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PAÍSES IBEROAMERICANOS
ESTUDIOS E INFORMES
Prólogo.
Trinidad Nogales Basarrate. Consejera de Educación y Cultura. ........................ 13
Segundo Píriz Durán. Rector Universidad de Extremadura. ............................... 15
1
http://nuestramusica.unex.es.
2
Dres. Enrique Cámara, de Argentina, Marita Fornaro y Antonio Díaz de Uruguay, y Victoria Eli de Cuba.
3
Ciclo de investigadores extranjeros del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información
Musical Carlos Chávez (CENIDIM), Centro Nacional de las Artes (CENART); Instituto de Investigaciones
Estéticas y Escuela Superior de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); Museo de
Antropología y Museo Nacional de las Culturas; Comisión para el Desarrollo de los pueblos indígenas. México
D.F.
RESUMEN
Ante la responsabilidad de abordar una visión del tema de este congreso
con la función de conferencia inaugural1, hemos optado por elaborar nuestro
trabajo en dos partes. En la primera consideraremos algunos conceptos
clave presentes en la investigación sobre danzas rituales y nos detendremos
en problemas de metodología de registro y posibilidades de análisis de estas
manifestaciones. En una segunda parte presentaremos algunas de las danzas
registradas y analizadas para Uruguay, y a partir de ellas intentaremos aplicar
algunas de las reflexiones incluidas en la primera parte.
ABSTRACT
In its first section, this paper introduces a general overview of methods and
record techniques produced for research into ritual dances. The second part deals with
dances included in cults present in Uruguay, from an Afro-Brazilian background,
and focuses particularly on the bonds that connect dance with myths, rites and states
of possession. For such purpose, a relation is established between two kinds of sources,
namely: the speech of those who perform such cults, and the photographic and
audiovisual archival records produced by those who studied the subject. This research
study constitutes the basis for some of the opinions considered in the first part.
1
Esta aportación fue la lección inaugural del congreso Danza y Ritual en los países Iberoamericanos, organizado
por el Grupo Muxaesi de la Universidad de Extremadura, celebrado en Cáceres del al de octubre de 2 .
2
TURNER, Víctor: The Forest of Symbols: Aspects of Ndembu Ritual. Ithaca: Cornell University Press, 1967;
The Ritual Process: Structure and Anti-Structure. Chicago: Aldine, 9 9 Dramas, Fields, and Metaphors:
Symbolic Action in Human Society. Ithaca London: Cornell University Press, 9 From Ritual to Theatre:
The Human Seriousness of Play. Ne or : Performing Arts Journal, 9 2.
2
S LAR, Deidre: Reprise: On Dance Ethnography . En: Dance Research Journal, Vol. 2, N (2 ).
3
GIURC ESCU, Anca y TORP, Lisbet: Theory and Methods in Dance Research: A olistic Study of
Dance . En: Yearbook for Traditional Music 2 ( 99 ).
LE BRETON, David: Anthropologie du corps et modernité. Paris: PUF, 99 Les Passions ordinaires;
Anthropologie des émotions. Paris: Armand Colin, 99 , entre otros.
COA L , Sarah (ed.): Religion and the Body. Cambridge: Cambridge University Press.
CARLSON, Marvin: Performance. A critical introduction. Ne or : Routledge, 2 .
FORNARO, Marita y DÍAZ, Antonio: Comportamientos no verbales en los cultos de origen afrobrasileño de
Uruguay. Salamanca, 99 . Inédito.
9
ROUGET, Gilbert: La musique el la transe. París: Gallimard, 9 .
10
CRUCES, Francisco: Símbolos en la ciudad. Lecturas de antropología urbana. Madrid: Universidad Nacio-
nal de Educación a Distancia, 2 , p. .
11
Festejo del nacimiento de José Artigas, héroe nacional uruguayo. Escuela Pública N , 2 9. Consulta
realizada en enero 2 . Disponible en http: escuelapublica .blogspot.com 2 9 natalicio de artigas.
html
2
BARRIOS MANZANO, Pilar: Danza y ritual en Extremadura. Cáceres: CIOFF, 2 9.
E ING, illiam A.: The Fugitive Gesture: Masterpieces of Dance Photography. London: Thames
udson, 9 .
Atrapar lo efímero , proyecto desarrollado en el Departamento de Musicología de la Escuela Universitaria
de Música. También hemos desarrollado una experiencia de investigación estudiantil sobre El gesto y su
registro , con participación de docentes y estudiantes del Instituto Escuela Nacional de Bellas Artes de la
Universidad de la República.
REASON, Matthe : Still Moving: The Revelation and Representation of Dance in Still Photography .
Dance Research Journal, Vol. , N 2, , N (2 ).
19
SONTAG, Susan: On Photography.Ne or : Penguin Boo s, 9 9, p. .
2
REASON, Matthe : Documentation, Disappearance an the Representation of Live Performance. Londres:
Malgrave MacMillan, 2 , p. y passim.
los orixás de origen africano (Iemanyá, Ogum como los más populares)
línea de caboclos o umbanda, formada por los mensajeros de los orixás,
por los pretos velhos o espíritus de esclavos muertos y por los caboclos o
entidades de origen indígena y línea de Exú o quimbanda, integrada por
las diferentes manifestaciones de este orixá de origen yoruba, a grandes
líneas identificado como el demonio cristiano. Un rasgo caracterizador
de este complejo religioso es la importancia de los estados de posesión
protagonizados por los iniciados en su papel de médium de las distintas
jerarquías de entidades míticas.
2
En este templo registramos una interesante producción de mitología como reelaboración local de la creencia
en los caboclos: la incorporación al panteón de un caboclo inspirado en la figura histórica de un cacique de la
etnia charrúa, la más presente en el imaginario uruguayo.
IEMANYÁ
2
Gilbert ROUGET, La musique… passim.
2
FORNARO, Marita: El Cancionero Norteño. Música tradicional y popular de influencia brasileña en el
Uruguay. Montevideo: Ediciones de la Banda Oriental, 99 .
son de otra jerarquía, por ejemplo las sereias mensajeras de Iemanyá en la línea
de Umbanda, el lenguaje corporal, aunque relacionado, presenta diferencias.
Recogemos la descripción del mismo protagonista, a quien también registramos
en vídeo durante su recepción de una sereia al borde de las aguas en la Playa
de El Pinar (Departamento de Canelones) durante la fiesta de Iemanyá, el 2
de febrero de 99 . Se aprecian los movimientos referenciales a los objetos
símbolo de esta entidad.
En general las sereias no danzan, sino que la gran mayoría se
arrastra/…/ Las sereias que están paradas, que giran, generalmente o
danzan con las manos abiertas en esta posición, o sea, la palma hacia arriba
y los brazos en ángulo recto, o entrecruzan las manos y las ponen sobre
el corazón, por ejemplo o pueden llevarlas como si apretaran una concha
de mar, o como si tuvieran un caracol o a veces inclusive ponen en forma
de concha de mar las manos y se las llevan al oído. Otras, por ejemplo las
que están sentadas, pueden bailar de dos maneras: tendidas sobre el piso,
van girando sobre sí mismas, van rodando, o hay otras que caen, o sea que
la persona se incorpora ya la sereia va empujándose con los pies, pone una
pierna sobre la otra y se va empujando con los pies. Generalmente ésas,
la gran mayoría hace que se peina hay unas, por ejemplo, que se miran en
espejos y se peinan hay otras como que se agarraran el pelo, y hay otras
que simplemente quedan con los brazos cruzados sobre las piernas, y ahí
es donde se mueven con el torso, llevando los hombros hacia adelante.
Eso es así, en forma general vos podés ir a una sesión y ver que una sereia
hace una cosa, que otra hace ora cosa, tiene pequeñas cosas de diferencia.
En general, la sereia no habla. Cuando ellas están girando en el suelo,
van como si se estuvieran bañando, el movimiento de los brazos es como
si se estuvieran bañando en el agua, o como si estuvieran nadando. En
general, a medida que va pasando eso, que incorporando la persona, se les
BIBLIOGRAFÍA
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REASON, Matthe : Still Moving: The Revelation and Representation of Dance in Still
Photography”. Dance Research Journal, Vol. , N 2, , N (2 ).
RESUMEN
El Perú, territorio que albergó importantes culturas desde tiempos muy
remotos, tiene una riqueza natural y cultural extraordinaria, con la vigencia de más de
lenguas indígenas en un vasto territorio pacífico, andino y amazónico y con centenares
de danzas y géneros musicales producto de múltiples interrelaciones socio culturales a
través de su historia. La presente ponencia brinda información sobre ritos, fiestas, música
y danza en el Perú contemporáneo, manifestaciones que se encuentran integradas a la
vida productiva y social en general, y que se cultivan como parte del derecho a la cultura,
en defensa concreta de sus legados patrimoniales.
ABSTRACT
Peru, a territory that has been house of important cultures since ancient times,
owns an extraordinary natural and cultural richness. There are over 50 indigenous
languages still in use and a great territory that goes from the pacific to the andes and
the amazon, where there are hundreds of dances and musical genres consequence of the
multiple socio-cultural interrelations that have been stablished through out its history.
The following paper brings information about rites, parties, music and dances in
contemporary Peru. Manifestations that are found integrated within the productive
and social life in general, which are cultivated as part as the right for culture and in
concrete defense of their patrimonial heritage.
1. INTRODUCCIÓN
Las danzas son la belleza del movimiento en el espacio, instantes
de plenitud de la vida, en los que se encuentran el mito y la historia, la
realidad y la utopía de los pueblos. En cada una de las danzas se conjugan
simbologías de diverso origen, y las formas y contenidos se recrean de
manera permanente gracias a la imaginación y a la destreza de sus cultores.
El dominio corporal, que implica el baile, es también una búsqueda
constante de perfección con el fin de expresar los pensamientos y liberar
las emociones. Las sensaciones personales y colectivas que se viven al
danzar son, además, experiencias irrepetibles e intransferibles. La danza es
una fuente maravillosa de conocimiento y de placer. El orden, es decir la
sucesión de gestos, pasos y movimientos coreográficos, que se proponen
en cada una de estas estructuras artísticas, resultan un ejercicio disciplinado
en el que se proyecta la creatividad y se
ejerce el derecho a la libertad.
Cada danza tiene coherencia,
si consideramos dichos contenidos
integrados a la vida natural, social,
cultural e histórica a la que pertenecen.
El sentido de los gestos y los pasos
podrían estar relacionados, por ejemplo
a la mitología o a las técnicas para
cultivar la tierra y la crianza de animales,
que son sutilmente simbolizados en los
movimientos corporales y en el diseño
de la danza en el espacio, es decir su
Danza de las Pallas (M. Compañón) coreografía.
1
Resumimos de nuestras grabaciones en el trabajo de campo.
Chunchos
palomita cantora;
mi anti guerrera,
palomita cantora.
5. EL TAKI.
2
De Guamán Poma de Ayala versión de Luis Bustíos. En: CARRILLO ESPEJO, Francisco: Literatura
Quechua clásica. Editorial orizonte 9 , p.
3
FLORIÁN, Mario: Panorama de la Poesía quechua incaica. Lima: CONC TEC, 99 , p. .
las expresiones artístico culturales, los idiomas nativos, las formas religiosas, etc.
es decir “todo aquello que hiciera recordar la historia de sus antepasados” Luego
de la violenta represión contra el movimiento liberador de Tupac Amaru, ( 9)
muchas expresiones culturales y artísticas tuvieron que ocultarse, transformarse
o desaparecer.
Así entonces las canciones y danzas, los personajes, los argumentos
y mensajes de los antiguos Ta is se encubrieron, se presentaron con nuevos
ropajes, con los vestuarios de origen español y en contextos religiosos católicos,
como las fiestas patronales. Representaciones integrales de La muerte del Inca
Atahuallpa se siguen presentando en la actualidad dando continuidad al Ta i,
durante fiestas patronales.
4
LANDOLT, Gredna. El ojo que cuenta - mitos y costumbres de la Amazonía Indígena ilustrados por su
gente. Lima: I AM, 2 , pp. .
8. CARNAVALES - PUQLLAY
Un momento sumamente importante en la vida cultural de los
peruanos y peruanas es el Carnaval o Puqllay. Es un tiempo de celebración
integral en el que se agradece la llegada de las lluvias, el florecimiento de
las plantas, el apareamiento de animales, el emparejamiento de los jóvenes
solteros y solteras.
El puqllay – carnaval es la gran fiesta de solteros y solteras, del
amor, de la libertad, del canto, del baile, del gozo pleno, del amor sin
ataduras. Las mujeres y los hombres jóvenes se encuentran en igualdad de
condiciones, a diferencia de todo lo que ocurre en la concepción feudal y
5
MONTO A, Rodrigo, ED IN , Luis: La sangre de los cerros: Antología de la poesía quechua que se canta
en el Perú. Lima: Cepes, UNMSM, Moscas Azul, 9 , p. 9.
6
Ibídem, p. .
BIBLIOGRAFÍA
Ibidem, p. 2 .
PÁGINAS EBs:
Sobre Culturas Indígenas: www.chirapaq.org.pe
Calendario en: www.escuelafolklore.edu.pe
Guamán Poma en : www.kb.dk/elib/mss/poma
RESUMEN
Música y danza han conformado muchas veces un binomio que desde tiempos
inmemoriales acompaña al rito y a la fiesta, en ocasiones de forma protagónica. En México
existe un amplio panorama de las formas en que se vinculan, fenómeno observable en
algunos de sus elementos tangibles, como los instrumentos musicales, los objetos sonoros
y la indumentaria. A través de ellos se pueden apreciar diversas formas de resistencia
cultural, cambio, desertificación y movimientos de difusión de ida y de vuelta . El
instrumento musical en particular resulta una de las grandes invenciones de la humanidad,
especie de prótesis que amplía su capacidad de expresión sonora. En él que subyace un
cúmulo de significados en sus formas, materiales, tecnologías, ejecución, decoraciones,
repertorio y contextos socio culturales. Aquí se reseña un panorama de ello.
ABSTRACT
Music and dance have often formed a combination that since time
immemorialaccompanies the rite and the feast, sometimes as protagonist. In Mexico there
is a broad overview of the ways they are linked, a phenomenon observable in some of
its tangible elements such as musical instruments, sound objects and clothing. Through
them you can see various forms of cultural resistance, change, desertification and
motion media “backand forth.” The musical instrument is notably one of the
greatest inventions of mankind, a kind of prosthesis that extends its ability to
express sound. It underlies a cluster of meanings in their shapes, materials, technologies,
implementation, decorations, repertoire and socio-cultural contexts. Here is an
overview of this review.
1
Investigador del CENIDIM INBA (Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información Mu-
sical Carlos Chávez del Instituto Nacional de las Bellas Artes), Académico de la ENM UNAM (Escuela
Nacional de Música de la Universidad Nacional Autónoma de México, y director del grupo JARANERO y de
la orquesta típica SONECITOS DE LA TIERRA.
2
a por relación genealógica, por paralelismo o por mero accidente, por ejemplo El Cielito Lindo, El Butaquito,
La Cirila, La Zamba y La Torerita, piezas de diferentes regiones con semejanzas en su línea melódica.
3
Por ejemplo utensilios de cerámica o piedra, y plumas o caracolas marinas, ambas cosas muy apreciadas por
culturas prehispánicas.
4
Por ejemplo con la prevalencia del puerto de Veracruz y la Feria de Xalapa en el Atlántico, y el puerto y
Feria de Acapulco en el Pacífico. En ambos casos lugares de control aduanal y lugares de comercio y de
partida para la distribución de la mercadería al interior del continente o su tránsito de Oriente a América y de
América a Europa y viceversa.
5
Términos con los que se designaba al repertorio popular durante los siglos XVIII y XIX, mismo que aparece
en una diversidad de tradiciones, sonecitos como El Guajito, El Perico, El Atole, Los Enanos, etc.
6
Llamo género hegemónico, al género predominante de cada tradición, mismo que tiende a absorber otros
géneros que por ser minoría y por perder las cualidades que los particularizaron, como el hecho de ser bailado,
cantado o no.
7
La Chilena, el Gusto y el Son como mismo tipo de género que cambió de nombre en su camino de difusión. El
son, como un estilo que prolifero en los conjuntos de Mariachi y de Arpa Grande, en el Occidente de México,
y el uapango como una reinterpretación del son huasteco, pero en la que hubo influencia de la Costa Chica,
historia de otro cuento…
8
Es el caso de que existen canarios en distintas tradiciones indígenas de México, los cuales suelen usarse como
repertorio de inicio o exclusivos de ámbitos religiosos. De manera semejante, en ámbitos mestizos los panade-
ros conforman parte del repertorio local de diferentes tradiciones y sirven para provocar que los comensales
invitados a una fiesta o fandango saquen a bailar unos a los otros.
9
Curioso es hacer notar como algunos de estos géneros o repertorios lograron permanecer en territorios ais-
lados y alejados de su origen, como el caso de los chuchumbes, de los que en México se perdieron, al parecer
desde la época colonial y lograron permanecer hasta mediados del siglo pasado en estados de la Unión Ameri-
cana, como Nuevo México.
10
Al ser adoptados muchos instrumentos musicales en ámbitos religiosos y rituales constituyeron símbolos que
no podían sustituirse.
12
Quizá el único artificio exclusivo del género humano, ya que otros seres vivos han hecho alarde en la cons-
trucción de su hábitat, o han utilizado herramientas o practicado formas de adorno o de terapia, pero no, que
yo sepa, elaborado artefactos sonoros externos que les amplíen sus capacidades expresivas.
13
Aunque el concepto música es discutido en ámbitos académicos debido ha que no tiene el mismo sentido o
aplicación en algunas culturas del mundo.
14
Algunos objetos sonoros reproducen música de forma mecánica, como sucede con los carillones mecánicos
que suelen complementar relojes de edificios públicos, o como las cajas musicales o los tocadiscos .
15
Diferentes resultan las campanas en la creación musical, como en el caso de carillones de ejecución manual,
campanas tubulares, celestas y metalófonos varios.
16
La Etnomusicología es una disciplina que investiga la música en su contexto cultural o como cultura (Alan
Merriam 9 ), La ciencia hermenéutica del comportamiento musical del ser humano .
17
La Organología en la música o la organología musical es la disciplina abocada al estudio de los instrumentos
musicales y los objetos sonoros, desde todas las perspectivas posibles, como su historia, su morfología, su ela-
boración, su ejecución, los contextos socio culturales en los que se desenvuelve, su simbología y los territorios
en los que se utiliza o ha utilizado.
18
Existen estudios en los que, de forma implícita o explícita que tienen ciertos instrumentos musicales, se
establecen rutas de difusión y transformación en su área de expansión, como en Musical and other sound
instruments of the south american indians. de arl G. Izi o itz ( 9 ) Instrumentos Musicales de Venezuela.
de Isabel Aretz ( 9 ) Music and Musical Instruments in the World of Islam. de Jean Jen ins y Roul Povsing
( 9 ) Flutes of Rajastthan. de Genieve Dourdone ( 9 9) African and African American Lamellophones.
de Gerhard ubi ( 999) y Greek Folk instruments. de Petros al ias et al (2 ).
19
A la morfología le concierne la configuración y el tipo de materiales de que está conformados los instrumen-
tos musicales.
20
Por lo menos de los que tengo conocimiento.
21
Aerófono, instrumento musical cuyo emisor es el aire. Una de las familias del sistema clasificatorio de Sachs y
ornbostel, junto a la de los cordófonos (cuyo emisor es un tipo de cuerda tensa), membranófonos (con emisor
un tipo de membrana o parche tensado) e idiófonos (instrumento cuyo emisor sólido no requiere de tensión
para ser audible, como las maracas, platillos, marimbas y triángulos).
22
Lamelos leng eta y fonos sonido, es decir instrumentos en los que el emisor o parte del instrumento que
produce el sonido semeja un tipo de leng eta.
en el que los dos petos que originalmente conforman dos leng etas que al
ser percutidas cerca de sus puntas producen invariablemente dos sonidos
entre ellas con intervalo de cuarta23. Este instrumento dio origen al
teponaztle, el que no sustituyo a la concha debido a la diferente sonoridad
producida entre ellos por estar resueltos en diferentes materiales: de hueso
uno y de madera el otro.
De manera similar a los lamelófonos sucedió con las maracas
de las adaptadas o manufacturadas de valvas, habrían de surgir después
elaboradas de barro, de madera y de metal, con las cuales coexistió
algunas resueltas con aditamentos que les transformaban su sonido, como
perforaciones practicadas en su superficie24 o la inserción de espinas.
Si bien todas estas variantes en cada tipo de instrumento representan
procesos de transformación y experimentación, muchas no tendieron a
sustituir a los otras, pareciera que el perfeccionismo fue superado en
mucho por la exploración sonora.
De entre las flautas, las hubo sencillas, dobles, triples y cuádruples
y algunas culturas mesoamericanas se caracterizaron por su exploración
enfático en algún tipo de ellas. Algunas flautas en vez de tener hoyos de
obturación desarrollaron sistemas micro tonales, resueltos mediante un
émbolo en su interior o una ranura longitudinal, recursos que permiten
versátiles obturaciones otras flautas más incorporaron aditamentos que
transforman su timbre, como la aplicación de mirlitones en su cuerpo25,
o como una especie de capuchas sobre la embocadura, que provocan que
el timbre del sonido emitido tenga un efecto parecido al vibrato, o más
23
Este aspecto es relevante tanto por la relación existente en la naturaleza entre cosas como los huesos y la
concomitancia armónica, es decir los componentes o estructuras que aparecen en la composición de las cosas
y su reelaboración por la humanidad en actividades creativas como la música.
24
Dichas perforaciones, como los hoyos de obturación abiertos en los aerófonos, ocasiona que suenen más
agudo y las espinas provocan, como en los palos de lluvia, un golpeteo extra de los percutores con ellas, lo que
da por resultado un sonido que semeja la lluvia o el correr del agua entre los cantos de un río.
25
Membrana que vibra por simpatía a algún tipo de fuente vibrante o emisor.
26
Sin efectuar un ataque especial en la insuflación, en un mecanismo parecido al de los aerófonos de diafragma,
de emisión y saturación.
27
Da la impresión de que a principios de la Colonia los grupos autóctonos emplearon un aparente proceso de
sustitución como forma de resistencia, semejante a los ídolos ocultos detrás de los altares, colocados por los
albañiles indígenas, fenómeno documentado por Anita Sherer. Este hecho que me tocó constatarlo en mi niñez
en una ocasión, cuando unos albañiles quitaron unos altares laterales de argamasa de la antigua capilla de San
Francisco en Coyoacán, pude presenciar la aparición de ídolos prehispánicos de arcilla empotrados en el muro.
28
El pífano es una pequeña flauta transversal que, ejecutada con un tambor redoblante, conformó un tipo de
acompañamiento militar en Europa. Existen versiones de estas danzas de Conquista, que solo son acompaña-
das por este dueto, como la de Moros y Moros Chinos , de Tierra Caliente.
29
Dotación común en Puebla, Tlaxcala, México, Morelos y el D.F.
30
Peculiar instrumento, particular de México, que representa la versión más elemental de silbatos de diafragma,
porque esta resuelto en una placa de hueso, concha, piedra, cerámica o metal que representa la unión de aero-
dúcto y filo circular o diafragmático y que completa el instrumento al ser introducido en la boca.
31
Este instrumento me fue enseñado a construir y ejecutar por mi padre cuando yo era niño.
32
En algunos países en particular como U.S.A., Colombia y Venezuela hay lugares en que abunda la oferta y
demanda de mariachis.
