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PSICOLOGÍA DE LA SALUD Y PSICOLOGÍA

CLÍNICA

Jesús Rodríguez-Marín

http://www.papelesdelpsicologo.es/resumen?pii=772

Departamento de Psicología de la Salud. Facultad de Medicina. Universidad "Miguel


Hernández" de Elche (Alicante)

Este artículo analiza la relación entre la Psicología de la Salud y la Psicología Clínica. Se definen
la Psicología Clínica y la Psicología de la Salud, analizando sus puntos de conexión y
coincidencia y sus diferencias, postulando la necesidad de su distinción por razones
conceptuales y pragmáticas. Se apoya la idea mantenida por el Grupo de Trabajo en Psicología
de la Salud de la EFPPA, de que la Psicología de la Salud tiene que ver con los aspectos
cognitivos, emocionales y comportamentales asociados a la salud/enfermedad físicas; de que
la Psicología de la Salud se preocupa primordialmente de la salud y enfermedad físicas y del
cuidado de la salud física (aun reconociendo que la salud física y la salud mental están
interrelacionadas); mientras que la Psicología Clínica se preocupa primordialmente de la
evaluación, predicción y alivio de los trastornos de la salud mental (cognitivos, emocionales y
comportamentales). Finalmente la propuesta es que, dado que existen aspectos
complementarios, suplementarios, y sinergias, se puede , de hecho, plantear la disolución de
las diferencias y la consideración de un área común, que se ha venido a denominar "psicología
clínica y de la salud", que sería la mera suma de ambos campos, mediante la cual se pueden
obtener ciertos beneficios pragmáticos, pero que genera, sin duda, costos conceptuales y
metodológicos no despreciables.

This paper studies the relationship between the Psychology of the Health and the Clinical
Psychology. They are defined the Clinical Psychology and the Psychology of the Health,
analysing their coincidences and their differences, and postulating the necessity of their
distinction for conceptual and pragmatic reasons. The idea maintained by the Task Force on
Health Psychology EFPPA, of that the Health Psychology is concerned with cognitive, emotional
and behavioural, aspects related to physical health and/or physical illness. Health Psychology
concerns mainly physical health and physical illness (recognising that the physical health and
the mental health are interrelated); while the Clinical Psychology gets mainly worried of the
evaluation, prediction and relief of the mental disorders. Finally the proposal is that, granted that
there are complementary and supplementary aspects, one could consider a common area, that
one can denominate "clinical and health psychology", that it would be the addiction of both fields,
by means of which one could get certain pragmatic proceeds, but it would generate, without a
doubt, conceptual and methodological

Psicología y Salud

Como es bien sabido, la Psicología nació vinculada a la Fisiología y a los laboratorios


experimentales. Sin embargo, desde muy temprano, incluso antes de su "nacimiento científico",
la Psicología estuvo vinculada al mundo de la salud fundamentalmente a través de su
colaboración con el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades mentales. Esta vinculación
de la Psicología con la enfermedad mental se produjo tradicionalmente definiendo un área de
trabajo que es el que ha recibido la denominación Psicología Clínica. Desde esa perspectiva, la
unidad de análisis e intervención ha sido siempre el individuo con trastornos cognitivos,
emocionales y/o comportamentales, con o sin base biológica. Este énfasis individual y sobre los
trastornos se refleja claramente, como escribe Holtzman (1988) en los textos de las escuelas
dominantes de psicoterapia, y en los patrones de empleo de los psicólogos que proporcionan
servicios de salud. En este marco, por lo general, se considera que el cliente es una persona
que ha solicitado tratamiento o que ha sido sometido al cuidado de un psicólogo, y, en él, la
relación personal establecida entre el terapeuta y el cliente es un factor importante en el éxito
del tratamiento (Holtzman, 1988).

