Vous êtes sur la page 1sur 15

Pasa Gato negro por una habitación con un ataúd.

You, está parado frente a un


ataúd, al costado, Ela, acurrucada temblando.
You. Creo que tenía 6 o 7 años, no recuerdo bien. Hacia frio, siempre hacia frio en
ese lugar. Yo no soporto el frio, pero no sé porque esas veces no lo sentía mucho;
quizá porque era chico; además, había nacido en un lugar frio y ya estaba
acostumbrado. Ahora, no soporto el frío, no me gusta para nada (se escucha el
segundero de un reloj). Pero el frio en ese momento no importaba. El tiempo
avanzaba, sentía que cada segundo que pasaba, era un segundo más cerca de mi
final. Me acuerdo de una final de futbol que vi, eran chicos grandes jugando un
partido; bueno, creo que era una final, porque todo el mundo estaba alrededor de
la cancha
(You, se calla).
Ela. Si hubo fuego las cenizas no son lo mismo.
You. Yo, era un enano, que buscando ver lo que pasaba en la cancha, recuerdo
que me escurrí entre la gente… empuje y empuje, hasta que logre por fin sacar la
cabeza por entre los cuerpos de esos gigantes amantes del futbol. Me puse muy
feliz
Ella empieza a cantar mientras se frota todo el cuerpo
Ela. Si me dieran a elegir una vez más, te elegiría sin pensarlo, es que no hay
nada que pensar. Que no existe ni motivo ni razón, para dudarlo ni un segundo, es
que tu haz sido lo mejor, que toco este corazón, y que entre el cielo y tu yo me
quedo contigo.