33
Con cinco o seis órdenes dobles de cuerdas metálicas, bajos quintos o bajos sextos, además de algunas va-
riantes antiguas casi extintas, como el bajo sexto por séptima, con cinco órdenes dobles y una sencilla, once
cuerdas en total.
34
Cuerdas con entorchados más gruesos que los de las cuerdas bordonas usados en la guitarra sexta y de mayor
longitud.
Diferentes versiones culturales españolas de flautas de tres hoyos de obturación que se tocan simultáneamente
35
con un tamborcillo por un mismo músico, como la del txistu vasco y el flabiol catalán.
36
Atlas Cultural de México. Música. De Juan Guillermo Contreras Arias.
37
Música y músicos de la época virreinal. De Jesús Estrada.
38
Como las expuestas por Gonzalo Aguirre Beltrán en su trabajo acerca de zonas de refugio habitadas por
grupos indígenas, diferentes a los lugares que ocuparon en tiempos prehispánicos, ocasionadas por migraciones
obligadas en huida de la explotación, del despojo de tierras y de la desertificación de los campos de cultivo.
39
Por supuesto que son muchos diversos los ángulos desde los cuales se pueden analizar los instrumentos
musicales, pero por espacio considero pertinente estas dos.
él, porque sus aguas están en constante transitar40, sin embargo algunos
instrumentos musicales y artefactos sonoros en nuestro país no han sufrido
transformación significativa con respecto a sus cualidades originales. De
estos casos se describen a continuación algunos de los más significativos.
Un ejemplo emblemático de la organografía en México lo
representa el surgimiento y proliferación de la concha o carapacho
de tortuga desde tiempos prehispánicos hasta la fecha41. es que la
arquitectura de este caparazón representa una de las maravillas que brinda
la naturaleza. Las proporciones de sus partes componentes guardan
relación con concomitantes armónicas y proporciones geométrico
matemáticas aplicadas en la creación humana42: Las leng etas que
constituyen originalmente los petos de hueso que protegen la cabeza, la
cola y las patas de estos quelonios de río, gozan de gran sonoridad al ser
percutidas cerca de sus extremos, con un invariable intervalo entre ellas de
cuarta43. La proliferación de este reptil a lo largo del territorio favoreció
su amplia difusión44. Gracias a la iconografía prehispánica e información
obtenida de crónicas coloniales se sabe que el instrumento era percutido
con las manos, con cuernos de venado o con bolillos, formas vigentes
todas en la actualidad.
Como ha sucedido con otros instrumentos musicales, la concha de
tortuga asumió una serie de significados, valores y aplicaciones rituales a
partir del material del que fue originalmente manufacturado, en este caso
40
Viejo adagio oriental.
41
Organografía es la parte de la organología que describe la presencia diacrónica o sincrónica de instrumentos
musicales.
42
Es el caso de la sección áurea , el nepoualtzintzi y la teoría de la fractalidad.
43
Esto se relaciona con fenómenos relevantes al interior de la música: la presencia de una concomitante ar-
mónica dominante o subdominante según y se aplique: como los bajos o bajeos que de manera tradicional
tónica y dominante (ésta ejecutada como cuarta descendente) y la subdominante o tercera , como se le dice
en algunos espacios populares (como cuarta ascendente).
44
Sin embargo esto no fue la única razón o la más importante para la amplia difusión de todos los instrumentos,
porque en algunos se requirieron largos recorridos para su obtención, como en las cornetas de caracola.
45
Trabajos comunitarios.
46
Por ejemplo entre ikoods o huaves, entre zapotecos, mayas peninsulares, chontales de Tabasco, tepehuas y
tzotziles.
47
Sahagún ofrece una detallada descripción del tecomapiloa.
48
Cabe señalar que este tipo de instrumento a sido nombrado erróneamente sonaja en algunos espacios, si se
considera que el origen del término sonaja se remonta a un tipo diferente de instrumento en el que el sonido es
producido por el golpeteo de cosas entre sí, y no corpúsculos contenidos en una cápsula, como en la maraca.
49
Curioso resulta que algunos modelos prehispánicos sean desdeñados por jóvenes agrupaciones de danza
azteca aduciendo que no son de origen prehispánico, por estar elaboradas de metal, cuando existe amplia
documentación que demuestra lo contrario. Atlas Cultural de México. Música. Juan Guillermo Contreras Arias.
50
Algunas de plantas rastreras o enredaderas y otras de arbustos o árboles.
51
Una forma de remanente de este tipo de maracas zoomorfas y antropomorfas se puede observar en las ma-
racas de cartón que se hace en Guanajuato.
52
Estos casos en particular, de ejemplares con formas femeninas refuerzan la concatenación que se hizo de la
oquedad del epicarpio seco con las semillas en su interior, potencial de vida, y el vientre femenino.
53
Sahagún menciona la reproducción de instrumentos musicales, como las maracas, en oro. Figuras prehispáni-
cas muestran modelos de maracas semejantes a las ahora construidas de hoja de lata, utilizadas en infinidad de
danzas y ritos indígenas, y aún mestizos (su cápsula semeja dos conos unidos por su base).
54
Magnífica colección que ha permanecido muchos años en la bóveda del Museo Nacional de Antropología e
istoria y del que aparece una muestra en el puerto de Veracruz.
55
Por ejemplo un instrumento tan clásico como el violín europeo, que supuestamente conserva sus cuali-
dades morfológicas generales, se ha transformado a través del tiempo: alargando el brazo para darle mayor
longitud a las cuerdas, las que también se han elaborado de distintos materiales, y en otros aspectos más como
la forma del diapasón y el arco también es posible encontrar diferencias entre los modelos propuestos por los
grandes lauderos como Andreas Guarnerius, Antonio Stradivari, Gasparo de Saló, Giovanni Maggini, Jacob
Stainer y Jeane Baptiste Vuillaume. Más aún, cuando en la actualidad se elaboran violines cuyas tapas, en vez de
ser talladas son fabricadas en moldes por medio de chapas de madera (China).
En otros instrumentos en Europa, como la gaita estos cambios resultan más evidentes: sus tubos originalmente
de madera con anillos de adorno de marfil o cuerno, son fabricados actualmente de plástico así mismo las len-
g etas originalmente talladas en carrizo, son hechas en la actualidad de materiales sintéticos y con ajustadores
que favorecen la emisión y finalmente las bolsas, primero de piel y luego de cámara de llantas, se elaboran ex
profeso de materiales sintéticos.
56
Por ejemplo la flauta de tres hoyos de obturación que es ejecutada simultáneamente con un tamborcillo por un mis-
mo músico, la que de origen árabe se introduce en Europa y luego, vías la Colonia en este territorio, y los indígenas,
la adoptan en eventos rituales prehispánicos, como la danza de voladores. Variantes en esta adopción de la flauta de
tres hoyos son entre los conjuntos de tamborileros tojolabales o en agrupaciones ikood con tambores y conchas de
tortuga. También, un tipo de silbatos de diafragma prehispánicos lograron influir en una tradición catalana, donde
hasta hace poco tiempo se elaboraban de barro, semejante a un modelo mesoamericano. finalmente un caso intere-
sante es la introducción de tambores de péndulo, originalmente instrumentos rituales de Oriente, manufacturados en
diferentes regiones del país y que aparecen entre los lotes artesanales de las ferias, como juguetes sonoros.
57
En testimonio de investigadores de principios del siglo XX, como Francisco Domínguez, en cuyos informes men-
cionan procesos de sustitución de instrumentos como el teponaztle por violín, o violín y guitarra o bajo de espiga, o
después guitarras séptimas y bajos de espiga por la guitarra sexta.
58
Como en algunos cordófonos de fricción, constituidos originalmente de una correa de piel que atraviesa una
piel tensada en un bule bote del diablo como uno de los instrumentos que acompaña danzas rituales, y que
unos treinta años atrás se vienen manufacturándose como juguetes de materiales sintéticos, como envases de
poliuretano y hule espuma gallinitas .
59
A semejanza con lo sucedido con los reductos de ecosistemas naturales, pueden detectarse marcas primi-
genias (fósiles, capas terrestres, erosión) del tránsito de gran diversidad de animales, y surcos de llantas de la
modernidad.
BIBLIOGRAFÍA
RESUMEN
ABSTRACT
1. INTRODUCCIÓN
El pluralismo cultural del Caribe americano pone en evidencia
uno de los procesos de transculturación más complejos en la historia de
América. En los territorios insulares y continentales que forman el Gran
Caribe se encuentran, junto a los aportes de los pobladores autóctonos,
otros provenientes de casi todos los continentes. Los europeos ejercieron
una influencia determinante pero no menos decisiva, en la consolidación
de la cultura popular caribeña, fue la presencia de los esclavos africanos
traídos a América. Las migraciones procedentes de Europa y de África
generaron la interrupción del proceso de desarrollo que tenía lugar en
las tierras americanas. Las mezclas interétnicas y la construcción de un
nuevo espacio político, económico, social y cultural determinaron la
reproducción de las comunidades autóctonas y las de aquellos que se
asentaban en América.
Más de medio millón de africanos fueron comercializados, como
mano de obra barata, por españoles, franceses, ingleses, holandeses y
portugueses, con el fin de sustituir o potenciar la fuerza de trabajo indígena.
Esto trajo consigo que las tareas agropecuarias las plantaciones de azúcar
y algodón, el tabaco, la explotación forestal, el café, la ganadería y la
minería absorbieran el mayor número esclavos en el lapso comprendido
entre los siglos XVI y XIX.
Las supervivencias de rasgos culturales africanos en América
han sido objeto de estudio sobre todo en el campo de las ciencias sociales,
abordándose estos estudios desde el análisis de la organización social,
las instituciones, los elementos de las lenguas africanas conservados, la
narrativa, la religión y las artes. Desarraigado de su medio natural y social,
el africano conservó los elementos culturales que le permitieron asirse a
su pasado y a su historia, como vínculo consigo mismo y elemento de
1
LE N, Argeliers: Continuidad cultural del africano en América . En: Anales del Caribe. La abana: Casa
de las Américas, 9 , p. .
2
LE N, Argeliers: Op. cit, p. .
3
Véase ORTIZ, Fernando: Del fenómeno de la transculturación y su importancia en Cuba . En: Contrapun-
teo cubano del azúcar y el tabaco, La abana, 9 .
4
LE N, Argeliers: Op. cit, p. .
5
Véase Instrumentos de la música popular-tradicional de Cuba. Atlas. CIDMUC. La abana: Ed. GEO
Ciencias Sociales, 99 99 .
palo monte, la regla arará, las prácticas de los aba uá o de ñáñigos en Cuba
y el vudú en aití, entre otras, que poseen esencias de cosmovisión, valores
éticos y estéticos de profunda raíz africana. Sus manifestaciones actuales
no se han quedado en un tiempo pasado, sino que han evolucionado y
transformado para adaptarse a diferentes momentos de prohibición
religiosa o de libre práctica.
Las religiones de antecedente africano constituyen verdaderos
complejos de elementos rituales donde la música y la danza desempeñan
un papel fundamental como factor de comunicación entre los creyentes
y las deidades. Estos sistemas de creencias guardan grados de similitud y
afinidad con sus antecedentes africanos de procedencia, pero pertenecen al
legado patrimonial de las regiones o países americanos donde se produjeron
los asentamientos. Las celebraciones que van unidas a la religión se han
convertido en verdadero puentes por los que transitan diferentes clases
sociales e incluso individuos pertenecientes a culturas muy distantes de
aquellas que se encontraban en la base de estos complejos religiosos
creándose y recreándose muy diversas posibilidades de interacción social.
de la religión católica.
Razones vinculadas con el mayor desarrollo alcanzado por la
cultura yoruba en África cuando fue sometida a la esclavitud, la inserción
tardía en Cuba de cantidades significativas de individuos pertenecientes a
este grupo, el sincretismo y reorganización de sus componentes religiosos
el sistema de adivinación, las creencias y el mundo ritual , son algunos de
los factores que permiten comprender la persistencia de estas tradiciones
y su influencia entre sectores diversos de la sociedad.
La rica mitología yoruba y el culto a los orichas (deidades o dioses),
al insertarse en el medio cubano adoptaron nuevos caracteres. Un proceso
de semejanza y equiparación se produjo entre leyendas y atributos de
Elegguá, Ochosi, Oggún, Changó, emayá, Obbatalá, Oyá, Ochún y
Babalú Ayé y El Niño de Atocha, San Norberto, San Pedro, Santa Bárbara,
la Virgen de Regla, de la Candelaria, de la Caridad del Cobre y San Lázaro,
respectivamente. Orichas-santos a los que con preferencia se les rinde
culto con un criterio de constantes intercambios y la aparición de nuevas
formas de conducta.
En algunos sitios donde se ubicaban los antiguos cabildos y
sociedades de africanos y su descendencia cubana y en las casa templos
(ilé-ocha), viviendas de los creyentes o santeros se llevan a cabo las
ceremonias de culto a los orichas. En estos ámbitos de convivencia de dioses
y creyentes puede observarse una distribución del espacio relacionado con
el orden funcional religioso. Sobre un altar los santos católicos junto a
objetos diversos como flores, velas u otros. En otro espacio, por lo general
en otra habitación, se encuentran los recipientes donde residen las deidades
africanas representadas en piedras (otá) de materiales, formas, colores y
número diferentes en correspondencia con cada oricha. Algunos de estos
recipientes y sus atributos rituales se colocan en un armario de pequeñas
4. LA FIESTA
La fiesta demuestra y caracteriza la devoción a los santos, propicia
la plenitud espiritual de los creyentes, se erige como el espacio participativo
por excelencia de la comunidad donde se produce la transmisión y
continuidad de la memoria colectiva y es una forma de identificación con
elementos culturales procedentes de África integrados plenamente a la
cultura cubana. En estos espacios donde lo ritual y lo festivo marchan
conjuntamente se suceden una serie de acontecimientos que no son los
habituales en el día a día, en la cotidianeidad. Sus protagonistas preparan y
participan en ellas con toda la intensidad que les proporciona la carga ritual
y tradicional que conllevan, y por su vínculo con el sector de la sociedad
representado en el número de creyentes o participantes que acuden a ellas.
La fiesta en la santería es el espacio de sociabilidad por excelencia de la
comunidad de creyentes y en ella se crea un ambiente que trasmite la idea
de continuidad cultural a la que hemos hecho referencia.
Precisamente en las fiestas que se llevan a cabo en las casa templos
pueden observarse las cuatro constantes aportadas por el antropólogo
italiano Vittorio Lanternari cuando se refiere a las categorías que definen
la idea de fiesta: la sociabilidad, la participación, la ritualidad y la anulación
temporal y simbólica del orden, a la que según apunta el antropólogo
catalán Joseph Martí ha de agregarse otra más: el disfrute .
En la fiesta de santería un buen número de rezos, ofrendas y
ceremonias rituales y festivas están unidos indisolublemente a la música
por medio de la interpretación de cantos e instrumentos y también por
intermedio de las danzas. Se produce una clara articulación de la música y
la poesía , presente en los cantos, con las variadas formas coreográficas
que hacen su aparición durante la ceremonia. Los movimientos gestuales
y corporales .asociados a la danza son claros referentes de la presencia de
las deidades en la ceremonia o ritual religioso festivo.
La música y la danza constituyen elementos esenciales de
integración funcional en el ámbito religioso y la fiesta. Esta última, como
ya se ha indicado, se celebra con una finalidad concreta: ya sea en honor a
un oricha o santo, o para celebrar un acontecimiento muy concreto como
puede ser el cumpleaños de santo del creyente. La participación activa o
pasiva de los asistentes incorpora al hecho festivo un buen número de
actitudes y formas de comportamiento, donde cada uno de estos núcleos
ELI RODRÍGUEZ, Victoria: G iros and Batá drums: T o instrumental groups of Cuban santería . En:
Music in Latin America and the Caribbean. An Encyclopedic History. Vol. 2. Performing the Caribbean
Experience, ed. M. uss,. Austin: University of Texas Press, 2 , p. 9 .
9
GUANC E, Jesús: Transculturación y africanía. La abana: Ediciones Extramuros, 2 2, p . .
RESUMEN
El presente trabajo explora los distintos sentidos que se han
conferido a La danza de Montezuma que se ejecuta hoy día en la región
uasteca, zona geográfica situada en el oriente de México. A partir de los
datos etnográficos y de un asomo a fuentes iconográficas y documentales,
se busca ejemplificar algunos procesos y complejos simbólicos que han
configurado los diferentes sentidos de esta danza. Finalmente, se abona
a la discusión de que los procesos musicales son parte de un universo
sonoro en expansión.
ABSTRACT
This paper explores the different meanings that are vested in The
Dance of Montezuma running today in the Huasteca region, geographical
area in eastern Mexico. Based on ethnographic data and a hint iconographic
and documentary sources, it seeks to illustrate some symbolic processes
that have shaped the different meanings of this dance. Finally, is paid to
the argument that musical processes are part of an expanding universe of
sound.
1. SON DE LA ENTRADA
Esta breve relación emerge a partir de un nodo experiencial
configurado en Tepexititla, pequeña comunidad nahua ubicada en la
exuberante región denominada uasteca idalguense. Tendida sobre la
carretera que va del municipio de uejutla al de San Felipe Orizatlán, esta
población se caracteriza por ser productora de objetos de barro hechos
con una técnica ancestral de posible origen mesoamericano, al igual que la
vecina población de Chililico.
Tepexititla también se destaca por sus músicos y sus danzantes.
De hecho, a pesar de sus pocos habitantes, en ella se practican las danzas
de Xochitines (de las flores), Tres Colores, Inditas y Montezumas, tema
del presente trabajo. Por esta razón se consideró pertinente el estudio
en esta comunidad. Mi estancia en esta población fue posible gracias a
las familias de Joselito y Juan ernández. El primero es el arpista de la
Danza de Montezumas”, el segundo es el maestro y Monarca en la danza
ya mencionada. Los maestros me alojaron en sus casas, compartieron
generosamente sus escasos recursos, me dieron la oportunidad de
aproximarme a su cultura, a sus prácticas musicales, pero sobre todo, me
brindaron siempre su cálida amistad. Gracias a las formas del parentesco
por alianza ahora somos una familia extendida.
La música de arpa que se ejecuta en las comunidades nahuas de
la región Huasteca es una de tantas huellas del dialogismo establecido a
través del atlántico entre prácticas musicales ibéricas y mesoamericanas.
Dialogismo que abrió un abanico de posibilidades en una y otra orilla,
reconfigurando los universos sonoros en lo general y en lo particular.
Procesos que desembocaron en la diversidad de las expresiones musicales.
El presente artículo tiene la finalidad de mostrar algunos resultados
obtenidos en la exploración de las formas concretas que han revestido
1
BLA ING, John: ¿Hay música en el hombre? Madrid: Alianza, 2 . El etnomusicólogo John Blac ing acuña
el concepto de sonido humanamente organizado.
2
MATURANA, umberto y VARELA, Francisco: El árbol del conocimiento. Las bases biológicas del enten-
y me guiaban por las sendas que atraviesan los montes, enseñándome una
y otra vez, esos sonidos tan ajenos a mi sonosfera y que obstinadamente
deseaba conocer siguiendo los trabajos del etnomusicólogo Steven Feld5.
A partir de una etnografía del sonido estaba atento y auscultaba todo
lugar preguntando sobre las fuentes sonoras. Al oír los cantos de las aves
durante nuestras travesías por el cerro, los jóvenes constantemente me
decían: Ese es un tordo, ese es un tapacamino, esa es una coquita, Qué
no lo escuchas padrino .
Por la noche nos juntábamos bajo las estrellas, frente a la puerta de
alguna casa. Sacaban las sillas, que por lo regular eran bajas, adecuadas a la
técnica corporal que se tiene en la uasteca para sentarse. Los jóvenes me
pedían que sacara el violín y la jarana, que siempre llevaba porque teníamos
que ensayar . Después de varios años y por la comodidad del clima, la
jarana acabó por mudarse a Tepexititla. Tocábamos sones de la Danza de
las Flores (Xochitines), sones de Viejos que se interpretaban en la fiesta
del Xantolo , y sones huastecos, término que en la comunidad es sinónimo
de huapangos. Los sones que iba aprendiendo en el violín los repetía una
y otra vez, pieza tras pieza, noche tras noche. Así pasábamos varias horas
tocando, bajo el pretexto de que la reunión era para realizar las entrevistas
que yo necesitaba. En esas ocasiones Joselito ernández sacaba el arpa
que le prestaba su cuñado y tocaba los sones de la danza de Montezumas,
La Entrada , Cuatro vueltas , Sonaja Grande , Ixtapahuetzin”, por
mencionar algunos ejemplos de piezas, y el Tordo que siempre le pedía
interpretar. En estos momentos comprendía claramente la reiteración que
hacían varios músicos de la región: la música es un don que los dioses
5
FELD, Steven: Sound and Sentiment. Birds Weeping, Poetics, and Songs in Kaluli Expression. Philadelphia:
University of Pennsylvania Press, 9 2.
La palabra Xantolo es una nahutlización de Santorum, Todos Santos. El Xantolo corresponde a la celebración
del Día de Muertos.
7
CAMAC O, Gonzalo: El sistema musical de la uasteca hidalguense. El caso de Tepexititla . En: JÁURE-
parecido con la jarana empleada en los tríos huastecos y con las jaranas de
otras regiones. En algunas comunidades en donde se ha perdido el uso del
arpa, la media jarana sigue siendo el único instrumento que se emplea para
acompañar esta danza. Su sonido agudo, penetrante, repetido, enfático,
sobresale a pesar de toda esa masa sonora que se genera en las velaciones
de los santos patrones, ocasión performativa por antonomasia.
Los danzantes llevan una maraca de regular tamaño en la mano
derecha y en la izquierda portan un cepo de plumas con un mango de
madera denominado maxochitl. La maraca lleva el pulso de la pieza que se
ejecuta y para algunos danzantes el sonido es el de la lluvia. Esta referencia,
junto a la textura densa producida por todas las maracas ejecutándose al
mismo tiempo durante la danza, me recuerda el sonido nocturno de la
uasteca durante la época de lluvias, sonoridad estridente, vaivén de la
fuente sonora que da la impresión de girar como llevada por el viento.
Sonoridad forjada en parte por las chicharras que de momento paran para
después cantar con mayor intensidad y agitación, como la lluvia misma.
Ahora, cada vez que escucho esa sonoridad nocturna en las comunidades
de esta región, se me vienen a la cabeza las maracas de las danzas y con
ello la evocación de la fiesta con toda su vehemencia, trabajo, colorido y
arrebato.
Juan ernández señalaba que la danza de Montezumas era
diferente a las demás, era especial, tiene cruz . Es decir, poseía una
sacralidad particular, la cual se revelaba en las ocasiones de ejecución, en
el trato que se les daba a los músicos y danzantes y en particular al arpa
misma. Juanito me explicaba que cuando un músico o danzante fallecía
se llevaba la danza a su velación y se ejecutaba cuando el cuerpo está
GUI, Jesús et all. (Coord) Cultura y Comunicación. Edmund Leach in Memoriam. México: CIESAS, UAM
Iztapalapa, 99 , pp. 99 .
8
Ibidem
9
Para mayor información acerca de la simbología del monte sagrado véase L PEZ AUSTIN, Alfredo y L -
PEZ LUJAN, Leonardo: Monte Sagrado-Templo Mayor. México: INA Instituto de Investigaciones Antro-
pológicas UNAM, 2 9.
ROUVINA, Evgenia: Los instrumentos de arco en la Nueva España. México: Conaculta Fonca, Ortega y
Ortiz Editores, 999.
11
LEMMON, E. Alfred: Los jesuitas y la música en la Baja California . En: Heterofonía 56 Vol. X (5), 9 .
