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de política exterior:
Argentina y Brasil en
perspectiva comparada *
*Agradecemos los comentarios y sugerencias de Jorge Battaglino e Ignacio Labaqui a este trabajo.
Luis Leandro Schenoni: Becario Doctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas
(CONICET) de la República Argentina. Profesor Asistente en la Licenciatura en Relaciones
Internacionales de la Universidad Católica Argentina (UCA). Estudiante de la Maestría en Estudios
Internacionales de la Universidad Torcuato Di Tella, Buenos Aires, Argentina (UTDT).
Alejo Martín Ferrandi Aztiria: Estudiante de tercer año de la Licenciatura en Relaciones Internacionales
de la Universidad Católica Argentina (UCA).
1. Nuestra revisión de literatura alcanzó a identificar dos artículos que tratan tangencialmente este tema. El primero
de ellos (Paikin, 2003) lo aborda desde una perspectiva principalmente comercial. El segundo (Jauregui, 2003) lo
hace desde una visión legalista. Ninguno de ellos entra en diálogo con la literatura que politólogos e internacionalistas
produjeron sobre este tema ni profundizan en las implicancias de un Congreso más o menos activo para la política
exterior argentina.
2. Aunque los postulados a) y b) hayan sido desarrollados por autores norteamericanos en la consideración de un
Congreso con facultades algo más extensas que el argentino o brasileño -estos últimos, por ejemplo, no pueden
modificar el texto del acuerdo internacional-, creemos que son igualmente aplicables a nuestros casos (Lima &
Santos, 1998).
3. Más allá de la inherencia de esta idea a la teoría democrática, esto no es así a partir de una conjetura ideológica, sino
acorde a la evolución histórica de las democracias moderna. Previo a la redacción de la primera constitución
presidencialista en Estados Unidos, se desarrollaron largos debates en torno a la posibilidad de que el Congreso
Continental -y más tarde el Senado-, quienes de hecho habían llevado adelante la política exterior norteamericana
desde la independencia, delegaran sus atribuciones en un Ejecutivo fuerte. Ésta posición, defendida por Hamilton,
terminó por imponerse en virtud de su eficiencia, pero siempre como una delegación del Congreso. En lo sucesivo,
todas las constituciones democráticas asumieron la delegación de estas atribuciones en el Presidente como una forma
de resolver los diferentes los muchos problemas de acción colectiva que podrían surgir en el plenario cada cámara,
pero manteniéndose como fuente de legitimidad y preservando para sí la última palabra frente a cualquier acto
exterior del Ejecutivo que implicara una obligación para el Estado.
4. Más concretamente, en lo atinente a la política exterior y comercial, la Constitución Argentina de 1994 reconoce al
Congreso las siguientes atribuciones: artículo 75 incisos 1 (legislar en materia aduanera), 4 (contraer empréstitos), 7
(negociar la deuda externa), 13 (reglar comercio exterior), 22 (aprobar y desechar tratados y concordatos), 24
(aprobar o desechar tratados de integración), 25 (autorizar al ejecutivo a declarar la guerra y la paz), artículo 99 inciso
7 (prestar acuerdo al ejecutivo en el nombramiento y remoción de embajadores, ministros plenipotenciarios y
encargados de negocios). Lo mismo sucede con la Constitución de Brasil de 1988, que incluye atribuciones
adicionales en materia financiera: artículo 49 incisos 1 (aprobar tratados y concordatos), 2 (autorizar ejecutivo a
declarar la guerra y la paz); artículo 52 inciso 4 (nombrar diplomáticos), 5 (autorizar operaciones financieras en el
exterior), 6 y 7 (autorizar y fijar el límite de endeudamiento).
5. A este respecto algunos autores influyentes como Sartori (1996) opinaron que las prerrogativas extraordinarias que
otorga al Presidente la Constitución de 1988 convierten a Brasil en un caso extremo de decretismo, de forma tal que el
Legislativo poco podría hacer, aún con estas herramientas constitucionales, para controlar a un Ejecutivo tan
empoderado. Esta opinión poco nos importa aquí, dado que los tratados nunca pueden ser aprobados por decreto. En
relación a otras políticas públicas, la opinión de Sartori también ha sido rebatida en la consideración de que el
excesivo uso de las medidas provisórias -nombre que reciben los decretos presidenciales en Brasil- podría
interpretarse a la inversa, como la consecuencia de un Poder Ejecutivo comparativamente débil por la existencia de
fragmentación partidaria y baja disciplina.