You. Y cuando me quise poner a ver el partido ¡Plaf! Sin más y sin darme cuenta,
vi venir un círculo pequeño hacia mi cara; eso fue lo primero y lo último que vi de
aquel partido, UN BALONAZO ME TAPO LA CARA ¡Que dolor más grande sentí
esa mañana!
Entra un gato negro y le da un pésame a la muchacha
You. Pero no creo que se compare mucho a lo que estaba a punto de
experimentar ese día. La vez del balonazo, no tenía miedo; pues no sabía lo que
me iba a pasar. Pero ese día, ahí, si sabía, o creía saber. Es que uno nunca sabe,
que en realidad le pasara.
Ela. Un elefante blanco con ojos morenos vuela como ángel y aun así no me
acerca a ti.
You. Uno presiente lo que le va pasar, pero nunca sabe lo que en realidad pasara,
puede ser algo peor, o algo menos peor de lo que cree. Yo tenía miedo, mucho
miedo; tanto que estaba de rodillas frente a ese ser desconocido.
You, se acerca y le da un beso en la nariz a ella
You. Bueno, yo era muy chico, no sabía si en realidad él me podía ayudar. Me
habían dicho que ayudaba y en mi inocencia y sin tener otra opción, solo podía
recurrir a él. Cuando somos niños, somos muy inocentes, nos creemos cualquier
cosa. Recuerdo una vez que necesitaba dinero para el recreo y me invente una
rifa. (Empieza a llover) justamente en esa época estábamos en invierno; porque
llovía mucho. Anote en unos papelitos números para venderlos como una rifa,
luego escondí otros números iguales en un montón de arena que estaba tirada en
el piso “esto para decir que ahí estaban escondidos los premios” después, me fui a
vender las rifas a otros chicos, a ver quién me creía. Mire muy atento y ¡ZAZ! Veo
un grupo de niños corriendo como locos de un lado para el otro, me les acerco
para venderles…
Ela. Extraño él ser que nunca fuiste, aunque fuiste el ser más extraño.
You. Al principio ellos no me querían creer, pero cuando les dije de los premios y
donde estaban escondidos, no se aguantaron. Es que los niños nos creemos
cualquier cosa, mucho más si viene de otro niño. En el momento en que ellos se
fueron felices a alzar su premio al montón de arena, yo corrí rápido esconderme.
Ese día me gane como 30 Ctvs. en total
Ela. Me pareció ver un lindo gatito
Mete su cabeza Gato Negro
Gato negro. Miau
You. Mientras estaba detrás de una puerta escondido, vi a una de las niñas con su
hermano mayor buscándome. Me quede ahí, en silencio, esperando que se
alejaran. Cuanta adrenalina se siente cuando haces cosas que están mal y no
quieres que te pillen ¿no? Tenía harto miedo de que me encontraran y me
golpearan; pero ese era un miedo ligero, pasajero, no se comparaba en nada a lo
que estaba sintiendo ese día, ahí, de rodillas
Empieza a cantar Ela y luego You, la acompaña
Ella. Si me dieran a elegir una vez más, te elegiría sin pensarlo, es que no hay
nada que pensar
You y Ela. Que no existe ni motivo ni razón, para dudarlo ni un segundo, es que tu
haz sido lo mejor, que toco este corazón y que entre el cielo y tu yo me quedo con
tigo.
Si te dado todo lo que tengo, hasta quedar en deuda con migo mismo y todavía
preguntas si te quiero, tú de que vas. Si no hay un minuto de mi tiempo, que no
pases por el pensamiento, y todavía preguntas si te quieroooo…
Si esto no es querer entonces dime tú lo que será, si necesito de tus besos, pa´
que pueda respirar y de tus ojos que van regalando vida y me dejan sin salida, y
para que quiero salir, si nunca he sido tan feliz, que te prefiero más que nada en
este mundo.
Si te dado todo lo que tengo, hasta quedar en deuda con migo mismo y todavía
preguntas si te quiero, tú de que vas. Si no hay un minuto de mi tiempo, que no
pases por el pensamiento, y todavía preguntas si te quieroooo…
Oh… y es que no vez, que toda mi vida tan solo depende de ti…