12
ATZE , Ilona: La pintura de castas. México: CONACULTA Turner, 2 , p. .
13
BASARÁS, Joaquín Antonio de: Origen, costumbres y estado presente de mexicanos y philipinos. Nueva
or : Sociedad ispánica de América, .
14
P REZ DE RIVAS, Andrés: Historia de los triunfos de nuestra fe entre gentes las mas barbaras y fieras de
nuestro orbe. México: Facsímil, Siglo XXI, 992, p. 9.
15
ATZE , Ilona: La pintura de castas. México: CONACULTA Turner, 2 , p. 22 .
TOLA DE ABIC , Fernando: El año nuevo de 1838. México: Facsímil, Tomo II, UNAM, 99 , p. .
salvaje al cual sólo había que volver a encaminar por las sendas de Dios2 .
Así, una danza que en principio había servido a la gentilidad , ahora se
mostraba como el ideal del indio, convertido al catolicismo y al servicio
de la élite novohispana. Las danza de Montezuma y sus diversas variantes,
Montecusoma, Motezuma, Moctezuma, del Montezon, incluido el sistema
de Tocotines, algunas variantes de Matachines y la Danza de la Pluma de
Oaxaca21, seguramente fueron empleados como símbolos de identidad,
como lo plantea Edith Padilla para el caso del Tocotín22.
El símbolo de Moctezuma también fue retomado del otro lado
del Atlántico y posiblemente incorporado como personaje principal en
las danzas de La conquista de las indias , que se había configurado en el
México Virreinal. Moisés Castillo en su libro Indios en escena; la represen-
tación del Amerindio en el Teatro del Siglo de Oro, señala:
2
VILLORO, Luis: Los grandes momentos del indigenismo en México. México: Ediciones Casa Chata CIE-
SAS, 9 9.
21
ARRIS, Max: The Return of Moctezuma. Oaxaca s Danza de la Pluma, and Ne Mexico s danza de los
matachines , en: TDR, Vol. 41, No. 1, primavera 99 .
22
PADILLA, Edith: El tocotín como fuente de datos históricos . En: MÁ NEZ, Pilar y REINOSO, Mariel
(Ed.): El mundo indígena desde la perspectiva actual. México: Grupo Destiempos, 2 9, pp. 2 2 9.
23
CASTILLO. Moisés: La representación del amerindio en el teatro del Siglo de Oro. Indiana: Purdue Univer-
sity Press, 2 9, p. 22.
hace referencia a este personaje, como lo hace notar Samuel Máynez24. Sin
incluir las conocidas operas de Antonio Vivaldi ( ) y de Carl Heinrich
Graun ( ). Dicho sea de paso, esta última utiliza algunos escritos de
Federico II de Prusia, quien se sentía impresionado por la figura del em-
perador azteca.
La figura de Moctezuma condensó varios significados: el exotismo
del otro, un imperio que se somete voluntariamente a la palabra de Dios,
un emperador antaño idólatra y ahora soldado de la conquista espiritual de
América. Sin duda, era el ejemplo que deberían seguir los gentiles que aún
se resistían a la conversión al cristianismo. La exaltación de la figura del
emperador azteca desdibujaba la capacidad organizativa de los pueblos ma-
triciales de México y pasaba por alto su resistencia al poder hispánico. Si el
emperador era sometido, en consecuencia lógica, su pueblo también, pues
éste no tiene la capacidad de rebelarse por sí sólo. De esta manera, se negaba
la capacidad de los indios de ser actores de la historia y protagonistas de un
proyecto alternativo de sociedad. Finalmente, se les reducía a una imagen
romántica de alteridad exótica, escindida de la virulencia de su propia visión
del mundo. Visión que ponía en entredicho el proyecto de nación que co-
menzaba a germinar y del cual también estarían excluidos los pueblos indios.
Varias de las investigaciones actuales sobre este tipo de danzas las
han considerado como Danzas de Conquista, basándose en el sentido de la
puesta en escena y en los textos correspondientes. Sin duda, éste es un crite-
rio a partir del cual se pueden agrupar, sin embargo, excluyen el sentido que
actualmente le dan los propios músicos y danzantes.
24
MÁ NES, Samuel: Como turquesas que vagan en el tiempo . En: MÁ NEZ, Pilar y REINOSO, Mariel
(Ed.): El mundo indígena desde la perspectiva actual. México: Grupo Destiempos, 2 9, p. .
2
ARRIS, Max: Moctezuma s Daugther: The Role of La Malinche in Mesoamerican Dance . En: The Jour-
nal of American Folklore. Vol. 109, No. 432, Primavera 99 , pp. 9 .
. SON DE LA DESPEDIDA
La música es un universo sonoro en expansión formas sonoras
atravesadas por la mirada de cada cultura y del tiempo. Siguiendo su propia
trayectoria, corren en diversas direcciones, se diversifican en ciertos
momentos se dilatan, en otros se adelgazan hasta perderse en los confines
del olvido. Así, las prácticas musicales son concebidas como procesos
cuyas arborescencias adquieren una dinámica propia, una temporalidad
particular, experimentando frecuentes cambios de itinerario. Las mudanzas
constantes propician un navegar en direcciones múltiples, negándose
a ser reducidas a un previsible devenir unilineal, haciendo evidente la
incertidumbre de sus siguientes pasos. En esos truécanos son constantes
los entrecruzamientos, los contactos, las mixturas, las reactualizaciones,
fenómenos que desembocan en la generación de nuevas expresiones
musicales.
La música es un universo sonoro que se desplaza en el tiempo
y en el espacio como parte integrante de los procesos sociales a los
cuales se encuentra articulada. Su vínculo con dichos procesos está
muy lejos de ser una determinación mecánica o un simple reflejo. Por
el contrario, se trata de una relación compleja, que si bien se encuentra
determinada por las condiciones materiales de existencia de un momento
histórico particular, también implica mediaciones, agencialidad, diálogos,
traducciones, interinfluencias y contradicciones. Su complejidad radica
en la multiplicidad de factores que se acoplan en cada sistema musical
particular y en cada momento histórico determinado. La emergencia de su
diversidad radica en los procesos que se suscitan, transforman y asimilan
socialmente, en estrecho vínculo con las acciones creativas de las personas,
que de manera individual, hacen posible las formas concretas de expresión
y recepción musical.
MOLINO, Jean: El hecho musical y la semiología de la música . En: GONZÁLES, Susana y CAMAC O,
27
Gonzalo: Reflexiones sobre Semiología Musical, México: Escuela Nacional de Música UNAM, 2 , pp.
2.
BIBLIOGRAFÍA
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mexicanos y philipinos. Nueva or : Sociedad ispánica de América,
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caso de Tepexititla . En: JÁUREGUI, Jesús et all. (Coord) Cultura y
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2 .
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UNAM, 2 9.
MATURANA, umberto y VARELA, Francisco. El árbol del conocimiento.
Las bases biológicas del entendimiento humano. Buenos Aires: Lumen,
2 .
MÁ NES, Samuel. Como turquesas que vagan en el tiempo . En:
MÁ NEZ, Pilar y REINOSO, Mariel (Ed)..: El mundo indígena desde
la perspectiva actual. México: Grupo Destiempos, 2 9, pp. .
RESUMEN
El carnaval constituye un reflejo del carácter alegre y musical del pueblo
barranquillero, con actos de sentido mítico, como las danzas y disfraces con
máscaras, en donde se expresan imágenes y símbolos. En las danzas de Congos
(El Torito) y Garabatos, y en los disfraces que los acompañan se encuentra
manifestaciones de la espiritualidad humana y de su mundo social y cultural.
La danza es un fuerzo para realizar en su ser, otra cosa de lo que es la
cotidianidad mediante una representación simbólica y gestual como lo es el
canto, el disfraz, la improvisación de versos, el grito, el salto. La alegría es sentida
comunalmente y se llega a un estado de felicidad, júbilo y admiración por la
propia fiesta.
ABSTRACT
The carnival is a reflection of the lively and musical character of
Barranquilla people with mythic events, like dances and costumes with
masks, where images and symbols are expressed. In the dances of Congo
(El Torito) and “Garabatos” and costumes that accompany them, are
expressions of human spirituality and their social and cultural world.
Dance is an effort to make in its being, otherwise what is the everyday
through a symbolic representation and gesture like the song, costume,
improvisation of verses, the shout, the leap. The joy is felt communally and
reaches a state of happiness, joy and admiration for his own party.
150 Danzas Rituales en los Países Iberoamericanos I
Martín Orozco Cantillo Cultura afroamericana en las danzas de Congos y Garabatos
1. INTRODUCCIÓN
Yo no sé lo que me pasa
cuando llega el carnaval
yo me asomo a la ventana
y me dan ganas de bailar
(Verso de la danza El Congo Grande).
1
ELIADE, Mircea. El mito del eterno retorno. Buenos Aires: Emecé, 2 .
2
Ibídem.
3. MUSICA Y BAILE
En las danzas de los congos son fundamentales los elementos
del baile cantao: tambor, coros y palmas. El baile es acompañado de la
percusión rítmica del tambor, el batir de las palmas y las guacharacas.
Los versos son improvisados por un solista y hacen parte de la tradición
oral mantenida en la memoria de la danza. Estos versos son expresión y
fiel reflejo de las impresiones producidas en el alma humana: es la viva
imaginación del hombre hacia los sentimientos de exaltación y jubilo
sobre la vida, los personajes y sus valores.
La admiración por la Danza El Torito ha sido expresada en el
siguiente verso de Manuel errera:
Ya llegó la fiesta brava Alégrate Barranquilla
El Torito empezó a bramar no te pongas a pensar
por su lujo y por su fama porque fiesta como ésta
la que alegra al carnaval Tenemos que gozar
5. DANZA EL GARABATO
Figura 8. Decimeros
Martín Orozco Cantillo Cultura afroamericana en las danzas de Congos y Garabatos
Disfraz de Garabato
BIBLIOGRAFÍA
RESUMEN
La fisionomía cultural del Caribe colombiano es el resultado del
encuentro histórico, social, económico, político, cultural y humano que se
produjo a partir de la llegada de Cristóbal Colón a América en 92. El
mestizaje racial derivó al mestizaje cultural, representado en las diferentes
manifestaciones musicales y danzarías como la cumbia, y el Porro1, que
hacen parte de nuestro patrimonio cultural, como representación máxima
de un nuevo hombre el mestizo. (Los registros fotográficos, hacen parte
del archivo fotográfico del autor)
ABSTRACT
The Colombian Caribbean cultural physiognomy is the result
of the historic meeting, social, economic, political, cultural and human
development that occurred after the arrival of Christopher Columbus to
America in 1492. Racial mixing derived to cultural mixing, represented
in the various musical and dance forms such as cumbia, and Porro, which
are part of our cultural heritage, such as maximum representation of a
new mestizo man. (The photographic records are part of the photographic
archive of the author).
1
Música tradicional del Caribe colombiano. En la población de San Pelayo, Departamento de Córdoba, se rea-
liza el Festival Nacional del Porro, donde se reúne el mayor número de agrupaciones mestizas a interpretar esta
música en la alborada se conforma la gran Banda, que reúne a todos los músicos participantes y puede llegar a
tener integrantes que interpretan porros sin antes haber practicado.
1. INTRODUCCIÓN
La fisionomía cultural del Caribe colombiano es el resultado
del encuentro histórico social, económico, político cultural y humano
que se produjo a partir de la llegada de Cristóbal Colón a América. El
mestizaje racial derivó al mestizaje cultural, representado en las diferentes
manifestaciones musicales y danzarías que hacen parte de nuestro
patrimonio cultural. De esta manera existen diferentes manifestaciones
culturales que reflejan elementos provenientes de las diferentes culturas
que poblaron nuestros territorios a partir de 92 y que por lo tanto
muestran características mestizas.
En el caribe colombiano en épocas pasadas, donde existió gran
explotación minera y donde hubo asentamientos esclavistas y palenques,
el elemento negro es predominante sobre todo en las zonas cercanas al
mar.
Las danzas con predominancia indígena están prácticamente
extintas los contextos donde se llevan a cabo estas prácticas están ubicadas
en zonas donde todavía hay una fuerte influencia indígena y donde existen
comunidades netamente aborígenes como es el caso de la Sierra Nevada
de Santa Marta, la Guajira y el alto Sinú.
2. EL SINCRETISMO EN LA CUMBIA
Una de las manifestaciones danzarias musicales que reúne estas
tres culturas es la cumbia, que tiene los siguientes aportes:
2.1. AFRICANO
A través del tambor alegre o
hembra, instrumento de percusión
directa cuya afinación se realiza por
el amarre y acuñamiento el tambor
llamador o macho, instrumento de
percusión directa más pequeño que el
Caña de millo o pito atravesao tambor alegre, se afina de igual manera y
su función es llevar la marcación rítmica
a contratiempo.
La caña de millo es un instrumento
melódico de leng eta libre. Está hecha de
la caña del millo, carrucha, caña brava,
posee cuatro orificios tonales y una
Instrumentos (maracas,
llamador,tambora,alegre)
leng eta unida a su cuerpo.
2.2. INDÍGENA
La herencia de la cultura aborígen se concreta en la tambora,
instrumento de doble parche cuya afinación se realiza por amarre y
tensión, algunas comunidades indígenas la utilizan, por lo cual no se define
con exactitud su procedencia.
En las chuanas o gaitas el cuerpo se construye de cactus, cardón,
chupa, bledo, lata posee un encabezado hecho de la cera de abejas con
carbón vegetal, al cual se le inserta el tálamo de la pluma de pato o pavo
por donde se conduce el sonido hasta el borde del tubo. El rompimiento
del aire contra el tubo permite la producción del sonido. Existen tres
clases de gaitas:
La gaita hembra es un instrumento que lleva la melodía posee
cuatro a cinco orificios tonales , mientras que la macho cumple la función
de marcante armónico y complementador
de melodía. Quien toca el macho ejecuta el
maracón de manera simultánea. La gaita
hembra y macho se ejecutan en parejas y
miden de a 9 cms.
La gaita corta machihembria o chicote
es un instrumento, que posee de cuatro a seis
Palabrero Wayu
orificios tonales y una medida de a ctms,
El guache es un
instrumento idiófono de
sacudimiento construido
del cuerpo de la caña
brava, o latón, al que se le
insertan semillas de achira,
produciendo un sonido
brillante.
Como el anterior,
las maracas es un
Tocando gaitas largas
instrumento idiófono de
sacudimiento usado en rituales de orden chamánico.
La guacharaca es un instrumento idiófono
de fricción, se le hacen ranuras al cuerpo de la lata
de corozo y se ejecuta con un trinche.
2.3. ESPAÑOL
Lo más preponderante en el aporte
Español, es el texto de las canciones y los versos.
Decimeros
3. EL VESTUARIO
Músicos y Bailaores
Atuendo de mujer
4. DANZA DE CONQUISTA
La cumbia es una danza amorosa, las mujeres utilizan velas que los
hombres ofrecen por lo general en plan de conquista, los movimientos
del baile son libres, quien tiene mayor libertad es el hombre que realiza
movimientos sugestivos, para atraer la atención y enamorar a su pareja
mientras ella se mantiene serena ,erguida, sin levantar abruptamente los
pies del suelo.
El hombre va marcando el golpe del llamador con su pie derecho
cuando bailan siempre llevan un pie adelante y uno atrás, por lo general el
pie de apoyo es el derecho que va atrás. Muchas veces la mujer utiliza las
espermas para protegerse del acoso incesante del parejo y mantenerlo a
distancia, la cumbia se baila en rueda en sentido contrario a las manecillas
del reloj. Algunos llaman a la rueda de cumbia fandango o rueda de fuego.
5. GEOGRAFÍA MUSICAL
La cumbia identifica gran parte de los pueblos americanos. Existe desde
México hasta Argentina. Actualmente está muy difundida la tecnocumbia, y
la cumbia norteña. Cada una de estas manifestaciones y estilos dependen del
entorno donde se ejecutan.
La cumbia en el Caribe colombiano es de origen campesino, por lo
general se bailaba en verano, y a principios de año, los meses de diciembre,
enero, febrero y marzo son los meses de mayor actividad festiva en el caribe
colombiano. El 2 de febrero es una de las festividades más importantes, cuando
se conmemora la fiesta en homenaje a la Virgen de la Candelaria. Existe una
canción sobre esta fiesta que nos aproxima a la realidad social por la que ha
transitado nuestro proceso de construcción social. Se refiere a la forma como
el hacendado hacia posesión sobre la hija de su trabajador. Cuando esta era
embarazada por el patrón, era abandonada por éste. La letra dice así:
BIBLIOGRAFÍA
RESUMEN
Este texto se centra en la danza como manifestación con propósitos
eminentemente rituales. Y para esta tarea voy a describir tres danzas que se
han realizado casi todos los años en Lousa (un pueblo próximo a Castelo
Branco, Portugal), en su mas importante fiesta religiosa, en honor de Nossa
Senhora dos Altos Céus (Nuestra Señora de los Altos Cielos). Al final, has
una sección reflexiva, que resulta sobre todo del trabajo de campo.
ABSTRACT
This text focuses in the dance as a manifestation with especially
ritual purposes. And for this task I am going to describe three dances that
have been realized almost every year in Lousa (a village next to Castelo
Branco, Portugal), in its but important festival in honour of Our Lady
of Heaven. In the end, there is a reflective section, that is mainly a result
from the workfield.
1. INTRODUCCIÓN
En el inicio del siglo XX, la danza tradicional en Portugal estaba
conectada esencialmente con las romerías y con las fiestas religiosas. A
lo largo del siglo pasado, la peregrinación religiosa se separa de la fiesta
popular y, entonces, las formas coreográficas populares pasan a ser
responsabilidad de los Ranchos Folclóricos. Estos grupos son la parte
más visible de la folclorización, un proceso muy importante en Portugal
de representación e institucionalización de algunas partes del folclore. A
finales del siglo XX, había más de 2 ranchos folclóricos en el territorio
portugués. Entre los bailes más queridos por estos grupos, tenemos el
vira, el malhão, el corridinho y el fandango1.
Uno de los objetivos de la folclorización fue identificar y controlar
las tradiciones rurales fundamentales para establecer una cultura al servicio
de la propaganda política del régimen del Estado Novo (1926-1974). En el
año 1938, el Secretariado de Propaganda Nacional (institución al servicio
del régimen) organizó el concurso a nivel nacional del “más portugués de
todos los pueblos de Portugal”. El premio era otorgado a los proyectos
de protección de la arquitectura local, música, danza... Algunos pueblos
crearon sus ranchos folclóricos especialmente para el evento.
El pueblo de Monsanto, situado en el extremo del distrito de
Castelo Branco, junto a la frontera con España, consiguió el premio
simbólico, el Galo de Prata, que se continúa exhibiendo cuando el
Rancho Folclórico de Monsanto tiene una representación pública. Otros
dos objetos simbólicos sumamente importantes son una vasija de barro
decorada con flores y la marafona 2. Estos objetos son exhibídos en las
1. Daniel Tércio, e Maria José Fazenda: “Dança”. in Enciclopédia da Música em Portugal no Século XX. Salwa
Castelo Branco (dir.) Lisboa: Circulo de Leitores, 2 , p. .
2. La vasija simboliza una vasija llena de trigo que fué arrojada de la muralla para mostrar al enemigo, que
rodeaba el castillo, que los monsantinos todavía tenían mucho para comer. Este objeto es el símbolo de una
leyenda: el cerco del castillo por un enemigo (castellano, moro,…) y la victoria de las personas de Monsanto.
La muñeca simboliza, en la imaginaria popular, cosas diversas. Uno de las funciones que se le atribuye es la de
alejar las tormentas. Otras personas hablan de su ligazón con la fertilidad conyugal.
3.
Rancho Folclórico de Monsanto, Festa do Castelo, 4 de Mayo de 2 .
4
Divina Santa Cruz vuestra puerta me presento/Hoy he visto en vuestra cara/Como un espejo fino.
Vídeo 2: personas de Monsanto a danzar, Festa do Castelo, de Mayo de 2 .
6
Para una confrontación de datos históricos, presentación de información recogida junto a los participantes en
los bailes y un estudio coreográfico de estos bailes, cf. Isabel Leal da Costa: As Danças Tradicionais da Lousa
– Um património da Beira Baixa. Castelo Branco: RVJ Editores, 2
7
Vírgen de los Altos Cielos, Madre que me ampara, Conserva en tu gracia Quien aquí viene a visitarte.
8
Vídeo 3: Baile de las Virgenes, Lousa, Mayo de 2 .
9
Para una referencia al “pandeiro” en vez de trinchos, cf. Jaime Lopes Dias: Etnografia da Beira-I: Lendas,
costumes, tradições, crenças e superstições. Lisboa: Livraria Morais, 92 . En las pp. , se puede leer:
el baile comienza, con el sonido estridente y chocalheiro de la Genebres, acompañado por las bandurras y los
pandeiros. Con el sonido del quiau, carríquiau, carríquiau, quiau; carríquiau, carríquiau, quiau, quinau, y de
las bandurras con su puesta a punto especial: vrrum, varravum, varravum; vrrum, varravum, varravum ...,
de los pandeiros y del ruido que todos hacen con los pies, sempre a compaso ... “.
Mulatinhas da Baía
Foram-se lavar ao mar,
Deixaram as águas turves
Sendo elas um cristal.14
11
Este baile se ha realizado, algunas veces, delante de la iglesia.
12
Vídeo : Baile de las Tijeras, Lousa, Mayo de 2 .
13
Vírgen de los Altos Cielos, Mi rosa roja, Allí, abajo, en el Alentejo Llega vuestro nombre.
14
Mulatas de Baía Fueran a lavarse al mar, dejaron las aguas turbias cuando eran de cristal.
3. REFLEXIONES FINALES
Qué lecturas se pueden hacer de estas danzas En qué medida
ellas contribuyen para la identidad individual y colectiva de las personas
del pueblo de Lousa Cuál es la importancia que les es atribuida por los
agentes sociales conectados con ellas Estas son algunas de las preguntas
planteadas en el ámbito de este trabajo de investigación.
El estudio no se centra en el análisis de los bailes en su
parámetro contextual, coreográfico o musical. Más bien, se pretende
averiguar qué es lo que los bailes dicen sobre las personas cuando ellas
hablan de los bailes. ¿En qué medida sus vidas son determinadas por la
relación con este patrimonio
Algunas personas que en outro tiempo estuvieron relacionadas
con estos bailes incentivan a sus hijos a que participen. algunos
miembros actuales invitan los mas nuevos a perpetuar la tradición. Estas
actitudes son naturalmente necesarios, por que en la prática de los bailes
están involucradas personas de diversas edades. Un elemento importante
es el hecho de que en la práctica de las danzas participen personas de
varias generaciones por ejemplo, en el la Danza de los ombres se juntan
actualmente jóvenes con hombres que bailan desde hace años.
BIBLIOGRAFÍA
Audiovisuales
Danças Tradicionais da Lousa. 2 . Dir. Carlos Reis. DVD. IPCB
ESART
“É a nossa Tradição”. 2 . Dir. Ca.
RESUMEN
El gagá es una manifestación popular que se celebra en la República
Dominicana en la que ritmo, danza, canto, creencias y ritos se funden como
resultado directo del encuentro entre los pueblos haitiano y dominicano. Su
origen se pierde en la llegada de los esclavos africanos a la caribeña isla de Haití.
Así, alude directamente al conjunto de músicas, ritos y costumbres que estos
trajeron de sus tierras de origen. También a la influencia que diferentes culturas y
creencias europeas tuvieron sobre ellos y en la posterior llegada de haitianos a los
ingenios azucareros dominicanos. Con este mismo término se define también
al conjunto de música y danza, a la agrupación que la realiza y al conjunto de
ceremonias, prácticas y cultos que tienen lugar en relación con el gagá.
