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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA

POLÍTICAS E INTERVENCIONES
José Lema Labadie FAMILIARES
Rector General SUS CONCEPCIONES E IMPLICACIONES
SOCIOCULTURALES
Javier Melgoza Valdivia
Secretario

UNIDAD IZTAPALAPA
Luis Leñero Otero

Óscar Monroy Hermosillo


(Coordinador)
Rector

Roberto Torres Orozco Bermeo


Secretario

Pedro C. Salís Pérez


Director de la División de Ciencias Sociales y Humanidades

Juana Juárez Romero


Jefa del Departwnento de Sociología

Gustavo Leyva Martínez


Coordinador del Consejo Edz:torial de la División
de Ciencias Sociales y Hwnanidades

La elaboración y la publicación de esta obra fueron posibles gra-


cias al financiamiento del Programa Integral de Fortalecimien-
to Institucional de la Subsecretaría de Educación Superior e
Investigación Científica de la Secretaría de Educación Pública.

Cuerpo académico: Métodos y aplicaciones en ciencias sociales.


Responsable: Martin Mora Ledesma.
Luis Lei1ero Otero
Políticas e intervenciones fami.liares
Sus concepciones e implicaciones socioculturales

ÍNDICE

Introducciói1 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Luis Leí'iero Otero

Disei10de portada: Mariana Gutiérrez PRIMERA PARTE


CONCEPCIONES TEÓRICAS E IDEOLÓGICAS
Primera edición, 2008 SOBRE LA FAMILIA Y LAS POLíTICAS FAJ'vlILIARES

Capítulo 1
D.R. © 2008 Universidad Autónoma Metropolitana Qué es la familia
UAM-Iztapalapa Definición de familia en el mundo
Av. San Rafael Atlixco 186 moderno y posmoderno
Col. Vicentina, Iztapalapa Wilfred DUlnon . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 35
C.P. 09340, México, D.F.
Capítulo 2
D.R. © 2008 Luis Lei1ero Otero Conceptualizando vida familiar
Responsable de la edición: Mario Alberto Zaragoza Ramírez y políticas familiares
Don Edgar . 55
Editorial Itaca
Pirai1a 16, Colonia del Mar, Delegación Tláhuac, Capítulo 3
C. P. 13270, México, D. F. Mitos de la familia
Tel. 58 40 54 52 y las intervenciones familiares
itacaitaca@prodigy.net.mx Luis Lei'iero. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 95
www.itaca.com.mx
Capítulo 4
D.R. © 2008 David Moreno Soto Análisis crítico de la doctrina católica
sobre la familia.
Las prohibiciones
ISBN 978-970-31-0588-5 de la jerarquía de la Iglesia
ante la anticoncepción y la reproducción
Impreso y hecho en México familiar en América Latina
Joseph Ferraro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .. 133
CAPÍTULO 6
CRECIMIENTO POBLACIONAL, POLÍTICA
DE POBLACIÓN, FAMILIA Y DERECHOS
HUl\1ANOS EN MÉXICO*

Servando Gutiérrez Ramírez"'*

Este capítulo presenta al lector un panorama amplio de


las características más significativas que acompai'iaron el
proceso evolutivo de la población mexicana durante el siglo
xx. Hace observar la relevancia de las políticas de pobla-
ción que se instrumentaron para fomentar el crecimiento
poblacional del país, y examina las implicaciones que ello
ha tenido en relación con el complejo tema de los derechos
humanos de los mexicanos tanto en el campo de la repro-
ducción humana como en el de su vinculación con la nue-
va formación y convivencia familiar en lVIéxico.
Asimismo, y considerando que el siglo xx ha sido deno-
minado el siglo demográfico de México, el trabajo que aquí

* Este artículo derivó de una investigación más amplia realizada por


el mismo autor, denominada: "El proceso de toma de decisión en la
anticoncepción quirúrgica femenina en el Valle del Mezquita!", la cual
fue apoyada técnica y financieramente por la Asociación IVlexicana
de Población (AME!') y la Fundación MacAl'thur. El autor agradece los
comentarios y sugerencias de la licenciada Alma Rosa Nava Pérez,
investigadora del Consejo Nacional de Población.
** Profesor-investigador adscrito al Departamento de Sociología, área
de investigación Sociología de la Cultura, y al cuerpo académico Méto-
dos y Aplicaciones en Ciencias Sociales de la Universidad Autónoma
lVletropoli tan a -Izta pa 1a p a.
262 Políticas sociales e intervenciones familiares
C¡'ecill1iento poblaciona]. politica de pohlación 2G:J,

presentamos aborda el estudio de la dinámica poblacional


pOSlcJOn y la distribución de la misma, lo que, sin ehlda.
que ha seguido el país desde 1900 hasta el al10 2000.
también afecta -directa o indirectamente- la estructu-
Consecuentemente, el hilo conductor de este trabajo
ra v elin8mica farniliar.
está marcado por la idea de que l\Iéxico, desde los ai)os
Las políticas de población explícitas se han manifes-
setenta, optó por una política de población cuya meta con-
tado de mucllas formas, entre otras: documentos puhli-
sistió en promover una fecundidad cada vez menor, toda
cados por ministerios y comisiones gubernamentales:
vez que el importante aumento pobJacional experimentado
legislación: secciones de plaúes de des;=¡rroJ1o: cJeclal:a-
de 1940 él 1970 había generado un clima de preocupación
ciones de polític;=¡opor el partido gobernante: decla r;=¡c]()-
por el futuro económico y social del país. Por consiguien-
nes del presidente de la nación u otros funcionarios ele
te, es conveniente empezar seilalando qué es lo que se ha
alto nivel. .
entendido por política ele población, cuál es la política que ~
Sin embargo, debielo a que con frecuencia se presto
México adoptó para regular su crecimiento pobhlcional, .y
mucha atención a la variable feclmdid;=¡d y al descenso
la forma como ello modificó la estructura y dinámica de la
de la misma, algunas veces se confunde la politica de
vida familiar.
pobl ación con las poJí ticas ele fecu ndi dad o pJan ificación
Las definiciones de "política de población" son numero-
familiar. Por lo mismo, debe dejarse en claro que la po-
sas y variadas. Por citar algunos ejemplos, consideremos
'lítica de población es algo m11cho más amplio; p"les 10
los siguientes:
mismo incluye las variables de estructura poblacional
-sexo, edad' y otras categoJ'Í;=¡s de la composición de la
- Las medidas directas e indirectas formuladas por toda
población- que la migración, la mortalidad y la morbi-
una gama de instituciones sociales, incluidas las gu-
lidad, así como la misma fecundidad y la salud repro-
bernamentales, las cuales, en forma deliberada o no,
ductiva.
pueden influir en el tamaiio, la distribllción y la compo-
En contrapartida. las políticas ele población implícitas
sición de las poblaciones humanas (Driver, 1972).
incluven las le'yes, las reglamentaciones y otras directivas
- El esfuerzo deliberado del gobierno de un país por in-
que, '~un cuan'do no se ha.'v·an formulado necesari~mente
fluir en las variables demográficas: feClll1didad, mor-
con la intención de influir en el crecimiento, la e1Jstnbu-
talidad y migración (Organsky, Maestría en Demogra-
ción o la composición de la población, logran ese efecto (los
fía,1991-1993).
ejemplos de China y ];:1 India son indicativos de este tipo
- El conjunto de leyes coordi nadas destinadas a alcanzar
de política de población).
una meta demográfica (Bourgeois-Pichat, 1974).
En el caso de nuestro país, es bien conocido por to-
dos que México es uno de los países latinoamericanos
Ahora bien, considerando pertinentes las definiciones
que ha intentado influir sobre las tasas de crecimiento
anteriores, cuando se hable de "políticas de población"
poblacional vía la aplicación de políticas de población
debe distinguirse entre lo que se ha denominado políticas
explícitas. Por lo mismo, y para comprender cómo se ha
"explícitas" e "implícitas". Por ejemplo, una política de po-
llevado a cabo dicha influencia y los efectos subsecuen-
blación explícita es aquella en la que lJn gobierno declara
tes, se hace necesario remontarse, para los fines de éste
verbalmente o por escrito su intención o plan de influir al
trabajo, ;=¡la situación demográfica que imperaba a prin-
menos en el aumento ele la 'población del país y en la com-
cipios de 1900.
-~---'--------
------------T ..•.....
,,-
---------..:...---------
2G4 Politicas sociales e intervenciones familiares t
I;t Crecimiento poblacional, política de población 2G5

