Vous êtes sur la page 1sur 11

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

¿Existe el concepto de verdad?: Qué hay dentro de la Caverna.

Freud y la filosofía. Una reflexión.

“A Nietzsche, otro filósofo cuyos presagios y opiniones coinciden con frecuencia, de un

modo sorprendente, con los laboriosos resultados del psicoanálisis, he evitado leerlo durante

mucho tiempo, pues más que la prioridad me importaba conservarme libre de toda

influencia”.

Freud.

Freud y Nietzsche. Cuestionar el orden de lo establecido. Dos personajes que ocupan


posiciones vigentes en las corrientes de pensamiento de los siglos XIX y XX. Quizá, su
tiempo no les comprendió, pero es ahora nuestro trabajo continuar con aquella
búsqueda.

Por un lado existe Nietzsche, como diagnosticador del fin de la modernidad y transgresor
de los valores. Por otro lado está Freud, como el descubridor del método analítico a partir
del cual se revolucionaron las ideas sobre la psique y la realidad social del ser humano.

Sin embargo Freud mostró una relación conflictiva, llena de resistencias, con el
pensamiento nietzscheano. A pesar de esto, se encuentra una resonancia con el
pensamiento nitzscheano que conforma de igual forma el devenir freudiano.

En el comienzo de esta tensión freudo-nietzscheana, durante la crisis que sufrió Freud en


en el año 1885 debido a la adicción a la cocaína, expresó su atracción por dos modelos
de conocimiento: el científico, propio de su formación como neurólogo y de los años de
investigación en el laboratorio de Brüke; y, más cercano a la filosofía, y representado

-principalmente- por ideas nietzscheanas.

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

En La interpretación de los sueños, (1900) se encuentra una cita explicita al Humano

demasiado humano de Nietzsche, (1878) y su teoría sobre el sueño: “Entrevemos cuán

acertadas son las palabras de Nietzsche: en el sueño «sigue actuándose una antiquísima

veta de lo humano que ya no puede alcanzarse por un camino directo». En una carta

dirigida a W. Fliess el 1 de febrero de 1900, Freud comenta que acaba de comprar la obra

de Nietzsche con la intención de encontrar en ella las palabras que le faltan y que

necesita para dar forma a sus pensamientos. Sin embargo, también afirma, contrariando

a su primera declaración, que se encuentra perezoso para comenzarla.

El 1 de abril y el 28 de octubre de 1908, la Sociedad de Viena dedicó sus sesiones a

comentar textos de Nietzsche. Entre los asistentes estaban Alfred Adler y Otto Rank,

pioneros del psicoanálisis y lectores de Nietzsche. En estas sesiones Freud afirmó no

haber leído los textos y no estar influido por el filósofo en la elaboración de sus propias

ideas. Otro elemento a considerar en esta influencia fue la relación de Freud con Lou

Andreas Salomé.

La escritora, -quien conocía íntimamente a Nietzsche-, entregó a Freud un texto

escrito por ella, El himno de la vida, pero mintió sobre su autoría, diciendo que era de

Nietzsche. Freud respondió: “No, sabe usted: no estoy de acuerdo. Un buen catarro

crónico sería más que suficiente para curarle de semejantes deseos”, refiriéndose al amor

incondicional a la vida plasmado por Lou en dicho texto. Sufrimiento o felicidad, algo que

ni el pensamiento trágico de Freud ni el dualismo pulsional del psicoanálisis están

dispuestos a aceptar.

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

Nietzsche, siendo el filósofo de la tragedia y la transmutación de los valores, invierte


el pensamiento pesimista de su maestro Schopenhauer, y desarrolla una filosofía de
exaltación, de veneración de la vida que Freud no acepta.

En Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico, (1914) Freud afirma


rehusar el placer de leer a Nietzsche con el motivo de no contaminar su obra de tales
pensamientos:

“En una época posterior, me rehusé el elevado goce de las obras de Nietzsche con

esta motivación consciente; no quise que representación-expectativa de ninguna clase

viniese a estorbarme en la elaboración de las impresiones psicoanalíticas. Por ello, debía

estar dispuesto —y lo estoy, de buena gana— a resignar cualquier pretensión de prioridad

en aquellos frecuentes casos en que la laboriosa investigación psicoanalítica no puede

más que corroborar las intelecciones obtenidas por los filósofos intuitivamente”.

