.
8
Cfr. Barbaresi, Adrien, “Denkansätze zur Philosophie der Technik”, Hamburg, Easterhegg, 2011,
pp. 8-9. Él cita a Simondon, Gilbert, Du mode d’existence des objets techniques, Aubier-Montaigne,
1969, pp. 88-89; pero no he encontrado su referencia. Quizá esto se deba a que trabajé con una
edición posterior (la de Aubier de 1989). De cualquier manera, la distinción resulta útil y la
seguiremos utilizando.
9
Hay un salto entre percibir y medir. Al percibir simplemente se recibe información cualitativa: el
agua está caliente o está fría. También puede haber una comparación: el agua de este vaso está más
caliente que la del otro. Al medir, en cambio, esta comparación se da contra un modelo
estandarizado: el agua tiene una temperatura de 50°C. Los grados Celsius ya están fijos y sirven
como moneda de cambio entre las diferentes temperaturas.
Invención y descubrimiento
grave, es que esta explicación del origen del campo magnético terrestre se
mantiene en hipótesis (si bien es la más aceptada), pues hasta ahora los modelos
propuestos no coinciden con los datos. El segundo es que, para que el fenómeno
fuera el mismo, el hierro en rotación debería estar electrificado, y no parece
haber una fuente eléctrica debajo de la corteza terrestre. Independientemente de
estas dificultades, el caso de la Tierra es significativo por otra razón: se propuso
esa solución al enigma después de que ya existían tanto los motores eléctricos
como los dinamos y los electroimanes. La tecnología precedió a la explicación
de la naturaleza.
Esta discusión entre si el motor de Faraday produjo un fenómeno nuevo o si
simplemente reprodujo –sin saberlo–10 un fenómeno ya existente puede
formularse de otra manera: ¿Faraday inventó la rotación electromagnética o la
descubrió? En el primer caso, Faraday sería el padre del fenómeno: éste se habría
generado en su mente y la construcción del motor sería su nacimiento. En el
segundo, Faraday sería como Colón: asumió que, dado el conocimiento con el
que contaba, si seguía cierto camino iba a llegar a algún lado, y llegó (aunque
quizás no exactamente a donde pensaba). Desafortunadamente, no tenemos
registro de su propósito, así que no podemos resolver de esa manera la cuestión.
Pero hemos sentado un precedente para entrar en una distinción que se antoja
problemática: ¿Cuál es la diferencia entre descubrir e inventar?
Hasta ahora tenemos dos propuestas:
1) El invento es radicalmente nuevo, mientras que el descubrimiento ya
estaba ahí –aunque ignorado por los humanos–. En ese sentido, las carabelas no
existían en la naturaleza antes de ser inventadas, pero América sí estaba en donde
está ahora antes de que Colón la descubriera.
2) El invento es ideado por su autor, quien supera ciertas dificultades
para su realización; el descubrimiento es tan sólo sospechado, a veces incluso
surge de manera completamente accidental. Quienquiera que haya inventado las
carabelas tuvo planos muy claros acerca de cómo quería su navío, con un
propósito acerca de sus funciones; pero Colón se lanzó al poniente esperando
encontrar las Indias (y hay que hacer hincapié en su esperanza, que no era
certeza), y se le atravesó América.
Cada una de estas distinciones está cargada hacia un lugar diferente. La
primera distingue entre invención y descubrimiento a partir del objeto: él era el
que existía o no existía. La segunda lo hace a partir del sujeto: su actitud en el
momento de la invención o el descubrimiento es lo que define a qué actividad se
refiere. La disponibilidad de datos nos empuja a preferir la primera, pues no
10
Porque en eso sí hay consenso: Faraday no estaba intentando replicar nada que ya hubiera visto.
siempre conocemos las intenciones ni los estados mentales de los agentes, por lo
que la segunda nos llevaría a la mera especulación. Sin embargo, quiero mostrar
que ambas distinciones coinciden, aunque parezcan estar en polos opuestos. Para
ello una anécdota.
Un amigo matemático exclamó un día, después de haber trabajado un par de
horas sobre sus papeles, que por fin había descubierto una nueva prueba para el
teorema en el que se ocupaba. Yo le hice notar que las matemáticas eran un
lenguaje como cualquier otro, por lo que decir que se descubría una prueba
nueva era tanto como decir que se descubría un poema al escribirlo por primera
vez. Él me contestó que claro que los poemas se descubren, pues al trabajar con
el lenguaje se cuenta con una cantidad finita de elementos y sólo hay que
encontrar la combinación adecuada de ellos. Entonces me di cuenta de que la
distinción entre invención y descubrimiento se hace a partir de una decisión
metafísica: el que inventa piensa que su producto no existiría de otra manera
(que depende por completo de su inventor), mientras que el que descubre piensa
que las posibilidades son finitas (o son infinitas, pero contamos con el tiempo
suficiente para probarlas) y por lo tanto todo sucede eventualmente. Es
interesante ver cómo la segunda explicación era preferida por un científico,
mientras que la primera era la del humanista.
En ese caso, para saber si Faraday descubrió o inventó la rotación
electromagnética tendríamos que tomar una decisión acerca de nuestra
concepción del mundo. Tal vez incluso no habría que tomarla, sino que diríamos
una u otra cosa dependiendo de lo que creyéramos inconscientemente. Esta
solución, aunque no es muy satisfactoria, es digna de consideración, como lo
veremos más abajo.11
¿Y el ruido?
No nos hemos salido del tema. Esta pequeña tangente sirve para enriquecer
nuestra exposición anterior. Eludamos de momento la cuestión metafísica y,
volviendo a los objetos que se utilizan en la investigación científica, digamos que
la diferencia entre instrumento y aparato es que el primero descubre y el segundo
inventa. En ese caso, para asegurarnos de que la investigación científica nos
11
Además, parece que nos adentramos en otro problema complejo: el de la distinción entre lo natural
y lo artificial. Quien opta por la invención cree que los humanos podemos crear cosas independientes
de la naturaleza (cree en una diferencia tajante entre lo natural y lo artificial). Quien opta por el
descubrimiento cree que los humanos formamos parte de la naturaleza y, por lo tanto, todo lo que
lleguemos a crear ya estaba en ella a priori (cree que la dicotomía natural-artificial es estorbosa).
mostrará cosas que en efecto están ahí y no cosas que sólo estaban en la mente de
los investigadores, la regla de oro debería ser la siguiente: no usar nunca un
aparato como si fuera un instrumento. De lo contrario, no habría diferencia entre
la ciencia moderna y, digamos, el teatro: se idea un argumento, se escribe y se
representa; pero eso nunca quiere decir que la gente real se comporte como los
personajes dramáticos.
¿Cumple la ciencia moderna con esta regla? No. Tomemos nuestro ejemplo
de aparato: el acelerador de partículas del CERN.12 El CERN es una instalación
gigantesca, que ocupa territorio en dos países y cuenta con el apoyo económico
de otros dieciocho. Fue creado con el propósito de investigar la física de
partículas y resolver preguntas sobre cómo era la materia justo después del Big
Bang y por qué se comportó de modo que ahora es como es y no de otra
manera.13 El problema es obvio: el Big Bang, en teoría, se dio hace trillones de
años, y ya no lo tenemos a la mano como para sacarle una muestra, ponerla bajo
el microscopio y resolver nuestras dudas. Si queremos estudiar sus condiciones,
tenemos que recrearlas. El CERN es, por lo tanto, una simulación. Está
construido basándose en las teorías más sólidas de la física especulativa y busca
probar sus hipótesis. Se aceleran partículas subatómicas hasta hacerlas colisionar
una contra otra y se observa el resultado (más partículas subatómicas, pero
diferentes). Así se han logrado producir y observar muchas de las partículas
postuladas por la teoría: los antinúcleos, el antihidrógeno, los quarks, los
gluones, el bosón de Higgs, etc. Es interesante que la historia del CERN se
resuma a la historia de los aparatos e instrumentos que ha utilizado: desde los
años 50 se ha realizado un proceso de mejoramiento constante, con aceleradores
cada vez más poderosos. Al mismo tiempo está la historia paralela de los
detectores, pues de nada sirve producir una partícula si no se la puede
“observar”. Estos detectores también están basados en la misma teoría, ideados a
partir del comportamiento que se espera de las partículas producidas. Entonces,
para comprobar o refutar una teoría, se construye un aparato basado en ella, se
produce un fenómeno que ella predice y que se detecta con un instrumento
diseñado a partir de la teoría misma. ¿No hay ahí una petición de principio?
Ciertamente lo parece. Pero lo importante, por el momento, está en la historia de
los detectores: mientras más avanzan, mejores son los resultados obtenidos. Esta
mejoría se debe a que los nuevos son más sensibles, lo que quiere decir que
12
Por comodidad, a partir de ahora sólo lo llamaré “CERN”, pero hay que tomar en cuenta que el
acelerador de partículas no es lo único que ahí se encuentra. Toda la información al respecto fue
tomada de <http://home.web.cern.ch/about>.
13
Una de las preguntas básicas, por ejemplo, es por qué la naturaleza prefiere a la materia sobre la
antimateria.
Las cucharas
14
Baird, Davis, Thing Knowledge: A Philosophy of Scientific Instruments, Berkeley, University of
California Press, 2004, p. 68.
15
Entre ellas se encuentran que es estable a temperatura ambiente y, sobre todo, que es constante:
siempre se dilata igual ante la misma temperatura.
16
Evidentemente necesita que algo más lo caliente, pero me refiero a que no requiere interferencia
humana para ello.
recordar que el acelerador de partículas (el aparato) está equipado con sus
propios detectores (los instrumentos), de manera que funcionan como uno solo.
2) El mercurio del termómetro se comporta de una manera confiable; su
dilatación ha sido observada y corroborada con anterioridad. Los detectores del
CERN se estrenan sobre las muestras que se busca medir. Lo que es más, se
define la fiabilidad del detector dependiendo del éxito del experimento: se dice
que cada vez hay mejores instrumentos porque cada vez arrojan mejores
resultados (es decir, es cada vez más frecuente que arrojen los resultados
esperados).
Es en la segunda diferencia donde entra en todo su vigor el ruido. Al trabajar
con partículas elementales, el CERN es especialmente susceptible a la
interferencia. La razón es muy simple: todas las cosas están hechas de partículas
elementales, así que ¿cómo lograr que el CERN detecte solamente aquéllas con
las que se trabaja? Para eso cuenta con todo un sistema de aislamiento que le
permite trabajar en condiciones de vacío.17 Por eso, también, sus instrumentos
deben ser ajustados para dar el contraste suficiente que permita una lectura. Es
decir, los detectores del CERN deben distinguir (o permitir que su lector
distinga) entre un dato relevante y un dato que estorba.18
17
Para una historia acerca de cómo se logró el vacío en los aceleradores de partículas, vid. ibid., pp.
58-60.
18
Para una exposición sencilla de cómo se leen los datos en el CERN (específicamente en la
búsqueda del bosón de Higgs), vid. <http://www.youtube.com/watch?v=IqAWqwh3Etw>.
19
Hay quienes carecen de él por problemas de desarrollo. Recuerdo que mi hermano menor reprobó
buena parte de su primaria hasta que fue ingresado en terapia auditiva: no lograba escuchar sólo a la
maestra.
20
No pongo “decisión”, porque ésta en realidad la hace quien lo ajuste.
21
En realidad no, pero pueden repetir el experimento cuantas veces lo deseen, similar a como
podríamos volver a escuchar una grabación las veces necesarias.
Los tramposos
El ejemplo me gusta porque muestra cómo dos teorías científicas (la óptica
ondulatoria y la corpuscular), ambas coherentes, fueron incapaces de acordar un
solo experimento crucial, sino que cada bando produjo uno que le diera la
victoria – y para hacerlo tuvieron que desarrollar los instrumentos y aparatos
necesarios. Su unión en la electrodinámica cuántica no zanjó la cuestión, sino
que la llevó a nuevos límites: mediante un aparato que emite un solo fotón a la
vez y un instrumento que lo detecta se ha logrado ver el experimento de la doble
rendija desde el punto de vista corpuscular, y el uso de un láser permite vencer la
limitante del efecto fotoeléctrico y volverlo compatible con la teoría ondulatoria.