r,
~
1. l\1J~XICO y EL NACI L:NTE SlGLO XX]
cada mil habit.antes (Cabrera, Maest.ría en Demografía,
~
~
~ HJ91-1993).
Independientement.e de las criticas que se pudieran ha- ;;<
La población, mayoritariamente rural, se encontraba
cer al régimen dictatorial ele Porfirio Díaz, se elebe re- ~
sometida a los grandes latifundistas por mecanismos de
conocer que durante los 3;3 ai10S de porfil'iato, el país
endeudamiento que reducían a los campesinos y sus fami-
experimentó import.antes camhios económicos que sen-
liares a un régimen cercano a la esclavitud. El desconten-
t.aron las bases del México moderno, En este proceso, por to social ante t.al situación y la crisis del sistema político
ejemplo, se desarrolló el sistema ferroviario, con lo que se ?gudizaron, dando lugar al movimiento revolucionario
se ampliaron las connmicnciones y las redes del merca- de 1910, que marcaría el cambio hacia una nueva etapa en
do interno, y se impulsó el desarrollo de la indust.ria, el la historia de México.
cual se logró con un nlto costo social, ya que si bien en Por otra parte, puede decirse que el aspecto demo-
el tiempo de Díaz se crearon nuevas formas económi- gráfico más importante de los aJ10S en que la Revolu-
cas y sociales, al amparo de una paz social duradera, las ción Mexicana se desarrolló y hasta 1921, fue que la
desigualdades sociales se incrementaron visiblemente. población no sólo interrumpió su crecimient.o, sino que,
Así, la pobreza y la injusticia social fueron el cost.o de la en t.érminos absolutos, disminuyó en aproximadamente
modernización instrumentada en este periodo histórico .un millón de personas (de 15 a 14 millones de habitan-
(Cabrera, 1993). tes). Sin embargo, debe tenerse en mente que la reduc-
La política de pobl ación del régimen porfirista, al igual ción del volumen de la población no sólo fue resultado
que en los gobiernos anteriores, se caracterizó por la idea de la contienda armada, sino también de otros factores
predominant.e de que aumentando ell?ÚmerO de personas indirectos, como la epidemia conocida como "influenza
se lograba la riqueza de un pais. Por tanto, para alcan- espai101a", que ocasionó un gran número de muertes; de
zar ese objetivo se implementó una política de atracción la emiaración de mexicanos que continuaron saliendo
b
de inmigr~ntes extranjeros, en los que se cifra ban las ex- temporal y definitivamente a Estados Unidos, y de la se-
pectativas de desarrollo .Ycambio social (Alba, 1977). Sin paración temporal y a veces definitiva de matrimonios,
embargo, esta política no tuvo la respuest.a esperada y el que redundó en un número menor de nacimientos, entre
aumento demográfico fue result.ado del crecimiento natu- ot.ros factores más (Cabrera, Maestría en Demografía,
ral de la población. México comenzó a repoblarse de mexi- 1991-H)93; CEDDU, 1981).
canos (Alba, 1977; Cabrera, ] 99~i). Por consiguiente, la Revolución Mexicana produjo cam-
Con la realización del primer censo con característi- bios sustanciales que transformaron la realidad del país.
cas modernas, en 1895, se calculó una población t.otal de Así, en los aúos que van de 1920 a 1940, México experi-
12.G millones de habitantes. Como puede observarse en mentó un lento proceso de recuperación económica y de
la gráfica 1, para 1900 este númej'o había aumentado a consolidación política del nuevo grupo en el poder.
13.G millones, y en 1910, a 15.2 millones de personas. Sin embargo, pasado el movimiento armado, el país -
Este crecimiento tuvo lugar en presencia de niveles al- continuó siendo fundamentalmente agrícola y, dentro de
tos tanto de la natalidad como ele la mortalidad. La pri- la división internacional del trabajo, exportador de pro-
me~oa fluctuó alrededor de 46 nacimientos por cada mil ductos primarios: energéticos, minerajes y agrícolas. En
habitantes, y la segunda en torno a 33 defunciones por el plano social, el fin de la lucha revolucionaria no implicó
"""'t

266 Políticas sociales e intervenciones familiares Crecimient.o poblacionaJ. política ele población

Gráfica 1 2. EL CHECIMllSNTO ECONÓMICO


Evolución del crecimiento poblacional en México
khlloncs Durante el periodo cardenista se llevaron a cabo .impor-
120 tantes l'e[o1'1nas estructurales en Ivléxico que rev1talJL~a-
llO 10;:; ..'J
lOO 9",-, ron el sistema económico. al tiempo que, bajo la ideologí:l
q] .2 .::: ~.:.
90
81 .:2 nacionalista de la revolución, se consolidaba el sistema
SO
70
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GGB ::';:.:':
;r;ij! ,\1~wm· :{Ji\':;;
de dominación política y se establecían
modelo de desarrollo económico que experime.ntó
los cimientos del
el país
·i~:;:}:·'
50
40
30 ~1;~!~t:~· ¡~i¡· ~~~~:~
·~~A:
a partir de 1940 (Argüello, 1984).
Debe recordarse que a principios de siglo xx, cuando