6. Si bien es cierto que algunos autores como Saiegh (2009) han demostrado que las iniciativas legislativas del
Presidente son derrotadas en el Congreso con más frecuencia en Argentina que en Brasil, esto -el éxito legislativo- no
demuestra que el Congreso argentino sea más autónomo, ni más activo. Ana María Mustapic (2002: 46) reconoce que
“la evidencia no es consistente con la imagen de un legislador subordinado a las iniciativas presidenciales. De
hecho, cuando el Presidente decide unilateralmente usar sus fuertes poderes institucionales, enfrenta desafíos más
complicados en el Congreso”, pero destaca seguidamente que a partir del uso de estos poderes y de la capacidad de los
partidos para distribuir incentivos selectivos y colectivos, el Presidente tiene herramientas para reducir las
tendencias centrífugas, lo que es especialmente notable cuando tiene a la economía y a la opinión pública en su favor.
Esta relación de amor-odio entre el Ejecutivo y Legislativo argentinos puede capturarse con mayor nitidez si la
analizamos, ya no a través de un indicador de ‘éxito legislativo’, sino de ‘participación legislativa’ -la influencia
relativa de los poderes sobre la legislación efectivamente aprobada-, otro indicador de uso extendido (Alcántara et al.,
2005). Desde esta perspectiva queda bastante claro cómo, en el caso argentino las mayorías en ambas cámaras
favorecen un liderazgo delegativo del Presidente mientras que la pérdida de alguna de éstas provoca una
recuperación de las facultades delegadas por parte del Congreso, aunque a riesgo de dificultar la gobernabilidad
(Sabater, 2011). En relación con esto último, Ernesto Calvo (2007) ha comprobado que uno de los predictores más
importante de la aprobación de iniciativas legislativas presidenciales es la imagen positiva del Presidente y los
resultados del gobierno en materia de política económica, lo que contribuye una visión poco institucionalizada e
intrínsecamente inestable de la relación Ejecutivo-Legislativo en Argentina.
7. Entrevista con uno de los coautores en el marco del X Congreso Nacional de Ciencia Política, organizado por la
Sociedad Argentina de Análisis Político y la Universidad Católica de Córdoba, Córdoba, Argentina, 29 de julio de
2011.
8. Nótese que hablamos del carácter de la política exterior y comercial únicamente en el sentido de estas tres últimas
dimensiones y no respecto de su perfil más o menos proteccionista o nacionalista. Nos abstenemos en este sentido de
ingresar en el debate sobre el tipo de política comercial que podría favorecer un proceso decisorio más concentrado en
el Presidente. A este respecto la opinión se encuentra dividida entre quienes aseguran que la susceptibilidad a los
intereses parroquiales hace del Congreso una institución más proteccionista -y al ejecutivo más liberal- (Rogowski,
1987) y quienes encuentran al Presidente como un agente que, por su insularidad, podría ser más fácilmente cooptado
por demandas proteccionistas, especialmente en momentos de crisis económica (Mansfield & Busch, 1995). Más allá
de estas discusiones, sí sostenemos que un Presidente con la capacidad de cambiar la política exterior y comercial sin
la amenaza de veto de otros agentes institucionales o políticos, formulará decisiones más radicales, en el sentido que
sea, generando inestabilidad.
9. Mientras en Brasil la producción de azúcar permanecía subsidiada, en Argentina los productores e industriales
habían quedado sin apoyo del gobierno desde 1991. En 1992 la producción nacional estaba resguardada por el Decreto
797/92 que establecía un arancel especial para el azúcar importada pensado para compensar la competencia brasile-
ña, situación que llevó a un proceso de negociación entre ambos gobiernos y la concreción del régimen de adecuación.
10. El veto fue mal recibido especialmente entre las entidades representantes del empresariado azucarero. Jorge
Cornejo -presidente de la Unión de Cañeros de Salta y Jujuy- reaccionó ante la medida manifestando su desconfianza
y profetizando un escenario crítico para la región: “Quiero ver los papeles firmados y soluciones, porque con esta
medida quedan sin trabajo más de 20.000 personas” (La Nación 27/05/97). Las sucesivas manifestaciones en estas
provincias ejercieron la presión necesaria para que el Congreso insistiera en la sanción de la ley.
