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Introducción

Los procedimientos de lavado de dinero constituyen una de las tantas manifestaciones del crimen
organizado, esto es, la llevada a cabo por un grupo de personas que cuenta con cierta estructura
formal, cuyo objetivo principal consiste en obtener ganancias por medio de actividades ilícitas, que
se caracteriza por mantener su posición mediante el empleo de la violencia o de la amenaza de ella,
por la corrupción de funcionarios públicos, el uso de prácticas extorsivas y de medios ilegales o
inmorales, y cuya actuación produce, en definitiva, un impacto significativo respecto de la sociedad
global, la región y el país de que se trate.
Si bien la delincuencia organizada es un fenómeno más endémico en determinados Estados
desarrollados, se está difundiendo cada vez más en algunos países en desarrollo, en los que
obstaculiza la distribución regular de los bienes, por lo que es causa de creciente preocupación.
Cabe poner de resalto que el producto económico de las actividades delictivas puede poner
seriamente en peligro tanto la solidez y estabilidad de la entidad o institución de que se trate, como
la credibilidad del sistema financiero en su conjunto, produciéndose así la pérdida de confianza del
público.
En este contexto, dada la relevancia que la situación expuesta presenta, me propongo, en el presente
trabajo, analizar el marco normativo que en cuanto al tema ha previsto el Código Penal, remarcando
los aspectos novedosos que la última reforma ha introducido; no sin antes hacer referencia a
algunos casos jurisprudenciales. Asimismo verificaré el asidero que la cuestión del blanqueo de
capitales ha tenido en el plano internacional.

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Lavado de dinero
Definición
Se denomina “lavado de dinero” al proceso en virtud del cual los bienes de origen delictivo se
integran en el sistema económico legal con apariencia de haber sido obtenidos en forma lícita.
Tres etapas diferentes han sido reconocidas en el proceso de “lavado”: una inicial o de
“colocación”, en la cual la organización criminal dispone del producto de su actividad y obtiene su
ingreso en el sistema financiero. Luego tiene lugar la etapa de “estratificación”, durante la cual se
llevan a cabo el mayor número posible de transacciones, con la finalidad de impedir que pueda
reconocerse, luego de todo el proceso, el arbitrio utilizado para la “colocación”. Finalmente llega el
momento de la “integración”, cuando puede disponerse de los fondos dentro del marco económico
legítimo porque provienen –en lo inmediato- de actividades financieras que, en sí mismas, son
lícitas.1

Antecedentes nacionales
El delito de lavado de dinero no constituye, ciertamente, un fenómeno nuevo en el Derecho Penal
Argentino. Nuestra legislación previó, como forma de encubrimiento, el denominado
favorecimiento real, en el artículo 277 del Cód. Penal consistente en "procurar o ayudar a alguien a
procurar la desaparición, ocultamiento o alteración de los rastros, pruebas o instrumentos del delito,
o a asegurar el producto o el provecho del mismo" (inc. 2o), o bien la figura conocida como
receptación, consistente en "adquirir, recibir u ocultar dinero, cosas o efectos que sabía provenientes
de un delito, o interviniere en su adquisición, recepción u (cuitamiento, con fin de lucro" (inc. 3o).
Con posterioridad la ley 23.737 sobre estupefacientes y psicotrópicos, vigente desde el 11 de
octubre de 1989, sancionó en el art. 25 el delito de lavado de dinero derivado del tráfico ilícito de
drogas", constituyendo el primer caso introducido en Latinoamérica.
Luego, dicha ley fue derogada con la reforma por ley 25.246, del 10 de mayo del 2000, que
introdujo el delito de lavado de dinero en el Capítulo XIII, relativo al encubrimiento, bajo la
denominación de "Lavado de activos de origen delictivo".
El articulado establecía lo siguiente al respecto:
Artículo 278: 1) a) Será reprimido con prisión de dos a diez años y multa de dos a diez veces del
monto de la operación el que convirtiere, transfiriere, administrare, vendiere, gravare o aplicare de
cualquier otro modo dinero u otra clase de bienes provenientes de un delito en el que no hubiera
participado, con la consecuencia posible de que los bienes originarios o los subrogantes adquieran
la apariencia de un origen lícito y siempre que su valor supere la suma de cincuenta mil pesos ($