ABSTRACT
The gagá is a popular event held in the Dominican Republic. In it,
rhythm, dance, singing, beliefs and rituals are merged as a direct result of the
match between Haitian and Dominican people. Its origin is lost in the arrival
of African slaves to the Caribbean island of Haiti. Thus speaks directly to all
music, rituals and customs that they brought from their homelands. Also the
influence of European cultures and beliefs had on them and the subsequent
arrival of Haitians on Dominican sugar plantations. This same term is also
defined the set of music and dance, the group that performed and the whole
ceremony, and worship practices that occur in connection with it.
1
Esta investigación se llevó a cabo en 2003. En ese año, el autor se integró en el proyecto de cooperación
‘Tierra de niños y niñas’ organiado por la Consejería de Juventud de la Junta de Castilla-La Mancha, la ONG
‘Educación Sin Fronteras’ y UJEDO (Unión de Juventudes Ecuménicas Dominicanas). En el mismo, se
realizaron talleres educativos y convivencias con niños, monitores y profesores.
a una tribu africana que practicaba este rito y le dio nombre. Después, el
gagá aparece en los bateyes a comienzos del s. XX como resultado de la
llegada de un gran número de emigrantes haitianos para trabajar en los
ingenios. Lógicamente, adapta el conjunto de creencias mágico-religiosas
haitianas a las condiciones especiales
de vida que se dan en el batey, y las
combina con el rito cristiano impuesto
durante siglos por los colonos.
La comunidad del batey se
implica activamente en el gagá, de una
u otra manera. Los que no participan
en el grupo instrumental, cantan o
bailan, acompañan a la comitiva o la
observan cuando esta se aproxima
cerca de sus casas para pedir protección
y ayuda a los luases. También existe un
núcleo importante de población que
Bandera dominicana encabezando
el gagá de Palavé (2003)
afirma no querer saber nada de él y lo
considera “asuntos del diablo”.
del jefe espiritual es un hungan o sacerdote vudú, brujo que tiene como
misión entrar en contacto y satisfacer al espíritu o loa que protege y al que
se encomienda el gagá. Va acompañado de una escoba, que tiene la función
de barrer y limpiar el camino de espíritus malignos, especialmente en los
cruces de caminos. A continuación, se halla el lamier, una de las figuras de
mayor relevancia dentro de la comitiva. Porta un látigo y un silbato, con
los que dirige al gagá en su recorrido y marca las paradas, descansos y los
lugares donde se realizarán las diferentes ceremonias.
Por último, hay que destacar a los mayores y las reinas. Los primeros,
considerados como los mejores danzantes de la comunidad, van ataviados
con una especie de falda compuesta con pañuelos de colores, referentes
a las diferentes tradiciones que se unieron con la llegada a América de los
esclavos africanos de muy diferentes tribus y procedencias geográficas
también portan silbatos y sombreros, que aportan colorido a la ceremonia,
un machete (elemento indispensable al trabajar en la caña de azúcar) o un
tualiné, vara de madera decorada con tiras de tela de colores. En cuanto
a las segundas, son siete mujeres que son elegidas por la comunidad entre
las más bellas (también deben mostrar grandes cualidades para la danza).
No poseen ninguna vestimenta especial, y al igual que los mayores su
culto es muy sensual y vistoso. Este grupo se relaciona directamente con
la herencia española, caracterizada por la elección en la celebración de las
fiestas más importantes de una Reina, mujer que representa la tradición
machista en sus ideales, cánones de belleza y sumisión con respecto al
hombre. Finalmente, los padrinos y madrinas son personas que solicitan,
por uno u otro motivo, la realización de una ceremonia especial dentro del
gagá.
marca una especie de clave, un ritmo base que estará siempre presente
indicando la pauta rítmica a seguir. No necesita una gran voz, sino un gran
sentido rítmico. La comunidad es, a su vez, quien refuerza su elección
como parte visible del coro.
Los textos que se interpretan son una amalgama de críticas sociales,
referencias relacionadas con el vudú y a distintos acontecimientos de la
vida cotidiana del batey y de sus protagonistas. Contienen, además, una
gran carga de temas sexuales, pudiendo llegar a ser vulgar. En general
se transmiten también en forma anónima de generación en generación,
aunque pueden incluirse nuevas estrofas o secciones (el solista puede y debe
incluir secciones que hablen sobre asuntos importantes del momento);
para continuar interpretándose, deben contar con la aprobación de la
comunidad. El idioma que se emplea en el canto es generalmente el criollo,
aunque en representaciones domésticas que se realizan fuera de la Semana
Santa también se emplea el castellano.
En cuanto a la sección instrumental, la música resalta por su riqueza
de variaciones de tonos y ritmos producidos por un singular conjunto de
instrumentos relacionados con el origen africano y la esclavitud. Además
de los ya referidos silbatos y maracas o cha- chá, se incluyen varios
instrumentos de membrana (tambora de dos parches, tambú y vacalier),
cuatro o más bambúes, fututos o vaccines (tubos de bambú cortados en
diferentes longitudes y diámetros) y una trompeta casera de metal o tua
tuá.
En conjunto, los ritmos específicos que interpreta cada uno de los
músicos se unen creando un polirritmo repetitivo que provoca en toda
la comunidad una frenética respuesta directa. El gran número de ritmos
que se unen se relaciona con el gran número de espíritus existentes en la
cosmogonía del batey. Una de las razones que impulsan la música en el gagá
BIBLIOGRAFÍA.
RESUMEN
En el presente trabajo, partimos de la antropología del género para
analizar la celebración de la quinceañera en México, como expresión
corporeizada de los ideales de género. Después de un breve repaso
histórico sobre los posibles orígenes de la fiesta debatimos su valor ritual
en un contexto de mediatización de las relaciones sociales y familiares
debido a la influencia de la sociedad del espectáculo . Reflexionamos
también sobre las tensiones entre lo sagrado y lo profano, evidenciando
las inversiones simbólicas (de género y socio económicas) que permite la
celebración con respecto a la vida cotidiana.
ABSTRACT
From the anthropology of gender’s approach we analyze the
celebration of the “quinceañera” in Mexico as an expression of the ideals
of gender’s behavior. After a brief historical review on the possible origins
of this celebration we discuss its ritual value in a context of mediatization
of social and family relationships due to the influence of the “society of
the spectacle.” We also reflect on the tensions between the sacred and the
profane, highlighting the symbolic inversions (gender and socio-economic)
that the celebration allows in respect to everyday life.
1. INTRODUCCIÓN
En muchos países de Iberoamérica (y también en las comunidades
inmigrantes de Norteamérica) la celebración de la Quinceañera cobra
un sentido extremadamente importante, como tradición ritualizada
de la feminidad, en el cual se representa el paso de niña a mujer , y a
la vez como reinvención constante de dicha tradición. En México son
comunes las fiestas de quince años, tanto entre las clases altas como
entre los sectores más modestos, en el campo y en la ciudad. aunque
se trate de una de las varias celebraciones que ocurren en torno al ciclo
vital, pareciera que la quinceañera se distingue especialmente, tanto en
importancia simbólica como económica, que muchas veces supera a la
de la boda. En este trabajo presentaremos algunas reflexiones en torno a
este fenómeno, apoyándonos para ello de los relatos de jóvenes y adultos
residentes en la ciudad de Pachuca, acerca de su vivencia de la celebración,
bien como en las celebraciones a las que hemos podido asistir, en varias
ciudades del centro de México.
En las últimas décadas se ha prestado cada vez más atención al
estudio del cuerpo desde disciplinas como la Antropología, la Sociología
y la istoria y esencialmente lo han explorado en tanto construcción
social y cultural. La introducción de la perspectiva de género en estos
análisis evidenció que el cuerpo es el escenario en el que se traducen las
relaciones de género y las relaciones de poder. Mary Douglas explicaba
que el control del cuerpo es una expresión del control social. Esta autora,
junto con Goffman ( 9 9) y Turner ( 9 ) consideraban que el cuerpo es
interpretado culturalmente. Foucault (2 ) lo consideraba un texto en el
que se pueden leer las expresiones de poder, un lugar en el que se inscriben
las relaciones de poder. La fiesta de quince años reafirma expresiones de
poder y de control de las relaciones de género ancestrales y desiguales y
europea. Con el paso del tiempo, en Europa esta celebración fue cayendo
en desuso debido al auge de nuevas formas de diversión en simultáneo
con el cambio en las relaciones de género, especialmente debido a la
conquista de espacios públicos y nuevas posibilidades de acción por parte
de la mujer. Mientras, en Latinoamérica, esta celebración se extendió a la
sociedad en general, popularizándose de tal forma que podríamos decir, se
ha convertido hoy en una institución social de obligado paso para muchas
jóvenes y sus familias. Lo interesante, tanto en México como en toda
Latinoamérica donde se manifiesta este fenómeno con las proporciones
en que se manifiesta actualmente, es precisamente esa masificación
de una fiesta típica de la alta cultura. Además, la democratización o
popularización de los bailes de sociedad especialmente a partir de los
años cuarenta, debe entenderse inserida en el contexto de una coyuntura
histórica caracterizada por la creciente influencia de costumbres y hábitos
de consumo importados desde Estados Unidos y que se hacen visibles
gracias al desarrollo de los medios masivos de comunicación, y muy
especialmente al auge del cine, y posteriormente, de la televisión.
Si bien, existe cierta equivalencia entre los trajes de las quinceañeras
del siglo XXI con aquellas que debutaban en el siglo XVIII, como suele
ocurrir en todos los fenómenos de préstamo cultural, este no está exento
de innovaciones y re invenciones propias y ajenas. De esta forma, el vestido
típico de la quinceañera actualiza otro tópico muy trabajado desde la
industria mediática, especialmente la creada por alt Disney, con su desfile
de princesas de papel (La Bella Durmiente, Blanca Nieves, etc.) y por los
trajes glamourosos de las divas de olly ood y sus limousines, que también
fueron adoptadas por las quinceañeras. Más adelante volveremos sobre la
cuestión de la influencia mediática en la celebración.
2
Referencia retirada de Sarricolea y Ortega (2 9), cuando refieren la etnografía realizada en academias de
baile, donde el coreógrafo decía a las jóvenes: te tienes que ver como Britney, más atrevida .
6. VESTIDO Y DISTINCIÓN
En la celebración de la quinceañera, el vestido es un elemento
central y una de las primeras elecciones, normalmente tomada por la joven
(la madre o familiares más cercanos pueden opinar pero no determinan
la elección). es que el tema del vestido es de considerable importancia
para cualquier quinceañera, lo cual nos remite, por otro lado, a la cuestión
del gusto. Según Bourdieu (2 ), para que puedan existir los gustos es
necesario que los objetos y bienes sean clasados, es decir, que existan
categorías concretas de lo que se entiende el buen o el mal gusto, lo vulgar
o lo refinado, categorías variables según la clase social, de ahí se deriva que
algunos grupos sociales consideren legítimos , o con clase, unos bienes e
7. CONSIDERACIONES FINALES
Sobre el valor ritual de esta celebración, y contrastando la teoría
del ritual con las formas que esta celebración reviste constatamos que,
más que ritual, se trata de un festejo que marca pero no conlleva una
transformación transcendental en el sentido clásico con que se interpreta
la función ritual. Si bien se concibe como el paso de niña a mujer, este
paso no siempre implica una disponibilizacion sexual (que puede haberse
iniciado ya) ni matrimonial (que puede no ocurrir en el futuro próximo).
La Quinceañera es una celebración coreografiada y performada
cuyas huellas quedan más bien en las fotos y cintas de video que emulan
la mediatización de la vida social a nivel familiar. La fiesta actualiza y re
afirma una serie de elementos mediáticos de la sociedad del espectáculo
(desde el vestido de las Princesas Disney, a la limousine de olly ood o el
show al estilo de Britney Spears), en una época en que cada familia puede
ya crear su propia película.
BIBLIOGRAFÍA
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VAN GENNEP. Arnold. Los ritos de paso. Taurus: Madrid, 9
RESUMEN
Las danzas de tradición paralitúrgica son un hecho cultural extendido
por toda la península y las islas españolas. Acometemos una aproximación
general, para lo que estudiamos una muestra de más de 120 danzas del ámbito
indicado, con un método mixto que combina la observación directa de un nicho
de las mismas, localizado en la Sierra onubense –surextremeña, con la posibilidad
que ofrece la red. En esta, agrupaciones y responsables culturales han incluido
textos e imágenes, tanto fijas como en movimiento, cuyo estudio permite un
acercamiento general al fenómeno dancístico, con conclusiones que creemos
validadas, además, por la consulta de la amplia bibliografía general y particular
de que disponemos.
ABSTRACT
Paraliturgical tradition dances are a cultural phenomenon spread
throughout the Iberian peninsula and its Islands. We undertake a general
approach, which we studied a sample of more than 120 dances from the
specified scope, with a mixed method that combines direct observation of a
niche of them, located in the Huelva and sothextremenian Sierra, with the
possibility offered by the network. In this, groupings and cultural managers
have included texts and images, both set in motion, whose study allows a
general approach to the dancers phenomenon, with conclusions that we
validated, moreover, by the consultation of the wide general and specific
literature available to us.
1. INTRODUCCIÓN
Creemos que para entender correctamente un fenómeno cultural
como, pongamos por caso, el de los toros populares o el de la danza,
la mirada local tiene que levantar el foco y acercarse al fenómeno desde
la óptica comarcal y, si es posible, desde la óptica o estudio de ámbito
nacional, al menos. Así lo hicimos en nuestro trabajo dedicado al primero
de los temas citados y así pretendemos hacerlo con el segundo de ellos, es
decir, el de la danza.
Aunque algún tratadista lamenta la falta de estudios sobre la danza,
la verdad es que es abundantísima la bibliografía disponible de cronistas
locales, historiadores, antropólogos, etno-musicólogos, los propios grupos
locales de fol lore, que, de forma monográfica o de artículos de extensión
varia y vario contenido, publican sus estudios sobre esta manifestación de
la cultura tradicional. De ello hacemos una muestra en la bibliografía que
aportamos. Con ello además confesamos nuestra renuncia a descubrir el
Mediterráneo, estudiado y repasado por ciento un autores.
De rasgos claramente arcaizantes, la danza está presente y pujante,
con mucha fuerza y ganas de pervivencia, en la sociedad del siglo XXI.
Se renuevan y se hacen nuevas danzas como la de gitanas de Vilanova y la
Geltrú, se multiplican los encuentros de danzantes … El problema central
que suscita al investigador es el estado de cosas actuales en éste y otros
hechos culturales sobredimensionados (los ejemplos son incontables,
como el llamado Rosario de faroles de Fregenal de la Sierra (Badajoz),
resucitado en los años setenta y con clara resignificación o cambio de
significado social y lúdico) por causas que ocultan una realidad histórica,
no excesivamente lejana, sino incluso inmediata, condicionada, como
decimos, por realidades sociales de nuevo cuño.
De residuos rurales en muchos casos pueblerinos, si se nos permite
2. EL MÉTODO
En nuestro trabajo hemos seguido un método mixto combinando
la observación directa en la Sierra onubense-extremeña, donde se
localizan seis danzas, con la investigación en la red. De ello se han seguido
conclusiones que creemos válidas o validables. Del método etnográfico
ortodoxo poco tenemos que explicar. Sin embargo, sí debemos justificar
el segundo. En efecto, la investigación que permite la vía de internet nos
pone en contacto con la realidad de las danzas presentes a lo largo y ancho
del territorio nacional por razones varias. Se cuenta con vídeos de danzas
en la mayoría de los casos y con textos que han facilitado los propios
grupos o los ayuntamientos y sus concejalías de cultura o festejos, que han
asumido la danza como seña de identidad. Más allá de que lo expuesto o
defendido en dichos textos sea asumible desde cualquiera de los puntos de
vista de la investigación (origen, leyendas fundacionales, descripción de la
danza, explicación local del significado de la misma, de los colores de su
vestuario, etc. etc.), lo cierto es que contamos con la visión o valoración
que de la misma hacen sus propios intérpretes, lo espectadores locales,
la autoridad que la difunde, el periodista que reproduce la información
que éstos le han transmitido. Todo ello sería relativo o poco útil para la
investigación, si sólo se contara con un caso de referencia. Es decir, no
contaríamos más que con la perspectiva etnocéntrica de los protagonistas
directos e indirectos de la danza. La multiplicación de los casos estudiados
permite una visión general como la que se va a tratar a continuación, cuya
valoración dejamos al juicio de nuestros lectores.
Evidentemente el recurso a la bibliografía general disponible,
así como a trabajos monográficos varios sobre danzas locales o grupos
de danzas de ámbito superior, como es el caso del dance de Aragón, no
ha sido ayuda menor para nuestro trabajo. De lo primero son ejemplo
los estudios dedicados en las revistas de fiestas, bien por historiadores,
antropólogos, músicos o, incluso, investigadores de la propia cofradía o
hermandad con que se relaciona la danza.
Por poner dos ejemplos de lo segundo, son de reciente aparición
las monografías de Pilar Barrios sobre La danza y ritual de Extremadura1
o la dedicada a Las danzas de la provincia de Huelva2.
1
BARRIOS MANZANO, M. Pilar: Danza y Ritual en Extremadura. Ciudad Real: CI0FF®-ESPAÑA e INAEM,
con la colaboración de CÁCERES 20016, 2009. Trabajo realizado con el apoyo de la beca de investigación CI0FF®
- ESPAÑA / INAEM (Ministerio de Cultura).
2
AGUDO TORRICO, Juan, JIMÉNEZ DE MADARIAGA, Celeste, ARREDONDO PEREZ, Herminia, GARCIA
GALLARDO, Francisco José: Danzas de la Provincia de Huelva. Huelva: Diputación de Huelva, Servicio de Publicaciones. 2010.
3. LA MUESTRA
La muestra se compone de unas 123 danzas de toda la península
(España y Portugal) y las islas, que hemos podido estudiar directamente
o desde información bibliográfica y documentación en Internet3. Del
estudio de las mismas hemos llegados a conclusiones sobre los rasgos o
elementos comunes de las danzas de tradición paralitúrgica; que de forma
esquemáticas son las siguientes.
3
Véase el apéndice correspondiente.
4
JIM NEZ DE MADARIAGA, Celeste: Danzantes y afines. La danza de los Cascabeleros de Alosno . En
Revista de Dialectología y Tradiciones Populares, enero-junio, vol. LXI, nº 1 (2006), pp. 157-173.
6
VICENTE, Alfonso de: Ávila de curas, fiestas y carnavales . En: Revista de Folklore. Urueña: Fundación
Joaquín Díaz, 1985, nº 59, pp. 147-152.
7
Véase por ejemplo QUIJERA PEREZ, José Antonio: El fol lore coreográfico riojano y las áreas geográficas .
En: Revista de Folklore, Tomo: 12ª, (1992), núm. 137, pp. 164-168.
8
CARO BAROJA, Julio: El estío festivo: Fiestas populares del verano. Madrid: Taurus, 1984, p. 216.
9
Los danzantes de Méntrida. www.mentridanatividad.com/Danzantes2.htm (Visitado el 24-11-2011).
3.8. COREOGRAFÍA
Es efectuada por número impar de danzantes, más el manijero,
guión, calcaborra, birrio, alcalde, etc. La danza de Cumbres Mayores
(Huelva) respondía a este modelo, hasta que se introdujo un contraguión,
con lo que se llegó a número par de danzantes. Las variedades de coreografía,
en el tipo general, se reducen a danzar con arcos – espadas -pañuelos, palo,
castañuelas, trenzados o árbol (saltos- castellets, arcos humanos).
e aquí el programa coreográfico de algunas de las danzas:
Cumbres Mayores (Huelva): La cadena, Estirao, Corro, Angelitos,
Cruz, Cruce, (de frente), y Caracol, A ella.
Majaelrayo (Guadalajara): El saludo, Pena negrito, Domingo me
enamoré, Una dama con chinchilla, Ramales afuera, Antón Molinero,
Marizápalos, Al milano se nos da, Las espadas, Las fajas, El cordón y Las
castañuelas.
Muelas del Pan (Zamora): Mambrú, Contradanza, Adiós, querida,
La Araña, La Carmelita, La Bicha, Virgen Santa, del Rosario, Las calles
de Roma, La posada de S. Antón, Las bragas del sacristán, Los bollos,
Franceses, La chamberga
Musicalmente desarrolla un programa único, siempre igual a
sí mismo. Repetitivo, pero siempre nuevo, como cualquier liturgia que
vuelve en la rueda del tiempo a renovar las vivencias de la comunidad. En
principio no necesita ensayar temas nuevos cada año, cosa absolutamente
impensable en los llamados grupos folklóricos o corales que deben
preparar todo un repertorio. Una vez aprendidos los pasos, los danzantes
10
GOMARIN GUIRADO, Fernando: “La ‘Danza de las Lanzas’ y su transformación a partir de Matilde de la
Torre” en Revista de Folklore, Tomo: 06ª nº 65. (1986), pp. 167-172.
11
Manuscrito memorial de la parroquia de San Miguel Arcángel de Cumbres Mayores. Arch. Parroquial de
Cumbres Mayores ( uelva). Ind. Folios , 2y , donde hace una reflexión acertada sobre el significado
histórico y cultural de la danza, de toda danza. Lejos de posiciones dogmáticas admite que la danza pudo existir
antes e independientemente de la instauración de la fiesta católica del Corpus: Es más lógico que fueran danzas
populares y que al aplicarlas a la fiesta religiosa fueran reformadas en el número de danzantes, siete por regla
general y en el detalle de que en ellas se da preferencia a dirigir la mirada a quien se dedica”.
MARTINEZ MUÑIZ, Elías y PORRO FERNANDEZ, Carlos A: “La Danza de Palos. La recuperación de
12
“El Palilleo” de Villabaruz de Campos (Valladolid). Nuevas aportaciones”. En Revista de folklore, Tomo: 18ª,
núm. 207 (1998), pp. 75-83.
que la interpretaran mujerres, esto en loso años veinte y treinta del s. XX13.
Así informa en Muro de Cameros (La Rioja) de que en 1996 por
primera vez las mujeres en igualdad de derechos, entraron a formar parte
del grupo de danzadores de Muro.
Aportamos una última referencia sobre el particular, esta desde los
pauliteiros de la zona de Miranda de Douro
15
Catecismo de la Iglesia Católica nº. 1674-1676.
3.15. EL RITMO
Aun con la limitación que supone la generalización, creemos que el
ritmo más repetido de las danzas es aproximadamente de carácter ternario.
El ritmo se hace binario en danzas de paloteo o en las que tienen coreografía
soldadesca, como las de Betanzos (A Coruña, Ruiloba (Cantabria) u Ovejo
(Córdoba), aunque también se palotea en ternario.
La jacha:
Luego la danza del peso
Una Alta y otra Baja
Y con nosotros de entierro.
16
.albaladejo.es ayuntamiento fiestas.php
17
COTARELO Y MORI, Emilio: Colección de entremeses, loas, bailes, jácaras y mojigangas desde fines del
siglo XVI a mediados del siglo XVIII. Madrid: Bailly-Baillière, 1911, pp. CLXVI, CLXIX y CLXX.
18
OYOLA FABIÁN, Andrés: Toros y bueyes. La tradición ganadera y taurina de la dehesa. Badajoz:
Diputación Provincial de Badajoz, 2008.
