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RESUMEN
ABSTRACT
The following article is based on the debate of feminist studies which purpose is to make
an inclusive history where women and minorities for their condition and position are not
at the margin of social facts that pass by in time and space, so that the androcentric view
doesn’t win the battle, and that those acts somewhat hidden, or not visible at plain view,
could be discovered, observed, analyzed and revealed. The genealogy of historic processes,
as outlined by Foucault, would allow to go beyond what official history has not shown or
has not told, or let by the wayside, due to its degree of significance.
We want to capture in this article, an aspect that takes several theoretical methodological
what themselves are not new, so the contribution is how to relate these constructs, how they
articulate with each other. In particular, in socio-historical facts, the participation of women.
*
Escuela de Sociología de la Universidad de Costa Rica (UCR).
npiedraguillen@yahoo.com
14 Nancy Piedra Guillén
Rev. Ciencias Sociales Universidad de Costa Rica, 140: 13-26 / 2013 (II). (ISSN: 0482-5276)
La importancia del enfoque de género en la investigación socio-histórica 15
género y el análisis de las identidades sexuales señala que: “fue el universalismo el que contri-
y de género, ha re-abierto debates teóricos en buyó a mantener la sexualización del poder, y
torno a cómo se construye la identidad de géne- que la paridad, por el contrario, pretende des-
ro —masculina y femenina— y si esta visión exualizar el poder al extenderlo a ambos sexos.
dicotómica no es más bien limitada para com- La paridad podría ser entonces, el verdadero
prender su complejidad. Se parte, como punto universalismo” (2006: 21).
de confluencia, de que las identidades, tanto Así, dos posturas teóricas explicati-
personales como colectivas, son construcciones vas sobre la identidad siguen teniendo gran
sociales y no están determinadas biológicamen- influencia en la teoría feminista contemporá-
te, más dicha afirmación no da cuenta de la nea, universalismo vs. diferencia1, y generan
realidad en su totalidad. un debate para comprender las diferencias, las
El género, como categoría de análisis, desigualdades e inequidades que entraña la
enfatiza la necesidad de distinguir algunos tér- relación de las mujeres con los “otros”.
minos para evitar confusiones en nuestra inter- El feminismo cultural asume que es
pretación y captar de mejor forma la realidad. posible partir de una definición previa del “con-
Así, es necesario diferenciar entre: cepto mujer”. Las mujeres pueden ser definidas
partiendo de sus actividades y atributos en la
… el sexo construido en términos bioló- cultura actual, los cuales se han mantenido en
gicos, la sexualidad entendida como algo el tiempo. Por ejemplo, el patriarcado es una
que abarca prácticas sexuales y compor- relación de dominación de los hombres sobre
tamientos eróticos, la identidad sexual las mujeres que se mantiene en la historia, a
referida a designaciones como hetero- pesar de las transformaciones que se dan en el
sexuales, homosexuales/gay/lesbiana/ tiempo. Así, el patriarcado se crea y se instituye
queer, bisexual o asexual; la identidad de con el derecho romano, pero cambia en el tiem-
género como un sentido psicológico de po, en algunas sociedades se agudiza la relación
uno mismo como hombre o como mujer; de dominación y en otras el poder masculino
el papel de género como un conjunto de se relativiza. Por su parte, la posición del femi-
expectativas prescriptivas y específicas nismo posestructuralista parte de que no hay
de la cultura sobre qué es lo apropiado un concepto de “mujer”, definido o definible2.
socialmente en hombres y en mujeres; y
la identidad del papel de género, como un 1 “Desde sus comienzos en el siglo XVIII y más par-
concepto ideado para captar en qué medi- ticularmente en el período de su articulación a
da una persona aprueba y comparte sen- mediados del siglo XIX y principios del XX, el femi-
timientos y conductas que se consideran nismo y los movimientos de mujeres siempre se han
debatido con los dilemas de la igualdad y la diferen-
que son apropiados a su género constitui- cia: igualdad con los varones versus diferenciarse
do culturalmente (Hawkesworth, 1999). respecto a ellos; preservar una esfera separada de
mujeres versus convertirse en miembros plenos
Desde este contexto, no es casual que de la sociedad existente, abandonando los espa-
en la década del 90 del siglo XX , a la luz del cios tradicionales de las mujeres” (Benhabid, 1996:
25). A su vez el feminismo de la diferencia plantea,
desarrollo de dos corrientes de análisis —el
en oposición al feminismo de la igualdad, que las
movimiento por la paridad y el feminismo post- mujeres tenemos múltiples identidades, las cuales
colonial—, el debate tomara centralidad. no se pueden reducir solo al género —esta es vista
El movimiento por la paridad buscó como una categoría más— (Vargas, 1998), mientras
redefinir el universalismo francés con el fin de que el feminismo de la igualdad parte del principio
central de que todas las mujeres somos iguales,
aumentar el número de mujeres en puestos de
en tanto mujeres todas pertenecemos a un mismo
representación política. Durante años, se deman- estatus de inferioridad con respeto a los hombres.
