LA FUNCIÓN DEL PSICOTERAPÉUTA EN LA CLÍNICA: COMENTARIO A

PARTIR DE LAS IDEAS DE CHRISTOPHER BOLLAS

Daniel Iván Leza C.

En el capítulo “la función múltiple del analista” incluido en “Fuerzas del

destino”, Christopher Bollas muestra su concepción del campo que configura la
terapia analítica y dentro de esta las funciones que cumple el analista.

Expone en primer momento la insuficiencia de un análisis estereotipado en

una técnica determinada o que enfoque únicamente un aspecto de la experiencia
del analizado. Posteriormente propone la necesaria participación en el análisis de
las diversas perspectivas teóricas que se han generado del estudio psicoanalítico.
El argumento para esto es la validación de dichas perspectivas desde el
conocimiento de que son justo eso, perspectivas, es decir ángulos diversos de
observación desde los que se pueden observar aspectos múltiples de un
fenómeno, la relación terapéutica en este caso.

Esta idea rebasa el eclecticismo y propone una integración del

conocimiento psicoanalítico. En el campo de la clínica resulta de gran acierto
puesto que su puesta en juego puede permitir la movilización en el análisis de
contenidos mentales que de otro modo permanecerían aislados.

Bollas escribe también respecto a la función del analista en la clínica.

Puede describirse de forma sintética que el analista se constituye en primero lugar
como un objeto que puede ser usado por el analizado y que corresponde a una
función el promoverse como objeto de uso. Aquí no es suficiente con interpretar
pues el analista ha de utilizar su contratransferencia a fin de otorgar al paciente
satisfacción o frustración respecto del modo de transferencia que establece.

Otra función del analista, relacionada íntimamente con la propuesta de uso

de diversos enfoques teóricos, consiste en ofrecer objetos analíticos al analizado.
Los objetos analíticos serán las verbalizaciones y actos del analista que se
basarán en las propuestas teóricas y en la dinámica de la transferencia. Estos
objetos constituyen la materia que transformará la experiencia del analizado a
partir de hacer surgir en él la disposición a un ser genuino.

Desde la confluencia de estas dos ideas surge una función más del
terapeuta: Propiciar un espacio intermedio en el cual los objetos analíticos se
creen y se transformen. Encontramos aquí una continuidad de ideas entre Bollas y
Winnicott – Bion desde la cual puede afirmarse que es la relación psicoterapéutica
en sí la que resulta de ayuda al paciente. Esto, claro está, con la salvedad de que
tal relación se da en un intercambio muy particular de objetos que parecen estar
fuera de la norma social.