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“Criterio de selección [..] Se entiende mejor una cosa – tanto la obra como la
propia relación con ella – cuando se conocen las circunstancias históricas sobre las
cuales se basa.
Aquello que fue no nos interesa porque fue, sino porque en cierto sentido,
sigue siendo, dado que aún produce efecto” (Ibis 2003:12)
“Si no quiere ejercer violencia sobre su objeto, la historia de la música no
puede prescindir de la actualidad estética de las obras cuyo contexto histórico
describe. Sería una abstracción errónea y en extremo absurda el hablar del pasado
misucal como si estuviera […] sólo contenido y forma indirecta, como prehistoria, en
los sucesos y circunstancias del presente. ” (Ibis 2003:12)
“Es [cosa] fatal, desde el punto de vista filosófico, equiparar objetivación […]
con alineación, cuando lo importante sería señalar la diferencia decisiva entre
objetivación y cosificación. […] resulta difícil imaginar como un historiador puede
lograr la reconstrucción de un suceso musical del pasado […] en forma tan
diferenciada como para que el resultado no sea más pobre y pálido que los
resultados de un análisis de la obra”.
“La “obra” musical, que el oyente recibe “como modelo”, es una forma
legítima de existencia, no se trata de un deficiente modus, del “proceso” música,
basado en la abstracción”. (Dahlhaus, C. 2003:15).
“Con el concepto de historicidad se está apuntando, unilateralmente, hacia el
factor de mutabilidad. Se sacrifica, en cambio, la premisa que sustenta a la
historiografía tradicional: la máxima de que la comprensión de lo que es surge del
conocimiento de cómo se gesto” (ibis. 2003:15).
Nuestro autor nace el 10 de junio de 1928 no es sino hasta 1947 que comienza sus
estudios de musicología en universidades alemanas de Göttingen y Freidbug,
consiguiendo el doctorado en 1953. Y de sus aportes a los estudios de la
investigación musicológica, se dice de la tesis de Dahlhaus aspira, pues, a
demostrar que entre la investigación histórica y la estética no hay ninguna
incompatibilidad, si bien se da siempre una permeabilidad recíproca entre los dos
campos de investigación. Efectivamente, en la constitución de un objeto histórico
está siempre presente un elemento estético, de la misma manera que en todo objeto
estético y, específicamente, en toda obra musical está presente al mismo tiempo un
objeto histórico […]No se puede hablar en la actualidad de una auténtica historia de
la acogida de la música, sino, más bien, de estudios que se plantean a nivel teórico
y filosófico el problema suscitado por una historia de la música que tiene en cuenta
un parámetro fundamental de su existencia, a saber: su acogida. (Fubini, E.
2005:496)
Cuando hablamos de gustos que calan muy profundamente en nosotros, y
nos referimos a la calidad sonora, eventualmente buscamos emociones más
seguras, por ello, una vez que existen o Beethoven o Bach, o The Beatles, es tan
difícil conformarnos con menos.