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Poesías completas
Poeta brillante y
arries g a d o , s u registro es
inconfundible; los despliegues y
cierres de sus largos períodos
métricos son un desafío y un deleite para cualquier amante de la poesía
1
Tejada era doctor en Teología. Es bueno recordarlo porque en algún
repertorio de Internet he leído que era médico: consecuencias de la mala
traducción de/al inglés. La Dra. Martos halló el ejercicio latino que le confirió
la licenciatura (la parte superior del documento la puede ver el lector en la
portada de esta edición digital; tras los dísticos latinos dedicados al Arzobispo
Don Pedro de Castro, Tejada aborda el praecipuus scopus, i.e.: la finalidad
principal de la discusión, que consistió en determinar si la celebración frecuente
de la misa es verdaderamente un sacrificio).
2
Sabiamente aplicado, sobre todo, en el Canto Tercero de La Peña de
los Enamorados, donde encontramos hasta la poco frecuente rima interna.
3
“Agustín de Tejada, natural de Antequera (Andalucía), Doctor en
Teología y Racionero en el Sacro Colegio de la Santa Iglesia (Catedral) de
Granada, era celebrado en su tiempo por sus estudios sagrados y profanos. Se
sabe que editó una obra de exiguo volumen, que aun no hemos visto, a saber:
Historia de Antequera. Sus cualidades en el arte de la poesía, en el que destacó,
aparece muy especialmente en un volumen al que su compilador llamó Flores
de Poetas Ilustres. Murió el día 5 de septiembre de 1635, a la edad de 67 años”.
4
Agustín de Tejada Páez, Obras poéticas, ed. de José Lara Garrido y
María Dolores Martos, Fundación José Manuel Lara, Sevilla 2011.
5
Flores de Poetas de Juan Antonio Calderón. Año 1611. Transcripción del
manuscrito llamado Segunda Parte de las Flores de Poetas Ilustres de España.
Edición y notas de Jesús M. Morata y Juan de Dios Luque. GRANADA
LINGVISTICA. Granada, 2009.
6
Esta obra de Tejada se halla en una copia del manuscrito original,
realizada en el siglo XIX, con no excesivo rigor, por Manuel Quirós (hijo del
gran erudito Juan Quirós de los Ríos), y de la que hay una edición reciente
(Discursos históricos de Antequera, ed. de A. Rallo Gruss, Diputación Provincial
de Málaga, 2005).
1 (I)
[INVOCACIÓN A APOLO] 8
7
Este poema juvenil (escrito por Tejada en 1587, a la edad de veinte
años) es el más largo de los que nos han llegado de él; se recoge en DHL.
Consta de tres cantos, en los que se narran los desventurados amores Hamete
y Tagazona. Se trata fundamentalmente de una amplificación del poema latino
de Juan de Vílchez Silva de rupe duorum amantium. No se conserva completo;
faltan folios en los tres cantos, y en especial en los dos últimos. Con todo, se
anticipa ya como un ejercicio esplendoroso de imaginación, composición y
variedad, tanto temática como métrica. Los títulos [entre corchetes] son de mi
responsabilidad.
8
Tejada pide la ayuda del dios Apolo (el Sol) para que con sus rayos le
ilumine al contar la amorosa llama de los dos amantes. Así el poeta merecerá la
corona de laurel (árbol en que se convirtió la ninfa Dafne, amada por el dios).
********
CANTO PRIMERO
9
V. 1. Esta ciudad es Granada. Se acoge Tejada a la leyenda de que esa
ciudad fue fundada por Iliberia (de ahí los topónimos Ilíberis y Elvira, entre
otros similares), hija del rey Hispán, cuyo nombre ya nos lo presenta como
fundador de Hispania.
10
V. 17. Archidona, ciudad muy próxima a Antequera, patria de Tejada,
incluye en su término la famosa Peña de los Enamorados, que da soporte al
presente poema.
11
Vv. 33-40. Esta preciosa octava cierra con una magnífica hipérbole: el
propio Fuego ardía en su Esfera elemental (la Esfera del Fuego).
12
Vv. 63-64. 'Hamet ha sido herido por la flecha de Cupido (contra la
que no sirve ni el acero) con solo oír el nombre de Tagazona'.
13
Vv. 65-68. Errores del copista hacen oscura la recta intelección de este
pasaje.
14
V. 108. Querella, como querellarse y derivados: 'queja', 'quejarse'.
15
Vv. 138-139. Este árbol es el ciprés.
16
V. 141. La querida del pastor de Anfriso (Apolo) es Dafne, aquí ya
convertida en laurel.
17
V. 156. Tal vez, como es habitual en los siglos de Oro, es locución
adverbial de tiempo ('algunas veces, en ocasiones') y no de duda.
18
V. 169. Ato es la evolución popular de apto (>aptum). Muchas voces
que incluyen alguno de estos grupos consonánticos latinos se “relatinizan” a
21
V. 92. Tenemos en este verso un hysteron-proteron: lo ensangrienta,
hiere... (el orden lógico es el inverso).
22
V. 201. Acaso: 'casualmente'.
23
V. 209. Focaica: de Focea (Asia menor).
24
V. 221. Labor mosaica: labor de taracea.
25
V. 354. Tíbar: el oro de Tíbar era muy acendrado; Hamet lo equipara
a la cabellera de Tagazona.
26
V. 390. Algún conhorte: ‘algún alivio’.
27
Vv. 401-424. Tejada se recrea describiendo minuciosamente la
magnífica yegua y montura de Hamete.
28
V. 404. Color de acije: negro.
29
V. 409. Clines: hoy diríamos crines o en singular crin.
30
V. 415. Vasos: ‘cascos’.
31
V. 427. Miserable cuento: 'relato que produce lástima’.
32
V. 435. Hueca caja: ‘tambor’.
33
V. 464. Un cuento es un millón.
34
V. 522. Se repara: ‘se protege’.
35
V. 593 y ss. Tejada describe la Peña de los Enamorados, bordeada por
el fecundo Guadalhorce, y tan alta que llega hasta las nubes.
CANTO SEGUNDO
Argumento 36
36
El argumento de este Canto II es el único que conservamos. Era
normal en los grandes poemas el encabezamiento con una sinopsis de la parte
correspondiente.
37
V. 32. El carro de Venus era tirado por palomas blancas.
38
V. 39. Onza: felino parecido a la pantera. Tigre podía ser masculino o
femenino.
39
Vv. 46-48. Tejada despliega una larga enumeración de cierre.
40
V. 83. Rosando: de rosar ('llenar de rocío').
41
V. 98. Ha de sobreentenderse tanto tras hondas, correlato consecutivo
de que.
42
V. 165. Ínfimas: ‘las más profundas’.
43
Vv. 166-168. Otra larga enumeración de cierre de estrofa.
44
Mavorcio: ‘del dios Marte’ (Mavorte), ‘marcial’.
45
V. 248. La aparición de un cometa era el peor augurio posible.
46
V. 288. Salteaban: con valor intransitivo (‘cometían asaltos’).
[....................Lacuna.................................]
47
V. 350. Desde luego: ‘desde ahora mismo, desde este momento’.
48
V. 351. Recuerda: ‘despierta’.
49
V. 366. Fuerte sinéresis en el triptongo veais
[.......................Lacuna...........................]
50
V. 389. Prolijo: ‘dilatado’.
51
V. 425. Impias era habitualmente voz bisílaba, porque mantenía el
acento en la primera sílaba (como en latín).
52
V. 445. Mas: hoy emplearíamos la conjunción adversativa sino, por ser
coordinación subsiguiente a una proposición negativa.
53
V. 448. Enumeración para cierre de estrofa.
54
V. 453. Estupenda: ‘que produce asombro, estupor’.
55
V. 469-504. El reino sin consuelo es el Orco (el infierno en la mitología
clásica). Tejada dedica varias octavas a pintar el infierno.
56
Vv. 473-449. Tejada nos ofrece un alarde de enumeración: lo son las
dos octavas en casi su totalidad.
57
V. 497. Tejada nombra a los tres ríos del Infierno.
58
Vv. 511-536. Tejada ahora nos describe el cielo (el Elíseo) y a no
pocos famosos moradores, amantes que fueron víctimas del amor.
59
V. 614. Este verso, tal como nos ha llegado, no hace sentido.
[CANTO TERCERO]
60
Pórfiro es voz que alternaba con pórfido (que acabaría imponiéndose).
.
61
V. 44. En el códice falta una(s) grafía(s).
62
V. 48. El códice lee: que admita estos servicios funerales. Pero la forma
verbal admita, en singular, no es viable, ya que su referente es plural (sus almas
inmortales); si enmendamos y aceptamos el plural admitan, nos resulta un
dodecasílabo: que admitan estos servicios funerales; propongo, pues, una doble
enmienda: admitan y los (por estos).