La tendencia en el campo es modificar la teoría de acuerdo a lo que la tecnología
pueda producir.
Regresemos brevemente a Popper. Él acusaba a quienes ajustan sus
instrumentos de hacer modificaciones ad hoc y, por lo tanto, de proceder
tramposamente.22 Pero no hay que olvidar que los instrumentos se inventan, no
crecen en los árboles. Se inventan con un propósito (obtener buenos resultados).
Si quisiéramos acusar de “trampa” y de modificaciones ad hoc, sería ingenuo
limitarnos a los ajustes de los instrumentos, pues están diseñados desde un
principio para evitar el ruido (sólo que a veces no lo logran a la primera). La
trampa no sólo está en ajustarlos o no ajustarlos, sino en su diseño mismo, que
permite –exige– el ajuste. El falsacionismo de Popper, llevado al extremo, ni
siquiera permite el uso de instrumentos. Por eso lo ignoraron, porque su noción
misma de “trampa” es inadecuada. ¿No sucederá lo mismo con la regla de oro
que formulamos arriba?
Yo diría que sí. La regla de oro no se sigue no porque sea impráctica ni
porque seguirla implicaría cancelar proyectos que han costado millones del
erario público durante décadas. No se sigue porque, sin hacerlo explícito, la
ciencia actual ya no reconoce una diferencia entre invención y descubrimiento.
La existencia del ruido obliga a los científicos a decidir con qué datos quieren
trabajar y, por lo tanto, dotar a eso de existencia y relegar al resto al olvido. Pero
sobre todo hay que reconocer que esa distinción se hace con los aparatos. No
tenemos otra manera de hacerla, y exigir que sólo se utilicen instrumentos que no
produzcan fenómenos nuevos, o incluso que no produzcan ninguno, sólo nos
limitaría al tipo de conocimiento que se obtiene de instrumentos tan primitivos
como una regla. La ciencia actual produce conocimiento a partir de los aparatos e
instrumentos que usa; a partir de su tecnología.23 Es importante hacer hincapié en
22
Cfr. Popper, Karl, op. cit., p. 77.
23
No estoy hablando aquí de tecnociencia. Este término se utilizó para designar investigaciones como
el Proyecto Manhattan, en las que el objetivo era refinar la teoría para producir la mejor tecnología.
En los casos que he analizado no hay tal combinación de objetivos científicos y tecnológicos. Los
Los otros
Hasta ahora he hablado exclusivamente de los científicos. Ellos son los que usan
tanto aparatos como instrumentos y herramientas. Sin embargo, al reconocer la
necesidad de sustituir el binomio “invención-descubrimiento” por su síntesis de
“producción”, tenemos que dar un paso atrás para examinar todo ese equipo que
estábamos dando por hecho. Si la ciencia actual es interdependiente de la
tecnología que usa para su investigación, ¿no es importante saber quién, y cómo,
desarrolla esa tecnología? Claro que lo es. Y quien la desarrolla normalmente
son los ingenieros.25 Para darnos una idea ad populum de la influencia que tienen
en la producción de conocimiento, bastan los datos de empleo en el CERN: ahí
trabajan diez veces más ingenieros que físicos.26 Es decir que cuando
hablábamos de todo el equipo utilizado en el CERN para la investigación,
estábamos invisibilizando el trabajo de la mayoría de su población. Esto es
grave. Y no por razones de clase ni de democracia, sino porque asumíamos como
dado algo que en realidad es el producto final de todo un proceso que aún no se
ha comprendido cabalmente: la creación de tecnología por parte del ingeniero.
Ya habiendo derogado la frontera entre invención y descubrimiento hay que
derogar también una jerarquía que ésta sostenía: la de ponderar, en el campo
científico,27 al descubrimiento sobre la invención. El conocimiento científico
actual se produce, y esta producción, al depender totalmente de la tecnología, ya
no se realiza únicamente por los científicos. Tras bambalinas hay ingenieros
desarrollando toda la tecnología que forma parte de la investigación, avanzando
científicos del CERN tienen objetivos meramente teóricos, independientemente de las aplicaciones
tecnológicas que alguien quiera derivar de ellos.
24
Baird, Davis, op. cit., p. 50. La traducción y el subrayado son míos.
25
También hay científicos, pero no es éste su propósito principal; sólo lo hacen cuando se ven
obligados a ello.
26
CERN, “Engineering”, <http://home.web.cern.ch/about/engineering>.
27
Sucede lo contrario en las artes, por ejemplo.
siempre a la par de ésta y con una retroalimentación tan absoluta que nos hacía
sospechar de petición de principio. Los ingenieros también están produciendo
conocimiento. Si no reconocemos esto y comenzamos a estudiar su hacer desde
esa perspectiva, quedaremos ciegos a una parte indispensable de la investigación
científica (y tecnológica, habría que añadir) actual y que es lo que en última
instancia hace posible el desarrollo espectacular de las dos.
Conclusiones
A lo largo de este trabajo hemos visto cómo el ruido y las maneras de lidiar con
él inciden en la investigación científica. Hemos visto que los datos no se
presentan en estado puro, sino que hay que tratarlos primero. Hay que filtrarlos.
Y al hacer eso se decide de antemano con qué datos se quiere trabajar y cuáles se
dejarán de lado, incluso llegando a eliminarlos.
Un primer impulso sería denunciar esta práctica como una petición de
principio y formular una regla de oro para evitarla. Sin embargo, hacer esto
condenaría la investigación científica actual, en vez de intentar comprenderla.
Después de todo, es una denuncia demasiado obvia como para que los científicos
mismos no la hubieran ya tomado en cuenta. El camino a seguir es, más bien,
derogar la frontera entre la invención y el descubrimiento y comenzar a estudiar
la investigación científica como producción de conocimiento. Hacer esto,
además, implicará por fin reconocer la gran producción de conocimiento que
realizan no sólo los científicos que experimentan, sino los ingenieros que diseñan
los aparatos, instrumentos y herramientas necesarios para su experimentación.
De este modo, el estudio de la ciencia actual se verá enriquecido con una
parte que le es fundamental: el estudio de su tecnología. Al incluirla, quizá
podamos empezar a descifrar no sólo la importancia de su interacción sino el por
qué para la ciencia es tan de vital importancia el desarrollo de la tecnología que
siempre la acompaña.
Bibliografía
Universidad de Oviedo
jasosahg@gmail.com
RECIBIDO: 28/03/2016
ACEPTADO: 15/07/2016
Abstract: The work carries out an analysis of the Urban Artisanal Winemaking (UAW) in the local
context of Cienfuegos, Cuba, from the approach that generate the Social Studies of Science and
Technology, in order to substantiate this technological practice as an element of cultural identity. For
this, activity of the associates to winemakers´ clubs Guanaroca and Jagua of that city was analyzed in
the period 1994 - 2012. The novelty is that it is theoretically based and systematized the UAW as an
identity element of the city of Cienfuegos. It also carries out a novel application in the theoretical
methodological proposal developed by Bansart (1993) on the cultural identity of the collective self,
which allows highlight it as a guide to establish a technological practice as an element of identity
context is performed.
Keywords: Philosophy of the technology, cultural identity, technological practice, artisan
winemaking.
Introducción
Una de las actividades que a través de los siglos ha navegado al lado y con
nuestra cultura occidental es el cultivo de la vid y el uso de sus frutos como
alimento y como bebida. En 1995 la producción de uvas alcanzaba 60 millones
de toneladas, ocupaba el cuarto lugar entre las frutas por su volumen de
producción y estaban cultivadas en todos los continentes, en alrededor de 8,2
millones de hectáreas de terreno y en la actualidad abarca unos 7,5 millones de
hectáreas (OIV, 2014).
religión.
Costumbres ● La reunión mensual es el marco en el que se intercambian
experiencias y se degustan los vinos.
● Los asociados emplean en su léxico palabras propias de la
práctica tecnológica.
Conductas ● El consumo de alcohol es moderado, aproximadamente 500
ml de vino diario. Algunos apenas consumen alcohol.
● En general los asociados respetan las leyes y patrones de
conducta de la sociedad.
Estructuras ● La actividad vinicultor-cuentapropista se establece como un
familiares negocio familiar. mayoría de los vinicultores tiene una familia
estable y funcional.
● La etiqueta privada, estas evolucionaron desde blancas y
negras, con símbolos primarios, y muy sencillas, a coloreadas,
de elaborados y equilibrados diseños.
● La etiqueta en los primeros años incluyen solo elementos de
identidad y el volumen, luego incorporan además elementos
que versan sobre el producto.
● La ficha de cata evolucionó desde una descriptiva criolla en
los años noventa, a una internacional basada en la de la escuela
de Burdeos, luego del año 2002.
● Desde la venta a granel, a ventas como vino embotellado.
Subsisten las dos formas.
● La valoración de la sociedad y la autovaloración como
vinicultor es cada vez mayor.
● Se incrementaron los medios de producción y lo
conocimientos.
Tabla III. Fundamentos objetivos del yo colectivo, características
socioculturales. Fuente: Sosa, 2014.
todo su conservación.
Tierra ● Las tierras de la región son muy fértiles y producen gran
variedad de frutas.
● En la ciudad el terreno está muy antropizado.
● Buen régimen de precipitaciones, que favorece los cultivos
(media de 1304 mm anuales y humedad relativa del 78 %).
Agua
● Los temporales lluviosos propician enfermedades causadas
por hongos.
Medio ● La enfermedad Mildiú, causada por el hongo Plasmopara
biológico vitícola Berl y de Tony y la Antracnosis, enfermedad causada
[seres vivos] por hongos pertenecientes a los géneros Colletotrichum y
Gloeosporium afectan a las vides cienfuegueras.
● Solo 10 asociados poseían vid (Vitis ssp) propia.
Identidad ● Los conciudadanos aceptan bien el vino artesanal, pero
cultural del más populares son el ron y la cerveza.
otro ● La cultura sobre vinos es pobre, y no hay cultura del cultivo
de la vid.
● No hay una cultura del debate público.
Características ● La población que consume vino abarca jóvenes y adultos,
demográficas de cualquier nivel escolar, profesión, raza, género y poder
adquisitivo.
Características ● Los clientes con un consumo regular y moderado del vino
biológicas artesanal refieren tener una buena y rápida digestión.
favorables.
● El derecho natural de acceso al automóvil (medios propios
de transporte) está cercenado.
Historia ● El traslado natural de conocimientos, habilidades y bienes
propia patrimoniales se interrumpió con las nacionalizaciones a la
propiedad privada en la década de 1960.
● Existen antecedentes de personas que compartieron sus
conocimientos en la elaboración de vinos desde el exterior o
desde antiguas fábricas de vino y/o ron.
● Las características actuales de la Vinicultura Artesanal
Urbana (VAU) están condicionadas por leyes y antecedentes
históricos, sociales y naturales del país.
Tabla IV. Características externas dentro de los fundamentos objetivos.
Fuente: Sosa, 2014.
Sentimientos
Amor/odio ● La vinicultura es para el vinicultor fuente de regocijo
espiritual.
● Solo se permitió el ingreso a la Granja Urbana a los
Atracción/rechazo vinicultores asociados.
● Entre los asociados se palpa respeto, en ocasiones
identificación y competencia.
● Se sienten en el disfrute de un don, o de un arte a la vez
ciencia.
Pertenencia ● Se identifican con su actividad, su entorno y su grupo
social.
● Son dueños de sus medios artesanales de producción y
del resultado de su trabajo.
● Se saben participes de las mismas necesidades e
intereses, y de los mismos derechos y deberes como
Unidad vinicultores asociados.
● Participan en eventos nacionales como un colectivo que
representa a Cienfuegos.
