La calidad y la productividad tienen estrecha relación debido a que la calidad significa
una mejora en la productividad. La productividad se conoce como la relación entre la cantidad de productos que se obtiene después de un proceso productivo y el uso óptimo de los recursos necesarios para dar como resultado dicha producción. Por lo tanto la productividad es un indicador muy importante para medir el desempeño de las empresas (González, 2017). Dentro de lo que conocemos como productividad están inmersos algunos factores que han ido cambiando o agregándose a través de los años, si bien se consideraba que la productividad solo dependía del trabajo y el capital con el pasar de los años se han ido agregando otros factores necesarios para dar un efecto más importante como son los recursos materiales, la implementación de nuevas tecnologías, contar con recursos humanos de calidad, entre otros (González, 2017). Realizar estudios o análisis sobre la productividad trae grandes beneficios para las empresas ya que se obtiene información importante sobre el estado y la eficiencia que tienen los diferentes procesos que se realizan en cada una de las secciones, además de que se puede comprobar la eficiencia de los recursos que se utilizan, cuando se requiera implementar nueva tecnología o un nuevo recurso dentro de los procesos y también hacer comparaciones con otras empresas que se dedican a las mismas actividades y pueden ser potenciales competidores (González, 2017). Si una empresa u organización quiere mejorar sus niveles de productividad como lo menciona González (2017) se debe tener presente: El diseño adecuado de cada producto o servicio. La calidad como concepto integral en cada producto o servicio, atención al cliente, trabajadores, relación con proveedores, factores ambientales. Utilización óptima de todos los recursos materiales y humanos. (p.22)
Existen diferentes variables que afectan directamente a la productividad de una
empresa, como las más importantes tenemos: el equipo de trabajo, la inversión que se realiza en la adquisición de nuevas tecnologías, el capital, los diferentes procesos que se siguen dentro de la empresa y la correcta relación y uso de los materiales con los recursos tecnológicos o maquinarias, además de un excelente uso de estos por parte de las personas. Para que una empresa pueda elevar sus niveles de productividad debe contar con recursos humanos de calidad que son los encargados de manejar los otros recursos disponibles (González, 2017). La productividad también puede verse afectada por diferentes factores que no permiten el buen desempeño de esta, estos pueden ser la existencia de normas estrictas dentro de la empresa las cuales no permitan realizar cambios o mejoras en los procesos, un clima laboral no adecuado donde no exista buena comunicaron ni buen trato entre los miembros de la organización, procesos de producción deficientes mal estructurados, mal uso de los recursos disponibles y una mala distribución de los recursos humanos dentro de cada una de las áreas de la empresa (González, 2017). La mejora de la calidad dará como resultado la mejora de la productiva es por esto que se debe trabajar en la mejora de cada una de las etapas de la producción optimizando la utilización de recursos pero no dejando de lado las metas planteadas para conseguir que el producto cumpla con las necesidades y especificaciones de los clientes que son una parte fundamental para la empresa (González, 2017). Objetivos y metas de productividad Cuando se quiere medir la productividad es necesario antes plantearnos el resultado que deseamos obtener el cual se derivara de un objetivo, por lo tanto el resultado será la meta que se quiere conseguir a partir de un objetivo. Fleitman (2007) menciona que “el objetivo indica el propósito de una acción particular por realizar y la meta el resultado esperado de esa acción. El objetivo es genérico y la meta específica, y se plantea en términos de cantidad, calidad y tiempo” (p.93). Cuando los objetivos planteados son a nivel industrial resulta más fácil poder determinar las metas ya que estas pueden ser por ejemplo fijar un aumento en la producción diaria de un bien, buscar reducir las mermas del proceso de un determinado producto en cierto porcentaje en relación a los meses anteriores (Fleitman, 2007). Mediciones de la productividad Para lograr una correcta medición de la productividad según Fleitman (2007) se requiere lo siguiente: Definir objetivos generales a partir de los lineamientos estratégicos de la empresa (misión, visión, valores, factores clave). Alinear los objetivos generales con los específicos de los procesos y áreas básicas de la empresa. Difundir los objetivos en cada nivel de la estructura. Establecer metas individuales para todo el personal de la empresa. Medir periódicamente el cumplimiento de objetivos y metas. Retroalimentar al personal.
Algunos ejemplos de la forma en que puede medirse la productividad son:
Mayor producción con el mismo costo.
Mismo producto con un costo menor. Incremento del producto con disminución de costos. La productividad puede ser de:
Materiales: mejores materiales y con más rendimiento.
Maquinas: mejores máquinas y herramientas más rápidas y eficientes. Mano de obra: métodos de trabajo más perfeccionados. Administración: mejores modelos, sistemas, procesos y procedimientos. Los resultados del mejoramiento de la productividad deben ofrecer:
Mayores cantidades de bienes de consumo y de producción a un precio menor.
Mayor poder adquisitivo. Mejoras en las condiciones de la calidad de vida y de trabajo del personal. Mejores ventas y rendimientos. (p.93-94) En los sistemas de medición de la productividad se encuentran los llamados índices de productividad, que son coeficientes o indicadores determinados con base en información y datos estadísticos, en el nivel macro o micro económico, que en el área de producción se da una relación entre diferentes factores que intervienen para generarla. Estos índices de productividad también sirven para poder observar la variación que se presenta en la producción con respecto al uso de los recursos (Fleitman, 2007).
Bibliografía Fleitman, J. (2007). Evaluación integral para implantar modelos de calidad. Sagrario Nava: Editorial Pax Mexico.
Gónzales Molina, P. (2017). Procesos de gestión de calidad en hoteleria y turismo UF0049.