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Introducción

El siguiente trabajo describe de manera lógica, coherente y ordenada la estructura

fundamental que debe poseer todo plan de tratamiento dentro del área clínica psicológica,

exponiendo cada uno de las partes correspondientes y sus funciones en base a interrelaciones

dependientes e independientes. Asimismo, se revela un modelo de formato altamente propicio al

momento de ser utilizado en la evaluación psicológica de personas adultas; su ordenamiento básico

corresponde a la dinámica generada en la relación de la reducción signo-sintomática y la eficacia

del plan de tratamiento partiendo por supuesto del hecho de que la premisa fundamental y consigna

prioritaria es el alivio, reducción por eliminación de la problemática o psicopatología que como

afección perjudica al paciente.

Con este menester se ha definido de manera puntual el concepto de cada área pertinente a

la estructura y la función que desempeña dentro del plan, considerando la importancia misma de

la dinámica integral de cada uno de estos elementos con el fin de esclarecer la metodología cual

mapa ante los ojos del terapeuta, esto porque el conocer la estructura de un plan de tratamiento nos

permite en consecuencia el poseer el lineamiento que hará posible nuestra orientación dentro del

proceso.

Además se desarrolla de manera clara el protocolo de evaluación del plan de tratamiento

en base a las escala generales de superación sindromica y de eficacia tratamental, como variables

interdependientes que validan y justifiquen la eficacia del plan en relación con la reducción de la

dinámica signo-sintomática para concluir con total propiedad si existe una funcionalidad real,

medial, o nula utilizando como herramienta la fórmula de promediación conclusiva y sus

indicadores valuativos; todo lo ya mencionado como la plataforma real del inter-dinamismo

correspondiente entre el plan de tratamiento y su evaluación de eficacia.


Objetivos

Objetivo general

Investigar la estructura de un plan de tratamiento psicoterapéutico en adultos y la eficacia

en el proceso de atención.

Objetivos específicos

 Conocer nuevos modelos de evaluación de la eficacia en el tratamiento

psicoterapéutico de adultos según sea el grado de favorabilidad.

 Identificar las pautas técnicas aplicables según la sintomatología presentada por el

paciente en el proceso de tratamiento del adulto.


Que es el plan de tratamiento.

Es una estructura lógica, secuencial y organizada, capaz de integrar en si misma las

características fundamentales y científicamente funcionales del proceso psicoterapéutico; es

dentro del plan de tratamiento que se ubican los lineamientos capaces de generar una planeación

con alto grado de asertividad a la hora de tratar y resolver una problemática emocional o

psicopatológica según los marcos referenciales dictaminados por las entidades científicas

correspondientes y doctas en tales materias (Dígase la APA, la OMS, la AEPCCC y la EFPA).

Por tanto es indispensable tomar en cuenta que como estructura lógica está ordena de

manera categórica y completamente eficaz las pautas evaluativas necesarias, así como también

todos aquellos componentes lógicos que delimitan secuencial y organizativamente el proceso

mediante el cual se realizará de manera ética y con alta cientificidad el proceso de tratamiento

psicoterapéutico o bien la estrategia que sea de utilizar con el objeto de dar solución a la

problemática o como ya hemos mencionado a la psicopatología que un determinado paciente en

etapa adulta podría manifestar; es por lo mencionado que la complejidad de un plan de tratamiento

está sujeta a la vasta cantidad de problemáticas y psicopatologías que existen y a las cuales debe

dicho modelo adaptarse de manera categórica y por tanto su contenido debe resumir en sí mismo

el proceso lógico y secuencial que dará precisamente la atención profesional indicada y adaptada

a las exigencias que cada uno de los padecimientos psicológicos o problemáticas podrían presentar.

Un plan de tratamiento debe ser por tanto científicamente funcional pues engloba en sí

mismo un proceso fundamentalmente basado en las normativas básicas de un método científico,

siendo entonces sus pasos consecuentes y orientados a concatenarse de manera específica con el

objeto de aumentar el grado de funcionalidad a la hora de aplicar la estrategia respectiva al

tratamiento implementado. Recordemos que existen una vasta cantidad de marcos referenciales y
ejes capaces de orientarnos a la hora de ejecutar o formular un plan de tratamiento, y por tanto esto

nos sujeta a ciertos patrones y elementos que deben interrelacionarse y ser tomados en cuenta al

momento de generar un plan de tratamiento y el debido formato que éste seguirá para su ejecución.

Es indispensable por consiguiente considerar la existencia de las valoraciones respectivas a ser

tomadas en cuenta en función de su efectividad y la organización que se debe tener al momento de

realizar un plan de tratamiento.

