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RECENSIONES 483

obreros, en tanto que les cualificaba profe- una estructura que no altera la propia lógi-
sionalmente, facilitándoles una cierta ca de la historia, por todos los detalles que
movilidad, así como el reconocimiento de se aportan, por las incursiones a otros con-
su labor profesional. Respecto al segundo textos que enriquecen el objeto de este
de los ámbitos analizados, se centra en las estudio, por las aclaraciones que se expli-
características de alumnado, sobre todo en citan, y en definitiva exquisito porque las
aspectos relativos a la edad, la profesión y conclusiones a las que el autor llega y nos
la procedencia geográfica. Por último, en brinda, son aportaciones que para todos
relación al tercero, es la evolución del los que nuestro interés científico gira en
curriculum escolar, la organización y las torno a Euskadi, son de un incalculable
reformas llevadas a cabo en los planes de valor.
estudio, los puntos en que se centra el
autor. ITZIAR REKALDE RODRÍGUEZ
Las Escuelas de Artes y Oficios no han
sido un simple complemento a las ense-
ñanzas elementales, aunque así resultó en
ciertas ocasiones, sino que éstas se han eri- DELGADO CRIADO, Buenaventura: Histo-
gido como la alternativa para formar obre- ria de la infancia, Barcelona, Ariel,
ros capacitados que pudieran acceder a 1998, 222 p p .
puestos intermedios entre el obrero sin
cualificación y el ingeniero o arquitecto. El profesor Buenaventura Delgado es
No debemos olvidar, que además en un importante investigador en Historia de
estas escuelas las mujeres encontraron la educación, y de reconocido prestigio en
cabida. Acudieron a ellas no sólo aquellas este campo por sus muchos trabajos, que
que anhelaban una formación cualificada son fruto de su afán y entrega a la investi-
para desempeñar tareas domésticas o ejer- gación. Ahora lanza al mercado editorial
cer el rol de buena madre, sino también una obra dedicada a la infancia, publicada
aquellas otras, que deseosas de abandonar por Ariel en enero de 1998.
el espacio privado, el reducto marginal al Igualmente que en épocas remotas la
que habían estado encadenadas sus madres vida del niño y la actitud social hacia ella
y las madres de éstas, exigían ante el nuevo contaba muy poco, los historiadores de la
horizonte que representaba el siglo XX, educación tampoco se han ocupado de ella,
poder satisfacer ciertas expectativas rela- han mostrado escasa atención por esta
cionadas con el mundo laboral, con el etapa de la vida del hombre, aún cuando
espacio público, con el entorno que reco- los nuevos planes de estudio de muchas
nocía y reconoce hoy día el trabajo y el escuelas de magisterio y facultades de edu-
esfuerzo de las personas, en definitiva sólo cación imparten esta disciplina. Estudios
imploraban el acceso al mundo de la inde- sobre la infancia existen, pero enfocados a
pendencia y de la libertad. perspectivas diversas de la vida del niño, y
Tanto esta enseñanza diseñada para la se necesitaba reunir la abundante docu-
mujer, como la educación popular, ocupa- mentación en una obra que estudiara su
ron ese espacio intermedio, entre la ense- evolución en todas las épocas de la histo-
ñanza primaria y la secundaria que se ria de la humanidad. Es esto lo que ha
hallaba carente de contenido, ofertando las conseguido el profesor Buenaventura Del-
disciplinas que formaran mano de obra gado, por lo que aplaudimos su iniciativa.
