Académique Documents
Professionnel Documents
Culture Documents
DESARROLLO
TEMA 1
1. La psicopatología del desarrollo
La ontogénesis es el proceso que conduce a la evolución y el desarrollo del ser humano.
Cada una de estas etapas tiene asociadas unas características específicas y son influenciadas
por la naturaleza y curso de etapas previas. Todo lo que el individuo es, se explica por la
interacción entre herencia genética e influencias ambientales. Esta interacción origina
dichas etapas del desarrollo y sus características definitorias.
La desviación del proceso normal de desarrollo en un momento dado supone una >
probabilidad de que aparezcan problemas para afrontar las fases siguientes del desarrollo.
Esa desviación puede producirse en cualquier momento y tomar diferentes formas. En
algunos casos consiste en separarse de las normas apropiadas para la edad, como ocurre en
los retrasos de adquisición del lenguaje; en otros casos, puede consistir en el fracaso en
desarrollar una función específica, como el fracaso en la regulación de la ira en el trastorno
negativista desafiante. Siempre puede producirse un cambio que estará limitado por la
historia previa del individuo y el contexto actual.
La PD comprende 3 cuestiones claves:
3) Importancia de
continuidades y
1) El concepto de 2) Entender los procesos
descontinuidades entre
desarrollo causales
la normalidad y la
psicopatología
El cerebro del niño es muy plástico, por lo que experimenta múltiples cambios en su
funcionamiento y estructura. Estos cambios se producen a lo largo de toda la vida y en
todos los niveles: molecular, celular, anatómico y funcional. Algunos cambios son
progresivos (influyen en la proliferación de neuronas, sinapsis y el desarrollo de la
mielinizacion) y otros cambios son regresivos (muerte celular y poda de sinapsis).
Cada hemisferio cerebral cuenta con una superficie de materia gris (córtex o corteza) y una
parte interior formada por sustancia blanca y otras regiones subcorticales de materia gris.
Esta sust. Blanca está formada por los axones y envían señales a otras neuronas,
encargándose de la conexión entre diferentes áreas cerebrales. La mielina (capa que rodea a
los axones) promueve la transmisión de las señales. Esta mielinización de los axones es un
fenómeno imprescindible del neurodesarrollo. La zona de sust. Blanca más voluminosa es
el cuerpo calloso (encargado de transmitir información de un hemisferio cerebral al otro).
Los ganglios basales son estructuras implicadas en el control del movimiento y tono
muscular, pero también en la atención y regulación de estados emocionales. De ellos, el
núcleo caudado es el encargado de enviar la información de tipo emocional hacia el
prefrontal.
La amígdala es también una estructura subcortical que forma parte del sistema límbico y
se encarga del procesamiento y almacenamiento de reacciones emocionales. Su máximo
desarrollo tiene lugar durante la adolescencia y juventud y por ello durante estas etapas, la
reactividad de la amígdala ante los estímulos emocionales está aumentada.
Los trastornos alimentarios postpuberales se explican en gran parte por influencia genética
y los prepuberales por influencia ambiental.
Las relaciones son imprescindibles para evolucionar como individuo. Esta interacción en
los primeros años, es la base del desarrollo psicológico posterior. A medida que se acerca la
adolescencia, las relaciones con los coetáneos se van haciendo más importantes, tanto si son
fuente de confianza y estabilidad, como si son origen de problemas emocionales y
conductuales.
Entender los procesos causales conociendo los mecanismos de riesgo y protección que
actúan a lo largo del tiempo.
Estos factores de riesgo pueden ser específicos de un trastorno (en pocas ocasiones),
compartidos por unos cuantos trastornos comunes o comunes a casi todos ellos, es decir,
factores genéricos. Además, hay que tener en cuenta que en muchas personas coexiste más
de un trastorno a la vez (comorbilidad). En PD se utilizan dos conceptos clave que reflejan
la diversidad de procesos individuales, familiares y sociales que pueden incidir en la
aparición de trastornos: equifinalidad y multifinalidad.
Equifinalidad
•Diversos factores de riesgo conducen al mismo efecto.