dó la escasa presencia de las mujeres en puestos
2 Si se desea profundizar en la temática, el artículo
de poder político, pese a que por más de medio de Piedra (2003) desarrolló un análisis sobre las
siglo las mismas habían adquirido el derecho distintas corrientes, con el objetivo de profundizar
al voto. Al respecto, la filósofa Françoise Collin en el estudio de las feministas de la diferencia.
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Mi postura era y sigue siendo que cual- postcolonial ha venido a enriquecer estos deba-
quier teoría feminista que restrinja el tes y análisis, elemento que se retomará más
significado del género en las presupo- adelante.
siciones de su propia práctica establece
normas de género excluyentes en el seno GÉNERO, HISTORIA Y PODER
del feminismo, a menudo con conse-
cuencias homofóbicas (Butler, 2001). Considerando el debate antes expuesto,
se retoma el tema del género y la historiografía,
Para desarrollar su constructo expli- necesario para considerar aspectos de carác-
cativo, se retoma a varios(as) intelectuales ter teórico-metodológico que se proponen en
franceses como Levi Strauss, Foucault, Lacan, este artículo. Señala Scott que la diferencia
Kristeva y Wittig (Butler, 2001). Se conside- sexual está basada en relaciones jerárquicas que
ra que cada cual le permite abordar al tema atañen a una distribución desigual del poder:
de fondo, la jerarquía del género con algu- “el género es un elemento constitutivo de las
nos aspectos específicos. Esta jerarquía del relaciones sociales basadas en las diferencias
género, que a su vez responde a una hetero- que distinguen los sexos y el género es una
sexualidad más o menos obligada, fundada en forma primaria de relaciones significantes de
la visión dicotómica del concepto de género. poder” (Scott, 1990: 44). Es decir, el género es
Pero “¿queda algo que se llame cuerpo mismo el campo primario dentro del cual se articula
que escape a toda esquematización?” (Butler, el poder, aunque no es el único. En este mismo
2001: 90). Desde su perspectiva existen dos sentido señala Bourdieu que:
respuestas: la psique como dadora de unidad
La “di-visión del mundo” basada en refe-
al cuerpo y la psique como aquello que cons-
rencias a las diferencias biológicas y sobre
tituye el modo en que se da o se determina el
todo a las que se refieren a la división del
cuerpo. Así, el cuerpo “es aquello sin lo cual”
trabajo de procreación y reproducción
no podría darse ninguna operación psíquica,
actúa como “la mejor fundada de las ilu-
pero es a la vez aquello que sobre y a tra-
siones colectivas”, en la medida en que los
vés de lo cual también opera la psique, es “la
conceptos de género estructuran la per-
demanda constitutiva que moviliza la acción
cepción y la organización, concreta y sim-
psíquica desde el comienzo” (Butler, 2001:
bólica, de toda la vida social (2000: 48).
90). Al respecto, señala Torricella (2009), que
en la postura de Butler existe una relación Existe así una distribución del poder que
imprecisa y tensa entre la performatividad y alude a los recursos materiales y simbólicos, que
la materialidad. Pero desde nuestro punto de a su vez integra las relaciones de género en sus
vista, tiene la virtud de preocuparse por com- percepciones y en el acceso a dichos recursos.
prender la construcción de los significantes, Desde esta perspectiva, la práctica y la
no como productos dados, estructurantes, sino experiencia que se deriva de la vida cotidiana de
en constante transformación en el tiempo, en mujeres y varones ubicados en contextos socio
el espacio, históricamente construidos, pero históricos específicos es central, ya que permi-
no históricamente determinados. tiría acercarnos a aquellas acciones recurrentes
Se puede concluir que el tema de la cons- que se remiten, a su vez, a los hábitos resultan-
trucción de las identidades sexuales se mantie- tes de la interacción entre el mundo interno y
ne abierto, retroalimentado con planteamientos externo de los(as) sujetos(as)5.
diversos que permiten comprender su comple-
jidad y la incidencia que las relaciones de des- 5 Desde la perspectiva de Bourdieu, el “habitus”
igualdad entre hombres y mujeres tienen en la represent a aquella s práctic a s par ticulares
que responden a condiciones de existencia. Son
vida cotidiana, en las prácticas de las personas, disposiciones “verdaderas” para un determinado
así como en el terreno de lo político. No cabe contexto que a su vez son transferibles; en sí,
duda de que, a su vez, el desarrollo del feminismo principios generadores y ordenadores de prácticas.