You. Yo, ahí de rodillas, ante a ese ser que le dicen Dios, crucificado; al lado, una
publicidad de una tienda de cueros con el calendario del año. Le pedía de rodillas
por mi vida. Le pedía que me ayudara. Le pedía que no dejara que me hagan
daño, que detuviera el tiempo o que él nunca llegara. Qué fácil sería si el tiempo
se detuviera cada que nosotros quisiéramos ¿no? Tal vez así nunca llegaríamos
tarde a todas partes. ¿No les molesta como la gente llega tarde cada vez que le
da la gana? Es como si se creyeran dueños del mundo, como si tu tiempo tendría
que estar a su disposición. Además llegan campantes, chochos, como si no
tuvieran ninguna preocupación…
Yo, se calla
Ela. ¿Aún me abrazaras cuando me sienta sola como prometiste?
You. Como si estuviesen llegado 10 o 15 minutos antes de lo acordado, lentos y
sonrientes, como diciendo; no me importa lo que te esté pasando, tu tiempo me
vale. Y tú, que saliste corriendo sin desayunar, que tuviste que tomar un taxi, que
te enojabas contigo mismo por salir así, a lo apurado y que llegabas cinco minutos
tarde y piensas que ya se han ido. Luego, los ves llegar media hora más tarde
como si nada hubiera pasado. Te quedas como tonto frente aquella situación. ¿Se
estudiara para ser sinvergüenza? ¿Cómo se es tan careta? ¡Ay…! Si se te ocurre
reprocharles, uf… se ofenden contigo; ellos tenían cosas más importantes que
hacer que estar contigo, que te hicieron el favor de siquiera de venir ¡Da ganas de
matarlos!
Ela. Tus ojos, solo ven, no miran.
You. Aunque hubiera deseado que ese retraso haya durado para siempre. Esta
vez no me importaba si él nunca llegaba. Pero esto no es un mundo de hadas y
los sueños no siempre se cumplen. El fin se acercaba, y solo veías un niño, de
rodillas, creyendo en fantasías, frente a un Dios que apenas conocía, esperando
un milagro que nunca llegaría. Es que los milagros no están para los pobres e
indefensos
Silencio
Mientras lloraba para que él no llegara. Mientras lloraba para que el tiempo se
detuviera. Mientras lloraba por mi vida, el mundo seguía girando. Es raro saber
que a ti te está pasando cosas horribles y otros están festejando su cumpleaños y
recibiendo lindos regalos. Es como si al mundo no le importara lo que te está
pasando. Ese día el tiempo no se detuvo, ni mi miedo. Me sentí en un callejón sin
salida, aunque creo que todos los callejones siempre tienen salida, aunque no
haya salida por la otra punta, puedes salir por donde entraste
You, se calla, Ela, empieza a hacer una secuencia de yoga (20 s)
You. Como aquel callejón de la casa de mi padrino, ese si tenía salida. Aunque el
problema de esa casa no era el callejón; sino una muerta que rondaba por la casa.
Había un cuarto en la casa que estaba prohibido para nosotros los chicos; se
decía que ahí, había muerto una inquilina, y desde esa vez, no dejo de
aparecerse; si la veías, al día siguiente amanecías muerto. Nosotros con mis
primos una vez entramos por curiosos; no sé si fue el miedo o si alguien golpeo
algo, pero escuchamos un ruido fuerte y salimos corriendo como alma que se lleva
el diablo o vecina que se lleva a los inquilinos. Cosas como esas nunca olvidamos,
como sabía que nunca olvidaría lo que estaba a punto de pasar, pues el reloj no
se detenía, y mi miedo crecía. Por lo único que se detuvo mi llanto: fue por el
sonido de la puerta de calle que se habría; fue por el sonido de sus pasos
acercándose; fue por el sonido de su voz, a lo lejos, que me decía que había
llegado. Entonces de la nada se oye un silbido, era el llamado a mi destino, la
última trompeta sonó para mí.
Un trueno cae cerca del lugar, Ella, se asusta y va corriendo a abrazar el ataúd,
luego, El, la abraza a ella por detrás.