11
ción del sector a las relaciones con Brasil . embargo en el Congreso de Brasil. Por un
Hay al menos dos hipótesis que explica- lado, bajo presión de los empresarios
rían el estallido de este conflicto. La azucareros de la Unión de Agroindustria de
primera de ellas puede encontrarse en el Caña de San Pablo y la nacional Unión de
temor de los empresarios azucareros a ser Agroindustria de Caña (UNICA), los
sacrificados en el contexto de las negocia- legisladores decidieron interpelar al
ciones con Brasil en beneficio de otros ministro de economía, Pedro Malán, por lo
sectores considerados estratégicos como el que se consideró una falta de previsión.
automotor12. A esto se agregaba que Brasil Pero el conflicto pronto rebasaría las
había bloqueado el financiamiento de las fronteras del sector. Pocos días después, el
importaciones en mayo por medio de la legislador oficialista Paulo Bornhausen
Disposición Transitoria 1569 del -entonces Secretario de la Comisión
26/03/97, medida que generó un serio Conjunta del MERCOSUR- presentó un
conflicto con los otros tres socios del proyecto de decreto-ley -que entraría en
MERCOSUR y que finalmente se resolvió vigencia sin necesidad de ser promulgado
en junio reestableciendo las líneas de por el Ejecutivo- para prohibir la entrada de
crédito para estos mercados (La Nación trigo argentino (La Nación y Clarín
19/06/97). 06/09/97). A esto se sumó la presión de
Más allá de sus motivos, lo cierto es que la parte del lobby de la industria láctea en la
‘ley del azúcar’ desató varios frentes de misma dirección. En paralelo a estas
conflicto en Brasil, tanto al interior del iniciativas y a instancias del lobby cerealero y
Ejecutivo como con el Congreso y las harinero brasilero, el mismo gobierno se
entidades empresariales del sector. Desde decidió a formar un grupo de trabajo
Itamaraty se exigió de Menem el respeto de integrado por funcionarios de los ministe-
los compromisos asumidos previamente rios de industria y comercio, agricultura y
-buscando una salida consensuada, aun economía para evaluar si la harina argentina
contemplando la posibilidad de compensa- estaba en condiciones de competencia
ciones para la Argentina-. Pero otras desleal -lo cierto era que el trigo y harina
agencias interpretaron la decisión del argentinas no pagaban ningún arancel-.
Congreso argentino como una renuncia a Es notable cómo en este contexto el
toda posibilidad de negociación y como Congreso brasilero se presentó como una
una afrenta al espíritu del MERCOSUR. institución capaz de receptar rápidamente
La reacción más vehemente se vio sin las demandas de los lobbies industriales que
se activaron con la sanción de esta medida,
11. El Senador Emilio Cantarero (PJ-Salta) declaró que “No insistir con esta ley es comprometer el destino de la
industria azucarera. No van a contar con mi voto para llevar penas y desempleo a 10.000 de mis comprovincianos”
(La Nación 04/09/97). En el mismo sentido se pronunció el Senador Máximo Tell (PJ-Jujuy) cuando dijo: “No
compartimos la teoría del Ejecutivo de que este proyecto va en contra del MERCOSUR. Aspiramos a crear el marco
de seguridad necesario para que este proceso de integración en el mercado común sea sinónimo de transparencia y
competitividad” (La Nación 04/09/97).
12. En este sentido, Zorreguieta señaló que la sanción fue una respuesta a la posibilidad de que “en cualquier
momento y ante una presión brasileña, debido a que los representantes del MERCOSUR se estaban reuniendo cada
tres meses para discutir siempre el mismo tema, se cediera, y el azúcar pudiera convertirse en una moneda de
cambio con otras cosas” (La Nación 09/09/97).
