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LA “GENERACION” COMO IDEOLOGIA CULTURAL: EL FONCA Y LA INSTITUCIONALIZACION DE LA “NARRATIVA JOVEN” EN MEXICO IGNACIO M. SANCHEZ PRADO Washington University in Saint Louis Una forma de leer las tensiones y obsesiones de una literatura radica en la identificacién de libros sintomaticos, esa clase de textos que emergen intermitentemente en el medio editorial y que nos otorgan ciertas coordenadas sobre los atin indeterminados pardémetros de una narrativa en produccién. En el verano del 2009, aparecié uno de estos libros, un signo inequivoco de formas de produccién literaria que comienzan a cristalizar sus auras institucionales: Temporada de caza para el ledén negro del escritor mexicano Tryno Maldonado. Este libro trata de la vida de Golo, un artista cocaindémano y aficionado al Atari, un genio incomprendido cuya historia nos es contada fragmentariamente por uno de sus amantes. No es una novela particularmente notable en términos estéticos: el libro apela a una estética superficialmente confrontacional, pero poco convincente, basada en la acumulacién vacia de drogas y una sexualidad gay que parece ser un inequivoco signo de decadencia para su autor.' Sin embargo, el libro es sintomatico de la consolidacién de ciertos pardmetros estéticos e¢ institucionales de la narrativa mexicana, debido a varias razones. Primero, se trata de un libro publicado por Anagrama, una casa espafiola que, ademas de su prestigio a nivel continental, ha jugado un papel preponderante en la formacin intelectual de los escritores mexicanos jévenes por lo menos desde los afios ochenta. Parte del punto radica en el hecho de que, pese a la superficial apelacién a la contracultura hecha por su autor, se trata de un libro escrito bajo los auspicios de una beca del Estado — Maldonado fue becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA)— y publicado por la casa editorial que edita algunos de los autores mas consolidados de Ia literatura mexicana: Sergio Pitol, Juan Villoro, Alvaro Enrigue y Guillermo J. Fadanelli, entre otros. De hecho, una lectura detenida permite ver que la novela es, en realidad, un libro de postura: la aficién del protagonista, llamado Golo, al Atari hace eco de los intentos de Maldonado de usar el apelativo “generacién Atari” para definir a los escritores nacidos en los afios setenta. Llama también la atencidn que el raro nombre Golo — "No hare aqui una lectura detallada de la novela, dado que la he comentado en otra parte. Véase mi resefia “El sindome de Golo,” donde hago una critica a la estética de este libro y de Los esclavos (2009) de Alberto Chimal en torno a sus consecuencias para la nueva narrativa en México. 8 cuya relacién poco sutil con términos como goloso o gula es parte de la construcci6n del personaje— aparece también en una novela publicada unos meses antes, Los esclavos de Alberto Chimal, donde denomina a un protagonista que vive en un delirio constante de poder, manifestado en su esclavizaciOn sexual de un hombre significativamente apodado Mundo. Sin especular sobre los orfgenes de la coincidencia, queda claro que la aparicién de Golo en las novelas de dos escritores que, hasta ese momento, no tenian ninguna afinidad estética particular, es notable. Finalmente, es también importante tener en mente que Maldonado es editor de Grandes Hits vol. 1 (2008), hasta ahora el intento mds prominente de presentar un mapa narrativo de los escritores mexicanos nacidos en los setenta. En pocas palabras, Temporada de caza para el leén negro sintetiza bien una serie de fendmenos que han caracterizado a la literatura joven de México en las dos tltimas décadas: una produccién subsidiada cada vez mas por un sofisticado aparato estatal de subvencién cultural; una maquina editorial que tiende a privilegiar y canonizar las obras emanadas de dicha produccién; la persistencia de una nocidn anacronica de “generacién” como instrumento de (auto)definicidn de los escritores jovenes; la consolidacién de estéticas de fuerte cariz autorreferencial. El presente ensayo es un intento de rastrear las formas en que esta interseccién entre literatura joven ¢ institucién cultural en México han Ilevado a la emergencia de una practica cultural, recurrentemente llamada “nueva narrativa,’ que ha resultado en una paradojal tensién entre el ensanchamiento de los espacios de produccién y publicacion y el estrechamiento estético