Vous êtes sur la page 1sur 7

UNIVERSIDAD ESTATAL DE MILAGRO

FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA LICENCIATURA EN ENFERMERIA

CATEDRA:

SALUD Y DEMOCRACIA

TEMA:

GENERALIDADES: DEFINICIONES
DEMOCRACIA Y SOCIEDAD, CARACTERÍSTICAS PRINCIPIOS DE LA
DEMOCRACIA ¿PARA QUÉ SIRVE LA DEMOCRACIA
CIUDADANÍA, DEFINICIÓN, ACCIONES DE CADA CIUDADANO

DOCENTE:

MSC. VERA LORENTI FANNY ELSA

ESTUDIANTE:

GISSELA ELIZABETH VALENZUELA SARABIA

3 er SEMESTRE

MILAGRO, ECUADOR

2018
DEMOCRACIA Y SOCIEDAD
La democracia (del latín tardío democratĭa, ) es una forma de organización social que
atribuye la titularidad del poder al conjunto de la ciudadanía. En sentido estricto, la
democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son
adoptadas por el ppueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que
confieren legitimidad a sus representantes. En sentido amplio, democracia es una forma de
convivencia social en la que los miembros son libres e iguales y las relaciones sociales se
establecen conforme a mecanismos contractuales.
La democracia se puede definir a partir de la clasificación de las formas de gobierno realizada
por Platón, primero, y Aristóteles, después, en tres tipos básicos:
 monarquía (gobierno de uno)
 aristocracia (gobierno «de los mejores» )
Hay democracia indirecta o representativa cuando la decisión es adoptada por personas
reconocidas por el pueblo como sus representantes. Hay democracia participativa cuando se
aplica un modelo político que facilita a los ciudadanos su capacidad de asociarse y
organizarse de tal modo que puedan ejercer una influencia directa en las decisiones públicas
o cuando se facilita a la ciudadanía amplios mecanismos plebiscitarios consultivos.
Finalmente, hay democracia directa cuando la decisión es adoptada directamente por los
miembros del pueblo, mediante plebiscitos y referéndums vinculantes, elecciones primarias,
facilitación de la iniciativa legislativa popular y votación popular de leyes, concepto que
incluye la democracia líquida. Estas tres formas no son excluyentes y suelen integrarse como
mecanismos complementarios en algunos sistemas políticos, aunque siempre suele haber un
mayor peso de una de las tres formas en un sistema político concreto.
No debe confundirse República con Democracia, pues aluden a principios distintos, la
república es el gobierno de la ley mientras que democracia significa el gobierno del pueblo.
Las sociedades modernas han pasado por una serie de transformaciones a través de su
historia, cada una de ellas presenta procesos propios, dando un efecto particular en su devenir.
Por ello, genera una cultura y estructura social, propiciando como consecuencia formas de
comportamiento y expresiones culturales que se reflejan en la organización política,
económica y social.
Para explicar el comportamiento de la sociedad mexicana, es necesario presentar dos
antecedentes importantes: en primer lugar, el desarrollo de procesos históricos; en segundo,
la integración de procesos culturales y sociales a la transformación de la sociedad. De la
década de los años cincuenta a la de los setenta, el país vivió un proceso de industrialización
impulsado desde una política económica regida por el Estado, lo que requirió de una
subordinación de la población, estableciéndose como estructura política el corporativismo.
Después de la crisis económica de la segunda parte de la década de los setenta, se dio paso
al neoliberalismo, en donde se requería que el mercado fuera el rector de la economía y que
la democracia se generara a través de los partidos políticos y de la participación ciudadana.
La cuestión clave que en este caso es resaltada, atinge a una acción colectiva que no
necesariamente involucra la afirmación de derechos y la defensa de identidades culturales,
así como que tampoco expresa la voluntad de participación política en referencia a las
instituciones estatales. Se trata de otra posible dimensión de lo público: la producción de
bienes públicos desde la sociedad, basada sobre todo en la solidaridad y fundamentada
especialmente en la necesidad de restringir la acción del Estado. En tanto tal, sin embargo,
no es autónoma de la primera dimensión anotada: como ha sido ya sugerido, resulta cada
vez más evidente que para que la reducción del Estado cree condiciones al fortalecimiento
de la sociedad, debe estar asegurada en aquél la representatividad social. Por tanto, bien
pudiera afirmarse que ambas dimensiones remiten a un mismo requerimiento: la creación
de una nueva institucionalidad pública, donde la sociedad cumpla un papel relevante
(Cunill, 2004).

Esto obliga a cambios sustanciales en las formas de organización de la sociedad, y altera las relaciones
entre la sociedad y el Estado, planteando la necesidad de estructurar organizaciones sociales para
garantizar la aplicación de políticas públicas, así como de buscar legitimidad de los gobiernos durante
este proceso.
El cambio en la política económica impulsó al sector servicios, lo que proyectó el proceso de
circulación de mercancías y comunicaciones, ocasionando una fuerte concentración de población en
las zonas urbanas, que ha traído como consecuencia la expansión y el crecimiento de las ciudades.
México se inscribe dentro del ámbito mundial en una íntima relación con los efectos de las crisis y el
crecimiento del capital, lo que obliga a participar dentro de los modelos de acumulación; esto es,
actuar de manera particular en las condiciones generales de desarrollo del capitalismo. Sin embargo,
se ha enfrentado a las medidas económicas que requiere este desarrollo y que se contraponen con la
cultura y las estructuras de la sociedad mexicana, lo cual ha provocado que no se completen los
procesos económicos que marcan las necesidades del capital.

