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Algunos fármacos nos sirven para combatir tanto la fiebre como el dolor, pues
poseen ambas propiedades. Estos medicamentos actúan en dos direcciones. En
primer lugar inhibiendo unas sustancias que se liberan en el tejido dañado que son
responsables del dolor. Por otra parte potencian una serie de mecanismos
encaminados a eliminar el exceso de temperatura del organismo, combatiendo así
la fiebre. Los medicamentos más utilizados con acción antipirética y analgésica que
no precisan de receta médica son el ácido acetil salicílico y el paracetamol.
EL PARACETAMOL
Tanto el paracetamol como el ácido acetilsalicílico se pueden adquirir sin receta, por
lo que en este tipo de medicamentos es más importante aún el consejo del
farmacéutico ya que en la mayoría de las ocasiones es el único profesional sanitario
al que consultamos. Además, aunque se trate de medicamentos que no precisan de
receta, tienen actividad farmacológica, y por lo tanto además de ayudarnos, pueden
provocar efectos indeseados si no los utilizamos correctamente.
La palabra analgésico tiene su origen en el prefijo griego en, que significa negación,
y en algos, que significa dolor. Así que, como bien indica su origen,
son medicamentos que reducen o alivian el dolor, ya sea de cabeza, muscular o de
articulación, entre otros. Además, sirven para tratar la fiebre alta porque al igual que
los antiinflamatorios son antitérmicos.
Hay diferentes tipos de analgésicos. Los más comunes son los que están en el
grupo de los Antiinflamatorios No Esteroideos (AINE), como el paracetamol.
También están los opiáceos débiles, como los que llevan codeína o oxicodona; los
opiáceos fuertes, como la morfina o el fentanilo; y por último los fármacos
coadyuvantes, que son los que buscan aumentar la eficacia analgésica de los otros
medicamentos. Excepto los primeros, los analgésicos que se encuentran en los
otros grupos sólo se pueden obtener por prescripción médica y bajo un estricto
control debido a su potencia y posibles riesgos.
En general, el consumo de analgésicos es bastante seguro, incluso durante el
embarazo y la lactancia, aunque siempre debe consultar primero con un profesional
sanitario.
Los antibióticos no son la solución para todo, de hecho, este tipo de medicamentos
sólo mata a las bacterias. El resfriado común, la gripe y la bronquitis son dolencias
causadas por virus y, por lo tanto, los antibióticos no están indicados para su
tratamiento. Estas son, además, las patologías en las que con más frecuencia se
emplean antibióticos de manera innecesaria y, por lo tanto, errónea.
Por su parte, la gripe "ocasiona malestar general, dolor muscular y fiebre alta, pero
no hay mucha mucosidad, no se tapona mucho la nariz, no hay dolor de garganta y
no es habitual tener mucha tos".
Cots aclara que el 90% de las infecciones respiratorias son víricas, mientras
que en las infecciones de orina el germen más frecuente es la bacteria. "Son
las mujeres quienes más padecen este tipo de dolencia. De hecho, de cada
diez infecciones de orina, siete u ocho se dan en mujeres".
La cistitis típica de la mujer se caracteriza porque esta tiene que orinar más
veces y cuando lo hace siente molestias. El doctor apunta que "existe una
prueba que consiste en poner la orina sobre una tira para saber si hay una
infección bacteriana".
Pero siempre debe ser un médico quien determine si los antibióticos son
necesarios o no. "Nunca hay que auto medicarse con antibióticos"
Cots aclara que tomarse un antibiótico cuando no está indicado origina dos
problemas. Por un lado, la patología que esa persona tiene no va a mejorar.
Pero, además, se expone a los posibles efectos secundarios del fármaco.
"Ese antibiótico que no hacía falta haberse tomado puede producir diarrea
porque destruye la flora que tenemos en el colon", apunta.
ANTIDEPRESIVO
Los antidepresivos son medicinas que receta un médico para tratar la depresión.
