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CONSUMO PREHISPÁNICO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS

EN EL NORTE DE CHILE SUGIERE REDES TEMPRANAS DE


INTERCAMBIO CON EL ALTIPLANO CENTRAL Y LA AMAZONÍA
Juan Pablo Ogalde, Bernardo T. Arriaza, Calogero M. Santoro, José M. Capriles,
Giannina Puddu, Paula C. Ugalde y Francisco Rothhammer

RESUMEN

Con el fin de contrastar la hipótesis de la existencia de una interpreta luego la evidencia registrada configurando algunas
vasta red de intercambio cultural prehispánico entre la re- propuestas en torno a las formas de manejo y la posible far-
gión amazónica, el altiplano central y la costa del Pacífico, se macoterapia vinculada a su consumo, para finalmente situar
analiza la evidencia arqueológica relacionada con el consu- esta praxis en un contexto cultural, geográfico y cronológico
mo y uso de sustancias psicoactivas en el Norte de Chile. Se más específico.

Introducción calabaza, el zapallo y el pallar. Nacional de Arqueología, del ayahuasca), Lophophora wi-
Recientemente, el hallazgo en Museo Regional de Tiwanaku lliamsii (peyote), Echinopsis
El estudio de los factores que zonas desérticas cercanas a la (La Paz, Bolivia) y del sitio ar- lageniformis (achuma), Nico-
incidieron en el desarrollo de la costa norte de Chile de plantas queológico Pariti (Lago tiana tabacum (tabaco) Anade-
complejidad cultural en la costa psicoactivas, semillas y cultivos Titicaca, Bolivia) con la in- nanthera colubrina y A. pere-
de Ecuador, Perú y norte de de origen tropical, sirvió de tención de identificar represen- grina (vilca o cebil) y ciertas
Chile ha sido objeto de numero- base para plantear la posible taciones de fauna que vincula- variedades de hongos (Schultes
sas indagaciones arqueológicas existencia de redes tempranas sen la región altiplánica con las y Hofmann, 1980 y 2000;
desde comienzos del siglo pasa- de intercambio entre pescadores tierras bajas amazónicas Smet, 1985; Carlini, 2003;
do, cuando Max Uhle (1920) de la costa del Pacífico, pobla- (Orellana et  al., 2014b). Nichols, 2004; Halper n y
planteó su conocida hipótesis ciones andinas y grupos amazó- Continuando con el desarro- Sewel, 2005). Evidencia tem-
inmigracionista, que priorizaba nicos (Rothhammer et  al., 2009; llo de esta línea de investiga- prana del uso de sustancias
influencias mesoamericanas en Dillehay, 2014). ción, en el presente trabajo psicoactivas involucran semi-
sus inicios. Fue el geógrafo Con el objeto de contribuir a examinaremos evidencia rela- llas de peyote y de Sophora
cultural Carl O. Sauer (1952) validar esta hipótesis, examina- cionada con plantas psicoacti- secundiflora halladas con res-
quien, con bastante anticipa- mos inicialmente la variación vas, incluyendo psicotrópicas o tos botánicos del vegetal aluci-
ción, destacó la importancia de de ADN mitocondrial antiguo alucinógenas, de las cuales se nógeno Ugnadia speciosa, en
contactos amazónicos en el ori- entre sitios arqueológicos ubica- reconocen numerosas especies varios sitios arqueológicos de
gen del cultivo de tubérculos dos en los valles de Cocha- domesticadas en América. Texas y el norte de México,
nativos comestibles como la oca bamba y poblaciones arqueoló- con fechas estimadas entre
y el ullucu, además de la quí- gicas del altiplano boliviano Evaluación de la evidencia 6440 y 5000 A.P. (Schultes y
noa. El arqueólogo peruano (Tiwanaku), sur del Perú y la existente Hofmann, 1980; Furst, 1994;
Julio César Tello (1960) com- Amazonia (Orellana et  al., Terry et  al., 2006).
partió la opinión de Sauer, 2014a). Posteriormente, estudia- Entre las plantas americanas Cabe señalar que algunas
agregando a la lista de cultivos mos piezas arqueológicas con con efecto psicoactivo se desta- sustancias psicoactivas tuvieron
de origen tropical especies iconografía Tiwanaku (ca. can Erythroxylum coca (coca), que ser dosificadas mediante
como la yuca, el camote, la 1500-850 A.P.) del Museo Banisteriopsis caapi (yajé o un elaborado manejo técnico

PALABRAS CLAVE / América Prehispánica / Norte de Chile / Redes de Intercambio / Sustancias Psicoactivas /
Recibido: 28/04/2016. Modificado: 29/06/2017. Aceptado: 30/06/2017.

