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TEMAS: CONFIANZA EN DIOS 19/08/2018

TÍTIURLO: AMULETO O FE EN EL SEÑOR


TEXTO: SALMO 91. 1-16
OBJETIVOS:

 Comprender que la confianza en Dios y su Palabra es lo que garantiza para el creyente su


protección y acompañamiento en cualquier situación que se presente en la vida.
 Reconocer que Dios cumple sus promesas siempre y cuando el creyente cumple con lo
que cada una de ella demanda para que se haga realidad en su vida.
 Dar gracias al Señor y alabarle por la seguridad que brinda a la vida mediante su compañía
y la Palabra que nos ha dado.

INCENTIVACIÓN: ¿Qué es un amuleto? ¿Tiene o ha tenido usted algún amuleto en su


vida? Un objeto que protege a una persona frente a un problema, la persona lo lleva consigo
porque cree que le brinda protección y buena suerte. Los amuletos funcionan por
superstición, la gente cree en su poder más allá de la razón, la ciencia o la religión. El poder
que se le atribuye es sobrenatural por encima de las leyes de la naturaleza.

ADQUISICIÓN:. La imagen que presenta de Dios como un ave protectora, un guerrero


victorioso en batalla y como lugar de refugio. El salmo nos lleva a preguntar ¿Qué es habitar
al abrigo del Altísimo? Se hace relevante para este tiempo, cuando la gente tiene miedo a
vivir, teme a las enfermedades, a la inseguridad que hay en la sociedad, al futuro, la
desesperanza, porque sus vidas no tienen un fundamento sólido sobre el cual estar
cimentados. Frente a ello el salmo alza su voz y nos dice que la seguridad en cualquier
circunstancia de la vida la encontramos en el Dios Altísimo, en el Todopoderoso quien acoge
y brinda esperanza al creyente que deposita su confianza en él.

Verdad Central: La confianza en Dios y su Palabra me permite enfrentar la vida con


seguridad y valentía. ¿Por qué?

1. Hay Seguridad y Esperanzan en Dios v 1-13: El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo
mío; Mi Dios, en quien confiaré: en la primera parte de este salmo, se revela la seguridad
y la esperanza que tiene el salmista en Dios. Esta seguridad y esperanza están
fundamentadas en quién es Dios y en la obra y poder de Dios. Tradicionalmente este
salmo se usa como una oración de protección y algunos hacen un ritual de protección con
él, algunos piensan que por tener la Biblia abierta en el Salmo 91 no les va suceder nada
malo, otros lo rezan al acostarse y al levantarse, lo hacen un amuleto que atrae la buena
suerte. Pero no se trata de eso. La efectividad de esta Palabra radica en que es Palabra de
Dios y en el carácter de Dios y en el tipo de relación que tengamos con el Señor.

1.1. Seguridad en quién es Dios v 1: El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la
sombra del Omnipotente. El verso uno nos lleva a preguntarnos ¿Quién es Dios, para

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querer estar en su morada? La imagen que utiliza el salmista es la de alguien que busca
refugio en la casa o la presencia de Dios. Mira la morada de Dios como un cobertizo,
donde encuentra intimidad, protección, cuidado; un lugar donde puede llegar a sentarse,
donde puede habitar. El apelativo “Altísimo”, recuerda que se está acogiendo al Dios de
Abraham, al Creador de los cielos y la tierra, y al que está por encima de todo lo creado.
El Dios que bendice, protege y da la victoria.

El segundo nombre o apelativo que usa el verso uno es “El Shadday”, es decir
Omnipotente, Todopoderoso. Este es el Dios que llamó Abraham, que lo guío y guardó
en su peregrinaje por la tierra prometida, le dio la promesa y le dijo no temas. El Dios
supremo en poder, en grandeza, en gloria, incomparable.

Dios es un lugar de refugio, un escondite secreto, que brinda asilo, acogida a los que
creen en quién es él. Una sobra protectora. En Número 23. 9 se describe a Israel como
un pueblo que habita confiado y en Deuteronomio 33.12: la bendición dada por Moisés
sobre la tribu de Benjamín está: el amado de Jehová habitará confiado cerca de él; lo
cubrirá siempre, y entre sus hombros morará.

La afirmación que hace el salmista está basada en la confianza o la fe. Él está seguro del
Dios en el que ha creído, el Altísimo, el Todopoderoso.

1.2. Seguridad y esperanza en el obrar de Dios v 2-8: 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía,
y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. 3 Él te librará del lazo del cazador, De la
peste destructora. 4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad. 5 No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de
día, 6 Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día
destruya. 7 Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. 8
Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos. En segundo lugar
la seguridad y esperanza del salmista están basados en la obra y el poder de Dios.
Confiando en quien es Dios, el salmista proclama a Dios como su esperanza, como un
castillo, su Dios en quien confía.

La confianza está basada en los hechos de liberación de Dios: el Dios que lo libra de las
trampas, la imagen del cazador, del pajarero, le recuerda al salmista los peligros a que se
expone por causa de sus enemigos, las trampas que le pueden colocar los hombres.

La peste destructora, son los peligros de enfermedades, epidemias, petes que pueden
atacar a una comunidad, pero el salmista confía en que aun en esas situaciones Dios le
puede librar.

Cualquiera que sea el peligro en que se encuentre el salmista, cree y confía en que Dios
lo puede sacar de ese peligro. Como un ave que es librada de caer en las trampas del

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cazador. Dios tiene poder para librar a los que confían en él de las trampas físicas,
espirituales que ponen contra los que confían y creen en él.

La imagen que usa el salmista para describir la forma como Dios libra es la de un ave que
cubre a sus polluelos con sus plumas, como un águila que bate sus alas sobre su nido o
extiende sus alas para evitar que sus polluelos caigan a tierra cuando están comenzando
a volar.

Las segunda imagen es que el salmista ve la verdad de Dios, la palabra que ha salido de
la boca de Dios, la palabra que Dios ha hablado, como un Escudo, protector, que le
permite defenderse de sus enemigos, una coraza protectora que lo guarda de cualquier
daño que le quieran hacer sus enemigos. Él cree que Dios es sincero, honrado, justo,
imparcial, fiel, leal.

Su confianza descansa en la verdad de Dios. Es esa confianza en la verdad de Dios que


lo lleva a descartar el miedo. El salmista no niega la cantidad de peligros a los que está
expuesta la vida. Pero confía en la verdad de Dios, en el carácter de Dios para no temer.
El confía en que Dios lo librará de:

Del terror nocturno, es decir el pánico repentino, cualquier cosa que produzca miedo en
la noche; saeta que vuela de día, cualquier ataque físico que venga contra él, puede
confiar en el Señor; pestilencia que ande en oscuridad o mortandad que en medio del día
destruya, no teme al ataque de alguna plaga, de una epidemia, un terremoto, torbellino, o
desastre natural. El cree que Dios puede librar de cualquiera esos peligros.

La promesa de Dios para Israel es que si oía la palabra y le obedecía, ninguna de las
enfermedades que envió a los egipcios llegaría a ellos, porque él es su sanador (Ex.
15.26).

El verso 7 describe lo grande que es la misericordia del Señor, caerán a tu lado mil y diez
mil a tu diestra; mas a ti no llegarán. Sin importar cuán grande sean los problemas, sin
importar por cuantas situaciones se pasen en la vida, la misericordia del Señor, está a la
disposición de los que confían en él.

Ni la palabra de Dios, ni el nombre del Señor son amuletos, con poderes mágicos. Dios
obra por lo que él es y porque su palabra es verdad. Dios recompensa a los que confían
en Él, librándoles, socorriéndoles en los momentos y circunstancias difíciles de la vida y
también recompensa a los que hacen lo malo.

1.3. Evidencias del obrar de Dios v 9-13: Porque has puesto a Jehová, que es mi esperanza,
Al Altísimo por tu habitación, 10 No te sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada.
11 Pues a sus ángeles mandará acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. 12
En las manos te llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra.13 Sobre el león y el

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áspid pisarás; Hollarás al cachorro del león y al dragón. El salmista tiene el testimonio
personal de ese accionar de Dios en su vida, e invita a los fieles a confiar y a colocar su
esperanza en el Señor. La confianza en el Señor evita que repentinamente venga el mal,
o ser sorprendido por el mal.

Dios no deja que la plaga se acerque, siempre y cuando el refugio sea el Señor.

Hay peligros, situaciones difíciles, enfermedades, pero, en todas estas circunstancias de


la vida, la esperanza debe estar puesta en el Señor, la seguridad debe estar en quien es
Dios. Dios no dejará que el mal haga daño a los que confía en él. El salmista cree que
Dios envía a sus ángeles, sus mensajeros. Los guardianes de los que confían en el Señor.
No tiene comparación, son los ángeles, poderosos en fortaleza. Si la vida de los creyentes
se llega a encontrar en un eminente peligro, si se hace necesario Dios envía sus Ángeles
al rescate. Como el caso de Elías, cuando huía de Jezabet, Dios envío un ángel que lo
alimentara (1R. 19. 5, 7) o en el caso de la nación cuando cruzaba el mar Rojo, el ángel
se puso en la retaguardia (Ex. 14. 19).

En Ex. 23. 20-22: Dios promete enviar su ángel delante de Israel par que le guie en el
camino y los introduzca al lugar que él les ha preparado. La idea es que alguien dirige y
guarda los pasos del pueblo de Dios, lo libra y protege, siempre y cuando el pueblo oiga
la voz de Dios.

En el camino se pueden presentar dificultades, pero la función de los ángeles, es alzar, al


que confía en Dios y evitar que tropiece, es decir evitar, que sean heridos, maltratados,
golpeado, castigados, etc.

Aun Dios puede librar de grandes peligros, como los leones y las víboras, la protección
de Dios, está a favor de los que confían en él ante cualquier peligro por muy grande que
este sea.