~JJn ¡i\~.f!.Y
20 :,:'(:i:~'
·{t:~~·.:: lVléxico sólo contaba con casi B millones de habit(lI1tes,
10 :......
O ..... .:::..... el repoblamiento del país se constituyó en una verdadera
1895 1900 1910 1921 19:,0 19'10 1950 HIGO 1970 HIBO 1990 1995 2000 2005 necesidad. Luego los estragos ele la Revohlción '/ la concen-
Fuente: w\Vw.inegi.goh.l1lx. Estadísticas por tema. Series Históricas. tración del gn.l~so de la población en las altiplanicies del
centro del país. explican la orientación profundamente na-
talista de los gobiernos que se sucedieron hasta la séptima
en un primer momento la superación de las deterioradas década elel siglo. Esta orientación se formalizó en 1936 C011
condiciones de vida de la mayoría de la población; de be- la promulgación, bajo la presidencia del general, L8~aro
cho, esta situación fue agravada por el inicio de la crisis Cárdenas, de la primera Ley General de PoblacJOn. Esta
económica mundial de 1929, que afectó principalmente a ley, que alentaba los matrimonios y la natalidad, veía en
la población obrera, y por la sequía de 1930 a 1932, que la expansión demogrófica el medio más seguro para, a la
provocó una gran escasez de alimentos. vez loarar un mavor 8provecl,lamiento de las riqllezas 1na-
, b .. .
A pesar de la situación anterior, se presentaron nue- turale~ v asegurar la integridad elel territorio naciona .
vas características en la dinámica demográfica del país. IguaimentCe, no puede pasarse por alto la histórica si-
La mortalidad inició una dismÍ11l1ción constante, aunque tuación coyuntural provocada por la segunda guerra mun-
modesta, pasando de 28.4 a 23.3 muertes por caela mil dial, que generó en l'vléxico la expansión de la indust:'ia y
habitantes ele 1920 a 1939. Por el contrario, la tasa de de los mercados internos y de exportación. Este penado,
natalidad no presentó grandes fluctuaciones (Alba, 1977). iniciado en 1940 y conocido como del "desarrollo estabili-
El impacto de la leve disminución de la mortalidad, con zador", se caracterizó, entre otr<lS cosas. por que el produc-
una fecundidad que permaneció virtualmente constante, to nacional bruto (PNB) creció, impuls<ldo por altos Índices
se refleja en las tasas de crecimiento de la población, las de inversión pública y privad<l, <ll1l18 t<lsa que sohrepasó
que pasaron de 1.1 por ciento anual de 1921 a 1931, a 1.7 el 6 pUl' ciento anual durante la mayor parte de los 30
por ciento de 19,30 a 1940 (Conapo, 1982).
aí"íos c¡ue siguieron a 19 10. L
. .. ,'
Además. el éxito de la estrategla de sustltuclOn de 1m-
portaciones implementada por J\léxico e1~,estos ~i'ios, se
. vio reflejada en el descenso de la proporClOn de blenes de
consu m~ importados y en la diversificación de productos
268 Políticas sociales e intervenciones famiJiares
Crecí 111 iento poblacional, poI ítica de población 269

manufacturados. Asimismo, el crecimiento del sector in-


a11.os se registraron 28.5 millones de nuevos habitantes
dustrial creó una 3mpJia gama de oportunidades de em-
(ver gráfica 1), duplicándose con ello la población de 1940
pleo en áreas urbanas, lo cual permitió el acomodo de una
a 1970 (Conapo, 1982).
proporción cada vez mayor de la población en las ciudades.
Ahora bien, se pueden distinguir dos etapas en el ritmo
Por ejemplo, el número ele personas que vivía en áHe'as ur-
de crecimiento de la población: de 1900 a 1940, un régi-
banas aumentó, entre 1~lJO y El70, de cuatro a 22 millo-
men de crecimiento moderado, y de 1940 a 1970, uno de
nes (Unikel, Ruiz, Garza, 197G).
crecimiento en constante aceleración (Alba, 1977; Cabre-
En suma, bajo el contexto antes citado, se ]Jl.lede de-
ra, 1993). En la década de los a11.ossesenta, el crecimiento
cir que el proceso ele clesanollo industrializador, el fuerte
medio anual llegó a ser de 3.4 por ciento, tasa nunca an-
crecimiento de las ciudades en general y de la ciudad de
tes experimentada por México y una de las más altas del
México en particular, la expansión de las clases medias,
mundo.
los subsidios gl.lbernamentales a los alimentos básicos
Asimismo, el crecimiento de la población fue más un
j' al transporte, y el bajo costo de varios ele los servicios
resultado de la caída drástica de los niveles de mortalidad
proporcionados por el Estado, fOl'maroll parte del llamado
que de un aumento en los niveles de natalidad, los que
"milagro mexicano", que ofrecía esperanzas y posibilida-
prácticamente se mantuvieron constantes hasta 197? La
des mucho más prom1sorias que las del I\'léxico pre-revo-
.tasa bruta de mortalidad disminuyó de 23.4 defunclOnes
luciona rio.
por cada mil habitantes en 1940, a 10.1 en 1970 (sPP). Este
En lo demográfico se puede seúalar que la política de fenómeno se identifica como la primera etapa de la tran-
población enmarcada dentro del proyecto ele desarrollo
sición demográfica, que en el caso de México fue posible
mexicano, concebía la necesidad ele aumentar el tamai10
debido al esfuerzo gubernamental en el campo de la salud,
de la población; pero a diferencia de las disposiciones pre-
a la transferencia de tecnología médica del exterior y al
valecientes en épocas anteriores, esta política postulaba
efecto propio del crecimiento económico del país. Con la
el crecimiento poblacional con base en el aumento de la
reducción de la mortalidad, la esperanza de vida al nacer
natalidad y en la disminución de la mortalidad (Alba,
aumentó de 26.9 aúos en 1930, a 61.9 ailos en 1970, lo que
19(7). La orientación de impulsar el' crecimiento pobla-
significó una ganancia promedio de 25 a11.os (Benítez y
cional se desprendió ele la idea generalizada de que el
Cabrera, 1990).
progreso económico de un país, donde los recursos eran Por su parte, la tasa de mortalidad infantil también mos-
abundantes y con la expectativa de un amplio proceso de
tróimportantes reducciones (de 145.6 por mil en 1930, a 68.5
industrialización, requería de un numeroso contingente por mil nacidos vivos en 1970), aunque éstas fueron de menor
de mano de obra.
magnitud que las observadas en la tasa bruta de mort~h-
Esta polític~, expresada en la Ley General de Pobla-
dad. Al disminuir la mortalidad de los menores de un ano,
ción, vigente durante 27 aiios, evidenció una dinámica
el tamaJ10 de la familia promedio ascendió a 6 o 7 hijos,
demográfica del país que mustró transformaciones radi- provocando un efecto multiplicador de la población (Val-
cales, demográfica mente hablando, y cuya característica
dés, 1980).
principal la constituye el acelerado crecimiento de la po- Si bien el acelerado incremento de los volúmenes de po-
blación. Así, mientras que en 1900 a 1940, el número de
bláción satisfacía las expectativas del gobierno mexicano,
habitantes aumentó en seis millones, en los siguientes 30 para finales de la década ele 1960 se empezaron a mandes-
270 Políticas sociales e intervenciones familiares
Crecimiento pohlacjonal. polític;'l ele poblacicín 271

