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EL PRESUPUESTO PARROQUIAL

1. NOCIÓN DE PRESUPUESTO
El presupuesto es el instrumento, mediante el cual, se hacen las estimaciones de
entradas y salidas del dinero que se tiene proyectado recibir de acuerdo a su origen y
la cantidad de dinero que se estima gastar determinando los rubros que se pueden
prever.
Gracias a este instrumento se puede calcular y plasmar en un registro por escrito
para saber cuánto se requiere para desarrollar una acción pastoral o materializar un
proyecto.
La elaboración de presupuesto es una herramienta que puede ser utilizada tanto
en lo personal como en las parroquias y rectorías o en cualquier otra entidad para hacer
una mejor planeación de los recursos y ayudará en la toma de decisiones acertadas.
2. NECESIDAD DEL PRESUPUESTO SEGÚN EL CODIGO DE DERECHO CANONICO1
El Código de Derecho Canónico al referirse a los administradores de los bienes
eclesiásticos hace señalamientos muy concretos.

LIBRO II Del Pueblo de Dios


Sección II De las Iglesias particulares y de sus agrupaciones
Título III De la ordenación interna de las iglesias particulares
Capítulo II De la curia diocesana

1) Art. 3 Del consejo de asuntos económicos y del ecónomo

492 § 1. En cada diócesis ha de constituirse un consejo de asuntos económicos,


presidido por el Obispo diocesano o su delegado, que consta al menos de tres fieles
designados por el Obispo, que sean verdaderamente expertos en materia económica y
en derecho civil, y de probada integridad.
§ 2. Los miembros del consejo de asuntos económicos se nombran para un período
de cinco años, pero, transcurrido ese tiempo, puede renovarse el nombramiento para
otros quinquenios.
§ 3. Quedan excluidos del consejo de asuntos económicos los parientes del Obispo
hasta el cuarto grado de consanguinidad o de afinidad.
493 Además de las funciones que se le encomiendan en el Libro V De los bienes
temporales de la Iglesia, compete al consejo de asuntos económicos, de acuerdo con
las indicaciones recibidas del Obispo, hacer cada año el presupuesto de ingresos y

1Promulgado por la Autoridad de Juan Pablo II, Papa. El día 25 de Enero de 1983

1
gastos para todo el régimen de la diócesis en el año entrante, así como aprobar las
cuentas de ingresos y gastos a fin de año.
494 § 1. En cada diócesis, el Obispo, oído el colegio de consultores y el consejo de
asuntos económicos, debe nombrar un ecónomo, que sea verdaderamente experto en
materia económica y de reconocida honradez.
§ 2. Se ha de nombrar al ecónomo para cinco años, pero el nombramiento puede
renovarse por otros quinquenios, incluso más de una vez, al vencer el plazo; durante el
tiempo de su cargo, no debe ser removido si no es por causa grave, que el Obispo ha de
ponderar habiendo oído al colegio de consultores y al consejo de asuntos económicos.
§ 3. Corresponde al ecónomo, de acuerdo con el modo determinado por el consejo de
asuntos económicos, administrar los bienes de la diócesis bajo la autoridad del Obispo
y, con los ingresos propios de la diócesis, hacer los gastos que ordenen legítimamente
el Obispo o quienes hayan sido encargados por él.
§ 4. Al final de año, el ecónomo debe rendir cuentas de ingresos y gastos al
consejo de asuntos económicos.

2) Administradores de bienes eclesiásticos en general (Párrocos, cuasi-párrocos


y rectores)