“La psicología entera ha estado pendiendo hasta ahora de prejuicios y temores

morales: no ha osado descender a la profundidad. Concebirla como morfología y como

«teoría de la evolución de la voluntad de poder», tal y como yo la concibo –eso es algo

que nadie ha rozado siquiera en sus pensamientos: en la medida, en efecto, en que está

permitido reconocer en lo que hasta ahora se ha escrito un síntoma de lo que hasta ahora

se ha callado. La fuerza de los prejuicios morales ha penetrado a fondo en el mundo más

espiritual, en un mundo aparentemente más frío y más libre de presupuestos - y, como ya

se entiende, ha tenido efectos nocivos, paralizantes, ofuscadores, distorsivos”

Más allá del bien y el mal. Nietzsche.


Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

Freud quiso desmarcarse de toda influencia nietzscheana; al mismo tiempo, alguien

le señaló que algunas de sus dilucidaciones habían sido ya anticipadas por Nietzsche. Y

porque de ningún otro filósofo se deslinda Freud tan enfáticamente es que importaría

indagar los contenidos latentes que subyacen a un énfasis tal, nunca tan explícito.

Nietzsche anticipó material que en el futuro, Freud explicaría excelsamente.

Freud reconoce su deuda filosófica: “Entre los otros factores que por mi trabajo se

fueron sumando al método catártico y lo trasformaron en el psicoanálisis, quiero

destacar: la doctrina de la represión y de la resistencia, la introducción de la sexualidad

infantil, y la interpretación y el uso de los sueños para el reconocimiento de lo

inconsciente. En cuanto a la doctrina de la represión, es seguro que la concebí yo

independientemente; no sé de ninguna influencia que me haya aproximado a ella, y

durante mucho tiempo tuve a esta idea por original, hasta que Otto Rank nos exhibió

aquel pasaje de El mundo como voluntad y representación, de Schopenhauer, donde el

filósofo se esfuerza por explicar la locura. Lo que ahí se dice acerca de la renuencia a

aceptar un fragmento penoso de la realidad coincide acabadamente con el contenido de

mi concepto de represión, tanto, que otra vez puedo dar gracias a mi falta de erudición

libresca, que me posibilitó hacer un descubrimiento. No obstante, otros han leído ese

pasaje y lo pasaron por alto sin hacer ese descubrimiento, y quizá lo propio me hubiera

ocurrido si en años mozos hallara más gusto en la lectura de autores filosóficos. En una

época posterior, me rehusé el elevado goce de las obras de Nietzsche con esta

motivación consciente: no quise que representación-expectativa de ninguna clase viniese

a estorbarme en la elaboración de las impresiones psicoanalíticas. Por ello, debía estar

dispuesto –y lo estoy, de buena gana– a resignar cualquier pretensión de prioridad en

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

aquellos frecuentes casos en que la laboriosa investigación psicoanalítica no puede más

que corroborar las intelecciones obtenidas por los filósofos intuitivamente”. (Freud, 1914).

El simple hecho de tener que respirar a forzori es el máximo acto cometido en

nuestra contra en la actualidad, después de haber sido paridos. No podemos dejar de

respirar a voluntad, a menos que cada una de nuestras células deje de recibir su dotación

de oxígeno particular. ¿Violento, no? Nuestra realidad es violenta, nacemos y nos

propinan una nalgada, el ruido es violento, hay cortes en el cuerpo, llanto, cambios en

temperatura y espacio.

Desde que nacemos hay un punto de ruptura, un punto de quiebre de esa no

necesidad - a necesitar algo. ¿Entramos al mundo de la aporía, el camino sin salida?

¿Qué es eso que realmente necesitamos? Entiéndase que al ser nosotros seres

humanos, nacemos como seres desvalidos, desamparados, seres que, como dice Freud,

nos encontramos en constante sufrimiento quizá por el hecho de haber nacido, por el

simple hecho de haber venido al mundo. ¿Esto nos hace culpables? ¿Esto amerita salir a

esta existencia a sufrir? Ya que, el que sufre es porque algo hizo, es porque de algo es

culpable. No existen límites dentro de ese deseo que acapara al bebé, lo quiere todo, es

tarea de los padres poner dichos límites. ¿Desde aquí se denota esa ilusión del

egocentrismo del bebé, ‘his majesty the baby’?

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

Entonces, ¿somos esclavos de esta vida? ¿somos esclavos de la existencia?