Hemos de reconocer además que como en toda ciencia debe existir un protocolo general

de intervención psicológica, resaltando aún más la especificidad de un plan psicológico para el

tratamiento de diversas afecciones pertinentes a esta ciencia, por tanto el plan de tratamiento y la

estructuración de su debido formato es el protocolo que el profesional de la salud mental utiliza,

evitando así la improvisación y la baja eficacia que está acarrea, pues todo plan debe integrar de

manera lógica y ordenada los pasos procedimentales específicos y científicamente coherentes con

las exigencias que cada caso manifieste, todo esto en referencia a una base modulativa, que en este

caso es el plan de tratamiento, pues dentro de sus funciones se encuentra el servir de guía y permitir

que los datos subsiguientes se integran secuencialmente y arrojen datos verificables, con altos

niveles de confiabilidad/credibilidad al momento de poner en práctica el proceso de tratamiento

con el paciente y verificar el avance o funcionalidad del mismo.

Estructura de un plan de tratamiento.

Podemos definir que la estructura de un plan de tratamiento es en sí misma la guía a cuál

regla, compás, y escuadra, que orienta y delimita las operaciones lógicas necesarias para la

integración de un modelo procedimental capaz de resolver en sí mismo el problema o situación


psicopatológica por el que esté atravesando un paciente en el área concerniente a la salud mental,

siendo por tanto la guía indispensable para todo psicoterapeuta y profesional de la psicología a la

hora de intervenir en el campo del área clínica. Esta guía como recurso estandarizado le permite

ubicarse en base a un contexto relacional y ordenar consecuentemente la sistematización necesaria

para la implementación de su estrategia o tratamiento a ser implementado en base a las

manifestaciones sintomáticas y a las exigencias mismas del paciente.

Además, la estructura nos permite trasladar en limpio (dígase de manera ordenada y

secuenciada) los datos necesarios para conducir el proceso de psicoterapia en base a las estrategias

psicoterapéuticas que se desee implementar, sean estas técnicas, actividades o asignaciones

relacionadas y concatenadas entre sí con el objeto de aliviar los síntomas o bien de eliminar

paulatinamente la situación problemática o patológica que aqueja al paciente. Por tanto, es de alto

menester el poseer una estructura básica o personalizada para la intervención tratamental con bases

científicas.

Criterios para evaluar la eficacia de un plan de tratamiento

Entendemos como criterios todos aquellos ejes cuya solvencia es un indicativo certero de

la funcionalidad y asertividad de la implementación de un plan de tratamiento, esto en base al

número de logros obtenidos en la reducción o eliminación de la sintomatología pertinente a la

sección psicopatológica o a la problemática, así como a la reintegración del individuo o individuos

a un estándar de normalidad y de funcionamiento adecuado en todos los ámbitos de su vida tal

cual antes de la aparición sintomática de la afección o bien mucho mejor a lo anteriormente

manifiesto. Por consiguiente, dichos criterios serán las pautas e indicadores que permitirán que el
profesional de la salud mental determine en función de los criterios científicos el progreso,

estancamiento o retroceso del paciente en el desarrollo del proceso terapéutico y por consiguiente

esto nos permitirá conocer en grado cuantitativo y cualitativo el grado de eficacia que posee el

plan de tratamiento implementado.

Dichos criterios deben estar académicamente valorados y poseer una alta representatividad

con el objeto mismo de garantizar que los mismos permitan una evaluación realizada en base a la

confiabilidad, apegado a la realidad, y consecuentemente ajustados a las valoraciones

concernientes al proceso de desarrollo de un plan psicoterapéutico.

Formato de un plan de tratamiento

Al hablar de un formato de plan de tratamiento nos estamos refiriendo al modelo estructural

plasmado digital o físicamente, aludiendo en esta última así a la estructura impresa en las hojas de

papel y a la secuencia organizada que se ha de colocar en la misma, con el objeto de facilitar y

proporcionar validez científica al proceso de tratamiento.

Es entonces el resultado organizado de la planeación científica del plan de tratamiento, la

delimitación consiguiente de su estructura, el establecimiento de sus criterios evaluativos y de los

ejes de los cuales tomará representatividad y validez, para posteriormente ser plasmado en un

instrumento o herramienta que permite estandarizar su uso y aplicarlo metodológicamente en

diversas situaciones, sean estas psicopatologías o problemáticas, para consecuentemente

brindarles un proceso de tratamiento; todo lo anterior con el objetivo como ya hemos mencionado

de reducir la sintomatología y por consiguiente la eliminación gradual y sistemática de la afección.