63
Vv. 49-100. Tejada abandona el empleo de las octavas y continúa con
un despliegue de cuatro estancias de trece versos (hepta y endecasílabos).
64
V. 81. Etiopia era -como aquí- con gran frecuencia voz de tres sílabas
con acento en la segunda.
65
V. 198-100. Epigrama alternaba el género (aquí es femenino). En
estos versos se nos anuncia un certamen poético entre las ninfas para premiar
al mejor epitafio de los amantes. Ya se nos avisa que ante la alta y homogénea
calidad de las poesías, no pudo otorgarse el premio. Verá el lector la variedad
de metros empleados (tanto castellanos como italianos), y la maestría del
juvenil Tejada en su ejecución.
Las Náyades,
que son ninfas de los ríos,
pusieron este epitafio:
[Décimas]
66
V. 14. Echar el resto es fraseologismo -hoy coloquial- de antiguo y
dilatado cultivo.
67
V. 36. Preciosa: 'de mucho precio'.
68
V. 60. El último vale: 'el último adiós'. En latín vale y su plural valete
('te/os deseo buena salud') eran las fórmulas de despedida. De ahí su uso en
castellano culto.
Las Napeas,
que son ninfas que guardan y habitan los bosques,
pusieron esta elegía:
[Tercetos]
69
V. 14. La sintaxis pediría la preposición en delante de aquello, pero
generaría hipermetría.
Las Oréadas,
que son las ninfas que habitan y guardan los montes,
pusieron estos versos:
[Soneto]
Las Nereidas,
que son las ninfas del mar,
pusieron este epigrama:
[Soneto]
Las Hénides,
que son las ninfas que guardan los prados,
pusieron este elogio:
[Redondillas]
Las Dríades,
que son las ninfas que guardan y habitan los bosques,
pusieron estos versos:
[Octavas]
Las Hamadríades,
que son las ninfas de los árboles,
pusieron este epitafio:
70
Nótese que en las dos octavas de inicio (vv. 1-16) Tejada se sirve de
la rima interna. Este recurso no es muy usual en la tradición castellana. Un
precedente de prestigio es la Égloga II de Garcilaso. En este largo epitafio de
las Hamadríades Tejada se sirve de una rica combinación de estrofas: las dos
octavas citadas de rima interna, dos estancias de trece versos y un soneto.
71
V. 37. Valete: el adiós.
[EPÍLOGO]72
72
[Epílogo]. Tejada cierra con cuatro octavas el largo poema de La
Peña. En la primera se dirige a una dama; en la segunda y en la tercera
pronostica la fama de los amantes y del poema, y en el cuarto solicita el
acogimiento del rey Felipe II (columna de Austria).
73
Vv. 1-8. Tejada pide en esta octava a una dama, de nombre poético
Clarinia, que, en atención a la historia de los dos amantes, muestre menos
altivez ante sus requerimientos amorosos.
FINIS
***********************
74
V. 24. Las Ursas y el Canopo son referencias astronómicas al Norte y
al Sur respectivamente.
75
V. 29. En el códice falta el quinto endecasílabo de la octava con rima
en -emplo. Debía de ser algo como *acoged esta obra en vuestro templo.
76
Tejada cierra el poema con un famoso hexámetro del Ars Poetica de
Horacio (“alcanzó el mérito mayor quien supo combinar lo útil con lo
ameno”), que sin duda refleja la voluntad artística del vate antequerano.
2 (XI)
77
Este poema, recogido en el ms. conocido como Poética Silva (PS), es
una composición de academia, compuesto por sesenta octavas reales. En ese
códice encontramos cuatro grandes poemas dedicados a los Cuatro Elementos
por cuatro vates de los que formaron la Academia de Granada, bajo el
mecenazgo de Don Pedro de Granada Venegas: al Fuego (de Gutierre Lobo),
al Aire (de Agustín de Tejada), al Agua (de Andrés del Pozo) y a la Tierra (de
Pedro Rodríguez de Ardila).
78
V. 31. En el ms.: mormollo.
79
V. 32. En el ms.: essento.
80
V. 92. Arzaete (así en el ms.).
81
V. 116. El verso es hipérmetro en el ms.: /favonio rendía a el euro y el
norte a el austro/. Corrijo atendiendo el final del v. 114.
82
V. 123. En el códice: asegura.
83
V. 131: en el ms Tremodonte.
84
V. 147. En el ms.: Tinachria.
85
V. 150. En el códice: de faro.
86
V. 153. En el ms.: essenta.
87
V. 154. Así en el ms.: planta. Probablemente Tejada escribiera *plata.
88
V. 188. En el ms.: los cabellos. Es evidente errata. Los caballos lucíferos
que tiran del carro del Sol son los que se inclinan en Occidente. La PS incurre
en el mismo error en el poema 64 (Liras de Arjona a Pozo), en cuyo verso 71
es el Sol quien sus caballos (no sus cabellos) retira al oceano. También Luis
Martín de la Plaza usa la misma figura en su Psalmo que arranca “Venid, ¡oh
castas vírgenes”, en cuyos versos 9-11 se lee: “mientras el sol dorado, / del mar
donde apagó su rubia llama / sacare en sus caballos de oro al día...”. Una mala
lectura de Quirós y R. Marín (cabellos) determinó que ese error se mantuviera
en mi edición de las poesías del vate antequerano. El acceso al manuscrito
permitió su corrección para la editio maior.
89
V. 234: el ms. lee Aliama. Casi todos los topónimos y nombres propios
de esta parte del texto se hallan alterados.
90
V. 235. El verso es dodecasílabo, salve que leamos *Pérseo.
91
V. 236. En el ms. Beootes.
92
V. 288. Encontramos una recolección para el cierre, no de una, sino de
dos estrofas.
93
Vv. 289 y ss. Tejada describe con extraordinario colorido y vigor una
tempestad marina y sus efectos en las naves azotadas por ella. Destaca la riqueza
y la precisión de la terminología náutica de la época, de la que nuestro poeta se
muestra gran conocedor (en esta y en otras composiciones).
94
V. 295. El ms. lee: xafa.
95
V. 322. En el ms. hay hipermetría: tronchan los remos, quebra[n]ta[n]
las postizas. En quebrantan el copista se autocorrige.
96
V. 324. En el ms. candalizas.
97
V. 345. El ave Roco era un animal fabuloso, gigantesco y potentísimo,
capaz de alzar hasta las nubes un navío.
98
V. 405. El ms. lee: garxino. Con seguridad se refiere al viento garbino.
99
V. 406. En el ms. Curonoto.
100
V. 412. El códice lee: atormentaban. Pero es claro error del copista,
porque altera la consecutio temporum exigida por la condicional siguiente.
101
V. 447. En el ms.: Garjino.
102
V. 449. Pestilencias: ‘epidemias de peste’.
3 (XXXVII)
103
V. 9. En el vocablo ahuyentes ha de aspirarse la -h-, como casi siempre
ocurre en Tejada cuando trata el fonema /h/ procedente de F- inicial latina o
asimilada.
4 (X L)
A Polixena104
104
En título y en v. 4 de Flores de Poetas (FP): Polizena por Polixena.
Polixena, como sabemos, fue un personaje homérico. Era hija de Príamo, rey
de Troya, y de Hécuba, y hermana de Paris y de Héctor. Fue sacrificada en
presencia de su madre por Pirro, obedeciendo el mandato de su padre Aquiles.
5 (II)
105
Santa Eufemia era patrona de Antequera, patria de Tejada. El texto
de DHA es de lectura especialmente difícil, debido a la impericia del copista
Quirós (pueden consultarse las enmiendas al texto en L-M). Esta santa mártir
padeció, según se lee en el poema, tres tormentos: el de la rueda (como Santa
Catalina), el del fuego (como San Lorenzo) y el de la espada (como Cristo por
la lanzada).
106
Esta composición (a la que Tejada llama himnos) es una canción que
consta de ocho estancias de quince versos y un envío de diez.
107
V. 42. En él deja quemarse: ‘en él se deja quemar’ (el ave fénix).
108
V. 76. Era creencia común que la salamandria era inmune al fuego.
109
V. 78. En la estancia falta un endecasílabo con rima en -anto. Por el
contexto, y por la similitud con el poema a San Lorenzo (nº 6), creemos que
sería algo como *y no sentisteis de la llama espanto.
comunica el tesoro
de esmeraldas y púrpura y de perlas,
115 rubíes, aljófar, margaritas, oro,
que queréis por el cielo dependerlas,
con rosicler bordando
y con los pies hollando
la cumbre eterna del inmoble impirio
120 do os mostráis como rosa o blanco lirio.