¿cómo salir de este sufrimiento infinito que parece nunca terminar? ¿o es tan solo una

ilusión? Esto nos remite a la pregunta: ¿realmente presenciamos algún instante de

verdad? ¿nos encontramos fuera de ella? O, ¿podemos realmente confiar en nuestros

sentidos?

¿Vivimos? o ¿existimos! en un mundo de apariencias donde nuestros sentidos no

son confiables. Entra en disputa si tiene validez lo que pensamos, lo que presenciamos,

lo que soñamos, lo que vivimos… ¿qué son las ideas! Para Nietzsche las ideas son

representaciones, y ¿qué es una representación si no es una (re)interpretación de una

idea, de un ideal? Para ello tuvo que haber una concepción previa de dicha imagen

mental que concebimos como idea. Entrando ahora al lenguaje lacaniano, ‘todo

encuentro es un (re)encuentro’. Todo lo hemos presenciado anteriormente, en el pasado y

lo mantenemos como representación pero posteriormente nos reencontramos con ello y

debe volverse a interpretar.

Sigmund Freud tuvo una manera original de llevar el principio metodológico básico

del Naturalismo, que ordenaría indagar la causa del fenómeno de cada caso particular, y

así sucesivamente, al terreno de la psicología humana (“¡No me va a hacer creer usted

que esto y aquello ocurren porque sí!”). Dando por hecho -absolutamente y sin

excepción, que todo tiene sentido, incluso los sueños, los delirios, los actos fallidos, es

decir, lo que nunca antes lo había tenido para la ciencia (médica), ni para el sentido

común que se consideraría ilustrado.

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

Es decir, ¿estamos condenados eternamente a residir en una no-verdad? ¿en una

realidad ficcional? Como seres humanos, quizá nos sea más conveniente mantener la fe

(definiéndola como esa esperanza de existencia o para la existencia) en una realidad, o

una verdad que podemos alcanzar, como una utopía. ¿Será mejor vivir así? ¿Es cuestión

de incapacidad de salir de este estado? ¿De confort? ¿Se le llama rebelde a aquel que

logra salir de este estado? ¿Quizá loco? ¿Se puede salir de este estado?

¿Nacemos y morimos en este estado? ¿qué nos somete a él? ¿cómo se sale de

él? ¿quienes somos los esclavos de la Caverna de Platón? ¿hay quienes no lo son?

¿quienes sabemos que vivimos atrapados, esclavizados, lo somos menos que los

demás..? ¿por qué se nos introduce a esa Caverna? ¿la Caverna es en un inicio la

madre?

Como dice Kant, de lo único que tenemos certeza es de la certeza de percepción.

Pero ni siquiera de memoria. Tenemos una conciencia engañosa. ¿Qué recordamos?

¿qué tan cierto es eso que recordamos? Estamos llenos de pliegues infinitos

(pensamiento Deleuziano). No somos tiempo cronológico, somos duración, es abstracto

es distinto para todos y en un ‘recuerdo’ no podemos evocar una sola cosa, pues dentro

de un momento, dentro de un evento se encuentran un nacimiento, una muerte, ¿una

violación?

¿Qué leemos cuando leemos un libro? El lenguaje es traicionero. ¿La traducción,

una traición? Vayámonos al italiano traditore que significa traición, al mismo tiempo que

hace referencia a la traducción. Pero, ¿en qué podemos confiar? Si no es en los sueños,

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

ni en la lucidez y ni siquiera en nuestro lenguaje. ¿Qué leemos cuando leemos un libro? El

lenguaje, traicionero como es, nos lleva por camino de la falacia. ¿Qué quieren decir

realmente los autores? ¿Qué interpreta realmente el lector de lo que extrae al leer? Lo

que uno escribe, lo que un otro lee… mundos, concepciones totalmente distintas.

¿Quién es el que logra salir de la Caverna? ¿tenemos que mantenernos dentro de

ella para ser bien aceptados por la sociedad? ¿tiene algo que ver el ceder a nuestros

deseos (pulsionales) para ser bien o mejor recibidos en sociedad con esa ceguera ante

las sombras que son reflejadas ante las paredes de la Caverna provenientes de las

sombras y el fuego? ¿qué queda si no lo hiciésemos? ¿el rechazo? ¿la pérdida de esa

aceptación por la que hemos trabajado toda nuestra vida, toda nuestra infancia?