mientras que el Congreso argentino había za de represalias por parte del Congreso
tardado años en receptar estas demandas y brasilero -eventual prohibición de importar
sólo lo hizo tras graves episodios de protes- trigo argentino- movilizó acciones de
ta. En Brasil no fue el Ejecutivo sino los contra lobby por parte del sector cerealero
legisladores quienes encabezaron la reac- argentino (La Nación 06/09/97). La
ción ante una medida que afectaba los Federación Argentina de Acopiadores y
intereses del país. De hecho, algunos minis- otras entidades provinciales manifestaron
tros fueron cuestionados por los legislado- su preocupación y la necesidad de defender
res por inacción y falta de previsión. El el mercado clave que representa Brasil -el
Presidente, por su parte, en lo que puede 81% del trigo consumido en Brasil es
interpretarse como un intento por coordi- argentino-. Estas demandas fueron
nar -o al menos evitar la confrontación- desoídas por los legisladores que por
con el Congreso, permaneció alejado de la entonces comenzaban a enfrentar un
escena la mayor parte del tiempo mientras conflicto abierto contra el Presidente y
el problema era manejado por los ministros varios ministros. La ley fue condenada
y recién se manifestó para actuar como abiertamente por el Ejecutivo argentino
moderador hacia el final del conflicto13. por la afrenta que significaba a Brasil y las
En Argentina, el Centro Azucarero eventuales represalias que tomaría este
Argentino recibió con satisfacción la ‘ley país. El temor era que se recurriera a trabas
del azúcar’. Se sumaron luego los comerciales a otros productos nacionales
industriales del Centro Azucarero Regional -trigo, lácteos, automóviles y medicamen-
de Tucumán, los productores de caña esa tos- y que podrían desembocar en una
provincia -nucleados en la Unión de escalada de represalias reciprocas. A esto se
Cañeros Independientes de Tucumán y el sumaba el riesgo de que en Brasil apelara a
Centro de Agricultores Cañeros de Tucu- organismos internacionales para denunciar
mán- e incluso el gobernador de Tucumán, el incumplimiento de tratados bilaterales
Antonio Bussi. En líneas generales, los caso que de concretarse supondría un
argumentos consistían en que la ley no descontado triunfo del país vecino (La
contradecía ni la Constitución, ni los Nación 09/09/97).
tratados con Brasil ya que, no obstante lo Resulta curioso que el Presidente se
establecido en el Tratado de Asunción y en enfrentara a un Congreso con mayoría
el Protocolo de Ouro Preto, no podía oficialista en ambas cámaras, bloque que
pretenderse integración en aquellos secto- por otro lado había sido el promotor de la
res donde hubiese asimetrías. ley. La evidencia presentada por los medios
Asimismo, el conocimiento de la amena- no lleva a sostener que la insistencia en la
13. El Congreso brasilero actuaría como canalizador de demandas sectoriales y como actor relevante a la hora de
formular y ejecutar la política exterior: ni bien el Congreso argentino procedió a tomar medidas dirigidas a proteger
un sector de su economía, el Congreso brasilero pudo responder rápidamente con una amenaza de sanción de una ley
de índole semejante que atendía a reclamos sectoriales -como el cerealero y el molinero- que no habían sido atendidos
por el Ejecutivo ni habían dado lugar a protestas o manifestaciones de magnitud como sucedió con el sector azucarero
en Argentina. Inclusive, podría hablarse de algún grado de coordinación entre los poderes Legislativo y Ejecutivo, en
tanto el segundo, en lugar de desautorizar la iniciativa de represalia por parte del Congreso, aún imposibilitado de
ejercer el veto, manifestó un implícito acuerdo al no realizar objeciones.
sanción de la ley haya obedecido a una sector particular como es el azucarero” (La Nación
motivación surgida de la propia institución 08/09/97). El ministro de economía
de defender los intereses de sectores Roque Fernández por su parte llegó a
nacionales afectados. Los hechos llevan a acusar al lobby azucarero del NOA de haber
pensar en objetivos más circunstanciales. instigado disturbios sociales -piquetes de
Ante la inminencia de las elecciones marzo y mayo de 1997 en Jujuy y Salta- y a
legislativas nacionales -programadas para partir de ello haber presionado a los
el 26 de octubre- y la latencia de un legisladores de sus provincias con
escenario en las provincias a las que amenazas de cierre (La Nación 07/09/97).
representaban caldeado por las protestas Esto motivó la inmediata respuesta del
de mayo -crisis social en las provincias del Centro Azucarero Argentino que se defen-
norte, reclamos por planes de asistencia dió alegando que la ley fue promovida
social y puestos de trabajo- es esperable que tanto por la industria como por los
la presión de lobby azucarero nacional haya agricultores cañeros y trabajadores.