● Se interesan por las necesidades y la salud de los
Solidaridad compañeros enfermos o en dificultad.
● Comparten relaciones sociales de forma selectiva.
● Los vinicultores comercializadores gozan de una
Autonomía relativa autonomía para encarar proyectos y realizar
actividades.
● Encuentran en la VAU una forma de realización
personal y satisfacción espiritual.
● Comprenden la necesidad de llevar una familia estable y
Coherencia una actividad tecnológica responsable, para disfrutar de un
negocio próspero.
Mentalidades
● Tienen confianza en la vinicultura y en su
Modelos autocapacidad para salir adelante.
● A menudo se involucran en proyectos propios, y se
esfuerzan por llevarlos adelante.
Contra-modelos ● Saben que existen otros modos en el mundo de practicar
la vinicultura.
● La práctica tecnológica de la vinicultura artesanal
depende también de muchos factores jurídicos y
legislativos, externos a la misma.
Creencias
● Nombran a sus clubes con nombres de leyendas
Mitos indocubanas locales de Cienfuegos.
● El vino no solo se produce a partir del zumo de la uva.
● No se habla de religión en el seno del club, ni en los
Religión eventos nacionales.
● Concurren vinicultores de disimiles creencias y ateos,
predominan los últimos.
Motivaciones
Necesidades ● El vinicultor-cuentapropista encuentra en la vinicultura
un proyecto de vida y de interacción con la sociedad.
● Se saben participes de las mismas necesidades e
intereses.
● Trabajan por salir adelante.
Intereses ● Necesitan de la interacción social con sus semejantes
vinicultores, por razones sociales, de conocimiento y de
compartir experiencias.
● Los vinos artesanales son aceptados y reconocidos por
Reconocimiento sus conciudadanos.
por el sujeto ● Participa como VAU en eventos culturales, ferias,
colectivo exposiciones y programas radio-televisivos convocados
por el gobierno y las instituciones de la ciudad.
Conclusiones
El estudio fundamentó desde el enfoque CTS y sus herramientas teóricas
y metodológicas, que la práctica tecnológica interactiva VAU incide, matiza y
contribuye a la identidad cultural de la ciudad de Cienfuegos en el periodo 1994-
2012 y quedó fundamentado como elemento de identidad.
Más de cuatro quintas partes son elementos socioculturales, lo que
confirma la alta simbiosis entre la sociedad y las tecnologías.
La actividad vinícola artesanal en Cienfuegos, se desarrolla a través de
Referencias
RECIBIDO: 12/05/2016
ACEPTADO: 17/07/2016
Resumen: La mirada artística puede servir como estímulo de la intuición creadora de conocimiento
científico. Este trabajo pretende desarrollar esta premisa filosófica a través del ejemplo histórico de
Leonardo da Vinci. Su estudio científico sobre la óptica y su creación artística pictórica pueden
parecer, en primera instancia, inextricablemente unidos. Sin embargo, en varias ocasiones sus
hallazgos artísticos precedieron a su intuición científica sobre varios asuntos de óptica –sombras y
penumbras, el azul del cielo, la pupila del ojo, etc.− lo cual respalda la reivindicación del arte como
acicate para la creación científica.
Palabras clave: ciencia y arte, óptica, pintura, Leonardo da Vinci, intuición.
Abstract: The artistic look can serve as a stimulus to the creative intuition of scientific knowledge.
This work aims at developing this philosophical premise through the historical example of Leonardo
da Vinci. His scientific research in optics and his pictorial artistic creation may appear, at first glance,
inextricable linked. However, on several occasions his artistic findings preceded his scientific
intuition on various issues of optics –shadows and semi-darkness, the blue sky, the pupil of the eye,
etc.– which supports the claim of art as an incentive for scientific creation.
Keywords: science and art, optics, painting, Leonardo da Vinci, intuition.
Ahora piensa, ¡oh, lector!, qué confianza podemos tener en los antiguos que
intentaron definir el alma y la vida −las cuales superan toda prueba− mientras que
aquellas cosas que puedan ser conocidas con claridad en todo momento y probadas
por la experiencia, permanecieron desconocidas durante muchos siglos o fueron
entendidas erróneamente
(da Vinci, 2010, p. 244)− aunque es, tal vez, una mera reacción ante la
desmesura de la escolástica medieval.
A pesar de este empirismo, la experiencia no es final sino inicio del saber que
deviene con el intelecto humano. El fin de la experimentación es para Leonardo
entender las razones del ser, las causas de la naturaleza. Si éstas fuesen
comprendidas y sus efectos predichos, la experimentación dejaría de ser
necesaria. La experimentación artística es un acercamiento espontáneo, no
explícitamente dirigido −como la experimentación científica−, a esas causas de
la naturaleza. Si bien no permite una comprensión plena, si esclarece vías de
tránsito hacia el conocimiento.
Según una teoría del conocimiento medieval, los tres elementos primordiales
en el intelecto son (Capra, 2007): el arte −que en sus días significaba la habilidad
técnica−, la scientia, o sea el conocimiento, y la imaginatio o fantasia, es decir la
imaginación creativa. Esto se materializa en una estructura morfológicamente
tripartita y secuencial del cerebro (de ecos Galénicos): la primera zona es donde
reside el sensus communis (receptor de los estímulos) en conjunción con la
fantasia, la segunda zona contiene la zona racional del intelecto y la última es el
repositorio de pensamiento, esto es la memoria. Leonardo introduce, en este
esquema, un cambio aparentemente menor pero de una profunda hondura:
desplaza la fantasía a la segunda cavidad, elevando el status de la imaginación
(fantasia) a la de la razón (inteletto) (Kemp, 2006, p. 108). De esta manera el
intelecto se nutre de la imaginación y viceversa. La figura 1 muestra el esquema
fisiológico cerebral de Leonardo.
La óptica de Leonardo
Sombras y penumbras
luz será el doble que en el caso anterior: 2I. De aquí que la sombra en esta última
región poseerá un grado de oscuridad que es la mitad de la existente en la región
2. Las sombras de las regiones 2 y 3 son parciales, comparadas con la región 1,
debido a la superposición de varios conos visuales, de ahí que Leonardo las
denominase ombra composta3.
Si se aumenta el número de conos visuales el análisis se vuelve más complejo
pero esencialmente seguiremos teniendo una superposición variable de conos, lo
cual conlleva ineludiblemente una gradación en la cantidad de luz, y por tanto en
el tipo de sombra.
Leonardo también clasificaba las sombras siguiendo otro criterio: si son
directamente generadas por un objeto que bloquea la luz se denominaban ombra
originale o primitiva, mientras si son percibidas en la superficie de un objeto
pero generadas fuera de éste se llamaban ombra dirivativa. Lo que en la
terminología de arte actual se denominan sombras propias y sombras
proyectadas.
3
Johannes Kepler acuñaría el término penumbra (del latín paene ‘casi’ y umbra) para esta sombra
parcial.
Castillo de Windsor folio 19076r, Da Vinci, 2004, p. 243). Los rayos visuales
transportan, pues, información no sólo de la forma de los objetos que los
engendran sino también de su color. Ahora bien, a veces se producen situaciones
en las que por el relieve de un cuerpo y la localización de la fuente luminosa,
algunas partes de aquel sólo las podamos ver por la iluminación indirecta
reflejada en otra parte del cuerpo. En este caso, veremos aquella parte del cuerpo
del color de ésta. Leonardo ilustró esta idea con un dibujo, adaptado en la parte
derecha de la figura 4.
Si a es la luz y b está iluminado por la línea de esa luz, c, que la luz no puede ver, ve
tan solo la parte iluminada que, supongámoslo así es roja. En tal caso, la luz reflejada
por ella se asemejará a la superficie que la causa y teñirá de rojo la cara c.” (Codex
Ashburnham I folio 32v, Da Vinci, 2004, p. 252).
Dico, l’azzurro, (che) in che si mostra l’aria, non essere suo propio colore, ma è
causato da umidità calda, vaporata in minutissimi e insensibili attimi, la quale piglia
dopo sè la percussion de’razzi Solari e fassi luminosa sotto (le ten) la oscurità della
immense tenebre della regione del fuoco, che di sopra le fa coperchio; e questo vedrà,
come vid’io, che andrà sopra mom Boso, giogo dell’Alpi…
4
La dispersión de Rayleigh por parte de las moléculas que componen el aire es la principal
explicación científica actual de por qué el cielo es azul.
que en la actualidad: la apertura que fija la cantidad de luz que entra en el ojo. Es
el significado que utilizaremos aquí.
Leonardo dedujo que el tamaño de la pupila cambiaba esencialmente debido a la
mayor o menor luminosidad del objeto por tanto con la finalidad de capturar
más o menos luz.
Questa nostra popila cresce e diminuisce secondo la chiarità o scurità del suo obietto,
e perché con qualche tempo fa esso crescere e discrescere, esso non vede cosi presto
uscendo [d]al lume andando all’oscuro, e similmente dallo scuro al luminoso. E
questa cosa già m’ingannò nel dipignere un occhio e di lì la ‘mparai” (Codex Foster II
folio 158v, Biblioteca Leonardiana, 2016)
5
Ver discusión en (Keele, 1983, p. 71).
6
Conviene señalarlo para desmitificar su tan loada genialidad.
punto más superior del fondo d. Esto provoca que c no se vea como un único
punto r sino como una mancha st7. Es fácilmente deducible, por un simple
argumento geométrico, que el tamaño de la mancha aumentará según el borde se
acerque al ojo. Conviene matizar que, en cierto sentido, esto presenta cierta
contradicción con la prospettiva spedizione, que predice que las cosas lejanas se
vean borrosas por un pérdida de agudeza visual: “de lejos todos los contornos
resultan indiscernibles” (Codex Ashburnham 10r, Da Vinci, 2004, p. 262).
Ahora bien, ¿fue este razonamiento deductivo el seguido por Leonardo para
descubrir la visión borrosa de contornos? Un cauto Kemp mantiene que no
podemos saberlo (Kemp, 1977): “Es imposible decir si la existencia del efecto
del emborronamiento de borde fue deducido por Leonardo en base a la premisa
de que la virtù visiva se encuentra dispersada a lo largo de toda la pupila, o si
más bien fue primero observado y luego explicado”. Nuestra hipótesis es, sin
embargo, que Leonardo siguió el camino inverso a la deducción: la inducción.
La observación de que los bordes aparecen emborronados en la presencia de
un fondo es una experiencia que no pudo pasar desapercibida a un observador
tan sagaz como Leonardo. Esta observación, en conjunción con la prospettiva
spedizione, justifican la funcionalidad figurativa del sfumato; técnica pictórica
profusamente usada por Leonardo, con quien alcanzó sus máximas cotas
artísticas.
El sfumato, como técnica pictórica de la pintura al óleo, fue inventado por
los primitivos flamencos. Consiste en la aplicación sucesiva de veladuras (finas
capas de pintura con cierto grado de traslucidez) sobre el lienzo con una primera
base más o menos oscura. Las veladuras crean, por reflexión difusa en las
distintas capas8 una superposición de delicadas interferencias luminosas que
crean una sensación de apariencia difuminada, la cual se manifiesta
principalmente en los contornos. El logro visual, entre otros, es proporcionar
corporeidad, plasticidad a las figuras del cuadro. Así, como acertadamente
afirma Janis Bell (Bell, 2008), el sfumato es tanto técnica como percepción.
El sfumato está presente en las primeras obras de Leonardo9, aunque no
consigue un dominio claro de la técnica hasta La virgen de las rocas (1483-
1485). Leonardo lo utilizaba esencialmente para imitar lo percibido por la visión
7
En términos modernos, la imagen de los contornos esta emborronada porque la imagen formada por
objetos situado a varios planos se encuentra desenfocada, dejando aparte los fenómenos de difracción
óptica de bordes.
8
Técnicamente este fenómeno se denomina scattering incoherente (Simonot, 2004)
9
Su hagiógrafo Giorgio Vasari afirma que incluso aparece ya en las primeras manifestaciones
relevantes de Leonardo como aprendiz en el taller de Verrocchio: el ángel del Bautismo de Cristo
(1475-1478) (Fiorani, 2013, p. 88).
