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Matrix

(o la moralidad intrínseca de la
construcción digital de la realidad política)
Frecuentemente se considera que “Matrix” es una película dotada de trasfondo filosófico.
Aunque evoca, igualmente, obras clásicas de la literatura fantástica y SciFi. Sin embargo, a
mi juicio antes que un ensayo filosófico, la película se aproxima más a ser un manifiesto
político. Me parece que representa, y denuncia, un cierto tipo de opresión ideológica antes
que ilustrar las reflexiones cognoscitivistas sobre el problema de la realidad. Durante la
película, los personajes, hacen muy pocas referencias/afirmaciones de carácter ontológico y,
cuando las hacen, son en sentido critico, o sea, no pretenden decir algo sobre como es la
realidad, sino que la realidad puede ser de otro modo. De tal suerte, me parece, el problema
que se plantea en el film no es filosófico sino, sociológico. Cuando los personajes hablan de
como es la realidad atribuyen su estructura, propiedades y función a la Matrix no a la realidad
en sí. Hacia el final de la cinta lo importante es la capacidad/posibilidad de intervenir la Matrix
para transformar la realidad, cualquier cosa que está sea.

Uno de los asuntos que se desarrollan a lo largo del film es la cuestión de la representación,
como problema de correspondencia entre el lenguaje y la realidad. Desde mi punto de vista,
la intención en la cinta es ir más allá de la definición de ‘representación’ como ‘proyección’
(tal como en el idioma ingles se suele entender). Pues, conforme se problemátiza a lo largo
del film, la representación de la realidad se aleja de ser, precisamente, una proyección
mental exacta (correspondiente) de la realidad, y se aproxima a ser un producto de las
relaciones de poder entre los humanos y los no humanos que la habitan.

La cinta remite a Descartes, y creo que lo hace, precisamente como el precursor de


los científicos cognocitivistas actuales (estoy pensando, por ejemplo, en Daniel Dennet). En
ese sentido, el famoso demonio viene a personalizar la inquietud de que la experiencia
humana sea sólo la experiencia representada por un cerebro en una cubeta y conectado a un
montón de cables y en el laboratorio de uno de esos científicos a los que tan acostumbrados
nos tienen las películas, por ejemplo, de “El Santo, El Enmascarado de Plata”. La cuestión
del fundamento que nos permite distinguir lo real de un simulacro, me atrevo a decir, no esta
desde luego resuelta. Creo, sin embargo, que desde un punto de vista psicosocial, de la
cinta, puede desprenderse que si un fundamento existe, ese es sociológico no cibernético
(en el sentido de cognitivo/biológico). En otros términos, es un fundamento ideológico (en el
sentido de político), es decir, se trata de un fundamento débil.

En tales términos, el problema de la liberación consiste en algo parecido a una conversión


religiosa. 'Neo' es una especie de Mesías (las alegorías teológicas abundan por toda la
película). No se trata de apagar La Matrix sino de 'despertar' a la humanidad (la canción con
la que termina la película se llama precisamente 'wake up') y, como se maneja en la misma
historia narrada, no todos están dispuestos a vivir ‘despiertos’ y son capaces de traicionar a
la especie humana con tal de volver a 'dormir'. 'Despertar', es un problema de libre albedrío
lo cual complica el dilema mucho más allá que la cuestión de 'apagar' o mantener ‘encendida’
a La Matrix. Que la trama cuente una confrontación entre la humanidad y la maquina, es sólo
una estructura narrativa para reinventar el eterno enfrentamiento entre el bien y el mal. El
discurso subyacente nos indicaría que los rivales en dicho combate son la humanidad ‘buena’
y la tecnología ‘mala’. Sin embargo se descuenta que el valor de la tecnología será aquel que
la humanidad le otorgue.

Podría pensarse que los últimos minutos convierten a la película en una cinta de acción más,
sin embargo, para mi fueron muy importantes. Fueron poéticos (el ballet de esquivar
disparos), trágicos (la confrontación de valores entre el medio ambiente y el protagonista),
dramáticos (el 'desierto de la realidad' no es el único campo de batalla, cualquier situación o
estado mental es una ocasión para el conflicto) y violentos (rasgar el tejido de la realidad, no
puede imaginarse como una experiencia tranquilizadora) representan muy bien lo que es
intervenir en la realidad (cualquier cosa que ella sea). Actuar en la realidad, sobre todo de
manera subversiva, suele implicar determinaciones morales e intensidades sentimentales
ineludibles, incluso, extremas.

La sugerencia más perturbadora de ”Matrix” consiste, a mi ver, en que el endiablado aparato


viene a ser una especie de forma maquinal de ser humanos (o posthumanos) pero,
simultáneamente ha representado la manera humana de ser máquina (postcibernetica). Sin
embargo, no deben quedar de lado cuestiones como por ejemplo ¿cuál sería la diferencia si
a ‘La Matrix’ le llamáramos ‘Cultura’ o ‘Estado’?. La pregunta sería ¿quien es esclavo de
quien?, ¿qué es evolución de qué?. Probablemente la máquina sólo esta haciendo su
trabajo, quizá los humanos han querido dejar de serlo, aún a contracorriente de un puñado
de románticos. Y esto es lo que da pie para hablar de ciencia, valores y técnica.