1 D'ALBORA, Francisco J. (h), Lavado de dinero (El delito de legitimación de activos provenientes de ilícitos), ED,
180-1085
2
50.000), sea en un solo acto o por la reiteración de hechos diversos vinculados entre sí;
b) El mínimo de la escala penal será de cinco (5) años de prisión, cuando el autor realizare el hecho
con habitualidad o como miembro de una asociación o banda formada para la comisión continuada
de hechos de esta naturaleza;
c) Si el valor de los bienes no superare la suma indicada en este inciso, letra a, el autor será
reprimido, en su caso, conforme a las reglas del artículo 277; 2) (Inciso vetado por Decreto N°
370/2000 B.O. 10/5/2000)
3) El que recibiere dinero u otros bienes de origen delictivo, con el fin de hacerlos aplicar en una
operación que les dé la apariencia posible de un origen lícito, será reprimido conforme a las reglas
del artículo 277;
4) Los objetos a los que se refiere el delito de los incisos 1, 2 ó 3 de este artículo podrán ser
decomisados
5) La exención establecida en el inciso 4 del artículo 277 no será de aplicación a ninguno de los
supuestos contemplados por el presente artículo. (Inciso incorporado por Art. 5º de la Ley Nº
26.087, B.O. 24/04/2006.)
Artículo 279: 1. Si la escala penal prevista para el delito precedente fuera menor que la establecida
en las disposiciones de este Capítulo, será aplicable al caso la escala penal del delito precedente;
2. Si el delito precedente no estuviere amenazado con pena privativa de libertad, se aplicará a su
encubrimiento multa de mil pesos ($ 1.000) a veinte mil pesos ($ 20.000) o la escala penal del delito
precedente, si ésta fuera menor. (Frase "No será punible el encubrimiento de un delito de esa índole,
cuando se cometiere por imprudencia, en el sentido del artículo 278, inciso 2;" vetada por Decreto
N°370/2000 B.O. 10/5/2000)
3 Cuando el autor de alguno de los hechos descriptos en el artículo 277, incisos 1 ó 3, o en el
artículo 278, inciso 1, fuera funcionario público que hubiera cometido el hecho en ejercicio u
ocasión de sus funciones sufrirá además pena de inhabilitación especial de tres (3) a diez (10) años.
La misma pena sufrirá el que hubiera actuado en ejercicio u ocasión de una profesión u oficio que
requirieran habilitación especial. (Inciso sustituido por art. 3° de la Ley N°25.815 B.O. 1/12/2003)
En el plano preventivo la ley 25.246 creó la UNIDAD DE INFORMACIÓN FINANCIERA
(UIF) encargada del “análisis, el tratamiento y la transmisión de información a los efectos de
prevenir el lavado de activos” provenientes de una serie de delitos graves como:
· El tráfico y comercialización ilícita de estupefacientes;
· El contrabando de armas;
· Los delitos relacionados con las actividades de una asociación ilícita calificada;
· Los cometidos por asociaciones ilícitas organizadas para cometer delitos por fines políticos
o raciales;
3
· El fraude contra la administración pública;
· Delitos contra la administración pública como el cohecho y el tráfico de influencias, la
malversación de causales públicos, las exacciones ilegales y el enriquecimiento ilícito de
funcionarios y empleados;
· La prostitución de menores y pornografía infantil.
Al mismo tiempo, estableció que este organismo funcionaría con autarquía funcional en
jurisdicción del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos de la Nación.
En lo que a la jurisprudencia se refiere, se podrían citar los siguientes casos:
- En el fallo del Tribunal Federal nº2 de Córdoba (“ALTAMIRA, Jorge Guillermo y otros p.ss.aa
infracción ley 23737…”), se juzgaba a 10 personas de la ciudad de Córdoba por delitos vinculados
al tráfico y comercialización de drogas y a tres de ellas se las acusó por el lavado del dinero
originado en esos delitos.
Los camaristas condenaron a todos los imputados con distintas penas, según su participación en lo
que quedó demostrado fue una asociación ilícita.
Al justificar las condenas por lavado (en los términos del art. 278, apartado a y art. 45 del Código
Penal vigente en 2009), los jueces señalaron que "el fin de las actividades económicas que llevaron
adelante los nombrados fue adquirir bienes provenientes del lavado de activos originados en el
narcotráfico para mediante la adquisición legal de los mismos, blanquear el dinero que le entraba.
Los magistrados explicaron: "El lavado de activos de origen delictivo, también llamado blanqueo de
capitales, es el conjunto de operaciones y procedimientos por los que bienes de naturaleza delictiva
son incorporados e integrados al sistema económico legal institucionalizado, confiriéndoles
apariencia legítima....La figura penal no exige que quien lleva a cabo la acción tendiente a legitimar
el activo tenga conocimiento preciso del delito previo, ni tampoco que se proponga ocultar o
disimular la procedencia ilícita de los bienes, sino que su conducta sea potencialmente apta para
ello, y que el autor lo sepa".
Aclararon en el fallo que "el sujeto activo de este delito no puede ser el autor del delito que generó
esos bienes, siendo necesario acudir a un tercero con posibilidad práctica y técnica de hacerlo". En
el caso en cuestión, quienes fueron condenados por el delito de lavado eran diferentes a los penados
por el narcotráfico o por asociación ilícita. En estos casos, las condenas fueron de dos años de
prisión en suspenso y multa de $ 100.000.
Por otra parte, los jueces mencionan que, si bien "la conducta se configura con el conocimiento de
la procedencia ilícita de los fondos, no requiriendo, por parte del sujeto activo del lavado, conocer
con exactitud sobre el ilícito específico que los generó, el grado de certeza con el que debe probarse
la existencia del delito previo ha suscitado controversias".