La Psicología se vinculó, pues, al mundo de la salud desde la perspectiva de la enfermedad


mental, como psicología clínica, colaborando estrechamente con la psiquiatría. La salud y la
enfermedad física no entraron en el panorama de la Psicología hasta casi finales de la década
de los 70. En esos momentos, gracias a los tremendos avances de la medicina científica, se
había producido un aumento espectacular de la expectativa de vida de los seres humanos, y
una sustitución de las enfermedades agudas/infecciosas por las enfermedades crónicas como
principales responsables de la morbilidad y mortalidad. Al mismo tiempo fue creciendo la
convicción de que las personas que sufren enfermedades crónicas como la diabetes,
enfermedades respiratorias, enfermedades cardiovasculares, cáncer y enfermedades de
transmisión sexual, a menudo las han contraído o agravado como resultado de su
comportamiento descuidado, peligroso o insalubre. Los malos hábitos alimentarios, el abuso del
alcohol y del tabaco, la negativa a cumplir con las prescripciones sobre la higiene y/o la
seguridad, y la falta de destrezas de afrontamiento del estrés generado por acontecimientos
vitales, son algunos de los comportamientos más relevantes a ese respecto.

El comportamiento juega, además, no sólo un papel causal en el desarrollo, curso y resultado


de la enfermedad, sino también como causa de discapacidad física. Cada año unos 400 millones
de personas son heridos por accidentes (de tráfico o no) debidos a comportamientos
inadecuados, o por comportamientos violentos intencionados o autolesiones, lo bastante serios
como para exigir cuidados médicos (Diekstra, 1989).

Por ello, los psicólogos se fueron implicando cada vez más en el análisis y consideración de
tales comportamientos, y, posteriormente, en la de los concomitantes psicológicos de muchas
condiciones de salud que hasta ahora se habían considerado como de naturaleza
exclusivamente física o médica. Eso amplió el campo de las relaciones entre Psicología y Salud,
y generó, en parte, el nacimiento de una nueva área de aplicación de la psicología al campo de
la salud, primero bajo las denominaciones de Medicina Psicosomática y Psicología Médica, con
un ámbito más reducido, y, finalmente, como Psicología de la Salud. Es la propia historia de los
acontecimientos la que hace, pues, relevante la diferencia entre hablar de "Psicología Clínica"
y "Psicología de la Salud" dentro del amplio marco de la aplicación de la Psicología al campo
de la salud.

La Psicología Clínica

Aunque, naturalmente, la aproximación clínica de la Psicología, en cuanto disciplina científica,


ha de ligarse igualmente a la aparición de la propia Psicología como tal, en la mitad del siglo
XIX, sin embargo, la aparición formal de la Psicología Clínica puede establecerse en 1896, en
la Universidad de Pennsylvania, y ligada a Lighner Witmer y a su grupo de trabajo, que se centró
fundamentalmente en niños, y en pacientes con trastornos del lenguaje y del aprendizaje
(McReynolds, 1987). El trabajo de Witmer significó durante años la referencia del trabajo clínico
en psicología. Los centros de psicología clínica fueron proliferando rápidamente en EEUU, y
naturalmente el número de psicólogos clínicos, y en 1919 se estableció la División de Psicología
Clínica de la APA (previamente había existido una Asociación Norteamericana de Psicólogos
Clínicos). Los esfuerzos de Witmer y su grupo se basaban en la idea de que los psicólogos no
sólo debían generar información acerca del comportamiento humano, sino también buscar las
aplicaciones de los principios y de las técnicas psicológicas a los problemas de una persona
individual (Watson, 1951). De esa manera estos clínicos sugerían ya que la psicología era una
ciencia además de una profesión. El concepto de Psicología Clínica quedó formalmente
establecido cuando, en 1912, Witmer presentó el primer número de Psychological
Clinics diciendo: "En cuanto a los métodos de la psicologia clínica, intervienen necesariamente
siempre que se determina cómo funciona la mente de un individuo, mediante la observación y
experimentación, así como cuando se aplica un tratamiento pedagógico para lograr un cambio,
es decir, el desarrollo de dicha mente" (Witmer, 1912). Este concepto se mantuvo en el
transcurso del tiempo en las sucesivas definiciones que se han ido dando (Watson, 1951;
Shakow, 1978), manteniendo una orientación científico-profesional en la prestación de ayuda
mediante la evaluación psicológica; el consejo y/o terapia psicológica, se centraba, por razones
obvias, en individuos con trastornos psicológicos, que tradicionalmente se encuadraban en el
contexto de la enfermedad mental.