La ciencia, en tanto acontecimiento histórico, participa de la


representación/idea/cosmovisión, más o menos, global de lo que entendemos que es/son el
mundo/la realidad. Así la empresa científica deja de concebirse como primordialmente
acumulación de datos e información para considerarse, más bien, como construcción de
conocimientos. Para decirlo con simpleza, lo importante (desde el punto de vista del análisis
sobretodo kuhniano) no es tanto 'qué es la ciencia' sino 'cómo se hace la ciencia', este
cambio de perspectiva sugiere dejar de pensar la ciencia como un (improbable) inventario de
lo que hay para pensarla en términos de la manera en que organiza y recupera sus
hallazgos. Una vez que aceptamos al trabajo científico en el flujo de la historia, el 'progreso'
de la ciencia deja de ser un fin y pasa a ser un medio, deja de ser una causa y comienza a
ser un efecto. Esto implica, al menos en los términos de Kuhn 1, que la ciencia no es eminente
o intrinsecamente progresiva, el 'progreso' es algo más bien singular y sólo históricamente
justificable, o sea el 'progreso' es un atributo a trabajos científicos particulares identificados
históricamente en particulares momentos y espacios, no a la totalidad de la ciencia en todo
momento y lugar. De tal suerte el valor de los logros científicos no se considera a priori como
positivos, sino sujetos a evaluación social. Lo cual es contradictorio con la idea dominante,
según la cual, los valores poco o nada influyen en el quehacer del científico, pues la realidad
misma limita al científico más allá de cualquier prescripción moral y por ello se dice que la
ciencia es más bien indiferente a las consideraciones morales y, más aún, que las
consideraciones morales debieran dar paso a las consideraciones científicas racionales con
el proposito de tomar mejores decisiones.

¿Que es La Matrix?, un producto científico/tecnológico, un producto humano, al parecer


rebelde a sus creadores. En tanto producto humano Matrix es una intención. Cual puede ser

1 Kuhn, T.S. 1997. La estructura de las revoluciones científicas. FCE. 13ª reimpresión. México. México.
la intención de crear un sistema técnico capaz de alojar a la humanidad en su seno, o bien,
que es una humanidad albergada en un ser tecnológico. Sigamos las sugerencias que se nos
hacen desde la filosofía de la tecnología 2. Por un lado tenemos a las técnicas, por otro a los
artefactos y más álla a los sistemas técnicos. Las técnicas son sistemas de habilidades y
reglas que sirven para resolver problemas. Las técnicas se inventan, se comunican, se
aprenden y se aplican. Los artefactos, son objetos concretos que se usan al aplicar técnicas
y que suelen ser el resultado de las transformaciones de otros objetos concretos. Los
artefactos se producen, se fabrican, se usan y se intercambian. Un sistema técnico se
configura con un agente intencional, un fin que ese agente pretende lograr, un objeto que el
agente usa con cierto propósito y de un objeto concreto que es transformado. Por medio de
la intensionalidad es que en el uso de la técnica se involucran creencias y valores. De modo
semejante a La Matrix, un sistema técnico, es una forma de vida, de experiencia. Experiencia
cuyos propósitos generales suelen ser dominar, controlar, transformar e intervenir objetos
concretos, naturales o sociales.

Tales acciones no son intrinsecamente buenas ni malas. Su valor es producto de debates y


discusiones constantes. Este problema de las valoraciones éticas para la tecnología se nos
plantea sobretodo por que como problema practico, es decir, se trata del problema de la
experiencia. Lo cual esta estrechamente relacionado con la justificación narrativa del empleo,
uso y fomento o desprecio de la tecnología, en tanto que estructura practico-racional por
medio de las cuales se construye el marco de la acción social, las cuales dan lugar a las
condiciones fácticas de realización histórica, cultural, social y política, de algún modo es así
como la tecnología se vuelve ideología. Y, en tanto que ideología es desgaste y resistencia al
desgaste, es una paradoja, jugando la función de perpetuar una representación 3, o sea una
interpretación de lo real y una obturación de lo posible, que media la relación con la
autoridad, es decir, justifica el sistema de autoridad, tornando practico y útil tomar la imagen
por lo real, el reflejo por lo original, o al menos perder de vista que nuestras percepciones
son reflejos, imágenes quizá, pero no lo real u original. Un simulacro. Sin embargo, este no
es un proceso estático el cuál, simplemente, se impone. El valor, inclusive de la tecnología
esta en debate. Sin embargo, para que cierto actores y agentes sociales participen en una
controversia deben contar con mínimos acuerdos. La controversia busca tanto persuadir al
otro como encontrar formas alternativas de acción y, en caso de que esas alternativas
adquieran algún grado de materialización, ello debe ser por acuerdo.

Para aprovechar la tecnología la opinión publica debe tener confianza en la ciencia y en la


tecnología como fuentes de información confiable y resolución efectiva de problemas. Pero
que esto se logre no depende de logros grandiosos en los laboratorios de los científicos, sino
en el debate en la arena social, de ahí la responsabilidad de la comunidad científica por dar a
conocer sus procedimientos, alcances y limitaciones, es decir, buscar una mejor posición en
el debate ofreciendo las razones de sus formas de ser. Como dice Searle: decir lo que
quieren decir diciendo lo que significa4; para evitar lo que Shotter5 acusa, en el sentido de
que son muy grandes las tentaciones para dar sentido a nuestra existencia en un contexto
ad hoc creado por nosotros mismos. La Matrix es la maquina moral mediánte la cual, a través
de la que tecnología, voluntariamente nos sumimos en un contexto ordenado y determinado
que evita la planificación. Sin embargo, no se entienda que acabamos esclavizados a La
2 Ética y tecnología. 2000. León Olivé; en Villoro, Luis (coord.) Linderos de la ética. Siglo XXI. México. México.
3 Ricoeur, Paul. 2001. Del texto a la Acción. FCE. Buenos Aires Argentina.
4 Searle, John. Actos de habla.
5 Shotter, John. Realidades conversacionales.
Matrix, o más bien que no se piense que La Matrix es un aparato ajeno a nuestros
propósitos. Simplemente la humanidad ya no es natural, sino tecnológica. Nos sujetamos,
como a un clavo ardiente, a una forma novedosa de desorden.

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