Por tanto, el formato nos permite orientarnos y desarrollar de forma efectiva en base a los

criterios anteriormente mencionados el proceso de intervención y cada una de las áreas que

consecuentemente este conlleva. En conclusión y hasta el momento hemos definido como el plan

de tratamiento encierra en sí mismo una serie de conceptos y de complejas situaciones que

permiten el establecimiento de una estructura que le brinde validez y por tanto la eficacia

indispensable en base a criterios evaluativos que garanticen y demuestra la correcta evolución y

desarrollo del plan trazado, con el objeto de solucionar la situación que aqueja al paciente.

Diagnóstico

Antes del establecimiento de un plan de tratamiento es indispensable conocer o haber

obtenido el diagnóstico resolutivo de la afección psicopatológica o problemática qué de aqueja y

en consecuencia provoca la aparición de la sintomatología manifiesta; pues es necesario conocer

y haber definido por su nombre a la situación qué causa dichos problemas, con el objeto de

establecer en base a sus criterios diagnósticos y a los ejes que le subyacen la estrategia más

adecuada para la disminución paulatina de los síntomas y la erradicación total del mismo; todo

esto en base a estudios con la aprobación científica y a técnicas anteriormente planteadas por

diversos autores en base a los planteamientos teóricos más adecuados.

Es indispensable también el comprender el significado real de la palabra diagnóstico para

esto nos remitiremos al Diccionario de la RAE que define dicha palabra como el arte o acto de

conocer la naturaleza de una enfermedad mediante la observación de sus síntomas y signos y más

adelante nos clarifica que es la calificación que da el médico o persona relacionada con la salud a

la enfermedad según los signos que muestran por tanto hemos de definir que el diagnóstico es
básicamente un proceso que conlleva un Norte y a la vez una sistematización que nos permite

identificar un problema a partir de observaciones y datos concretos en base a comparaciones de

signos y síntomas que se realiza en referencia a ponderaciones concretas que de los mismos exista

en el amplio mundo académico. También hemos de comprender que el diagnóstico conlleva una

evaluación y por tanto facilita la toma de decisiones a la hora de implementar un plan de

tratamiento, pues supone que hemos reconocido de manera efectiva una enfermedad o trastorno

mental/emocional/conductual a partir de la observación de sus signos y síntomas manifiesta y en

algunos casos ocultos tras implicaciones inconscientes en el paciente.

Pero además también hemos de reconocer lo complejo que es realizar dicha labor, ya que

conlleva el etiquetar a la persona dentro de una categoría o entidad nosológica en base a su

sintomatología y por tanto brindamos la valoración de la existencia de un problema o patología, lo

cual conlleva un compromiso profesional y ético que nos deben mover a identificar posibles

factores etiológicos y determinar la terapia más conveniente y el plan de tratamiento más efectivo

y adecuado para la resolución de dichas afecciones, siendo entonces el diagnóstico de exploración

de padecimientos o trastornos psíquicos en base a categorías previamente existentes las entidades

nosológicas en la cual los trastornos se encuentran y deben ser encuadrados para la aplicación del

proceso de tratamiento en base a la aplicación de instrumentos psicológicos que complementarán

y confirmaran la tendencia, que sumado a la experiencia práctica del terapeuta le dará el mayor

grado de significación y le permitirá realizar un diagnóstico altamente asertivo.

Partes que conforman el plan de tratamiento y sus funciones.


Datos generales: Es la recogida de información sobre el paciente, brindando generalidades

de su vida personal. Como función nos ayudan para conocer al usuario, como es el y el medio que

lo rodea, tomando en cuenta aspectos personales y familiares.

Patología/Síndrome: es un cuadro clínico o un conjunto sintomático que presenta alguna

enfermedad con cierto significado y que por sus propias características posee cierta identidad; es

decir, un grupo significativo de síntomas y signos (datos semiológicos), que concurren en tiempo

y forma, y con variadas causas o etiología y su identificación sirve para generar el esquema

correspondiente que permita llevarlo a un proceso de tratamiento.

Signo: Manifestación objetiva de un estado que puede ser patológico. Los signos son

observados por el clínico más que descritos por el individuo afectado. Son todos los aspectos que

se observan del paciente, los cuales influyen de manera negativa ya que pueden distorsionar a la

persona en su personalidad y en los diferentes entornos los cuales se puede relacionar.

Síntoma: Los síntomas son descritos por el individuo, más que observados por el

examinador. Su función es la de indicar de manera expresa por parte del paciente las principales

perturbaciones que le aquejan, todo en base a la manifestación psicosomática qué estás puedan

producir y así experimentadas por el individuo.