LIBRO V, De los bienes temporales de la Iglesia


Título II, De la administración de los bienes.
1282 Todos aquellos, clérigos o laicos, que participan por un título legítimo en la
administración de los bienes eclesiásticos, deben cumplir sus funciones en nombre de la
Iglesia, y conforme al derecho.
1283 Antes de que los administradores comiencen a ejercer su función:
1 deben prometer mediante juramento ante el Ordinario o su delegado, que
administrarán bien y fielmente;
2 hágase inventario exacto y detallado, suscrito por ellos, de los bienes inmuebles, de
los bienes muebles tanto preciosos como pertenecientes de algún modo al patrimonio
cultural, y de cualesquiera otros, con la descripción y tasación de los mismos; y
compruébese una vez hecho;
3 consérvese un ejemplar de este inventario en el archivo de la administración, y otro en
el de la Curia; anótese en ambos cualquier cambio que experimente el patrimonio.
1284 § 1. Todos los administradores están obligados a cumplir su función con
la diligencia de un buen padre de familia.
§ 2. Deben por tanto:
1 vigilar para que los bienes encomendados a su cuidado no perezcan en modo alguno
ni sufran daño, suscribiendo a tal fin, si fuese necesario, contratos de seguro;
2 cuidar de que la propiedad de los bienes eclesiásticos se asegure por los modos
civilmente válidos;

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3 observar las normas canónicas y civiles, las impuestas por el fundador o donante o
por la legítima autoridad, y cuidar sobre todo de que no sobrevenga daño para la Iglesia
por inobservancia de las leyes civiles;
4 cobrar diligente y oportunamente las rentas y producto de los bienes, conservar de
modo seguro los ya cobrados y emplearlos según la intención del fundador o las normas
legítimas;
5 pagar puntualmente el interés debido por préstamo o hipoteca, y cuidar de que el
capital prestado se devuelva a su tiempo;
6 con el consentimiento del Ordinario, aplicar a los fines de la persona jurídica el dinero
que sobre del pago de los gastos y que pueda ser invertido productivamente;
7 llevar con orden los libros de entradas y salidas;
8 hacer cuentas de la administración al final de cada año;
9 ordenar debidamente y guardar en un archivo conveniente y apto los documentos e
instrumentos en los que se fundan los derechos de la Iglesia o del instituto sobre los
bienes; y, donde pueda hacerse fácilmente, depositar copias auténticas de los mismos
en el archivo de la curia.
§ 3. Se aconseja encarecidamente que los administradores hagan cada año
presupuesto de las entradas y salidas; y se deja al derecho particular preceptuarlo y
determinar con detalle el modo de presentarlo.

3. EL PRESUPUESTO EN LA PARROQUIA, CUASI PARROQUIA O RECTORÍA


El presupuesto es un registro de los ingresos y de los gastos parroquiales que
debe llevarse por escrito −no mentalmente− pues de esta forma es más fácil organizar
las cuentas.
Con un presupuesto:
a) Se tiene un mayor control de los gastos de la parroquia
b) Es posible identificar en qué y cuánto se gasta
c) Se conoce el nivel de ahorro que se puede hacer
d) Se conoce la capacidad de pago de la parroquia

Lo más recomendable es elaborar el presupuesto cada mes, pues es el periodo más


común para pagar servicios como el teléfono, el tele cable, etc.
Es conveniente tomar en cuenta que existen algunos servicios que se pagan cada
dos meses como la luz y el agua.
1.- Identificar los ingresos de la parroquia
Identificar el dinero que se recibe ayudará a saber con cuántos recursos se
cuenta para cubrir los gastos de la parroquia.
Se pueden obtener ingresos por: limosnas, ceremonias, derechos parroquiales,
donativos, colectas, etc.
Los ingresos se dividen en:

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Fijos: Son las entradas regulares, limosnas, intenciones de misa.
Variables: Son las entradas cuyo monto cambia de un mes a otro. Ejemplos: las
ceremonias, los donativos, las colectas y otros.
Quizá se piense que no tiene mucho sentido hacer un presupuesto si los ingresos
son variables. ¡Todo lo contrario! Puede ayudar a detectar patrones de ingreso o de
gasto de los que hoy no se es consciente, y por tanto evitar problemas económicos en el
futuro.
Se debe procurar cubrir las necesidades básicas con los ingresos fijos.
2.- Identificar los gastos de la parroquia
Llevar un registro de los gastos permitirá conocer con exactitud cuánto dinero
se destina a cada concepto.
Los gastos se dividen en:
Fijos: Son aquellos gastos que mes con mes se deben pagar, por ejemplo: alimentación,
transporte, servicios, nómina, entre otros.
Variables: Son aquellos gastos que cambian de acuerdo con los gustos y actividades
extraordinarias de la parroquia, por ejemplo: ser anfitrión para una reunión
de foranía, comidas fuera de casa, servicio del vehículo, cualquier gasto que
se derive de una emergencia.
Es probable que al principio se tengan dificultades para empatar los gastos
estimados con los gastos reales, pero no hay que desesperarse: el objetivo inicial no
es ser preciso, sino comenzar a poner orden en las finanzas y hacer un balance de
la situación actual que te permita identificar dónde está el problema.
Una buena idea para conocer los gastos con exactitud es cargar una pequeña
libreta en donde se vayan anotando a medida que se vayan realizando los pagos. Es muy
conveniente apuntar hasta el más pequeño.
Hay que considerar el ahorro y el pago de las deudas como dos categorías fijas
dentro del presupuesto.
Una vez que se tengan registrados los gastos de todo un mes, conviene
organizarlos en categorías. Eso permitirá identificar más fácilmente a qué se destina el
dinero de la parroquia
Ejemplo de categorías son:
Sueldos del personal
Gastos pastorales
Gastos de culto
Cooperación mensual “planillas”
Agua
Luz
Gas
Transporte

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Ejemplo de Presupuesto Mensual para las Parroquias:

Ingresos mensuales Presupuesto Real Diferencia


Limosnas
Intenciones de misa
Ceremonias
Derechos parroquiales
Colecturía
Total de ingresos regulares

Donativos
Colecta 1
Colecta 2
Total de ingresos variables

Renta por el uso de gavetas


Otros ingresos
Suma de ingresos mensuales
Gastos mensuales
Manutención del o los ministros
Pago de los sueldos del personal
Gastos pastorales
Gastos de culto
Cooperación mensual “planillas”
Agua
Luz
Gas
Teléfono
Celular
Predial
Transporte/Gasolina
Mantenimiento
Material de limpieza
Material de oficina
Otros gastos
Total de gastos mensuales

SALDO
Total de Ingresos menos total de gastos

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Saca el balance:
A la suma de los ingresos hay que restarle la suma de los gastos. ¿Qué resultado se
obtuvieron de dicho balance?
a) Ingresos igual a gastos
Sí los ingresos y los gastos son iguales, se tienen finanzas equilibradas; no
obstante, cualquier imprevisto puede desbalancear la situación económica de la
parroquia. No está mal, pero si se hace un mayor esfuerzo se pueden puede
llevar a la parroquia a una situación económica mejor.
b) Ingresos mayores a gastos
Sí los ingresos que se reciben son mayores a los gastos que se realizan, el
escenario es el ideal. Se tiene la oportunidad para ahorrar, invertir y para hacer
frente a algún imprevisto.
c) Ingresos menores a gastos
Sí los ingresos son menores que los gastos, la parroquia está en problemas. Se
necesita pedir prestado para pagar y cubrir todos los gastos. Hay que eliminar
los gastos innecesarios o hacer un recorte en los que sea posible.
Genera excedentes.
El objetivo de toda administración económica debe ser generar un excedente.
Conseguir que los ingresos sean mayores que los gastos es indispensable para destinar
dicho excedente al cumplimiento de las metas parroquiales que han sido propuestas
con anterioridad.
Hay que hacer una lista por escrito, según la importancia, de todas las metas
financieras, por ejemplo: juntar para alguna obra como remodelación de vehículo,
mejoramiento del mobiliario o las instalaciones.
Es necesario conocer el costo estimado y el tiempo que tomará la realización de
la meta que se pretende alcanzar.
Hay que fijar metas realistas, es decir, que puedan ser alcanzables, que sean
acordes con las posibilidades de la parroquia
Es muy importante considerar siempre el costo de oportunidad de cada una de
las decisiones, es decir, hay que tener presente que al elegir una alternativa se está
renunciando a otras.
No se puede tener todo, al menos no en el mismo momento.

Fuente: Adaptación de CONDUSEF.

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