Escena dos
Pasa Gato negro por una habitación, con una sola cama. Ela, entra a la habitación
y se echada en la cama, You, se sienta a la orilla.
Ela. ¿Este último silbido fue muy fuerte no?
You. Bueno, a él le gusta silbar. Cada vez oigo menos sus silbidos, tal vez por eso
silba más fuerte. Creo que a él también le silbaban así. ¿Crees que yo también
sea así cuando grande? Pues él silba así, porque así le silbaban; lo lógico es que
yo también silbe así cuando grande.
Ella. ¿Te gustaría aprender a silbar así?
You. No, no… sé…, tal vez. ¿A ti no te gustaría aprender a silbar?
Ela. ¡No!
You. Bueno, él me está enseñando a silbar, dice que nosotros los hombres
debemos aprender. Cada vez que se puede, nos reúne a todos los chicos y nos
pone a silbar, midiendo quien silba más fuerte. Para eso, hace un círculo grande
en el piso, pone a dos en el centro y los pone a silbar lo más fuerte que puedan, el
propósito es dejar al otro sin aire; el que aguante más sin desmayarse y quede
dentro del círculo, gana. Dice que todo hombre debería aprender a silbar así, y si
no lo hace no es hombre. Yo soy hombre, así que tengo que aprender así.

Entra el gato negro y dice la hora

Gato negro. SON LAS DOCE TREINTA ¡¡¡MIAU!!!

