Vous êtes sur la page 1sur 3

Dueño de la luz

VIERNES, 3 DE MARZO DE 2017

Loreley, la esposa del doctor Adolfo Cantú Jáuregui, una inquietísima mujer de Cadereyta*, de
finales del siglo XIX y de escasos 19 años, daba a luz a su primogénito el domingo 3 de marzo
de 1907. Este fue un artista. Para haber nacido en una sociedad de aquellos años y sobre todo,
en el norte del país este era un matrimonio, muy peculiar y fuera de lo común pues veían más
allá de lo convencional de la sociedad cadereytense.

Poco después de haber estallado la revolución mexicana, en 1914, la familia entera se trasladó a
San Antonio, Texas. Allá, ese primogénito de nombre Federico, se enamoró de su maestra de
primaria y así, con esos bríos, habría tal vez aflorado -siendo niño- su visión de artista.

Una vez que la familia retornó a México, tuvieron por algunos años su estancia en Monterrey,
pero las ansias del artista y con el apoyo del doctor y Loreley, Federico cursó sus primeros
estudios de arte en la Escuela de Pintura al Aire Libre en Coyoacán junto con al maestro
Alfredo Ramos Martínez.
Este inquieto muchacho fue grande desde joven, hizo escultura, grabado, pintura en todos los
formatos y amaba hacer murales. Llegó muy joven a París por indicaciones de Alfredo Ramos
Martínez, su maestro, ya que él decía,“el muchacho estaba muy aventajado”. Llegó a las
anchas pero casi infranqueables puertas para los aspirantes a artistas en 1924, a los muy
tempranos 17 años. Su talento lo llevó lejos y le hizo crear por más de seis décadas toda clase de
pintura, grabados, dibujo, escultura y el gran formato del muralismo. Entre sus inquietudes
siempre presentes, habría sido cofundador del Salón de la Plástica Mexicana y de la prestigiosa
Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado “La Esmeralda”.
Federico fue dueño de los espacios, de una forma, un color y luces como ningún otro exponente
de la plástica mexicana y mundial. Este neolonés fue tan universal como lo fuera Alfonso Reyes
en las letras; es uno de los más grandes exponentes de la pintura, de la plástica en todos los
órdenes.

Con su muy especial talento había pintado de manera realista en su infancia y adolescencia pero
en su juventud, su conciencia artística se despertó de tal manera que revolucionaría su manera
de hacer pintura, con los grandes exponentes mexicanos del muralismo mexicano. Su vida en
París y la vida que había tenido en los EE.UU. le dieron una fama global sin igual. Sin duda, el
apoyo que recibió de la familia desde muy joven fue determinante en su éxito y larga vida
artística.

En la ciudad luz vivió por 10 años en Rue Delambre, en el barrio artístico de Montparnasse.
Sus obras fueron expuestas en el Parque de la Exposición Museo de Los Ángeles, California en
1929, y su esposa Luz Fabila, fue amiga de Frida Kahlo. A raíz de esa amistad con Frida, Cantú
y Luz entablaron una estrecha amistad con otros exponentes de la cultura mexicana e
internacional. Y aquí y allá en París, habría conocido a André Breton, Alfonso Reyes, Renato
Leduc, Antonin Artaud, José Moreno Villa, Jean-Emile Puiforcat y Luis Cardoza y Aragón,
entre muchos otros. Esto sin duda agregó luz a sus lienzos, volumen a sus esculturas y mucho
brío a todo lo que realizó por más de seis décadas. No obstante él habría dado luz, alegría y ese
gozo que da el arte a muchos de estos personajes de la cultura y del arte mundial y lo sigue
haciendo para nosotros.

Desde los 50 de siglo pasado se dedicó casi permanentemente al muralismo para la siguiente
década, comenzaba produciendo bajo y altos relieves, y es significativa la escultura
emblemática para el IMSS y para la Lotería Nacional. Creó sus últimos monumentos para la
UANL, un monumento a Alfonso Reyes y para Porfirio Barba Jacob en 1988.

Parte de su obra está con nosotros en el vitral El Huerto de Getsemaní, terminada en 1957. y que
se encuentra la capilla del Santuario de Guadalupe en Monterrey y el mural de la Universidad
Autónoma de Nuevo León. Nos queda también su obra de bronce de “La Maternidad” que
estuvo ubicada en el cruce de Morelos y Escobedo, y fue reubicada en uno de los jardines de la
Gran Plaza, en las inmediaciones frente al congreso del estado. Su obra más extensa y tallada
directamente en la piedra de la Sierra Madre neolonesa era nuestro mayor legado, pero por
desgracia sucumbió en 2002.

Cientos de sus obras están por doquier en México y el mundo. En México podemos ver por
todos lados a su majestuosa “Maternidad” en las clínicas, maternidades y hospitales del IMSS.
Su memorable bajo relieve “El flechador del sol”, de 1961, contaba con un espacio de ni más ni
menos, que una superficie total de 650 m2 en el municipio de Iturbide, tallado este en una pared
de piedra de la Sierra Madre, desapareció casi por completo en 2002, el viernes 21 de junio por
las torrenciales lluvias de esos días. Nuevo León ha perdido a una gran obra de uno de los
artistas más prestigiados a nivel mundial, restan 358 fragmentos según apunta el historiador
Fermín Téllez.

Sus obras han sido exhibidas en los más famosos museos del mundo, como el MAM de París, el
Chicago Museum, Museo MUNE, Museo de Historia, Pinacoteca de NL y el Museo del
Vaticano.
Federico, Federico Heraclio Cantú Garza, el gran artista neolonés se despidió para siempre de
este mundo, a sólo 3 días y un mes de cumplir 82 años. Murió el domingo 29 de enero de 1989
en la ciudad de México que tantas luces y tantas satisfacciones le dio.

© Mario Navarrete M.

Nota editorial La mayoría de los biógrafos señalan al nacimiento de de Federico Heraclio Cantú Garza en la ciudad
de Cadereyta donde se presume vivía la familia, esto incluyendo al mismo historiador y nieto del mismo, Adlofo
Cantú. Otros señalan que habría nacido en Monterrey. La Condesa Mont señala, con el documento del acta de
nacimiento que sí efectivamente habría nacido en Monterrey. Lo que sí señala esto es que sí está registrado su
nacimiento en Monterrey y no en Cadereyta y el acta presentada menciona el lugar de nacimiento en la calle 13 1/2
de la calle 5 de mayo. Era usual hacer esto en muchas ocasiones, inclusive hacer el registro de nacimiento años
después del mismo y en una ciudad distinta.

Por otro lado, está también el blog de Armando Santos señalando que habría nacido en la ciudad de Monterrey y
con la dirección exacta y la hora del nacimiento, escribe él, “nació el 3 de marzo de 1907, a las 2:45 horas, en 13 ½
de la calle 5 de Mayo, en Monterrey, Nuevo León“.

*Cadereyta, Nuevo León, México.

Vous aimerez peut-être aussi