Como es sabido, desde el comienzo del siglo la Psicología Clínica se desarrolló crecientemente,
y fueron las dos guerras mundiales las que contribuyeron a su consolidación. La Primera Guerra
mundial estimuló el desarrollo de baterías de tests que pudieran ser usados para medir las
diferencias individuales en adultos. Ese énfasis en la evaluación continuó durante los años
veinte con la publicación de muchos de los tests más conocidos y usados en la clínica
psicológica (el Rorschach, o el Goodenough, por ejemplo). La evaluación centrada en las
diferencias individuales entre las personas estimuló los análisis teóricos de la naturaleza y
función de la personalidad, dentro de una perspectiva intrapsíquica. Esa perspectiva se vio, a
su vez, reforzada por la aparición del modelo freudiano de los trastornos de la conducta. Los
psicólogos clínicos comenzaron a ligar los trastornos del comportamiento con los trastornos del
desarrollo y estructura de la personalidad.

El empujón definitivo a la consolidación de la Psicología Clínica lo dio la Segunda Guerra


mundial. En EEUU, casi 20 millones de soldados y civiles fueron evaluados psicológicamente
mediante pruebas escritas o entrevistas (Reisman, 1976). Además se generó una impresionante
cantidad de personas con necesidad de tratamiento psicológico, y eso contribuyó a que
definitivamente los psicólogos clínicos se convirtieran en terapeutas, y se vieran reconocidos
como una profesión sanitaria. El proceso quedó culminado con el establecimiento de los
primeros programas de doctorado, para la formación en Psicología Clínica, sobre la base de las
recomendaciones de la Asociación Norteamericana de Psicología (Shakow, 1978).

El desarrollo de la Psicología Clínica durante los años siguientes a la Segunda Guerra mundial
fue incorporando nuevas perspectivas de tratamiento, fundamentalmente la de la terapia de
conducta, que comenzó a suplantar a los modelos psicodinámicos, aunque la hipótesis
fundamental en el campo ha seguido siendo que la conducta disfuncional nace de procesos
intrapersonales, incluyendo trastornos de la personalidad, que deben ser objeto de una rigurosa
investigación mediante una cuidadosa evaluación en un marco clínico. En cualquier caso, la
expansión de la Psicología Clínica prosiguió sobre la línea establecida, inicialmente por Witmer,
y asentada por la Conferencia Nacional norteamericana sobre la formación del psicólogo clínico,
tenida en Boulder (Colorado) en 1949 (Raimy, 1950): El objetivo de la Psicología Clínica es
identificar y aplicar los principios psicológicos para prevenir y tratar problemas psicológicos del
individuo.

La Psicología de la Salud

Aunque el interés de los psicólogos en cuestiones de salud física data de los comienzos del
siglo XX (Rodin y Stone, 1987; Stone, 1979), el desarrollo real de la Psicología de la Salud se
vincula con la publicación de un artículo de William Schofield por el American Psychologist, en
1969, en el que este autor exponía los resultados de un análisis de contenido sobre el
Psychological Abstracts de 1966-1967, mostrando que en ese periodo se habían publicado muy
pocos artículos sobre temas de aplicación de la Psicología al campo de la salud (excluida la
salud mental en el sentido más restringido del término). En ese trabajo Schofield (1969), subraya
la presencia "anémica" de la Psicología en el campo de Ios servicios de salud, "en número y en
tecnología" frente al de otros profesionales sanitarios. Pero también indicaba las posibilidades
de que esa presencia llegara a ser "robusta", y señalaba que eso dependía en muy buena parte
de las decisiones y de los intereses de los propios psicólogos. Tomando nota de ello, la
Asociación Norteamericana de Psicología (APA), en 1973, nombró a Schofield presidente de un
Grupo de Trabajo sobre Investigación en Salud. El grupo realizó un análisis de contenido
semejante al primero, referido al periodo 1966/1973, llegando a la conclusión de que, en efecto,
hasta ese momento el interés de los psicólogos en el estudio de la enfermedad/salud física
había sido muy bajo. Una encuesta de 1974 puso de relieve que sólo 52 psicólogos se podían
considerar como psicólogos de la salud "avant la lettre" (Winett, King y Altman,1989).