Canción, que quieres de la gran Eufemia
decir las merecidas alabanzas:
viendo la gran alteza del sujeto,
ya verás como aspiras poco afeto,
125 pues por lo menos es lo más que alcanzas,
que tal materia a enmudecerte apremia
porque, para escribir tan grande suma,
es menester más elegante pluma
y lenguaje más alto y más facundo,
aprendido en el Cielo y no en el mundo.
6 (III)
110
Tejada dedica treinta redondillas a cantar el martirio y la apoteosis de
San Lorenzo. Debemos recordar que el culto a este santo español alcanzó en
aquellos años su mayor esplendor, a lo que no era ajeno el impulso del monarca
Felipe II con la construcción del fastuoso monasterio de El Escorial, dedicado
al santo.
111
V. 3. La laureola: la corona de laurel. La afinidad latina de las voces
Laurentius y laurus le permiten al poeta el juego conceptual entre el mártir y su
corona martirial.
112
Vv. 23 y ss. Como se sabe, San Lorenzo fue quemado vivo. Tejada
aborda el martirio en clave jocosa. Hoy nos parecen de mal gusto bromas como
esta de Tejada (‘Lorenzo fue guisado al fuego para que se lo comiera Dios; y si
Lorenzo se come a Dios en el pan de la eucaristía, en reciprocidad Dios se come
a Lorenzo asado a la parrilla’). Pero en nuestros siglos de Oro eran
apreciadísimas y divulgadísimas.
113
Vv. 35-36. Entiéndase: al igual que Elías subió al cielo en un carro de
fuego, Lorenzo subió al cielo por el fuego de la parrilla.
114
V. 62. Treme: ‘tiembla’
115
Vv. 71-72. Es conocida la leyenda de que San Lorenzo les dijo a sus
verdugos algo como: “Volvedme del otro lado, que por este estoy asado”.
Y no os da la llama espanto,
aunque os va el cuerpo abrasando,
75 porque dentro os va inflamando
mayor llama el pecho santo.
Y fue el venturoso encuentro
del fuego y vos de manera,
que es humo, el fuego de fuera,
80 del fuego que está allá dentro.
Y os son los fuegos, amenos,
y dulce la llama fiera,
porque excede en gran manera
lo que es más a lo que es menos.
85 El ave Fénix es fama
que se consuma en el fuego,
y otra vuelve a nacer luego,
cobrando vida en la llama.
Al Fénix os parecistes,
90 pues del fuego os levantastes
y nueva vida cobrastes
y nueva pluma os vestistes.
Y esa pluma que os adorna
es tan celeste y gallarda,
95 que, aunque más en llamas arda,
a ser más hermosa torna.
Salamandria parecéis
pues en el fuego vivís,
y si al fin en él morís
100 es por que vida cobréis.
No me espanto del sosiego
que en medio el fuego mostráis,
porque bien os conformáis
un fuego con otro fuego.
105 Fuisteis como el alcanfor,
que, si arde en una fragua,
7 (X)
116
Esta hermosísimay vibrante canción mariana consta de seis estancias
de quince versos y un envío de ocho. El poeta va comparando a la Virgen María
con el Norte (guía de sus pasos), la Nube benéfica, el Ave (tras la que el poeta
quiere volar), el Monte (donde reposa Dios), la Aurora (que deslumbra al
propio sol) y el Mar (por el que el poeta quiere navegar).
117
V. 15. Tejada se supera a sí mismo, clausurando cada una de las
estancias y el envío de la canción con sendos endecasílabos de recolección.
Asistimos a una demostración de maestría y brillantez.
118
V. 70. El ms. lee: Clissie. Recordemos que la ninfa Clicie fue
convertida en girasol, y se gira siguiendo el curso del astro. Tejada se declara
‘Clicie de la Aurora’ (María).
119
V. 81. En el ms. parece leerse: bregas, que no hace consonancia.
ya en peñascos lo pega;
rompe la palamenta y racamanta 120
estanterol y gúmenas quebranta;
85 triza, timón, escandelar y troza,
cables, amarras, áncoras, barbeta,
cuadernas y faoneta,
árbol, velas y jarcias le destroza,
mas tendrá a su pesar, pues tu lo llevas,
90 blancas velas, fuerte árbol, jarcias nuevas.
Intacta Virgen, mi canción hoy sube
ante vos; recebilda alegremente,
pues sois del cielo puerta refulgente,
Aurora, Norte, Mar, Monte, Ave, Nube,
95 que tendrá, si es de vos favorecida,
buen suceso, alta fama, eterna vida.
120
V. 83. En el ms.: Recamanta. En este pasaje Tejada recoge una
cantidad considerable de términos náuticos. Ya hemos comentado su afición
a ellos.
8 (XIII)
Canción. Tejada.
En alabanza de los Reyes Magos.121
121
Esta larga canción consta de doce estancias de diecisiete versos y un
envío de seis.
122
V. 17. Este endecasílabo resulta especialmente logrado y eficaz.
123
V. 18. Tal vez: ‘en ocasiones, algunas veces’. Es el uso habitual de esa
locución adverbial.
124
V. 35. Típica recolección tejadiana de cierre.
125
V. 55. Este nuncio es el arcángel Gabriel.
126
V. 81. Petrea es voz trisílaba y paroxítona.
127
V. 120. En PS: Egipto, que no consuena.
128
V. 149. En PS: niño.
9 (XXXII)
129
Esta famosa, brillante y elaborada canción consta de 12 estancias de
15 versos y un envío de seis. Se recoge tanto en la PS como en las Flores de
Poetas ilustres (FPI) de Pedro Espinosa.
130
V. 39. Parafrasea Tejada diversos pasajes bíblicos, empezando por el
famoso locus del Cantar de los Cantares, tantas veces referido a la Virgen: Quae
est ista quae progreditur quasi aurora consurgens, pulchra ut luna, electa ut sol?
131
V. 84. En las Flores de Espinosa (FPI) se lee el plural enfrenaban. Pero
la sintaxis y el cotejo con la Poética Silva, imponen el singular (enfrenaba),
porque el sujeto es el suelo.
132
V. 105. Nueva recolección de cierre.
133
V. 113. Enumera Tejada las nueve clases de espíritus angelicales (las
angélicas escuadras, o cohortes de sus versos).
134
V. 121. Los doce Cisnes son los doce apóstoles.
135
V. 134. Tanto el impreso como la PS leen: el mar Nilo. Pero es error
de copia, porque mar no es sujeto, sino objeto indirecto de da. El esquema
sintáctico es éste: ‘Nilo da siete heridas con siete cuernos al mar cuando se
mete en él’.
136
V. 165. Recolección de cierre.
137
V. 168. En FPI: el río. Corrijo con la sintaxis y con la P.S.
138
V. 180. Recolección de cierre.
10 ( XXXIII)
139
Vuelve Tejada a emplear en esta canción estancias de quince versos
(once en total) y un envío de ocho.
140
El gran rector del piélago es Neptuno. La combinación de elementos
de la mitología clásica y de la tradición cristiana fue muy cultivada en la poesía
antequerano-granadina. Aquí vemos a Neptuno admirarse del paso de la barca
que transporta camino de Andalucía a los Siete Varones Apostólicos enviados
por San Pedro y San Pablo para cristianizar Hispania. Acaso la mejor y más
bella expresión de esta síntesis de lo cristiano y de lo pagano sea el poema latino
de Juan de Aguilar De Sacrosanctae Virginis Montis Acuti translatione et
miraculis panegyris, al que aludiremos al comentar el poema de Tejada, nº 11
de esta edición, que lo parafrasea in extenso. El texto latino de Aguilar (y su
traducción al castellano) puede consultarse en esta página web.
141
V. 20. FPI muestra una errata evidente repite hiriendo a fin de verso
(como el v. 17). Corrijo de acuerdo con el texto de la Poética Silva.
142
V. 30. Se sirve Tejada con profusión de la recolección de cierre: en los
versos 30, 45, 60, 75, 90, 105, 150 y 173.
de la fe verdadera se remonta
y a Dios con ritos bárbaros ultraja.
Vuestro es el recogerlo a los apriscos
80 de verdadera fe, de virtud pronta,
que ensalza humildes, que soberbios baja.
La humildad veis tan pobre, humilde y baja,
de que Dios nos levanta y entroniza
a tan divino oficio,
85 pues que nos hace, oh maravilla extraña,
los primeros apóstoles de España,
por quien sus estatutos eterniza,
da fe al ganado, ritos quita y vicio;
por quien puede la gente de este suelo
90 ver a Dios, vestir luz, pisar el cielo.