En la actualidad varias circunstancias y actores confluyen hacia una mayor demanda de


participación de la sociedad civil en la gestión de programas o servicios, sobre todo del
campo social. El Estado, en gran medida incitado por la crisis fiscal o por la conciencia de
sus límites operativos, pareciera inclinarse crecientemente hacia la concurrencia de otros
actores en el desarrollo de sus actividades. Los usuarios, en búsqueda de una mayor calidad
de los servicios públicos, comienzan a favorecer su provisión privada. Muchas
organizaciones no gubernamentales, ante el debilitamiento de las fuentes de financiamiento
tradicionales, colocan su mirada en la asociación con instancias gubernamentales. Los
organismos internacionales, unos en el marco de la revisión de los modelos de prestación de
servicios sociales basados en el sector público, otros tras el fundamento de las virtudes
intrínsecas al involucramiento de los beneficiarios, también reclaman un rol más activo para
la sociedad civil (Cunill, 2004)

Todo lo anterior, provoca un replanteamiento de las funciones de las organizaciones sociales,


que pasan de ser gestoras, a participar directamente en la aplicación de las políticas públicas.
Sin embargo, carecen de formas de representación en las comunidades en donde actúan,
debido en gran medida a la falta de identidad y de vinculación con los intereses de los
miembros de las comunidades en donde actúan.
Sin embargo, existe la identidad como un elemento que cruza de manera general a la sociedad
mexicana, la cual se refleja en las partes simbólicas a través de costumbres, tradiciones,
ideología, etcétera. Así podemos afirmar, de acuerdo con lo planteado por Arditi, lo siguiente:
Cuando nos referimos a la identidad, sea de una persona o de un colectivo humano,
tendemos a pensar en aquello que se mantiene invariable. La identidad sería la cara detrás
de toda máscara, una suerte de núcleo duro que subsiste a pesar de las apariencias y de los
cambios circunstanciales. La identidad aparece cuando los velos caen y la ambigüedad se
desvanece (Arditi, 2010).
Partiendo de que en la historia de México y de su sociedad se presentan cambios sustanciales
en la economía, la cultura y las relaciones de la ciudadanía, como consecuencia del avance
de la economía y la tecnología, la sociedad encuentra en la democracia el producto de los
procesos de modernización y de transformación social, generando las adecuaciones
necesarias que nos proponen los modelos de acumulación de capital, particularmente los que
se generan en el último tercio del siglo XX, en donde se caracterizan por tener una serie de
transformaciones generadas en torno al mercado y dan rumbo a los procesos de globalización,
los cuales no pudieron penetrar de manera profunda en la cultura y en la integración del país.
En la historia política del país, el llamado desarrollo estabilizador dejó honda huella en la
sociedad, ya que se generó la tendencia a buscar siempre el compromiso del Estado
paternalista, autoritario y fuertemente centralizado, lo que provocó una falta de identidad con
la democracia, y, por tanto, la ausencia de espacios de participación política de manera
formal.
La construcción de las identidades utiliza materiales de la historia, la geografía, la biología,
las instituciones productivas, la memoria colectiva y las fantasías personales, los aparatos de
poder y las revoluciones religiosas. Pero los individuos, los grupos sociales y las sociedades
procesan todos esos materiales y los reordenan en un sentido, según las determinaciones
sociales y los proyectos culturales implantados en su estructura social y en su marco
espacio/temporal (Castells, 2001).
CARACTERISTICAS PRINCIPIOS DE LA DEMOCRACIA

 Igualdad y Libertad
Se basa en los valores de igualdad y libertad. Estos valores, proclamados en la Revolución
Francesa (junto con el de fraternidad), sostienen que todos los hombres son iguales ante la
ley y son libres de obrar a su modo, en la medida que ello no vaya en contra de lo legal.

 Representatividad
Descansa en el concepto de representatividad. El voto libre y secreto es el mecanismo que
asegura la representación del conjunto de los ciudadanos en manos de un grupo relativamente
reducido de individuos, ya que es imposible que todas las personas participen de las
decisiones cotidianas que hacen al funcionamiento de un país.
 Constitucionalidad
Las democracias se apoyan en el principio de constitucionalidad. Las democracias de hoy se
articulan a partir de un texto público que garantiza los principios de igualdad y libertad:
la Constitución Nacional. Las constituciones de los países democráticos son la garantía del
respeto a los derechos de los ciudadanos, incluyendo todo tipo de minorías.
 Descentralización de decisiones
La democracia evita los gobiernos centralizados todopoderosos. Esto lo logran
descentralizando las decisiones a niveles regionales, departamentales, etc.