Juan Pablo Ogalde. Maestría en Calogero M. Santoro. Ph.D. en Ciencias Sociales y de la Salud, Profesor, Universidad de Tara-
Antropología, Universidad Cató- Arqueología, Cornell University, Universidad Autónoma de Ma- pacá, Chile. Dirección: Instituto
lica del Norte, Chile. Estudiante EEUU. Profesor, IAI-Universidad drid, España. Profesora, IAI- de Alta Investigación, Univer-
de doctorado, Universidad de de Tarapacá, Chile. Universidad de Tarapacá, Chile. sidad de Tarapacá, Antofagasta
Tarapacá (UTA), Chile. José M. Capriles. Ph.D. en Cien- Paula C. Ugalde. Arqueóloga, Uni- 1520, Arica, Chile. e-mail: fran-
Bernardo T. Arriaza. Ph.D. en cias Antropológicas, Washing- versidad de Chile. Estudiante de ciscorothhammer@gmail.com
Antropología Física, Arizona ton University, St. Louis, EEUU. Doctorado, University of Ari-
State University, EEUU. Inves- Profesor, Pennsylvania State zona, EEUU.
tigador, Instituto de Alta Inves- University, EEUU. Francisco Rothhammer (Autor de
tigación (IAI), Universidad de Giannina Puddu. Máster en Meto- cor respondencia). Doctor en
Tarapacá, Chile. dología de Investigación en Ciencias, Universidad de Chile.

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PRE-HISPANIC CONSUMPTION OF PSYCHOACTIVE SUBSTANCES IN NORTHERN CHILE SUGGESTS EARLY
EXCHANGE NETWORKS WITH THE CENTRAL ALTIPLANO AND THE AMAZON REGION
Juan Pablo Ogalde, Bernardo T. Arriaza, Calogero M. Santoro, José M. Capriles, Giannina Puddu, Paula C. Ugalde and
Francisco Rothhammer
SUMMARY

In order to contrast the hypothesis of the existence of a able evidence is interpreted configuring some propositions
vast cultural exchange network between the Amazon Re- concerning the manners of handling and the possible phar-
gion, the Central Altiplano and the Pacific coast, the ar- macotherapy associated to the consumption, to place this
cheological evidence related to the consumption of psycho- praxis in a more specific cultural geographical and chrono-
active substances in Northern Chile is examined. The avail- logical context.

CONSUMO PRÉ-HISPÂNICO DE SUBSTÂNCIAS PSICOATIVAS NO NORTE DO CHILE SUGERE REDES


TEMPRANAS DE INTERCÂMBIO COM O ALTIPLANO CENTRAL E A AMAZÔNIA
Juan Pablo Ogalde, Bernardo T. Arriaza, Calogero M. Santoro, José M. Capriles, Giannina Puddu, Paula C. Ugalde e
Francisco Rothhammer
RESUMO

Com o fim de contrastar a hipótese da existência de uma terpreta-se logo a evidência registrada configurando algumas
vasta rede de intercâmbio cultural pré-hispânico entre a re- propostas em torno ás formas de manejo e a possível farma-
gião da Amazônia, o altiplano central e a costa do Pacífico, coterapia vinculada ao seu consumo, para finalmente situar
se analisa a evidência arqueológica relacionada com o con- esta práxis em um contexto cultural, geográfico e cronológico
sumo e uso de sustâncias psicoativas no Norte do Chile. In- mais específico.