APÉNDICE
Relación de localidades en las que hemos encontrado danzas para
nuestro estudio. Basta dar entrada en buscador de Internet a cualquiera de
las localidades aquí inventariadas, para obtener información de cada una
de ellas que aportan vídeos, textos locales y, en muchos casos, artículos o
estudios monográficos sobre sus danzas, debidos a diversos especialistas,
como reflejamos en la bibliografía:
Albadalejo (Ciudad Real) Aranda de Duero (Burgos)
Albelda (La Rioja) Arcones (Valladolid)
Alcalá de la Selva (Teruel) Argentona (Barcelona)
Aldán (Pontevedra) Arizcun (Navarra)
Aldeanueva de la Vera (Cáceres) Armuña (Segovia)
Almaraz (Almaraz) Barcelona
Almaraz de Duero (Valladolid) Belinchón (Cuenca)
Almudévar (Huesca) Betanzos (A Coruña)
Alosno (Huelva) Bocairent (Valencia)
Ambel (Zaragoza) Borja (Zaragoza)
Ampudia (Palencia) Brozas (Cáceres)
Anguiano (La Rioja) Bujaraloz (Zaragoza)
RESUMEN
A través de esta aportación, avance de un trabajo más amplio en
realización, intento plantear una divulgativa y sistematizada visión panorámica de
la realidad actual o pretérita de la danza ritual en relación a la Provincia de León
(España). Debido a ello, en esta ocasión, centro el desglose del primer cuadro de
estudio propuesto, donde se plantea una organización de esta realidad a partir de
atender en la sistematización categórica aspectos de género, edad, condición del
danzador y otros relativos a la configuración coreográfica, objetos o instrumentos
utilizados por el carácter condicionante de la danza, en función de los ejemplos
aquí referidos. Como necesario complemento se anexa alguno de los cuadros
sistemáticos que integrarán el futuro trabajo.
ABSTRACT
With this paper, a previous work of another one more comprehensive
in progress, I try to show an informative and systematized overview of the past
and present ritual dances in Leon, province of Spain. That is the reason I focus the
explanation on the first part of the research with regard to organizing the subject
from the categorized systematization of gender, age, condition of the dancer
and other elements related to the choreographic performance, elements and
instruments used in the dances, selected from the examples of this paper. Some of
the systematized charts of the comprehensive research have been annexed.
1
Vid nota nº 6.
2
GAITERO ALONSO, Ana y FERNÁNDEZ MARCOS, Carmen: Bajo Esla, Los Oteros Valderas y sus
gentes”. En: El Siglo de León. Todos sus pueblos y sus gentes 1901-2000. Vol. II. León: Ed. Diario de León,
2 2, p. . El artículo menciona e incluye fotos de varias danzas desaparecidas durante el S. XX: Villamandos
(por San Blas), Villamañán ( Junio por San Antonio), varios de Los Oteros(en Navidad), Corbillos y Rebollar
de los Oteros, Valderas(1933), Los Barrios, Morilla, Gusendos de los Oteros, Cabreros del Río, San Millán de
los Caballeros (Por San Blas), Villademor de la Vega (Por la Piedad, San Antón y El Señor hasta los años ),
Valencia de Don Juan (Corpus), Villaquejida (Por la octava del corpus), Cimanes de la Vega (Romería de la
Virgen), Fresno de La Vega (hasta años ).
PRIETO SARRO, Marta: “Campos y su tierra”. En El Siglo de León. Todos sus pueblos y sus gentes 1901-2000.
Vol. II. Ed. Diario de León. León, 2002, p.638. El “guirria” de la Danza de Matallana de Valmadrigal. Incluye
foto de danzante y texto del lazo de “La Pájara Pinta”.
Folklore leonés. II. Jornada Caja León de exaltación del Folklore Leonés, 1988. Video. Incluye imágenes y
sonido de la Danza en su día recuperada de Cabreros del Río por un grupo de danzas capitalino. Se celebraba
el día de Año Nuevo y constaba de seis lazos de cuatro calles.
CASADO LOBATO, Concha: León. Madrid: Editorial La Muralla, 1975. La grabación anexa incluye fragmentos
y lazos de ésta danza en Laguna de Negrillos y Corporales de Cabrera.
Víctor de la Riva, dulzainero de León. Vol. 2. Serie La Dulzaina. Saga Discos. VPC-224. M-1986. Cara 2.
Danza de Laguna de Negrillos (paloteo).
MANZANO ALONSO, Miguel: Cancionero Leonés. Vol. I Tomo II. Salamanca: Diputación de León, 1986,
p. 530. Lazos de Sahagún de campos: Tres mozas francesas/Si quieres que te enrame la puerta”/ ¡Que malita
estaba la niña!”.
PORRO, Carlos: Bailes y Danzas. N . León: Diario de León. Edilesa, 2 9.
PORRO FERNANDEZ, Carlos A.: Fondos musicales en la Institución Milá y Fontanals del C.S.I.C de
Barcelona y concursos en Castilla y León (1943-1960). La provincia de León (IV) en Revista de Folklore, nº
325, Valladolid, 2008, p. 14-34.
3
Vid notas nº4 – 6.
4
DOMÍNGUEZ Á EZ, José Manuel: Valle de Fornela. Madrid: Ed. del autor, 2001, pp. 84 y ss. Se
conservan en Peranzanes, Chano, Trascastro y Guímara. Antaño parece que en Faro y Cariseda. Fuera del
valle, en Asturias, en Degaña, Tormaleo, Llarón, El Rebollar, Trabau, Rengos, Degaña y la Viliella de donde era
Francisco de Filipón, tamboritero de la “xipla” y tambor en esas localidades y algunas “fornelas”. Peranzanes.
Indalecio de Trascastro, Narciso de Guímara. Lito,Toñín y Mario, todos fornelos.
COSTA VÁZQUEZ MARI O, L.: As danzas fornelas: pasado e presente , en GONZÁLEZ ROBELO,
X.M.(Ed.): Nos lindeiros da Galeguidade. Estudio Antropolóxico do Val de Fornela, Santiago de Compostela:
Consello da Cultura Galega, pp. 329-433.
8
CASADO LOBATO, Concha: Las Danzas… op. cit p. 8-12. Fotos danza.
9
La Ilustración Española y Americana. Año XLVIII. N VI. Madrid, de febrero de 9 . Su portada
reproduce un dibujo de Pedrero sobre la comparsa de danzantes maragatos en Madrid, carnaval de 1904.
-“Blog del tamboritero maragato” - http: maragato. ordpress.com, el tamboritero y monitor de flauta y
tamborín- escuela de música tradicional municipal de León-, muestra fotos antiguas de este tipo d grupos.
10
Folklore leonés. II … op.cit. Incluye imágenes de algunas partes de ésta danza.
11
TRAPERO, Maximiano: La pastorada leonesa. Una pervivencia del teatro medieval. Transcripciones
musicales Lothar Siemens ernández. Valencia: Sociedad Española de Musicología, 9 , p. y 9.
P REZ MENCÍA, Emiliano: “La corderada” y “Los Reyes”. La navidad en Joarilla de las Matas (León). Ed.
del autor. Gráficas Cubichi, Benavente. Zamora, 2 . p. , Cantico de los reyes magos y pajes.
ALONSO PONGA, José Luis: Religiosidad popular navideña en Castilla y León. Manifestaciones de carácter
dramático. Salamanca: Junta de Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, 1986, p. 255 Reyes de
Navatejera, “el tránlara”.
que es conocida como “la danza de las cachas”. Esta última se efectúa al
salir el sol, recorriendo todo el pueblo bailando en dos hileras mientras
mueven sus cachas acompasadamente al son de la dulzaina y del ritmo del
tambor. En momentos concretos y a indicación de la música, los cofrades
se giran y sitúan en corro alrededor de un largo varal donde, todos a la
vez, percuten con sus cachas reproduciendo un ritmo concreto al modo
de los palos de paloteo. Los pastores que se pierden en la coreografía o
se salen de las hileras, reciben del resto una peculiar tanda de percusiones
también al ritmo del canto de cierta melodía tradicional en la cofradía.
Esto se lleva a efecto de modo similar a cuando golpean el varal con estos
instrumentos idiófonos ocasionales aunque, en este caso, haciéndolo
sobre la humillada espalda doblada del amonestado. Tanto el canto, como
el hecho de propinar el peculiar castigo, se denominan “la triste” y “dar la
triste”, respectivamente15.
Otro grupo de danzas se constituye a partir de los bailes que se
realizan ritualmente, a modo de danza en ocasiones diversas de índole
profana o religiosa16. Se efectúan o efectuaban, bien a cargo de bailarines
aficionados y “paisanos” del pueblo, o bien por medio de integrantes
semiprofesionales pertenecientes a grupos de baile profano. Modernamente
ésto se verifica por ejemplo en las ceremonias que corresponden a algunos
“ramos” donde, de modo previo o al término de su canto y ofrecimiento,
el grupo de danzas encargado de llevarlo a efecto interpreta uno o varios
bailes tradicionales o danzas17. También, el día de la festividad de muchas
15
P REZ MENCÍA, Emiliano: La fiesta… op. cit. p. 43-44. Incluye transcripción musical.
16
FERNÁNDEZ LUA A, Federico, DI GUEZ A ERBE, Amador: Cancionero Berciano. Ponferrada:
Instituto de Estudios Bercianos. 1977, p. 3 y ss. Transcribe varios bailes y un “bien parao” dieciochesco
indicándolos como danza.
17
En Puente Castro he podido lo he podido comprobar algún año y conservo registro en video de una danza
ante el altar mayor en el navideño Ramo a Sto. Tomás de Canterbury a cargo del grupo S. Pedro del Castro. Lo
mismo me ocurre con el Ramo del día de San Blas en Campo (Ponferrada), donde los pastores intervinientes
se acercan a su ofertorio ante la Virgen (Candelaria) explotando un globo o vejiga tras ir ceremonialmente
caminando o danzando de modo sencillo por el pasillo central.
18
ALONSO, Joaquín, SUÁREZ P REZ, éctor Luis: Guía de Juegos Tradicionales de Montañas del Teleno.
León: Ed. Asociación Montañas del Teleno, 2009, Pág.60-1. “Don Gato”, “Pase misí”.
Todo éste material lo he ido contrastando: ) a través de mi trabajo de documentación bibliográfica y de campo
en los últimos veinticinco años. 2) En los casi diez años en que como profesor asociado he ido coordinando
entre mis alumnos de la Facultad de Educación varios trabajos de recopilación del género, 3) además de lo que
me aparta mi propia experiencia y vivencias personales al respecto.
19
Folklore leonés. II op. cit. Incluye imágenes de algunas partes de ésta danza.
20
Folklore leonés. II op. cit. Incluye imágenes de algunas partes de ésta danza.
CASADO LOBATO, Concha: León. Op. Cit. Su casete anexa incluye un fragmento de ésta danza.
21
CASADO LOBATO, Concha: León. Op. cit. Su grabación anexa incluye ésta danza.
22
Folklore leonés II. Op.cit. Imágenes de partes de ésta danza de coreografía fiel reflejo de su nombre.
23
SUÁREZ P REZ, éctor Luis: Instrumentos Populares. N 2 . León: Diario de León. Edilesa, 2 , p. 9
y ss. Incluyo descripción de diversos modelos leoneses de castañuela para la danza y para el baile.
24
SUÁREZ P REZ, éctor Luis: Instrumentos… Op. cit. p. 105.
SUÁREZ P REZ, éctor Luis: Lexicografía etnomusicológica localizada en áreas de ling ística del Influencia
dialecto y leones de sus hablas en el noroeste ibérico . En: Revista de Folklore, Número: , Tomo: b.
Valladolid, 1993, pp. 124-135. - En Fornela “palillos”.
25
Vid. Nota n 9.
26
VIFORCOS MARINAS, M Isabel: La Asunción y el Corpus de fiestas señeras a fiestas olvidadas. nº 14.
León: Universidad de León, 1994, p.125 y ss.
27
PORRO, Carlos: Bailes y Danzas. N . León: Diario de León. Edilesa, 2 9, p. 2 . Transcripción de la
melodía de la “danza de las cintas” de Molinaseca, de Victoriano Prieto Becerra en 1946.
VIFORCOS MARINAS, M Isabel: Op. Cit. Pág. y ss. Cantaderas, P. 2 y ss. Gigantones.
28
ALONSO DÍEZ, José Luis: Los Reyes de Quintana Raneros. León: Diputación de León, 2009.
29
ÁLVAREZ, Alfredo: Un auto de Reyes de Sariegos. León: Ed. del autor. Peñalba Impresión, 1996.
o mismo lo he comprobado en estos dos lugares y en Espinosa de la Ribera y Navatejera.
BIBLIOGRAFÍA
ALONSO, Joaquín, SUÁREZ P REZ. éctor Luis: Guía de Juegos
Tradicionales de Montañas del Teleno. León: Ed. Asociación
Montañas del Teleno, 2009.
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de León, 2009.
ALONSO PONGA, José Luis: Religiosidad popular navideña en Castilla y
León. Manifestaciones de carácter dramático. Salamanca: Junta de
Castilla y León. Consejería de Educación y Cultura, 1986.
ÁLVAREZ ÁLVAREZ, Alfredo: Un auto de Reyes de Sariegos. León: Ed. del
autor. Peñalba Impresión, 1996.
CASADO LOBATO, Concha: Las Danzas de Paloteo y las representaciones
teatrales en los pueblos de La Cabrera. León: Diputación de León,
2009.
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COSTA VÁZQUEZ MARI O, L.: As danzas fornelas: pasado e presente , en
GONZÁLEZ ROBELO, X.M.(Ed.): Nos lindeiros da Galeguidade.
Estudio Antropolóxico do Val de Fornela, Santiago de Compostela,
Consello da Cultura Galega.
DOMÍNGUEZ Á EZ, José Manuel: Valle de Fornela. Madrid: Ed. del
autor, 2001
GAITERO ALONSO, Ana y FERNÁNDEZ MARCOS, Carmen: Bajo
Esla, Los Oteros-Valderas y sus gentes”. En: El Siglo de León. Todos
sus pueblos y sus gentes 1901-2000. Vol. II. León: Ed. Diario de León,
2002.
GARCÍA RE , Verardo: Vocabulario del Bierzo (Ed. Facs.). Madrid: Ed.
Lancia, 1986.
La Ilustración Española y Americana. Año XLVIII. N VI. Madrid, de feb.
de 1904.
LOZANO PRIETO. Víctor: Autos Sacramentales y folklore religioso de León.
León: Gráficas Celarayn, 9 .
MANZANO ALONSO, Miguel: Cancionero Leonés. Vol. I, Tomo II.
Salamanca: Diputación de León, 1986.
P REZ MENCÍA, Emiliano: “La corderada” y “Los Reyes”. La navidad
Danzas Rituales en los Países Iberoamericanos I 255
Héctor-Luis Suárez Pérez Danza ritual religiosa y profana en la provincia de León
RESUMEN:
Este artículo contiene un acercamiento etnográfico a dos rituales
que se practican en la localidad de Valdeobispo (Cáceres): La Danzaa del
Cordón y el rito de echar la bandera” en la procesión de San Roque, en
los que se utilizan diversos instrumentos musicales. Aplicando el análisis
visual a documentos fotográficos antiguos y reflexionando sobre músicas,
músicos, textos y contextos de carácter local se subrayan las similitudes y
diferencias entre ambos rituales, se señalan paralelismos con otras danzas de
Extremadura y se enfatiza la dificultad de extrapolar los resultados a otros
tipos humanos o situaciones sociales alejadas en el tiempo o en el espacio.
ABSTRACT:
This article contains an ethnographic approach to two rituals practiced
in the town of Valdeobispo (Cáceres): the Danza del Cordón and the rite
of “waving flags” in the procession of San Roque, in which various musical
instruments are used. Using visual analysis to ancient photographic documents
and reflecting on music, musicians, texts and local contexts the autor highlights
the similarities and differences between both rituals, points out parallels with
other dances of Extremadura and emphasizes the difficulty of extrapolating the
results to other human types or social situations remote in time or in space.
1. INTRODUCCIÓN
Valdeobispo, Extremadura, Iberoamérica. Tres nombres para tres
lugares geográficos disímiles en los que es posible encontrar muy diversos
tipos de danzas rituales. El primero de estos nombres designa una aldea
perdida en el norte de la provincia Cáceres el segundo, una Comunidad
Autonóma española fronteriza con Portugal el tercero, una inmensidad
que abraza territorios situados más acá y más allá del Atlántico. Desde el
punto de vista musical y coreográfico qué podrían tener en común estos
tres espacios?
Más allá de los planteamientos estrictamente organólogicos, los
problemas comparativos e interpretativos se le acumulan al investigador cuando
comprueba una y otra vez en el trabajo de campo, en la lectura de textos, en
la observación de fotografías, en la audición de documentos sonoros o en el
visionado de secuencias cinematográficas que al lado de un instrumento musical
suele haber casi siempre un músico y, no muy alejados de este músico, grupos de
seres humanos que escuchan, cantan, bailan, gesticulan, ríen, lloran, aplauden,
aprueban, censuran o bien permanecen mudos y aparentemente ajenos a lo
que el músico está haciendo, sea esto lo que sea. Por tanto, cualquier discurso
que trate sobre un instrumento musical implica necesariamente una progresiva
apertura de la mirada etnográfica para ver qué es lo que está sucediendo en
los entornos próximos y lejanos. Podemos acercarnos al conocimiento de los
instrumentos musicales (y, por añadidura, al de los músicos, de los danzantes y
del público) de dos maneras distintas: La primera tendría un carácter amplio,
panorámico, global, y pugna por organizar una gran cantidad de datos musicales
y coreográficos que permiten, por comparación, establecer categorías más o
menos estables a partir de las distintas performances concretas1. La segunda, sin
1
Dos buenas muestras de lo mucho que puede dar de sí esta orientación metodológica serían el libro Danza
y Ritual en Extremadura (CIOFF España 2 9) de la profesora D Pilar Barrios y la estupenda contribución
del profesor D. Guillermo Contreras a esta publicación, en la que nos muestra la enorme riqueza y variedad de
perder de pista aquel carácter más amplio, ajusta la lente del microscopio
para descubrir detalles en contexos geográficos locales bien delimitados
que, a su vez, pueden contribuir al esclarecimiento de determinados
aspectos que sirvan para introducir reajustes en el cuadro general. Ambos
planteamientos son igualmente válidos y complementarios, pues la
dialéctica entre lo global y lo local sigue siendo un elemento relevante
dentro del paradigma de la postmodernidad2.
5
La desamortización y posterior enajenación de la dehesa comunal de Valverde en aplicación de la Ley Madoz
de desencadenó una serie de pleitos, protestas, ocupaciones de fincas y otros graves conflictos sociales que
desembocaron en asesinato del secretario municipal D. Diego Julián de Paredes en 9. Nunca se encontró a
los culpables. Las revueltas populares se mantuvieron vivas hasta el comienzo de la Guerra Civil española en
9 . Vid. SÁNC EZ BUENO, Luis Carlos. Aproximación a la Historia de Valdeobispo. I.C. El Brocense,
9 y MONTA S PEREIRA, Roberto C.: Abajo los cercados. Disputas comunales y movimientos
campesinos en la provincia de Cáceres durante la Restauración. La cuestión de Valdeobispo . En: Norba.
Revista de Historia, vol , 99 2 , 2 .
verbal entre maestro y alumno estipulaba que a cambio de las clases de música
instrumental le enseñarían a Santiago el oficio de albardero (constructor
de albardas y aparejos para burros, mulos y caballos). Con el correr de los
años, Santiago Béjar tocaría muchas veces la flauta de tres agujeros y el
tamboril en la procesión de San Roque, patrono de Valdeobispo, y llegaría
convertirse en uno de los tamborileros emblemáticos de Extremadura.
Al lado de su hermano Marcos el percusionista Ángel, más conocido con
el apodo de Tito, con la cabeza baja, apoya sobre la rodilla izquierda su
instrumento musical, la caja, casi tapada por el cuerpo de la maestra de
párvulos. El atril abierto sugiere que Marcos y Tito acompañaron a la
danza con la caja y el saxofón, probablemente con la misma música que
se ha conservado en la memoria de la gente hasta la actualidad. e aquí la
partitura correspondente:
Una secuencia de esta interpretación filmada en video, , con una duración aproximada de minutos, puede
verse en http: .youtube.com atch v G vV 2 mG.
7
SÁNC EZ BUENO, L. Carlos. Estampas de Valdeobispo ( 99 ).
8
Manuel García Matos, Lírica Popular de Extremadura. Unón Musical Española. Madrid, 9 .
9
Un fragmento de video de segundos de duración grabado por Juanma Sánchez en la procesión del año
2 puede verse en outube: http: .youtube.com atch v PfaZ mF9 as.
Santiago Béjar. Sones extremeños de gaita y tamboril. CD. Mérida: Junta de Extremadura, 2 .
4. CONCLUSIONES.
Repasando algunos de los rasgos generales de estas dos danzas
valdeobispeñas podemos concluir afirmando que la Danza del Cordón
se ha realizado históricamente en contextos variados: ordenaciones
sacerdotales, fiestas profanas organizadas por asociaciones privadas y
fiestas religiosas de carácter mariano: la de la Inmaculada Concepción y
la de la Virgen de Valverde la Danza de la bandera, por el contrario, se
ejecuta siempre y exclusivamente en un contexto paralitúrgico con una
periodicidad rigurosamente pautada: la procesión anual de San Roque.
Mientras que el rito de la bandera tiene un carácter individual,
participativo y democrático (en el sentido de que es un solo danzante el
que voluntariamente efectúa sus evoluciones de forma totalmente libre y
espontánea), la Danza del Cordón adquiere un matiz más exclusivista al
estar integrada por un grupo del que pueden formar parte las mujeres o
bien grupos mixtos de mujeres y hombres en cualquier caso, se necesita
una organización más o menos compleja que respalde la puesta en escena
seleccionando a los componentes del grupo, dirigiendo los ensayos y
fijando los movimientos coreográficos que, en principio, pueden realizarse
en cualquier espacio que reúna las dimensiones adecuadas.
A las evoluciones circulares de los danzantes del cordón dentro
un espacio más o menos reducido, el rito de la bandera opone otro tipo
de circularidad simbólica que abraza un territorio mucho más amplio
la procesión de San Roque, en efecto, sale de la iglesia (el lugar sagrado
por excelencia) y tras recorrer el espacio profano urbanizado, en sentido
contrario a las agujas del reloj, se detiene en cada plaza o plazuela para
permitir la repetición del rito de la bandera y regresa de nuevo a la iglesia.
Se cierra así un círculo imaginario11 que abraza el mundo de lo profano y
11
ELIADE, Mircea. El mito del eterno retorno. Madrid: Alianza, 2 . ISBN 9 2 ). El recorrido
habitual de la procesión es el siguiente: Iglesia Nueva, Travesía de José Antonio, Plaza del Pozo Nuevo, Calle
Virgen de Valverde, Plaza Mayor o Plaza de España, Calle Gabriel y Galán, Calle ernán Cortés, Plaza del
Llano, Calle Francisco Pizarro, Calle de Vicente Paredes, Iglesia nueva.
12
TURNER, Víctor. El proceso ritual. Madrid, Taurus, 9 .
casi se pueden contar con los dedos de una mano. La Danza del Cordón
valdeobispeña sería precisamente una de estas raras excepciones, al admitir
como instrumentos acompañantes el saxofón, la caja y la guitarra. Sin
pretensiones de exhaustividad, podríamos señalar además como casos
anómalos 13 la Jota de la Divina Andariega de Casatejada, que se acompaña
con rondalla, y El Chicurrichí de Torre de Santa María, en el que se utiliza
una flauta dulce de agujeros y un pandero manejado por el maestro de
la danza. El empleo del txistu en algunas danzas de la comarca de La Vera
(Robledillo, Losar, Jarandilla y Guijo de Santa Bárbara) responde a una
innovación introducida aproximadamente hace años por un sacerdote
de origen vasco, don Ascensio Gorostidi Azcuna, cuando ejercía como
párraco de aquel último pueblo. Dicha adaptación, que afectó también a la
indumentaria de los danzantes, fue bien aceptada porque, al fin y al cabo, el
txistu no deja de ser una flauta de tres agujeros a la que se han practicado
una serie de modificaciones o mejoras constructivas.