Multifinalidad
•Un mismo factor de riesgo o cirscunstancia puede conducir a
distintos efectos.
Los factores de riesgo no suelen actuar aisladamente sino que se combinan con factores de
riesgo de otros niveles (por ejemplo, genéticos y ambientales) y ejercen su efecto a través
de variables mediadores. Por ejemplo, a pesar de que ambas personas partan de un
determinado fenotipo, si siguen trayectorias diferentes pueden tener un pronóstico diferente
y por tanto, requerir tratamientos distintos.
Se sabe que la depresión materna es un factor de riesgo para que el niño desarrolle
problemas psicológicos no sabemos que procesos median (¿estilo de vinculación?¿estilo
educativo?¿genética?). La PD se interesa por conocer las variables implicadas en el
proceso, aportando información sobre la etiología de los trastornos y permitiendo diseñar
estrategias de intervención y prevención.
El comportamiento normal y anormal, difiere en función del sexo y de la edad. La figura 1.2
muestra cómo evolucionan los síntomas interiorizados (depresión, ansiedad) y
exteriorizados (comportamiento agresivo y antisocial) desde los 4 hasta los 18 años en niños
y niñas. Ambos parten de valores similares en problemas interiorizados pero, a lo largo del
tiempo, las niñas obtienen puntuaciones más elevadas. Por el contrario, niños y niñas parten
de valores diferentes en valores exteriorizados; siendo los niños los que puntúan más alto
desde el inicio y manteniendo una trayectoria con más problemas que las niñas. En ambos
sexos estos problemas tienden a disminuir con la edad.
Solo los estudios que observan el desarrollo pueden informar sobre predictores, marcadores
y consecuentes de un proceso que está alterado. Son característicos de la PD los estudios
longitudinales que trazan la evolución del problema en grupos grandes de niños de la
población general.
Aunque las trayectorias evolutivas varían dependiendo del trastorno, se suelen identificar
unas mayoritarias.
Trayectoria adaptativa estable refleja una continuidad positiva estable del
desarrollo sin síntomas o con un nivel muy bajo de síntomas.
Trayectoria creciente inicio del desarrollo sin síntomas o con muy pocos que van
incrementándose a peor. Refleja discontinuidad a peor. Importante identificar
factores que están influyendo en el empeoramiento para su prevención.
Trayectoria decreciente inicio del desarrollo con un número alto de síntomas que
decrecen a lo largo del tiempo (discontinuidad a mejor). Importante identificar
factores que influyen en la mejora.
Trayectoria desadaptación temporal precedida por periodos previos y posteriores
de funcionamiento que reflejan problemas transitorios (discontinuidad a peor
transitoria)
Trayectoria desadaptativa estable en un porcentaje reducido de niños donde a lo
largo del desarrollo presentan un número alto de síntomas (discontinuidad negativa
estable)
La figura 1.3. muestra las trayectorias de oposicionismo, en uno de los estudios más largos
llevados a cabo, en población holandesa. La trayectoria alta persistente predijo trastorno de
conducta y explicó la asociación entre TDAH y trastorno de conducta en los varones, más
deterioro social en la edad adulta temprana (18 a 30 años) y más trastornos disruptivos y de
ansiedad en la edad adulta media (28 a 40 años).
La conclusión es que para entender bien la psicopatología, sus orígenes y su curso hay que
entender la historia evolutiva de la persona.
5. Factores de riesgo y mecanismos de riesgo
Un factor de riesgo es un factor que aumenta la probabilidad de una respuesta. En este
caso, de que aparezca un trastorno psicológico.
No debe confundirse con el término factor asociado, que hace referencia a cualquier tipo
de asociación entre dos variables, sin especificar ningún tipo de dirección en la relación (el
mal rendimiento escolar y la psicopatología son factores asociados, porque sin más
información no se puede saber cual ocasiona a cual). Sin embargo el factor de riesgo
precede al resultado. Como estos factores preceden a la respuesta y aumentan la
probabilidad de su ocurrencia se asume que participan en el proceso etiológico de esa
respuesta.