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EDUARDO R. SCARANO
Universidad de Buenos Aires
eduardo.scarano@gmail.com
RECIBIDO: 12/07/2016
ACEPTADO: 27/11/2016
Resumen: Este trabajo se propone caracterizar las familias de la consultoría y la asistencia técnica.
El análisis se realiza desde un punto de vista exclusivamente epistemológico. Es usual mostrar que la
tecnología se basa en las ciencias sustantivas y el método científico. Aquí se enfatizan, en cambio, los
rasgos propios que la tecnología agrega al conocimiento científico. Este enfoque inverso permite
obtener algunos resultados interesantes, especialmente distinguir tecnologías transdisciplinares y
caracterizarlas en sus rasgos básicos y, entonces, avanzar en la determinación, aún pendiente, de un
mapa epistemológico de las tecnologías.
Palabras clave: tecnología, familias tecnológicas, ciencia y tecnología, transdiciplina.
Abstract: This paper aims to characterize the families of consulting and technical assistance. This
analysis is done from the epistemological point of view. It is usual to show that the technology is
based on substantive science and the scientific method. This work stresses, instead, the traits that
technology adds to scientific knowledge. These reverse approaches allows for some interesting
results, especially to distinguish transdisciplinary technologies, to characterize its basic features and
then to advance the determination of a methodological map of the technologies; this task is still
pending.
Keywords: technology, families of technologies, science and technology, transdiscipline.
Introducción
Este trabajo tiene como antecedente la ponencia presentada al 1er. Encuentro Latinoamericano de
Filosofía Científica (Buenos Aires, 9/15).
La consultoría
Caracterización de la consultoría
Etapas de la consultoría
Análisis metodológico
Problema
¿?
Solución/ Diseño
Fundamentación
Prueba
Por sus consecuencias
observacionales
Evaluación
Revisión diseño
Nuevos problemas
1
Bouwmeester (2010, especialmente cap. 3) formula un enfoque total de la consultoría y también de
la gestión desde el punto de vista retórico, aunque también lo complementa con el enfoque desde la
teoría crítica. Sostiene que “Consulting is an activity in which personal valuations, experience
liability are necessary ingredients. An analytical approach appropriate to analyzing advice has to be
sensitive to these knowledge elements and the epistemology behind this analytical approach should
allow identification of elements like knowledge by experience or valuation, elements that should not
be dismissed as unscientific beforehand. The question of epistemology thus addresses what kind of
knowledge can be discussed in the context of advice analysis. A rhetorical analysis seems best
suitable for this purpose: it allows discussion of all arguments, including those normative and
personal, as well as ethos and pathos. The latter are sensitive to values and interests.” (pp. 66-7).
La asistencia técnica
Comentarios finales
Referencias
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Armbrüster, T., The Economics and Sociology of Management Consulting,
Cambridge, Cambridge University Press, 2006.
JUAN M. DURÁN
Universidad Nacional de Córdoba – CONICET (Argentina)
juanduran@gmail.com
RECIBIDO: 24/01/2017
ACEPTADO: 27/02/2017
Resumen: En este trabajo presento un estudio sobre el estado del arte de la llamada ‘epistemología
de las simulaciones computacionales’. En particular, me centro en los varios trabajos de Eric
Winsberg quién es uno de los filósofos más fructíferos y sistemáticos en este tema. Además de
analizar la obra de Winsberg, y basándome en sus trabajos y en el de otros filósofos, mostraré que
hay buenas razones para pensar que la epistemología tradicional de la ciencia no es suficiente para el
análisis de las simulaciones computacionales.
Palabras claves: simulaciones computacionales, novedad epistemológica, modelos científicos.
Abstract: In this article, I present a study on the state of the art ‘epistemology of computer
simulations’. Of particular interest is the work of Eric Winsberg, arguably one of the most fruitful
and systematic philosophers on the subject. Apart from the analysis of Winsberg’s work, I also
submit that there are good reasons for believing that standard philosophy of science is not enough to
account for computer simulations.
Keywords: computer simulations, epistemological novelty, scientific models.
1
Es oportuno mencionar aquí que Winsberg no presta excesiva atención a la distinción, que tanto le
preocupa a Simpson (2006) y Hartmann (1996), por ejemplo, entre ‘modelos’ y ‘modelos dinámicos’.
Se sugiere, en todo caso, que los modelos que constituyen el corazón de la simulación computacional
deben ser, por definición, modelos dinámicos.
Y no es que la creatividad sea una muestra de fragilidad, pero hay que recordar
que hasta aquí todos los autores mencionados han esperado dar con una
caracterización de las simulaciones computacionales sin tener la necesidad de
prestar atención a una metodología de diseño y construcción. El extraño caso de
Winsberg tiene que ver con el hecho de que no existen pasos obligatorios ni
seguros. Y es allí donde encontraremos una caracterización apropiada.
Pues bien, aceptar la complejidad metodológica en la estructura jerárquica de
una simulación computacional significa también preocuparse por la justificación
de las conclusiones alcanzadas en una simulación. La influencia de cada modelo,
así como sus fallas, deben ser comprendidas y manejadas correctamente, caso
contrario representan una amenaza potencial a la credibilidad en los resultados.
La comprensión y manejo de los diversos factores involucrados en todo el
proceso requiere, antes que nada, haber logrado ciertos grados de confianza
aceptables en las fuentes a las que se echa mano. Pero también se requiere de
confianza en las aptitudes de los usuarios y diseñadores, en especial cuando gran
parte de este conocimiento no se encuentra contenido en las estructuras formales
que establecen las bases originales de la simulación. En definitiva, a pesar de que
las simulaciones conciernen a la sustitución de soluciones analíticas por cálculo,
la pregunta acerca de la confianza en los resultados de la simulación va más allá
de las preocupaciones por el crédito otorgado al cálculo, remontándose tanto al
nivel del proceso de simulación en su totalidad como a las conclusiones
alcanzadas.
Para Winsberg, el modo en el que hemos visto cómo se constituyen las
simulaciones computacionales exigen de una epistemología propia. Persiguiendo
estos fines, el autor se centra en tres características de esta nueva epistemología
de las simulaciones computacionales, a saber: descendentes [downward],
autónomas y variadas [motley].
La primera de estas características se asocia al método con el que son
diseñadas las simulaciones computacionales. Por regla general, una simulación
parte de una teoría y, a medida que se avanza de un modelo a otro, se van
“quitando” grados de abstracción y generalidad. Es en este sentido que una
epistemología de las simulaciones debe tener en cuenta una metodología
descendente2. Esta epistemología consiste en tener que justificar inferencias de la
teoría a la aplicación –inferencias que los filósofos de la ciencia asumen como
deductivas y que acarrean la justificación de los niveles superiores a los
inferiores. En efecto, la construcción de los modelos son guiados, pero no
2
Descendente en el sentido de que parte de los modelos mecánicos a aproximaciones razonables de
fenómenos concretos (modelos computacionales más modelos ad hoc).
Metafísica: Las simulaciones crean algún tipo de mundo paralelo en el cual los
experimentos pueden ser controlados en condiciones más favorables que en el
‘mundo real’.
Epistémico: Las simulaciones demandan una nueva epistemología.
Semántico: Las simulaciones demandan un nuevo análisis de cómo los
modelos/teorías se relacionan con fenómenos concretos.
Metodológico: Simular es una actividad sui generis que está ‘entre’ teorizar y
experimentar (Frigg y Reiss 2009: 595)
detección, como puede ser la medición del péndulo que mide la fuerza
gravitacional g. Los datosA, por el otro lado, son entendidos como datos sobre un
sistema físico, como 9.8 m/s2 es un dato sobre la fuerza g. Como podría
esperarse, estos dos tipos de datos no son necesariamente disjuntos, ya que los
datos sobre un sistema (datosA) pueden tener un origen empírico (datosE). El
ejemplo de medir la fuerza gravitacional g es precisamente un caso de esto
último. Sin embargo, datosA tienen la característica de que pueden ser obtenidos
por medios de puro cálculo, ya sea con papel y lápiz o con computadoras
(Barberousse et al. 2009: 560). Hasta ahí, podría argumentarse, no hay nada de
novedoso en la noción de dato. Sin embargo el giro está en el hecho de que,
después de analizar los datos obtenidos de simulaciones computacionales, los
autores concluyen en que la línea que divide datos de simulaciones
computacionales de datos empíricos puede ser dibujada precisamente con una
base semántica. El análisis semántico, pues, se focaliza primariamente en dos
elementos, a saber, en el origen de producción de datos y en la capacidad
representacional sobre las propiedades del sistema objeto. De acuerdo con los
autores, estos dos elementos forman la novedad que subyace en la noción de
dato, donde el origen es computacional y está fuera de todo alcance cognitivo, y
la capacidad representacional juega un papel central en la validación de dichos
datos.
Estas ideas, correctas o no, son las que dan forma a la idea de una nueva
epistemología para las simulaciones computacionales defendida, entre otros, por
Winsberg, Humphreys, Barberousse et. al., y desdeñada por Frigg y Reiss.
A pesar de que el tipo de simulaciones escogidas por Winsberg comienzan,
fundamentalmente, con un modelo teórico, y a pesar de que se tome las
simulaciones como un intento de resolver ecuaciones matemáticas, el
conocimiento teórico que tenemos será considerado solo uno de varios
ingredientes que se usan para producir resultados de las simulaciones
computacionales. Así pues, para Winsberg la relación que la teoría mantiene con
los modelos es que “nuestra confianza en nuestras teorías físicas es una de las
cosas que, en combinación con otros elementos, garantiza nuestra creencia
racional de que los modelos que construimos son fiables y cognitivamente útiles”
(Winsberg 1999: 25). Solo si vemos las simulaciones como un intento de proveer
representaciones de sistemas reales, y no simples modelos abstractos, la
epistemología de las simulaciones computacionales cobra sentido.
La insatisfacción de estas ideas puede estar anclada en el hecho de que se
esperaba que, tal vez, existiera una relación más directa y dependiente entre el
resultado de las simulaciones computacionales y la teoría. Los modelos que se
construyen necesitan ser cuidadosa y delicadamente confeccionados y para ello
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Winsberg, E. (2006). “Models of Success versus The Success of Models:
Reliability without truth” Synthese 152: 1-19.
RECIBIDO: 21/07/2017
ACEPTADO: 03/11/2017
Resumen: Valoraremos, en este trabajo, el discurso europeo de la ciudadanía digital a través del
análisis de la iniciativa Europa 2020, llevado a cabo al inicio de la década para dar respuesta a los
retos de la crisis. Criticaremos el modelo de civilización que supone el programa europeo, basado en
el desarrollo e intercambio económico digital y el sentido estricto de alfabetización que comprende, y
propondremos, en cambio, un significado más amplio que recorre un camino desde la noción de
competencia hacia el de educación digital como una forma integradora y una premisa más justa para
una civilización digital global.
Palabras clave: ciudadanía digital, competencia digital, educación digital, civilización digital global.
Abstract: In this work, we will assess the European discourse of digital citizenship through the
analysis of the Europe 2020 initiative, carried out at the beginning of the decade to respond to the
challenges of the crisis. We will criticize the European model of civilization, based on the
development and digital economic exchange and the strict sense of literacy that it comprises, and we
will instead propose a broader meaning that goes from the notion of competence to that of digital
education, as an integrative form and a more just premise for a global digital civilization.
Keywords: digital citizenship, digital competence, digital education, global digital civilization.