de la escritura producida en estos espacios. En general, mi argumento consiste en la idea de que el uso de la nocidn de “generacién” como marca critica predominante en la formacién de instituciones culturales ha resultado en marcos de referencia y practicas escriturales que han impactado de manera decisiva las estéticas narrativas en México. Desarrollaré este argumento a partir de una discusién de la forma en que la idea de generaci6n se ha incorporado a las instituciones literarias en México a través de programas de apoyo a la escritura joven como el Sistema de Jévenes Creadores del FONCA y el Fondo Editorial Tierra Adentro. En El complejo Fitzgerald, un ensayo sobre la imagen del escritor joven en el siglo XX, José Mariano Leyva, un autor inscrito plenamente en las redes institucionales de las que hablaré a continuacién, plantea que “[e]l dia de hoy, elaborar un panorama de jévenes autores mexicanos, arraigados a una €poca, criticos en su literatura, no es facil por su variedad” (292). Este ensayo explora las razones detrds de las pulsiones centripetas de la narrativa mexicana, cuyo resultado ultimo es la reduccién de esta variedad a intentos de producir imagenes de la narrativa mexicana tan discernibles como problematicas. La idea de “generaci6n literaria” relevante a las literaturas de la América Hispdnica tiene sus races culturales en la filologia ibérica. De manera especifica, el uso canonico de la nocién encuentra su origen en El tema de nuestro tiempo (1920) de José Ortega y Gasset, donde plantea a la generacién como una “variedad humana” (147), consistente en una “peculiar sensiblidad” que resulta en una “vocaci6n propia, su histrica misién” (151). Esta definicién no es un intento de heuristica literaria o artfstica, sino una filosoffa de la historia fundada en ideas como la “sensiblidad vital” 0 el perspectivismo (Gambarte 35), de fuerte raigambre bergsoniana. Hacia fines de los afios cuarenta, Julian Marias transforma la idea filosofica de Ortega en un “método histérico,” cuya genealogia es rastreable tanto al legado decimonGnico positivista de Auguste Comte como a los desarrollos del término en la filologia y estética alemana.’ Si bien una discusi6n detallada de estos legados excede los propdsitos de mi estudio, cabe observar que la metodologia histérica propuesta por Marfas a partir del amalgamiento discursivo de estas tradiciones logra sintetizar una serie de elementos aparentemente contradictorios, lo que, a su vez, permite su popularidad en tanto método de critica literaria. Asi, la idea de “generacién” emergente del método de Marias articula el cientificismo comteano, que jugard un rol central en los muchos intentos de definir una “ciencia de la literatura,” el elanismo bergsoniano y perspectivismo orteguiano como mecanismos de estudio de la sensibilidad cultural y el historicismo aleman como estrategia de relaci6n directa entre estética e historia. Esta noci6n ha resultado particularmente seductora para hablar de las literaturas jdvenes, puesto que permite la explicacién de los momentos formativos de un grupo literario en un sistema que combina la taxonomfa con el reconocimiento de la historicidad. Esto se ve claramente en “Las generaciones literarias” de Julius Petersen, cuyo desarrollo de la nocidn se basa en un estudio de los procesos formativos de las distintas generaciones que componen al romanticismo aleman. Petersen construye la nocién de “generaci6n literaria” a partir de categorias y eventos, como el anquilosamiento de los viejos, la educacién o la emergencia de gufas, que entienden los procesos de la historia literaria como una constante bildungsroman. En Espafia, en un momento tan tardio como 1970, la “generacién” sigue funcionando como metodologia central de la historia literaria en libros como Doctrina y estética literaria de Guillermo de Torre, quien proclama la “caducidad de otros métodos” y plantea a la “generacién” como “una voluntad de renovacién” que realiza un “acto espiritual” (254). Como observa Eduardo Mateo Gambarte, esto se traduce a un entendimiento de la generacién que emerge cuando “la comunidad juvenil se manifiesta, colectivamente, solidariamente” (118). En la medida en que esta ? Véase Comte, The Positive Philosophy 452 y ss; Pinder, El problema de las generaciones en la historia del arte en Europa y Petersen “Las generaciones literarias.” 10

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