que requirió de un período de Centro Sur, el registro arqueo- guaya y Niño Korin en la cor- radiocarbónicas entre ca. 3000-
entrenamiento. Por ejemplo, las lógico del uso de psicoactivos dillera oriental o Cueva del 1500 A.P. El uso de equipo de
semillas de S. secundif lora incluye objetos para esnifar Chileno en el desierto de Lípez esnifar continua hasta el perío-
contienen el alcaloide [1R]- tales como tubos y tabletas, (Codero Miranda, 1967; do Tardío (ca. 1000-600 A.P.);
1,2,3,4,5,6-hexahidro-1r,5c- pipas, elementos para realizar Wassén, 1972; Oblitas Poblete, no obstante, de acuerdo a la
metanopir ido-<1,2a ><1,5>- enemas, iconografía, arte ru- 1978; Bastien, 1987; Capriles, evidencia encontrada en los
diazocin-8-on (citisina), que en pestre y restos de plantas; pre- 2002; Angelo y Capriles, 2004; cementerios PLM6 y AZ15,
dosis excesivas es altamente sentes ya desde los periodos Loza, 2007; Albarracin-Jordan éste declina con el tiempo. Por
tóxico, provocando nauseas, Arcaico Tardío y Formativo et  al., 2014). En adición, en ejemplo, de 2018 tumbas anali-
convulsiones, delirios e incluso Temprano (ca. 4000-2000 A.P) sitios como Tiwanaku en la zadas por Chacama (2001) co-
la muerte por paro respiratorio (Fernández-Distel, 1980; Mul- cuenca del Lago Titicaca oca- rrespondientes al periodo
(Schultes y Hofmann, 2000). vany, 1984, 1994; Beren- sionalmente se encuentran ta- Formativo 3,91% presentan evi-
En América del Sur son nu- guer, 1985, 1987, 2000, 2001; bletas, tubos inhalatorios, espá- dencias de equipo de inhalar,
merosas las plantas que contie- Smet, 1985; Cané, 1986; To- tulas y contenedores manufac- bajando este estimado a 1,56%
nen sustancias químicas psi- rres, 1987, 1994, 2001; Llagos- turados en piedra y hueso que durante el periodo Medio u
coactivas tales como triptami- tera et  al., 1988; Bourget, verifican el consumo de estos Horizonte Tiwanaku (ca. 1500-
nas, β-carbolinas, tropanos y 1990; Torres et  al., 1991; Furst, materiales en tierras altas. 1000 A.P.), de acuerdo al regis-
fenetilaminas (Escohotado, 1994; Chacama, 2001; Lla- En el norte de Chile, la evi- tro obtenido en varios cemente-
1980; Schultes y Hofmann, gostera, 2006; Horta, 2012). dencia más antigua de uso de rios del valle tales como AZ6,
1980, 2000; Smet, 1985; Furst, En la zona intermedia entre plantas psicoactivas corresponde AZ71, AZ141 y AZ143.
1994; Carlini, 2003; Nichols, la costa desértica del Pacífico al valle de Azapa. En el cemen- Gran parte de la manufac-
2004; Halpern y Sewel, 2005), y las tierras tropicales de la terio costero Morro (MO) 1/6 tura y distribución de tabletas
conociéndose su uso en pobla- Amazonía, los hallazgos ar- datado a ca. 4500-3500 A.P. se y tubos para esnifar se asocian
ciones originarias de la queológicos tanto de plantas hallaron objetos ligados a la con el consumo del vegetal
Amazonía peruana, colombiana psicotrópicas como de materia- aspiración de sustancias no Anadenanthera spp. (vilca o
y brasileña (Weiskopf, 2005). les asociados con su consumo identificadas asociadas a la cebil) cuyo principio activo se
Existe cierta evidencia indirec- son escasos, pero están ocasio- instalación de los primeros deriva del alcaloide 3-[2-ami-
ta del uso de E. coca a través nalmente presentes (De la Vega grupos de agricultores al inte- no] etilindol (triptamina)
de la producción especializada et  al., 2005). Por ejemplo, en rior del valle (Santoro, 1980). (Torres y Repke, 1996). Asi-
de calcita durante la fase Bolivia estos materiales usual- También existen evidencias de mismo, el análisis químico de
Tierra Blanca en el Valle de mente se encuentran en abrigos parafernalia de esnifar durante polvos vegetales derivados de
Zaña, costa norte de Perú entre secos donde las condiciones de el periodo Formativo en los esta planta y asociados a para-
7000 y 6000 A.P. (Rossen y conservación para la madera y cementerios costeros MO 2, fernalia de esnifar del cemen-
Dillehay, 2001). Es un hecho otros materiales orgánicos son PLM7 y en el cementerio terio Solcor-3 en San Pedro de
conocido que en los Andes adecuadas, tales como Ama- AZ71 del valle, con fechas Atacama, permitió identificar