La ciudadanía digital
Acuerdos generales
La competencia digital
Que en la actualidad hace falta saber conocer y utilizar, es decir, ser competente
en relación con las Tecnologías de la Información y la Comunicación, es
evidente. No quiero decir con esto que el predominio de un ser/hacer técnico o
instrumental sea incontestable,4 pero la tecnología digital ha sido incorporada
masivamente a dimensiones fundamentales de la vida social, como la educación
y el trabajo, lo que hace ineludible afrontar la capacitación y educación en
materia de tecnología de la información y la comunicación como una tarea
primordial. En el papel, la alfabetización y educación digital tendría que ser tan
avanzada como la tecnología de la información y la comunicación, pero es, en
cambio, pasiva y acrítica (Van Dijk 2004).
Por otro lado, la omnipresencia digital acentúa la importancia de redefinir la
“ ”
estrategias de enseñanza más acordes con las competencias informacionales y
digitales de nuestros tiempos (Area y Guarro 2012).
La digitalización de la información está permitiendo crear nuevas formas de
codificación, representación y construcción de la cultura en las que las
experiencias analógicas a menudo se confunden con las virtuales, propiciando un
ida y vuelta entre estos dos escenarios de interacción sociocultural, y
evidenciando que, en las últimas décadas, la influencia de los medios de
comunicación no ha ido a la par del fomento de la alfabetización mediática
(García-Ruiz et al. 2014).
En España, la Ley General de la Comunicación Audiovisual del 1 de abril de
2010 respondió a la necesidad de alfabetización mediática de los ciudadanos,
poniendo especial atención en la formación de prosumidores, es decir, aquellos
usuarios de la Red que asumen el rol de canal de comunicación y no solo
4
Véanse, en este sentido, los trabajos críticos de Jacques Ellul, Lewis Munford, Günther Anders,
Proudhon o Illich.
No obstante, los datos sobre alfabetización mediática y digital en este país son
diversos y en ocasiones discordantes. Los informes suelen dar panoramas
numéricos que disimulan los desafíos más apremiantes con comparaciones
celebratorias (Fundación Telefónica 2015). Algunos otros incluyen estudios más
mesurados, pero desde una perspectiva poco incisiva (Moreno 2015). Los más
“ ”
tradicionales de la competencia mediática (lenguajes, ideología y valores,
producción y difusión, procesos de recepción e interacción, dimensión estética),
y aunque reconocen datos más aceptables en el manejo de la tecnología en sí,
destacan la baja comprensión de los procesos mentales que se producen en la
interacción con las pantallas (Ferrés et al. 2012). En general, la impresión de
estos autores es que la alfabetización multimedia y digital se ha centrado en
incorporar las herramientas a la práctica docente –o laboral– sin una educación
en medios adecuada, provocando la inmersión de los jóvenes y los trabajadores
en el flujo del discurso digital sin una seria conciencia de su naturaleza y/o
implicaciones. Es decir, la distancia entre el uso de los medios digitales y un
conocimiento real de la capacidad y poder de los elementos visuales que los
conforman es relevante.
5
L E á
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://www / / /8/ _ / _ / _ _ _
U M E
“ ” )
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é
é
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C C x
6
Diario Oficial de la Unión Europea, 30/12/2006, p. L 394/15.
7
Diario Oficial de la Unión Europea, 30/12/2006, p. L 394/16.
é
é
Propuestas
8
Illich, Freire, Argyris o Knowles pueden ser ejemplos de este entendido.
9
Esta es la propuesta de Common Sense Media, organización sin ánimo de lucro dedicada a la
educación y la promoción de la seguridad en el uso de la tecnología y los medios de comunicación
masiva. Véase ://www /
como una condición, como una tendencia o aspiración (Searson et al. 2015). De
acuerdo con Parekh (2002, 2005), más que una ciudadanía digital absoluta, los
ciudadanos deberían ser orientados globalmente y capaces de llevar a cabo sus
responsabilidades como ciudadanos democráticos sin cargar con ellas a los
“ ” é
homogeneizadora. Así, la ciudadanía globalmente orientada, debería estar en
constante examen de sus propias políticas, mantener un interés activo en los
asuntos de otros países y el compromiso de crear un orden mundial más justo
(Searson et al. 2015). En el mismo sentido, la alfabetización debe ser entendida
como un permitidor (enabler) y no como un constructo cultural.
Ahora bien, aunque las nuevas tecnologías obligan a las organizaciones
sociales a articular redes alternativas de cooperación y acción colectiva,
transformando el capital social en capital social interconectado, no hay que cerrar
“
” “ ” C Z
2015) S M “ ”
“ ”
tecnología se traslada de la tecnología hacia los individuos, las comunidades y
sus interacciones con la información y el conocimiento (Grizzle 2014).
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RECIBIDO: 08/09/2017
ACEPTADO: 30/11/2017
Resumen: El impacto social de las TIC genera problemas éticos, sociales, políticos y jurídicos. El
objetivo del presente estudio es apoyar una mirada sistémica que permita comprender mejor y
afrontar los referidos problemas desde la Socio-cibernética, la Infoética y el Derecho dado su
naturaleza unitaria. La autora considera que si se propicia la interrelación entre estas áreas de las
ciencias sociales se pueden encontrar fórmulas que sean portadoras de soluciones que la sociedad
está demandando para ordenar un uso de las TIC que favorezca la convivencia civilizada y pacífica
en el Ciberespacio, el desarrollo social y el respecto a la dignidad humana.
Palabras clave: Derecho, Cibernética, Ciberespacio, Socio-cibernética, Infoética, impacto social de
las TIC.
Abstract: The social impact of the ICT generates ethical, social, political and juridical problems.
With the objective of contributing to a systemic look that allows to understand them better and to
face them appropriately intends an approach to the socio-cybernetics, the Infoethics and the Law,
given their unitary nature. It is considered that if the interrelation among these areas of the social
sciences is propitiated, these can be formulas that became carriers of that kind of solutions that the
humanity and the individual are demanding to order the use of the ICT and at the same time to favor
peaceful and civilized coexistence in the Cyberspace, social development and human dignity.
Keywords Law, Cybernetics, Cyberspace, Socio-cybernetics, Infoethics, social impact of ICT.
A modo de introducción
Los objetivos y metas de la Infoética están orientados a que los poderes públicos
garanticen el acceso a la información con acciones concretas que permitan
ampliar y hacer más igualitario el acceso a la información.
En síntesis se puede decir que desde la UNESCO se reclama a los Estados
miembros a que se preste especial interés en lograr un mayor acceso a la
información de dominio público en un contexto mundial; concebir estrategias
para superar los obstáculos económicos al acceso; potenciar el derecho a
comunicar y el reconocimiento de uso legítimo de la información así como la
utilización eficaz de las telecomunicaciones y de la circulación de la información
en la educación, la ciencia y la cultura.
Los Estados miembros para satisfacer los objetivos y alcanzar las metas se
encuentran convocados a la definición de las normas que han de regir en
términos de derechos, deberes y responsabilidades. Especial atención debe tener
el reconocimiento de la aplicación de excepciones legales a los derechos de autor
con el fin de facilitar el acceso a la información de los países en desarrollo.
Otro elemento regulativo a tener en cuenta lo constituyen las normas de
estandarización. La vía de la estandarización técnica pasa por la armonización
legislativa y la cooperación política. Las organizaciones de servicios y la
empresa moderna deben ser ayudadas a competir en todo el mundo.
Por otra parte, la realidad nos muestra elementos que no pueden ser
desconocidos: la existencia de derechos supraestatales como la Unión Europea o
la Corte internacional de Justicia; la fuerza económica transnacional de un
mundo de la producción y el consumo siempre más globalizado; el avance
tecnológico de los medios de comunicación de masa que constituye una opinión
pública global y que hace saltar las referencias espaciales y temporales del
pasado.
En coincidencia con (Martino 2015), se afirma que la globalización no
procede a través de formas claras de tradición del poder de las manos de algunos
sujetos a otros, sino más bien acoyundados a las formas tradicionales nuevos
sujetos y mecanismos se contribuye a roer y tal vez vaciar el poder establecido.
El desafío a los Estados es más bien de tipo competitivo frente a iniciativas que
les va quitando partes más o menos importantes del poder normativo, fiscal,
jurisdiccional, de control de la moneda y hasta del territorio y del uso legítimo de
la fuerza.
El presente muestra como nacen nuevos poderes que imponen sus reglas y
concitan a los Estados a declinar en sus funciones. El Estado no solo ve
disminuida una parte cuantitativa de su potencia, sino que las nuevas dinámicas
de poder se transforman y se delinean nuevas expresiones de influencia, nuevos
lazos y nexos de legitimación que se instauran entre los detentores del poder y
los destinatarios.
El Foro de Gobernanza de Internet puede ser tomado como un ejemplo. La
Gobernanza se gobierna desde la puesta en práctica de un Modelo de partes
interesadas. Se afirma la noción de pluralismo de influencia o constelación o red
de poder. El Foro Social de Internet se erige también como una vía alternativa.
En consecuencia se afirma que en el Ciberespacio operan nuevos sujetos
políticos tanto públicos como privados, algunos informales, económicos y
benéficos. Son ellos las grandes empresas transnacionales, las firmas de
abogados, organismos supranacionales, sujetos regionales o provinciales,
organizaciones no gubernamentales.
No obstante, el Estado sigue siendo el principal actor político nacional,
aunque el privilegio de su territorio es al mismo tiempo un límite con respecto a
otras organizaciones transnacionales.
De manera que se configuran las nuevas tipologías de poder con efecto
transnacional. Las relaciones de derecho público enfrentan el auge del derecho
privado. Se configura también un nuevo espacio de poder en su conjunto que se
valoriza a partir de las formas de participación, la transparencia y la eficiencia.
La gobernanza que cada vez se aleja más de la noción de gobernabilidad.
Hay una tensión permanente entre las sofisticaciones para individualizar al
sujeto en función de la seguridad y los cuidados que deben ponerse en no
desvirtuar la intimidad y el ejercicio de libertades. Ello es una manifestación de
los efectos horizontales de los derechos fundamentales.
La Infoética es punto de partida para la toma de decisiones que garanticen la
protección de la dignidad humana en la era digital. Constituye una convocatoria
para la adopción por los poderes públicos, las empresas y la sociedad civil, de
estrategias tendentes a garantizar la seguridad, la protección de la vida privada y
la libertad de expresión sobre las redes mundiales de información, incluidas:
proposiciones para la definición y la aplicación de códigos de conducta que
aseguren la fiabilidad y la seguridad sobre las redes mundiales.
Conocer sus postulados también favorece la formulación de principios
directores de autorregulación que garanticen un equilibrio razonable entre el
derecho de los usuarios a la libertad de expresión y el derecho a la vida privada.
El desarrollo social con auxilio de la metodología jurídica integrada a las
tecnologías emergentes recorre todo lo que está cambiando en nuestras vidas
gracias a las tecnologías desde mutaciones de hábitos sociales hasta una diferente
relación con los otros y con la administración pública.
Conclusiones
Referencias
RECIBIDO: 21/11/2017
ACEPTADO: 22/12/2017
Abstract: Humanity has developed an incommensurable techno-scientific power. At the same time it
has been convinced this power will lead us to our completely emancipation. Some thinkers, like Pope
Francis, call “technocratic paradigm” this ideology that affirms that the incidence of techno-science
in the economic and social life leads us to the ultimate step of human evolution. In this paper I
summarize the position of Pope Francis on the “technocratic paradigm”; why he considers it as the
cause of the most serious problems and threats for human family survival; which are its philosophical
bases; the fields that it impacts more seriously; what alternatives equally misleading has been
proposed to it; and why it is so difficult to overcome it.
Key words: technocratic paradigma, ecological crisis, social exclusión, Pope Francis.
1
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 105.
2
Uno de los precursores de la filosofía de la tecnología, Lewis Mumford, criticaba este
planteamiento ya en los años cuarenta del pasado siglo: “Presuponer que no queda más que una
posibilidad, la que representa nuestra civilización tecnológica ahora dominante, es un acto de ciega fe
religiosa, cometido por aquellos que creen que dicha civilización es el fin último de la evolución
humana”; Lewis Mumford, Ensayos, interpretaciones y pronósticos, Logroño, Pepitas de la
Calabaza, 2015, p. 819.
