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Como he insistido en el aula, conocer y tener en cuenta las propiedades textuales es algo
fundamental a la hora de construir textos propios y comentar los ajenos. Estos aspectos de
teoría del texto giran en torno a las cuatro propiedades de los mismos (corrección,
adecuación, coherencia y cohesión). En general son contenidos algo abstractos que precisan
de ejemplos para poder comprenderlos mejor. En esta entrada trataré de proporcionar y
comentar fragmentos textuales con la coherencia como propiedad textual.
COHERENCIA
Ejemplo de tema:
“Me gusta la música clásica y mañana tengo un examen de Lengua. El euro es la moneda
de la Unión Europea. La ballena es un mamífero y a mí me encanta la pizza y montar en
bicicleta.”
Esta serie de enunciados NO constituye un texto, pues carecen de unidad temática y cambia
de un asunto a otro continuamente.
Sin embargo, esta serie de enunciados SÍ forma un texto, pues se relacionan entre sí,
subordinándose a una idea principal o tema (la afición del emisor a la música clásica).
Este texto es coherente porque presenta un tema claro y definido: la función de la mitología
en la literatura renacentista (coherencia global). Pero además, este tema se desarrolla en una
serie de apartados y subapartados, que están conectados entre sí en cuanto a las ideas,
formando una estructura (coherencia lineal o estructural):
Función estética. Los mitos clásicos resultan atractivos por su vitalismo, sensualidad y
belleza.
Función simbólica. Los episodios mitológicos representan los conflictos sentimentales del
poeta. Ejemplos:
La cohesión es una propiedad interna del texto, es decir que se refiere a la forma en que
diferentes fragmentos se relacionan entre sí, y no necesariamente con un referente externo
al texto mismo.
Cohesión léxica
Dentro de un texto las palabras y sus referentes están relacionados entre sí cuando se habla
de un mismo tema.
Ejemplo:
Las coníferas son árboles o arbustos evolutivamente muy antiguos que aparecieron cientos
de millones de años antes que los árboles de hoja ancha. La palabra conífera deriva del
griego: “conus” y “ferre”, que se traduce en “llevar conos”, haciéndose alusión a la
principal característica de las Coniferópsidas; poseer estructuras reproductivas
denominadas conos o más comúnmente piñas. Las plantas que forman esta colección son
las especies forestales dominantes en los climas fríos y de altas montañas.
En el ejemplo vemos palabras del mismo campo referencial como árboles, arbustos,
plantas, forestal. Es decir, la cohesión léxica se da cuando todo un texto habla sobre el
mismo tema o temas derivados.