tal' algunos de los efectos que este crecimiento implicaba


considerablemente desde que los títulos profesionales ha-
para el desarrollo social. Asimismo, desde esta perspecti-
bían adquirido i mpmtancia en un mercado de trabajo que
va demográfica se puede argumentar que con el ya visible
carecía de mano ele obra calificada. .
"agotamiento" del modelo de desarrollo económico segtlido
En sÍ, pues. el modelo de desarrollo adoptado por lV1É~X:l-
por México, también se agotaron los múltiples mecanis-
co desde la posguerra. mostraba ya, a finales de los 8nos
mos de absorción en los que el pais se había apoyado para
sesenta, su inc8pacielad para satisfacer la creciente of~rt~
lograr una solución de bajo costo al problema de acomodar
de m8no de obra. De igual f01'm8, se presentaban multl-
a su creciente población.
pIes obstán¡]os para cubrir la demanda ele alimentos. edu-
Aunado a 10 anterior, la cada vez menor disponibilidad
cación v viviend(l de la población.
de tierra que distribuir (después ele 1965) generó mayores
El p'anorama poblacional y económico men~ionado. pro-
dificultades para dar acomodo a la población rural, y la
dujo una fuerte presión sobre el gobierno meXIcano. l;lC1l1-
proporción de la población urbana que vivía en colonias
ciéndolo a tomar medidas sanas CJue abvJaran al pms de
proletarias aumentó considerablemente. Lo anterior de-
la presión elemográfic8 y sus efectos respectivos. Debidu
mostró que las políticas económicas y sociales de las que
que a corto plazo no se podrían dar las respuestas adecua-
, I
México se había .valido para proporcionar acomodo él la
das al problema poblacional, se comenzaron a preveer las
creciente población en las zonas urbanas, se habían hecho
presiones que surgirían de mantenerse el ritmo de crec]-
cada vez más problemáticas y costosas, ya que se hacía
miento poblacionéll seguido. .
más difícil dar alojamiento barato a la población urbana
Así es hasta 1972 cuando aparece el primer pronunCla-
marginada, y las cargas financieras para dotar a esta po-
mient~ oficial de un cambio en la política de población del
blación de servicios básicos y subsidios a los productos de
gobierno mexicano. CJlle maduraría durante los siguientes
primera necesidad creaban dificultades presupuestales
~los ai'ios en unei lllleva ley ele población, la cual formaría
cada vez mayores.
parte integral de 18s políticas de desarro~lo e~onómico y so-
Asimismo, cuando los mecanismos de absorción, propios
ciaL v en la cual se expresaba la convemencJa de un creCI-
del modelo de desarrollo implementado después de 1940,
miento demogrúfico más lento, que disminuyera la presión
se hicieron más problemáticos -hacia finales de la déca-
sobre 18 demanda de empleos, bienes y sec\'icios públicos.
da de los sesenta-, también se hicieron difíciles muchos
apoyos económicos de diversa Índole. En la agricultura,
por ejemplo, la base económica de las familias numero- 3. l'vléxICO i\ PAllTJn DC 1970
sas estaba siendo deteriorada por los cambios que busca-
ban mayor eliferenciación y modernización de las técnicas
Puede decirse que a partir de 1970, inicia en México la se-
agrícolas, y por una creciente proletarización. En el sector
glmda etapa de la transición demográfica; es decir, la re-
urbano informal, las pequel1as empresas familiares per-
~lucción de los altos niveles de fecundidad. La tasa bruta
dían terreno ante la expansión de las grandes empresas
de natalidad, que hast8 HJ70 había permanecido estable,
modernas dedicadas a los servicios y al comercio. La edu-
alrededor de 45 nacimientos por cada mil habitantes, cbs-
cación escolar y la renta de viviendas se habían encare-
mimlve a :37 en ] 976, a 3.3 en 1979, 28 en 1985, 21 en
cido mucho, aun para las clases media y alta, aunque el
2000 "19 en 200.3. v 18 en 2005 (Conapo, 200Zl y 2(06). l..1a
rendimiento económico de la educación había aumentado
mort~liclad, por S~l parte, continuó descendiendo, pero a
272 Políticas soc'¡ales e intervenciones famiJj¡¡¡'es
Crecimiento poblacional, política ele población 273

un ritmo m,,1s lento, dado el nivel alcanzado a principios


múltiples disparidades y obstáculos al desenvolvimiento
de la década. Por ]0 tanto, las variaciones de la tasa de cre-
armonioso de la nación.
cimiento en estos a110S se derivaron principalmente de la
Hizo falta esperar hasta 1972 para que el gobierno de
reducción de la fecundidad.
ese momento se pronunciara en favor ele la planificación
Los descensos de la tasa global de fecundidad (TGF) son
familiar y de la paternidad responsable. Se crearon en-
notorios en el amplio rango de tiempo CJlle va de 1970 a
tonces las primeras unidades de planificación familiar,
2005, puesto que: de 1961-HJG6 pasa de 7.17 hijos por mu-
centros piloto que no tardarían en multiplicarse por todo
jer a 5.74 entre 1972-HJ77, luego desciende a 4.04 en 1982-
el país. Este mismo aúo, los incipientes servicios de plani-
1987, llega a ser de 2.87 entre HJ92 y 1997, Y recientemen- ficación familiar se integraron al programa de salud. La
te se ubica en 2.75 en el periodo de 1998 a 2003 (Conapo, utilización de las infraestructuras disponibles garantizó
2005). Datos más detal1ados muestran que la TGF en el así, desde el principio, audiencia y eficiencia.
nuevo siglo, el XX], presenta las siguientes variaciones: en Al delegar a las instituciones del sector salud la respon-
el 2000 es de 2.41, en 2003 pasa a 2.21 .Yen 2006 llega sabilidad de implementar las acciones en pro de la limi-
al 2.CJ7 (Conapo, 2006). Por ]0 mismo y con base en los tación de los nacimientos, se dio, además de las políticas
datos anteriores, es muy plausible que la tercera etapa de demográficas, un toque que la nueva Ley General de Po-
la transición demográfica mexicana se l1eve a cabo mucho blación de 1974 -que norma todavía las acciones empren-
antes de la primera mitad elel siglo xXJ.
didas en este campo y que en 2004 cumplió 30 allOS de
Como puede observarse, a lo largo de los últimos cinco vigencia- amplió y reforzó. De esta manera, la planifica-
decenios del siglo xx, el panorama demográfico mexica- ción familiar se fomentó en un marco que permitió relacio-
no sufrió cambios muy profundos. El mejoramiento del
narla con los demás aspectos de las políticas de población:
nivel sanitario ele la población permitió una importante salud, educación, familia, emancipación e integración de
y rápida disminución de la mortalidad infantil. La fecun-
la mujer al desarrollo, entre otros más.
didad, en cambio, se mantuvo estable en niveles relati- Los primeros intentos reales de coordinación de las ins-
vamente elevados, aunque con tendencias al descenso, tituciones involucradas (Secretaría de Salubridad y Asis-
y luego al crecimiento en forma inesperada. La tasa de tencia, Instituto Mexicano del Seguro Social, ISSSTE y va-
anual de crecimiento de la población, que sólo era de 1.7 rias asociaciones civiles) datan de 1976. Se creó entonces
por ciento antes de 1940, sube a 2.7 por ciento durante el el Consejo Nacional de Población, responsable de la infor-
siguiente decenio, a 2.1 por ciento a lo largo de los a110S mación ~l de la política demográfica, y encargado de fijar
cincuenta y a 3.4 por ciento entre 1960 Y 1970. En estos metas a' mediano y largo plazo. Dicho organismo planteó
a110S de fin de siglo y con un;} población mayoritariamen- reducir la tasa de crecimiento de población a 1.9 por ciento
te urbana de unos 50 millones de habitantes -el triple en 1988, y a 1 por ciento en e] aúo 2000. De acuerdo con
de la de 19,30- sumada a una de las tasas de expansión los datos ;nás recientes del Conapo (2003 y 2006), el creci-
demográfica más elevadas del mundo, los objetivos que miento poblacional fue de 1.27 en el aÍ'io 2000, de 1.11 en
había fijado la primera Ley General de Población esta- 2003, 1.02 en 2005 y ha alcanzado ya el 0.99 en 2006.
ban ampliamente rebasados. La expansión demográfica_ Por otra parte y con relación a las medidas y progra-
--se hablaba entonces de explosión demográfica- se ha- mas que se establecieron para reducir los niveles de fecun-
bía convertido en un proceso fuera de control, fuente de didad, es indudable que el uso de métodos anticonceptivos
--------------------------------------
1
274 Políticas sociales e intel'vencicmes famdiares Crecimiento pohlacional, política de pobl;1c:i6n 27C1