3
Ibídem, p. 812.
4
Matt Ridley, El optimista racional, Madrid, Taurus, 2011.
5
“La vida humana puede volverse más salvaje e irracional incluso al tiempo que se aceleran los
progresos científicos”; John Gray, Contra el progreso y otras ilusiones, Barcelona, Paidós, 2006, p.
14.
6
Sobre el rechazo de la idea de límite como definidor de la civilización tecnológica, cfr. Sergio
Cotta, El hombre tolemaico, Madrid, Rialp, 1977.
7
Lluis Oviedo, Álvaro Garre, “Cuidado por la tierra, atención a la persona”; En F. Chica y C.
Granados (eds.), Loado seas, mi Señor. Comentario a la encíclica Laudato si’ del papa Francisco,
Madrid, BAC, 2015, p. 280.
bases filosóficas y teológicas que, como no podría ser de otra manera, están
inspiradas por la revelación cristiana. El magisterio que Francisco lleva a cabo en
este campo está espoleado por la constatación de dos gravísimas injusticias que
alcanzan a toda la humanidad, están relacionadas entre sí y se extienden por
todas partes: la exclusión social y la degradación ambiental.
En las siguientes páginas voy a tratar de sintetizar la posición del papa
Francisco sobre lo que él mismo denomina el paradigma tecnocrático: por qué lo
considera causa de los graves problemas que padecemos y que amenazan la
misma supervivencia de la humanidad; cuáles son sus bases filosóficas; en qué
ámbitos tiene mayor impacto para el ser humano; qué alternativas igualmente
inadecuadas se han planteado; y por qué resulta tan difícil salir de él. Pero antes
me parece oportuno responder dos cuestiones preliminares: primero, si tiene
sentido escuchar la voz del máximo representante de una iglesia que, en última
instancia, habla desde los postulados de sus propias creencias; y segundo, si la
posición de Francisco constituye una novedad o no dentro de la Iglesia católica.
La Iglesia católica distingue entre lo que denomina verdades de fe, que solo
pueden ser compartidas y vividas por aquellos que creen en ellas, y las verdades
accesibles a la razón, que pueden ser comprendidas por cualquiera que ejerza esa
capacidad. De entre estas últimas distingue entre las verdades teóricas y las
prácticas. Las “verdades prácticas” interpelan a la acción libre del ser humano,
apuntando al bien que debe perseguir y al mal que debe evitar. A su vez, dentro
de ellas distingue entre las que son exigibles jurídicamente a todos los seres
humanos por ser condiciones básicas para construir una sociedad justa y aquellas
otras que, siendo moralmente exigibles, su cumplimiento nunca puede ser
exigido bajo coacción. La Iglesia católica entiende que su Doctrina social no solo
contiene obligaciones morales que apelan a la conciencia de todos los seres
humanos. Algunas de ellas son auténticas exigencias jurídicas en el sentido de
que deben estar garantizadas por el Derecho. Cuando no se hace así se está
permitiendo la comisión de graves injusticias contra las personas y las
sociedades.
El papa Francisco, de forma constante desde que inició su pontificado en
marzo de 2013, viene insistiendo en que el cuidado de la casa común es un deber
8
Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 2004, n. 466.
9
Michael Sandel, Contra la perfección, Barcelona, Marbot, 2006, p. 158.
10
Pablo VI, Carta Apostólica Octogesima Adveniens, 1971, n. 29.
11
Pablo VI, Encíclica Populorum Progressio, 1967, n. 34.
12
Pablo VI, Carta Apostólica Octogesima Adveniens, 1971, n. 47.
13
“Pablo VI ya puso en guardia sobre la ideología tecnocrática [26], hoy particularmente arraigada,
consciente del gran riesgo de confiar todo el proceso del desarrollo sólo a la técnica, porque de este
modo quedaría sin orientación”; Benedicto XVI, Encíclica Caritas in veritate, 2009, n. 14.
14
Ibídem, n.69.
15
Ibídem.
16
Ibídem, n.48.
garantiza que vaya a utilizarlo bien, sobre todo si se considera el modo como lo
está haciendo”17. Y es que, para el papa Francisco, el ser humano vive imbuido
en el paradigma tecnocrático que constituye “un modo de entender la vida y la
acción humana que se ha desviado y que contradice la realidad hasta dañarla” 18.
Esa desviación consiste en que, frente a una concepción de la técnica entendida
como instrumento de la libertad de la persona, se ha impuesto otra que concibe la
técnica como “elemento de una libertad absoluta, que desea prescindir de los
límites inherentes a las cosas”19.
El antropocentrismo desviado.
¿En qué consiste esa emancipación frente a los límites inherentes a las cosas? En
que el ser humano considera que la naturaleza no es más que “lo informe
totalmente disponible para su manipulación”. Francisco reconoce que el ser
humano siempre ha intervenido en la naturaleza. Pero antes su actitud era la de
recibir “lo que la realidad natural de suyo permite, tendiendo la mano. En cambio
ahora lo que interesa es extraer todo lo posible de las cosas por la imposición de
la mano humana, que tiende a ignorar u olvidar la realidad misma que tiene
delante… De ahí se pasa fácilmente a la idea de un crecimiento infinito e
ilimitado que ha entusiasmado tanto a economistas, financieros y tecnólogos.
Supone la mentira de la disponibilidad infinita de los bienes del planeta, que
lleva a «estrujarlo» hasta el límite y más allá del límite” 20.
Desde esta perspectiva no existe verdad alguna que pueda orientar el
comportamiento humano; solo el propio poder tecnológico que nos dice cómo
actuar para alcanzar el objetivo que nos propongamos en cada caso. Así las
cosas, resulta imposible encontrar “un sentido que no sea producido por nosotros
mismos”21. La ciencia y la tecnología entendidas desde esta perspectiva resultan
17
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 103.
18
Ibídem, n. 101.
19
Benedicto XVI, Encíclica Caritas in veritate, 2009, n. 70.
20
Ibídem, n. 109. Juan Pablo II ya se había referido a esa actitud del ser humano característica de la
Modernidad: “En la edad moderna secularizada se asiste al nacimiento de una doble tentación: una
concepción del saber ya no entendido como sabiduría y contemplación, sino como poder sobre la
naturaleza, que consiguientemente se considera objeto de conquista. La otra tentación es la
explotación desenfrenada de los recursos, bajo el impulso de la búsqueda ilimitada de beneficios,
según la mentalidad propia de las sociedades modernas de tipo capitalista. Así, el ambiente se ha
convertido con frecuencia en una presa, en beneficio de algunos fuertes grupos industriales y en
perjuicio de la humanidad en su conjunto, con el consiguiente daño para el equilibrio del ecosistema,
de la salud de los habitantes y de las generaciones futuras”; Juan Pablo II, Discurso a los promotores
y participantes en un Congreso internacional sobre “ambiente y salud”, 1997.
21
Benedicto XVI, Encíclica Caritas in veritate, 2009, n. 70.
completamente neutrales y su valoración dependerá por entero del uso que el ser
humano les dé22.
Pero Francisco rechaza esa presunta neutralidad 23. Por el contrario, afirma
que la ciencia y la tecnología “pueden implicar desde el comienzo hasta el final
diversas intenciones o posibilidades, y pueden configurarse de distintas
maneras”24. Desde el planteamiento tecnocrático hegemónico, según el cual el
progreso de la humanidad es consecuencia necesaria del desarrollo tecnológico y
de la maximización de los beneficios, “no se termina de advertir cuáles son las
raíces más profundas de los actuales desajustes, que tienen que ver con la
orientación, los fines, el sentido y el contexto social del crecimiento tecnológico
y económico”25.
El papa considera que detrás de la absolutización de la tecnología está una
visión antropológica errónea, que califica como “antropocentrismo desviado” y
que, lejos de erigir al ser humano en centro del universo, acaba disolviéndolo en
la insignificancia. Esa concepción parte de unos presupuestos dualistas (el ser
humano como pura bioquímica del carbono o como voluntad de poder) pero en
todo caso trae consigo unos resultados calamitosos: la exclusión social, la
degradación del ambiente y finalmente la autodestrucción de la condición
humana26. Esa visión acerca del ser humano alumbrada en la Modernidad tuvo
tanto éxito que llegó a influir en la misma antropología cristiana, la cual hizo
suyo en ocasiones el sueño prometeico del dominio sobre el mundo y pudo
provocar “la impresión de que el cuidado de la naturaleza es cosa de débiles” 27.
22
Sobre el engaño que se esconde tras la afirmación de la neutralidad de la tecnología; cfr. José
Sanmartín, Tecnología y futuro humano, Barcelona, Anthropos, 1990.
23
Sobre la no neutralidad de las tecnologías de la información y la comunicación y, en particular, de
internet: Evgeny Morozov, La locura del solucionismo tecnológico, Madrid, Clave intelectual-Katz,
2015.
24
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 114. Francisco insiste en esa idea para señalar que
tampoco los productos resultantes de la técnica “son neutros, porque crean un entramado que termina
condicionando los estilos de vida y orientan las posibilidades sociales en la línea de los intereses de
determinados grupos de poder. Ciertas elecciones, que parecen puramente instrumentales, en realidad
son elecciones acerca de la vida social que se quiere desarrollar”; ibídem, n. 107.
25
Ibídem, n. 109.
26
Uno de los primeros en advertir de esos efectos que solo muchos años después han mostrado su
rostro más infame fue: Jesús Ballesteros, Postmodernidad: decadencia o resistencia, Madrid, Tecnos,
1989.
27
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 116. Algunos sectores ecologistas acusaron al
cristianismo de estar en la raíz de la crisis ambiental que padecemos porque el mandato divino de
dominar la tierra había conducido al ser humano a devastar la naturaleza. El papa Francisco sale al
paso de esta crítica señalando cómo debe ser interpretado el mandato divino dirigido al hombre en el
Génesis y reconociendo la interpretación errónea que se ha podido hacer de ese mandato dentro de la
misma Iglesia. El trabajo que sintetiza la crítica ecologista a la visión judeo-cristiana del mundo es:
Lynn White Jr., “The Historical Roots of Our Ecological Crisis”, Science, vol. 155, n. 3767, 1963,
pp. 1203-1207.
28
Francisco, Exhortación apostólica Evangelii Gaudium, 2014, n. 53.Uno de los autores que ha
teorizado sobre este efecto de la modernidad es Zygmunt Bauman, Vidas desperdiciadas. La
modernidad y sus parias, Barcelona, Paidós, 2005.
29
“El paradigma tecnocrático también tiende a ejercer su dominio sobre la economía y la política. La
economía asume todo desarrollo tecnológico en función del rédito, sin prestar atención a eventuales
consecuencias negativas para el ser humano. Las finanzas ahogan a la economía real. No se
aprendieron las lecciones de la crisis financiera mundial y con mucha lentitud se aprenden las
lecciones del deterioro ambiental. En algunos círculos se sostiene que la economía actual y la
tecnología resolverán todos los problemas ambientales, del mismo modo que se afirma, con lenguajes
no académicos, que los problemas del hambre y la miseria en el mundo simplemente se resolverán
con el crecimiento del mercado. No es una cuestión de teorías económicas, que quizás nadie se atreve
hoy a defender, sino de su instalación en el desarrollo fáctico de la economía. Quienes no lo afirman
con palabras lo sostienen con los hechos”; Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 109.
30
Ibídem, n. 55.
Una de las esferas en las que el paradigma tecnocrático tiene un influjo más
negativo es el del trabajo humano. Francisco entiende que una ecología integral
afirma el valor del trabajo para preservar lo creado y producir frutos para el bien
35
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 203.
36
Este problema fue advertido por otro de los precursores de la filosofía de la tecnología, Ortega y
Gasset, en los años treinta del pasado siglo: “vivimos en un tiempo que se siente fabulosamente capaz
para realizar, pero no sabe qué realizar. Domina todas las cosas, pero no es dueño de sí mismo. Se
siente perdido en su propia abundancia. Con más medios, más saber, más técnicas que nunca, resulta
que el mundo actual va como el más desdichado que haya habido: puramente a la deriva”; José
Ortega y Gasset, La rebelión de las masas, Buenos Aires, Espasa Calpe, 1937, p. 79.