Base Teórica: Presenta una estructura sobre la cual se diseña el plan, sin esta no se sabe

cuáles elementos se pueden tomar en cuenta, y cuales no y a la vez es una fundamentación que

sostiene la investigación, la cual sirve como respaldo para poder apoyarse de la mejor forma en lo

que se quiere investigar. Su función es orientar hacia la organización de datos y hechos

significativos para descubrir las relaciones de un problema y sirve para evitar que el

investigador/terapeuta aborde temáticas que, dado el estado del conocimiento, ya han sido
investigadas o carecen de importancia científica, pero de igual forma nos ayuda como una guía en

la selección de los factores y variables que serán estudiadas en la investigación, así como sus

estrategias de medición, su validez y confiabilidad la cual ayudara para prevenir sobre los posibles

factores de confusión o variables extrañas que potencialmente podrían generar sesgos no deseados.

Técnica: La técnica es la necesidad del hombre para llevar a cabo la modificación de su

entorno para así conseguir una mejoría y mayor calidad de vida. Así, se podría establecer que nace

de su imaginación y una vez establecida en esta se lleva a la concreción y a la práctica para

conseguir los objetivos marcados.

Función de la técnica: Es poder modificar una afectación que posea al paciente ya que la

técnica se realiza para que en los momentos que aparezca la problemática pueda usarse para la

disminución de los síntomas y signos que perjudican.

Procedimientos: Son los pasos a seguir de una forma sistemática, los cuales se deben de

cumplir en estricto orden para que puedan conllevar a la concreción del objetivo propuesto en la

técnica/teoría que se aplicara. Su función es la de poder ejecutar en un orden lógico los pasos de

las técnicas psicológicas que nos ayudaran para poder disminuir los síntomas que aquejan al

paciente tomando en cuenta las manifestaciones de las reacciones que puede presentar en sí mismo.

Recursos: Los recursos son todos los materiales físicos que se utilizarán dentro del proceso

del plan de tratamiento, estos Abarca tanto la indumentaria propia del psicoterapeuta como todos

aquellos extras qué pertinentemente contribuirá el desarrollo eficaz y asertivo de la sesión

psicoterapéutica. Sus funciones son las de brindar en el momento oportuno el recurso necesario

para la ejecución tanto de medidas teóricas, técnicas y prácticas.


Tiempo: Su función dentro del plan de tratamiento es indicar la durabilidad de la atención

e intervención psicoterapéutica, así como el delimitar las pautas espacio-temporales necesarias

para la ejecución de la metodología en base a las variables generales relacionadas a la recuperación

y la eficacia.

Función: Nos ayudara para llevar un control del desarrollo de la atención y para saber

cómo ha sido el avance del tratamiento según la persona y según la puesta en práctica de las

técnicas asignadas para su práctica.

Pronostico: Conocimiento anticipado de los cambios, progreso, desarrollo, curso y

finalización de la problemática que le aqueja al paciente. Se llega a un pronóstico realizando un

estudio absoluto del diagnóstico y del paciente. Su función es el poder crear hipótesis de la mejoría

o del empeoramiento de la sintomatología que presenta el usuario de la problemática, ya que este

puede ser favorable y desfavorable.

Observaciones: Son aquellos detalles que se evidencian en el paciente durante el

desarrollo de la atención terapéutica, los cueles pueden ser positivos o negativos según su

comportamiento. Su función es la de poder denotar las reacciones que son manifiestas por el

paciente, tomando en cuenta la gravedad de la problemática que le aqueja y la forma en que le

puede afectar en el desarrollo personal de su vida cotidiana.

Conclusiones: Son aquellas que se realizan al finalizar la atención con la persona mediante

la información que nos brindaron. Su función es poder crear valoraciones previstas de los factores

influyentes en la vida de la persona, tomando en cuenta la problemática que le afecta y la su

incidencia que el plan de tratamiento ha tenido sobre cada síntoma.


Como evaluar la eficacia de un plan de tratamiento

Existen diversas formas de evaluar un plan de tratamiento, algunas mediante la confección

de una lista de chequeo, mediante la valoración puntual gráfica de la relación variable entre la

eficacia del plan de tratamiento y la reducción o desaparición signo sintomática de la afección que

presenta el paciente, otra forma es mediante la confección de una lista de resultados en base a

propósito, metas y pronóstico, y la más efectiva según los estudios realizados por diversas

instituciones europeas es la confección escalar, en esta última forma evaluativo se realiza la

confección de un protocolo dónde las variables relacionales eficacia y disminución del Síndrome,

se ponderan entre sí con el objeto de evaluar si existe una reducción de los signos y síntomas del

paciente o bien si la afección ha sido completamente erradicada; y es precisamente esta última

metodología la que hemos preferido utilizar y anexar a nuestro plan de tratamiento y la que por

ende explicaremos a continuación.

