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Los motivos son muchos, pero existe un acuerdo tácito de las primeras muestras del
género en la literatura, esto se le adjudica a Edgar Allan Poe a través de la invención del
detective () como protagonista de un crimen en que todas las pistas de su resolución del
mismo eran colocadas dentro de la narración haciendo participe al lector de la
investigación, “el misterio del cuarto cerrado”. Una tercia de cuento que inauguran un
género que no paro de evolucionar y se adapto a cada latitud y régimen político donde
fue reproducido. Los primeros en hacerlo fueron los ingleses; durante la época victoriana
un asesinato tubo al pueblo británico a la expectativa de saber ¿quién? ¿cómo? Y ¿por
qué?, es que un miembro de una familia burguesa hubo de ser asesinado con tal grado de
crueldad. Crimen que dejo a la sociedad victoriana sumamente preocupad; caso de una
complejidad tal que sobrepaso a la policía inglesa y el gobierno tuvo que formar un equipo
especial para resolver el caso. La resolución de este revelo algo aterrador, pero también
dio pauta a que () se inspirara en el hombre a cargo de este equipo de investigación y por
supuesto en el caso mismo para escribir lo que es considerada como la primera novela
centrada estrictamente en la resolución de un crimen “La piedra lunar”. Así es como los
ingleses dan inicio a lo que hoy conocemos como novela policial clásica, una historia que
reta al intelecto del lector ofreciendo una serie de pistas e indicios para la resolución de un
crimen o un misterio guiados por un detective excepcional.
Un hombre cualquiera pude matar, pero solo uno extraordinario pude cometer un
crimen y salir impune, y solo uno aún más extraordinario puede resolver el misterio del
crimen o por lo menos ese es el paradigma clásico, un paradigma explotado al limite por
Conan Doyle autor del más famoso detective de la historia, Sherlock Holmes, un hombre
sumamente inteligente que a través del método deductivo es capas de resolver cualquier
misterio que se le presente. Este individuo, también inspirado por un hombre real, adicto
a la cocaína posee una serie de cualidades poco convencionales. Por otro lado el
sacerdote () francés resuelve casos a través de disertaciones filosóficas y morales que le
permiten hacer critica de lo que sucede en el mundo.
Duarante el siglo XIX la novela policial jugo un papel secundario dentro de las esferas
intelectuales pues se pensaba y aún se piensa que solo se trata de un pastiche de temas
sensacionalistas que sirven para entretener a las masas. Esto quizá porque hubo un gran
auge comercial tras su aparición y era común encontrar estos libros en puestos en las
estaciones de tren, vendidos como libros que pretendían hacer el largo viaje en tren más
llevadero. Por otro lado, había personas altamente preparadas que veían en la literatura
policial el culto máximo a la razón, obras más cercanas al racionalismo y la ciencia que a
las artes o la poesía. La novel policial, como ya lo hemos señalado anteriormente, está
íntimamente entrelazada a ala creación de los estados modernos, su sistema judicial y a
las instituciones que rigen a esta estructura. La novela policial lleva dentro de sí todos los
ideales modernos, principalmente: la búsqueda de la verdad a través de la razón. De esta
forma es que la novela policiaca tiene como principal objetivo apoyar a un sistema
político y social basado en la idea de la justicia. Pero no es un género plagado de
ingenuos, sino más bien lo contrario, pues la aparición figura del detective aparece para
poner en evidencia muchas veces la incompetencia de las instituciones policiacas que con
frecuencia en esta ficción deben de acudir a individuos ajenos a ellas, con un dominio de
la razón mayor. Individuos que pondrán en marcha a la razón.
Para defender al mundo de este ente nace la policía, un aparato al servicio de la sociedad
que tiene como principal misión resguardad la calma y tranquilidad de la vida social, pero
en muchas ocasiones esta institución se ve rebasada por sus propias limitaciones
ontológicas. Por otro lado, el detective carece de las limitaciones policiacas, no hace falta
ser parte del sistema judicial, el representa la rozón pura, le encarna y a través de la
deducción, el análisis y recolección de pistas reordena la imagen del rompecabezas que es
el crimen.