La acción del grupo de Schoffield, y sus informes, tuvieron un resultado altamente positivo y, a
partir de ese momento, que se puede considerar como el del nacimiento de la Psicología de la
Salud, ésta crece muy rápidamente hasta constituirse en un área genérica de la psicología. En
1980, el número de psicólogos que aparecen dedicados a la aplicación de la psicología al campo
de la salud/enfermedad físicas es de 1500, y en 1988 será ya de 3500. El reconocimiento formal
de la Psicología de la Salud se produce en 1978 con la creación de una división específica (la
División 38) dentro de la Sociedad Norteamericana de Psicología (American Psychological
Association), y la aparición del primer libro definitorio del tema en 1979 (Stone, Cohen y Adler,
1979). Casi inmediatamente, en invierno de 1982, aparece también la revista Health
Psychology (que en 1993, pasaría a ser la revista oficial de la División de Psicología de la Salud,
publicada por la propia APA). En 1983 tiene lugar la primera conferencia norteamericana (que
fue también la primera que se realizaba en todo el mundo) sobre la formación y entrenamiento
de psicólogos de la salud, como consecuencia de la cual aparecen también, por primera vez,
un conjunto de directrices para la formación de especialistas en psicología de la salud (Stone,
1983; Stone, Matarazo, Miller, Rodin, Belar, Follick y Singer, 1987), y se desarrollan programas
de formación de postgrado en este campo (Belar, 1987). Sería dificíl, escribía por aquel
entonces George Stone concebir una demostración más dramática del impacto de auto-
atribución sobre una empresa profesional y científica. El ejemplo de Norteamérica cundió
rápidamente y las secciones de Psicología de la Salud se han ido constituyendo en casi todas
las Sociedades de Psicología, cientifícas y/o profesionales, como en la Sociedad Británica de
Psicología, en la Sociedad Holandesa de Psicología, en la Sociedad Alemana, en la Austriaca,
en la Danesa, en la Escandinava, etc.

De esa forma, el campo de la Psicología de la Salud ha ido creciendo rápidamente. La revista


ya citada, Health Psychology, órgano oficial de la División de Psicología de la Salud de la APA,
a los dieciseis años de su aparición es una de las que tiene mayor circulación de todas las
revistas de psicología en el mundo. En el período 1979-1989 han aparecido 15 manuales de
psicología de la salud (Maess y Veldhoven, 1989). Cada día más los psicólogos de la salud son
requeridos por los servicios sanitarios. En EEUU el área en la que se ha empleado un mayor
número de psicólogos ha sido en los centros médicos, en los que los psicólogos han llegado a
convertirse en miembros de equipos sanitarios de intervención e investigación en rehabilitación,
cardiología, pediatría, oncología, medicina familiar, odontología y un largo etcétera de campos
(American Psychological Association, 1996).

Igualmente, en los años 90 se ha producido una cantidad considerable de trabajo de


investigación e intervención psicológica en el campo sanitario. No cabe, por tanto, decir que la
psicología de la salud esté dominada por la psicología norteamericana. La Sociedad Europea
de Psicología de la Salud ha organizado congresos científicos desde 1986, que han influido de
manera fundamental en la proliferación de la psicología de la salud europea. La Sociedad
adoptó como órgano oficial la revista Psychology and Health, que ha conseguido una merecida
buena reputación en la psicología europea. A esa revista se unieron posteriormente la Revista
de la Psicología de la Salud, el British Journal of Health Psychology, Gedrag & Gezondheid:
Tijdschrift voor Psychologie en Gezondheid, Zeitschrift far Gesundheitpsychologie, y más
recientemente el Journal of Health Psychology, y Psychology, Health & Medicine.

El desarrollo de la Psicología de la Salud en Europa parece, por tanto tan sólido como lo está
siendo en EEUU. En ese desarrollo, como subraya David Marks(1996) desde su naturaleza
interdisciplinar dentro de la Psicología misma, debe asumir su necesidad de dar mayor énfasis
a una perspectiva social, lo que le ayudaría a contribuir de una manera significativa a un mundo
amenazado por las secuelas de sus propios logros industriales, científicos y médicos, y por los
cambios económicos y sociales, que tienen una influencia determinante en el bienestar de los
seres humanos.