Sale el Gato negro

Ela. Quisiera pintar todas las paredes de varios colores, así toda mancha oscura
desaparecería debajo de cada color. No quiero ni un color oscuro, ni opaco; solo
quiero colores vivos, llenos de vida; que emanen felicidad y que desaparezcan
todas las manchas oscuras impregnadas por el tiempo.
You Yo silbo mucho ahora; antes no sabía silbar. Cada día silbido es mejor. Un
día espero poderle silbar a él: un silbido con mucha fuerza, que lo tumbe, que lo
deje sin aire, y así tal vez se sienta orgulloso de lo que logró en mí. ¿Cuánto aire
se necesitara para silbar así de fuerte?
Ela. Porque a las personas les gustara manchar las paredes blancas ¿no? Como
en carnavales ¿no te fijaste los jóvenes siempre están buscando un lugar limpio,
para ensuciarlo con sus colores opacos? ¿Porque esa obsesión de manchar
aquello que no está manchado? A veces ni esperan que la pintura blanca se
seque. Creo que entre más fresca esta la pintura, más tentación de mancharla
tienen.
You. Hoy me mandaron a la dirección por silbarle muy fuerte a un compañero.
Se oyen silbidos por todas partes que atormentan a You hasta dejarlo en el piso
You. Metí un gol
Ela. ¿A dónde?
You. No sé, pero me dijeron que era gol. Bueno, no estaba jugando, solo estaba
viendo el partido y creo que di un Carazo sin darme cuenta y metí gol.
Ela. Felicidades. ¿Te gusta el futbol?
Yo. ¡No! Bueno si, ¡Ahj! no sé. Me dicen que debería gustarme; porque se supone
que a los hombres nos gusta el futbol, y yo soy hombre, entonces creo que si me
gusta el futbol.
Ela. A mí me gusta también, pero se supone que no debería gustarme. Cada vez
que puedo, me escapo de casa para salir a jugar un rato futbol a la cancha de
atrás de mi casa. Soy muy buena, bueno eso dicen los que me conocen.
You. Te extraño
Ela. Una vez, metí un gol de media cancha.
You. ¿Sabes qué difícil es escribir con un lápiz roto?
Ela. Yo estaba parada casi en la defensa cuando me pasaron el balón.
You. La madera que cubre la mina del lápiz, no marca más que líneas brillosas en
el papel.
Ela. El petizo, ese que siempre se tira pedos en el curso y hace como si no pasara
nada, se me barrió, intentando quitarme el balón, lo esquive con un giro. ¡Fue Full!
You. Las hojas se rompen cuando aprietas mucho el lápiz
Ela. Cuando estaba a punto de pasar, el Gordo, ese que te pego la anterior vez,
se me cruzo; así que sin querer le remate en la cara.
You. Como escribir palabras que no serán escuchadas, como hablar con alguien
que no tiene oídos.
Ela. Cuando reboto la pelota, vi mi oportunidad. Remate tan fuerte que casi rompo
el arco.
Of. Goool
Ambos corren adelante y festejan el gol. Entra Gato negro, pasa por delante de
ellos, los mira y da nuevamente la hora

Gato negro. SON LAS UNA ¡¡¡MIAU!!!

Sale Gato negro

You. Sabes, descubrí que el pescado es una larva de sirena.


Ela. Es interesante como un gol cambia la vida de una niña. Desde esa vez todos
quieren jugar con migo. Ese gol cambio mi vida; ya no era solo una niña jugando a
la pelota, ahora, era un jugador más.
You. Si la vida fuera un partido de futbol ¿De qué equipo serias?
Ela. ¡Del que gane!
You. Yo tal vez sería el arbitro
Ela. ¿Entonces siempre ganaría yo?
You. Siempre que yo sea el árbitro ¡Sí!
Imagen, critica al comportamiento como hombre de una mujer
You. Tienes una mancha gris en el pantalón
Ela. Es que hoy me pintaron nuevamente
You. ¿Hubo fiesta?
Ela. No. Las fiestas son opacas para nosotras las mujeres, mucho más si somos
jóvenes o niñas; aunque tengamos un mundo de colores, siempre hay quienes
buscan mancharnos con sus tonos grises.
You. Soñé que era mujer
Ela. ¿Y te mancharon?
You. No
Ela. Entonces no eras mujer

Entra Gato negro y da la hora

Gato negro. SON LAS DOS ¡¡¡MIAU!!!

Sale Gato negro

Ela. ¿Crees que Dios exista?


You. Traía un vestido de colores ¿Sabes?
Ela. Yo creo que si el existe, no me quiere
You. También tenía unas botas cafés
Ela. El vestido no se pone con botas
You. Y eso a quien le importa, a mí me gustan
Ela. ¡Tampoco te quiere a ti!

Silencio…

You. Tenía un collar con todos los colores del mundo


Ela. ¿Porque mandara Dios a niños que nadie quiere?
You. Hasta los colores prohibidos
Ela. ¿Sera que experimenta con nosotros?
You. Rosado, fucsia, naranja
Ela. Sera que somos sus conejillos de indias
You. Violeta, fresa, verde claro…
Ela. Ese color no te queda
You. No me importa, me gusta

Entra Gato negro

Gato negro. SON LAS TRES ¡¡¡MIAU!!!

