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DEFICIENCIA DE MICRONUTRIENTES

PERFIL EPIDEMIOLÓGICO

Prevalencia mundial de las carencias de micronutrientes.

Figura 1. Micronutrientes.(2017).©Todos los derechos reservados.


Obtenido de: https://tamil.asianetnews.com/health/why-we-need-
vitamins-in-our-body

La desnutrición por carencia de micronutrientes (DCMN) está generalizada en las


naciones industrializadas y aún más en las regiones en desarrollo del mundo. Pueden
afectar a todos los grupos de edad, pero los niños pequeños y las mujeres en edad
reproductiva tienden a estar en mayor riesgo de desarrollar carencias de uno o varios
micronutrientes. Estas carencias causan numerosos efectos adversos en la salud
humana, pero no todos son clínicamente evidentes. Incluso los niveles moderados de
carencia (detectables a través de mediciones bioquímicas o clínicas) pueden tener
efectos nocivos en la salud humana. Por lo tanto, además de los efectos obvios y
directos, la existencia de las DCMN tiene profundas implicaciones para el desarrollo
económico y la productividad, particularmente en términos de inmensos costos para la
salud pública y pérdida en la formación de capital humano.

En el mundo, las tres formas más comunes de DCMN son la carencia de hierro, de
vitamina A y de yodo (1-3). Juntas, estas carencias afectan por lo menos a la tercera
parte de la población mundial, cuya mayoría se encuentra en los países en desarrollo;
de las tres, la carencia de hierro es la más prevalente. Se estima que poco más de 2.000
millones de personas tienen anemia, poco menos de 2 000 millones tienen un estado
nutricional inadecuado de yodo y 254 millones de niños en edad preescolar tienen
carencia de vitamina A (Cuadro 1.1).

CUADRO 1.1
Prevalencia de las tres principales carencias de micronutrientes, por región de la
OMS

a Con base en la proporción de población con concentración de hemoglobina inferior al límite establecido.
b Con base en la proporción de población con yodo urinario <100μg/l.
c Con base en la proporción de población con signos clínicos oculares o retinol sérico ≤ 0,70μmol/l.
fuentes: referencias (1–3).

Desde la perspectiva de la salud pública, las DCMN son una preocupación no solo por el
gran número de personas afectadas, sino también porque constituyen un factor de
riesgo para muchas enfermedades y pueden contribuir a incrementar las tasas de
morbilidad y de mortalidad. Se estima que las carencias de micronutrientes son
responsables de alrededor del 7,3% de la carga mundial de morbilidad, y que las
carencias de hierro y de vitamina A están entre las 15 primeras causas de la carga
mundial de morbilidad.

De acuerdo con los datos de mortalidad de la


OMS, cada año alrededor de 0,8 millones de
muertes (1,5% del total) se pueden atribuir a la
carencia de hierro, y una cifra similar a la
deficiencia de vitamina A. En términos de pérdida
de vida saludable, expresada en años de vida
ajustados por discapacidad (AVAD), la anemia por
carencia de hierro resulta en 25 millones de AVAD
Figura 2. Pobreza.(2017).©Todos los derechos perdidos (2,4% del total mundial), la de vitamina
reservados. Obtenido de: A en 18 millones de AVAD perdidos (1,8% del total
https://www.prensalibre.com/economia/desig
ualdad-social-y-populismo-los-dos-grandes- mundial) y la de yodo en 2,5 millones de AVAD
desafios-de-2017 perdidos (0,2% del total mundial). Es mucho más
difícil de cuantificar la escala y el impacto en otras
carencias de micronutrientes, aunque es probable que algunas formas de ellas, como
las carencias de zinc, folatos y vitamina D, ejerzan una contribución sustancial a la carga
mundial de morbilidad. Sin embargo, hay pocos datos sobre la prevalencia de las
carencias de estos micronutrientes y, debido a que sus efectos adversos en la salud con
frecuencia son inespecíficos, no se comprenden tan bien sus implicaciones para la salud
pública.