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En este aspecto, señalan que "la doctrina y jurisprudencia mayoritarias admiten que no es necesario
que el delito antecedente resulte acreditado por una sentencia judicial firme tanto en su
configuración típicamente antijurídica como en la autoría responsable del acusado. Basta que se
haya demostrado en la causa donde se ventila éste último que el primer hecho era típico y
antijurídico".
- En el caso del Tribunal Oral N°2 en lo Penal Económico de Capital Federal de junio de
2011 ("Fallo Acosta Aguilera"), ciudadanos mexicanos intentaron en octubre de 2005 ingresar al
país un total de U$S 648 mil en billetes (algunos de ellos falsos) y fueron procesados por lavado de
activos de origen delictivo. Fueron condenados a tres años de prisión en suspenso.
En el fallo, el Tribunal emite una opinión sobre si el ingreso o egreso de divisas configura el delito
de ”contrabando” (concluye que la norma no lo encuadra como tal) y reitera al Poder Legislativo el
pedido de que realice un correcto encuadramiento normativo del mismo.
Para condenar a los imputados por lavado de activos, los magistrados señalaron que quedó
acreditado que las sumas ingresadas no les pertenecían debido a que los ingresos y el nivel de vida
no les permitía tener ese patrimonio.
Se concluyó que la actividad reportada (el ingreso inusual de la suma de dólares) resultaba inusual y
carente de justificación económica y jurídica, lo cual permitía considerar a la misma como
sospechosa, en los términos del art. 21, inciso b de la ley 25.246.
Sobre el delito subyacente, los magistrados señalaron que en este caso "no existe prueba directa del
delito o actividad delictiva precedente por lo cual la acreditación de los mismos debe darse por
presunciones o indicios". Agregaron que no es necesario una condena firme o un proceso legal en
curso sobre el delito previo sino la acreditación razonable de una actividad ilícita.
Se los termina condenando como coautores del delito de lavado de dinero agravado por ánimo de
lucro, en grado de tentativa a 3 años de prisión, suspendida en su cumplimiento.

Marco internacional2
Convención de las Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias
Psicotrópicas de 1988 - La Convención de Viena.
A los efectos de abordar de manera definitiva el tráfico ilícito de estupefacientes, se aprobó en el
año 1988 la Convención de las Naciones Unidas Contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y
Sustancias Psicotrópicas. Este tratado, firmado y ratificado por más de un centenar de Estados,

2 MARENGO, Federico, Aspectos generales del lavado de activos, Revista enfoques Revista Enfoques Nº 6 / Junio
2011; Editorial La Ley; Buenos Aires.

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cristaliza el enorme compromiso internacional en la lucha contra este delito. Focalizada en el
narcotráfico, enumera todas las fases desde la producción, fabricación, extracción, distribución y
transporte de cualquier sustancia psicotrópica para tipificar el delito; además de la conversión o
transferencia de los bienes, el encubrimiento de su naturaleza, la adquisición o posesión de estos
bienes y la instigación, así como la participación, de terceros para cometer alguno de los delitos
tipificados. Los países signatarios se obligan a tipificar penalmente ciertas conductas constitutivas
de blanqueo de capitales provenientes de actividades relacionadas, únicamente, con el tráfico ilícito
de estupefacientes. Adicionalmente, hizo mención a la necesidad de posibilitar la petición de
información o documentación por parte de las autoridades sin que se pudiera invocar la reserva
bancaria como base para denegarla.

Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia - Organizada Transnacional de


2000 - Convención de Palermo
Con persistente interés por parte de la ONU en trascender más allá de la frontera del tráfico de
drogas y expandir el límite de aplicación de la ley penal internacional a una criminalidad
actualizada y de mayor complejidad, se celebra la Convención de Naciones Unidas contra la
Delincuencia Transnacional Organizada de 2000. Tipifica como delito la participación de un
individuo en un grupo delictivo organizado, reprime la utilización del sistema financiero o
instituciones financieras no bancarias para el blanqueo de capitales, la corrupción de un funcionario
público y la obstrucción de la justicia. Respecto a la penalización del blanqueo del producto del
delito, mantiene en líneas generales lo establecido en la Convención de Viena sobre la aplicación
de las medidas legislativas que sean necesarias para tipificar como delito. Además de la comisión
de los ilícitos referidos, es comprensiva de la tentativa cometerlos, y la ayuda, la incitación y el
asesoramiento en aras de su comisión. Por último, exhorta a los signatarios a la tipificación del
blanqueo de capitales, que incluya un amplio espectro de delitos previos, la cooperación e
intercambio de información a escala local e internacional de acuerdo a la normativa de cada
Estado y la creación de una Unidad de Inteligencia Financiera para la recopilación de información
sobre posibles actividades de lavado de activos.

Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI)


La creciente preocupación que despertaba la amenaza del lavado de dinero a las instituciones
financieras y el sistema bancario, y especialmente las asoladoras proporciones que los
inconvenientes relativos al narcotráfico habían alcanzado, movieron a los líderes del G-7 a
establecer el GAFI en julio de 1989. El Grupo de Acción Financiera Internacional es un organismo
intergubernamental cuya finalidad es el establecimiento de estándares, el desarrollo y la promoción
6
de políticas para combatir el blanqueo de capitales y la financiación del terrorismo. Estas medidas
intentan impedir que dichos productos se utilicen en actividades delictivas futuras y que afecten a
las actividades económicas lícitas.
El GAFI está compuesto de expertos de los ministerios (sobre todo de Finanzas y Justicia) de los
estados Miembros “Plenos” (34 países–entre ellas la Argentina- y 2 instituciones supranacionales),
Miembros Asociados (entidades supranacionales conformadas por agrupaciones de países, entre las
que se encuentra el GAFISUD) y Miembros Observadores (organizaciones internacionales que
cumplen con específicas funciones en orden a la lucha antiblanqueo, entre ellos el Egmont Gruop,
el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, la IOSCO, la Interpol y la OCDE). Redactó
un informe en febrero de 1990 en el que se incluía un completo examen del proceso de lavado de
activos, un panorama de los textos legales nacionales e internacionales y 40 Recomendaciones
para luchar contra el blanqueo.
El GAFI funciona en la sede de la OCDE en Paris. No forma parte de la mencionada organización,
ni de ningún otro organismo internacional. Es un grupo ad hoc, compuesto por algunos países e
instituciones supranacionales con una política orientada a llevar a cabo estrategias anti-blanqueo.
Estas tácticas se fundan en la efectividad de los sistemas jurídicos nacionales, el reforzamiento de
la cooperación internacional y la efectividad del control del sistema financiero mundial. Se
configura como un aparato sui generis de lucha contra el blanqueo de capitales y la financiación del
terrorismo a nivel global.
Las Cuarenta Recomendaciones
En 1990 el GAFI emitió un informe con cuarenta recomendaciones tendientes a articular un sistema
mundial de lucha anti-lavado. Dicho documento se focalizó en la profundización y el fomento de la
aplicación de la Convención de Naciones Unidas de Viena de 1988 contra el tráfico ilícito de
estupefacientes y en la prevención y represión del reciclaje de activos procedentes del narcotráfico.
Dos revisiones posteriores se efectuaron, con el objetivo de lograr adecuación a los nuevos
métodos empleados por las organizaciones criminales en su accionar, en 1996, la primera, y en
2003, la última. En respuesta a los atentados sufridos por los Estados Unidos en 2001, ese mismo
año en una sesión plenaria celebrada de urgencia, se dictan 8 Recomendaciones Especiales, para
luchar contra la Financiación del Terrorismo.
Las 40 Recomendaciones y las 9 Recomendaciones Especiales constituyen el marco base de lucha
contra la legitimación de activos de origen delictivo y la financiación del terrorismo y han sido
ideadas para su aplicación a nivel planetario. Al estar concebidas como principios de acción en
materia de lavado, y no de modo estrictamente reglamentario -derecho blando o soft law-, se
permite a los países que las apliquen de acuerdo a sus circunstancias particulares, su derecho interno
(nacional) y su marco constitucional. La inobservancia de estas normas no deriva per se en una
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sanción directa o enjuiciamiento ante tribunales internacionales, sino en la activación de
"mecanismos de coacción indirectos" sobre el estado incumplidor, fundamentalmente el hecho de
ser incluido en la lista de jurisdicciones no cooperantes, lo cual conlleva un perjuicio económico y
reputacional a ese Estado. Los miembros GAFI se han comprometido a estar sujetos a un control
plurilateral y a Evaluaciones Mutuas.

El bien jurídico protegido


En nuestros días no existe consenso entre la doctrina más calificada respecto del bien jurídico que
debe proteger el delito de lavado de dinero. Las distintas líneas de opinión son las siguientes:
a) Protección del bien jurídico tutelado por el delito subyacente.3
Esta primera posición se encuentra inspirada en la idea de que el blanqueo de capitales o también
denominado proceso de legitimación de activos provenientes del crimen no es más que un
‘accesorio’ o una ‘consecuencia natural y necesaria’ del delito previo o subyacente. Acorde con esta
posición, el delito previo o precedente se encuentra íntimamente interconectado con el subsiguiente
proceso de lavado de activos. Razón por la cual el consecuente reciclado de activos no es más que
un acto continuo y derivado del delito precedente. Asumiendo entonces que el uno (delito
precedente) es parte integrante del segundo (delito de lavado de activos) la consecuencia razonable
–según esta posición- es que el delito de lavado de activos protege, en definitiva, el mismo bien
jurídico que el delito precedente o subyacente. Suelen sostener esta posición, en definitiva, quienes
creen que el delito previo y el de blanqueo concurren en forma coyuntural; por subsunción.
b) Protección de la administración de justicia.4
Dentro de esta denominación se encuentran los que sostienen que el bien jurídico protegido por el
delito de blanqueo es la administración de justicia. Fundamentan su posición afirmando que la
actividad de blanqueo y reciclado dificulta la investigación del delito precedente. En definitiva, la
conducta de lavado de activos provenientes del delito no es más que un proceso de ocultamiento y
de reciclaje que tiende justamente a ocultar la fuente criminal de un activo, transformándolo en otro
activo que aparezca como proveniente de una fuente legal o actividad lícita. Este proceso de
transformación, conversión y ocultamiento dificulta sensiblemente el trabajo investigativo de la
autoridad pertinente que desea, finalmente, dar con los autores o partícipes del delito previo, del que
provienen los bienes sometidos al proceso de reciclaje.
c) Resguardo del sistema socio-económico.5

3 DURRIEU, Roberto, El bien jurídico protegido en el delito de lavado de dinero, en Tratado de Lavado de Activos y
Financiación del Terrorismo, Prevención, investigación y represión, Tomo I, obra dirigida por Humberto J. Bertazza y
Francisco J. D’Albora (h.). - 1a ed. – Buenos Aires: La Ley, 2012, pág 24.
4 DURRIEU, Roberto, Op. Cit. pág 26.
5 DURRIEU, Roberto, Op. Cit. pág 28.
8
En este apartado se encuentran los autores que coinciden en subrayar, más allá de las
particularidades de cada legislación, que la protección de intereses de carácter macroeconómico son
la clave para determinar el bien jurídico resguardado por el delito de reciclaje de activos criminales.
Es un duro golpe a la competencia leal producido por agentes económicos que cuentan con una
fuente de capital criminal, a un costo económico muy inferior al del capital legalmente originado.
De este modo las ventajas que obtienen determinados agentes de la actividad económica que
cuenten con activos provenientes de un ilícito, con respecto a otras que se manejan con dinero
“limpio”, son notables.
Otro aspecto del orden socioeconómico que puede ser lesionado por el blanqueo es la credibilidad
del sistema financiero. Queda claro que, bajo una perspectiva macroeconómica el blanqueo de
capitales perjudica la estabilidad y solidez del sistema financiero, debido a que esta actividad ilícita,
al ingresar al mercado legal –generalmente a través de instituciones financieras- puede generar que
el público pierda la credibilidad respecto de la transparencia del sistema económico. Esta realidad
puede producir que capitales financieros se asienten en economías con reglas de juego más claras y
no donde predomine el blanqueo de divisas provenientes del crimen; produciéndose así la
correspondiente lesión al interés económico general.
d) Resguardo de la seguridad, soberanía y democracia de los Estados.6
El argumento principal a favor de esta posición se inspira en que el proceso de lavado de activos
provenientes del delito, en sí mismo, facilita a la consolidación económica de cualquier empresa del
delito (ejemplo: crimen organizado o grupo terrorista); permitiéndoles la expansión de sus
organizaciones con total impunidad.

Actual redacción del Código Penal conforme a la Ley 26.683


El Senado de la Nación finalmente aprobó la primera ley que tipifica el lavado de dinero como
delito autónomo en el sistema penal argentino, en base a un proyecto presentado por el Ministerio
de Justicia y Derechos Humanos para castigar el “autolavado”, facilitar el decomiso de bienes de
procedencia ilícita y, entre otras medidas, prever sanciones a empresas que incurran en maniobras
de reciclaje de fondos o financiación del terrorismo.
Los puntos principales de la nueva ley, son:
-El capítulo XIII, título XI, del CP, se denomina “Capítulo XIII. Encubrimiento”. Siendo que su
denominación era “Encubrimiento y Lavado de Activos de Origen Delictivo”.
-Se crea en el CP, bajo el título XIII, la categoría “Delitos contra el orden económico y financiero”
y, dentro de ella se incorpora la figura de lavado de dinero, que así pierde la vinculación que tenía
con el delito de encubrimiento.

6 DURRIEU, Roberto, Op. Cit. pág 29.


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-Se redefine el tipo penal “lavado de dinero” para establecer que consiste en convertir, transferir,
administrar, vender, gravar, disimular o de cualquier otro modo poner en circulación en el mercado,
bienes provenientes de un ilícito penal, con la consecuencia posible de que el origen de los bienes
originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un origen lícito y siempre que involucre
una suma superior a los 300.000 pesos, sea en un solo acto o por la sumatoria de hechos reiterados
(Artículo 303 CP).
-El artículo 278 del CP, que hasta ahora tipificaba el delito de lavado de activos, es derogado.
-Las penas quedan establecidas en el artículo 303 del CP, según el cual se impondrán de tres (3) a
diez (10) años de prisión y multa de dos (2) a diez (10) veces del monto de la operación a quien
incurra en el delito de lavado de dinero. Se incrementa la sanción si el autor del delito es cometido
en grupo o con habitualidad. Si se trata de un funcionario público que actúa en ejercicio del cargo,
además de aumentar la pena se impone una inhabilitación. Se castiga también, con penas de seis (6)
meses a tres (3) años de cárcel a quien reciba el producto de un ilícito (dinero o bienes) para darle
apariencia de legalidad.
-El artículo 304 establece sanciones a personas jurídicas, las cuales pueden ser multadas,
suspendidas en sus actividades o impedidas de participar en concursos o licitaciones convocadas
por el Estado, por la comisión del delito de lavado de activos o financiación del terrorismo. Se
establecen como penas, también, la cancelación de la personería jurídica y la suspensión de
beneficios estatales. Es decir que una empresa, por ejemplo, es pasible de este tipo de castigo.

Decomiso y reserva de identidad


-El juez puede ordenar medidas cautelares destinadas a la preservación de bienes desde el inicio de
las actuaciones.
-En operaciones de lavado de activos, se podrán decomisar de modo definitivo, sin necesidad de
condena penal, los bienes o dinero cuya ilicitud haya sido comprobada y siempre que exista
imposibilidad de juzgar al imputado a causa de su fallecimiento, fuga, por prescripción o motivos
de extinción o suspensión de la acción penal. También, cuando exista confesión de parte de un
acusado, respecto de la procedencia espuria de fondos o bienes.
-Los activos decomisados serán destinados a reparar el daño causado a la sociedad, a las víctimas en
particular o al Estado.
-El juez puede disponer la reserva de la identidad de un testigo o imputado que colabore con la
investigación, así como otras medidas especiales de protección. Se penaliza a quien releve
indebidamente datos sobre personas protegidas.

La UIF
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- Se refuerza la independencia y potestades. El refuerzo ha consistido en su funcionamiento como
ente autárquico (tendrá propia partida presupuestaria); y autónomo (facultad de darse sus propias
normas).( Sustituye el artículo 5º de la ley 25.246)
- El Presidente y el Vicepresidente de la UIF serán designados por el Poder Ejecutivo Nacional, a
propuesta del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos, el cual deberá realizar un procedimiento
público, abierto y transparente que garantice la idoneidad de los candidatos. Por mal desempeño,
negligencia o condena penal, pueden ser removidos.( Sustituye el artículo 9º y 9 bis de la ley
25.246)
-Para ser integrante de la UIF se requerirá título universitario de grado, preferentemente en Derecho
o disciplinas relacionadas con las Ciencias Económicas o con las Ciencias Informáticas, y la
acreditación de antecedente técnicos y profesionales en el combate al lavado de activos.
-Para ser integrante del Consejo Asesor se requerirán tres (3) años de antigüedad en el organismo
que se represente.
- La UIF intervendrá, preferentemente, en la investigación de delitos atinentes al tráfico de
estupefacientes, contrabando de armas, hechos perpetrados por una asociación ilícita, fraudes al
Estado, prostitución de menores y pornografía infantil, financiación del terrorismo, extorsión, trata
de personas, evasión fiscal agravada, entre otros. (Sustituye el artículo 6º de la ley 25.246)
-Podrá solicitar informes y documentación a cualquier organismo público, nacional, provincial o
municipal, y a personas físicas o jurídicas, públicas o privadas, los cuales estarán obligados a
proporcionarlos dentro del término que se les fije, bajo apercibimiento de ley.( Sustituye el artículo
14 de la ley 25.246)
-En el marco del análisis de un reporte de operación sospechosa los sujetos obligados no podrán
oponer a la UIF el secreto bancario, fiscal, bursátil o profesional, ni los compromisos legales o
contractuales de confidencialidad.
-La UIF establecerá los procedimientos de supervisión, fiscalización e inspección in situ para el
control del cumplimiento de las obligaciones.7
- Mediante el artículo 25 de la ley, se impedía que este organismo se constituyera como parte
querellante en procesos penales. El decreto 825/2011 lo ha observado (en la práctica vetado),
restituyendo las atribuciones que, en aquél sentido, le había concedido ala UIF el decreto
2226/2008.

