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Capítulo l. Introducción a las obligaciones < 9 >

Ese deber se. convierte en obligación desde el momento en que surge


alguien que va.a realizar.Ja prestación solicitada, quien queda vinculado jurí­
dicamente con el oferente del premio y deviene acreedor del mismo.
En efecto, la promesa de recompensa genera al principio sólo el deber jurídico
de sostener la propuesta a cargo del promitente; tal· deber alcanza el carácter de
obligación hasta el momento en que 9tr0 sujeto:se aviene a realizar la prestación
solicitada en la oferta, a partir del cual ya existen un acreedor y el enlace jurídico
entre ambos, esto es, cuando se integra el vinculo de derecho que obliga al promi­
tente deudor a pagar la prestación prometida en recompensa a su acreedor.

>La obligación y el deber jurídico


Lo anterior es fácil de comprender si establecemos con nitidez la diferencia
existente entre los conceptos obligación y deberjurídico.
El deber jurídico es el género, la obligación es la especie; toda obligación
es un deber jurídico, pero hay deberes jurídicos que no son técnicamente obli­
gaciones: "la obligación aparece inserta en la categoría jurídica, técnicamente
más amplia, del deber jurídico" (Hernández Gil).
El deber jurídico es el mandato creado por la norma para conducirse con­
forme a su enunciado: "es la.necesidad de observar una conducta conforme a
una norma de derecho" (Gutiérrez y González).
En cambio, la obligación es una clase de deber jurídico en el que la con­
ducta necesaria, la exigida por la norma, debe ser prestada en beneficio de otro
sujeto, determinado o determinable, con el cual se está ligado jurídicamente,
es decir, obligado (de ob: por, y ligatus: ligado); representa asimismo una for­
ma de deber jurídico que establece una relación entre un sujeto que soporta el
débito y otro que puede exigir su cumplimiento: la relación acreedor-deudor..
El deber jurídico es una necesidad de obrar, determi � ada· por l<i norm�,
que exige un sacrificio de la libertad del sujeto que la soporta. Si este sacrificio
debe prestarse como un servicio en beneficio de otro sujeto que tiene dere­
cho a exigirlo, estamos en presencia de la obligación. Antonio Hernández
Gil expresa con claridad la distinción: "la obligación se diferencia del deber
general en que éste sólo expresa el directo sometimiento a las normas, mien­
tras que a través de la obligación ese sometimiento se traduce en un concreto
deber de conducta hacia otros que integra el contenido de la obligación':
Volviendo a la cuestión planteada por De Gásperi respecto a la exacti­
tud del concepto clásico de obligación como relación de derecho entre los

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