Llegados a este punto, se impone hacer una pirueta ó, mejor, pegar
un salto mortal. e elaborado el gráfico que cierra este escrito como si fuera
un puzzle, mezclando desordenadamente diversas imágenes de intérpretes
de flauta y tamboril de distintas comarcas de la región extremeña, de varias
comunidades autónomas del estado español y de naciones americanas.
Algunos de estos músicos son próximos y conocidos, otros constituyen
para mí un enigma.
Conozco personalmente, por ejemplo, a Luis Guerrero Alonso,
tamborilero de Casares de urdes, desde los tiempos en los que yo trabajaba
como maestro de niños en la alquería hurdana de Nuñomoral y él como
Director de la Caja de Ahorros, entre los años 9 y 99 . Dentro del
13
Una lista completa de las excepciones puede establecerse fácilmente consultando la obra ya citada de la
profesora D Pilar Barrios Danza y Ritual en Extremadura y en la página eb: .danzayritual.com
14
Apelativo con el que se designa coloquialmente a los habitantes naturales de La Garganta de Baños.
BIBLIOGRAFÍA
BARRIOS MANZANO, Pilar. Danza y ritual en Extremadura. Cáceres:
CIOFF, 2 9.
ELIADE, Mircea. El mito del eterno retorno. Madrid: Alianza Editorial,
2 .
GARCÍA MATOS, Manuel. Lírica Popular de Extremadura. Madrid:
Unión Musical Española, 9 (Ed. Facsímil C García Matos y
P.Barrios, 2 ).
FERNÁNDEZ GIBELLINI, Laura. Lo local en lo global: paradojas
posmodernas del lugar. (2 ) Tesis Doctoral. En http:
eprints.ucm.es 2
MONTA S PEREIRA, Roberto C. Abajo los cercados. Disputas
comunales y movimientos campesinos en la provincia de Cáceres
durante la Restauración. La cuestión de Valdeobispo”. En: Norba.
Revista de istoria, vol , 99 2 , 2 .
PA ERO PAREDES, Armando. www.valdeobispo.net (Página eb)
SÁNC EZ BUENO, Luis Carlos. Aproximación a la Historia de
Valdeobispo. Cáceres: I.C. El Brocense, 9 .
SÁNC EZ BUENO, Luis Carlos. Estampas de Valdeobispo ( 99 ).
TURNER, Víctor. El proceso ritual. Madrid: Taurus, 9 .
2 Danzas Rituales en los Países Iberoamericanos I
DANZA Y RITUAL EN TRES COMUNIDADES
IBEROAMERICANAS: EXTREMADURA (ESPAÑA), ALTO-
ALENTEJO (PORTUGAL) Y MÉXICO D.F. (MÉXICO).
UNA MUESTRA DEL INTERCAMBIO HISTÓRICO-CULTURAL
Dance and ritual en three region Ibero-american: Extremadura (Spain),
AltoAlentejo (Portugal) y México D.F. (México). A sample of historical-
cultural exchange
Ricardo Jiménez y Pilar Barrios
Grupo de investigación. MUSAEXI. UEX
RESUMEN
Este proyecto, que se ha desarrollado entre los años 2007 y 2010, ha
tratado el estudio de la danza como muestra de intercambio, sincretismo e
hibridación entre pueblos iberoamericanos, relacionados unas veces por su
proximidad geográfica, y otras por el encuentro histórico cultural. Se han tomado
como ejemplo tres comunidades iberoamericanas, Extremadura, Alto Alentejo
y México D.F. Este proyecto que se había ido fraguando durante dos décadas,
finalmente ha llegado mucho más allá de lo que pensamos y ofrece perspectivas
transcendentales de futuro para la toma de conciencia sobre un patrimonio
común compartido.
ABSTRACT
This project was developed between 2007 and 2010, addressed thestudy
of dance as an example of cultural exchange between iberoamerican region,
sometimes linked by geographical proximity, and others, on the historical-cultural
encounter. Have been taken as example three iberoamerican communities:
çextremadura, Alto Alentejo and México City. This project, wich had been
bewing for two decades, has finally reached far beyond what we think and offers
prospects for the future of transcendental awareness of a common heritage shared.
1. INTRODUCCIÓN
Este proyecto que se ha desarrollado entre los años 2007 y 2010
y que aún tiene mucho que ofrecer, tuvo en un principio la finalidad
principal de hacer un corpus de las danzas en los rituales de las tres
comunidades estudiadas, haciendo una descripción etnográfica y un
análisis de los elementos de cada festividad en las que están inmersas. Se
ha ido desarrollado un análisis comparativo entre los elementos comunes,
tipología, indumentaria, instrumentos, como muestra de intercambio
cultural entre zonas con señas comunes de identidad, unas veces
producidas por la cercanía geográfica, como es el caso de Extremadura
Alto Alentejo, o por el encuentro histórico cultural, como es el caso de
Extremadura España México D.F. En realidad es tomar varias zonas para
iniciar este trabajo con el fin de que sirva como modelo y base para abordar
otros estudios de características iguales o semejantes, que continúan en la
actualidad.
Esta investigación y las que ha generado van a suponer importantes
aportes a las ciencias humanísticas, al papel de España, Portugal y México
como portadoras y receptoras de cultura, a la conservación, por una
parte, de las manifestaciones de cada comunidad y al mismo tiempo a la
asimilación y fusión demostrada en determinadas expresiones, en rituales
comunes.
Es necesario que todo este material se pueda difundir tanto en
la educación formal no formal e informal, en formatos analógicos y
digitales, para contribuir a un mayor entendimiento entre las futuras
generaciones, comprendiendo y tomando conciencia de este patrimonio
común. Con trabajos de grupos interdisciplinares e internacionales
pretendemos fomentar la convivencia y el buen entendimiento entre países
históricamente encontrados enfrentados encontrados según las épocas,
No hay tampoco que dejar de tener en cuenta otros libros que han
proliferado con sus CD y DVDs para difundir esta parte de la cultura en
ediciones como, por ejemplo, Bailes del Folkor Mexicano , en volúmenes
que están saliendo nuevos cada año. Son libros muy significativos para
el pueblo mexicano por la puesta en valor de esta parte de su cultura y
porque suelen incluir algunas danzas rituales. También hay que constatar
de algún estudio individual interesante de M. Socorro Caballero .
En el Museo Nacional de Antropología encontramos una
amplísima documentación y una significativa muestra de danzas rituales
prehispánicas y coloniales que perduran en la actualidad. El grupo
de antropólogos que se encargan de las festividades están haciendo
una importante labor de recopilación y estudio, tanto en la Sección de
Etnografía, dirigida por Alejandro González Villarroel y en la sección
Fonoteca, dirigida por Benjamín Muratalla, en el grupo de investigadores
hay que destacar la labor de Jesús Jaúregui y en su grupo de investigación a
Maira Ramírez , en su Estudio etnocoreográfico de la Danza de Conquista
de Tlacoachistlahuaca.
También en la Escuela Nacional de Música y en el Instituto de
Investigaciones Estéticas de la UNAM, con los que tenemos convenio de
colaboración, están en este momento en la misma línea de investigación.
El profesor Gonzalo Camacho estudia Danzas y rituales en la Huasteca, así
como en los rituales en torno a la muerte, destacando la flauta y el tamboril
en las danzas, como elemento común entre España (muy especialmente en
el norte de Extremadura) y México.
Pero a pesar de la importante labor llevada a cabo por los
distintos investigadores del resto de Instituciones y Centros, sin duda la
labor más importante con respecto a danzas en los rituales se ha hecho
desde la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas
5. ACUERDOS INSTITUCIONALES
Tras todo este primer trabajo y con nuestro objetivo de organizar
y consolidar grupos interdisciplinares se establecen redes de colaboración
entre investigadores españoles y de otros países iberoamericanos, lo que
facilita a su vez el trabajo principal de cada uno desde su entorno más
cercano, para llevar a cabo estudios comparativos.
Podemos decir que en nuestras reuniones con investigadores del
CENIDIN (Centro de Investigación del Centro Nacional de Investigación,
Documentación e Información Musical “Carlos Chávez”), México D. F.,
6. MATERIAL RECOPILADO
El material recogido en nuestra investigación lo podemos resumir
en:
250 horas de grabación de imágenes y sonido
30 horas de entrevistas
1200 fotografías, además del cuaderno de campo, etc. Este material
contiene:
Entrevista con Agustín Uribe (yerbero y danzante conchero de Milpa
Alta)
Entrevista con Monseñor Juan Aranguren Ucieda
Entrevista con el canónigo y sabio Monseñor Don José Luis Guerrero
Rosado, director del Instituto de Estudios Guadalupanos A.C.
Entrevista con el párroco Juan Ortiz Magos, Secretario Ejecutivo de
Pastoral Indígena (indígena y conferenciante de la misa Nahuatl).
Entrevista con Mercedes Aguilar (archivera de la Basílica de Guadalupe)
Lilia (indígena y cooperante de la pastoral católica en el Templo de
Juan Diego)
Carolina Esquivel (directora de la compañía de teatro que representa
la pastorela en el Ex convento de los Franciscanos en México D.F.)
Visualización de las danzas de los Quetzales, la tortuga y la mona, de
los concheros, de las cintas, de los maromeros, de los voladores, del
tigre, los chinelos, los santiagos, las pastoras, los arrieros, etc.
7. CONCLUSIONES
En honor a la verdad hay que manifestar que nuestro trabajo ha
sido agotador, pero fascinante y muy enriquecedor. Creemos que hemos
cubierto con creces los primeros objetivos propuestos y hemos cubierto
una parte importante de nuestra investigación, con la que se abren nuevas
perspectivas.
La experiencia vital que esta investigación nos ha proporcionado
no se reduce solamente a aquello que aparece escrito en los artículos o en
los libros, en los que se expone el resultado de las investigaciones y en los
que seguiremos escribiendo.
El hecho de vivir in situ muchos rituales, pero especialmente
la fiesta principal latinoamericana de la Virgen de Guadalupe, el 2 de
diciembre, nos ha proporcionado un cúmulo de profundas emociones,
sensaciones y vivencias que a veces resultan difíciles de describir, ya que
son individuales y distintas en cada caso las más significativas las podemos
resumir en el respeto y devoción de este fenómeno sociológico que aúna
a todas las clases sociales, etnias y comunidades por igual, ante la Virgen
cristiana e indígena Guadalupe Tonantzin .
Es en donde podemos manifestar más claramente el sincretismo
BIBLIOGRAFÍA
RESUMEN
La relación del tarantulismo y la danza recorre prácticamente toda
la historia porque siempre se ha creído en la curación por la música, y
ello originó mitos como el de la contienda entre Palas y Aracne. Tanto
la literatura técnica como la filosófica o la de creación se han ocupado
de ello, hay numerosas crónicas de casos concretos y se ha generado una
documentación suficiente para su análisis con mentalidad y rigor muy
modernos.
ABSTRACT
The relationship of tarantula and dance covers practically the
whole story because it always believed believed in the healing music, and
this myth originated like the battle between Pallas and this originated
like the between Pallas and Arachne. Both the technical and philosophical
literature. or the creation, have seen to that. There are many chronic cases,
and has generated sufficient documentation
1. INTRODUCCIÓN
En el principio fue el verbo, es decir, la palabra, o sea el canto y la
música, y lo que es equivalente, la danza. En la Biblia se menciona la danza
unas treinta veces, siempre para celebrar algo (la vuelta del hijo pródigo,
por ejemplo) o para alabar a Dios: “Alaben su nombre con la danza, / con
tamboril y gaita salmodien para él”, dice el Salmo 149, 3; o bien “Alabadle
con clangor de cuerno, / alabadle con arpa y con cítara, / alabadle con
tamboril y danza, alabadle con laúd y flauta alabadle con címbalos
sonorosos”, se canta en el Salmo 150, 3-4-51.
Y en la cultura clásica, lo mismo, pues la danza formaba parte
sustancial de la cultura griega y de sus mitos: Teseo baila como una
serpiente ante el santuario de Delos para agradecer al dios su salida del
laberinto, por ejemplo; está por lo tanto, también y mucho, en su literatura.
He aquí un ejemplo, el del comienzo de la primera de las Odas píticas de
Píndaro, dirigida a Hieron de Etna como vencedor en la carrera de carros:
1
Biblia de Jerusalén, edición dirigida por José Ángel Ubieta. Bilbao: Desclee de Brouwer, 1975, p. 853.
2
PINDARO: Odas triunfales. Cito por la edición de José Alsina. Barcelona: Planeta (Clásicos Universales
Planeta, 186), 1990, p. 81.
3
EURÍPIDES: Alcestis. Las bacantes. El cíclope. Cito por la edición de Antonio Tovar. Madrid: Espasa-Calpe
(Austral, 432), 1944 (4ª edición, 1966).
4
ANÓNIMO: Libro de Apolonio (siglo XIII). Cito por la edición de Manuel Alvar. Barcelona: Planeta (Clásicos
Universales Planeta, 80), 1984, pp. 27 y 59.
5
CERVANTES, Miguel de: Novelas ejemplares. Madrid: Ed. Juan de la Cuesta, 1613. Cito por la edición de
Juan Bautista Avalle-Arce. Madrid: Ed. Castalia (Biblioteca Clásica Castalia, 8), 2001.
6
Ibid. pp. 112-113.
7
GARCÍA LORCA, Federico: Primer Romancero gitano (1924-1927), luego, Romancero gitano (1924-1927) ,
Madrid: Revista de Occidente, 1928. Cito por las Obras Completas, edición de Arturo del Hoyo. Madrid: Ed.
Aguilar, 1962, pp. 354-356.
8
Ibidem.
9
DIEGO, Gerardo: “El Cordobés” dilucidado y Vuelta del peregrino. Madrid: Revista de Occidente, 1966.
Cito por Obras completas, Poesía, II, edición de Francisco Javier Díez de Revenga. Madrid: Aguilar, 1989, pp.
391-475.
10
DIEGO, Gerardo: Op. Cit., pp. 449- 450.
Tras discurrir sobre lo que había dicho un poeta de ayer (“la rosa
¿cómo puede estar desnuda / y vestida a la vez?”: es uno de los aforismos
de Juan Ramón Jiménez, añado yo ahora) y sobre si la napolitana Lucianela
“era es misma rosa”, recuerdan a “Preciosa, la gitanilla de Miguel”,
y también a la Tarsiana de Apolonio, que habría revivido “en las dos
danzaderas ejemplares / la de Miguel, la mía”, defendiendo la honestidad
de ambas. Y no olvidan, pues están en Córdoba, a “las serranas / que vio
bailar don Luis , es decir, don Luis de Góngora, en sus letrillas
Y ya que estamos con Gerardo Diego, poeta músico (y por lo tanto
danzarín) donde los haya, ¿qué decir de su evocación del protagonista
masculino de El amor brujo de don Manuel de Falla en la versión de ballet
estrenada en el Trianon-Lyrique de París en 1925, con Antonia Mercé
Argentina. Es en uno de los poemas de su crepúsculo poético, Carmen
jubilar (1975), titulado simplemente “Vicente Escudero”11, del que tomo
algunos versos:
11
DIEGO, Gerardo: Carmen Jubilar. Salamanca: Colección Álamo, 1975. Cito por Obras completas, Poesía,
II, edición de Francisco Javier Díez de Revenga. Madrid: Aguilar, 1989, pp. 809-909.
12
Íbid., pp. 906-907.
2. LA TARÁNTULA Y LA MÚSICA
Un lugar común, desde la más remota antigüedad, consideraba la
música como un bálsamo del espíritu. Pero el hombre, además de espíritu,
era también cuerpo, y la música, si era capaz de influir en el primero no era
menos útil para regir o corregir los defectos del segundo. Así, la música
mundana, es decir, la música de las esferas o del cosmos, encontraba en
el hombre, en la música humana o del microcosmos un fiel reflejo que la
música instrumental, es decir, la que penetraba por nuestros sentidos, no
podía menos que corroborar. Los cuatro modos principales o maestros
movían las cuatro complexiones del hombre, a saber, el flemático era
dominado por el protos, el primer modo; el colérico era movido por el
deuteros, el segundo el sanguíneo era influido por el tritos (el tercero); y
el tetrardos, el cuarto modo “más lento y tranquilo”, marcaba el compás
al melancólico. Porque, como había afirmado Boecio el último de los
romanos – y ahora recordamos en palabras de Ramos de Pareja, “todo
el ajuste de nuestra alma y nuestro cuerpo está unido por un cemento de
música”.
Esto era así, se sabía y lo repetían sin cesar los libros de medicina y,
por supuesto, los de música, pero también otros de temas muy diferentes.
Así, Pedro Mexía en su recopilación miscelánea titulada Silva de varia
lección (Sevilla, 1540/ Valladolid 1550)13, en el capítulo XI de la tercera
parte titulado De cosas muy notables de la víbora , recoge de Teofrasto
un remedio más de los que pone Dioscórides contra el veneno de su
picadura, “y es que, al que estuviese mordido, le aprovecha muy mucho
que le tañan y canten suavemente, porque la música también es parte de
13
MEXÍA, Pedro: Silva de varia lección, (Sevilla, 1540/ Valladolid 1550). Ed. Antonio Castro. Madrid: Cátedra,
1990.
14
Ibid. p. 84.
15
MEXÍA, Pedro. Op. Cit., p. 86-87.
16
Ibid., p.88.
17
CASTIGLIONE, Baltasar de: El Cortesano. Traducción de Juan Boscán, Venecia, 1528. Cito por la edición
de Rogelio Reyes Cano. Madrid: Espasa Calpe (Colección Centenario 11), 2001.
18
COVARRUBIAS, Sebastián de: Tesoro de la lengua castellana o española (Madrid, Luis Sánchez, 1611). Cito
por la edición de Martín de Riquer. Barcelona: Editorial Alta Fulla, 1993, voz “tarántula”, pp. 953-954.
19
NIEREMBERG, Eusebio: Curiosa filosofía y tesoro de maravillas de la Naturaleza…. Madrid: Imprenta
del Reyno, 1630.
20
NIEREMBERG, Eusebio: Oculta filosofía de la simpatía y antipatía de las cosas, artificio de la Naturaleza
y noticia natural del mundo…. Madrid: Imprenta del Reyno, . Filosofía simpática .
21
FEIJÓO, Benito Jerónimo: Teatro crítico universal, tomo I. Nueva impresión. Madrid: Joachin Ibarra, 1773,
en especial el discurso XIVº, “Música de los templos”, pp. 285-309.
22
Ibid. p.287.
23
FEIJÓO, Benito Jerónimo: Cartas eruditas y curiosas, Tomo I, Tercera impresión, Madrid, Herederos de
Francisco del Hierro, 1751, en especial la 44ª, “Maravillas de la música, y cotejo de la antigua con la moderna”,
pp. 373-381.
24
Ibid., p. 375.
25
FEOJÓO, Benito Jerónimo: Cartas eruditas y curiosas, Tomo IV, Madrid, Herederos de Francisco del Hierro,
1753, en especial la Carta 1ª, “El deleite de la música acompañado de la virtud hace en la tierra noviciado del
cielo”, pp. 1-31.
26
Ibid., p. 25.
27
Museo del Prado. Catálogo de las Pinturas. Madrid: Publicaciones del Museo del Prado, 1983, p. 729. Y
SOPEÑA IBÁÑEZ, Federico y GALLEGO GALLEGO, Antonio: La música en el Museo del Prado. Madrid:
Dirección General de Bellas Artes-Patronato Nacional de Museos (Arte de España), 1972, pp. 133-135.
28
GONZÁLEZ PALENCIA, Ángel: Eruditos y libreros del siglo XVIII. Estudios histórico-literarios. 5ª serie.
Madrid: CSIC-Instituto Miguel de Cervantes (en portada interior “Instituto Antonio de Nebrija”), 1948, en
especial el capítulo “La tarántula y la música. (Creencias del siglo XVIII”, pp. 377-415. Este capítulo había sido
publicado cono artículo en la Revista de las Tradiciones Populares, I (1944).
29
GONZÁLEZ PALENCIA, Ángel: Op. Cit., pp. 380-381.
30
Ibid., p. 381.
31
Ibid., pp. 381-382.
32
GONZÁLEZ PALENCIA, Ángel: Op. Cit., pp. 382 y ss.
33
Ibid., pp. 389-390.
36
Ibid., p. 402.
37
GONZÁLEZ PALENCIA, Ángel, Op. Cit., pp. 405-406.
BIBLIOGRAFÍA
ANÓNIMO: Libro de Apolonio (siglo XIII). Ed. Manuel Alvar. Barcelona:
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Villaverde Ediciones-Centro de Estudios Europa Hispánica,
2008.
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CID, Francisco Xavier: Tarantismo observado en España, con que se
prueba el de la Pulla, dudado de algunos y tratado de otros de
fabuloso. Y memorias para escribir la historia del insecto llamado
tarántula, efectos de su veneno en el cuerpo humano y curación
por la música, con el modo de obrar de esta y su aplicación como
remedio a varias enfermedades, Madrid, Imprenta de González,
1787.
COVARRUBIAS, Sebastián de: Tesoro de la lengua castellana o española.
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FEIJÓO, Benito Jerónimo: Cartas eruditas y curiosas, Tomo I. Madrid:
Herederos de Francisco del Hierro, 1751.
MARTÍN MORENO, Antonio: El Padre Feijoo y las ideologías musicales
RESUMEN
Partiendo de fuentes de diversa naturaleza (correspondencia
privada, relaciones impresas) se ofrece un panorama de distintas fiestas
napolitanas de finales del siglo XVII con notable presencia de la danza.
La comparación con otros lugares (Viena) y la exégesis de las referencias
coréuticas en una relación festiva de 1680 aportan claves para explicar
estos acontecimientos en términos de representatividad social.
ABSTRACT
This article analyzes references to feast dances in late Seventeenth-
century Naples coming from sources of a rather different kind (private
letters, printed accounts). Comparisons with other related but distant
places (as Vienna) are established. In addition, the survey of coreutic
references in an account from 1680 makes possible an interpretation of
the role dance played in these feasts in terms of social representation.
1. INTRODUCCIÓN
Basándose en fuentes de diverso tipo como la correspondencia
privada y las relaciones impresas el artículo pretende ofrecer un panorama
de las distintas manifestaciones festivas napolitanas de finales del siglo XVII
en las que la danza tuvo un protagonismo especial. La correspondencia,
concretamente, en ocasiones ofrece detalles significativos de la reacción de
los españoles ante danzas estilizadas típicas de Italia y de otros lugares como
Viena. Por otra parte, poniendo el énfasis metodológico en las referencias
coréuticas de fuentes tradicionalmente utilizadas por la musicología,
se descubren claves de lectura de aquellas festividades en términos de
representatividad social. El caso aquí analizado es el impreso Tributi
ossequiosi publicado en Nápoles en que recoge las celebraciones de
la ciudad por las bodas de Carlos II.