»No nos promete púrpura de Tiro,
a quien la crespa concha del mar tiñe,
ni altos palacios con follajes de oro,
ni diamante, rubí, perla, zafiro,
95 ni la corona que a los reyes ciñe,143
ni montes altos de inmortal tesoro,
ni, guardando el cincel bello decoro,
ebúrneos lazos de soberbias tallas,
dorados chapiteles
100 ni arcos altivos de artificio raro;
de los bruñidos mármores de Paro
no estatuas, no trofeos, no medallas,
raros milagros de únicos pinceles:
por conocer riquezas de esta suerte,
105 tener fin, ser escoria, alcanzar muerte.
»Mas en lugar de púrpura, demanda
quien rige el globo de inmortales luces
nuestra sangre que tiña aquestos llanos;
143
V. 95. En el impreso ciñen. Corrijo el verso con la PS.
144
V. 122. El impreso lee la forma nada etimológica Eufracio. Esa licencia
se la toma Tejada para mantener la consonancia con espacio. En la PS. hallamos
el correcto Eufrasio. Estas confusiones abundan en una región (Andalucía)
donde operaban el seseo antiguo y el actual.
145
V. 143. El impreso lee inflama, de imposible rima con el infame de la
estancia. Corrijo de acuerdo con el texto de la Poética Silva.
146
V. 158. Los tres faroles que, según Tejada, guarda la tierra granadina
son los restos de los santos Cecilio, Torcuato y Segundo (acaso Tesifonte).
147
V. 167. Castro es Don Pedro de Castro y Quiñones, Arzobispo de
Granada, gran mecenas de las artes y las letras, por quien Tejada sentía especial
devoción.
11 (XXXVI)
148
Este extraordinario (stricto sensu) poema sobre la llegada de la
imagen de la Virgen de Monteagudo desde Flandes a Antequera, se halla solo
en el Cancionero Antequerano CA, manuscrito que fue editado con notables
errores por D. Alonso y R. Ferreres en Cancionero Antequerano, Madrid, 1950,
y penosamente reeditado por M. L. Íñiguez Barrena en 1989, con todos los
errores anteriores más la pretensión de la originalidad. J. Lara se ocupa del
poema en Silva Antequerana II, concretamente en el cap. IV: “Un audaz
experimento de Agustín de Tejada Páez”. Tuve ocasión de colaborar con el
autor en el aspecto textual del poema; tal aportación es la que aquí se ofrece.
Este poema es, entre otras cosas, una amplificatio del Panegírico latino de
Aguilar, del que antes hablamos.
149
V. 16. Este endecasílabo (libre de los naufragios el piloto) es pie de
glosa de un certamen poético celebrado en Antequera con motivo de la llegada
de la imagen de la Virgen de Monteagudo. Luis Martín de la Plaza lo glosa en
algunos sonetos, y el propio Tejada lo repite en este poema en varios cierres de
estrofa.
150
V. 26. En el ms. Ocçeano.
151
En el v. 31 el ms. lee Trisones. Es evidente errata por Triones, repetida
por Toledo y Godoy. Alonso-Ferreres asombrosamente imprimen tritones (que
difícilmente pueden ser elados y plubiosos).
152
V. 34. El ms. lee, erróneamente, Molsa.
153
En el V. 49 Alonso-Ferreres leen (equivocadamente) se agradó en este
asiento. En el ms.: s'agrado deste asiento. Por otra parte, es habitual, en la
transcripción que de este poema hace Toledo y Godoy, el uso de las formas
contractas deste, desta, desto, destos, destas.
154
V. 51: el ms. lee gueco.
155
V. 57: el ms. lee bengasse. Es muy predominante (pero no uniforme)
el empleo de las geminadas intervocálicas [-ss-] para representar al fonema
sordo /s/, ya sea en el imperfecto de subjuntivo, ya en vocablos de estructura
análoga.
156
V. 72. El códice lee: /i agora onrase mas estas ençinas/. Suprimimos
la conjunción i (‘y’) del arranque, para mantener la trabazón sintáctica de este
dilatado período.
157
V. 87: el ms. lee redenpçion.
158
V. 90: en el ms. aparece la abreviatura griega XPO.
159
V. 95: en el ms. se lee susecsor.
160
V. 102: el ms. lee gueco.
161
V. 108. En el códice: de varias fuentes. Alonso-Ferreres imprimen, con
buen sentido, aunque sin advertencia, de varias suertes.
162
V. 122: el adjetivo impio(s)/a(s) conserva, en todo el poema, su
acento etimológico en la primera sílaba.
163
V. 128: el ms. lee, por error, Minas. Se trata del gigante Mimante.
164
V. 142: el ms. lee claramente Flegra; Alonso-Ferreres imprimen Etna.
165
V. 143: el ms. lee nacen; Alonso-Ferreres enmiendan con buen
sentido: yacen.
166
V. 150. Este verso es usado por Collado del Hierro en su poema
heroico Granada.
167
V. 153: el ms. lee un imposible y encendido.
168
V. 163: el ms. presenta pecado. Alonso-Ferreres: pecados.
169
V. 164: el ms. presenta tragado; Alonso-Ferreres: trazado.
170
V. 169: el ms. lee los boluiesse a traer.
171
V. 176: Alonso-Ferreres omiten la conjunción y.
172
V. 182: en el ms. se lee destintas.
173
V. 183: Alonso-Ferreres leen, erróneamente, colores varias.
174
V. 202. Agustino, claro Sol es adaptación de Tejada al apelativo con
que se conoce a San Agustín: Augustinus lux doctorum. La Madre Magdalena
de San Jerónimo a que alude Tejada era monja de la Orden de San Agustín, de
ahí que la llame hija obediente de Agustino.
175
V. 205: el ms. lee digno (que no consuena).
176
V. 211. El “mal caduco” (morbus caducus) que padecía la Madre
Magdalena era la epilepsia. También era llamado morbus Herculeus (así lo hace
Juan de Aguilar en su Panegírico, con referencia a este mismo caso milagroso).
177
V. 223. El ms. lee por error, se vido; el sentido exige te vido.
178
V. 240. El ms. lee con signos de paréntesis «Nereo mismo (a quien la
falsa fama)».
179
V. 242. El códice lee: ynportuno tanbien tus plantas uesa. M. Roldán
y J.M. de la Torre, basándose en el cotejo con el Panegírico de Juan de Aguilar
(teque et Portunus adorat) proponen enmendar así: ‘Y Portuno también tus
plantas besa’. La propuesta parece razonable.
180
V. 244: el ms. lee guecas.
181
V. 246: el ms. lee Xinbonba; se propone, con Alonso-Ferreres,
rimbomba.
182
V. 296: el ms. lee, por error, frescas yerua.
183
V. 359: la eufonía del verso demanda una acentuación paroxítona
para el adjetivo austriaco (que en nuestra habla culta suele tratarse como
proparoxítono).
184
Descendencia de Carlos V. Efectivamente el Archiduque Alberto de
Austria y su esposa la infanta Isabel Clara Eugenia (hija predilecta de Felipe II),
gobernadores de Flandes, además de primos hermanos, eran nietos del
Emperador Carlos V.
185
V. 381. El ms. lee: fue de tan poco q. s. i. ll. Parece obvia la enmienda.
186
En el V. 400 el ms. registra una errata del copista: despejado por el
correcto despojado.
187
V. 408: el ms. lee Molsa.
188
V. 412. En el códice se lee: Las lágrimas del mar parece un error del
copista. Proponemos Las lagunas del mar.
189
V. 420: en el ms.: Molsa.
190
En el v. 421 Alonso-Ferreres cometen un error en la distribución de
grafemas y les resulta un sinsentido. Ellos leen "turbias con la tristeza ya, si
jura", en lugar de la forma correcta "...y así jura".
191
En el v.426 Alonso-Ferreres (con razón y sin advertirlo) corrigen en
el ms. ierba por tierra.
192
V. 429: el ms. lee susterraneos aquaductos.
193
V. 440: el ms. lee indignados.
194
V. 464. En el códice se lee Hemmides. Estas Hemmides son, en
realidad, las hénides, ninfas de los prados que aparecen, por ejemplo, en el v. 40
de la Fábula del Genil de Pedro Espinosa y en el Poema de la Peña de los
enamorados del propio Tejada. Alonso-Ferreres, en nota final (p.449), se
interrogan sobre su significado, sin hallar respuesta. Escriben: «V. 463: "ya las
Hemmides" (?)».
195
En los v. 464-5, Alonso-Ferreres cometen dos errores de
interpretación. El primero consiste en leer "...y a las Hémmides", en lugar del
correcto "...ya las Hénides", porque estas ninfas son el sujeto (no el
complemento indirecto) del verbo niegan. El segundo error es entender los
bellos bultos del ms. en la acepción de "rostros, caras" (vultos). El contexto
indica sin ninguna duda que el poeta se refiere a los cuerpos (bultos) de las
ninfas: a consecuencia de la traslación de la imagen a Antequera, el monte agudo
flamenco pierde todo su esplendor; incluso las Hémmides (hénides) les niegan
ya a los prados la presencia de sus bellas formas corporales.