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Salles señala que no se debe dejar de lado de género, en tanto relaciones sociales y de
que el orden social y las desigualdades de géne- poder. Estos aspectos son reconocidos aún en
ro que se derivan de este mismo, no se agotan la historiografía feminista pues se considera
en las relaciones, en las formas de convivencia que han marcado el desarrollo de la historia de
y en las experiencias que lo fundan: un orden las mujeres y del movimiento feminista y que
social también se sustenta en las institucio- siguen teniendo validez (Borderías, 2006). Las
nes, que a pesar de originarse en la actividad dimensiones de análisis que plantea Scott en
humana rutinizada (según Giddens) o en la la década de los 80 del siglo pasado, tienen la
acción habitualizada (según Bourdieu, 1999 particularidad de ser teórico-metodológicas,
y Wacquant, 2002), adquieren fuerza propia ello permite aprender y comprender las diversas
en tanto suelen determinar los espacios, las expresiones de la realidad socio-histórica6.
interacciones y las relaciones que en ellas se La pregunta central que surge, con-
pueden desarrollar, obedeciendo así al “orden” tinuando con inquietudes expresadas en el
o exigencias que demanda cada sociedad, mas apartado anterior, es cómo se construyen las
ello no implica que las acciones de los sujetos identidades genéricas y cómo se relaciona dicho
puedan modificarlas abruptamente transfor- aspecto con las actividades, las organizaciones
mando paulatinamente las estructuras. sociales y las representaciones culturales his-
Se deriva de esta perspectiva de género tóricamente específicas. Sin embargo, a finales
que aunque toda relación entre los géneros, así de los años 90 y a inicios del siglo XX , Scott
como, las restantes relaciones sociales, están confesaba que cada vez utilizaba menos el con-
mediadas por relaciones de poder, ello no impli- cepto de género en su trabajo (Aresti, 2006), ya
ca que estas no puedan ser modificadas: de que “género” había perdido su carga crítica y a
hecho, las relaciones de poder —género y socia- veces se le utilizaba como sinónimo de mujeres
les— han cambiado en el curso de la historia y o sexo. Según lo ha expresado ella misma, esta-
ello se debe a los procesos de transformación mos en la necesidad de crear nuevos términos
que se producen en cada sociedad, mediados en que permitan comprender y explicar la realidad
parte por las acciones y el ejercicio de nuevas como historiadoras(es) o científicas(os) sociales.
prácticas que las personas realizan en cada Pero, años más tarde, la misma Scott (2006),
analizó retrospectivamente su pregunta inicial,
contexto social particular.
¿es el género una categoría útil para el análisis
Se piensa que a diferencia de lo antes
historiográfico? En ese sentido, apunta que en
señalado, existen otras conceptualizaciones
1986, cuando ella planteó el tema en American
ahistóricas de las relaciones de poder entre los
Historical Review, la mayoría de los y las colegas
géneros, que tienden a generalizar experiencias
presentes no estaban preparados para ello, para
de unas mujeres a las restantes. Dichas pers-
el género, ni para la teoría postestructuralista,
pectivas impiden analizar las particularidades,
pero a su vez, comprendió que su análisis repre-
así como analizar los procesos de cambio, las
sentaba un esfuerzo colectivo del que ella forma-
rupturas y las diferencias. Al respecto, Scott
ba parte y ello le ha permitido permanecer en el
(1990) recuerda la importancia de rechazar los
orígenes sencillos para dar pie al análisis de 6 Las cuatros dimensiones son: 1) La dimensión
procesos interrelacionados que no puedan des- simbólica: esta evoca representaciones múltiples,
hacer sus nudos. es decir, mitos socialmente construidos. 2) La
Metodológicamente, Scott plantea con- dimensión normativa: representa las interpre-
taciones de los significados de los símbolos. Se
siderar en el análisis cuatro dimensiones que expresan en doctrinas religiosas, educativas, cien-
deben ser incorporadas para abordar los estudios tíficas, legales y políticas que a su vez, afirman el
significado de varón y mujer, masculino y feme-
El habitus es sistemático y transponible, es decir, nino. 3) La dimensión sistémica: hace referencia a
puede transponerse de un ámbito de práctica a otro. las instituciones y organizaciones sociales como es
Es un esquema que existe en estado práctico, por el sistema de parentesco, educativo, económico y
lo tanto, se le interioriza de modo implícito, pre político. 4) La cuarta dimensión hace referencia a
reflexivo y pre-teórico (Bourdieu, 2000). la identidad subjetiva.