El duque de Medinaceli, penúltimo virrey español de Nápoles,
escribió una carta a su tío el conde de Altamira en noviembre de 9 ,
excusándose por no responder a una serie de cuestiones y justificándose
de la siguiente manera: Estos días estoy muy embarazado1 porque he de
bailar el día seis, que es cosa que no he hecho en toda mi vida prevente
para cuando vengas a sucederme en este gentil gobierno 2. Nótese que le
dice prevente , esto es, prepárate porque, dando por hecho que Altamira
le sucedería como virrey, una de las obligaciones institucionales del cargo
era la de bailar en público. La carta de Medinaceli nos da las dos claves que
pretendo examinar aquí: en primer lugar, la reacción de los españoles ante
1
La expresión estar muy embarazado es un italianismo. En un español más correcto se diría encontrarse en
una situación embarazosa .
2
Archivo Ducal de Medinaceli, Sección Archivo istórico (en adelante ADM, A ), Legajo 2, ramo , documento
n , Medinaceli al conde de Altamira, 9 . La ortografía y la puntuación de las transcripciones de
este artículo han sido modernizadas. Una versión más amplia del documento, así como una introducción a
la biografía de ambos personajes y más referencias bibliográficas pueden encontrarse en mi tesis doctoral
(inédita): DOMÍNGUEZ, José María: Mecenazgo musical del IX duque de Medinaceli: Roma-Nápoles-Madrid,
1687-1710. Universidad Complutense de Madrid, 2 , vol. II, p. .
6
Sobre las dancerías de la reina ver el artículo de SAN UESA FONSECA, María. Carlos II y las Danzerías
de la Reyna : violines y danza en las postrimerías de la Casa de Austria . En: Revista de Musicología, XX, ,
( 99 ), pp. 2 2 . No estoy de acuerdo con la lectura que de la documentación burocrática se hace en el
artículo de LOLO, Begoña: La música en la corte de Carlos II . RIBOT, Luis (ed.): Carlos II. El rey y su
entorno cortesano. Madrid: Centro de Estudios Europa ispánica, 2 9, pp. 2 2 2 . La relativa abundancia de
registros referentes a los maestros de danzar de Carlos II llevan a Lolo a afirmar que la danza ocupaba un lugar
clave en la vida cortesana pero más adelante se ve obligada a indicar: desconocemos si el futuro rey desarrolló
una gran habilidad en este arte, pero su práctica debió de ser continuada . La falta de referencias en fuentes de
otro tipo (como las que maneja SANZ A ÁN en otro artículo del mismo volumen titulado La fiesta cortesana
en tiempos de Carlos II , RIBOT, op. cit., pp. 2 2 ) invita a pensar que el ejercicio de la danza en la corte
no tenía repercusión más allá del ámbito de la cámara. A esto hay que añadir referencias como las que cito
más adelante sobre la falta de práctica dancística en público (nótese el matiz) de los nobles españoles en Italia.
Archivo istórico Nacional, Sección Nobleza, Fondo Frías, 2, Castel Rodrigo a Jódar, .
Rusia asistió a una comedia en Viena de la que alabó los bailes, aunque
dijo tener mucha diferencia de los de Moscovia, porque allá se baila sólo
con pies y piernas y acá también con brazos y cabeza 9. Medinaceli, al
leer esto, debió de soltar una carcajada, pues en su respuesta escribió al
embajador que la observación del zar le parecía una gentil coglionatura ,
es decir, una solemne estupidez.
El martes del corriente, la cuadrilla de los caballeros hizo
su máscara y bailes en Palacio, y después una famosa música y festín, en
el cual intervinieron y danzaron las principales damas de esta ciudad 10.
Así describe otra carta enviada a Madrid cómo se desarrolló el baile cuyo
aprendizaje tenía tan embarazado a Medinaceli en 9 . Para aquella
ocasión los nobles se agruparon en ocho cuadrillas que representaban las
cuatro partes del mundo y las cuatro estaciones del año (una referencia
iconográfica que, por otra parte, era muy habitual en la época). El término
cuadrilla se refiere a un grupo de danzantes homogéneo que se identifica
generalmente por el color de sus vestidos11. La Gazzetta di Napoli que
poco después difundió la noticia de este evento, describe cómo al término
de la representación sobre el escenario, las cuadrillas descendieron hacia la
sala y portandosi con varie intrecciature, una dopo l altra , llegaron todas
a hacer una reverencia ante el virrey, continuando después per lungo
spazio di tempo 12 con sus danzas. Esta descripción invita a pensar que
el acompañamiento musical en aquella ocasión fue el de una gallarda, una
danza de ritmo ternario basada en una serie de variantes sobre el esquema
9
Ibidem, Fray Juan de Santa María a Medinaceli, 9 .
10
Archivo Casa Ducal de Alburquerque, Cuéllar, legajo , documento n , Francesco Resta a Paolo Spinola,
9 .
11
LOMBARDI, Mia: Pratiche coreutiche nella Napoli barocca . CANTONE, Gaetana (ed.): Barocco
napoletano. Roma: Istituto Poligrafico e Zecca dello Stato, 992, p. 9 .
12
MAGAUDDA, Ausilia y COSTANTINI, Danilo: Serenate e componimenti celebrativi nel regno di Napoli
( ) . MACCAVINO, Niccol (ed.): La Serenata tra Seicento e Settecento: musica, poesia, scenotecni
ca. Atti del convegno internazionale di studi (Reggio Calabria, maggio 2 ). Reggio Calabria: Edizioni
del Conservatorio di Musica F. Cilea , 2 , vol. I, pp. 2 : p. 2.
13
LOMBARDI, op. cit., pp. 9 9 .
14
Evoco aquí la observación sobre la carencia de un vocabulario técnico en la práctica musical del siglo XVII
que señala BIANCONI, Lorenzo: il Seicento, letteralmente, non ha parole per descrivere le qualit specifiche
d una composizione... All ascolto, alla lettura analitica e competente del cantore, del maestro di cappella, del
dilettante di madrigali, subentra nel Seicento l ammirazione estatica, l ascolto plaudente o sensuale, il giudizio
enfatico e generico . Il Seicento. Storia della musica a cura della Societ Italiana di Musicologia, V. Turín: EDT,
99 ( edición 9 2), p. 9. Prefiero citar el texto original y no la mejorable traducción al español de la edición
de 9 2 en la colección de Historia de la música. Madrid: Turner, 9 , volumen (El siglo XVII).
A pesar de la abundancia de referencias a la danza en fuentes como la correspondencia de esta época (hay
muchos otros ejemplos con referencias a danzas y bailes tanto en la correspondencia de Fray Juan de Santa
María como en otras fuentes epistolares del entorno de Medinaceli, tal y como puede verse en los apéndices de
mi tesis doctoral), considerando los ejemplos citados queda de manifiesto que a este tipo de descripciones las
limita la carencia de un vocabulario técnico que permita profundizar en determinados detalles.
16
El título completo del impreso es: Tributi ossequiosi della fedelissima città di Napoli per gl’applausi festivi
delle nozze reali del cattolico monarca Carlo Secondo ré delle Spagne con la serenissima signora Maria Luisa
Borbone, sotto la direttione dell’Eccellentissimo Signor marchese de Los Velez, Viceré di Napoli. Relatione
Istorica raccolta dal dottor Giuseppe Castaldi. Nápoles: Salvatore Castaldi Regio Stampatore, . e
manejado el ejemplar que se conserva en el Fondo Antiguo de la Biblioteca de Castilla La Mancha, signatura
Res. .
STEFANI, Gino: Musica barocca. Poetica e ideologia. Milán: Bompiani, 9 . Cito a través de la 2 edición de
9 : le ricorrenze costanti di elementi o paradigmi e il loro comporsi in situazioni o sintagmi aventi un senso
proprio suggerisce di considerare la festa barocca come un sistema semiotico , p. .
18
El impreso dice, refiriéndose a esta ocasión: Gioved 22 di Febraro comparve Nobilissima radunanza di
trenta sei Cavalieri compartiti in sei Quadriglie, guidate da Signori Marchese di Tarazena D. Giovanni Battista
Minutolo Principe di Leporano D. Antonio de Sangro Marchese di Cervenara, e D. Gaetano d Aragona,
le cui ricche pompe, superbe gale, ed ingegnose inventioni caggionarono ratti all attentione, ed estasi alla
maraviglia... , p. .
9
Esta es una de las tesis centrales de GALASSO, Giuseppe: Napoli spganola dopo Masaniello. Firenze:
Sansoni, 9 2 (reimpresión en Roma: Edizioni di storia e letteratura, 2 ). Véanse en particular la prefazione,
la introduzione y el capítulo XIII: Assestamento dei togati , prevaricazioni nobiliari e crisi della Piazza
popolare .
20
Nótese además que el responsable del impreso, Giuseppe Castaldi o Castaldo, era un dottore perteneciente al
ceto civile con un peso notable en la Piazza del Popolo. Cf. GALASSO, op. cit., p. 9.
BIBLIOGRAFÍA
ANNIBALDI, Claudio: La musica e il mondo. Mecenatismo e
committenza musicale in Italia tra Quattro e Settecento.
Bolonia: Il Mulino, 99 .
BIANCONI, Lorenzo: Il Seicento. Storia della musica a cura della
Societ Italiana di Musicologia, V. Turín: EDT, 99 ( edición
9 2). Traducción al español: Historia de la música, 5. El siglo
XVII. Madrid: Turner, 9 .
CASTALDI, Giuseppe: Tributi ossequiosi della fedelissima città di Napoli
per gl’applausi festivi delle nozze reali del cattolico monarca
Carlo Secondo ré delle Spagne con la serenissima signora Maria
Luisa Borbone, sotto la direttione dell’Eccellentissimo Signor
marchese de Los Velez, Viceré di Napoli. Relatione Istorica
raccolta dal dottor Giuseppe Castaldi. Nápoles: Salvatore
Castaldi Regio Stampatore, .
CASTIGLIONE, Baldassare: El Cortesano. Traducido por Boscán
en nuestro vulgar Castellano nuevamente agora corregido.
Amberes: Viuda de Martín Nutio, .
DOMÍNGUEZ, José María: Mecenazgo musical del IX duque de
Medinaceli: Roma-Nápoles-Madrid, 1687-1710. Universidad
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GALASSO, Giuseppe: Napoli spganola dopo Masaniello. Firenze: Sansoni,
9 2 (reimpresión en Roma: Edizioni di storia e letteratura,
2 ).
LOLO, Begoña: La música en la corte de Carlos II . RIBOT, Luis (ed.):
Carlos II. El rey y su entorno cortesano. Madrid: Centro de
RESUMEN
Este trabajo ofrece datos e informaciones de la documentación
encontrada en el Archivo de la Catedral de Plasencia sobre las prohibiciones
del Cabildo de la Catedral de Plasencia en lo que respecta a la música, la
danza y las representaciones dramáticas. Después de una pormenorizada
lectura de las Actas Capitulares de los años 1399 hasta 1550, se han
encontrado datos interesantes referentes a estas restricciones sobre todo
en lo referido a la fiesta solemne del Corpus Christi.
ABSTRACT
This paper provides data and information from the documents
found in the archives of the Cathedral of Plasencia about the prohibitions
the Chapter of Plasencia Cathedral in terms of music, dance and drama.
After a detailed reading of Chapter Acts of the years 1399 to 1550, have
found interesting data concerning these restrictions especially in reference
to the solemn feast of Corpus Christi.
1. INTRODUCCIÓN
Durante los siglos XII y XIII se conoce, de forma generalizada,
un cambio en la economía europea. Surgen los gremios de especialistas,
el intercambio mercantil se intensifica y, entre otras cuestiones, el tiempo
que la población dedica a la artesanía es cada vez mayor. Esta necesidad
de hacer comercio trae, entre otras consecuencias, la intensa migración
del campo a la ciudad, que cada vez es mayor y la disminución del tiempo
que se dedica a la devoción en lo religioso, dedicando más tiempo a otras
actividades1.
Al mismo tiempo surgen nuevas órdenes religiosas, las mendicantes,
que se dedican a la predicación popular viviendo entre los ciudadanos
siguiendo las escrituras tal y como se hiciera en tiempo de los Apóstoles;
muy lejos de la concepción del monasterio como fortaleza inexpugnable
de las órdenes monásticas2.
Se redescubre, pues, no solo la vida cristiana primitiva, sino la
filosofía, la ciencia, el derecho romano, etc. Es la época del surgimiento
de las primeras Universidades y del potenciamiento del saber, de la
ciencia, las artes y las letras. Gracias a las traducciones que se realizan
de obras árabes, judías, persas, griegas, entre otras muchas, es posible
que en esa época medieval accedan a la información del pasado, pues el
redescubrimiento y la lectura de los grandes pensadores, como Sócrates,
Platón, Aristóteles y San Agustín que ofrecen otros puntos de vista hacia
los que virar el pensamiento y la concepción del mundo. Del mismo modo,
se producen descubrimientos en todas las áreas de pensamiento gracias a
la potenciación de las prácticas empíricas3.
En este tiempo, surgen las grandes construcciones góticas, las
1
BASURCO, Xabier: Historia de la Liturgia. Barcelona: Biblioteca Litúrgica, 2006, pp. 237.
2
Ibídem, pp. 238.
3
Ibídem, pp. 239 – 240.
4
Ibídem, pp. 240.
5
Ibídem, pp. 240 – 241.
canónigos que asistían a las reuniones del cabildo como se puede constatar
en las noticias escritas en los libros de Actas Capitulares, como veremos
más adelante.
Las Actas Capitulares de la Catedral de Plasencia nos desvelan,
por primera vez, en 15046, que el Corpus Christi se celebraba con gran
solemnidad musical. Pero al año siguiente, ya es muy clara la estructura
pues, entre otros actos, piden que se hagan varios entremeses en la
procesión7.
Años atrás, en 1499, Gutierre Álvarez de Toledo, obispo de la
Diócesis de Plasencia, convoca un Sínodo Diocesano con la intención
de ordenar algunas cuestiones de su diócesis y confirmar constituciones
y decretos episcopales anteriores a su mandato. Estas Constituciones
Sinodales están recogidas íntegramente en el Synodicon Hispanum8 y
reseñadas en Decreto, vida y costumbres de Plasencia y su diócesis en los
siglos XV y XVI9. Se ha tomado este texto ya transcrito y estudiado por
Carmen Pérez-Coca para realizar este trabajo, por lo deteriorado que se ha
encontrado el documento original.
Considerado éste Sínodo el primero de los dos Sínodos
reformistas –el siguiente de 1534- que servirían de fuente para las
siguientes constituciones sinodales de la segunda mitad del siglo XVI. En
este momento, tanto España como, en concreto, la diócesis de Plasencia
y la propia ciudad, se encontraban en un estado de cambios y plenitud
histórica en todos los ámbitos10.
6
LÓPEZ-CALO, José: La música en la Catedral de Plasencia. Trujillo: Fundación Xavier Salas, 1995, p.31.
7
Ibidem.
8
GARCÍA Y GARCÍA, Antonio (dir.): Synodicon Hispanum V. Extremadura: Badajoz, Coria-Cáceres y
Plasencia. Madrid: Bilbioteca de Autores Cristianos, 1990, pp. 344-345.
9
Ibid., pp. 340-381.
10
PÉREZ-COCA SÁNCHEZ-MATAS, Carmen: Derecho, vida y costumbre de Plasencia y su diócesis en
los siglos XV y XVI. (Documentación sinodal de la segunda mitad del siglo XVI). Cáceres: Universidad de
Extremadura, 1994, p. 356.
11
GARCÍA Y GARCÍA, Antonio: Op. Cit., pp. 345-346.
12
Ibidem, p. 354.
13
Ibidem.
3. DANZAS Y REPRESENTACIONES:
En el Cabildo del 20 de Junio de 1522:
14
A.C.PL., ACT. 7/ Fol. 62v.
15
A.C.PL., ACT. 7/ Fol. 210v.
16
A.C.PL., ACT. 7/ Fol. 276v.
17
A.C.PL., ACT. 7/ Fol. 460v.
18
GARCÍA Y GARCÍA, Antonio (dir.): Op. Cit., p. 458.
19
Ibidem.
20
PÉREZ-COCA SÁNCHEZ-MATAS, Carmen: A. Op. Cit., p. 356.
21
LÓPEZ-CALO, José: Op. Cit., p.32.
para el día del Corpus Christi siguiente. Según el texto, mandan que se
represente un Auto en la Plaza “segun se suele hacer” y alguna danza:
22
A.C.PL., ACT. 9-10/ Fols. 57r-57v.
23
A.C.PL., ACT. 9-10/ Fols. 192v-193r.
24
A.C.PL., ACT. 9-10/ Fols. 259v-260r.
25
A.C.PL., ACT. 9-10/ Fols. 265r-265v.
26
A.C.PL., ACT. 9-10/ Fols. 305r-306r.
27
A.C.PL., ACT. 9-10/ Fols. 443v-444r.
28
A.C.PL., ACT. 9-10/ Fols. 474v-475r.
29
LÓPEZ-CALO, José: Op. Cit., p. 32.
30
A.C.PL., ACT. 7-L/ Fols. 252v-253r.
Estos datos ofrecen una ligera idea sobre lo que se hacía en las
procesiones de Corpus Christi y en las demás fiestas solemnes de Plasencia.
Como bien dice en varias ocasiones el investigador José López-Calo en su
libro sobre la Catedral de Plasencia, la Catedral de Plasencia fue la pionera en
muchos aspectos, entre ellos: examen de limpieza de sangre34, manutención
de los niños de coro al cambiarles la voz35, el recibimiento de ministriles36, la
organización de la capilla musical de forma compleja37, entre otros.
Todas estas informaciones que ofrecen los documentos capitulares
hacen reflexionar sobre la importancia y la solemnidad que realmente tuvo la
música dentro de la Catedral de Plasencia a través de los siglos.
La celebración de la devoción cristiana, sin embargo, era entendida
por el pueblo de forma diferente a los intereses del Cabildo, razón por la cual
desde el texto de los sínodos, estatutos y reuniones del Cabildo se intenta dar
solución a todos estos problemas.
Actualmente se sigue trabajando en esta línea avanzando en la
documentación existente en los archivos y a través del tiempo. Se está realizando
un estudio exhaustivo de todas las fuentes primarias y la bibliografía existente
para recabar toda la información relacionada con la música en Plasencia que,
se espera, saldrá en breve a la luz.
34
Íbidem, p. 15.
35
Íbidem, p. 24.
36
Íbidem, p. 25.
37
Íbidem, p. 31.
BIBLIOGRAFÍA Y DOCUMENTACIÓN
RESUMEN
El presente trabajo está centrado en el proceso de gestación y
revelación del baile Flamenco a partir de la revisión de determinadas crónicas
decimonónicas. Los viajeros románticos, autores de estos relatos, serán
quienes a través de sus particulares visiones estéticas -reales, imaginadas o
sublimadas configuren un constructo ideacional donde la práctica de la
danza flamenca se presenta como protagonista de sus escritos. El análisis
documental se afrontará desde el ámbito musicológico y crítico-antropológico,
de manera que dicho enfoque reflexivo justifique la contribución de dichas
aportaciones a la configuración de lo que hoy es nuestra memoria colectiva.
ABSTRAC
This work is focused on the process of gestation and disclosure of
Flamenco dance from the review of certain chronic in nineteenth century.
The romantic travelers, authors of these stories will be those who, through
their unique aesthetic visions-real, imagined or sublimated-configure an
ideational construct where the practice of flamenco dance is presented
as the protagonist of his writings. The documentary analysis will be
addressed from the musicological field, and critical-anthropological, so
that the reflective approach to justify the contribution of these inputs to
the configuration of what is now our collective memory.
1. INTRODUCCIÓN
Atendiendo a la temática de este bloque referente a las danzas en el
imaginario, en la literatura, en las crónicas y la documentación, pretendemos
plantear una aproximación de análisis con carácter interdisciplinar. Uno de
nuestros objetivos será mostrar cómo los objetos de estudio se definen a
sí mismos dependiendo de la aproximación teórico metodológica que se
les aplique. Así, en el presente estudio, vamos a aproximarnos a ciertos
textos desde dos perspectivas distintas, una musicológico analítica y otra
antropológico-crítica, con la intención de que el resultado sea mutuamente
enriquecedor.
Optando por las fuentes decimonónicas, hemos centrado nuestro
estudio en escritos que nos hablan acerca del proceso de gestación y
revelación del baile flamenco. Asimismo, la temática complementaria que
acompaña a este hecho, tal es el caso de las descripciones de personajes,
los paisajes y hábitos costumbristas, nos servirán para reflexionar acerca
de la contribución de estos relatos en la configuración de nuestra memoria
colectiva.
2. DOCUMENTO HISTÓRICO
En los escritos del XIX1, nos encontramos con numerosos
intelectuales que aluden al baile flamenco como práctica dancística, y
en su gran mayoría, hacen de la zona sur oriental de España2 contexto y
protagonista de sus relatos. Hoy estas crónicas son el documento histórico
que posibilita la muestra de unos modos de hacer y unos determinados
contextos, haciéndonos viable, de este modo, la posibilidad de vislumbrar
1
Nos referimos a los escritos procedentes de aquellos viajeros románticos decimonónicos que tienen en
común en sus relatos la reacción nostálgica por el paraíso pre-industrial perdido.
2
Serán Granada, Córdoba y Sevilla, las ciudades más recurrentes a la hora de protagonizar sus descripciones,
dado que el viajero del romanticismo se aleja de los grandes jardines dieciochescos buscando las ruinas,
evitando, en cierto modo, el orden artificial que lo humano intentara imponer.
3
Nos referimos a elementos estéticos y estructurales, integrados en el género flamenco a partir de su proceso de
configuración. De la convivencia en las academias y cafés cantantes de boleras y gitanas surgió, por ejemplo, el
uso de una terminología específica y la incorporación de elementos como las castañuelas, propios de los bailes
boleros del XVIII.
4
Charles Davillier. Viaje por España, París, 2. Reed. por Adalia, Madrid, 9 .
5
Este baile fue característico por la economía de medios espaciales que requería su desarrollo, contando con
la dimensión aproximada de una losa para la su ejecución.
6
Alejandro Dumas, De París a Cádiz, Silex, Madrid, 992.
7
Pierre Loti. Le journal de París, Músicas de España , 9 .
Ibídem.
9
Ibídem.
10
Apeles Mestres, Periódico semanal de Literatura, Artes, Ciencias y Viajes, La Renaixen a , .
3. TRABAJO CULTURAL
Pero no se debe olvidar que estos textos, con independencia de
poder ser tratados como documentos históricos para nuestros intereses
musicológicos, nos permiten analizar la manera que han tenido estos autores
de objetivar las prácticas humanas relacionadas con el baile flamenco en
cada una de sus descripciones. Es decir, este tipo de objetivación puede
ser entendido como el resultado de un trabajo cultural13 específico y
circunstanciado, elaborado por dichos autores en base a un contacto
personal con una realidad que no comprenden y que les fascina y repele al
mismo tiempo. En definitiva, estos textos son una muestra de cómo estos
autores han descrito su encuentro con la alteridad14.
Este trabajo cultural va adquiriendo su forma, entre otras cosas,
a través de las diferentes crónicas y textos publicados, convirtiéndose así
11
Ibídem.
12
Ibídem
13
Concepto traducido del inglés work. Se traduce también como obra y como tareas culturales.
14
Alteridad entendida como la clasificación socialmente construida y subjetivamente in corporada de personas
y gentes como diferentes, con los que se practica distancia cognitivoemocional y valorativa en el contexto de
interacciones y relaciones sociales específicas (R. Goicoechea 2 , p 9 ).
15
Baumman, G y A. Gingrich eds. 2004 Grammars of identity/alterity: a structural approach. Ne or :
Bergham Boo s, pp. .
16
Eugenia Ramírez Goicoechea: Etnicidad, identidad y migraciones. Madrid: Editorial Centro de Estudios
Ramón Areces. 2 , p .