se ha convertido en una variable intermedia de gran peso estimaba en 900 000 el número aproximado de usuarios
que permite explorar el impacto que éstos han ejercido en de métodos modernos, o sea 12 por ciento de mujen:~s uni-
la reducción de la fecundidad. En lVléxico, en ausencia de das (casadas o en unión libre) en edad fértil. En HJ76. esta
medidas autoritarias como la imposición de una edad lí- proporción subió a .30 por ciento. a 37.8 por ciento en 1979
mite para el casamiento, o de dificultades administrativas v alcanzó 47.7 por ciento en 1982; en 1987 llegó a ser de
o tributarias impuestas a las familias numerosas, la di- 62.7 por ciento, de G:3.1 en 1992, de 66.5 en 1~)95, dos ai1(Js
fusión de los medios anticonceptivos mediante una orien- después, 1997, fue ele 68.5, alcanzó el 70.8 en el allO 2000
tación y asistencia gratuita, se convirtió en el principal y, para 200~:3 se ubicó en 74.5 por ciento (Conapo, 2005).
componente de las acciones de control de la natalidad. De Asimismo. el incremento de la práctica anticonceptlva
esta manera, la evolución del uso de métodos anticoncep- se encuentra asociado a la ejecución del Plan Naciona 1 de
tivos modernos ha podido visualizarse como un excelente Planificación F8miliar. establecido en UJ77, en el que se
indicador del impacto dejas políticas demográficas y de su comprometió a las instituciones de salud y seguridad so-
potencial a corto y mediano plazos. cial del Estado a la realización clelPrograma Nacional ele
Asimismo, no debe pasarse por alto que la participación Planificación FariliJiar. Estas instituciones han cumplido
directa del gobierno en las actividades de planificación un papel relevante en la distribución y accesibi.Jidac: :18 los
familiar logró desarrollar un eficaz sistema de distribu- métodos anticonceptivos, as] como en la legltlmaClon so-
ción de anticonceptivos (a principios de los a110S sesenta cial del concepto y la práctica de la regulación de la fecun-
los métodos anticonceptivos estaban fuera del alcance de didad. Se puede destacar, en este sentido, que poco más
la mayoría de la población, y las mujeres apenas sabían de la mitad de las mujeres usuarias en 1982, obtenía el
cómo controlar su fecundidad), y que ello permitió montar método anticonceptivo en el sector público (.5.3 por cien-
una amplia red de información y de educación que publici- to) (END, 1982), tendencia que se ha mantenido constante
tó los beneficios del control natal y promovió la imagen de
hasta fechas recientes.
la familia pequel1a en los medios electrónicos -televisión
y raclio- a partir de una campa11a publicitaria interesan-
te y llamativa que impulsaba la reducción de las familias 4. PLANIFJCAC](JN FAl,lILlAn y NUI~V;\
coil lemas o frases como "La familia pequei1a vive mejor" FOIL\JACIC)N FAMJLL\H EN MItXICO
o "Pocos hijos para darles mucho". Valdría la pena hacer
un estudio sociodemográ fico detallado que mostrara si es Si bien la accesibilidad y la diftlsión de 1;:1 metodología
cierto que en la actualidad las familias pequei1as viven anticonceptiva, son condiciones necesarias para la rápi-
mejor, y si las familias que tienen pocos hijos verdadera- da expansión en la práctica de la regulación de la fecun-
mente "les han dado mucho" de los beneficios que se supo- didad, existen diversas características estructurales del
ne conlleva formar parte de una familia pequeúa. proceso de desarrollo que inciden en las condiciones de
Consecuentemente, de mediados de los aúos setenta a vida cotidiana de la familia, y que también son deterJ11l-
principios elel siglo XXI puede observarse una diftlsión rápida nantes en la decisión del uso de anticonceptivos.
de los medios anticonceptivos modernos, cuyo inicio coincide Respecto a lo anterior, ptlede seüalarse que diversos estu-
aproximadamente con la reorientación de las políticas demo- dios han hecho posible conocer cómo, por ejemplo en el des-
gráficas a principio de los aúos 70. Hacia finales de 1973, se censo de la fecundidad y en los cambios generados en la for-
~~-------~---------------------------------
""l?'¡
27C'i Políticas sociales é jntervt'I1CiOlléS familiares
Crecimiento poblacÍonal, política de población 277

mación de la familia. han tenido que ver, en buena medida,


los slgUlentes factores: la actividad industrial, la vida urba- En este sentido, debe subrayarse también que la inte-
na, la participación de las nmjeres en las actividades econó- gración de los agentes sociales a estos procesos, que se
nucas y, s(;bre todo: los niveles de escolaridad alcanzados por desarrollaron en México con mayor fuerza a partir de
la p()blaClOn fememna (Gutiél'l'ez y Valladares, 20(6). ] 940, dio lugar a diferentes condiciones de vida, cuyo efec-
~n este sentido, vale la pena destacar que, en los a110S to sobre las decisiones de la reproducción se reAejó en la
asimilación de la pnictica n.nticonceptiva en el seno de mi-
reCIentes
_ . '. -fines del siglo xx .y ])rinciJ)ios del XXJ-- , 1os
al1<~hS1S,denvados de la relación interdiscipJinaria entre llones de unidades familiares. Pero esta adopción, hay que
socl~logla y demografía l1an mostrado cambios muy signi- decirlo, se presentó en forma diferencial en los diversos
ncatlvos en las primeras fases del proceso de formación de ámbitos de la estructura social del país, Es decir, fueron
la familia, los cuales encuentran su hase en la relación de los grupos integrados a las esferas de la industria y los
sucesos demográficos (nupcialidad, natalidad) y factores servicios, en las zonas más urbanizadas, y las familias
socwles como la educación, el empleo fenJenino, el contex- con mayor nivel educativo, los que adoptaron esta práctica
to de l'esidencia, por citar sólo algunos, más intensamente.
Los cambios mencionados pll(~den resumirse de la si- Ya en 1976, alrededor de la mitad de las mujeres "casa-
gmente. manera: i) la eelad (particularmente de la mujer) das o unidas y en edad reproductiva" de las capas medias
en el pnmer matnmomo o unión se está incrementando de (representadas en el grupo de propietarios, profesionales y
manera cada vez más visible; dicho de otro modo, la mujer técnicos), regulaban su fecundidad; en los grupos urbanos
se casa.a edades más tal'días (Ojeda, 1989); ii) el número más pobres (trabajadores por cuenta propia y asalariados
de parejas que cohabitan antes del matrimonio o sin él ha sin calitleación), una tercera parte de las mujeres eran
venido creciendo muy rápidamente y, como consecuen~ia usuarias de métodos anticonceptivos; por el contrario, en
hay un mayor número de registros 'de nacimientos fuer~ los grupos agrícolas y entre las personas con bajos niveles
del matrimonio, y; iii) el número de hijos por mujer va en de escolaridad, sólo una de cada siete mujeres practicaba
cl31'o descenso, y el tiempo transcurrido entre cada naci- la anticoncepción (ENF, 1976). Sin embargo, datos prove-
mIento se está haciendo cada vez más espaciado. Incluso nientes de encuestas más recientes (ENSAJ1, 2(03) se11alan
elll1tervalo que meclia entre el matrimünio V el nacimien- que, de manera general, cada vez existe un mayor uso de
to del primer hijo, tiende a seguir dicho ];atrón (Ojeda, métodos anticonceptivos, el cual es posible desagregar por
1989; cTuarez, 1982). . grupos etários en 2003, esto es: seis de cada diez mujeres
Asociados a lo anterior, otros procesos socioeconLJmicos casadas o unidas de 20 a 24 aJios de edad, usaban la an-
han fav~recido la disminución de la fecunc]jdad: la prole- ticoncepción; más de siete de diez en el grupo de 25 a 29;
t~rlZaClOJl de la fuerza de trabajo en la industria y los ser- ocho de diez entre los 30 y 44 a11os, y siete de cada diez en
VlclOs,l,a ampliación de las capas medias lll'banas, la pe- el último grupo de edad, 45-49 (Conapo, 2005).
neÍTaclOn en el mercado de bienes industrializados de los Aunado a lo anterior, también puede sei'ialarse que im-
grupos populares, los mayores requisitos de cualitlcación portantes sectores de la población, integrados al mercado
el~ el mercado laboral, pero sobre todo, como ya se mencio- de consumo de bienes industrializados, principalmente
no, la mcorporación creciente de la mujer a los mercados población asalariada urbana, han tenido que confrontar
de trabajo (Miró y Potter, 1983). ' sus expectativas y posibilidades de satisfacción de consu-
mo con el tamaüo de su familia. La acelerada pérdida del
-----------------------.,------------
",
~
278 Políticas sociales e intervenciones familiares • Crecimiento pob1acioIW1. política de población 279
I
i~
poder adquisitivo que se desencadena a partir de media- ~ 5. Dcr"tEcJ-Jos HUIIIANOS, POLÍT1CA IJI~ ponLACJ()N
'k