37
Juan Pablo II, Encíclica Sollicitudo rei socialis, 1987, n. 28.
El papa Francisco, consciente de que “no existe peor pobreza material que la de
no permite ganarse el pan y priva de la dignidad del trabajo”, se niega a
considerar como inevitables el desempleo juvenil o la falta de derechos laborales.
Más bien los ve como resultado de una previa opción social, de un sistema
económico que pone los beneficios por encima del hombre: “son efectos de una
38
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 124.
39
Ibídem, nn. 127-128.
40
Juan Pablo II, Encíclica Laborem exercens, 1981, n. 5.
cultura del descarte que considera al ser humano en sí mismo como bien de
consumo, que se puede usar y luego tirar”41. En términos más teóricos, pero con
idéntico mensaje, se había manifestado Juan Pablo II en Laborem exercens:
“Ante la realidad actual, en cuya estructura se encuentran profundamente
insertos tantos conflictos, causados por el hombre, y en la que los medios
técnicos —fruto del trabajo humano— juegan un papel primordial (…) se debe
ante todo recordar un principio enseñado siempre por la Iglesia. Es el principio
de la prioridad del «trabajo» frente al «capital». Este principio se refiere
directamente al proceso mismo de producción, respecto al cual el trabajo es
siempre una causa eficiente primaria, mientras el «capital», siendo el conjunto de
los medios de producción, es sólo un instrumento o la causa instrumental. Este
principio es una verdad evidente, que se deduce de toda la experiencia histórica
del hombre42.
Otro de los ámbitos en los que el desarrollo tecnológico ha tenido mayor impacto
en la vida humana ha sido la biomedicina. Desde el descubrimiento de la doble
hélice de ADN en los años cincuenta del pasado siglo el ser humano ha generado
unas expectativas casi ilimitadas sobre las posibilidades de la biotecnología para
mejorar la vida humana, extendiendo su duración y dotándola de las
características que estimemos más beneficiosas. También en este campo,
siguiendo a sus predecesores43, Francisco entiende que el ser humano ha perdido
el sentido de sus propios límites, al convencerse de que el cuerpo humano no es
más que una materia informe y que, mediante su poder tecnológico, puede
transformarlo en todo aquello que se le antoje. Sucede entonces que el cuerpo
humano, como la naturaleza, se convierte en objeto de manipulación y el
resultado es el mismo: la exclusión de los seres humanos más vulnerables.
El papa enseña que el ser humano debe tomar conciencia de la existencia de
unos límites que orientan su acción, en primer lugar, ante su propia condición
biológica y corporal: “La ecología humana implica también algo muy hondo: la
necesaria relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia
41
Francisco, Discurso a los participantes en el Encuentro mundial de movimientos populares,
Ciudad del Vaticano, 28 de octubre de 2014.
42
Juan Pablo II, Encíclica Laborem exercens, 1981, n. 12.
43
“En la actualidad, la bioética es un campo prioritario y crucial en la lucha cultural entre el
absolutismo de la técnica y la responsabilidad moral, y en el que está en juego la posibilidad de un
desarrollo humano e integral”; Benedicto XVI, Encíclica Caritas in veritate, 2009, n. 74.
naturaleza, necesaria para poder crear un ambiente más digno” 44. A lo largo de la
encíclica, y en muchos de sus discursos más trascendentales, el Papa denuncia
formas de intervención biotecnológica sobre el ser humano que atentan contra su
dignidad. Entre ellas destacan las siguientes:
- Señala la incoherencia que supone defender el ambiente y la limitación de la
experimentación con animales, y consentir la experimentación con embriones
humanos: “…es preocupante que cuando algunos movimientos ecologistas
defienden la integridad del ambiente, y con razón reclaman ciertos límites a la
investigación científica, a veces no aplican estos mismos principios a la vida
humana. Se suele justificar que se traspasen todos los límites cuando se
experimenta con embriones humanos vivos. Se olvida que el valor inalienable de
un ser humano va más allá del grado de su desarrollo” 45. Encuentra esa misma
incoherencia en la aprobación del aborto: “Dado que todo está relacionado,
tampoco es compatible la defensa de la naturaleza con la justificación del aborto.
No parece factible un camino educativo para acoger a los seres débiles que nos
rodean, que a veces son molestos o inoportunos, si no se protege a un embrión
humano aunque su llegada sea causa de molestias y dificultades” 46.
- La intervención en el cuerpo humano no solo alcanza al de los otros sino al
propio. El papa entiende que nuestro cuerpo debe ser tratado con respeto y no
puede ser reducido a objeto exclusivo de manipulación: “…nuestro propio
cuerpo nos sitúa en una relación directa con el ambiente y con los demás seres
vivientes. La aceptación del propio cuerpo como don de Dios es necesaria para
acoger y aceptar el mundo entero como regalo del Padre y casa común, mientras
una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces
sutil de dominio sobre la creación” 47.
44
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 155. En esa misma línea se habían expresado Juan Pablo
II y Benedicto XVI en numerosas ocasiones. Valga por todas la siguiente: “Para salvaguardar la
naturaleza no basta intervenir con incentivos o desincentivos económicos, y ni siquiera basta con una
instrucción adecuada. Éstos son instrumentos importantes, pero el problema decisivo es la capacidad
moral global de la sociedad. Si no se respeta el derecho a la vida y a la muerte natural, si se hace
artificial la concepción, la gestación y el nacimiento del hombre, si se sacrifican embriones humanos
a la investigación, la conciencia común acaba perdiendo el concepto de ecología humana y con ello
de la ecología ambiental. Es una contradicción pedir a las nuevas generaciones el respeto al ambiente
natural, cuando la educación y las leyes no las ayudan a respetarse a sí mismas. El libro de la
naturaleza es uno e indivisible, tanto en lo que concierne a la vida, la sexualidad, el matrimonio, la
familia, las relaciones sociales, en una palabra, el desarrollo humano integral”; Benedicto XVI,
Encíclica Caritas in veritate, 2009, n. 51.
45
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 136.
46
ibídem, n. 120.
47
Ibídem, n. 155.
El papa Francisco ha sido criticado por algunos que consideran que no se está
ocupando suficientemente de esos temas “políticamente incorrectos”, y por otros,
que entienden que debería abandonar definitivamente de esos planteamientos,
que no son más que hipotecas del pasado. Pero ni unos ni otros tienen razón: los
primeros, porque el papa no ha dejado de defender la vida humana en los foros
de mayor relevancia mundial, como la Asamblea General de Naciones Unidas 50,
el Parlamente Europeo51, el Consejo de Europa52, el Congreso de los Estados
Unidos53, o el Encuentro Mundial de Movimientos Populares 54; y los segundos
48
C. Hickey, T.N. Rieder, J. Earl, “Population Engineering and the Fight against Climate Change”,
Social Theory and Practice, vol. 42, n. 4, 2016, pp. 845-870.
49
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 50.
50
“La casa común de todos los hombres debe continuar levantándose sobre… el respeto de la
sacralidad de cada vida humana”; Francisco, Discurso a la Organización de Naciones Unidas, Nueva
York, 25 de septiembre de 2015.
51
Donde levantó su voz por los “niños asesinados antes de nacer”; Francisco, Discurso al
Parlamento Europeo, Estrasburgo, 25 de noviembre de 2014.
52
Donde habló de la necesidad de proteger la vida humana; Francisco, Discurso al Consejo de
Europa, Estrasburgo, 25 de noviembre de 2014.
53
“La regla de oro nos recuerda la responsabilidad que tenemos de custodiar y defender la vida
humana en todas las etapas de su desarrollo”; Francisco, Discurso al Congreso de los Estados Unidos
de América, Washington, 24 de septiembre de 2015.
54
“Hoy en día se descartan los chicos porque el nivel de natalidad en muchos países de la tierra ha
disminuido o se descartan los chicos por no tener alimentación o porque se les mata antes de nacer”;
Francisco, Discurso a los participantes en el Encuentro mundial de movimientos populares, Ciudad
del Vaticano, 28 de octubre de 2014.
55
“Madre Teresa, a lo largo de toda su existencia, ha sido una generosa dispensadora de la
misericordia divina, poniéndose a disposición de todos por medio de la acogida y la defensa de la
vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada”; Francisco, Homilía durante la
Misa de canonización de la Beata Teresa de Calcuta, Basílica de San Pedro, 4 de septiembre de
2016.
56
Benedicto XVI, Encíclica Caritas in veritate, 2009, n. 73.
57
Es inevitable recordar en este momento los conocidos versos de Eliot procedentes del primer coro
de The Rock: “Where is the wisdom we have lost in knowledge? Where is the knowledge we have
lost in information?” (¿Dónde está la sabiduría que hemos perdido en conocimiento? ¿Dónde el
conocimiento que hemos perdido en información?); Thomas E. Eliot, The Rock, Londres, Faber &
Faber, 1934.
58
Uno de los análisis más lúcidos sobre el modo en que la comunicación se vuelve una forma más de
consumismo alienante, en Byung Chul Han, Psicopolítica, Barcelona, Herder, 2014.
59
Francisco, Encíclica Laudato si’, 2015, n. 47.
60
“Considerar ideológicamente como absoluto el progreso técnico y soñar con la utopía de una
humanidad que retorna a su estado de naturaleza originario, son dos modos opuestos para eximir al
progreso de su valoración moral y, por tanto, de nuestra responsabilidad”; Benedicto XVI, Encíclica
Caritas in veritate, 2009, n. 14.
61
Un esclarecedor estudio de las bases filosóficas y los perniciosos efectos sociales del ecocentrismo:
toda costa el mito del progreso y afirman que los problemas ecológicos se
resolverán simplemente con nuevas aplicaciones técnicas, sin consideraciones
éticas ni cambios de fondo. En el otro extremo, otros entienden que el ser
humano, con cualquiera de sus intervenciones, sólo puede ser una amenaza y
perjudicar al ecosistema mundial, por lo cual conviene reducir su presencia en el
planeta e impedirle todo tipo de intervención. Entre estos extremos, la reflexión
debería identificar posibles escenarios futuros, porque no hay un solo camino de
solución. Esto daría lugar a diversos aportes que podrían entrar en diálogo hacia
respuestas integrales”. Lo fundamental para encontrar ese camino es dar con la
adecuada antropología, aquella que reconoce la centralidad de la persona y su
relación con el otro:
El papa hace una crítica implacable de la situación actual pero mantiene intacta
la esperanza en la posibilidad del cambio, tanto del corazón de las personas como
de las estructuras sociales. Pero precisamente porque confía en la posibilidad de
cambiar del ser humano no desconoce las graves dificultades que existen para
que lo lleve a cabo.
La primera podría decirse que es de carácter epistemológico. El ser humano
contemporáneo, dominado por la perspectiva tecnológica, no alcanza una visión
integral de la realidad: “La especialización propia de la tecnología implica una
gran dificultad para mirar el conjunto. La fragmentación de los saberes cumple
su función a la hora de lograr aplicaciones concretas, pero suele llevar a perder el
sentido de la totalidad, de las relaciones que existen entre las cosas, del horizonte
amplio, que se vuelve irrelevante. Esto mismo impide encontrar caminos
adecuados para resolver los problemas más complejos del mundo actual, sobre
todo del ambiente y de los pobres, que no se pueden abordar desde una sola
mirada o desde un solo tipo de intereses”. En lugar de revolverse frente a una
fragmentación que, si bien incrementa su poder sobre la realidad le ciega para
comprender su sentido, prefiere engañarse pensando que la técnica no solo
aumenta su poder de intervención sino que es “el principal recurso para
interpretar la existencia”65.
