Vous êtes sur la page 1sur 1

PRESCRIPCIÓN.

CAUSALES DE SUSPENSIÓN

Se agrega como último párrafo del artículo 56 de la LPT que la de prescripción de las acciones y
poderes del Fisco en relación con el cumplimiento de las obligaciones impuestas a los agentes de
retención y percepción es de 5 años, contados a partir del 1 de enero siguiente al año en que ellas
debieron cumplirse, resultando idéntico plazo a los fines de aplicar y hacer efectivas las sanciones
respectivas.
Además, se introduce como inciso d) del artículo 65 el supuesto de la suspensión por un año del
curso de la prescripción de las acciones y poderes fiscales desde el acto que someta las actuaciones a
la instancia de conciliación administrativa, salvo que corresponda la aplicación de otra causal de
suspensión mayor.
Se prevé la suspensión desde el dictado de medidas cautelares que impidan la determinación o
intimación de los tributos y hasta los 180 días posteriores al momento en que se las deja sin efecto.
En ambos casos, resulta lógico la suspensión de la prescripción de las causas que atraviesan dichos
procesos debido a que el ente fiscal se ve imposibilitado de exigir el cumplimiento de la obligación.
Finalmente, la causal que antes de la reforma se encontraba contemplada en el inciso d) del artículo
65 ahora luce incorporada en el último párrafo de dicho artículo y con modificaciones.
Esta renovada causal de prescripción para aplicar sanciones reza que se suspenderá dicha aplicación
desde el momento de la formulación de la denuncia penal establecida en el artículo 20 de la ley penal
tributaria, por la presunta comisión de alguno de los delitos tipificados en dicha ley y hasta 180 días
posteriores a la comunicación a la AFIP de la sentencia judicial firme que se dicte en la causa penal
respectiva. Esta modificación es positiva a poco que se advierta que pone en cabeza del Poder Judicial
comunicar a la AFIP respecto de la firmeza de la sentencia, a los fines de no dilatar el procedimiento,
lo que resulta lógico al verificarse dicho supuesto de la propia tramitación del expediente judicial.
Finalmente, se agrega como artículo a continuación del artículo 65 una nueva disposición relativa al
efecto y aplicación de las causales de suspensión e interrupción dispuestas en la ley 11683 respecto
del plazo de prescripción dispuesto por el artículo 56 de la ley 24522 y sus modificaciones.
Se entiende que dicha disposición ha venido a zanjar distintos planteos que fueron dirimidos por la
jurisprudencia. Los más usuales han sido el pretender la atracción de la causa que contiene la
discusión tributaria ventilada ante el Tribunal Fiscal de la Nación a la del fuero concursal, alegando
que se trata de deudas preconcursales o argumentar la prevalencia de la prescripción concursal sobre
la dispuesta por la LPT.
Estas discusiones fueron tratadas en innumerables precedentes jurisprudenciales, habiéndose la
Corte Suprema de Justicia de la Nación pronunciado en la causa “Supercanal SA”, con fecha 2 de junio
de 2003. Con lógico criterio, puntualizó que hasta tanto no se haya cumplido el procedimiento
administrativo ya en curso ante el organismo jurisdiccional, destinado a revisar la determinación del
crédito efectuado por la AFIP, el Organismo Recaudador no tiene título válido para presentarse a
verificar por ante el concurso como deuda líquida y exigible, puesto que tal como lo dispone el artículo
65, inciso a), su accionar se encuentra suspendido mientras dure ese procedimiento y hasta 90 días
de notificada la sentencia.
En esta línea, el último párrafo del nuevo artículo agregado a continuación del artículo 65 dispone
que una vez que cesen los efectos de dichas causales de suspensión e interrupción, el Fisco contará
con un plazo no menor a 6 meses o, en su caso, el mayor que pudiera restar cumplir del término de 2
años previsto por el artículo 56 de la ley de concursos y quiebras para hacer valer sus derechos en el
proceso concursal, sin que se considere tardía la verificación a los efectos de la imposición de costas.
Entendemos que se ha logrado otorgar certeza y armonizar la legislación en materia de prescripción
que interfiera en obligaciones determinadas por el ente fiscal(55). Sin perjuicio de ello, consideramos
que dicha deuda debe encontrarse firme a los fines de resultar líquida y exigible para poder ser
verificada en el concurso del contribuyente, tal como lo ha sostenido reiteradamente la
jurisprudencia(56), aspecto este que no ha sido considerado.

Vous aimerez peut-être aussi