7 http://www.puntojus.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=1896:fue-aprobada-la-primera-ley-
que-tipifica-el-lavado-de-dinero-como-delito-autonomo&catid=165:seccion-politica-
29-11-2012 19:30 hs
11
Así, mediante el susodicho decreto, el Poder Ejecutivo Nacional entendió que “se estima necesario
que la UIF se encuentre facultada para intervenir como parte querellante en los procesos en los
que se investigan delitos tipificados por la Ley Nro. 25.246 y modificatorias.8

Los sujetos obligados


-Se incorporan nuevos sujetos obligados, como los corredores inmobiliarios y las instituciones que
organizan y regulan deportes profesionales, entre otros. En el ámbito público, desde ahora también
deberán reportar operaciones sospechosas a la UIF el Instituto Nacional de Asociativismo y
Economía Social y el Tribunal Nacional de Defensa de la Competencia. (Sustituye el artículo 20 de
la ley 25.246)
-El “cliente” es definido en los términos de la Comisión Interamericana para el Control del Abuso
de Drogas de la Organización de Estados Americanos (CICAD-OEA), abarcando a todas las
personas físicas o jurídicas con las que se establece, de manera ocasional o permanente, una
relación contractual de carácter financiero, económico o comercial. (Se incorpora como artículo 21
bis de la ley 25.246)
-Los deberes de los sujetos obligados, aunque ya figuran en las resoluciones de la UIF, se
encuentran ahora especificados en la ley. Entre ellos, están la designación de un Oficial de
Cumplimiento y, por ejemplo, la imposición de preservar documentación durante cinco años.
-El plazo máximo para reportar “hechos” u “operaciones sospechosas” será de ciento cincuenta
(150) días corridos, a partir de la operación realizada o tentada. Ante indicios de financiación de
terrorismo, el plazo será de cuarenta y ocho (48) horas reloj.

Acciones típicas
El nuevo art. 303 del Cód. Penal tipifica el delito de lavado de dinero, haciéndolo consistir en la
conversión, transferencia, administración, venta, gravamen, disimulación o poner de cualquier otro
modo en circulación en el mercado, bienes provenientes de un ilícito penal , con la consecuencia
posible de que el origen de los bienes originarios o los subrogantes adquieran la apariencia de un
origen lícito, y siempre que su valor supere la suma de pesos trescientos mil ($ 300.000).
Con arreglo a la descripción legal, las conductas típicas son convertir, transferir, administrar,
vender, gravar, disimular o poner en circulación de cualquier otro modo, dinero o bienes
provenientes de un delito.
"Convertir" quiere decir transformar, cambiar, mudar, una cosa.

8 REGGIANI, Carlos: El nuevo régimen legal de lavado de activos; Revista Enfoques Nº 7 / Julio 2011; Editorial
La Ley; Buenos Aires.

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"Transferir" significa ceder un bien a un tercero a cualquier título. La transferencia de la cosa
comprende tanto su transmisión a terceras personas como su traslado de un lugar a otro.
"Administrar" equivale al gobierno y dirección del dinero o de los bienes obtenidos ilícitamente. El
término abarca tanto el cuidado como el manejo de estos objetos.
La venta hace referencia a la transmisión de la cosa a título oneroso.
El gravamen implica la afectación del bien a través de la constitución de un derecho real de garantía
(v.gr., prenda, hipoteca).9
“Disimular” implica encubrir10 el origen ilícito de los bienes para otorgarles una apariencia de que
tienen un origen lícito.
“Poner en circulación” se refiere al movimiento11 que siguen el dinero y los bienes mediante el
intercambio.
Las conductas de lavado pueden realizarse por acción o por omisión; en este segundo caso, cuando
el administrativamente obligado omite aplicar los controles o inspecciones debidas, precisamente
para la prevención de estas conductas.12

Los objetos del delito


Los objetos materiales del delito de lavado son el "dinero" y los "bienes" cuyo valor supere la
suma, de $300.000 .
El "dinero" es la moneda de curso legal en el país, quedando comprendida en el concepto la moneda
extranjera. Los billetes o monedas que han perdido su valor adquisitivo podrán valer como cosas
(generalmente poseen un valor histórico o de colección).
Las “bienes” son aquellos definidos en el art. 2311 y 2312 del Cód. Civil.

