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Seminario de Bordado Artístico

Florencia Citta: Diseñadora de Indumentaria y Artista Visual


Características del taller: Teórico- práctico
Destinatarios: Diseñadores de indumentaria, vestuaristas, estudiantes y público en general.
Duración: 2hs.
Objetivos:
• Brindar herramientas fundamentales para llevar a cabo la materialización
de distintos diseños.
• Conocer diversas técnicas de bordado para adaptarlas y aplicarlas en un
proyecto personal y creativo.
• Proponer la exploración de diferentes materiales.

Bordado

Definición: Entendemos por bordado a toda labor de ornamentación realizada sobre un tejido u
otra materia, aplicando a modo de relieve, mediante la acción de la aguja y el empleo de diversas
clases de hilos, lo que constituye la bordadura. El bordado como arte doméstico parece haber
existido desde las más remotas edades y civilizaciones. Inventado el tejido, se impuso
inmediatamente el afán por decorarlo y como decorarlo al tejer limitaba las soluciones a las bandas
o a las cuadriculas impuestas por las direcciones de los hilos (trama y urdimbre) que integran la
tela, se buscó un procedimiento para alcanzar algo más libre, más movido y variado, naciendo así
la idea de trazar una decoración pasando hilos a través de la tela de fondo por medio de la aguja,
con lo que nace ya el verdadero bordado.

Tipos de bordado:

A lo largo de la historia se conocen diversas clases de bordados, caracterizadas por el relieve que
presentan, por la materia de que constan, o bien por el trazado de las figuras o las diferencias de
puntos que se producen al bordar con la aguja.

Por el relieve:

Lisos, que apenas sobresalen de la pieza.

De realce, que ofrecen mucho relieve debido a un relleno de cartulina o de algodón en rama (o de
estopa con cera, en la Edad Media) que se interpone.

De aplicación o de sobrepuesto, que se borda fuera de la pieza y posteriormente se cose sobre


ella.

Por la materia de que están confeccionados, además de los comunes de oro, seda, se distinguen:

El bordado en blanco, que se hace con hilo blanco en piezas de mantelería.

El bordado a canutillo, que se consigue aplicando el hilo de oro o plata no de la forma común de
hilo para tejer o coser sino rizado o en hélice, formando tubito flexible, por cuyo eje se hace pasar
el hilo de seda con que se sujetan las partes del mismo al tejido.

El bordado de perlas, lentejuelas, abalorios, etc. que resulta de aplicar con hilo de seda pequeñas
sartas de dichos objetos o bien de uno en uno a la pieza que se borda.
El bordado plano que se ejecuta aplicando los hilos o tirillas metálicas sobre el tejido sin que entren
o salgan de él a modo de costura sino sujetándolos con puntadas de seda (point couché para los
franceses) convenientemente dadas.

Así se aplican también el bordado de cordoncillo (de seda o de oro en forma de cordón) y el que se
llama a hilo tendido, en el que el hilo o el cordoncillo va dando pequeñas vueltas sin interrupción
sobre la tela y cada vuelta se sujeta como se ha dicho.

El bordado de oro matizado, es una variante del bordado plano que tiene por objeto cubrir a tramos
con sedas de colores el hilo o cordoncillo de oro (sujeto por sus extremos a la tela) para darle más
vistosidad y variedad. Por haberse adoptado este procedimiento en las labores de El Escorial
durante la época de Felipe II se llama punto de El Escorial.

Por la forma de las labores bordadas:

El bordado de contorno, cuando sólo se marcan los contornos y líneas internas principales de la
figura.

El bordado aislado cuando a lo anterior se añade el sembrar de puntos y rayitas bordadas el


campo de la tela donde están las figuras.

El bordado lleno cuando todo el dibujo de las figuras está completamente bordado.

Por el punto de costura que se utiliza en el bordado, son casi infinitos los tipos que existen. Los
más célebres y curiosos son:

Vainica, técnica importante de la pasamanería tradicional para la que se extraen hilos y luego se
rematan formando preciados calados.

Bordado yugoslavo, muy conocido por su facilidad y por su buena presencia.

Punto de cruz, que consiste en formar cruces mediante los hilos contados de una tela. Cuenta con
variantes.
Punto de Palestrina, una variante del punto de nudo: sencillo, rápido e impecable.

Punto de cadeneta, otro punto sencillo pero más discreto, que se asemeja a la cadeneta del
ganchillo, ya que su funcionamiento es casi idéntico.

Bordado de Parma, curioso pero poco conocido punto en el que, a partir de varias cadenetas, se
rellena mediante el festón.
Bordado de Lagartera, la manera correcta de nombrarlo es en plural “Bordados de Lagartera”
con origen en el pueblo de Lagartera (Toledo) España. También se denomina como Labores de
Lagartera. Y se distinguen tres variantes principales: Deshilados, Bordados y Dibujados

Hardanger, bordado noruego extremadamente difícil pero exquisito. Se basa en el deshilado de la


tela mediante calado.
Realce, bordado a bastidor con el que se llena la tela de motivos florales o incluso con vistosas
iniciales.