Estos medicamentos ayudan a mejorar la forma en que el cerebro utiliza ciertas
sustancias químicas naturales. Pueden tardar varias semanas en hacer efecto.
Existen muchos tipos de antidepresivos. A veces, es necesario probar más de uno
hasta encontrar el que surta un mejor efecto.
Estos medicamentos pueden causar algunos efectos secundarios menores que, en
general, no duran mucho tiempo. Por ejemplo: dolor de cabeza, náuseas, problemas
para dormir, inquietud y problemas sexuales. Infórmele al médico si tiene cualquier
efecto secundario. También debe informarle al médico si toma otras medicinas,
vitaminas o suplementos herbarios.
ANTIÁCIDOS Y ANTIULCEROSOS
ANTIALÉRGICOS
ANTIDIARREICOS Y LAXANTES
Los antidiarreicos son tipos de medicamentos que tienen como propósito aliviar y
detener los efectos de la diarrea. Los más utilizados actualmente son fármacos que
inhiben la motilidad del intestino, lo que favorece la retención para conseguir una
mayor consistencia y volumen en las heces. Las reacciones adversas de estos
fármacos son mínimas, aunque se han registrado algunas como el dolor abdominal
o el estreñimiento.
En cambio, los laxantes son recetados para el caso contrario, en otras palabras,
para resolver problemas de estreñimiento por un aumento del movimiento intestinal
o por lubricación. Su uso debe ser moderado y como apoyo, porque un tratamiento
prolongado hace que el intestino no trabaje correctamente, disminuyendo su
capacidad de absorción de nutrientes.
ANTI INFECCIOSOS
ANTITUSIVOS Y MUCOLÍTICOS
Son fármacos que se recetan para tratar de reducir la tos no productiva, es decir,
que no libera mucosidad. Se debe tener sumo cuidado con su dosis, ya que algunos
de ellos, como la codeína, producen adicción.
En cuanto a los mucolíticos, son medicamentos que se recomiendan cuando la
mucosidad dificulta una respiración correcta. Sus efectos secundarios son menores,
como cefaleas o reacciones alérgicas.
ANESTÉSICOS
Los anestésicos se utilizan para reducir la actividad del sistema nervioso
central (formado por el encéfalo y la médula espinal) con el objetivo
de permitir intervenciones médicas dolorosas, como las cirugías.
ANTÍDOTOS
Los antídotos son un tipo de medicamento que se usa para mitigar los efectos
del contacto con un determinado tóxico (o sustancia venenosa). Algunos
ejemplos son la acetilcisteína, la atropina, la naloxona, la penicilamina o el
carbón activado, un antídoto inespecífico.
ANTICONVULSIVOS (O ANTIEPILÉPTICOS)
ANTIMIGRAÑOSOS
ANTIPARKINSONIANOS
MEDICAMENTOS CARDIOVASCULARES
DIURÉTICOS
Los medicamentos diuréticos más recomendados por la OMS son la
furosemida y la hidroclorotiazida, aunque la Organización también destaca la
amilorida, la espironolactona y el manitol.
MEDICAMENTOS GASTROINTESTINALES
OXITÓCICOS Y ANTIOXITÓCICOS
MEDICAMENTOS PSICOTERAPÉUTICOS
FARMACOLIGIA
QUÉ ES LA FARMACOLOGÍA
Se trata de una ciencia que analiza y descifra los aspectos más relevantes de la
química con el fin de poder producir estructuras moleculares de cepas de
enfermedades en forma de retrovirus, para así poder combatir los síntomas y
afecciones de una enfermedad. La farmacología es una ciencia de amplio espectro
que analiza elementos químicos, sus combinaciones y sus efectos en los seres
vivos, con el fin benéfico de siempre, buscar soluciones de enfermedad. La
farmacología utiliza métodos de investigación y experimentos, basados en los
fundamentos establecidos por la enfermedad para lo que son diseñados, esta visión,
permite que la farmacología cope todos los recursos posibles para afrontar cualquier
anomalía o variante en la enfermedad.