17
G. Brenan en Ford, R. Manual para viajeros por Andalucía y lectores en casa. Reino de Sevilla,.Ediciones
Turner, Torrejón de Ardoz, Madrid, 9 . edic., John Murria, Londres, (prólogo).
Teofil Gautier. Voyage en Espagne, Charpentier, Paris, . Editado en español con el título Viaje por
España, Taifa, Barcelona, 9 , pág. 2 .
19
Pierre Loti. op cit.
20
Ibidem.
21
Ibidem.
4. CONCLUSIÓN
Lo común a todas estas descripciones y clasificaciones sobre las
personas, los territorios que habitan y sus prácticas performáticas, es que
se realizan concibiéndolos fuera del tiempo. Ubicar lo exótico fuera del
tiempo permite congelarlo representacional y pragmáticamente, denegando
una posibilidad conceptual y fáctica de cambio y transformación propios,
y así dejar objetivado y naturalizado el producto listo para ser incorporado
a nuestra memoria colectiva29.
Desde luego, existen múltiple formas y modos de ejercicio de la
memoria colectiva, pero parece claro que los humanos tendemos a pensar
que cuanta más profundidad temporal hay en nuestras ideas, prácticas y
representaciones, cuanto más puedan referirse a un tiempo inmemorial,
más legítimos son. Ahí es donde suele radicar su eficacia simbólica
vinculándonos con la ilusión de un origen y un pasado inequívoco y
necesario y casi nunca mostrándose como resultado de una relación
evolutiva, históricamente motivada y arbitraria que siempre pudo haber
sido diferente. De esta manera la memoria colectiva adquiere mayor fuerza
coercitiva e imitativa tanto para el presente como para el futuro.
Así, las descripciones y los documentos sobre el baile y la música
27
Laborde, Alexandre de: Itinéraire descrptif de l’Espagne et tableau élémentaire des différents branches de
l’administration et de l’industrie de ce Royaume, Paris 9, p .
2
Pierre Loti. Op.cit.
29
“La memoria colectiva representa y recupera el trabajo y la vida de las generaciones anteriores para las
siguientes y así se convierte en referencia discursiva, pragmática y representativa para el significado del presente
y del futuro . (R. Goicoechea 2 : p 2 ).
BIBLIOGRAFÍA
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Alterity: a structural approach. (eds. 2 ) Ne or : Bergham
Books.
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tierra, alardes de toros, cuadros de costumbres y artículos varios,
Madrid, Imprenta de don Baltasar González, . Reed. en
facsímil por Atlas, Madrid, 9 .
FORD, Richard: Manual para viajeros por Andalucía y lectores en casa.
Reino de Sevilla, Ediciones Turner, Torrejón de Ardoz, Madrid,
RESUMEN
Por su carácter visual y dinámico, el baile flamenco ha estado
presente desde los inicios de los medios audiovisuales hasta hoy. Por
su condición de manifestación folklórica y musical, el presente trabajo
pretende analizar la evolución y el tratamiento estético del baile flamenco
en el cine y en la televisión y el discurso visual y narrativo que supone su
representación en la pantalla.
ABSTRACT
Due to its visual and dynamic nature, flamenco dance has been
around since the beginning of the media until today. Because of its condition
of folk and musical expression, this paper try to analyze the evolution
and aesthetic treatment of flamenco dance in movies and television and
the visual and narrative discourse that supposes its representation on the
screen.
1
Real Academia de la Lengua. Diccionario de la Lengua Española. .rae.es Consulta: 9 de diciembre
de 2 .
2
LÓPEZ RUIZ, Luis: Guía del flamenco. Madrid: A al, 2 , p. .
3
BLAS VEGA, José. acia la istoria del Baile Flamenco . En: La Caña, 2 ( 99 ), p. .
4
FERNÁNDEZ DE LA PE A, Teresa. Primer baile andaluz: las puellae gaditanae . En: Revista de
Flamencología, I ( 99 ), p. .
5
Ibídem.
baile flamenco. Al igual que el cante, el baile recibió una gran aportación
cualitativa por parte de la etnia gitana, pero no tanta como para afirmar la
autoría o paternidad de aquél. Algunos defensores de la corriente gitanista
han proyectado en el elemento gitano la fuerza creativa y generadora del
flamenco, dejando de lado influencias fol lóricas andaluzas e incluso
allende los mares, como las iberoamericanas. Sin duda, la aportación del
pueblo calé al arte flamenco ha marcado irremediablemente su evolución
y su desarrollo, y como veremos más adelante, el baile flamenco no se ha
mantenido ajeno a su influjo.
6
BLAS VEGA, op. cit., p. .
7
Ibídem.
MARTÍNEZ DE LA PE A, Teresa: El baile flamenco: tradición y nuevas formas . G MEZ, Agustín
(Coord.): El flamenco como núcleo temático. Córdoba: Servicio de Publicaciones de la Universidad de
Córdoba, 2 2.
9
BLAS VEGA, op. cit., p. .
10
Citado por ibídem, p. .
11
Aunque no es este trabajo lugar para ello, sin duda el término flamenco ha acaparado multitud de estudios
que han intentado, con mayor o menor fortuna analizar el origen de la palabra y sus diferentes significados a
los largo de la historia. Una revisión de estas teorías, teniendo preeminencia por alguna de ellas, adelantaría o
retrasaría las pruebas documentales sobre la génesis del baile flamenco.
12
L PEZ RUIZ, Luis. op. cit., p. .
13
Ibídem.
14
MARTÍNEZ DE LA PE A, Teresa. El baile flamenco: tradición… op. cit., p. 9.
Los bailes como el jaleo, el ole y las soleares han sido relacionados
tradicionalmente con el mundo gitano, quien ha contribuido a dar la forma
y carácter actual a dichos bailes.
15
Ibídem, p. .
16
BLAS VEGA, op. cit., p. 2 .
17
Ibídem.
22
ESCUDERO DÍAZ, Juan Pedro. El flamenco en los medios audiovisuales. Aplicaciones didácticas y valores
educativos de este nuevo lenguaje . ORTIZ MOLINA, M. Angustias (Coord.): Arte y Ciencia. Creación y
responsabilidad, I. Coimbra: Junta de Andalucía (2 ), p. 9.
23
TENORIO NOTARIO, Ana María. La documentación sobre el flamenco IV . En: Alboreá, VI y VII.
(2 ). http: flun.cica.es flamenco y universidad alborea revista.html Consulta: de diciembre de
2 .
24
MOLINA, Romualdo. El flamenco y el cine español: un difícil encuentro . En: La Caña ( 99 ), p. .
25
Dejamos intencionadamente la relación de Carlos Saura y el flamenco para el final.
26
ESPÍN, Miguel. El flamenco y la televisión. Crónica de infidelidades . En: La Caña, ( 99 ), p. 2 .
5. CONCLUSIONES
Los medios audiovisuales han propiciado la difusión y expansión
del flamenco a través de las grabaciones y filmaciones realizadas. Si bien
en dichos medios se ha podido observar una evolución y mejora de las
técnicas, en el flamenco ha ocurrido lo mismo. La función última es la
de testimoniar a través de imágenes la interpretación de dicho arte. En
el caso concreto del baile flamenco, los principales soportes para ello
han sido el cine y la televisión. Pues bien, no debe olvidarse que con la
presencia del flamenco en los medios audiovisuales se ha proyectado
una imagen en la que habría que cuestionarse su correspondencia con un
flamenco estereotipado y unido al mundo gitano andaluz 30. La razón es
la intencionalidad que tuvieron algunas de estas producciones, intentando
filmar la cultura andaluza como seña de identidad colectiva.
El baile puede ser un buen ejemplo de la utilización de una
manifestación folklórica y extrapolada a expresión creativa de una
comunidad. La revisión de conceptos como la pureza, etnicidad,
autenticidad, etc. del baile flamenco en los medios audiovisuales nos
ayudará a comprender mejor cómo es el discurso visual y estético de
ambos.
29
MOLINA, Romualdo. op. cit., p. .
30
ESCUDERO DÍAZ, Juan Pedro. La identidad flamenca a través de los medios audiovisuales. De las
reuniones gitanas al videoclip . En: La Nueva Alboreá (2 ), p. .
BIBLIOGRAFÍA
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IV . En: Alboreá, VI y VII. (2 ). http: flun.cica.es flamenco y
universidad alborea revista.html Consulta: de diciembre de 2 .
RESUMEN
El cineasta Carlos Saura es uno de los directores con más
carisma creativo de la cinematografía española. Su concepción de la
dramaturgia, la iluminación, el movimiento, el montaje y la escenografía
hacen de sus películas verdaderas obras coreográficas. Al mismo tiempo,
su fascinación por la danza y por la música le ha llevado a la producción
de filmes centrados en varios géneros musicales. En este artículo vamos
a centrarnos en los musicales flamencos, así como en la película de
ficción Goya en Burdeos, en la que la historia de la música de la época
se convierte en un personaje fundamental de la narración.
ABSTRACT
The filmmaker Carlos Saura is one of the most charismatic
Spanish directors. His conception of dramaturgy, lighting, movement,
editing and scenery transforms his movies in choreographic works.
At the same time, his fascination with dance and music has led to the
production of films focusing on several musical genres. In this article
we will focus on the flamenco musical, as well as the feature film Goya
en Burdeos, in which the history of music of that period becomes a main
character of the narrative.
1. INTRODUCCIÓN
El interés del cine, arte del movimiento, por la danza ha sido una
constante desde sus experimentos inaugurales. La pretensión del cine
en sus inicios era convertirse en un medio científico que documentara
el movimiento, por lo tanto la filmación de la danza era un magnífico
recurso para la investigación cinematográfica, y casi podría decirse que
era una metáfora del cine mismo. Recordemos, por ejemplo, los primeros
intentos de sincronización sonido-imagen llevados a cabo por William
K.L. Dickson, ayudante de Edison. Dickson trabajó en el Kinetoscopio de
Edison combinándolo con el gramófono y uniendo algunos cortometrajes
a sonido grabado en cilindro. Se conserva un cortometraje de 1894 donde
el propio Dickson toca el violín en un cuerno grabador que lleva el sonido
a un gramófono, que a su vez registra el sonido en un cilindro, mientras
dos personajes bailan1. O recordemos, si no, a la famosa “Carmencita”,
bailarina española que fue la primera mujer en aparecer en una película de
Kinetoscopio, concretamente en una cinta rodada en West Orange (New
Jersey) en el estudio Black Maria, propiedad de Edison, en 18942.
Posteriormente, el baile en el cine se convirtió en un recurso artístico
de primer orden. Así, la historia del cine está plagada de construcciones
coreográficas, y la danza ha aparecido en él de variadísimas e innumerables
formas. Merece la pena aludir a Pas de deux de Norman McLaren (1967),
o a las coreografías del género del musical clásico, algunas espectaculares
y multitudinarias en la época del musical de los años cuarenta y cincuenta,
o a aquellas acrobacias acuáticas de las películas de Ester Williams. Por
supuesto, el musical es un género en el que de una forma u otra está
1
Puede verse este fragmento en http://www.youtube.com/watch?v=vW5PlDNWuqw
2
Estos datos aparecen en un interesante artículo de Francisco Mora al respecto: MORA, FRANCISCO.
Carmencita on the road: Baile español y vaudeville en los Estados Unidos de América ( 9 9 ) . En:
Lumière, 2011 http://www.elumiere.net/exclusivo_web/carmencita/carmencita_on_the_road.php [Consulta:
22/11/2011]
3
SEMPERE, Antonio: Roque Baños. Pasión por la música. Ocho y Medio/ 15 Semana de Cine de Medina
del Campo, 2002, p.7.
4
EL S A AN CASTELO BRANCO, Sal a FREITAS BRANCO, Jorge (org.): Vozes do Povo. A
Folclorização em Portugal. Oeiras: Celta Editora, 2003
5
Realiza también un vídeo sobre la jota para la Exposición Universal de Zaragoza 2 .
6
Entrevista a Saura: http://www.haydelachino.info/node/12 [Consulta: 22/11/2011]
3. MUSICALES FLAMENCOS
Más allá de su interés por la música y la danza, Saura siente verdadera
fascinación por el flamenco, lo que le ha llevado a hacer varios musicales
flamencos, si bien este estilo de música ya lo había empleado profusamente
en títulos como Dulces Horas ( 9 ). Con el musical flamenco Saura quiere
demostrar que existen otras posibilidades de construir un cine musical,
aparte del modelo de comedia musical hollywoodiense. El mismo Saura se
rebela contra la cantidad de cine norteamericano que se consume en nuestras
pantallas, y contra el modelo que impone7.
Para ello, siempre ha sabido rodearse de los artistas más reputados del
panorama ibérico: bailaores, cantaores, tocaores, como Antonio Gades, Cristina
oyos, Juan Antonio Jiménez, Mario Maya, María Pagés, Sara Varas, Enrique
Morente o Paco de Lucía. Desde su primera incursión en Bodas de sangre
( 9 ), donde trabajó con los bailarines Cristina oyos y Antonio Gades, ha
realizado Carmen (1983) y El amor brujo (1986), Sevillanas (1992), Flamenco
(1995), Salomé (2002), Iberia (2005) y Flamenco, flamenco (2010). Ésta última
es seguramente su obra cumbre dentro del género, y para ella contó con figuras
de primera línea, entre las que están José Mercé y Miguel Poveda, las bailaoras
Sara Baras y Eva Yerbabuena, las cantaoras Estrella Morente y Niña Pastori o los
guitarristas Paco de Lucía o Manolo Sanlúcar.
Salomé (2002) es quizás la película que más relación tiene con la danza
puesto que su origen está en el ballet; por eso toda la construcción fílmica está
orientada a potenciar el baile. El ballet original es una coreografía de José Antonio
Ruiz y Aída Gómez, y mezcla elementos del baile flamenco y de la danza clásica.
Relata la historia de la joven princesa Salomé, que pide a su padrastro erodes,
a cambio de su sensual baile, la cabeza del Bautista, al cual no ha podido seducir.
7
Extraído de una entrevista aparecida en http://www.generacionxxi.com/entrevistas/saura.html [Consulta:
10/12/2009]
10
El norte de Castilla. valladolid/sitios/seminci05/entrevistas/carlos_saura.htm [Consulta: 10/12/2009]
4. GOYA EN BURDEOS
La danza no está presente solamente en las películas musicales,
en otras películas de ficción de Carlos Saura también juega un papel
fundamental; vamos a centrarnos en este caso en Goya en Burdeos (1999).
El equipo de esta película contó entre sus filas con el director de fotografía
Vittorio Storaro, con Pierre Louis Thevenet en la dirección artística, con la
colaboración especial de La Fura dels Baus y con la composición musical
de Roque Baños.
La presencia de la música es continua. Baños se encargó, aparte
de la música incidental, de adaptar los temas musicales preexistentes y
de hacer los arreglos, puesto que la película cuenta con una larga lista de
temas elegidos por Saura. En Goya en Burdeos escuchamos el Fandango
del Quinteto op. 37, el Largo del Quinteto op.2, y el Minueto op.13 Nº5
de Boccherini, una Tambourine para piano de François Couperin, el
Nocturno para violonchelo de Tchai ovs y y el Anónimo del XVI No
hay que decirle el primor” (que Baños titula La pradera de San Isidro). La
música fue grabada en los Estudios Cinerarte de Madrid por la Orquesta
Sinfónica de Madrid, dirigida por Roque Baños, y por el Coro Goya.
Además participó el Quinteto Bellas Artes y el grupo Música Antigua.
Como en otras de sus obras, Saura quiso dar su visión personal de
un personaje fundamental del arte español. Saura explica así su interés por
esta serie de personalidades, y por Goya en concreto:
11
SEMPERE, Antonio, op. cit, p. 57.
12
Aunque no se realiza un análisis en profundidad, existe una mención a esta película en FRAILE PRIETO,
Teresa: Música de cine en España: señas de identidad en la banda sonora contemporánea. Badajoz: Diputación
de Badajoz, 2010.
13
Para más información acerca de la música de este periodo, véase: BARCE, Ramón: Boccherini en Madrid.
Madrid: Obra social Cajamadrid, 2 CASARES RODICIO, Emilio: La música del siglo XIX español.
Oviedo: Publicaciones Universidad de Oviedo, 2 MARTÍN MORENO, Antonio: Historia de la música
española. 4. Siglo XVIII. Madrid: Alianza Música, 2 MARTÍN GAITE, Carmen: Usos amorosos del XVIII
en España. Madrid: Siglo XXI, 9 2 SUBIRÁ, José: La música en la casa de Alba. Madrid: 92 SUBIRÁ,
José: La tonadilla escénica. Madrid: Real Academia Española, 92 .
14
En MARTÍN GAITE, Carmen: Usos amorosos del XVIII en España. Madrid: Siglo XXI, 9 2, p. .
aparición del Anónimo del XVI No hay que decirle el primor , que surge
junto a la ensoñación de Goya cuando ve a Cayetana. Este tema musical
aparece siempre asociado a la figura de la duquesa, lo que es evidente en
la escena en la que Goya recuerda su relación. El Anónimo representa,
además, la vida más distendida y popular de Goya en Madrid, en parte por
el acompañamiento de pandero, guitarra, castañuela y bandurria, en parte
por la letra de la canción que se puede asimilar con el carácter de la maja
Cayetana.
Asimismo, Saura representa al Goya pintor en el proceso de creación
de obras de inspiración populista tan importantes como El milagro de San
Antonio. La música que suena en la secuencia que ilustra ese proceso fue
compuesta por Roque Baños y se trata de una composición de corte más
hollywoodiense, pues subraya cada afecto, e introduce efectos que hablan
de la muerte: las campanas, el coro como las voces de ultratumba, llevando
el motivo principal de Goya, y el sonido que acentúa la caída del rayo. Acto
seguido vemos un recuerdo del pueblo de Madrid, del ambiente popular,
por eso suena de nuevo el Anónimo del XVI, que alude al majismo y a la
figura de Cayetana. El tema enlaza con el final de la escena del Milagro de
San Antonio, que vuelve a pasar a la música incidental. En este caso junto
con las vistas de las pinturas definitivas Baños realiza un arreglo para coro
más grandilocuente, finalizando con una viola de gamba.
Algo parecido ocurre con el proceso de creación de las Pinturas
Negras, que Goya pinta en la Quinta del Sordo. Durante esta secuencia se
ve a Goya durante un ataque de locura, y toda la construcción sonora está
enfocada a construir ese ambiente. Para ello el diseño de sonido acentúa la
angustia, la tensión, el dolor mediante el uso de sonidos electroacústicos,
la utilización del piano en los registros más graves, la sincronía de la música
con los cambios de plano, y acordes percusivos cuando aparecen planos de
primer folklorista español, pues las suyas son las primeras recopilaciones
de danzas españolas. Entre los ilustrados españoles empieza a cuajarse ese
sentimiento de nacionalismo, y precisamente en esta secuencia la letra de
la canción se refiere a los Ilustrados exiliados Goya, Moratín y Salcedo.
No obstante, el baile de Goya en la secuencia hace alusión a su
propia biografía. Es sordo, y en lugar de escuchar la canción a la guitarra,
se deja llevar por su propia ensoñación: el baile popular le ha recordado al
ambiente del majismo, y por tanto la música que a continuación se escucha
representa a Cayetana y el populismo, el Anónimo del XVI.
A través del recorrido que presentamos en estas líneas, parece
demostrado que la danza y la dramaturgia son factores transcendentales
en el cine de Carlos Saura. Tanto en el cine de ficción como en el cine
musical, del que Saura es el artífice de un nuevo género, la imbricación de
música y baile con el resto de los componentes de la creación audiovisual
los convierten en elementos protagonistas y no accesorios. Por medio del
análisis de Goya en Burdeos, además, se evidencia cómo la comprensión
de las artes (danza, música, pintura) para Saura es holística, pues el
vínculo entre todas ellas se pone de relieve en el desarrollo fílmico. Por
otro lado, ésta y otras películas constituyen una ayuda inestimable para la
comprensión histórica del arte, en la que tanto profundiza este director,
pues presentan la música y la danza desde todas sus dimensiones, estéticas
y sociales.
BIBLIOGRAFÍA
BARCE, Ramón: Boccherini en Madrid. Madrid: Obra social Cajamadrid, 2004.
CASARES RODICIO, Emilio: La música del siglo XIX español. Oviedo:
Publicaciones Universidad de Oviedo, 2000.
CUETO, Roberto: El lenguaje invisible. Entrevistas con compositores del cine
español. Madrid: Festival de Alcalá de enares Comunidad de Madrid,
2003.
EL S A AN CASTELO BRANCO, Sal a FREITAS BRANCO, Jorge (org.):
Vozes do Povo. A Folclorização em Portugal. Oeiras: Celta Editora,
2003
FRAILE PRIETO, Teresa: Música de cine en España: señas de identidad en la
banda sonora contemporánea. Badajoz: Diputación de Badajoz, 2010.
MARTÍN MORENO, Antonio: Historia de la música española. 4. Siglo XVIII.
Madrid: Alianza Música, 2 .
MARTÍN GAITE, Carmen: Usos amorosos del XVIII en España. Madrid: Siglo
XXI, 9 2.
MORA, Francisco: Carmencita on the road: Baile español y vaudeville en los
Estados Unidos de América ( 9 9 ) . En Lumière, 2011 http://
www.elumiere.net/exclusivo_web/carmencita/carmencita_on_the_
road.php
PADROL, Joan: Conversaciones con músicos de cine. Diputación de Badajoz,
2006.
SEMPERE, Antonio: Roque Baños. Pasión por la música. Ocho y Medio/ 15
Semana de Cine de Medina del Campo, 2002.
SUBIRÁ, José: La música en la casa de Alba. Madrid: 1927.
SUBIRÁ, José: La tonadilla escénica. Madrid: Real Academia Española, 92 .
Fuentes en la red
http://www.clubcultura.com/clubcine/clubcineastas/saura/peli-salome.htm
Entrevista a Carlos Saura: http://www.haydelachino.info/node/12
Entrevista a Carlos Saura: http://www.generacionxxi.com/entrevistas/saura.
html
El conocimiento y estudio de
los trajes y aderezos que se utilizan
en las celebraciones y los rituales
tradicionales se hace objeto de
estudio imprescindible, junto con
la música y la danza, para llegar
a un pleno conocimiento de la
significación y mensajes que nos
transmiten.
Detalle Traje de Montehermoseña.
El punto de partida de esta Asociación “El Redoble”. Cáceres
propuesta ha emanado de las Fotografía: Juana Gómez
Al comparar estos
datos con las piezas que
componen la indumentaria
folklórica, observamos que
el número de piezas se ha
reducido considerablemente,
así como la variedad de
tejidos y colorido.
Las futuras líneas
de investigación se centrarán en el estudio comparado de estas con las de
otras culturas entre las que hemos encontrado grandes coincidencias. Es el
caso del traje de danzante, en el que a la indumentaria tradicional masculina
se les unen otros elementos rituales como las faldas y cintas en los que
encontramos gran similitud con la indumentaria tradicional de Grecia,
Turquía o México.
A maior parte da população quando ouve este canto, reza nas suas
casas pelas Almas dos pais, irmãos, parentes e amigos que talvez estejam
nas penas do Purgatório. Só quem alguma vez ouviu e viu o Encomendar
das Almas, a altas horas das noites frias próprias da região, entre o silêncio
sepulcral das pequenas aldeias, pode avaliar o sentimento e a emoção
causados pela tristeza da melodia dentro do quadro das sombras e da
escuridão que reina nas referidas povoações.
ESTUDIOS II:
LA DANZA EN EL IMAGINARIO, EN LA LITERATURA, EN LAS
CRÓNICAS Y EN LA DOCUMENTACIÓN