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Las Posibilidades económicas de nuestros nietos

John Keynes
El texto se escribe bajo un contexto de pesimismo económico, en el cual se cree que la
época del progreso ha llegado a su fin y se espera una caída en la riqueza. Sin embargo,
Keynes cree que esta interpretación es errónea. Lo que sucede es que han ocurrido
cambios excesivamente rápidos entre un período económico a otro. Ha habido un
incremento de la eficiencia técnica mayor a la creación de empleo; una mejora muy rápida
de la calidad de vida; por último, el sistema bancario ha impedido que el tipo de interés
disminuya con la rapidez necesaria para alcanzar el equilibrio.

La depresión mundial reinante impide ver lo que ocurre a profundidad e interpretar


correctamente los hechos. Existe el error de dos tipos de pesimismo:

 Pesimismo de los revolucionarios: creen que las cosas están tan mal que solo
pueden solucionarse mediante un cambio violento.
 Pesimismo de los reaccionarios: piensan que no debemos correr el riesgo de hacer
experimentos.

Intención de Keynes: desembarazarse de esos criterios y mirar hacia el futuro.

Antes el lento ritmo de progreso se debía a dos razones: notable ausencia de mejoras
técnicas importantes y la imposibilidad de acumular capital. En la Edad Moderna se abrió
la acumulación de capital, y con esto aumentaron los precios y el interés compuesto. A
partir de siglo XVI comenzó la gran era de la ciencia y los descubrimientos, ¿cuál es el
resultado? El nivel medio de vida se multiplicado por cuatro (en Europa y EEUU) y el
capital es cien veces mayor. El problema es que la población no ha crecido con la misma
rapidez que los elementos anteriores.

Otro problema de esta rapidez de cambios es que los países que no se encuentran en la
vanguardia del progreso sufren. Empiezan a aparecer términos como el desempleo
tecnológico.

No obstante, Keynes dice que esto es solo una fase temporal de desajuste. Esto quiere
decir que en el largo plazo la humanidad resolverá el problema económico.

Las necesidades de los humanos se dividen en dos:

 Necesidades absolutas: las experimentamos cualquiera que sea la situación


 Necesidades relativas: las experimentamos solo si su satisfacción nos eleva y nos
hace sentirnos superiores.

El segundo grupo de necesidades pueden llegar a ser insaciables, pero el primer grupo
pueden alcanzarse pronto. Esto quiere decir que una vez que hayamos cumplido nuestras
necesidades absolutas usaremos la energía restante para otros fines no económicos.

Keynes propone que el problema económico tendrá solución de aquí a unos cien años.
No es un problema permanente de la humanidad. Sin embargo, mira con temor el reajuste
de los hábitos e instintos del hombre corriente. Una vez que el hombre esté liberado de la
necesidad económica, se enfrentará con el problema real: cómo usar la libertad, el ocio
que la ciencia y el interés compuesto le han ofrecido, para vivir placentera y sabiamente.

Nos hemos preparado demasiado tiempo para luchar y no para disfrutar. No obstante, en
épocas venideras todo el mundo necesitará hacer algún trabajo si quiere sentirse
satisfecho. Además, nos preocuparemos por repartir ampliamente como sea posible el
trabajo pendiente. El amor por el dinero será reconocido como una morbidez, aunque aún
habrán quienes persigan ciegamente la riqueza, ya no tendremos obligación de aplaudirles
ya que estarán tratando de alcanzar la inmortalidad ilegítima de sus actos proyectándolos
al futuro.

Por lo tanto, Keynes espera con ilusión los días del cambio. Recalca que esto se producirá
gradualmente, no como catástrofe.

Los acontecimientos se desarrollarán de modo que cada vez más clases y grupos de
personas para quienes los problemas de la necesidad económica prácticamente hay
desaparecido. La diferencia se dará cuando esta situación se haya generalizado.

El ritmo con que podemos alcanzar nuestro destino de gozo económico está gobernado
por cuatro cosas:

1. Nuestro poder para controlar la población


2. Nuestra determinación para evitar las guerras y conflictos civiles
3. Nuestro deseo de confiar a la ciencia la dirección de aquellas materias que le son
propias
4. Tasa de acumulación fijada por la diferencia entre nuestra producción y consumo

Concluye que no se debe sobrestimar la importancia del problema económico ni sacrificar


a sus supuestas necesidades otras cuestiones de mayor significado. La economía deber
ser una cuestión reservadas a los especialistas.

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