cualificada, para así satisfacer las necesida- Refiriéndonos a la obra que presenta-
des de una sociedad que entraba de lleno mos, nos ofrece a lo largo de sus trece
en la era de la modernización. capítulos la mentalidad social sobre la rea-
Esta obra, como todas las investigacio- lidad cotidiana del niño desde la Antigüe-
nes de Paulí Dávila, nos revela un trabajo dad al siglo XX, pasando por la Edad
minucioso y exquisito. Minucioso por la Media, el Cristianismo, el Renacimiento y
rigurosidad de la investigación, por seguir la Ilustración; incluye, trato, crianza, y
© EDICIONES UNIVERSIDAD DE SALAMANCA Hist, educ, 17,1998, pp. 453-526
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educación del niño, sin olvidar las costum- siglo del niño», aquí se detiene en las apor-
bres, mitos y creencias sobre él. Nos taciones a favor de la infancia desde la
encontramos con un riguroso estudio perspectiva escolar, médica, psicológica,
sobre la infancia, donde se concede espe- higiénica y jurídica. Y como es obvio, un
cial atención a personalidades de todas las gran pedagogo, como Buenaventura Del-
épocas, como pedagogos, escritores, médi- gado, al finalizar el siglo XX, cuando por
cos, juristas, etc., que con su obra han con- fin el niño ha salido del anonimato, no
tribuido a cambiar la actitud hacia el niño puede olvidarse, al concluir un estudio
y a erradicar los malos tratos que ha pade- sobre la infancia, de la Declaración de los
cido. Derechos de niño y de los movimientos
La imagen del niño y su cuidado son mundiales a favor de la infancia.
distintos en cada época histórica. Las cul- Por otra parte, es de merecido recono-
turas antigua y clásica se olvidan de la cimiento la variada bibliografía. Se ha rea-
infancia, la considera como una etapa de lizado una labor minuciosa al indagar en
transición que pasará rápidamente, el niño todo tipo de fuentes'para aportar los mejo-
solo se diferencia del adulto en su estatu- res resultados. Convencido el autor, como
ra. Para acercarnos al mundo infantil de la nos dice en la introducción, de que una
Edad Media, el profesor Delgado, analiza investigación sobre la historia de la infan-
las actas de los concilios y las obras de dos cia centrada exclusivamente en la escuela,
obispos, San Martín de braga y San Isido- la psicología, la medicina será incompleta,
ro de Sevilla, que condenan las creencias y él ha rastreado en la historia de familia,
prácticas contrarias a la fe cristiana. Tam- códigos antiguos, escritos bíblicos, obras
bién se interesa por la educación del niño de escritores antiguos, medievales, y de
en los monasterios. En el Renacimiento todas las épocas, tratados jurídicos, obras
incide en el pensamiento de los pedagogos de medicina e higiene, literatura infantil,
Arévalo, Nebrija, Erasmo, Vives, Huarte autobiografías sobre recuerdos infantiles:
de San Juan, entre otros; por otra parte, el Unamuno, Baroja, Ramón y Cajal, y otras
renacimiento, observamos en este estudio, muchas fuentes. También hay que destacar
representa un avance en la educación de la capacidad de síntesis del autor y las vías
los niños abandonados. Pero el gran cam- que abre para futuras investigaciones. En
bio se va a dar en la época ilustrada con la conclusión, la obra es de gran interés y de
aportación de J. J. Rousseau, defensor de consulta obligada para el especialista y
la infancia y su educación, en la obra docente en historia de la infancia e historia
«Emilio o de la educación». Finalmente, en de la educación infantil.
los capítulos dedicados al siglo XIX y XX
recoge las innovaciones experimentadas, CARMELITA GONZÁLEZ
(esencialmente la educación, el amor y res-
peto por los niños), de la mano del gran
pedagogo Pestalozzi.
A partir del siglo XIX, la infancia es ya ESCOLANO BENITO, Agustín (dir.).: Histo-
un tema que preocupa, se observa en todos ria ilustrada del libro escolar en Espa-
los escritos que se interesan por ella, de tal ña. De la posguerra a la reforma edu-
forma que el profesor Delgado concede cativa, Madrid, Fundación Germán
dedicación especial a los escritos literarios Sánchez Ruipérez, 1998, pp. 570.
que defienden y ayudan a conocer el
mundo infantil: los hermarjos Grimm, Dic- El libro que comentamos es en realidad
kens, Baroja son algunos de ellos. Tampo- la segunda parte de una obra de conjunto
co olvida al niño escolar, destaca las apor- sobre la historia ilustrada de los manuales
taciones de Mariano Carderera, importante escolares en España, que tuvo su primera
pedagogo español que introduce en nues- aparición el año pasado con la atención
tro país los nuevos métodos europeos de prestada a la larga etapa anterior que alcan-
enseñanza. El último capítulo lo titula «El za hasta la Segunda República. Este segun-
© EDICIONES UNIVERSIDAD DE SALAMANCA Hist, educ.y 17,1998, pp. 453-526

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