196
V. 470: el ms. lee guecos.
197
V. 489. El Sequana es el río Sena. En su itinerario desde Bélgica hasta
Antequera la Virgen de Monteagudo ha de cruzar los grandes ríos de Francia
(Sena, Loira y Garona), Los Pírineos (“Pirene”) y los ríos españoles (Ebro,
Duero, Tajo (nada se nos dice del Guadiana) y Guadalquivir (“Betis”) hasta
llegar a las orillas del río de Antequera, el Guadalhorce o Síngilis.
198
V. 496. El Lígeris es el río Loira.
199
V. 500. El ms. lee presentarse.
200
V. 502: La puntuación de Alonso-Ferreres («con mano larga, no con
mano pródiga») es tan errática que induce a lo contrario de lo que afirma el
poeta. En efecto, Tejada sugiere que los dos ríos franceses compiten entre sí y
acaban apiñando sus aguas para hacerlas más abundantes ante las plantas de la
Virgen Los editores no entendieron tampoco la broma de contraponer una
mano larga con una mano pródiga.
201
El ms. lee en el V. 509 lleuo. Alonso-Ferreres, con lógica, pero sin
advertirlo, imprimen llegó.
202
El ms. en el V. 511 lee que Perene. En la ed. de Alonso-Ferreres se lee
do Pirene.
203
V. 521: en el ms. se lee llenas; Alonso-Ferreres imprimen llanas (que
resulta allí redundante).
204
V. 523: el ms. lee: les dan paz; Alonso-Ferreres imprimen con acierto
y sin advertencia: le dan paz.
205
V. 528: benigno.
206
V. 537. El ms. lee guespeda.
207
El V. 545 se lee así en el ms: alegre reçiuistes a la reyna. Sin embargo,
en Alonso-Ferreres: alegres recibisteis.
208
V. 574. En el códice: le dijeron.
209
V. 582: el ms. lee Tarifa.
210
V. 621: el ms. lee sequez.
211
V. 635: Alonso-Ferreres imprimen entrelazos.
212
V. 668: Alonso-Ferreres imprimen blanca. Aunque la caligrafía del
ms. pueda hacer dudar, la morfosintaxis desautoriza esa lectura: ámbar es
masculino y, por tanto, ha de optarse por blanco.
213
En el V. 672 el ms lee Aurora; Alonso-Ferreres, autora.
214
En el V. 673 el ms. lee tantas colores; Alonso-Ferreres, tantos colores.
215
V. 690: el ms. lee electro. Se propone eletro por evidentes razones de
consonancia con cetro.
216
V. 700: Alonso-Ferreres imprimen, por error, blanca niebla.
217
V. 729: el manuscrito lee Bonalegre. Claro está que en el topónimo
hay una alteración: la rima exige un final de verso en -eje (o -ege).
218
V. 730. El ms. lee ardiente zelo. Nos hallamos ante otro error del
copista: el verso ha de terminar en -ego, para mantener la consonancia de la
octava. Con toda seguridad, la forma correcta es la propuesta (ardiente fuego).
219
V. 741: el ms. lee peltro.
220
V. 771: el ms. comienza al mundo es su birtud; Alonso-Ferreres: al
mundo su virtud.
221
V. 775. Don Diego del Castillo fue el mecenas que corrió con la
mayor parte de los gastos de la translación del icono flamenco a Antequera.
El fin.
222
V. 828. El ms. lee Pondo.
12 (LVI)
223
Esta canción, manuscrita en el CA, consta de treinta y cuatro estancias
(aliradas) de seis versos.
224
V. 37: Hipómetro. Con Alonso-Ferreres se inserta otro.
225
V. 63: en el ms. se lee a lebantado.
226
V. 66. El ms. lee sera el sujeto de mi canto y lira. La concordancia con
el Tú del v. 61 explican la corrección propuesta.
227
V. 96. Eufrates es aquí, como es normal en los siglos de Oro, voz
paroxítona.
228
V. 102. Por error del copista se lee injusta mano.
229
V. 143. El códice lee ingrato censo.
230
V. 162. El ms. lee: es hiero es Zera.
231
V. 168. En el códice: oprimido.
232
V. 174: En el ms. sinjacos.
233
V. 184. En el ms.: ni el mar.
234
V. 204. En el ms.: Ruho.
13 (VII)
[Agustín de Tejada].
A la muerte de Barahona de Soto.235
235
El gran poeta lucentino Luis Barahona de Soto había nacido en 1548,
y murió en Archidona en noviembre de 1595. Sobre esta fecha, pues, debió de
escribir Tejada este soneto.
14 (VIII)
El mismo.
A la muerte de Hernando de Herrera.236
236
El Divino Herrera murió en su Sevilla natal en 1597; de esa fecha ha
de ser el soneto de Tejada. Con motivo del IV Centenario de su muerte, tuve
ocasión de publicar un breve artículo que trataba de señalar algunas semejanzas
y diferencias con otro poeta antequerano: Luis Martín de la Plaza (“Ecos de
Fernando de Herrera en Luis Martín de la Plaza: asimilación y lejanía”, en
Revista de Estudios Antequeranos, nº 9, 1997, pp. 145-162.). Cualquier lector
que compare la obra de Tejada con la de Herrera comprobará la perfecta
asimilación que el antequerano acepta y potencia del mejor Herrera, mucho
más intensa que la detectada en Luis Martín.
237
V. 10. El ms. lee el sacro Betis por el evidente al sacro.
15 (XIV)
[Agustín de Tejada]
Liras. A la muerte del Rey Don Filipe II.238
238
Título. El copista de PS utiliza aquí y en las restantes ocasiones en
que se refiere al rey la forma latinizante Philippe. Modernizo la grafía. Como se
sabe, este monarca murió en 1598. En este magnífico poema funerario, escrito
en estancias aliradas de seis versos, Tejada desarrolla una estructura en paralelo.
Primero describe los rasgos distintivos de seis figuras: águila, nave, garza,
Anteo, Sol y ave Fénix; a continuación va comparando al rey Felipe con cada
una de ellas para destacar las cualidades excepcionales del monarca.
239
V. 38. Probablemente Tejada escribiera *cielo.
240
Este sacro asiento... es el carro del sol.
16 (XV)
241
V. 1. En pecho: ‘en tributo’.
17 (XVI)
[Agustín de Tejada]
A la muerte del Rey Felipe II.
Canción.242
242
Esta canción es, quizá, la composición más esplendorosa y brillante,
la mas tejadiana, sin duda, de toda su producción fúnebre. En cuatro estancias
de dieciocho versos, despliega, como en el poema anterior, una serie de
comparaciones entre el monarca y el pavo real ('pavón'), el león, el verano (i.e.:
'la primavera'), la serpiente y el fénix. La briosa elegancia del poema se cierra
con una recolección magistral de los términos comparados.
243
V. 8. La belleza del pavón contrasta con la fealdad de sus pies; Felipe
II, como aquel, solo tuvo tacha por los pies: padecía de gota.
244
Vv. 10-18. El león enfermo y febril (con suma calentura) aviva el
deseo de todos sus animales enemigos por darle muerte, pero, aun en ese
estado, con un solo gesto es capaz de espantarlos (como el rey Felipe II).
245
Vv. 26-36. Al igual que con la llegada de la primavera, la serpiente
aletargada despierta mudando la piel, así el rey, al morir, dejó la piel humana
luciendo otra más hermosa: la de la inmortalidad.
246
V. 64. Más prudente (que la serpiente) es una alusión de Tejada a una
frase evangélica (Mateo 10, 16): Estote ergo prudentes sicut serpentes et simplices
sicut columbae ('Sed, pues, prudentes como serpientes y sencillos como
palomas'). No podemos olvidar la profesión religiosa de Tejada, de ahí esa cita
que le resultaba extraordinariamente familiar.
247
V. 70. Este fénix segundo es el nuevo rey Felipe III, hijo del difunto
Felipe II. Lo que resulta bastante discutible es que el nuevo rey fuera raro y,
sobre todo, bravo (hermoso, parece que sí).
18 (XXIV)
De Agustín de Tejada.
Al túmulo de la Duquesa de Lerma.248
248
Doña Catalina de la Cerda, esposa del valido más poderoso de su
tiempo (el Duque de Lerma), murió en 1603. Dado el poder y la influencia de
la familia, su muerte fue cantada por los grandes ingenios de la época. Este
soneto, con los mínimos cambios ad hoc, fue plagiado por un (¿poeta?)
granadino, de nombre Gabriel Lozano, para las honras que en Granada se
hicieron por la muerte de la reina Margarita de Austria en 1611 (vid. L-M).
19 (IX)
249
Don Antonio Sirvente falleció el año 1606.