gravitado de forma decisiva. Estos habrían Debemos destacar en este punto una
enfrentado a los legisladores con el escena- clara diferencia entre la posición del
rio social crítico que podría emerger en sus Presidente Cardoso frente a las demandas
provincias de llegar a quebrar la industria sectoriales y la decisión del Congreso, y la
azucarera nacional por no ponerse límites a actitud abiertamente confrontativa la
la penetración de azúcar brasilera. Así, Presidencia argentina frente a estos grupos
ningún legislador quiso correr el riesgo de de interés y los legisladores, intentando
tomar una decisión que le habría valido la disciplinar a ambos en lugar de promover
condena de los electores, poniendo en algún tipo de coordinación de sus
duda sus posibilidades futuras de reelec- demandas.
ción. Lo antedicho lleva a considerar que se Así las cosas se presentaban dos cursos de
trató de una jugada con fines electoralis- acción para la solución del conflicto entre
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tas . los poderes Ejecutivo y Legislativo en
La estrategia del Ejecutivo fue la de Argentina: i) promover en el congreso la
desligarse completamente de la responsa- sanción de una ley correctiva -que
bilidad del hecho y de demostrar a las contemplara la protección de las econo-
autoridades brasileras la voluntad y la mías regionales sin afectar el proceso de
capacidad de dar marcha atrás con lo integración, es decir, reducir progresiva-
decidido por los legisladores (La Nación mente el arancel al azúcar brasilero a
05/09/97). En declaraciones a la prensa, el cambio de compensaciones de parte de
secretario General de la Presidencia, Brasil- o bien, ii) en caso de fallar las
Alberto Kohan, señaló que “no podemos negociaciones con los legisladores, se
arriesgar algo como el MERCOSUR, por un intentaría recurrir a la Corte de Suprema
14. Esta hipótesis se ve reforzada por el hecho de que al momento de surgir los proyectos alternativos ningún senador
se mostró dispuesto a considerarlos sino después de las elecciones y que una vez pasada las mismas, el tema no volvió
a ser cuestión de debate importante en el Congreso sino hasta el año siguiente. A esto hay que sumar la posibilidad de
que se haya tratado de una represalia a demandas de los legisladores desatendidas por el Ejecutivo en el contexto de
agendas paralelas.
15. Esto último iba dirigido a hacer notar que mientras en Argentina los tratados tenían jerarquía superior a las leyes
-lo que puede transformarse fácilmente en un recurso de un Ejecutivo fuerte para bloquear las iniciativas del
Legislativo- en Brasil no es así, por lo que la Argentina se encontraba en una posición desigual para operar en la
defensa de sus intereses.
provinciales ya estén en quiebra” (La Nación desde Brasil, Carlos Menem terminó
10/09/97). A su vez el Gobernador de promoviendo un dictamen de la Procura-
Jujuy, Carlos Alfonso Ferraro, declaró que duría General de la Nación declarando la
“Más allá del buen diálogo que tenemos, creo que inconstitucionalidad de la ley. Lo cierto es
[el Presidente] no comprende bien o desconoce la que dicho recurso no tenía por efecto la
situación particular de las provincias del derogación de la ley pero se lo ejecutó de
Noroeste”. todas maneras por un lado, porque sentaba
En medio de las negociaciones, y más allá un precedente para un eventual control de
de la promesa de una ley correctiva, desde constitucionalidad por parte del poder
Brasil surgió una nueva amenaza de repre- judicial y, por otro lado, porque permitía
salia: se eliminarían las facilidades para enviar una señal de buena voluntad a Brasil.