Tipo subjetivo
Se trata de un tipo subjetivamente configurado que requiere no sólo el conocimiento, por parte del
autor, de que los bienes tienen un origen delictivo y la voluntad de realizar la conducta típica, sino
que tales comportamientos deben estar guiados por una finalidad específica: que el dinero o los
bienes adquieran una apariencia de legalidad.
No es suficiente, por lo tanto, el solo obrar doloso. Es necesaria la concurrencia de este particular
elemento subjetivo del injusto, que dota de sustantividad propia al delito y lo delimita
subjetivamente del encubrimiento.

9 BUOMPADRE, Jorge Ecuardo, Tratado de Derecho Penal, parte Especial, Tomo 3, editorial Astrea, 3ª edición
ampliada y actualizada, Buenos Aires 2009, pág. 513/4.
10 OSSORIO, Manuel, Diccionario de ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Editorial Claridad, Buenos Aires, 1984,
pág 258.
11 OSSORIO, Manuel, Op. Cit., pág. 123.
12 BUOMPADRE, Jorge Ecuardo, Op. Cit., pág. 514
13
El delito de lavado de dinero es un típico delito de intención, orientado subjetivamente hacia un fin
concreto: que los bienes y el dinero que provienen de un delito adquieran la apariencia de que su
origen es lícito. 13

Conclusión

No hay duda de que las riquezas mal habidas se constituyen en una fuente directa del trastocamiento
de las instituciones democráticas y republicanas en los Estados de Derecho, sin excepción. El

13 BUOMPADRE, Jorge Ecuardo, Op. Cit., pág. 516

14
fenómeno del lavado de dinero, con los alcances que asumió en los últimos tiempos, se ha
convertido en el paradigma de los efectos de la globalización en el mundo delictivo.
El blanqueo de capitales es un eslabón fundamental de la cadena del delito global, porque, si el
dinero sucio no pudiera utilizarse legalmente, la rentabilidad del delito disminuiría, por eso,
combatir el lavado es una parte decisiva de la lucha contra los delitos globales. Por otra parte, dada
su magnitud, se ha convertido en una operación muy rentable, en la que participan bancos y
empresas del circuito legal.
El crimen transnacional organizado, en general, y el lavado de dinero, en particular, han
determinado la necesidad de desarrollar una categoría jurídica que, cada vez con mayor intensidad,
presenta rasgos de autonomía.
Es así que tanto en el ámbito nacional como internacional, se han ido ajustando la pautas referidas
al delito de lavado de dinero, procurando mediante las sucesivas reformas, subsanar las deficiencias
que en la faz operativa se evidenciaban.
Particularmente la ley 26.683 que rige hace poco más de un año en nuestro país, significó un paso
importante por las modificaciones que introdujo al Código Penal y que en apartado correspondiente
ya he descripto, que entre otros cambios significativos elimina el requisito del delito preexistente,
incluyéndose al autolavado como delito penal.
Con la nueva figura, si por ejemplo alguien evade al fisco una suma que luego utiliza, para comprar
un bien a través de un mercado lícito, con la reforma que se introdujo podrá ser acusado no solo de
evasor, sino también de lavado de dinero.
No obstante ello se advierte que es muy difícil que la AFIP pueda descubrir una maniobra delictiva
de este tipo, ya que el lavador es el mejor pagador de impuestos. Y esto es así, simplemente, porque
no quiere llamar la atención.

Bibliografía

 BUOMPADRE, Jorge Ecuardo, Tratado de Derecho Penal, parte Especial, Tomo 3, editorial
Astrea, 3ª edición ampliada y actualizada, Buenos Aires 2009.
15
 D'ALBORA, Francisco J. (h), Lavado de dinero (El delito de legitimación de activos
provenientes de ilícitos), ED, 180-1085.

 DURRIEU, Roberto, El bien jurídico protegido en el delito de lavado de dinero, en Tratado


de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo, Prevención, investigación y represión,
Tomo I, obra dirigida por Humberto J. Bertazza y Francisco J. D’Albora (h.). - 1a ed. –
Buenos Aires: La Ley, 2012.

 MARENGO, Federico, Aspectos generales del lavado de activos, Revista enfoques Revista
Enfoques Nº 6 / Junio 2011; Editorial La Ley; Buenos Aires.

 OSSORIO, Manuel, Diccionario de ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales, Editorial


Claridad, Buenos Aires, 1984.

 REGGIANI, Carlos: El nuevo régimen legal de lavado de activos; Revista Enfoques Nº 7 /


Julio 2011; Editorial La Ley; Buenos Aires.

 http://www.puntojus.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=1896:fue-
aprobada-la-primera-ley-que-tipifica-el-lavado-de-dinero-como-delito-
autonomo&catid=165:seccion-politica- 29-11-2012 19:30 hs

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