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la presencia del alcaloide aluci- asociado a desprendimientos de aparentemente no presentaría zampoñas han sido amplia-
nógeno 3-[2-dimetilaminoetil] placenta y trabajos de parto actividad alucinógena en su mente identificados en la ico-
-5-hidroxindol (bufotenina) prematuros, paralelamente a forma química pura (Petrie, nografía Tiwanaku (Berenguer
(Llagostera et  al., 1988; Torres sus características farmacológi- 2002), aunque el tema no está re- 1985, 1987, 1994, 2000, 2001;
et  al., 1991). Fernández Distel cas más conocidos como la suelto. Registros etnográficos Chacama, 2001; Pérez de
(1980), por otra parte, presentó acentuada propiedad analgésica muestran que la especie Banis- Arce, 2004).
la evidencia más temprana de local (O’Brien, 1996). Las evi- teriopsis se utiliza de forma
la presencia de alcaloides trip- dencias más antiguas de pre- terapéutica o como catalizador Conclusiones
tamínicos en una pipa de Inca sencia de Erythroxylum provie- de procesos alucinógenos en
Cueva (Icc7; ca. 4000 A.P.) del nen de Topater y Poconche 12 infusiones orales, donde el La evidencia más antigua de
noroeste argentino, y Poche- del periodo Formativo (Thomas efecto alucinógeno está dado uso de plantas psicoactivas en
ttino et  al. (1999) identificaron et  al., 1995; Agüero y Uribe, por la adición de una planta el valle de Azapa fue registra-
botánicamente la Anadenanthe- 2011), Los Verdes 1 y 2, productora de triptamina. La da en el cementerio costero
ra en el alero I La Matanza, Caserones y Az-6 del período Banisteriopsis es utilizada MO1/6 (Santoro, 1980), corres-
provincia de Jujuy. Medio (Erices, 1975; True y principalmente por su capaci- pondiente a durante la transi-
Cabe señalar que los análisis Meighan, 1980; Focacci, 1982; dad de inhibir ciertas enzimas ción Arcaico/Formativo (ca.
químicos realizados en pobla- Sanhueza, 1985), Playa de Los como la monoaminoxidasa 4500-3500 A.P.). Durante el
ciones del Formativo cercanas Gringos Cemetery, PML 4 y 9, (MAO) estomacal, donde la periodo Medio (Tiwanaku),
a San Pedro de Atacama, ce- PML Casino Burials del perío- harmina es la sustancia que Anadenanthera, Banisteriopsis
menterios Topater (2100 A.P.) y do Intermedio Tardío (Bird, aporta la acción farmacológica y Erythroxylum pueden haberse
Chiu Chiu-273 (ca. 2000-1800 1943; Molina et  al., 1989; inhibidora de la MAO de la usado con fines terapéuticos
A.P.), no mostraron trazas de Focacci, 1982; Santoro, 1995), infusión denominada ‘aya- durante procesos de parto y
Anadenanthera, a pesar que y La Chacota (El Laucho), huasca’ (Schultes y Hofmann, primera infancia. A su vez
algunas inhumaciones estaban Lluta 54, Molle Pampa Este, 1980, 2000; Carlini, 2003; Anadenanthera se consumió
asociadas a elementos de esni- PML 4, Cer ro Esmeralda y McKenna, 2004; Callaway, probablemente en forma oral y
far (Castro et  al., 2003). Si Cementerio de los Abuelos 2005; Callaway et  al., 2005) nasal en bajas concentraciones,
bien hasta el momento también del periodo Tardío (Erices, Las triptaminas son inhibidas ya que no se registran mayores
ha resultado negativa la identi- 1975; Checura, 1977; Rury y por la MAO cuando la vía es daños nasales (Casas et al,
ficación de Anandenanthera en Plowman, 1983; Hidalgo y oral, sin llegar a manifestar 2006), y pudo ser catalizada a
el valle de Azapa, cabría desta- Focacci, 1986; Molina et  al., actividad alucinógena, de modo través de la adición de
car la identificación botánica, 1989; Moragas, 1995; Muñoz, que la acción catalizadora de Banisteriopsis para potenciar
junto con otras hojas de espe- 1995; Santoro, 1995). Banisteriopsis se traduce en la procesos alucinatorios. El con-
cies no determinadas, de E. Análisis químicos llevados a inhibición de la MAO, la que a sumo de Banisteriopsis y
coca en bolsas (chuspas), co- cabo en cabello de momias su vez no ejerce su efecto inhi- Erythroxyum en los neonatos e
rrespondiente a cementerios del muestran dos casos positivos bidor sobre las triptaminas, infantes podría haberse relacio-