financiamiento de importaciones que se En el marco del World Economic Forum,
habían mantenido para los socios del Menem y Di Tella, anunciaron el fin del
MERCOSUR luego de arduas negociacio- conflicto -alegando que por medio de ese
nes de abril-junio de 1997 (La Nación dictamen la ley quedaba sin efecto-. El
12/09/97). Claramente, la medida suponía canciller Di Tella, al mismo tiempo que
un gran golpe a las exportaciones argenti- anunciaba el dictamen de la Procuraduría
nas por parte de su principal mercado en aras de resaltar la voluntad conciliadora
exportador. Los ministros brasileños -de agregó que “El Congreso puede dictar las leyes
relaciones exteriores, Luiz Felipe que se le dé la gana. Pero el tratado del
Lampreia, y de planificación, Antonio MERCOSUR vale más que esas normas” y que
Kadir y voceros del ministerio de “el nuevo frente de conflicto con el Brasil está
economía- al ser consultados por esta liquidado, la cuestión del azúcar está totalmente
medida declararon que aun no había ningu- resuelta por el dictamen de la Procuraduría”
na decisión tomada. Sin embargo, ambos (Clarín 11/09/97). En Brasil, la respuesta
ministros reconocieron que el asunto se estuvo a cargo de Lampreia, quien
daría por cerrado con la sanción de una nuevamente, destacando la importancia de
nueva ley, alineándose claramente con la defender el MERCOSUR, reprochó al
posición de los legisladores brasileños. El gobierno argentino no haber actuado lo
gobierno y sus ministros no se embarcaron suficiente para evitar la controversia.
en urticantes anuncios de represalias Aunque la solución parecía satisfacer a
dejando a la prensa y al Congreso la tarea de Brasilia, la preocupación se centró en la
sembrar la incertidumbre mediante esta posibilidad de que el Congreso argentino
clase de anuncios y medidas -y con ello pudiera actuar discrecionalmente -como lo
favoreciendo el aceleramiento de las había hecho aún controlado por el partido
negociaciones en Argentina-, reservándose oficial-, como un agente de política exterior
a su vez para ellos un papel neutral. y comercial.
Dadas las dificultades de obtener el favor Finalmente, la cuestión del azúcar pasó a
de los legisladores para un proyecto de ley un impasse a partir de los últimos días de
16
alternativo y las nuevas señales enviadas septiembre de 1997 . La situación logró
16. Se logró convenir una reunión entre representantes de Argentina y Brasil. De la cita participarían, por la
Argentina, el vicecanciller Andrés Cisneros, el secretario de relaciones económicas internacionales, Jorge Campbell,
y el subsecretario de comercio, Alejandro Mayoral. Del lado brasileño asistieron el viceministro de relaciones
exteriores, Sebastião do Rego Barros y el subsecretario de integración y comercio exterior, José Botafogo Gonçalves.
La reunión obedecía a una preocupación recíproca: preservar la imagen del MERCOSUR como bloque sólido. Por su
parte, la preocupación argentina por concretar la reunión mientras se negociaba con los legisladores la modificación
de la ley, surgía del temor que generaba dos amenazas latentes de parte de Brasil: la posible supresión de las ventajas
que le había dado al MERCOSUR para ablandar las restricciones a las importaciones -negociadas entre abril y junio- y
el proyecto para prohibir las importaciones de trigo argentino. Luego de esta reunión los medios no registraron más
reclamos ni del empresariado azucarero ni de los legisladores, posiblemente confiados en que con el curso que había
tomado la cuestión les proporcionaba una situación más o menos asegurada. Surgió sin embargo una demanda
creciente encabezada por la Unión Industrial Argentina para solucionar las asimetrías económicas y legales entre
ambos países a través del funcionamiento de un mecanismo de resolución de controversias, posición no compartida
por los representantes de la industria brasilera. El por entonces vicepresidente de la Confederación Nacional de la
Industria -central industrial brasilera- señaló que el conflicto desatado es algo natural de todo proceso de integración
y le restó importancia.
17. En abril de 1999 se desató un conflicto entre el gobierno nacional, por un lado, y los privados y gobiernos
provinciales por otro lado (La Nación 21/04/99). Desde el gobierno, el secretario de Industria, Comercio y Minería,
Alieto Guadagni, argumentó que lo acordado con Brasil en diciembre de 1998 -reducir un 10% el arancel que gravaba
la importación de azúcar de Brasil- era de una jerarquía superior a las leyes, según establece la Constitución, por lo
cual estaba fuera de discusión. La decisión generó gran revuelo entre los legisladores, autoridades locales y el sector
privado de las provincias azucareras quienes esgrimieron que ese acuerdo significaba desconocer la ley sancionada en
septiembre de 1997 por lo que hicieron una exhortación al Poder Ejecutivo a que dé marcha atrás con la medida quien
no obstante se mantuvo en su postura. El episodio se diluyó rápidamente sin llegar a mayores.