20 (XLIII)
250
La reina Margarita, esposa de Felipe III, murió el 3 de octubre de
1611. Si grande fue el reflejo literario y artístico de la muerte de la Duquesa de
Lerma, el de la reina Margarita sobrepuja cualquier comparación. En otro
orden de cosas, resulta llamativo que Tejada, para el arranque del segundo
terceto (Sele liviana, pues, oh madre tierra) casi calque el de otro comienzo de
terceto de una égloga juvenil perdida: Sele liviana, pues, pesada tierra,
rememorada por él en los DHA.
21 (XLVIII)
Del Doctor Agustín de Tejada.
Al Condestable en la muerte de su nieto.251
251
El Condestable era Don Juan Fernández de Velasco. Dado que
falleció en 1613, ese es, como leemos en L-M, el término último de esta
composición.
22 (LV)
252
El caballero antequerano Don Luis Narváez y Rojas falleció en el año
1616.
253
V. 7: Parece dudosa la lectura objecto. Tampoco es claro el sentido del
sintagma luzes de objecto.
254
V. 11: En el ms.: sus blasones.
23 (XLIV)
255
Felipe III murió el día 31 de marzo de 1621. Cuanto hemos dicho
sobre el reflejo artístico de la muerte de su esposa (nº 20), cabe aplicarlo a la
del monarca. En el ámbito de la poesía antequerano-granadina destacan los
sonetos funerarios compuestos para la ocasión por Luis Martín de la Plaza
(cuya obra puede consultarse en esta página web).
24 (XXX)
Doctor Tejada
25 (XLIX)
El mismo
[Soneto]256
256
En este hermoso soneto el poeta tiene como interlocutora a la torre
que esconde y protege a su amada.
26 (LI)
El mismo
257
V. 9. Anterano es el nombre poético que se da Tejada.
27 (LIII)
Del mismo.
A una dama que se hirió la mano.258
258
Como se señala en L-M, el soneto de Tejada guarda estrecha relación
con el de Góngora, “De una dama que quitándose una sortija se picó con un
alfiler”, cuyo íncipit es Prisión del nácar era articulado.
28 (LIV)
El mismo
259
V. 6. Una... una: es latinismo ('una sola').
29 (XXXIX)
260
Vv. 9-14. Nos cuenta el poeta que intenta conseguir el amor de su
amada mediante un encantamiento: quemar una imagen de cera de la dama
entre ramas de verbena y laurel junto con incienso, al par que se dice su nombre
por tres veces. Sin resultados.
30 (L)
El mismo.
Al Marqués de Santa Cruz.261
261
D. Alonso y R. Ferreres en su edición del Cancionero Antequerano,
creen que el destinatario del soneto es Don Álvaro de Bazán, primer Marqués
de Santa Cruz (†1588). Sin embargo J. Lara y M. Martos sostienen que es más
probable que lo sea su hijo, del mismo nombre y similares cometidos bélicos.
El argumento más sólido, en su opinión, lo ofrece Tejada en el v. 13: pues eres
tercer Marte entre Bazanes. Yo me inclinaría por el primer marqués: el seguro
triunfo que espera nuestra gente parece apuntar a su jefatura de la Armada
invencible (1588); y sería tercer Marte porque los dos primeros serían el propio
dios y el emperador Carlos V; así nos lo indica el propio Tejada en su octava
a Carlos V (nº 35): Si hubo dos Martes, este es el primero.
262
V. 2. El códice lee: masteles.
31 (XXXVIII)
El mismo. A Viriato.
263
V. 9. En el ms. de Toledo y Godoy se lee, por error memoria, de
imposible rima con saña.
264
V. 12. El códice lee: A sus Manos b. a. s.
32 (XII)
Canción.265
265
Esta larga canción consta de catorce estancias de diecisiete versos y
un envío de ocho. El poeta, situado ante los sepulcros de los reyes en la cripta
de la Capilla Real de Granada, reflexiona sobre sus cualidades y hazañas.
266
V. 44. En el ms.: masteles.
267
V. 54. El códice lee: Mantua.
268
V. 57. En el códice: Gaiaquil.
269
V. 60. El ms. lee: Pascaro.
270
V. 77. Error de copia en el códice: Desubio.
271
V. 102. Típica recolección tejadiana de cierre de estrofa,
272
V. 204. Nueva enumeración de cierre de estrofa.
273
Tejada enumera los nombres de los cuatro caballos que tiran del carro
del Sol.
274
V. 225. En el códice: viste.
33 (XLI)
Doctor Tejada.
Al túmulo del Gran Capitán275
275
Tejada reflexiona ante otro monumento granadino: la sepultura del
Gran Capitán, situada en el monasterio de San Jerónimo.
34 (XLVI)
276
Rememora Tejada la fallida expedición a Argel, emprendida por el
emperador Carlos V en 1541. Es el propio dios Marte quien explica el motivo
de tal fracaso: para Carlos V era suficiente con ser el dueño de la tierra, sería
excesivo que también lo fuera del mar.
35 (XX)
277
Esta octava se halla, junto al soneto que empieza A la gloriosa espada
fulminante (nº 50), en los preliminares de la obra de Fr. Prudencio de
Sandoval, Primera parte de la Vida y hechos del emperador Carlos V, Valladolid,
1604.
36 (XXIX)
278
Esta canción, formada por 10 estancias de diecisiete versos y un envío
de diez, fue publicada en FPI en 1605, pero se escribió algunos años antes
(como prueba su presencia en la PS). Es una vibrante incitación al joven rey
Felipe III para que use la potencia militar española en el fortalecimiento de la
fe católica y de la monarquía hispánica, combatidas a la sazón por infieles
sarracenos y herejes protestantes. Pero su objetivo principal es impulsar la
destrucción de la Inglaterra isabelina (aun dolía el desastre de La Invencible).
279
V. 17. Enumeración de cierre de estancia.
280
V. 34. Enumeración de cierre de estancia.
281
V. 38. En el impreso se lee: greue los yelmos. Corrijo según el texto de
la Poética Silva.
282
V. 47. En el impreso: estremo.
283
Botas: 'romas, embotadas'.
284
V. 85. El impreso lee: esquifos. Estamos ante otra enumeración de
cierre de estancia.
285
Vv. 104-114. Fastuosa enumeración, que comprende nada menos que
cuarenta y cinco (¡!) nombres de instrumentos de guerra.
286
V. 136. Recolección de cierre de estancia.
287
V. 143. En el impreso se lee: corrusca.
288
Vv. 146 y ss. Tejada se aplica a una durísima descalificación de la
reina Isabel I de Inglaterra, a la que querría ver en la hoguera (vv. 152-153).
289
V. 175. Tejada se ofrece para ser el poeta (Virgilio) que cante las
hazañas del nuevo Marte (Felipe III).
37 (XXXIV)
290
Esta canción, similar a la anterior (Tú, que en lo hondo del heroico
pecho) en cuanto a destinatario (Felipe III) y contenido (hacer valer el poderío
español), aparece en los preliminares de la obra de Cristóbal de Mesa La
Restauración de España (1607). Utiliza el poeta seis estancias aliradas de seis
versos.
291
V. 48. Enumeración de cierre de estancia.
292
V. 78. Otra enumeración de cierre de estancia.
38 (XXVI)
El mismo.
A la embarcación del Condestable.293
293
El soneto está dedicado a Don Juan Fernández de Velasco, VII Conde
de Haro y VI Condestable de Castilla. El viaje para el que Tejada le desea los
mejores augurios es el de regreso a España desde Inglaterra, donde como
embajador de Felipe III, firmó con Inglaterra la Paz de Londres (1604).
39 (XXVII)
Canción.294
294
Esta larga canción es una amplificatio parafrástica de la Oda 3ª de Lib.
I de Horacio, Sic te diva potens Cypri. Tejada la escribe por las mismas razones
que el soneto anterior. Consta de treinta y una estancias aliradas de seis versos.
295
V. 48. El ms. lee: Caripdis.
296
V. 68. En el ms.: diuio en bano.
297
V. 74. El ms. lee: que a l. v. m. s. d. Suprimo que.
298
V. 75. El ms. lee: la deçendençia de Japhet enseña. El copista confunde
el nombre de uno de las hijos de Noé (Jafet) con el titán Japeto, al que se
refiere Horacio.
299
V. 90. En el ms. se lee Ténero.
300
V. 101. En el códice: Damixio. Alude al río Támesis. En otros textos
aparece como Tamigio, p.e. en el v.136 de la Silva al Aire del propio Tejada.
301
V. 121. El verso en el ms. comienza Assi lleuado. La enmienda viene
exigida por el verbo sonares.
302
V. 122: El ms lee: cauellos. La confusión caballos por cabellos, como
indiqué anteriormente, es error de copia mucho más difundido de lo que se
piensa. Da para una monografía.