dos de los a110S setenta, simultánea al cambio constante ~ EN lVl1~X1CO y NUEVA CONJl'OSIC1ÓN F:\]\IIL1A](
de la norma social de consumo, creó un ambiente favora-
ble a la rápida expansión de la anticoncepción: es decir, Como se ha seúa lado en parte del presente artículo. el
a que las "nuevas familias" planearan de mejor 111anera "supuesto problema" elel acelerado crecimiento poblacio-
el número ele hijos qlle querían tener. No es casual, por nal en México ha sido una de las mayores preocupaclO-
ejemplo, que las familias más modernas, del al10 2000 a n~s del crobierno a partir ele 1970_ Si bien es cierto que la
la fecha, se compongan ya de tan sólo tres o cuatro miem- puesta :n march8 de los Programas de Planific.ación l:;'a-
bros: papá, mamá y cuando mucho dos hijos. Este dato, miliar (PPF) ha sido positiva y benéfica para qmenes han
sin embargo, debe ser tomado con cautela, pues hace re- optado por ellas, tales programas 'no han estadoex8ntos
ferencia, de manera preponderante, a contextos moder- de críticas por la forma en que empezaron a ftmclOnar en
nos y urbanizados, en los que es posible observar fami- algunos contextos del p8ís. Trabajos como los de Pigue-
lias conformadas por tan sólo dos o, cuando mucho, tres roa (1991, 1992, 1994), Gutiérrez (1998) y Con.apo (20?5),
miembros (dos miembros:' esposa/esposo o pareja sin hi- muestran cómo ha evolucionado la prevalenCIa de meto-
jos; tres miembros: papá, mamá y, cuando mucho, un solo dos anticonceptivos dirigidos a la pohlación.
hijo). En los contextos no urbanos, las unidades familia- Como puede observarse en ]as gráficas 2 y 3, los méto-
res todavía se componen de entre cuatro y seis miembros .dos "más utilizados" por las mujeres en edad reproductiva,
(Gutiérrez, 1998). casadas o unidas, de la población mexicana, son -como se
Asimismo, entre la población no urbana, la práctica an- analiza en los trabajos de Figlleroa y Gutiérrez- la oclu'-
ticonceptiva ha estado vinculada a las transformaciones sión tubaria bilateral y la esterilización femenina o, como
en las condiciones de producción, es decir, a la tecnifica- se le conoce popularmente, salpingoclasia.
ción de la agricultura y la subordinación de la economía Estos datos -los cuales se ejemplificarán más adelante
campesina a las empresas agroindustriales. Por lo mismo, con un estudio de caso en el estado de Hidalgo- parecen
se ha observado que la disposición al control de la fecun- mostrar la existencia de una contraposición ele intereses
didad es mayor cuando se tiene una mejor expectativa de entre un crecimiento poblacional acelerado .Yla libertad en
supervivencia para los hijos. Sin embargo, debe seúalarse la regulación de la capacidad reproductiva,. pues si bien es
también que la crisis económica, y en particular de la pro- ciert; que el Artículo 40 de la Constitución mexicana dicta
ducción agrícola, han deteriorado gravemente las condi-
que "toda persona tiene el derecho 8. decidir de manera
ciones de vida de esta población, por ]0 que la regulación \ -
libre, responsable e informada sobre el número y espaCIa-
de la fecundidad en contextos no modernos ni urbanizados
miento de sus hijos", también hace hincapié en que una
podría interpretarse como un medio para evitar una si-
decisión libre es responsable e informada.
tuación económica aún más desfavorable, y ello ha posibi-
Además, la gran complejidad de la convivencia huma-
litado la aparición de nuevas pautas reproductivas, en tér- na ha provocado la intervención del orden jurídico-políti-
minos de la valoración cultural de la pertinencia de tener co en la esfera de las libertades individuales. Es así que
muchos o pocos hijos, que contribuyen al mejoramiento de baio la pretensión de s81vaguardar cierto tipo de valores
las condiciones de vida de estas unidades familiares en los q1..;ese piensa deben ser objeto de una legislación adecua-
contextos antes descritos (Gutiérrez, 1998). da, se ha ampliado ]a actitud intervencionista del Esta-
"i
\~

280 Políticas sociales e intervenciones fAmiliares


Crecimiento poblacional, política de población 281

Gráfica 2
do, que impone a los particulares ciertos parámetros y
Planificación familiar en :México, H176-2003.
patrones de conducta.
USO ele métodos anticonceptivos seleccionados
".,{, Por lo mismo, una tarea importante del Estado debe
liO ser el apoyo a quienes hayan decidido limitar su reproduc-
ción biológica, por medio de una constante información y
:)0
de métodos integrados de salud pública, cuyas medidas
.JO
:,li :,li
o PastilJas
deben' infiuir forzosamente
Desde esta perspectiva,
en la salud de la población .
sólo así puede justificarse la in-
30
o Dll.l
tervención estatal, con miras a controlar el incremento
de la población, cuando éste, se supone, "atenta" contra la
20