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por sus contemporáneos, los predecesores o El lenguaje opera no como simple medio
bien, sucesores10. de comunicación, sino como discurso.
Según Heller (1972), Bourdieu (2000) y Entendiendo por discurso, no frases o
Goffman (1997), lo más relevante es que los ele- palabras, “sino formas totales de pensa-
mentos que constituyen y caracterizan la vida miento, de comprensión de cómo opera
cotidiana no producen “absolutos”. Siempre el mundo, y de cuál es el lugar que uno
existe un margen de acción, movimiento y posi- tiene en él” (Cabrera, 2006: 22).
bilidad de desarrollo para el individuo. Existen
las contradicciones, razón por la cual es posible Es preciso considerar también el cuer-
la presencia de resistencias, movimientos con- po como constructo simbólico, tomando en
traculturales y contranormativos (León, 1999). cuenta los aportes de Foucault11, Bourdieu12 y
Si las personas no cuentan con dicho espacio Csordas13. Considerar a la persona como agente
de acción se produce la “extrañación”. Según encarnado busca romper con las principales
Heller, la extrañación ocurre cuando en lo coti- dualidades del pensamiento occidental: mente/
diano la persona no tiene espacio, campo, liber- cuerpo, sujeto/objeto, objetivo/sujetivo, pasivo/
tad alguna de elección o selección, posibilidades activo, racional/emocional, lenguaje/experien-
de desarrollo. En tanto que “... extrañación, es, cia, lo que nos aproxima de nuevo a la crítica
desde luego, siempre extrañación respecto de que se ha venido señalando al concepto del
algo, y precisamente respecto de las posibili- género, el uso y abuso del mismo, que ha lleva-
dades concretas del desarrollo específico de la do a enfatizar la visión dicotómica del mundo,
humanidad” (Heller, 1972: 42). que a su vez lo fragmenta y acentúa las dife-
rencias físicas, los roles sociales, etc. La idea de
CONCLUSIONES la diferencia sexual, de los géneros, etc., es la
que al fin y al cabo está en función de nuestro
Los aspectos desarrollados en este artí- conocimiento sobre el cuerpo y “ese conoci-
culo pueden contribuir a delimitar nuestro miento no es puro, no puede ser aislado de su
ángulo analítico. Teórica y metodológicamente implicación en una amplia gama de contextos
se destaca la importancia que siguen teniendo discursivos” (Cabrera, 2006).
el análisis del discurso y del cuerpo para los
estudios de género y para las mujeres, así como
para las temáticas sociales generales, en la 11 Al respecto no se pueden dejar de citar los aportes
de autores que son claves en este aspecto con-
medida en que permiten analizar las relacio- ceptual: Foucault, quien desde el concepto de
nes de poder que nos sitúan en el terreno de biopoder, relaciona la experiencia del cuerpo con el
las desigualdades socio históricas y los cam- poder, el conocimiento y los cambios políticos que
bios que se producen de la confrontación, el se han dado en la historia con respecto al cuerpo.
conflicto, las resistencias, entre otras acciones El cuerpo es visto como la experiencia material
sobre la que se ejerce poder, pero también permite
que devienen de los sujetos, así como también resistir a los sujetos sociales. En: Foucault, Michel.
comprender las estructuras y esquemas socia- La historia de la sexualidad I, La voluntad de
les que las mantienen y las hacen trasponibles saber. España: Siglo XXI, 1987.
en el tiempo y en espacios diversos. El discurso, 12 Bourdieu (2000 y 1990) lo utiliza para comprender
tal y como lo vienen señalando algunas teóricas los procesos socio culturales que entrañan las
del feminismo, refleja sistemas de significados prácticas y habitus de las personas, asimismo, lo
utiliza en el estudio de las clases sociales, los gus-
al igual que el lenguaje, asimismo, permite
tos, la dominación masculina, entre otras.
observar en el tiempo las representaciones que
13 Csordas (s.f.) quien habla de embodiment y bodily-
se generan a partir de él. Es central retomar la
ness (corporalidad) para referirse a lo corporal
forma en que Scott establece la relación entre como auténtico campo de la cultura. El cuerpo
lenguaje y discurso: es considerado un agente y lugar de intersección
individual, psicológica y social, es ser biológico
10 Consultar: Schutz y Luckmann. The Structures of pero también es entidad consciente, experiencial,
the Life-World, Vol.2, 1989. actuante e interpretadora.
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