303
V. 159. El ms. lee: su carro.
304
V. 173. El ms. lee: olas.
305
V. 174. Enumeración de cierre de estancia.
306
V.186. El ms. lee: alboroto, por un evidente albo toro, antes citado en
el verso 169. Estamos, además, ante otra enumeración de cierre de estancia y
final de poema.
40 (XXXI)
307
Este poema, compuesto por 28 estancias aliradas de seis versos, está
dirigido al poeta Andrés del Pozo, compañero de Tejada en la Academia
Granadina, que usaba en ocasiones el nombre poético de Constancio. Sobre esta
cuestión, véase J. Morata: «En torno al granadino Andrés del Pozo y algunos
textos inéditos de la Poética silva», Canente, I [2001], pp. 14-80, especialmente
pp. 39-44 (puede consultarse una copia electrónica de ese artículo en esta
misma página web). Conocemos dos redacciones del poema; la más antigua la
leemos en la PS (con otro íncipit: Joven discreto, a cuya sacra frente, c. 1600), y
la más reciente en FPI (1605).
20 el brazo sacudiendo,
y el escudo fogoso Marte horrendo,
vestido de diamante y de venganza;
mas mi canto, aunque rudo,
le hizo suspender lanza y escudo.
25 Y, entre las sombras que la muerte viste
de amarillez y espanto,
hubo atención a mi acordado canto,
y, por que al Cancerbero horrendo y triste
su dulzura no dome,
30 Plutón se enterneció y el canto oyome,
que el verso fácil, terso y numeroso,
los dioses celestiales
aplaca y a los dioses infernales,
porque la concordancia es son glorioso,
35 tanto que su enemigo
de sí mismo no puede ser amigo.
Mucho puede, señor, y mucho vale
cualquiera estilo terso
de un sabio, sonoroso y alto verso
40 que de un sabio y divino pecho sale,
tal cual es ese vuestro,
a Febo espanto, gloria al siglo nuestro.
Vese este tal entre salobres ondas
que al cielo se levantan
45 y que en peñascos cóncavos quebrantan,
en muerte envueltas, las arenas hondas;
mas, sacando su aliento,
calma el mar, rinde el tiempo, enfrena el viento.
Vese este tal donde el furioso scita
50 entre escarchada nieve
sangre espumosa de caballos bebe
y va ante él, aunque más su furia incita,
más seguro y constante
308
V. 143-144. Nueva enumeración de cierre de estancia. El impreso lee
cueruo. Es evidente errata que corrijo de acuerdo con el texto de la Poética
Silva.
41 (LII)
309
Lope de Vega visitó Granada en 1602.
310
V. 8: El ms. lee tiene, de imposible consonancia. La edición de
Alonso-Ferreres propuso miente, aceptado por la edición de José Lara.
También podría suponerse siente.
42 (LIX)
311
Singilia, como sabemos, era un asentamiento romano muy próximo
a Antequera. Para los poetas antequeranos tenía el mismo significado que
Itálica para los sevillanos. Tejada a menudo equipara Antequera a Singilia.
43 (XLVII)
312
V. 3. En el ms. se lee un imposible fieras.
313
V. 5. El ms. lee: Pedrestales.
44 (XVIII)
Romance de Granada314
314
Este precioso, romance de indudable contenido autobiográfico, fue
publicado por E. Orozco en Granada en la poesía barroca. En torno a tres
romances inéditos. Comentarios y edición.
315
V. 9: Orozco imprime tu mismo.
316
V. 9-12. Esta copla se halla descolocada en el ms., concretamente tras
el actual v.180. Orozco advierte y corrige el error del copista.
317
V.14. En la edición de Orozco, por error, causan.
318
V. 28. El ms y Orozco leen ella. Creo que es evidente errata: son los
estudios los que le han dado letras al alma.
319
V. 30. En Orozco, por error, viviendo, grata.
320
V. 36. En Orozco, por error, ignorancia.
y en importantes cabezas
tiene dos honras la grana;
donde venturosas becas
50 de dignos hombros arrastran,
y a donde saben ser dignos
antes de dejar la infancia.
Y, finalmente, de donde
para gobiernos transplanta
55 letrados graves el Rey,
prudentes sabios el Papa.
Para cuyo testimonio,
quien a ver la nueva traza
de tu Catedral Iglesia
60 llegare a sus naves anchas,
después de pasar los ojos
por tanta moldura y tallas,
tantos altares y, en ellos
tantas sedas, oro y plata,
65 tanto follaje y a vueltas
esculpidas frutas tantas
(buen ejemplo, que aun las piedras
llevan fructo si las labran),
tantas cartelas, florones,
70 capillas, arcos, barandas,
perfiles, vultos, veneras,321
encasamientos, ventanas,
y habiendo visto la torre
que al cielo rompe por alta,
75 de quien él romper se deja 322
321
V.71. En el ms.: per filos.
322
V.75. Orozco no se percata del carácter pronominal de él, y lo
imprime sin tilde.
323
V. 84. Error en Orozco: temidas alas.
324
V. 109. El ms lee bolsores; Orozco imprime boltores. Creo que lo
correcto es bolsones. En el Dic. de Aut: BOLSONES. Voz de la cantería. Son las
piedras primeras en que se funda un arco, y hacen pie a uno y otro lado.
325
V. 122. En Orozco aparece alambrino. La falta de esa hache hace al
alcázar de alambre.
326
V. 131. El ms. presenta dos abreviaturas en el verso: tpo y glas.
Orozco transcribe la segunda por un imposible cuentas.
327
V. 193. El ms lee zambas. Parece muy acertada la corrección de
Orozco: jambas, confirmada por la portada del v. 195.
328
V. 199. El ms lee alquitares. Orozco corrige: arquitrabes.
329
V. 214. En Orozco, por error, santa.
330
V. 235. En el ms. Genalarife.
331
V. 249. Orozco imprime desde.
332
V. 256. Orozco corrige innecesariamente: gana.
333
V. 266. En Orozco, por error, las plantas.
334
V. 288. En Orozco galas.
335
V. 293. El verso está alterado: /ni las damas leben menos/, que no
hace sentido
336
V. 297. Orozco omite y.
45 (XVII)
Sátira. Tejada.337
337
Este romance con estribillo es la única obra propiamente satírico-
burlesca de Tejada. Es ágil y divertida.
es la causa un corrimiento,
y enmiende a Dios su hechura
tornando blanco lo negro,
que, si lo lleva el tiempo,
30 lo mejor es callar y andar con ello.
Dele el oidor comisiones
al recetor, dele pleitos,
que tanto es mayor su amigo
cuanto lo tiene más lejos;
35 y, estando ausente seis años,
halle cinco o seis hijuelos,
que le parecen al pobre
como una canasta a un huevo,
que, si lo lleva el tiempo,
40 lo mejor es callar y andar con ello.
Tenga, la otra, vajilla
que le ha dado un majadero,
y dele a comer en plata
a costa de sus dineros;
45 empéñela treinta veces
y pague él el desempeño,
por que ella traiga con galas
al que le da más contento,
que, si lo lleva el tiempo,
50 lo mejor es callar y andar con ello.
Visiten a la doncella
todos los frailes del pueblo,
que diz que su madre es santa
no habiendo subido al cielo.
55 Y, mientras reza la vieja
los hechizos que está haciendo,
deje la oveja entre lobos
y diga que todo es bueno,
que, si lo lleva el tiempo,
46 (V)
338
Figura como soneto preliminar a la obra de Don Diego de Santistevan
Osorio, Cuarta y quinta parte de la Araucana, 1597.
47 (VI)
339
Como el soneto anterior, este también figura en los preliminares de
la obra de Don Diego de Santistevan Osorio, Cuarta y quinta parte de la
Araucana, 1597.
48 (IV)
340
El soneto se halla en los preliminares de su obra Primera y segunda
parte de las guerras de Malta y toma de Rodas (Madrid: Licenciado Varez de
Castro, 1599).
49 (XXII)
341
Este soneto aparece en los preliminares de la obra de Agustín de
Rojas Villandrando El viaje entretenido, 1603.
50 (XXI)
342
Como se dijo en nota al poema nº 35, este soneto aparece en los
preliminares de la obra de Fray Prudencio de Sandoval, Primera parte de la
Vida y hechos del emperador Carlos V, Valladolid, 1604.
51 (XXIII)
[Soneto] 343
343
Esta soneto se halla en los preliminares de Boecio. De consolacion,
traduzido y comentado por... Fray Augustin Lopez...de la orden de S. Bernardo y
enriquecido con aduertencias sentenciosas y tratados espirituales a proposito de lo
que enseña Boecio. 1604.