10
o ()TH
subsistencia y el equilibrio social.
En México, como ya se mencionó, el Artículo 40 constitu-
cional proclama la libertad de procreación, imponiendo a los
órganos estatales la obligación pasiva de no condicionar, por
lJ
actos de autoridad, el número de hijos que decida tener la
pareja. "La disposición que comentamos es la base constitu-
Fuente: Encuesta lVIexicana ele Fecundidad (EME, 1(76); Encuesta Na- CIonal de lo que se llama planeación familiar, la cual de nin-
cional sobre Fecundidad y Salud (Enfes, 1(87); Encuesta Nacional de guna manera entral1a el desconocimiento de la aludida liber-
la Dinámica Demográfica (Enadid, 1992 y 1997), Y Encuesta Nacional
de Salud Heproductiva (Ensar, 2(03).
tad, sino una política de persuación que se debe implantar y
desarrollar legislativa y administrativamente por el Estado,
tendiente a infundir en el varón y la mujer una conciencia de
Gráfica 3 responsabilidad en cuanto a la procreación de los hijos con
Esterilización femenina en México, 1976-2003 el objeto primordial de controlar el crecimiento demográfico
11'
lO

liO
que tan graves problemas sociales, económicos, sanitarios y
51
ecológicos provoca y cuyo estudio y pretendida solución han
50 qriginado diversos eventos de carácter internacional en los
que nuestro país ha intervenido"(Burgoa, 1989).
-JO
Sin embargo y pese al sel1alamiento constitucional, la
:JO implementación y puesta en marcha de los programas de
planificación familiar en el país no estuvo exenta de luces
20
y sombras. Las luces, como ya se ha sel'ialado en parte de
10 este trabajo, permitieron a los mexicanos tener acceso a
formas de regulación ele su reproducción biológica, y ello
o
se reflejó en los evidentes descensos de los niveles de fe-
cundidad, con su consecuente impacto en el crecimiento
Yuente: Encuesta Nacional ele la DinámiCA Demográfica (Enacliel, 1992
pohlacional (menor volumen poblacional y familias cada
y 1997). Encuesta Nacional de Salud Reproductiva (Ensal', 20(3).
vez más pequ811as).
I
----------~----------~--------·-l
1 I

282 Políticas sociales e intervenciones familiares iI Crecimiento poblacional, política ele población 283

Las sombras, por su parte, llevaron a reflexionar sobre


i
~
~-
En relación con las resistencias de dichas poblaciones a
el cómo se estaba llevando a cabo dicl1a implementación
la planific;lción familiar:
en algunos sectores ele la población. Si bien la gráfica 3
muestra la prevalencia ele uso de la oclusión tubaria bila-
Casi tocbs [las mujeres elel ]ug;u] no aceptan la planificél-
teral (esterilización femenina o salpingoclasia) en el país,
ción familiar [...] casi todas tenían entre 10, 14, 1S hijos [...]
la investigación cualitativa desarrollada por Gutiérrez
En la adui1.liebd son r8ras las pacientes Cjue élceptéln y se
(1998) en la zona del valle del MezqL1ital en el estado de
operan con tres hijos. Si son raras. Por lo l'E'gubr ,(:;1si son
Hidalgo, es una muestra de los bemoles de cómo la plani-
siete. ocho y 8 veces 10, Y aún así no se convencen (en fel'-
ficación familiar empezó a ser promovida en lugares como
mer8). O m~s aún: "¡--by grupos de familias tm]aví;l de ocho,
éste (AMEP-Fundaóón MacArtbur, 1998).
nueve hijos, algunos ele 12 o 13: ése es el rango ¡mis o menos
Los fragmentos de las ambiciosas entrevistas que a con-
de los externos. Actualmente, es raro ver familias que ten-
tinuación se reproducen y que fueron aplicadas a los que en
gan ocho o nueve hijos, en promedio son cuatro o cinco si se
dicha investigación se denominó "prestadores de servicios
;)oclría hablar de un promedio (médico).
de salud" (médicos, enfermeras y trabajadoras sociales que
colaboraban en los centros de salud de tres ele los munici-
Lo que es aquí 8 ]a redonclct, en las comunidades no utilizan
pios que conforman el valle del Mezquital: Actopan, Ixmi-
anticonceptivos. Lo que es aquí alrededor, sí (cabecera mu:
quilpan y Tula), parecen concordar con el sel1alamiento ele
nicipa]). Pero, ]0 que es en las comunidmles. no aceptan l1l
la contraposición ele intereses entre un crecinúento pobla-
e] esposo ni la mujer. Son raras las pacientes que acept.an el
cional acelerado y la libertad en la regulación de la capaci-
método. O much8s veces, :ya les habla uno, las convence uno,
dad reproductiva de la población en estos lugares.
y entonces, es cuando aceptan ellas (enfermera)
Opinión de los prestadores de servicios de salud sobre
las familias numerosas en estos lugares:
Muchas pacientes no aceptan ningún método bast.a que nc~
esté de acuerdo su esposo ... nosotros les h8cemos ver aqUl
Pues babía sei10ras que tenían hasta 10, 11, 12 hijos. Eran
que es decisión de la mujer porque es su organismo, e~ su
demasiado grandes las familias. En la actualidad, pues, ya
cuerpo. l\lás sin embargo, insisten en que el esposo este ele
no hay tantas, máximo 5 o 6, algunas hasta 7, pero nosotros
acuerdo (enfermera).
cuando llegan ese tipo de personas tratamos de hacerles ver
los riesgos que corren de tenr tantos hijos y convencerlas
Sobre las acciones ele plani ficación familiar:
para que se hagan la OTE (enfermera).

Nosotras, cuando vienen élquí, ya en trabajo de pélrto, les in-


Actualmente ha ido disminuyendo el número de hijos por fa-
formamos. Le hacemos ver, pues, qlle ya no deben tener más
milia; se ha hecho célmpaJ'"ia ... para control de planficación
familiar. Y sobre todo, los métodos que más estamos ma- hijos, que deben de pensar en la actualidad en la situación
nejando son los definitivos aquí en el hospital, que son los que estamos viviendo" (enfermera).
que más nos interesan. Porque son pacientes ya con muchos
Se les trata de hacer ver las coas. Y por qué se les va a h;1-
hijos que para qué quieren más. Yeso es lo que hacemos
(médico). cer la OTB. Porque muchas veces al tener muchos bijos corre
peligro su vida, la matriz, cada vez que se embarazéln, se va
284 Políticas sociales e intervenciones familiares
Crecimient.o poblacional, política de población 285