You. Tengo que irme


Ela. ¿Porque?
You. Ya es muy tarde, el gato me espera
Ela. Prometiste ser mi árbitro
You. No puedo ahora, el gato está impaciente
Ela. Pero aún es muy temprano
You. El gato me llama, tengo que irme
Ela. Quédate un rato más
You. No puedo, el gato no quiere
Ela. ¡Matemos al gato!
El gato la mira, Ella esquiva la mirada
You. Me voy
Ela. Tengo tanto que decirte
You. Ya habrá tiempo
Ela. ¿Aún me abrazaras cuando me sienta sola?
You. ¡Siempre!
You y el Gato negro se ponen a bailar MC JAPA GOLF TENEBROSO y luego
salen

Escena tres
Cuarto oscuro. Ela, pasa corriendo detrás de Gato negro con un cuchillo, You,
intenta detenerla. You, esta vestido con una falda y unas botas cafés y un collar de
distintos colores. You, entra solo a cuarto oscuro.
You. Hoy decidí jugar a las muñecas, no porque sea maricon, sino porque quiero
descubrir cómo es vivir sin silbidos.
Se escucha un silbido en el aire y You, se tensa de miedo por unos segundos
You. Pero no sé por qué le tienen tanto temor a un vestido. Aunque me vista como
una mujer, nunca lograre ser una mujer.
You, sale de la habitación. Gato negro pasa corriendo por la habitación, Ela
aparece por detrás aún con el cuchillo en mano, se detiene en la habitación.
Ela. Aunque pinte de mil colores mi cuarto, no se borra las machas opacas que
me dejaron. Solo You sabía cómo hacer que los colores opacos sean más vivos.
Tengo roto mis zapatos de jugar futbol, ya mis tiros no van al arco, ya no puedo
celebrar más goles. ¿Porque siempre los zapatos se rompen cuando uno más los
necesita? Es como si supieran en que momento esta uno más desesperado para
romperse ¿Es que huelen nuestro miedo y desesperación? ¿Es que acaso se
confabulan contra nosotros? Hoy quería meter muchos goles, los necesitaba, para
tener un poco de alegría a través de ellos. ¿Ahora quien me va ayudar a limpiarme
de las manchas oscuras y opacas?
Pasa Gato negro por la habitación y se detiene un momento
Gato negro. Miau
Ela al verlo lo persigue, Gato negro escapa. You, entra nuevamente a la
habitación
You. Intente patear una pelota con este vestido, que difícil que había sido. Había
visto jugar a señoras con vestidos más anchos y pomposos y parecía ser tan fácil;
ver como a través de sus polleras, hacían pasar el balón, haciendo fintas y
metiendo goles. Yo, al apenas patear la pelota, casi me aplano la cara en el piso.
No había sido tan fácil ser un poco mujer.
Se oyen silbidos que lo atormentan
You. El dolor de tus silbidos me está matando.
Se oye más silbidos y You sale corriendo. Entra Ela, buscando a Gato negro
Ela. ¡Entre más intento borrar estas manchas, más opaca me siento! Yo no
entiendo porque estos colores tienen que marcarme la vida. Yo no he hecho nada,
yo solo quería vivir una vida normal. Tengo manchado el cuerpo entero con tus
colores opacos, que han llegado hasta mi vientre.
Ela, empieza a querer limpiar las manchas opacas que no salen, al no poder
hacerlo, se desespera. Entra You.
You. Aunque me pinte la boca, no logro aún sentirme mujer. ¡No puedo olvidarme
de cómo ser hombre!
Ela. Aunque patee muy fuerte el balón, no dejara de ser más que el tiro de una
mujer.
You. Aunque me pinte las uñas, mis manos no dejan de tener callos
Ela. Aunque meta muchos goles, jamás dejaran de verme como alguien que juega
bien para ser mujer
You. Aunque me pinte la cara, siempre tendré el rostro de un hombre violento
Ela. Aunque corra muy fuerte, nunca podre escapar de sus caricias.
You. ¿Qué es una caricia?
Ela. ¿Porque ese Dios del que hablan tanto, nos pone en este camino? ¿Que
acaso no tenemos derecho a vivir bien?
You. ¿Qué es una caricia?
Ela. ¿Por qué si dice amarnos tanto, deja que nos hagan esto?
You. ¿Qué es una caricia?
Ela. ¿Por qué solo nos protegen cuando estamos en el vientre y no cuando
nacemos?
You. ¿Qué es una caricia?
Ela. Una caricia es el golpe de sus manos en mi piel, cuando nadie nos está
viendo
Silencio
Ela. ¿Quien elige nuestros padres?
You. No sé, ¿Dios? Si pudieras elegir un padre ¿A quién elegirías?
Ela. Al papa
You. ¿Al Papa? ¿Por qué?
Ela. Porque por lo menos tendría asegurado mi futuro en el cielo ¿Tú crees que un
papa no tiene contactos allá con los de arriba? ¿Te imaginas los privilegios que
tendríamos al llegar allá? Ser la hija de un papa, eso no es cualquier cosa.
¿Además, ya te diste cuenta de cuantas iglesias católicas hay en el mundo? Si
fuera la hija de un papa, cuando él muera, podría heredar alguna de ellas; hasta
hay algunas que están hechas de oro ¿Te imaginas yo con una iglesia de oro?
Cuantos zapatos y pelotas podría comprar con eso.
You. ¿Alguna vez te has comido una torta entera?
Ela. ¿Te diste cuenta que muchas mujeres cuando crecen corren diferente? Es
por eso que dicen “corres como niña”.
You. Yo una vez casi me comí una entera.
Ela. Pero no es que corran diferente porque son niñas, corren así por sus zapatos
You. Era una torta mediana, me la había encontrado en un curso.
Ela. ¡Si! Sus zapatos. Viste que entre más crecemos, más raros zapatos nos
compramos.
You. El curso estaba vacío, y yo tenia hambre
Ela. ¿Alguna vez has caminado con tacos? Es complicado ¿ahora, te imaginas
correr?
You. Creo que era día del maestro… Sí, creo que esa torta era por el día del
maestro.
Ela. Si corres con tacos y no sabes, te puedes romper la cara
You, solo la mira avergonzado
Ela. No lo intentes.
You. No era de mi curso, la torta no era de mi curso
Ela. Has visto bajar las rampas o lomas elevadas a las mujeres con tacos.
Caminan chistoso, se agarran de todas partes para no caerse.
You. ¿Crees que el profesor se puso triste y les puso mala nota a sus alumnos por
no darle torta?
Ela. ¿Porque caminar con tacos si es tan difícil? No entiendo
You. ¿Crees que alguno de los chicos le haya pegado su padre, por sacar malas
notas con el profesor que no comió torta?
Ela. Puede hacer todo con un tenis y no te rompes nada
Ela. Por eso no me gustan los padres, yo solo quiero una madre. Cuando
despierto, siento que aún la tengo conmigo. Huelo su perfume; aunque barato, en
ella olía bien.
You. Yo no recuerdo a la mía, por eso no recuerdo ningún perfume ¿A que huelen
los recuerdos? ¿A que huelen las madres?
Ela. A amor, amor incondicional.
You. Yo quiero de ese perfume.

