Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
UAPA
ASIGNATURA:
Filosofía General
PARTICIPANTES:
FACILITADOR:
Moral cínica, los cínicos fueron famosos por sus excentricidades, de las
cuales cuenta muchas Diógenes Laercio, y por la composición de
numerosas sátiras o diatribas contra la corrupción de las costumbres y
los vicios de la sociedad griega de su tiempo, practicando una actitud
muchas veces irreverente, la llamada anaideia. Ciertos aspectos de la
moral cínica influyeron en el estoicismo, pero, si bien la actitud de los
cínicos es crítica respecto a los males de la sociedad, la de los estoicos
es de acción mediante la virtud.
Escepticismo es también el nombre de una corriente de pensamiento
filosófico según la cual debemos de dudar de todas las cosas,
fenómenos y hechos, y que afirma que la verdad no existe, pero que, de
existir, el hombre sería incapaz de conocerla. Según esta concepción el
bien es todo aquello que nos ayuda a la conservación del ser; lo malo es
lo que conlleva al daño del ser. Para los estoicos el ser vivo debe vivir
según su naturaleza; y, la naturaleza del hombre es racional y su
esencia es la razón. El hombre al poner en práctica el principio de
conservación está siendo racional.
La colocaría en una posición alta porque creo puede ser compartida por
diversas concepciones personalistas, religiosas y seculares.
Aristóteles nos fascinaba por la sutil asociación que llevó a cabo entre las
leyes naturales y las leyes cívicas (políticas). Si el cosmos es uno y la razón es
una, el poder ha de ser conmensurable con uno y otra. Aristóteles corrige al
maestro Platón y ya no pretende educar a los filósofos para que sean reyes,
sino a los reyes para que sean filósofos, para que razonen, argumenten y den
cuenta y razón de sí. Y aun Dios mismo, Primer Motor, indiferente para con los
hombres, dejaba su impronta en el cosmos que aplica sus leyes racionales y
somete a todos -tierra, animales y hombres- al mismo Logos. La fuerza del
aristotelismo, que alcanza a macedonios, romanos y cristianos, habrá de ser
destruida para fundamentar el poder sobre la pura voluntad: Primero, de la
arbitraria voluntad de Dios que los nominalistas franciscanos defienden contra
los aristotélicos dominicos, y luego del Príncipe encarnado en el "Leviatán" de
Hobbes, voluntad arbitraria del soberano. La República y la Democracia habrán
de obligar a devolver la razón al mundo y otra vez el trío Sócrates-Platón-
Aristóteles reproducirá la denuncia, el estudio y la justificación del poder, ahora
con otros ropajes, pero con las mismas maneras argumentales.
Conclusión