Richelié, consiste en recortar la tela y luego festonarla.

Bordado sobre tul, se trabaja a partir de un tul que se decora con pequeños elementos decorativos.
Frunce (Smock), característico en la ropa de niños, formando nidos de abeja.

Bordado mallorquín, nativo del archipiélago mediterráneo, engloba muchos puntos, como cadeneta
y realce.

Bordado segoviano y Bordado de Asís, casi en desaparición.


Por sus motivos pueden ser:

Ornamentales, los habituales.

Bordados de imaginería los que forman retratos o imágenes aunque a veces, lleven éstas el color
de la parte desnuda hecho a pincel y no bordado.

Entre los bordados que se hacen sobre tela blanca, de algodón o de lino hay dos que pueden
considerarse como de transición al encaje y que varios expertos lo confunden con éste, a saber:

El bordado de puntos cortados, consistente en una labor de aguja que se practica entre los bordes
de los calados o recortes hechos previamente en el tejido de la pieza.

Bordado de a hilos tirados o al deshilado, consistente en la misma labor practicada sobre fondo
claro que se obtiene quitando hábilmente algunos hilos también del interior de la tela, práctica ya
conocida desde antiguo en Oriente. Así mismo, se conoce de antiguo el bordado sobre tejido
transparente o sobre malla (en francés, lacis) que imita al encaje y se confunde fácilmente con éste
pero se diferencia en que exige un tejido previo como todo bordado.

Materiales:

Hilos

Hilos para bordar hay de muchos tipos. Los más conocidos son:

Hilos de Mouliné. Son hilos que están formados por seis hebras, las cuales se pueden separar
fácilmente para poder utilizar las que se necesiten. Son los más comunes para bordar.

Hilos de rayón de seda (brillosos) o de Lino.

Hilo de Perlé, 100% algodón donde las hebras no se pueden dividir.

Se puede bordar con casi cualquier hilo, se puede bordar con estambre, con cintas, con listón,
incluso con pelo. Con cualquier material que pueda atravesar la tela, dependiendo el resultado que
se quiera tener.

Tijeras

Existen muchísimos tipos de tijeras. Grandes, chicas, de colores, baratas, caras, etc.

Son necesitas tijeras que corten bien.

Las más grandes son para cortar tela y las más pequeñas y de puntas afiladas se usan para cortar
hilo y sólo se utilizan para eso. Las tijeras de tela e hilo son SÓLO tijeras de tela e hilo, de lo
contrario pierden el filo y no sirve querer cortar un hilo con tijeras desafiladas.

Telas

La tela es muy importante. Escoger la tela adecuada o no va a afectar en definitiva el resultado


final de cualquier bordado. Pero así como en los hilos, realmente se puede bordar en cualquier tipo
de tela. Planas o de punto. Usualmente se recomiendan las telas planas de tramas abiertas, como
lienzo o lino, pero toda experimentación es válida.
Aros o Bastidores

Los hay de muchos tipos. Los más comunes son redondos de madera. También existen aros de
plástico. En casos de que el bastidor no sujete bien la tela, se puede forrar el aro exterior con una
cinta o bies de tela de algodón.

La tensión de la tela en el bastidor debe ser perfecta y sonar como un tambor, teniendo en cuenta
de no estirarla demasiado, principalmente en géneros de punto que puedan deformarse.

Agujas

Las agujas de bordado son finas, puntiagudas y tienen el ojo (por donde pasa el hilo) alargado.

La aguja que utilices dependerá del hilo y la tela que vayas a usar.

Agujas para bordar a mano:

Agujas de bordado (Crewell)

Son agujas largas, puntiagudas y con el ojo también alargado (muy parecidas a las agujas de
zurcir en cuanto a la forma, pero más finas y cortas) para poder acomodar diferentes hebras de
hilo, se utilizan en los bordados realizados con hilos, ya sean de algodón o de otro tipo de material
como la seda. Su grosor varía entre 0,5 y 1 mm y su longitud entre los 30 y 50 mm.

Agujas de tapicería con punta o de estambre (Chenille)


Este tipo de agujas se caracterizan por tener un ojo alargado mucho más grande que el de las
agujas de bordar. Se utilizan para el bordado con lanas y pueden ser de diferentes gruesos según
el grosor de la lana utilizada, su numeración va de los números 13 al 26 (según fabricantes),
aunque las más corrientes son a partir del 18. También se usan en el bordado con cintas de seda.

Agujas de tapicería sin punta (Tapestry)

Son exactamente iguales a las anteriores pero su punta es redondeada, y son especiales para los
tejidos que tienen una trama regular con agujeros, como los cañamazos o los tejidos utilizados en
las labores de puntos contados, como el punto de cruz o el Hardanger, por ejemplo. También se
suelen utilizar para la unión de piezas tejidas a mano.
Algunos puntos útiles para bordar

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