2. Hay Seguridad En Las Promesas de Dios v 14-16: Por cuanto en mí ha puesto su amor,
yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. 15 Me
invocará, y yo le responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré.
16 Lo saciaré de larga vida, Y le mostraré mi salvación. Esta seguridad del salmista
esta fundamentada en la promesa del Señor y la promesa está fundamentada en la relación
que tengamos con el Señor. La relación se evidencia en el amor y la confianza en el
innovar al Señor.

2.1. El amor como base de la confianza en Dios v 14: Por cuanto en mí ha puesto su amor,
yo también lo libraré; Le pondré en alto, por cuanto ha conocido mi nombre. Esta
oración de confianza, es de alguien que ama a Dios, de alguien que conoce a Dios.
Cuando Dios ama lo atrae o lo acerca a él. El amor entre Dios y el creyente es algo mutuo,
y se constituye en un vínculo, un lazo que adhiere al creyente a Dios. Como

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correspondencia a ese amor Dios, le muestra al creyente cuanto le ama: Librándole, y
dándole a conocer su nombre, es decir, que hay revelación del carácter y naturaleza de
Dios a la vida del creyente.

Es como si Dios se sintiera obligado voluntariamente porque ama al creyente, a no


dejarle, a no soltarle, en ninguna circunstancia de su vida.

El amor es el vínculo perfecto que nos lleva a conocer la naturaleza y el carácter de Dios,
y su objetivo, es que lo amemos más, y confiemos más en él, entre más lo conocemos
más debemos amarlo.

Todos los beneficio de protección y seguridad se basan en el amor y el conocimiento que


tenemos del Señor. Dependen del tipo de relación que tengamos con el Señor. Si sabemos
quien es el Señor y conocemos su nombre, es decir su naturaleza y carácter, eso debe ser
suficiente para confiar en él. Cuando hay amor y conocimiento, hay libertad para acercase
y descansar y aun abandonarnos en sus manos. Por eso quien ora con este salmo debe
preguntarse ¿Amo a Dios? ¿Conozco a Dios? ¿Obedezco los principios de la palabra de
Dios?

2.2. La Invocación: manifestación de la confianza v 15-16: Me invocará, y yo le


responderé; Con él estaré yo en la angustia; Lo libraré y le glorificaré. 16 Lo saciaré
de larga vida, Y le mostraré mi salvación. El verso 15 encontramos otra promesa, la
promesa de invocar, llamar al Señor, ante una situación o crisis. El hecho es que si
conocemos quien es Dios, nos da la libertad para acudir a él con toda confianza en los
momentos críticos que nos presenta la vida, cuando llegan momentos de angustia. En
esas situaciones Dios promete su compañía en cualquier peligro que se encuentre el
creyente, aflicción, angustia, persecución, enfermedad, etc. Dios responderá, y salvará,
librará.

Y juntamente con ello, Dios promete darle larga vida, es decir le permitirá gozar de salud,
de paz de bienestar completo. Es la promesa de Jesús como buen pastor, mientras el
ladrón viene a matar y destruir, Jesús ha venido para que tengamos vida y vida abundante.

El modelo de vida de Jesucristo muestra como esta palabra, esta oración se hace realidad
en la vida de los que confían en el Señor:

 Jesús fue guardado de toda tentación o salió victorioso de cada una de ellas.
 Por honrar a Dios, fue honrado, ángeles vinieron y le sirvieron.
 Aun en los momentos de angustia, un ángel vino y lo fortaleció.
 Los ángeles no lo dejaron en el sepulcro y lo levantaron.

Dios espera que terminemos nuestra jornada en esta tierra, de manera victoriosa, que
lleguemos hasta el fin, y nos ha provisto todos los recursos necesarios para ello. Aun

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cuando somos probados, juntamente con las pruebas y las tentaciones, Dios siempre tiene
la salida para los que confían en él. Los recursos de Dios, el poder de Dios, la gracia y la
misericordia del Señor, están disposición de los que lo aman y conocen su nombre.

Esta oración se hace realidad siempre y cuando crea la Palabra de Dios, conozca el
nombre de Dios, ame a Dios con todo mi corazón, mi alma y todas mis fuerzas. Dios en
respuesta a la confianza, la esperanza y el amor puesto en él, responderá y nos
acompañarán en nuestros caminar por la vida y los llevará seguro al lugar que ha
preparado para nosotros.

No es un amuleto, es una realidad, es una Palabra de Poder, que está fundamentada en el


Dios único y verdadero, por lo cual puedo confiar y esperar plenamente en él. Porque en
todas las circunstancias de la vida Dios está con nosotros por siempre.

Si tiene esta palabra abierta en su casa, escrita en la puerta o detrás de la puesta, si ora
con ella en la mañana o por la noche, no lo haga como un ritual, sino porque en su
corazón, en su mente usted cree, confía en quien es Dios, cree en su palabra, cree en sus
promesas y tiene una relación de amor con Dios. Porque cuando creemos la palabra de
Dios y hacemos lo que ella hace, nuestras vidas son como la casa edificada sobre la roca,
que aunque vengan lluvias, ríos, avalanchas, vientos, no será movida, porque es sostenida
por el Señor. Su vida, está segura en las manos del Señor en cualquier circunstancia o
situación que tengamos que pasar.

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