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Con respecto al documental “La educación prohibida” puedo decir que la educación
tradicional o bancaria que hemos recibido, siempre ha estado enfocada a enseñar a los
estudiantes simplemente a leer, escribir, hacer tareas, a calificarlos cuantitativa o
cualitativamente, a que ganen o reprueben las materias, el año académico, y de ahí no
pasa esta educación. Así, la estructura de este tipo de educación implementada por los
Estados es una élite que domina, que controla, de obediencia, un proceso mecánico y
simplemente está centrada en los contenidos curriculares y nada más. Así que, el que
no sabe leer y escribir no está educado, el que no aprende o no gana se queda atrás
del que sabe, esto es lo que nos ha enseñado el sistema tradicional. Aquí, también es
muy importante resaltar del documental que “la estructura básica del sistema promueve
valores opuestos” como la desigualdad, la competencia, el materialismo, el
individualismo, la discriminación y la exclusión social.
A partir de esta problematización sobre la educación tradicional, es aquí donde la
escuela debe de ir más allá de la reproducción de conocimientos, pues debe ser un
espacio de formación individual y colectiva, de construcción de sí mismo, de
construcción y relación con el otro, de potenciar y cualificar las habilidades humanas, y
como propone Freire según el autor Viscarret (2007, p. 223) “la educación debe ser una
práctica de reflexión y liberación que parte del interior del individuo para que se
desarrolle como sujeto de acción y de decisión, como creador de cultura e historia con
capacidad de pensar y reflexionar críticamente, de expresarse, de pronunciarse” .
Además para Freire, la educación debe estar dirigida al desarrollo de la conciencia
crítica, en el que el educando toma conciencia de sí mismo y de su entorno. La
educación es comunicación, es un proceso de diálogo. Así, frente a la concepción
bancaria de la educación tradicional, en la que no se tiene en cuenta los saberes y las
experiencias de los educandos, ni por supuesto sus aportaciones, Freire propone un
modelo educativo basado en la dialogicidad del ser humano. Dialogicidad que pretende
acabar con la educación como sistema de domesticación, de opresión, de imposición de
conocimientos y saberes desde una determinada posición de poder como es la del
educador en la educación bancaria.
También me parece importante resaltar del documental que la escuela no es sinónimo
de educación, pues la educación es territorio del aprendizaje profundo, porque aprender
es un reto a lo desconocido, y “estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de
crearlas y recrearlas” según Freire, por lo que el ser humano es un todo y requiere una
visión global, una educación integral y holística. Además, es muy interesante la
propuesta que se plantea en este documental sobre “la educación sin escuela” como
un aprendizaje libre, un autoaprendizaje colaborativo y autodirigido, de lo cual se deriva
que la educación es comunicación, toma de decisiones, participación individual y
colectiva, porque el aprendizaje es una continua trasformación interna del ser humano.
Por último, del documental surgen algunos cuestionamientos importantes sobre la
educación como: ¿Hasta qué punto la escuela ayuda a desarrollarnos individual y
colectivamente? ¿Por qué se condiciona y limita el aprendizaje? ¿Por qué educar con
amenazas y tensiones? ¿Por qué no educar de otra forma? ¿Cuál es el objetivo de la
educación: aprender conocimientos o desarrollar más capacidades humanas?
Las respuestas a estos interrogantes nos aproximan a lo que realmente debería ser el
objetivo de la educación.
Las emociones cumplen un papel importante donde los conocedores del tema que
aplican este tipo de pedagogía coinciden en que el amor es pieza fundamental
dentro del proceso, y no ver el amor como un factor externo poco necesario donde
solo te amo si logras coincidir con lo que digo.
La escuela ha sido vista como si fuera una cárcel para los niños, donde son aislados
y separados dependiendo del nivel o curso en el cual deba estar, pero evidenciando
algunos casos comparables de escuelas rurales, los jóvenes que comparten con
niños de diferentes edades generan un vínculo muy fuerte donde los más grandes
protegen a los pequeños y el aula común se tiene como un ambiente agradable que
favorece la interrelación y permite romper los paradigmas de adiestramiento
(similar a los caninos) en donde se da un instruccionismo paso por paso de lo que
se tiene que hacer.
El arte en sus distintas dimensiones, genera una integralidad no fragmentada en el
proceso formativo del educando, el contacto, la experiencia, el actuar de forma
espontánea, científica artística y humanística aumentando así su desarrollo
emocional. Éste joven cuando se siente querido y reconocido, controla el miedo y
expresa hacia donde quiere proyectar su destino al verse respetado en su
autonomía. El documental enfatiza la represión cuando la rectora se quiere imponer
ante los estudiantes para que no expresen su opinión ni en discurso o carteleras
informativas, bloqueando así la expresión de estos, y lo único que los muchachos
quieren, es ser la autoridad en su propia vida.