Más allá de esta ilusión epistemológica, se encuentra la dificultad para salir
de una atmósfera que lo envuelve todo e impide ver más allá: “El paradigma
tecnocrático se ha vuelto tan dominante que es muy difícil prescindir de sus
recursos, y más difícil todavía es utilizarlos sin ser dominados por su lógica” 66.
Esa dificultad se agrava aún más en los tiempos presentes en los que cunde una
sensación de inestabilidad e inseguridad, que potencia las formas de egoísmo
colectivo: “Cuando las personas se vuelven autorreferenciales y se aíslan en su
propia conciencia, acrecientan su voracidad. Mientras más vacío está el corazón
de la persona, más necesita objetos para comprar, poseer y consumir. En este
contexto, no parece posible que alguien acepte que la realidad le marque
límites”67.
Pero incluso las minorías desengañadas, que son capaces de ver que los
avances de la ciencia y la tecnología no equivalen al progreso de la humanidad,
65
Ibídem, n. 110.
66
Ibídem, n. 108.
67
Ibídem, n. 204.
Por tanto, el papa aboga no tanto por la consolidación de esta cultura ecológica
sino por una verdadera revolución ecológica que introduzca cambios
sustanciales:
Lo que está ocurriendo nos pone ante la urgencia de avanzar en una valiente
revolución cultural (…). Nadie pretende volver a la época de las cavernas,
pero sí es indispensable aminorar la marcha para mirar la realidad de otra
manera, recoger los avances positivos y sostenibles, y a la vez recuperar los
valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano70
Conclusión
68
Ibídem, n. 114.
69
Ibídem, n. 111.
70
Ibídem, n. 107.
SECCIÓN BIBLIOGRÁFICA /
REVIEWS
jamarin@us.es
Universidad de Sevilla
1
Cfr. NORTH, Michael: Novelty. A history of the new, Chicago, University of Chicago Press, 2015.
Dado su recurrente orden necesario, puesto que todo es según naturaleza, no hay
propiamente innovación. No se puede cambiar lo que es natural. La naturaleza
que es causa omnímoda no puede alterarse, no puede ser dominada, sino a lo
sumo contemplada. De ahí que la acción más noble, la primera, sea la teoría.
Nace de aquí la concepción griega de la verdad como desvelamiento (a-létheia)
de la naturaleza (phýsis), de cuya contemplación (theoría) nacen los conocimien-
tos que regulan el comportarse y el hacer humanos.
La theoría prima sobre la acción práctica y la técnica. Esa primacía deriva del
sesgo cosmológico de la conciencia helena, es decir, de la conciencia de que no
se da acción correcta ya ética ya poética, sino conociendo las leyes inmutables
que presiden la regularidad de los movimientos de la naturaleza, los cuales no
puede modificar la acción humana, no tanto por la modestia, insuficiencia o
precariedad de las disponibilidades técnicas, cuanto porque la naturaleza es pen-
sada como inmutable y por eso mismo como indomeñable. La naturaleza es el
paradigma de toda acción: son la ética y la técnica quienes tienen que mirarse en
el orden paradigmático o regla natural para reparar respectivamente en las reglas
del comportamiento “recto”, del hacer “recto”.
En la cosmología clásica la técnica se inscribe en el registro de la verdad pensada
no como dominio de la naturaleza, sino como su contemplación. La naturaleza
con su sello de necesidad no consiente a la técnica el traspasar su límite vertical
ni, en consecuencia, al tiempo el configurarse como historia del progresivo do-
minio de los procesos naturales. Esto es algo que le estaba históricamente reser-
vado a un genio distinto, y mucho, del filosófico, el genio religioso.
Ciertamente, el espíritu religioso ve la naturaleza como efecto de una voluntad, la
de su Creador, identificado así como autor de la mayor innovación posible, la
Creación. Semejante hecho superlativo fuerza a reemplazar el sentido cosmoló-
gico de lo que hay por el sentido antropoteológico, desplazando la conciencia
natural por la conciencia histórica, el saber teórico por el saber operativo, la
tragedia por el drama, la nostalgia por la esperanza. La fe religiosa abre el hori-
zonte pragmático de la salvación, sin el cual la ciencia moderna, sí, no sería
moderna: las raíces motivacionales de la ciencia moderna son antes bíblicas que
griegas.
En la Modernidad, se invierte, de hecho, la perspectiva clásica: la actividad inte-
lectual, que los griegos llamaban theoría y los latinos contemplatio, ya no fue
pensada como el fin último al que subordinar el hacer político, sino como ins-
trumento operativo2. El programa baconiano, scientia est potentia, establece que
2
La contraposición entre la mentalidad filosófica y la religiosa se encuentra exhaustivamente
expuesta en GALIMBERTI, Umberto: Psiche e techne. L’uomo nell’età della tecnica, Milano,
Feltrinelli, 2000, pp. 277-282 y 293-301, y también en NATOLI, Salvatore: L’esperienza del dolore.
Le forme del patire nella cultura occidentale (1986), Milano, Feltrinelli, 2016, pp. 48-103. Al
respecto, están llenas de delicadeza contrastiva las breves pinceladas de ORTEGA Y GASSET, José:
“Apuntes sobre el pensamiento: su teurgia y su demiurgia” (1941), en Id.: Historia como sistema y
otros ensayos de Filosofía (pp. 63-93), Madrid, Alianza, pp. 87-89.
3
CHIURAZZI, Gaetano: Il postmoderno. Il pensiero nella società della comunicazione, Torino,
Paravia, 1999, p. 13: “Como ley necesaria de la historia, el progreso implica la identidad axiológica
entre melius y novus, esto es, la idea de que lo que es moderno, actual, es de por sí mejor que lo que
ha pasado”.
Baste esto como muestra de lo mucho que queda por hacer en filosofía de la
innovación. Las diversas modalidades de innovación se basan en valores.
Aunque antes sean vistas como novedades, luego las innovaciones han de ser
valoradas. “Este es el momento filosóficamente importante, puesto que permite
considerarlas como beneficiosas o perjudiciales para cada agente concernido” (p.
168). Y el hándicap insuperable (felizmente, añadiríamos) es que la pluralidad de
agentes y la pluralidad de sistemas de valores, a veces heterogéneos, impide que
haya una norma universal para valorar las innovaciones.
En definitiva, este texto está proponiendo unos estudios generales de
innovación que, al decir del autor, no aportan pero sugieren la posibilidad futura
de unas ciencias de la innovación. La innovadora filosofía de la innovación de
Echeverría viene así a poner las condiciones críticas y hermenéuticas para una
innología venidera. Y ella llegará cuanto antes nos ocupemos de las
innovaciones lingüísticas y conceptuales, a las que tan poca atención se ha
prestado tradicionalmente. Y es que el autor está persuadido de que, tras la
revolución digital, de base tecno-científica, la filosofía no puede quedarse en el
viejo logos que decía el ser, sino que ha de tomarse en serio el ahora vigente
techno-lógos, esa nueva modalidad de escritura que permite representar cualquier
clase de proceso empírico mediante procesos digitales, una gran innovación
procesal, hoy canónica, que subtiende a todas las TIC, para así ser innovadora,
para lograr hacer una innología de la filosofía. Aunque casi todos los grandes
filósofos pueden ser interpretados desde la perspectiva de la innovación, de la
innovación de producto, pues muchos pensadores produjeron nuevos sistemas
conceptuales, sólo algunos aportaron innovaciones de proceso, tan disruptivas
que transformaron los modos de hacer filosofía, lo que significa que además de
concebir de modo nuevo el ser, han aportado nuevos valores. Tuvieron el valor
de innovar. El mismo que a Echeverría le sobra.
***
adentrarse en la esfera política, da, pero, por otro, remarca los peli-
donde es crucial fortalecer los me- gros de la alteración genética de
canismos democráticos. En cuanto nuestra progenie, oponiéndose a las
al problema de la incertidumbre, se proclamas maximalistas sin ningún
repasan propuestas que apelan a atisbo de recelo acerca del progreso
criterios basados en la prudencia. incluso moral del ser humano.
Finalmente, Gómez señala que la Hannot Rodríguez (Capítulo 8)
racionalidad tecnológica no puede toma como punto de partida de su
limitarse a ser instrumental, sino análisis la resistencia social ante los
que debe incluir la evaluación de peligros que pueden comportar las
sus fines. innovaciones tecnológicas y en qué
En el capítulo 7, Vicente Bellver medida las instituciones las incor-
Capella recoge cuatro casos (geno- poran en las regulaciones. En esta
ma humano, bebés probeta, células línea, resultan clave los análisis de
madre y clonación humana) que riesgos, que persiguen anticipar las
ponen de manifiesto tres caracterís- consecuencias del desarrollo de la
ticas presentes en la relación entre ciencia y la tecnología y legitimar
biotecnología y sociedad: (a) se ha socialmente las legislaciones co-
consolidado la interacción entre rrespondientes. No obstante, se
centros tecnológico-científicos, producen dinámicas de confianza y
empresa privada, administración desconfianza en las instituciones,
pública y opinión pública, en la que acerca de las cuales Rodríguez
la cuestión de la financiación de los presenta tres modelos que respon-
proyectos de investigación es espe- den a tres tipos de desafíos. (i) El
cialmente sensible; (b) en los cuatro modelo de competencia combate el
casos de investigación en biotecno- desafío epistemológico; es decir, la
logía mencionados, se exageraron desconfianza sobre la base de la
de manera flagrante los resultados; pericia de los informes y el control
y (c) la globalización minimiza la del riesgo. (ii) Según el modelo
rigidez de las leyes en cuanto a cultural, la innovación tecnológica
biotecnología se refiere. El autor no se valora tanto por su riesgo,
también trata la polémica cuestión sino al considerar su adecuación
de la manipulación genética y dis- respecto de ciertos valores de índole
cute varios argumentos que esgri- cultural (p. ej., ecólogicos). (iii) Por
men los defensores del «mejora- último, el modelo relacional res-
miento humano» [human enhance- ponde al desafío reflexivo al apoyar
ment]. Bellver Capella reconoce los medidas de control en función de
aspectos positivos de, por un lado, un reconocimiento explícito de las
las técnicas de reproducción asisti- limitaciones de la ciencia y la tec-
eludir el reto que plantean, que se por temas que facilitan en gran
debate entre mantener el funciona- medida una búsqueda concreta y es
miento de consumo y residuos con un libro que suscita la discusión a
un cierto compromiso con el equili- un nivel avanzado, propio de mu-
brio ecológico, y un cuestionamien- chas de las firmas participantes
to más profundo, proclive al uso de desde 1996 en las Jornadas de Filo-
tecnologías alternativas. sofía y Metodología actual de la
Cierra el volumen un epílogo a Ciencia de Ferrol, entre ellas Larry
cargo de Amanda Guillan, cuyo Laudan, Philip Kitcher, Bas C. van
propósito es resumir las tesis y Fraassen o Jeffrey Barrett.
argumentos principales y conferir
coherencia a los bloques en los que MIQUEL COMPANY
se divide el libro, cometido que Universitat de les Illes Balears
ciertamente logra de forma clara y
sucinta. De hecho, lejos de ser un
rosario de aportaciones aisladas,
consideramos que este volumen
consigue mantener un hilo conduc-
tor gracias a la adecuada organiza-
ción de los contenidos y a la acredi-
tada experiencia y conocimiento de
los colaboradores. La dinámica
investigadora rema hacia la especia-
lización, si bien conviene prestar
atención a las visiones de conjunto
para ordenar la dispersión de las
publicaciones diseminadas en revis-
tas. Y si bien es cierto que media
cierta distancia entre determinados
enfoques y estilos, suman perspec-
tivas que configuran un panorama
general representativo de las cues-
tiones y debates más en boga en
torno a la tecnología. Por otra parte,
cabe destacar que la claridad expo-
sitiva y argumentativa invita a los
estudiantes a introducirse en estos
temas ya que, además, cuenta con
un índice onomástico y un índice
Los editores
Los revisores
***
Authors
Editors
Reviewers
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procesados en un programa de tratamiento de textos en formato PC compatible
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