periodo Medio (Belmonte de consumo del alcaloide 7-me- produciéndose el efecto aluci- nado con la inducción del tra-
et  al., 2001). Esta especie con- toxi-1-metil-9H-pirido (harmi- nógeno deseado (Schultes y bajo de parto y/o con ciertas
tiene el alcaloide [1R, 2R, 3S, na) detectado en un infante y Hofmann, 1980 y 2000; Car- propiedades farmacológicas. El
5S]-3-[benzoiloxi]-8-metil-8- un adulto del sitio AZ141 co- lini, 2003; McKenna, 2004; origen de las plantas psicoacti-
azabiciclo (3.2.1) octano-2-car- rrespondiente al periodo Medio Callaway, 2005; Callaway vas registradas y, más específi-
boxilato de metilo (cocaína), (Ogalde, 2007; Ogalde et  al., et  al., 2005). De esta manera, camente, de los objetos encon-
estimulante, eufórico y analgé- 2009, 2010). Si bien existen es posible que el consumo de trados en el sitio AZ141 (perio-
sico. Análisis de termoluminis- otras probables fuentes de be- Banisteriopsis no se relacione do Medio, Tiwanaku) podría
cencia para identificar este al- ta-carbolinas en América del directamente con los artefactos vincular al valle de Azapa con
caloide y derivados metabóli- Sur y que además las beta- para esnifar típicos del norte zonas bajas tropicales. En ese
cos en 163 muestras de cabello carbolinas pueden proceder del de Chile que se han asociado caso, cabría postular que las
permitieron determinar que consumo de chicha o tabaco, la con el consumo de Anate- poblaciones de la costa del
46,6% de individuos del valle planta productora de harmina nanthera, como ocurre entre Pacífico del norte de Chile, así
de Azapa presentaban eviden- más conocida y estudiada es la los Piaroa del sur de Vene- como también aquellas del sur
cia de ingesta de Erythroxylum liana amazónica Banisteriopsis zuela, donde se aspira yopo, y del Perú, donde se ubicaron
(Cartmell et  al., 1991, 1994). (Schultes y Hofmann, 1980, de Banisteriopsis caapi con centros administrativos provin-
Resultados similares se obtu- 2000; Smet, 1985; Carlini, fines farmacológicos (Rodd, ciales ligados a Tiwanaku, es-
vieron en zonas de los Andes 2003; Callaway, 2005; Calla 2002). De hecho, solo en los tuvieron vinculadas dando ori-
Centro Sur (Springfield et  al., way et  al., 2005). Esta planta dos individuos (infante y adul- gen a la existencia de una ex-
1993). Esta práctica está docu- no es originaria de los valles to de AZ141) estos artefactos tensa zona de contacto que
mentada en el valle de Azapa occidentales y probablemente aparecen asociados al consumo pudo abarcar desde los valles
desde el periodo Formativo (ca. nunca fue cultivada en el valle de Banisteriopsis. Estos indivi- del sur del Per ú y nor te de
3000-2300 A.P.) hasta la época de Azapa, dado que requiere duos portaban gorros de cuatro Chile hasta la Amazonia. Las
Inca. Resulta interesante desta- de ambientes cálidos y húme- puntas y zampoñas, registros evidencias iconográficas del
car la alta frecuencia (63,1%) dos como aquellos que se en- característicos del periodo posible consumo de Anadenan-
de neonatos e infantes (0-2 cuentran en la selva tropical Medio (Tiwanaku) y relativa- thera durante el periodo Wari,
años de edad) positivos para la amazónica y en la región de mente escasos en el Valle de contemporáneo a Tiwanaku,
ingesta de Erythroxylum desde ceja de selva. El alcaloide har- Azapa (Pérez de Arce, 2004). descritas en el sur del Perú, en
el Formativo hasta el periodo mina tiene buena conservación Cabe agregar a la discusión el valle del Osmore (Beren-
Tardío (Cartmell et  al., 1994). en condiciones de degrada- que las tabletas de esnifar, los guer, 2000; Knobloch, 2000)
El alcaloide cocaína ha sido ción orgánica (Furst, 1994) y gorros de cuatro puntas y las respaldarían esta hipótesis.

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Por último, debido a que esculturas Tiwanaku. Chungara Cartmell L, Aufderheide A, Sprin- Erices S (1975) Evidencias de vege-
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