haciendo más delgadita y les explican los médicos que hagan


Metas, ah, sí. Más que nada las programamos a partir de
de cuenta que su matriz es un globo, -que cada embarazo se
nuestro universo de trabajo. Tenemos tantas pacientes para
va inflando y se va haciendo delgadito y algún día la matriz
se truene, se rompa (enfermera). parto, tantas de cesáreas, tantas de legrado, con tal edad.
Entonces, ya de ahí, empezamos a ver cuántas salpingos te-
nemos que hacer, cuántos DJU se tienen que colocar y aparte
A las mujeres que están por tener un parto se les pasa una
viendo las metas. Por ejemplo, no tengo ahorita bien el dato
visita en la maFiana; se les comenta que cuántos bebés han
del aíi.o pasado, pero de salpingoclasias me parece que fue-'
tenido, qué edad tienen y cómu están en cuanto a su situa-
ron como 600 que hicimos. Entonces, lo ideal sería ahorita
ción económica. Cuando la paciente con/esta esas preguntas,
rebasar las metas (médico).
se le da información sobre esta operación. Se les dice que si
se operan para ya no tener hijos, se les dan los beneficios que
Sí, aquí tratamos de influir bastante. Le digo, desde que lle-
deben tener esta operación. Y otra cosa muy importante, que
ga la paciente tratamos, a través del cartelón, que vayan co-
es gratis, que no se les va a cobrar nada ... (médico).
nociendo los métodos a través de los videos que se le pasan y
en la enfermería desde que pasa ahí a revisión la paciente ya
Dentro de los programas de planificación, doctor, ¿se pla-
se está platicando con ellas al respecto. La trabajadora so-
nean metas de usuarias ele todos los métodos anticoncepti-
cial también. En la maíi.ana pasa trabajo social y enfermería
vos? De todos no ... Aquí no manejamos ni hormonales·ni pre-
a platicar con todas las pacientes hospitalizadas para tratar
servativos, ni los otros métodos. Manejamos nada más esos
de convencerlas. Cuando hay algún problemita que no qme-
dos métodos y sí hay metas para esos dos métodos. "¿cuáles
-ren. acudimos nosotros para platicar con ellas también. y
son esas metas, doctor?" Pues la meta es de que el 80 por
tan~bién ya, desde la sala de labor en donde en el trabajo de
ciento de todas las pacientes obstétricas deben de salir con
parto se trata de hablar, es un poquito difíci,l, porque est~n
algún método de planificación familiar: sea poslegrado, sea
con dolor ni caso nos hacen. Pero, muchas SI, cuando estall
posparto o poscesárea ¿sí? Ya sea OTU o sea dispositivo, y si
calmadas nos hacen caso y ya desde ahí deciden operarse.
es con 0'1'13, mejor. (Médico.)

Como puede observarse en estas amplias citas textua-


El 100 por ciento es imposible, pero se toma casi siempre
les sin duda alguna la implementación de los programas
como el 80 por ciento de meta [...] aunque no se llega a
de 'planificación familiar en los lugares ?e estl~dio eS~:l-
lograr casi siempre el 80 por ciento pero muchas veces an-
vieron marcados por una insistente y dlrecta lnducclOn
damos en el 75, en el 70; a veces se baja al 65, dependiendo
de comportamiento reproductivo. ¿Cómo entender una
de muchas situaciones y muchos factores, que llegan inter-
disposición de este tipo? ¿Por qué manejar una "infOl~n:a-
nos nuevos y se les pasa mucho que se les debe convencer
ción" como la empleada por los prestadores de serVlClOS
-a las mujeres- del dispositivo, que tenernos residentes
de salud? .La respuesta a tales interrogantes estaría ba-
rotatorios y que pasan una semana y tal residente de gi-
sada en q~e, por ejemplo, la población del municipio de
necología es reacio y también tienen sus propios tabúes y
Ixmiquilpan es mayoritariamente indígena? .¿O .que la
se les tiene que dar un memorándum para que se le exija
población del municipio de Actopan sea mayo.ntanamen-
que aplique los métodos, y todo eso nos hace bajar el por-
centaje (médico). te rural? El caso del municipio de Tula es mteresante,
puesto que es un lugar más urbanizado, pues es un co-
286 Políticas sociales e intervenciones fnmiJi8res
Crecimiento poblacion<:ll, políticn de población 287

nedor industrial .y, por lo núsmo, representativo de cierta


realizados, por ejemplo, en China o la India, la polític,a
modernidad en el lugar. Sin embargo, en este último mu-
de población mexicana no se valió. de incent~vos econo-
nicipio, al igual que los otros dos, se impartía la misma
micos ni de la presión de las autondades po1JtIcas o ae!:
"información", y las actividades de planificación familiar
ministrativas de las comunidacles. Su fuerza se denvo
eran muy parecidas.
" del esclarecimiento de los objetivos y de las recompensas
Con base en lo anterior, podría sei'iaJarse que, en ge-
establecidas dentro del sector salud. Aunque todavía no
neral, los programas de planificación familiar en lugares
h~v suficientes elementos para juzgar el grado de pre-
como HIdalgo, se han preocupado esencialmente por el
si6'n que se ejerció sobre las parejas, parece ser que ('1
incremento de metas de cobertura y en la reducción del
descenso de la natalidad nacional se debió a los esuerzos
número de hijos, sin tomar muy en cuenta los aspectos
estatales por influir en la conducta reproductiv;=¡o Dichos
educativos, culturales y soci;:¡]es de dichas poblaciones. De
esfuerzos apelaron a las penalidades y frustr8clOlH:;S de-
esta manei'a, parece ser evidente un desajuste entre las
rivadas de la imposibilidad de alcanzar las promesa: del
acóones implementadas en los programas ele planificación
estilo de desarrollo expansivo que se gestaba a partJr de
familiar y los preceptos y lineamientos establecidos tanto
1940. y al de que las familias pequeíi.as tendrían 1111 me-
en la Constitución mexicana como en las políticas de po-
jor ni~el de vida como resultado de contar con un menor
blación, en las que se considera a la planificación familiar
número de miembros, a los que, por el solo hecho de se:"
como solución viable a los problemas del crecimiento po-
menos en términos numéricos, se les podría "dar mucho";
blacional acelerado, ya que permite conciliar la libertad
consideración que no ha logrado concretarse ni mucho
de los individuos y, en consecuencia, de las parejas, con la
menos ser evidente en la mayor parte de los sectores de
responsabilidad de coadyuvar en la búsqueda de un mejor
la población del país. , .
nivel de bienestar social cifrado en un crecimiento pobla-
La política demográfica en México ha puesto enfasls
cional reducido.
en el principio et?lanado de la Conferencia de Bucarest de
Si esto es así, entonces el orden jurídico e institucio-
1974 (Urquidi, 1984) con relación al respeto a .los derechos
nal en materia demográfica debe actuar no sólo ante la
hu manos de la persona y la fami lia en matena de sus de-
existencia del aparente "problema" del rápido crecimien-
cisiones reproductivas. Por lo tanto, puede afirmarse que
to poblacional, sino que también debe tratar de evitarlo,
las medidas adoptadas en 1\1éxico para reducir los l1lveles
con el fin de que no se concretice y no resulte drástica la
de fecundidad se adecuaron, en la mayoria ele los casos, a
aplicación de medidas enérgicas que tendrían como con-
los lineamientos referentes al derecho de las parejas mexi-
secuencia necesaria el detrimento de la libertad humana.
canas a decidir el número y espaciamiento de los hijos que
Una legislación acorde con las políticas de población apli-
desean tener.
cadas en un pals como el nuestro, debe prever problemas
Así pues, puede concluirse que la perspec~iva que se
futuros, sin perder de vista un régimen de bienestar y se-
vislumbra respecto a los derechos y los medIOS que las
guridad que permita el progreso de su sociedad y de los
personas pueden emplear para condl~c~r su repro;luc-
miembros que la componen (Gómez de León, 1999).
ción, es positiva, toda vez que la po1JtJca demografica
Afortunadamente, y pesar de lo evidenciado en esta
mexicana ha hecho suyo el principio del respeto a los
{¡1tima sección del trabajo aquí presentado, puede sei1a-
derechos humanos. No debe olvidarse que los precep-
larse que, a diferencia de algunos programas intensivos
tos relativos a las garantías individuales tienen rango
-----------------,--. -------------------.

288 Políticas sociales e intervenciones familiares


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