Precisamente, es interesante señalar que muy pocos años antes de la aparición formal de la
Psicología de la Salud, la relevancia de las variables comportamentales y psicosociales en
importantes problemas de salud cada día más evidente, la aparición de un nuevo paradigma en
el que se integran tales variables para dar cuenta de sus mutuas interacciones, y el desarrollo
del paradigma en la investigación psicofisiológica, habían establecido un escenario adecuado
para que los psicólogos estudiaran estas cuestiones y asumieran un papel importante en el
desarrollo de las técnicas para la prevención de la enfermedad. La idea de salud integral,
expresada en la definición de la OMS, representaba un modelo bio-psico-social de la salud y de
la enfermedad, y se vio reflejada en un número cada vez mayor de conexiones entre la medicina
y las ciencias del comportamiento. En ese marco, a comienzos de los setenta apareció la
Medicina Comportamental, definida por su Conferencia fundacional de Yale (1977) como "el
campo interdisciplinar referido al desarrollo e integración de los conocimientos y técnicas de las
ciencias biomédicas y de la conducta relevantes para la salud y la enfermedad, y a la aplicación
de esos conocimientos y técnicas a la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación."
(Usdhew 1977, p.4; Schwartz & Weiss, 1978, p.250). El término de "medicina comportamental"
se utiliza, por tanto, para referirse a un campo interdisciplinar de investigación, educación y
práctica, referido a la salud/enfermedad físicas, que reúne elementos provenientes de las
ciencias del comportamiento, tales como la psicología y la sociología, o la antropología, y de la
educación sanitaria, pero también de la epidemiología, fisiología, farmacología, nutrición,
neuroanatomía, endocrinología, inmunología, odontología, medicina interna, enfermería, trabajo
social y salud pública, entre otras, para colaborar en el cuidado de la salud y en el tratamiento
y prevención de la enfermedad (Rodríguez-Marín, 1991).
La Psicología de la Salud aparece, por tanto, como un área más específica que subraya el papel
primario de la psicología como ciencia y como profesión en el campo de la medicina
comportamental y que se definió como "el conjunto de contribuciones científicas, educativas y
profesionales que las diferentes disciplinas psicológicas hacen a la promoción y mantenimiento
de la salud, a la prevención y tratamiento de la enfermedad, a la identificación de los correlatos
etiológicos y diagnósticos de la salud, la enfermedad y las disfunciones relacionadas, a la mejora
del sistema sanitario y a la formación de una política sanitaria" (Matarazzo, 1980, p.815).

Psicología de la Salud y Medicina Comportamental, como se ve, contienen un conjunto de


términos comunes: prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación, pero, como indica
Weiss (1982), quizás la característica más diferencial del psicólogo de la salud sea la prevención
de la enfermedad y la promoción de la salud a través del cambio de conducta. Por otro lado,
mientras que la "medicina comportamental" es considerada como un campo interdisciplinar que
reúne los conocimientos comportamentales y biomédicos relevantes para la salud y la
enfermedad la "psicología de la salud" se refiere al papel de la psicología en este dominio.

Así, los psicólogos de la salud contribuyen con su trabajo al campo de la medicina


comportamental, como lo pueden hacer médicos, personal de enfermería, los trabajadores
sociales, y los miembros de todas aquellas otras disciplinas que han elegido practicar, enseñar,
investigar o desarrollar políticas relativas a la integración de las ciencias biomédicas y
comportamentales relevantes para la salud y la enfermedad (Belar,1987); aunque, ciertamente,
parece claro que la medicina comportamental no podría existir sin las contribuciones de la
psicología más de lo que podría hacerlo sin las contribuciones de la biomedicina (Weiss, 1982).

Por otro lado, y respecto a otros campos aplicados de la Psicología que tienen que ver con la
salud, es su especial referencia al campo de la salud física lo que le da su carácter diferencial
a la Psicología de la Salud.