El concepto de inconsciente se inspira en el Mito de la Caverna de Platón. Los

prisioneros, cómplices por "requerimiento" de su propia sombra proyectada en la pared,

crean fuerza mediante su imaginación. Se ven saliendo del cuerpo-caverna e intentan

negociar con la luz del día. La conciencia luminosa de tal realidad familiar debe ser

confrontada con la "no-familiar" del día e introducir una dialéctica entre el dentro y el

fuera, entre el día y la noche. Simbólicamente, la conciencia es una luz capaz de dar día a

la interioridad múltiple y enigmática de cualquier ser.

Pero si salimos de la Caverna, hipotéticamente, si se pudiese, encontraremos otra

aceptación, aquella de tales sujetos que también lo han logrado, y que también se han

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

percatado que lo que se vivía dentro de ella no era del todo verdadero. Eso nos brinda

una oportunidad de no ser renegados totales, no en todos los aspectos, no en todos los

sentidos, no en todos los lugares.

Nos conformamos al parecer con lo que escuchamos como verdad, o con lo que

se nos plantea como verdad. Un ejemplo: nos dicen en la ciencia que A conlleva a B

como resultado de algún proceso, y nuestro razonamiento que tanto añora una

explicación se aferra a ello, a esta simple (?) explicación porque no cabe en nosotros

quedarnos con esa falta con la que ya nacimos, esa falta que ya tenemos, la falta en la

que vivimos. ¿Atesoramos verdades cómodas?

¿Existe entonces la verdad?

Todos los días nos vemos sometidos ante la esclavitud de esta diada placer-

displacer. Nos situamos en una posición en la que DEBEMOS pelear por honorar y

respetar el significado de esa palabra, pero ni siquiera podemos darle el valor correcto,

porque no existe.

Regidos por ese modelo basado en la homeóstasis de cargas y descargas. Donde

desde el momento de estar vivo hay un síntoma. Donde la represión y la sublimación

operan como mecanismos de defensa ante el aumento de quantum de tensión.

¿Podemos pensar entonces al aparato psíquico como la caverna platónica?

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

El cuerpo es la vía de facilitación tanto del síntoma como del deseo. Lo único que

existe es lo real, y lo real es el cuerpo. Estamos atrapados en el cuerpo, cárcel del alma

desde que nacemos hasta que morimos, y comenzamos a morir desde que nacemos.

Hay caminos que el ser hablante construye para poder mantener un lazo con el

Otro. ¿Qué nos resta? Salir por el campo de la ficción. Donde se ve envuelta la creación,

la invención, las máscaras… Es el campo de las apariencias, el engaño, el fingimiento, la

ilusión. Al menos así lo ve Nietzsche en su imponente texto Sobre verdad y mentira en

sentido extra moral… Sólo nos queda atenernos a la realidad y estar conscientes de lo

que nos rodea, para así caer en cuenta de si verdaderamente son sombras las que

vemos.

¿Podemos afirmar que el filósofo en Freud pertenece a la familia ideológica de

Schopenhauer, el pensador que hizo valer el punto de partida entre representación y

voluntad, la quiebra de la fuerza y el sentido? ¿Hay una metapsicología antes de Freud?

O más bien, ¿de quién es la metapsicología pre- freudiana?

Monica Peña Bedolla

Dr. Alí Gómez Lunagómez

Epistemología freudiana

Diciembre 2018

Bibliografía

Assoun, P. L. (2006). Freud and Nietzsche. A&C Black.

Assoun, P.L. (2002). ‘La metapsicología’. Buenos Aires. Siglo XXI.

Assoun, P. L., & Bixio, A. L. (1982). Freud: la filosofía y los filósofos. Paidós.

Platón. (2007). La República. Madrid. Gredos.

Ricoeur, P. (1990). Freud: Una interpretación de la cultura. Siglo XXI.

Freud, S. (1930). El malestar en la cultura. Volumen. XXI. Argentina, Amorrortu.

Freud, S. (1919.) Pegan a un niño. Volumen. XVII. Amorrortu.

Freud, S. (1895), ‘Proyecto de una psicología para neurólogos’, Tomo II. En Obras

Completas, Vol. II…, Buenos Aires: Siglo XXI.

Freud. S. (1914). Contribución a la historia del movimiento psicoanalítico, Obras


Completas, Buenos Aires, Amorrortu, vol. XIV.


Nietzsche, F. (1994). Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. Madrid. Tecnos.

Vaihinger, H. (1994). Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. Madrid. Tecnos.

Vous aimerez peut-être aussi