El protocolo de evaluación del plan de tratamiento es el formato valuativos que se utiliza con el

objeto de verificar el grado de eficacia y funcionalidad que el plan de tratamiento está teniendo en

relación a dos variables. La primera de estas qué es la superación sindrómica tiene por objeto

fundamental el otorgarle una valoración numérica la cual será ponderada con escala subsecuente

y me dirá el grado de superación que los signos y síntomas han tenido durante el desarrollo del

plan de tratamiento, esta superación se define a sí misma como la eliminación gradual y sistemática

de las sensaciones, malestares, y afecciones que la problemática o psicopatología pudiese estar

generando en el paciente, la relación escalar de dicha escala oscila entre la superación completa o

alta y la no superación, dicha escala maneja una serie de símbolos que optimizan la labor de

cualificar y calificar la eficacia o funcionalidad del plan.


La segunda que es la escala general de eficiencia tratamental, busca mediante una apreciación

cualitativa traducirse a una apreciación cuantitativa, donde el psicoterapeuta tomará la

determinación de asignar dentro de la escala la calificación competente y asertiva del grado de

eficacia del plan de tratamiento, esto oscilando entre lo no eficaz y lo completamente eficaz; en

consecuencia el protocolo ponderara los resultados numéricos de ambas escalas sumándolos y

dividiéndoles entre dos, para consecuentemente buscar en la tabla de dinámica signo-sintomática,

el número correspondiente que determinará si un signo o síntomas a sido eliminado, aliviado,

persistente o agudizado, esto según la escala de promedios en base completamente relacional al

área inferior del formato donde se ubican los signos y síntomas del síndrome, el tratamiento junto

a las técnicas, dinámicas, actividades que se realizan con el objeto de dar una pronta solución a lo

anteriormente mencionado.

Una vez obtenido el promedio el psicoterapeuta dará su valuación, lo cual consiste

drásticamente en afirmar, o denegar la eficacia del plan de tratamiento en base a la existencia de

un progreso real, pues este formato se utilizará en múltiples sesiones y la ponderación final dará

como resultado evidencia si en realidad existe un progreso en el proceso del plan de tratamiento o

por el contrario existe un estancamiento o un retroceso.

Dentro del informe el psicoterapeuta debe colocar aquellas pautas que considere

fundamentales anotar, como recordatorios de la calificación actual, comunicando así si el plan

psicoterapéutico ha sido un éxito o bien avanza a paso gradual; para finalizar se le asignará un total

por hoja y la conclusión que se ha obtenido de la escala conclusiva donde el cuatro global se

dividirá en fracciones de 0.8 a relación de cinco, que va a ser el puntaje del total obtenido y en este

se anotará la conclusión correspondiente; todo eso en base a la ponderación final que la dinámica

signo-sintomática arroje al dividir el resultado total por la cantidad de signos o síntomas evaluados,
y para finalizar se colocara el nombre del evaluador y la firma, lo cual aunado al sello dará validez

legal a dicho documento.

Conclusión.

En este documento queda plasmada de una forma lógica y metodológicamente ordenada

la estructura de un plan de tratamiento psicoterapéutico para adultos la cual será una herramienta

eficaz para la atención de cualesquier patología o problemática que aqueje al usuario que requiera

de esta especialidad, en suma conocer que tratamiento psicológico concretos son más efectivos

para el problema que está afectando es fundamental, pues de ello depende en gran medida el éxito

de la intervención que se dará para lo que debe trazarse objetivos ,logros entre otros.

Es por lo que se concretiza lo que viene hacer un plan de tratamiento, la estructura de un

plan de tratamiento la sintomatología y por ende el diagnostico que es la base fundamental para un

buen tratamiento priorizando los síntomas que más están atentando con el funcionamiento de la

integralidad del usuario. Asimismo, se incorpora una serie de formatos que serán de vital

importancia para el proceso de recuperación biopsicosocial para la realización de actividades

según el contexto.

Recomendaciones

 A los terapeutas que se debe tener un conocimiento vasto de las técnicas y terapias para

que el el tratamiento se a efectivo.


 Además, ser empático en la terapia psicológica no mostrando omnipotencia ni dudas en el

proceso.

 De igual forma el terapeuta debe ser autodidacta y poseer un amplio dominio sobre las

partes más fundamentales en la confección de un plan de tratamiento, así como el dominar

la integración de variables con el objeto de diseñar las escalas correspondientes para la

validación de la eficacia de el plan diseñado.

Bibliografia

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