dores y productores: por medio de una de 2002 momento en que los legisladores
resolución del ministerio de economía de las provincias del norte logran la sanción
(743) se prorrogó por cinco años -hasta de una Ley (25.715) por la que buscaban lo
31/12/05- la vigencia del decreto mismo que se había intentado en agosto de
presidencial 797/92 que, desde 1992 -y que 2000 (prorrogar la protección arancelaria
vencía este año-, protegía a la industria dada al azúcar hasta tanto se cumpliesen las
azucarera nacional (La Nación 04/09/00). condiciones siempre esgrimidas). Este
La decisión del gobierno fue rechazada por intento se topo nuevamente con la oposi-
los trabajadores azucareros locales no así ción del ejecutivo nacional (Eduardo
por el sector empresarial. Ocurría que la Duhalde) quien la vetó el 6/1/2003 lo que
Resolución 743 le dejaba al Gobierno cinco motivó diversas reacciones de rechazo y
años para negociar un régimen de adecua- críticas hacia Duhalde desde el oficialismo
ción del azúcar al libre comercio en el y la oposición en esta provincia, al que
MERCOSUR pero para los azucareros eso acusaron de falta de interés por los intere-
no alcanzaba pues desconfiaban de la ses del Noroeste y de tomar decisiones sin
durabilidad de una mera resolución, en consultar a los gobernadores, al tiempo que
comparación con la de una ley. En medio exigieron se les diera mayor participación a
de la indefinición de la cuestión, el los gobernadores. El Senador por Salta,
embajador brasilero ante el MERCOSUR Ricardo Gómez Diez, expresó que la
Botafogo Gonçalves anunció que si bien su situación era “una muestra más del espíritu
gobierno se hallaba gustoso del veto de la centralista con el que se administra el país. Los
ley y su reemplazo por una resolución -pues políticos bonaerenses que no ven más allá de la
es más simple de derogar-, aun se mantenía pampa húmeda y que no saben que existen
un arancel del orden del 20% el cual era economías regionales de las cuales viven miles de
inaceptable y que, de no hallarse una personas, como es el caso del azúcar, un producto
solución pronta y satisfactoria, esto es, una que es objeto de dumping y de subsidios por otros
propuesta del gobierno argentino que países, lo que exige que se protejan los puestos de
incluya al azúcar dentro de las reglas del trabajo” (La Nación 17/01/03).
MERCOSUR, se procedería a otras Sin embargo, como en las anteriores
medidas. oportunidades, el Congreso insistió
Así, volvió a aparecer en el Congreso prácticamente por unanimidad el 13 de
brasilero un proyecto de ley que prohíba la diciembre el proyecto de ley que fija en un
importación desde la Argentina de produc- 20 por ciento el arancel a la importación de
tos azucarados (La Nación 06/09/00). Se azúcar hasta el 2005, tal como reclaman los
procedió a buscar una salida concertada productores de las provincias del norte. La
con el gobierno del país vecino. Así, para presión de los productores azucareros se
mediados de septiembre se decidió formar debió al temor de que el Poder Ejecutivo
una comisión parlamentaria especial desconociera la resolución ministerial 743
integrada por legisladores de las provincias de septiembre de 2000 y acordara
azucareras y sus pares brasileros para unilateralmente una rebaja con los socios
analizar el tema y buscar una fórmula de del MERCOSUR, razón por la cual se
consenso (Clarín 13/09/00). promovió la sanción de la ley.
El conflicto se reactualiza en noviembre Durante este período puede verse
18. La reacción en Brasil no se hizo esperar. Inmediatamente de conocido la ratificación de la ley, la Confederación
Nacional Agropecuaria de Brasil anunció que promovería ante el gobierno el reclamo ante la OMC para denunciar la
conducta argentina. La primera reacción del gobierno fue de parte del ministro de agricultura Roberto Rodrigues
quien cuestionó la unilateralidad de la medida que significaba un perjuicio para el comercio del Brasil y una señal de
falta de compromiso de parte de la Argentina en momentos en que se buscaba reflotar al MERCOSUR (La Nación
19/03/03).