Entra Gato negro, entra con un pequeño parlante bailando “Guajira


guantanamera”. Ela le tira un zapato, You, se acerca Gato negro y apaga su
parlante.

You. Me he pintado las uñas, me he peinado el pelo, me he puesto un lindo


vestido y aun así no puedo sentir los abrazos, las caricias, los besos, el amor ¡no
puedo ni llorar! ¿Porque no puedo dejar de ser tan hombre? ¿Que acaso, ese solo
es el derecho de las mujeres reales?
Gato negro. Miau
You. ¿Que acaso nosotros los hombres no tenemos derecho a sentir? Si yo te
abrazo soy un hombre, si él me abraza es maricon. ¿Que acaso los hombres solo
pueden decir sus sentimientos cuando están borrachos?
Gato negro. Miau
You. El me odia realmente ¿no? Me lo dice cuando esta borracho, sus palabras
están marcadas en mi cuerpo, como moretones; son como las cicatrices que
nunca van a sanar.
Ela. Tengo miedo de despertar
You. Pues no despiertes.
Ela. Quiero seguir soñando; para poder rematar tan fuerte cualquier pelota, que
hasta el arco se rompa.
You. Pues no despiertes
Ela. Quiero seguir soñando; para poder correr tan fuerte que ni el viento pueda
perseguirme
You. Pues no despiertes
Ela. Quiero seguir soñando; para poder seguir estando contigo
You. Pues no despiertes
Ela. ¿Pero no sé cómo no despertar?
You. Ve a la iglesia.
Ela. ¿Que?
You. Ve a la iglesia. No te pasa que cada vez que estamos en las clases de
religión te da mucho sueño. Que cuando empiezan hablar sobre los credos y
rezos, muchos paran durmiendo. Hasta en las misas, que cuando el padrecito
empieza a dar el sermón, muchos de los mayores ya están cabeceando. Tal vez
ellos sufren de insomnio y vienen a las iglesias a dormir un poco. Claro, así su
cuerpo esta con Dios y su mente en las nubes.
Ela. ¿Sera que las flores que están ahí, nunca se marchitan?
You. No te quedes ahí por mucho tiempo, solo hasta que te de sueño, luego te
vas corriendo a tu cuarto a dormir.
Ela. Debe ser así; porque siempre las vez frescas, vivas, alegres, mostrando sus
distintos colores al mundo. Seguramente como están en la casa de Dios, nunca
deben marchitarse y por eso son felices. Vi una vez a unas niñas robarle a Dios
unas flores, las sacaron de las macetas; tal vez era para llevarlas a sus casas y
tener flores que nunca mueren; tal vez la plantaron en otra maceta y tuvieron más
flores que nunca mueren y como eran pobres les sirvió para vender flores eternas
Dios no se puede enojar si la gente pobre saca cosas de su casa, si es para
alimentarse ¿no?
You. Pero tal vez se te pase el sueño hasta llegar a casa; creo que no es tan
buena idea. ¡Ya sé! Si solo cierras los ojos y te fuerzas a no abrirlos, tal vez
puedas no despertar. Como las personas que están en coma, posiblemente ellos
están dormidos porque quieren y no porque no puedan despertar. Posiblemente
ellos si pueden abrir los ojos, solo que no quieren ver lo que hay afuera; ya que
afuera todo es tan problemático y doloroso. Oí que ellos oyen todo, ósea que si
oyen todo no están totalmente dormidos. Entonces, tú puedes entrar en coma
cuando quieras, y si quieres, nunca despertar
Ela. (A mira a Gato negro) ¿Tú alguna vez te has robado una flor?
Gato negro enciende su parlante y se va hacia la puerta bailando “Guajira
guantanamera”.
You. Yo decidí cerrar mis ojos para siempre, igual que ellos, ya que no soportaba
más mi realidad. Una realidad sin abrazos de mamá, sin besos, sin caricias, no era
bonita.
Silencio
You. Tengo que irme
Ela. No, no te vayas, aún es muy temprano
You. Para mí ya es tarde.
Ela. Ya no puedo borrar las manchas grises de mi ropa.
You. El gato me espera
Ela. Ya mis goles no llegan al arco, porque todo lo veo opaco
You. Tengo que irme
Se ve al gato en una esquina bailado “Guajira guantanamera” y llamando a Yo.
Ela. ¿Llévame contigo?
You. No, al gato no le agradas
Ela mira al Gato negro, mientras Gato negro sigue bailando.
Ela. Deja al gato
You. No puedo, no conozco el camino. Solo el gato sabe cómo ir hacia adelante.
Ela. Llévame contigo, luego de matar al gato podemos hacer nuestro propio
camino.
You. Adiós, cuida al gato.
Suena el despertador. Se escucha en la tele
Voz tele. Otro caso de violencia familiar. La policía hizo el levantamiento legal del
cadáver de un adolecente de 12 años que al parecer fue brutalmente golpeado por
su padre, fue encontrado por su hermanastra de 11 años al lado de un gato negro.
Además, en las investigaciones, se descubrió que la hijastra era abusada
sexualmente por este individuo en reiteradas ocasiones, hasta que quedó
embarazada. Más adelante ampliaremos el caso. Mientras tanto sigan disfrutando
de la mejor música del momento.
Se escucha la música “Guajira guantanamera” y entra Gato negro bailando.

Vous aimerez peut-être aussi