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“A oscuras y segura”
La Noche de Juan de la Cruz
(ESQUEMA+TEXTOS)
Juan Antonio Marcos Puedo escribir los versos más tristes esta noche
Universidad P. Comillas (Pablo Neruda)
Aula P. Fabro

1. Pero, ¿y qué es la Noche?

“Esta noche oscura es una influencia de Dios en el alma..., en que de secreto enseña
Dios al alma y la instruye en perfección de amor” (2N 5,1).

2. ‘En una noche oscura’

Hablando espiritualmente, una cosa es estar a oscuras y otra estar en tinieblas. Porque
estar en tinieblas es estar ciego, como habemos dicho, en pecado; pero el estar a oscuras
puédelo estar sin pecado. Y esto de dos maneras, conviene saber: acerca de lo natural,
no teniendo luz de algunas cosas naturales; y acerca de lo sobrenatural, no teniendo luz
de las cosas sobrenaturales (cf. L 3,71).

“¡Oh mísera suerte de vida, donde con tanto peligro se vive y con tanta dificultad la
verdad se conoce, pues lo más claro y verdadero nos es más oscuro y dudoso; y por eso,
huimos de ello siendo lo que más nos conviene, y lo que más luce y llena nuestro ojo lo
abrazamos y vamos tras de ello, siendo lo que peor nos está y lo que a cada paso nos
hace dar de ojos! ¡En cuánto peligro y temor vive el hombre, pues la misma lumbre de
sus ojos natural, con que se ha de guiar, es la primera que le encandila y engaña para ir a
Dios, y, que si ha de acertar a ver por dónde va, tenga necesidad de llevar cerrados los
ojos y de ir a oscuras! (2N 16, 12).

“Creo se va ya dando a entender algo cómo la fe es oscura noche para el alma y cómo
también el alma ha de ser oscura o estar a oscuras de su luz [la del entendimiento] para
que de la fe se deje guiar a este alto término de unión” (2S 4,1).

“Y esta segunda [noche] de la fe pertenece a la parte superior del hombre, que es la


racional, y, por el consiguiente, más interior y más oscura, porque priva de la luz
racional” (2S 2,2).

“Cuando el alma va más a oscuras…, va más segura […] Por ir a oscuras, no solo va
perdida, sino aun muy ganada” (2N 16,3).

3. ‘A oscuras y segura’

“Para el alma, esta excesiva luz que se le da de fe…, por su grande exceso, oprime y
vence la del entendimiento” (2S 3,1).

“En la noche del sentido todavía queda alguna luz, porque queda el entendimiento y
razón, que no se ciega; pero esta noche espiritual, que es la fe, todo lo priva…, va más
segura porque va más en fe” (2S 1,3).
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“Dejándome a oscuras en pura fe, la cual es noche oscura [...]


salí de mí misma, esto es,
de mi bajo modo de entender
y de mi flaca suerte de amar
y de mi pobre y escasa manera de gustar de Dios” (2N 4,1)

“Te va Dios librando de ti mismo, quitándote de las manos la hacienda […], tomando
Dios la mano tuya, te guía a oscuras como a ciego, a donde y por donde tú no sabes, ni
jamás con tus ojos y pies atinaras a caminar” (2N 16,7).

4. ‘En la noche dichosa’

La noche no es otra cosa, que una “[amorosa] influencia de Dios en el alma” (2N 5,1;
2N 12,4): “las tinieblas y los demás males que el alma siente cuando esta divina luz
embiste, que no son tinieblas ni males de la luz, sino de la misma alma, y la luz le
alumbra para que las vea” (2N 13,10).

►CONCLUSIÓN: la noche y la luz del corazón…

“Así como el caminante que, para ir a nuevas tierras no sabidas ni experimentadas va


por nuevos caminos no sabidos ni experimentados…, por caminos nuevos nunca
sabidos, y dejados los que sabía; [...] de la misma manera, cuando el alma va
aprovechando más, va a oscuras y no sabiendo. Por tanto, siendo, como habemos dicho,
Dios el maestro y guía de este ciego del alma” (2N 16,8).

Hallé sin duda largas las noches de mis penas;


mas no me prometiste tan solo noches buenas,
y en cambio tuve algunas santamente serenas...
(Amado Nervo)

***

► LAS TRES PRIMERAS ESTROFAS DEL POEMA NOCHE OSCURA:

1. En una noche oscura


con ansias en amores inflamada
¡Oh dichosa ventura!
salí sin ser notada
estando ya mi casa sosegada;

2. a escuras, y segura
por la secreta escala disfrazada
¡oh dichosa ventura!
a escuras y en celada
estando ya mi casa sosegada.

3. En la noche dichosa
en secreto que nadie me veía
ni yo miraba cosa,
sin otra luz y guía
sino la que en el corazón ardía.

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