19. La discontinuidad en el accionar del Congreso argentino, en contraste con su fuerte involucramiento en los
momentos álgidos, así como el carácter subordinado o conflictivo en su relación con el Presidente parecen encontrar
una explicación más acabada en la siguiente reflexión de Ana María Mustapic (2002: 47): “Encontramos que la
relación ejecutivo-legislativo cambia continuamente (…) mientras que los legisladores son fieles al Presidente
porque es su líder partidario, no pueden evitar representar los intereses y preferencias de su propio electorado. En
este sentido, el caso argentino está a medio camino entre el estilo europeo del ‘gobierno de partido’ y el ‘gobierno de
partido condicional’ de los Estados Unidos, descrito por Cox y McCubbins”. La reactividad como patrón de conducta
del Congreso afecta notablemente su capacidad de influir en la formulación de política exterior. Por ejemplo, uno de
los mecanismos principales a través del cual el Poder Legislativo ejerce presión sobre el Presidente es la reacción
anticipada, haciendo conocer su posición durante las negociaciones en virtud de su capacidad de afectar y en última
instancia vetar la implementación de las políticas acordadas (Martin, 2000); este tipo de estrategias no pueden
desarrollarse en un Congreso reactivo.
20. A diferencia de lo que era nuestra hipótesis inicial no podemos concluir que el Congreso brasileño sea más
autónomo que el argentino respecto del Presidente. Sin embargo, percibimos que en el caso de la Argentina su
relación tiende a ser de subordinación o conflicto, mientras que en Brasil se acerca más a un ideal de coordinación.
21. Helen Milner (1997) comprueba que los gobiernos divididos y los poderes legislativos más ofensivos -hawkish-
tienden a ser menos propensos a la cooperación y ésta, de producirse, tiende a ser más favorable a los intereses del
legislador medio. Esta afirmación -que puede ser estadísticamente cierta para los sistemas parlamentarios europeos-
parece contradecir la evidencia presentada en estos dos casos, en los cuales el oficialismo puede adoptar una pauta no
cooperativa -como sucede con los senadores del PJ en 1997- o bien el Presidente puede promover una estrategia no
cooperativa conjunta -como sucedió durante la presidencia de Duhalde con proyecto de Ley 25.715 y más
cooperativamente en Brasil-.
22. El acuerdo preveía la imposición de aranceles al comercio de productos que afectaran áreas especialmente
sensibles a la competencia intra zona, previendo cooperación bilateral científico-tecnológica y en capacitación. En
principio la Argentina conseguía preservar por esta vía a los productores de electrodomésticos, textiles, calzados y
juguetes. Por su parte, Brasil buscaba protegerse de la importación de arroz, harinas y vinos argentinos.
23. El lobbismo en Brasil se fue haciendo presente en trabajos de comisión y audiencias públicas, ya fuera a partir de
una representación individual de la empresa por medio de consultores o a través de una representación colectiva del
sector. La utilización de estas estrategias fue notoria en coyunturas críticas como la elaboración (1988) y revisión
(1993, 1995-96) de la Constitución, el debate de la Lei de modernização dos Portos, y la Lei de Patentes. El debate
sobre la cuestión del monopolio del petróleo, que incluyó el lobby de empresas extranjeras, grupos de presión
nacionales como la Federacão Única dos Petroleiros (FUP) y la FIESP, y la apelación a manifestaciones públicas, es
una muestra clara de las dimensiones que esta práctica adquirió en dicho contexto. Asimismo, la participación de
empresarios en la Cámara dos Deputados se mantuvo tan alta como en los años del gobierno autoritario. Eli Diniz y
Renato Boschi (2000: 50) analizan comparativamente los períodos 1967-1987 y 1987-1999, llegando a la conclusión
de que la representación empresaria (políticos que son considerados empresarios) abarca un 25,6% de la cámara en el
primer período y un 28,9% en el segundo.
densidades
Sumario
5 A modo de presentación
103 ESPACIOS
Inciativa Niñ@Sur
113 DEBATES
Los desafíos pendientes en Suramérica
Carlos Raimundi, Roberto Conde, Luis Maira, Roberto Feletti
y Rafael Follonier
135 LECTURAS
De Moreno a Perón. Pensamiento argentino de la
unidad latinoamericana, de Mario Oporto
139 ACADEMIAS
Maestría en Estudios Sociales Latinoamericanos
Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos
Aires
142 DOCUMENTOS
Declaración de Caracas.
Cumbre de la Comunidad de Estados
Latinoamericanosy Caribeños (CELAC)
Caracas 3 de diciembre de 2011