Esta "aplicación de la psicología" al campo de la salud/enfermedad física ha reunido


investigadores y practicantes de una amplia variedad de disciplinas psicológicas, cuya
característica distintiva es su consideración del sistema sanitario como "entorno de trabajo". Así,
la Psicología de la Salud no sólo dirige su atención al individuo cuya salud está en cuestión,
sino al "conjunto complejo de instituciones y fuerzas dentro de las cuales se persigue la salud"
(Stone,1983, p.2). Al considerar a la persona dentro de ese conjunto, el psicólogo de la salud la
estudia sobre una línea casi-temporal de las relaciones de aquélla con los problemas de salud.
Esa línea va desde un extremo en el que la persona es consciente de ciertos acontecimientos
que todavía no la ponen en peligro, a través de una gama de conductas de regulación del riesgo,
hasta un estadio en el que sucumbe a los riesgos y desarrolla los síntomas alcanzando el
estadio de conducta de enfermedad, en el que el individuo se determina a buscar ayuda
profesional. Al decidir que necesita cuidados, la persona adopta el "papel de enfermo" e invoca
la gama completa del proceso de tratamiento. Al final de una serie de estadios (del diagnóstico
al seguimiento), hay una fase de rehabilitación en la cual la persona se adapta a los déficits
residuales del episodio de enfermedad, con varios tipos de apoyo y asistencia, y, finalmente, se
considera recuperada (Stone,1983).

Por otro lado, la psicología de la salud presta su atención a los problemas de la salud de la
persona en diferentes niveles de organización: niveles intraindividuales, como el nivel bio-
químico (por ejemplo, posibles efectos secundarios psicológicos de unos fármacos
determinados), el nivel fisiológico y de aprendizaje instrumental o condicionado (biofeedback y
técnicas de modificación de conducta), y el nivel psicológico (emotivo, motivacional y cognitivo)
y comportamental (Stone,1982); niveles interindividuales (técnicas de intervención en grupo
para educación sanitaria, o intervención comunitaria); y niveles sociales (colaboración con el
diseño de políticas sanitarias, márketing social de la salud, etc.).

La Psicología de la salud constituye ya una disciplina aplicada sustantiva que se nutre de una
amplia gama de teorías y métodos de muchas disciplinas psicológicas básicas, y delimita un
área de páctica profesional, comprometida con los problemas del campo de la salud, y su
conocimiento de las personas, contextos, y problemas del sistema sanitario (Adler et al., 1979).
Cualquier actividad de la psicología relativa a cualquier aspecto de la salud y/o la enfermedad
físicas, el sistema sanitario, o la formación de políticas sanitarias se considera dentro del campo
de la psicología de la salud. Por ello, cuando se trabaja dentro del campo de la salud desde esta
perspectiva, hay que tomar en cuenta las aportaciones de prácticamente todas las áreas de la
psicología (evolutiva, fisiológica, personalidad, cognitiva, social, educativa, etc.) Feuerstein,
Labbé y Kuczmierczyk (1986) afirman, por ejemplo, que la psicología de la salud trata
cuestiones básicas tales como ¿Cuáles son las bases fisiológicas de la emoción y cómo se
relacionan con la salud y la enfermedad?, ¿Pueden identificarse los factores de riesgo bio-
comportamentales y cuáles son sus mecanismos de acción? ¿Qué es el estrés?, ¿Qué factores
contribuyen al desarrollo de las conductas de salud y enfermedad?, ¿Cómo contribuye el
conocimiento psicológico a la comprensión básica de la etiología y manejo de muchos
problemas médicos importantes?, ¿Qué roles puede jugar el psicólogo dentro del sistema
sanitario?. La psicología de la salud debe ser capaz de integrar datos de las diferentes
disciplinas psicológicas cuando se plantea todas estas cuestiones.