 Derechos Humanos
Asegura los derechos humanos básicos. Un sistema democrático siempre otorga la
oportunidad de organizarse y participar plenamente en la vida política, económica y cultural
de un país, y garantiza la libertad de expresión y culto.

 Democracias puras e impuras


La democracia se ejerce de manera directa o indirecta. En términos teóricos hay dos tipos de
democracias básicas:
 Democracias directas o puras: Gobiernan un número reducido de ciudadanos en
asamblea.
 Democracias indirectas o representativas: El gobierno lo ejercen representantes
elegidos por todos los ciudadanos mediante votación; cualquier persona tiene derecho
a elegir y a la vez a ser elegido. En la práctica solo es posible esta última en la
actualidad (excepto para situaciones muy puntuales).
Tipos de democracias
Se reconocen clásicamente tres modelos o tipos de democracias representativas:
Sistema presidencialista: Se basa en la figura fuerte de un presidente, cabeza del poder
ejecutivo, secundado por un grupo de ministros y secretarios que él elige.
Sistema parlamentario: Tiene un papel central el Parlamento, y las facultades del presidente
están bastante restringidas
Sistema colegiado: Es una combinación de los otros dos. El ejecutivo está integrado por
varias personas elegidas por el Parlamento, y se turnan en el ejercicio de la presidencia.

 Garantías a los derechos


La democracia se basa en los principios del gobierno de la mayoría y los derechos
individuales. En toda sociedad democrática existen garantías a los derechos individuales,
contemplando especialmente los derechos de las minorías y de los disidentes.
 Participación política y pluralismo
La democracia se sustenta en la participación política y en el pluralismo. Entendiendo a la
política como el mecanismo para lograr objetivos superadores en una sociedad, en la que
existen siempre grupos con intereses diferentes, incluso a veces contrapuestos, es
fundamental para todo proceso democrático la participación ciudadana civilizada, con
partidos políticos y dirigentes que escuchen y respeten las voluntades de los ciudadanos.
 Herramientas democráticas complementarias
Para casos especiales, dispone de herramientas complementarias. Los plebiscitos (consultas)
y los referéndums operan como instancias de democracia directa, apropiadas en ciertos casos.

PARA QUE SIRVE LA DEMOCRACIA, CIUDADANIA

Desde que en los años 2007 y 2008 empezamos a tomar conciencia de la crisis, la
insatisfacción con la situación económica de nuestro país se convirtió en indignación, con
motivos más que sobrados, que existían en realidad desde mucho antes. Las voces de la
indignación no exigían otro régimen político, distinto a la democracia, sino todo lo contrario:
pedían su realización auténtica. Nadie sugería que imagináramos otra forma de gobierno,
como podría ser un despotismo ilustrado, empeñado en dar al pueblo lo que supuestamente
necesita, aunque no lo sepa, sino una democracia radical.
Se habló entonces de falta de legitimidad de la política, pero equivocadamente, porque los
representantes y las instituciones eran legítimos, como lo son ahora. Lo que había sufrido un
serio desgaste era la credibilidad de unos y otras, lo cual no es determinante desde el punto
de vista legal, pero resulta gravísimo para la vida cotidiana, porque sin confianza no funciona
la democracia.
ACCIONES DE CADA CIUDADANO

Un ciudadano es una persona considerada como miembro de un estado titular de derechos


civiles y políticos , sometido a sus leyes. Es un concepto sociopolítico y legal de significado
variable usado desde tiempos antiguos y a lo largo de la historia, aunque no siempre de la
misma manera.
La participación ciudadana es un conjunto de mecanismos para que la población acceda a las
decisiones del gobierno de manera independiente sin necesidad de formar parte de la
administración pública o de un partido político. Se debe de tomar en cuenta que la
participación ciudadana no solo se refleja a través del voto, sino que existen múltiples
maneras de tomar parte en asuntos públicos. Ejemplos de esto pueden ser acciones como
expresión, deliberación, creación de espacios de organización y disposición de recursos por
medio de los cuales los ciudadanos se involucran en la elaboración y decisión de temas que
son de su interés.
El término participación social o ciudadana puede ser conceptualizada desde diferentes
perspectivas teóricas, así puede referirse a los modos de fundamentar la legitimidad y el
consenso de una determinada población, por ejemplo participación democrática o también
puede referirse a los modos de luchar contra las condiciones de desigualdad social y para
cuya superación se necesita impulsar la participación.1 En la mayoría de las definiciones de
participación ciudadana, existen elementos en común: una mediación entre sociedad y
gobierno para que los distintos sujetos sociales intervengan, con base en sus diversos
intereses y valores, los cuales influyen en políticas públicas y en las estructuras de gobierno,
fundamentándose en el reclamo del derecho a la intervención en los asuntos que les
competen.

Bibliografía

Arditi. (2010). Ciudadano Participante . Demo-Politica, 29.

Castells. (2001). Libertad y Paz. Politicos en guerra, 29.

Cunill. (2004). Democracia Ciudadana. Politica Transparente, 10.

Fuente: https://www.caracteristicas.co/democracia/#ixzz5WDgDdcfh

Vous aimerez peut-être aussi