52 (XXV)
[Soneto] 344
344
Este soneto se recoge en las páginas finales de El peregrino en su patria
de Lope de Vega, Sevilla, 1604.
53 (XXVIII)
345
Este soneto se publicó en las Relaciones de Don Iuan de Persia:
dirigidas a la Magestad Catholica de Don Phillipe III ... : divididas en tres libros
donde se tratans las cosas notables de Persia, la genealogia de sus reyes, guerras de
persianos, turcos, y tartaros, y las que vido en el viaje que hizo à España: y su
conuersion y la de otros dos caualleros persianos. 1604.
54 (XIX)
346
Tejada, en dieciocho ágiles quintillas, encomia la famosa obra de
Pedraza Antigüedades y excelencias de Granada. Madrid, 1608.
55 (XXXV)
347
Estas décimas (sin variantes) fueron publicadas en los preliminares
de la composición en verso latino de Juan de Aguilar intitulada: De
Sacrosanctae Virginis Montis Acuti translatione et miraculis Panegyris, Malacae,
Anno 1609, apud Ioannem René. Este Panegírico es una obra en verso latino
compuesta por el Maestro Juan de Aguilar, que se tenía por perdida, y que ha
sido hallada y reseñada recientemente por Belén Molina Huete: Noticia
bibliográfica sobre el panegírico de Juan de Aguilar "A la Virgen de Monteagudo"
(1609): hacia la recuperación de un texto perdido. (En Analecta malacitana, Vol.
31, Nº 2, 2008, pags. 581-590). Asimismo, con traducción en verso al
castellano, estudio e impresión facsimilar, la han editado, con extraordinaria
deficiencia, Mariano Roldán y José María de la Torre: Traslación de la Virgen
de Monteagudo, Rute, 2009. J. Lara y J. Morata publicaron una severa reseña
de este último libro, y puede verse en esta página web con el título abreviado
de En defensa del humanista Juan de Aguilar.
56 (XLII)
348
El soneto es preliminar en la obra de Gaspar de los Reyes, Tesoro de
concetos divinos compuesto en todo género de verso, Sevilla, Clemente Hidalgo,
1613.
57 (XLV)
349
Esta décima se encuentra en los preliminares del libro de Juan de
Cartagena, Dos tratados de la sagrada antigüedad de la Orden de la
Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, trad. de fray Jerónimo
Pancorvo, Sevilla, 1623.
58 (LVII)
Décima.350
350
Se encuentra esta décima en la obra de Rodrigo Fernández de Ribera
Lecciones naturales contra el descuido común de la vida, Antequera, 1629.
351
V. 9. El Estagirita, como se sabe, es Aristóteles.
59 (LVIII)
352
Estas dos quintillas están en los preliminares de la obra de Miguel
Colodrero de Villalobos El Alpheo y otro asuntos en verso, ejemplares algunos,
Antequera, 1639. Como este libro fue publicado cinco años después de la
muerte de Tejada (1635), podemos considerar que estamos ante la última
creación (o compromiso literario) del poeta.
I
[Augustini de Tejada Páez]
In laudem Sanctae Euphemiae virginis,
martirio preclarae hymnus.353
353
Tejada se sirve de la estrofa arquiloquia primera (dísticos formados
por un hexámetro y la segunda parte de un pentámetro: la que emplea Horacio
en Diffugere nives...). El texto latino del códice es muy deficiente, como
corresponde a un copista poco riguroso. Estas serían las enmiendas propuestas:
v. 3: illi quaerit por illum querit; v. 8: quoque por quo; v. 9:
istorum...succumbere por istarum sanctum sue cumbere; v. 10: martyrium por
martirym; v. 14: quoque por quo; v. 16: uterque por utaer; v. 19: illis por illi;
v. 20: nomine martyrii por nominii martirii; v. 21: nomisma por no misma; v.
22: habes por haberis. Por otra parte ha sido forzoso trocar el orden que ofrece
el códice para los dos últimos dísticos, tanto por exigencia del sentido del texto
como por el cotejo con la traducción del propio Tejada.
354
Tras el verso 6 se lee en el códice un dístico, carente de la menor
relación. Al igual que ocurre en la traducción que realiza Tejada, se trata de la
incorporación errónea de un fragmento deturpado (que suprimimos)
correspondiente a otro poema:
Caedenti patrem falcatus quae intulit orbis
est data martyriis.
355
V. 7-8. Falta un dístico relativo a Santa Catalina y su martirio en la
rueda, como se deduce de los versos posteriores y se confirma con el cotejo con
la traducción de Tejada.
II
356
Este poema, entre laudatorio y académico, dirigido al Arzobispo Don
Pedro de Castro aparece en el documento que acredita la licenciatura en
Teología de Tejada. Está formado por doce dísticos elegíacos (hexámetros con
pentámetros), y antecede a nueve puntos de discusión doctrinal sobre la
frecuencia de la misa.
357
V. 23. En el códice: teniedo. Mejor lectura: tenido.
358
Vv. 88-90. El terceto parece estragado. La única propuesta viable es
entender Títiro como alias de su autor (Virgilio), y sustituir bulto por culto
II
[De Virgilio]
359
V. 1. En el ms: cienes.
360
Vv. 8-9. El verso está incompleto, como demuestran la hipometría y
el cotejo con el dechado latino. Se corresponde con duo carchesia ('dos grandes
copas', 'dos jarrones', ‘dos tazones’).
361
V. 28. Quedaría mucho mejor: *echan brasa bajo los asadores
(suprimiendo de y anticipando echan).
III
[De Virgilio]
362
V. 19. En el códice faltan algunas letras del vocablo do...ado.
Encajaría (aunque no mucho) algo como *robado.
IV
[De Virgilio]
363
Traduce Tejada el comienzo de la Oda 7 del Libro IV de Horacio
(Diffugere nives, redeunt iam gramina campis).
VI
FRAGMENTOS
[De Horacio]
.....................
[De Fracastoro]
.......................................
[De Ovidio]
...........................
[De Ovidio]
................................................
[De Ovidio]
......................................................
364
En Tejada leemos de carmine dictum, pero en Ovidio: a carmine
ductum. Esa confusión es la que lleva al antequerano a usar el participio dicho.
En todo caso, el sentido apenas cambia.
Enigma
Solución
365
El texto de Boiardo que traduce Tejada está en italiano; pero incluyo
aquí esta irrelevante traducción porque para nuestro poeta y para sus
contemporáneos, los autores del Quatrocento italiano eran verdaderos clásicos
(dignos de imitación).
366
V. 10. La inclusión de a mejora la sintaxis.
367
DHA. Traduce Tejada una composición latina de su maestro, el
humanista Juan de Mora, dedicada a Santa Eufemia.
368
V. 26. La interpolación del artículo el ante ecúleo solventa la
hipometría de la fuente.
II
369
DHA. V. 1. Es esta la primera de las cuatro traducciones que realiza
Tejada do inscripciones latinas del famoso Arco de los Gigantes de Antequera.
El códice lee Hespañas, ese plural se corresponde con el Hispaniarum de la
inscripción. Parece preferible enmendar con el singular, ya que el sintagma
Gloria de Españas acaso resulte algo chocante.
III
370
Como los textos anteriores, este soneto se encuentra en DHA y
traduce una inscripción latina.
IV
371
DHA. Esta octava traduce otra inscripción latina.
372
V. 1. Hipómetro en el códice de DHA. Se propone el arranque: Hoy
a la Madre Virgen el Senado...
373
V. 5. La sintaxis y el sentido piden la interpolación del relativo que.
VI
[Epitafio] 374
374
Cita Tejada en sus DHA estos versos como muestra de una égloga
juvenil, de la que solo conocemos estos dos tercetos. Ya se dijo, al anotar el
soneto a la muerte de la Duquesa de Lerma (nº 20 de esta edición), que el
poeta casi copia el primer endecasílabo, allí es: Sele liviana, pues, oh madre
tierra.
VII
375
Traduce Tejada en tres estancias de quince versos una composición
latina propia, la que arranca: Fallacem mundi vitam qui quaerit inepte.
376
V. 14. En el códice a continuación se copian, tachados por una línea
manual, estos dos versos que, evidentemente corresponden a otra poesía:
de aquella santa que mató a su padre
por que tu gloria con la suya cuadre.
377
V. 26. En el códice: p. f. d. m. unio p.
TABLA ORDENADA
Tabla ordenada
Al túmulo de Héctor. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
Al yelmo, espada, escudo, arnés, bocina . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
A Polixena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
De oro crespo y sutil, rubia melena . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
POESÍA RELIGIOSA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
[Soneto] . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
Si ya mi vista, en lágrimas gastada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
El mismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
De azucenas, vïolas, lirio, acanto . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
El mismo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
Sueño, domador fuerte del cuidado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 186
Sátira. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
Vaya el río por do suele . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243