En suma, y según las conclusiones del Grupo de Trabajo sobre Psicología de la Salud, de la
Federación Europea de Asociaciones Profesionales de Psicología (EFPPA), la Psicología de la
Salud es la aplicación de la teoría y métodos psicológicos a la salud, la enfermedad física y al
cuidado de la salud; se preocupa de los aspectos psicológicos de la promoción, mejora y
mantenimiento de la salud. El contexto ecológico de estos aspectos psicológicos de la salud
incluye los sistemas sociales en los que existe el ser humano (Marks, 1996; Marks, Donker,
Jepsen, Rodríguez-Marín, Sidot y Wallin, 1995). Cualquier actividad o proceso psicológico que
mejore el bienestar (la calidad de vida) le interesa a la Psicología de la Salud; y del mismo modo
le interesa cualquier actividad, proceso o circunstancia que tenga componentes psicológicos y
que amenace el bienestar.

En consecuencia, para el citado Grupo de Trabajo, la misión de la psicología de la salud


profesional es promover y mantener el bienestar mediante la aplicación de la teoría, métodos e
investigación psicológicos, tomando en cuenta el contexto económico, político, social y cultural.
El principal propósito de la psicología de la salud profesional es el empleo del conocimiento,
métodos y destrezas psicológicos en la promoción y mantenimiento del bienestar.

Psicología y Salud, Psicología Clínica y Psicología de la Salud

Como hemos visto, en el marco global de la aplicación de la Psicología al campo de la salud, la


psicología de la salud y la psicología clínica se interesan en ello, y hay semejanzas y sinergias
entre ellas. Pero también hay diferencias.
Marino Pérez (1991), respecto a la diferenciación entre Psicología Clínica y Psicología de la
Salud, concluye que la psicología de la salud se ocupa en los asuntos psicológicos que puedan
tener consecuencias fisiológicas, mientras que la psicología clínica se ocupa en los problemas
psicológicos por sí mismos. Comparto esa opinión y me permito ampliar la parte correspondiente
a la Psicología de la Salud, diciendo que también se ocupa en las consecuencias psicológicas
que puedan tener problemas fisiológicos (incluyendo en ellas los comportamientos de
enfermedad, y la interacción con el sistema de provisión de cuidados sanitarios). En cualquier
caso, la distinción de Marino Pérez me parece certera, y me sirve para afianzar la idea ya
expresada, mantenida por el Grupo de Trabajo en Psicología de la Salud de la EFPPA de que
la Psicología de la Salud tiene que ver con los aspectos cognitivos, emocionales y
comportamentales asociados a la salud/enfermedad física; de que la Psicología de la Salud se
preocupa primordialmente de la salud y enfermedad físicas y del cuidado de la salud física
(aun reconociendo que la salud física y la salud mental están interrelacionadas); mientras que
la Psicología Clínica se preocupa primordialmente de la evaluación, predicción y alivio de los
trastornos de la salud mental (cognitivos, emocionales y comportamentales).

Para Santacreu (1991), las diferencias tienen que ver con las siguientes dimensiones: campo
de aplicación/intervención, tipo de intervención, y objetivo de la intervención. Así, la Psicología
Clínica se orientaría preferentemente a la enfermedad, a la curación y al organismo individual
psicológico/somático; mientras que la Psicología de la Salud se orientaría preferentemente a la
salud, a la promoción/prevención, al organismo somático/psicológico considerado en su
ecosistema socio-ambiental y al propio ecosistema.

Ciertamente, al existir, como ya se ha dicho, aspectos complementarios, suplementarios, y


sinergias, se puede pretender plantear la disolución de las diferencias y la consideración de un
área común, que se ha venido a denominar "psicología clínica y de la salud", que sería la mera
suma de ambos campos, mediante la cual se pueden obtener ciertos beneficios pragmáticos,
pero que genera, sin duda, costos conceptuales y metodológicos no despreciables. Como dice
el documento de nuestro Colegio Oficial de Psicólogos (1997), "esa "nueva" área de "Psicología
Clínica y de la Salud" incluye dos "campos separados de especialización" previamente
existentes: la Psicología Clínica y la Psicología de la Salud. La primera está específicamente
dedicada a la consideración de los trastornos clínicos o mentales. La segunda se centra en los
conflictos y fenómenos psicológicos relacionados con los problemas de salud o médicos en un
sentido general". Es una posibilidad, hacerlo así, siempre que subrayemos especialmente la
atención que, como he señalado, la Psicología de la Salud dedica a la promoción de la salud y
a la prevención de la enfermedad.

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