En las regiones más pobres del mundo,


las DCMN existirán donde quiera que
haya desnutrición debido a la escasez de
alimentos, y es probable que sean
comunes cuando la dieta carece de
diversidad. En términos generales,
mientras que los grupos de población
más prósperos pueden complementar los
alimentos básicos de su dieta con
Figura 3. Compartiendo.(2015). ).©Todos los derechos alimentos ricos en micronutrientes
reservados. Obtenido de: https://www.caminajoven.com/un- (como carne, pescado, aves, huevos,
mendigo-compartiendo-pan-cj-23/
leche y productos lácteos) y tienen un
mayor acceso a una variedad de frutas y vegetales, las personas más pobres tienden a
consumir únicamente pequeñas cantidades de dichos alimentos, y dependen de dietas
más monótonas basadas en cereales, raíces y tubérculos. El contenido de
micronutrientes de los cereales (especialmente después de la molienda), las raíces y los
tubérculos es bajo, por lo cual generalmente estos 5 alimentos solo proporcionan una
pequeña proporción de los requerimientos diarios de la mayoría de las vitaminas y
minerales. La ingesta de grasa en dichos grupos con frecuencia también es muy baja y,
debido al papel de la grasa para facilitar la absorción intestinal de varios
micronutrientes, coloca a dichos grupos de población en un mayor riesgo de DCMN.
Por consiguiente, las poblaciones que consumen pocos alimentos de origen animal
pueden sufrir una alta prevalencia de carencias simultáneas de micronutrientes.

En los países más prósperos, el mayor


nivel de ingreso y el acceso a alimentos
variados o fortificados y a servicios de
salud de mejor calidad contribuyen a
reducir el riesgo y la prevalencia de las
DCMN. Sin embargo, el consumo de una
dieta que contiene una alta proporción de
alimentos procesados con alta densidad
Figura 4. School.(2017). ).©Todos los derechos reservados. energética pero con pocos
Obtenido de: http://detskitegradini.com/otkriha-negodni- micronutrientes puede exponer a
hrani-v-detski-gradini-i-uchilishta/
algunos grupos de población al riesgo de
carencia. Aunque actualmente esta práctica es más común en los países
industrializados, rápidamente la están adoptando los países en transición social y
económica.
El Cuadro 1.2 proporciona un panorama general de la prevalencia, factores de riesgo y
consecuencias de las carencias de los 15 micronutrientes abordados en estas guías.
Debido a las razones indicadas anteriormente, solo se proporcionan
estimaciones de la prevalencia de las carencias de hierro, vitamina A y yodo (5,6). Hay
información adicional disponible en el Sistema de Información Nutricional de Vitaminas
y Minerales de la OMS.1

Hasta la década de 1980, los esfuerzos para aliviar la desnutrición en los países en
desarrollo se centraron en la desnutrición proteinoenergética (DPE). Aunque
indudablemente la DPE continúa siendo una preocupación importante, se ha llegado a
valorar la importancia de las carencias de micronutrientes en términos de su efecto en
la salud y la función humana. Como resultado, durante las últimas dos décadas se ha
observado un incremento en las actividades que intentan comprender y controlar las
carencias específicas de micronutrientes (7). Por ejemplo, los esfuerzos realizados para
controlar la carencia de yodo experimentaron un nuevo ímpetu a comienzos del
decenio de 1980 cuando se reconoció que esta carencia era la causa más común de daño
cerebral y retraso mental prevenible en los niños (8,9). También hubo reportes de un
aumento en el riesgo de mortinatalidad y de recién nacidos de bajo peso al nacer en
regiones con carencia de yodo (10,11). Cabe señalar que la tecnología para la
prevención de carencia de yodo —yodación de la sal— ya estaba disponible y, además,
era fácil de aplicar y accesible aun para los gobiernos con presupuestos sanitarios
limitados. Por consiguiente, parecía posible que la yodación de la sal pudiera ser una
opción viable para la prevención de la carencia de yodo a escala mundial.

CUADRO 1.2
Carencias de micronutrientes: prevalencia, factores de riesgo y consecuencias para
la salud
NA, no es aplicable.
A Los micronutrientes se describen de acuerdo con su orden de importancia para la salud pública.
Fuentes: adaptado de las referencias (1–3, 5, 6).

Así mismo, se ha establecido que el estado nutricional de la vitamina A es un


determinante importante de la supervivencia infantil —la suplementación en niños con
carencia, además de prevenir y tratar las afecciones oculares, disminuye el riesgo de
morbilidad (particularmente la relacionada con diarrea severa) y reduce la mortalidad
por sarampión y por todas las otras causas (12, 13)—, por tal motivo varias regiones en
el mundo han iniciado medidas para el control de la carencia de esta vitamina. Los
informes que indican que la suplementación con hierro a personas con carencia de este
mineral puede mejorar la función cognoscitiva, el desempeño escolar y la capacidad
laboral (14, 15) y que la anemia severa puede incrementar el riesgo de mortalidad
materna e infantil (16), han aportado fuertes argumentos en favor de las intervenciones
con hierro. Los estudios de intervención también han revelado que la suplementación
con zinc mejora el crecimiento de los niños con retardo en el crecimiento y carencia de
zinc (17), y reduce las tasas de diarrea y neumonía (las primeras dos causas de
mortalidad infantil) y la duración de los episodios de diarrea (18, 19).

En vista de dichas pruebas científicas, la comunidad internacional reconoce cada


vez más la importancia de las DCMN para la salud pública. En 1990, la Asamblea
Mundial de la Salud aprobó una resolución histórica solicitando la acción de los Estados
Miembros «para la prevención y el control de los trastornos por carencia de yodo» (20).
Posteriormente, en ese mismo año, en la Cumbre Mundial en Favor de la Infancia, los
líderes mundiales apoyaron la «eliminación virtual de las carencias de yodo y vitamina
A y la reducción a una tercera parte de la prevalencia de anemia por carencia de hierro
en las mujeres». Estas metas se han reiterado en foros internacionales posteriores,
entre los que están la Conferencia sobre la Erradicación del Hambre Oculta (Montreal,
1991), la Conferencia Internacional FAO/OMS sobre Nutrición (Roma, 1992), la
Asamblea Mundial de la Salud (Ginebra, 1993) y la Sesión Especial de la Infancia de la
Asamblea General de las Naciones Unidas (Nueva York, 2002). Ha habido un
extraordinario grado de consenso y apoyo para el control de las DCMN entre los
gobiernos, los organismos de las Naciones Unidas, los organismos multilaterales y
bilaterales, las instituciones académicas y de investigación, las organizaciones no
gubernamentales (ONG) y las fundaciones donantes. Más recientemente, después del
reconocimiento del papel esencial que desempeña la industria —particularmente las
industrias salinera, alimentaria y farmacéutica— se han creado vínculos más fuertes con
el sector privado. Esto se refleja en el desarrollo de varias alianzas de los sectores
público y privado dirigidas a abordar las principales carencias de micronutrientes: la
Alianza Global para la Mejora de la Nutrición1 y la Red Mundial para la Eliminación
Sostenida de la Carencia de Yodo.

Estrategias para el control de las carencias de micronutrientes

Figura 5. Micronutrientes. (2016). ).©Todos los


derechos reservados. Obtenido de:
https://nutricionmicroymacro.weebly.com/

El control de las desnutrición de vitaminas y minerales es una parte esencial del


esfuerzo general para combatir el hambre y la desnutrición. Es necesario que los países
adopten y apoyen un enfoque integral que aborde las causas de la desnutrición y del
«hambre oculta» que con frecuencia se asocia de manera subyacente con la pobreza y
con condiciones de vida insostenibles. Hay que apoyar acciones que promuevan y
aumenten el suministro, el acceso, el consumo y la utilización de alimentos variados, en
la cantidad y calidad adecuadas para todos los grupos de población. La meta es que
todas las personas puedan obtener de su dieta toda la energía y los macronutrientes y
micronutrientes que necesitan para poder disfrutar de una vida saludable y productiva.

Las respuestas políticas y programáticas incluyen estrategias alimentarias como


diversificación de la alimentación y fortificación de alimentos, así como educación
nutricional, medidas de salud pública e inocuidad de los alimentos y, finalmente,
suplementación. Estos enfoques deberán ser considerados como complementarios,
dependiendo de la importancia relativa de las condiciones locales y las necesidades
locales específicas. De las tres opciones dirigidas a aumentar la ingesta de
micronutrientes, los programas de suplementación con frecuencia mejoran más
rápidamente el estado nutricional de las personas o grupos de población objetivo. La
fortificación de alimentos tiende a tener un impacto menos inmediato, pero más
amplio y sostenido. Aunque generalmente se considera que aumentar la diversidad de
la alimentación es la opción más deseable y sostenible, toma más tiempo su ejecución.

 Aumento de la diversidad de los alimentos consumidos

Aumentar la diversidad de la alimentación significa


incrementar la calidad y la
variedad de los alimentos ricos en micronutrientes
que se consumen. En la práctica, ello requiere de
programas que mejoren la disponibilidad y el
consumo de distintos tipos de alimentos ricos en
micronutrientes (como productos de origen animal,
frutas y vegetales) así como el acceso a ellos en
cantidades adecuadas, especialmente para las
personas en riesgo de DCMN o vulnerables a esta.
Figura 6. Micronutrientes. (2016). ).©Todos En las comunidades más pobres también se debe
los derechos reservados. Obtenido de:
https://nutricionmicroymacro.weebly.com/ prestar atención a asegurar que la ingesta de aceites
y grasas sea adecuada para mejorar la absorción del
suministro limitado de micronutrientes.

El aumento de la diversidad de la alimentación es la opción de preferencia para mejorar


la nutrición de una población, ya que tiene el potencial de mejorar simultáneamente la
ingesta de muchos otros elementos nutricionales y no solo de micronutrientes.
Investigaciones en curso sugieren que los alimentos ricos en micronutrientes también
proporcionan una variedad de sustancias antioxidantes y probióticas que son
importantes para la protección contra ciertas enfermedades no transmisibles y para
mejorar la función inmunitaria. Sin embargo, como una estrategia para combatir las
DCMN, el aumento de la diversidad de la alimentación no está exenta de limitaciones,
la principal de ellas es la necesidad de cambios en el comportamiento y de educación
acerca de la manera en que ciertos alimentos proporcionan micronutrientes esenciales
y otras sustancias nutritivas.

La falta de recursos para la producción y compra de alimentos de mayor calidad


algunas veces puede significar una barrera para lograr una mayor diversidad en la
alimentación, especialmente en el caso de las poblaciones más pobres. Cada vez se
reconoce más la importancia de los alimentos de origen animal en la calidad de la
alimentación, por lo tanto actualmente se están explorando enfoques innovadores para
aumentar su producción y consumo en las regiones más pobres del mundo. También se
están realizando esfuerzos para ayudar a las comunidades más pobres a identificar,
domesticar y cultivar alimentos tradicionales y silvestres ricos en micronutrientes como
un medio simple y accesible para satisfacer sus requerimientos nutricionales. En niños
pequeños, asegurar la lactancia materna es una manera efectiva de prevenir las
carencias de micronutrientes. En gran parte del mundo en desarrollo, la leche materna
es la principal fuente de micronutrientes durante el primer año de vida (con excepción
del hierro). Por lo tanto, se deberá promocionar la lactancia materna exclusiva durante
los primeros seis meses de vida y su continuación durante el segundo año. Además, se
deberá estimular a todas las mujeres lactantes a consumir dietas saludables y variadas
de manera que su leche secrete cantidades adecuadas de micronutrientes. A partir de
los 6 meses de edad es importante que los alimentos complementarios que se les
proporcione a los lactantes alimentados con leche materna sean lo más diversos y ricos
en micronutrientes posible.

 Fortificación de alimentos

La fortificación de alimentos se refiere a la adición de


micronutrientes a los alimentos procesados. En
muchas situaciones, esta estrategia puede conducir a
mejoras relativamente rápidas del estado nutricional
a un costo bastante razonable, especialmente si se
puede aprovechar la tecnología existente y las redes
locales de distribución. Debido a que los beneficios
Figura 7. Fortificado. (2017).©Todos los son potencialmente considerables, la fortificación de
derechos reservados. Obtenido de:
http://nutricionsaludyvitaminas.blogspot.co alimentos puede ser una intervención de salud pública
m/2017/03/alimentos-fortificados-o- costo efectiva. Sin embargo, es necesario que el
enriquecidos.html
alimento fortificado se consuma en cantidades
adecuadas por una gran proporción de la población
objetivo. También es necesario tener acceso y utilizar compuestos con buena absorción
y que no afecten las propiedades sensoriales de los alimentos. En la mayor parte de los
casos, es preferible utilizar aquellos vehículos alimentarios que se procesan
centralmente y contar con el apoyo de la industria alimentaria.

Como parte del enfoque alimentario, la fortificación de alimentos es una tecnología


válida para reducir la malnutrición por carencia micronutrientes, especialmente donde
la disponibilidad y el acceso a los alimentos son limitados y la dieta no proporciona los
niveles adecuados de nutrientes. En dichos casos, la fortificación de alimentos refuerza
y apoya otros programas nutricionales y debe considerarse como parte de un enfoque
integral más amplio que complementa otros enfoques para mejorar la malnutrición por
carencia de micronutrientes.

 Suplementación
La suplementación es el término
utilizado para describir la administración
de dosis relativamente altas de
micronutrientes, generalmente en la
forma de tabletas, cápsulas o jarabe.
Tiene la ventaja de que es posible
suministrar la cantidad óptima de uno o
varios nutrientes, generalmente
Figura 8. Suplementos en los alimentos. (2017). ©Todos los compuestos con alta absorción, y con
derechos reservados. Obtenido de: frecuencia es la manera más rápida para
https://www.muyinteresante.com.mx/salud-y-
bienestar/suplementos-dieteticos-contienen-drogas/ controlar carencias de micronutrientes
en individuos o poblaciones identificadas
como deficientes.

En los países en desarrollo se han utilizado ampliamente los programas de


suplementación para administrar hierro y ácido fólico a las mujeres embarazadas, y
vitamina A a los lactantes, niños menores de 5 años y mujeres durante el puerperio.

Debido a que una dosis alta de vitamina A mejora durante cuatro a seis meses las
reservas de la vitamina, resulta adecuado proveer el suplemento dos o tres veces al
año. Sin embargo, en el caso de las vitaminas y minerales hidrosolubles, es necesario
que los suplementos se consuman con mayor frecuencia. En general, la suplementación
requiere del suministro y compra de micronutrientes preenvasados que resultan
relativamente costosos, un sistema de distribución efectivo y un alto grado de
cumplimiento por el consumidor (especialmente si es necesario consumir los
suplementos a largo plazo). Los gestores de programas mencionan frecuentemente la
falta de suministros y el poco cumplimiento del consumidor como los principales
obstáculos para el éxito del programa.

 Medidas de salud pública

Debido a que con frecuencia la DCMN están


asociadas con un estado nutricional general
deficiente y con una alta prevalencia de
infecciones, las intervenciones específicas
mencionadas anteriormente con frecuencia
necesitan ir acompañadas de medidas de
salud pública de naturaleza más general que
contribuyan a prevenir y corregir la DCMN.
Dichas medidas incluyen el control de
Figura 9. Medidas de salud pública. (2017). ©Todos los
infecciones y mejoramiento del suministro
derechos reservados. Obtenido de: del agua y el saneamiento. Cuando se
https://www.cursosfemxa.es/salud-publica-
comunitaria-gratuito-online-sanidad-core-curso
desarrollan programas de salud pública para
el control y la prevención de la DCMN
también es necesario tomar en cuenta otros factores como la calidad de la atención de
los niños y la educación materna.
Bibliografía:

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