Por otro lado, un factor de riesgo causal es un factor de riesgo que puede ser manipulado y
cuando se hace, se modifica el riesgo de la respuesta. Por ejemplo, si aumentando el grado
de supervisión de los padres disminuye el abuso de sustancias de sus hijos, se podría decir
que la falta de supervisión es un factor de riesgo causal del abuso de sustancias.
Los mecanismos de riesgo señalan los procesos a través de los cuales operan los factores
de riesgo y generan una respuesta no adaptativa. Es frecuente encontrar que los factores de
riesgo se encadenan transversal y longitudinalmente provocando respuestas, que originan
otras respuestas. A estas cadenas de “respuestas” se les llama “cascadas evolutivas” y
reflejan las consecuencias acumuladas que hacen que se den nuevas interacciones. A través
de modelos transaccionales la PD estudia los mecanismos de actuación de los factores de
riesgo y el papel de cada uno de ellos en la cadena. Estas cadenas están formadas por por
factores mediadores o variables intermedias (A aumenta el riesgo de que se produzca B, y B
es una variable independiente que aumenta el resultado C). La siguiente figura ilustra las
relaciones entre la psicopatología del de la madre, su estilo educativo y el negativismo
desafiante de su hijo.
El comportamiento agresivo de la madre tiene efecto directo en el negativismo del niño,
pero también ejerce efecto a través del castigo corporal. El comportamiento antisocial de la
madre no tiene un efecto directo sobre el negativismo sino que lo hace a través del estilo
educativo que usa castigo corporal. Este estudio muestra que uno de los mecanismos de
actuación del factor de riesgo “psicopatología de la madre” sobre los comportamientos
negativistas desafiantes es a través de su estilo educativo”.
Los efectos encadenados ayudan a explicar por qué en algunos casos los problemas en la
infancia predicen dificultades en la edad adulta. Además, si se conocen los componentes de
la cadena, con una intervención a tiempo, se puede interrumpir eliminando los efectos
negativos o se pueden promover cascadas que produzcan efectos positivos.
Identificar factores de protección y conocer los mecanismos que favorecen una buena
adaptación a pesar de la exposición al riesgo permite diseñar procedimientos para promover
la salud y prevenir la aparición de la psicopatología.
Otro forma de explicar el modo de actuación de los factores de riesgo es a través de los
modelos aditivos que subrayan que lo importante es el número de factores de riesgo,
independientemente de su contenido, y que su efecto es acumulativo: a mayor número de
factores de riesgo, mayor riesgo. Dentro de este modelo hay dos formas de actuación:
La resistencia no es un rasgo o proceso único sino que están implicados muchos atributos y
procesos; unos pueden pertenecer al individuo (características genéticas, cognitivas) y otros
del contexto (cohesión familiar, calidad de las amistades…).
No solo las situaciones positivas dan lugar a resistencia. Algunas situaciones estresantes
también lo pueden hacer. Se trata de lo que se ha denominado: inoculación de estrés. Los
efectos de breves exposiciones repetidas a experiencias negativas dan lugar a la adquisición
de resiliencia ante circunstancias adversas más severas experimentadas posteriormente. En
definitiva, las habilidades psicobiológicas para plantar cara al estrés sin desequilibrios
pueden y suelen adquirirse enfrentándose a estresores asequibles al nivel de desarrollo del
individuo.
Del mismo modo que ocurre con los mecanismos de riesgo, la resistencia siempre tiene un
marco temporal y es posible que varíe en el tiempo y en el ambiente: se puede ser resistente
en un momento determinado y no en otro.
7. Prevención
La prevención tiene como objetivo reducir o eliminar la aparición de problemas
psicológicos a lo largo del desarrollo y promover resistencia y la recuperación del
funcionamiento óptimo en los individuos.
Factor de riesgo y factor de protección están asociados con el concepto de prevención pues,
van a indicar sobre qué grupos hay que actuar, qué factores hay que eliminar o cuáles hay
que promover.
Las intervenciones preventivas incluyen muchos de los principios que guían a la PD: