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Ante una interrupción de las sesiones, dos años después los miembros renovaron sus tertulias
nocturnas, aumentaron su número y decidieron presentar sus disertaciones por escrito. Se
constituyó entonces una Sociedad Económica a semejanza de la Vascongada, y de otras que se
formaron en España en tiempos de Carlos III.
Solicitaron autorización para editar un periódico destinado a difundir las disertaciones
académicas, titulado Mercurio Peruano (1791-1794). El propio virrey Francisco Gil de Taboada,
le extendió su aprobación (19 de octubre de 1792), a la vista del "acierto e ilustración de las
obras" insertas en sus páginas y "la aceptación general que han merecido", y nombró como su
protector al alcalde de corte Juan del Pino Manrique.
Según los estatutos debía componerse de 30 académicos, 21 de ellos de Lima. Para ser socio
debían pronunciar un discurso que sería aprobado por mayoría. Al incorporarse, el socio
pronunciaba otro discurso. Los censores examinaban las producciones y las aprobaban para su
publicación. Las armas de la Sociedad eran una pirámide con la inscripción Patria et
inmortalitate.
La Sociedad en la actualidad
En la actualidad la Sociedad de Amantes del País ha logrado reconstituirse gracias al trabajo
continuo de un grupo de destacados profesionales y jóvenes universitarios de la Universidad
de Lima, PUCP, UNMSM, Universidad San Martín y UNI, organizados por el catedrático Dr.
Walter Brunke Ríos, actual Presidente de la Sociedad Amantes del País.
3. MERCURIO PERUANO
La “Sociedad Amantes del País” publicó el “mercurio
peruano” entre 1791 y 1794, como su órgano de difusión.
El mercurio peruano fue un notable periódico científico y
literario; en él no se difunde simplemente las modernas
teorías y los ideales del cultivo de la ciencia y de la razón,
sino también revela el nacimiento de una conciencia
ideológica nacional, por ello es considerado el primer
periódico netamente peruano. Los ilustres criollos que
escribieron artículos para el “mercurio peruano”,
intentando “Conocer y hacer conocer el país”, fueron: José
Rossi y Rubí, José Baquíjano y Carrillo, con el seudónimo
de Cefalio, e Hipólito Unanue, con el seudónimo de
Ariosto; podemos sintetizar que sus objetivos fueron, por
un lado, “El amor a la patria” y, por otra, la realización de
reformas en el aparato político del estado.
La importancia del “mercurio peruano” radica en el hecho de que por primera vez desde la
llegada de los españoles a esta parte del continente, se estableció el concepto de Perú como
nación o país y de peruanidad como sentimiento y junto a ello se reflejó el interés de algunos
médicos de la época; también es importante por ser el mayor difusor de conciencia nacional.
Este periódico tuvo una gran influencia latinoamericana porque fue promotor y modelo de
prensa para Quito (Ecuador), Santa Fe de Bogotá (Colombia) y la Habana (Cuba).
Después de pocos años de difusión, el “mercurio peruano” entró en crisis ya que no se podía
mantener el alto nivel de los artículos y la financiación de la publicación se hacía cada vez más
difícil; cuando el virrey Gil de Taboada retiró su apoyo económico, el “mercurio peruano” dejó
de existir.
PROYECTOS DE LIBERACIÓN INDÍGENA
1. REBELIÓN DE JUAN SANTOS ATAHUALPA (1742)
Juan Santos Atahualpa: Indígena que lideró la rebelión de 1742 con el apoyo de la
Comunidad Campa, trató de restaurar el Imperio de los incas y expulsar a los españoles y
negros, propósito que no pudo lograr.
Datos generales
Nombre: Juan Santos Atahualpa.
Origen: Cusco (1710).
Afirmaba ser descendiente de Atahualpa.
Fue formado y educado por los Jesuitas (había sido sirviente y discípulo).
Hablaba varios idiomas, cultos.
Viaja a Europa. Al retornar empieza una obra de redención a favor de su raza.
Controló extensos territorios de la selva central del Virreinato del Perú.
Inicia y lidera una rebelión indígena por 14 años entre: 1742 y 1756.
Sus orígenes
El levantamiento se originó a causa de las reformas fiscales instituidas por el visitador José
Antonio de Areche, como el establecimiento del pago de aduanas y el alza de las alcabalas
(impuestos). Al ver esto, el cacique José Gabriel Condorcanqui reclamó ante las autoridades
coloniales en Tinta, Cusco y Lima, pero no obtuvo respuesta.
Esto desencadenó la primera fase de la rebelión con el apoyo de otros curacas, mestizos y
algunos criollos. La rebelión se extendió rápidamente. Entre los pedidos de Túpac Amaru
estaba la abolición del sistema de reparto, de la alcabala, la aduana y la mita de Potosí.
El levantamiento
El 4 de noviembre de 1780, Túpac Amaru apresó al corregidor Antonio de Arriaga y lo obligó a
entregarle dinero, armas y animales. Seis días después de su captura lo mandó a ejecutar
públicamente.
Esta noticia llegó al Cusco, lo que hizo que el corregidor de esa ciudad organice una defensa e
informara a Lima de la situación. El movimiento siguió creciendo, y las filas de ambos bandos
se engrosaron.
El 18 de noviembre de 1780 se enfrentaron en Sangarará (Cusco), donde triunfaron los
rebeldes. Pese a ello y luego de varias luchas, las tropas represoras enviadas desde Lima por el
virrey Jáuregui derrotaron y capturaron a Túpac Amaru II el 5 de abril de 1781, condenándolo a
muerte.
El 18 de mayo intentaron descuartizarlo vivo en medio de la plaza del Cusco pero no pudieron;
por ello, lo decapitaron poniendo fin a su vida y a la rebelión indígena, que marcó una etapa
importante en la historia peruana.
3. LAS SUBLEVACIONES DE TACNA (1811 – 1813)
La Rebelión de Tacna de 1813, conocida también como la Segunda revuelta de Tacna, fue
una insurrección independentista que estalló el 3 de octubre de 1813 en Tacna, ciudad
situada al sur del entonces Virreinato del Perú. Fue acaudillada por los
hermanos Enrique y Juan Francisco Paillardelli, el alcalde Manuel Calderón de la Barca,
entre otros patriotas, y contó con el apoyo del cusqueño Julián Peñaranda. Esta rebelión,
al igual que su antecedente, la insurrección de Tacna de 1811, se puso en relación con los
revolucionarios argentinos, que en 1813 invadieron por segunda vez el Alto Perú, esta vez
bajo el mando del general Manuel Belgrano. Tras la toma de Tacna, los patriotas
marcharon a Moquegua con dirección a Arequipa, pero fueron derrotados por los
realistas en Camiara (31 de octubre de 1813). La noticia de la derrota de los argentinos
en Vilcapuquio acabó con las esperanzas de recibir apoyo exterior y los patriotas tacneños
se dispersaron. Los hermanos Paillardelli pasaron al Alto Perú, donde se reunieron con los
restos de la expedición de Belgrano.
1. LA ACULTURACIÓN
Se entiende por proceso de Aculturación al proceso cultural que se inicia cuando dos o
más culturas entran en contacto hostil o amistoso, conviviendo durante largo tiempo en
un mismo territorio. Como consecuencia de esta larga convivencia territorial, surge una
nueva cultura que tiene elementos culturales de aquellas culturas que le dieron origen.
c) Por último cabe señalar que siempre en todo proceso de aculturación habrá un factor
de dominación – dependencia, es decir siempre existirá una cultura dominante y otra u
otras culturas que son dominadas por la primera.
De otro lado debemos decir que nuestra “cultura peruana” es una cultura mestiza
principalmente de indígena y español, aunque tiene también fuerte carga cultural africana
y asiática.
Y en el aspecto político no podemos olvidar que por casi 300 años hemos sido
dependientes política y administrativamente de España, mas no económicamente por
cuanto más bien las colonias españolas en América, entre ellas el Virreinato peruano,
generaban cuantiosos ingresos a la corona española.
1.1. El Mestizaje
Por último cabe señalar que siempre en todo proceso de aculturación habrá un factor de
dominación – dependencia, es decir siempre existirá una cultura dominante y otra u otras
culturas que son dominadas por la primera.
GASTRONOMÍA
La gastronomía peruana es una de las más variadas del mundo, siendo considerada como
la poseedora de más platos típicos del continente. Es el resultado de la fusión de
elementos incaicos, amazónicos, españoles y africanos, así como también japoneses, italianos
y franceses. La riqueza que ofrece la cocina de este país se ve reflejada, entre otras cosas, en
las más de 2.000 sopas que son preparadas solamente en la región costera y en los más de
250 postres típicos que se pueden encontrar a lo largo y ancho del país.
Los platos peruanos se preparan con productos que han sido utilizados desde la época
precolombina, como la patata, el maíz, el ají, mariscos y pescados, a los que se le suman los
posteriormente incorporados por los españoles e inmigrantes de los más diversos sitios, entre
los que destacan la carne vacuna, el cerdo y el pollo.
Su gastronomía es una fiesta de colores y sabores; se trata del país con mayor diversidad de
patatas a nivel mundial -cuenta con ocho especies nativas y más de 2.000 de las más de 4.000
presentes en Latinoamérica- y las preparaciones con este elemento, resultan exquisitas.
Algunos de los platos que tienes que probar casi obligadamente si visitas Perúson:
Ají de gallina: Crema espesa preparada en base a leche, caldo, trozos de pan y gallina
desmenuzada. Se sirve acompañado con papas y arroz.
Ocopa: Preparación cremosa en base a leche, galletas molidas, queso, maní cebolla
finamente trozada, ajo y aji picado. Se sirve con papas sancochadas y huevos duros.
Causa: Plato preparado en base a papas amarillas amasadas con aceite, a las que se les
agrega limón, ají trozado y especias. Puede rellenarse con atún desmenuzado.
Papa rellena: Esta preparación es característica de Perú y la región norte de Chile. Se trata
de una masa de patata cocida que envuelve una mezcla de carne vacuna, cebolla, olivas y
huevo duro, estando todos los elementos picados. Cuando el relleno es envuelto con la
masa, se fríe hasta que queda dorado. A menudo se le agrega queso y chuño para que la
masa quede más consistente. En Perú también se prepara una variante denominada yuca
rellena, donde la patata es reemplazada por la yuca.
ARTESANÍAS
Si hay algo que caracteriza al pueblo peruano desde la época precolombina es la artesanía. Se
trata de una de las más variadas del mundo, como lo prueba la amplia red de exportadores
que cada año expone el ingenio de los peruanos en mercados europeos, asiáticos y
norteamericanos. Su diversidad, colorido, creatividad y múltiple funcionalidad hacen de ella
una actividad fundamental, no sólo para la configuración de la identidad peruana, sino
también para la supervivencia de miles de familias y aún de pueblos enteros, como los
de Sarhua y Quinua, en Ayacucho.
Estas obras son sólo algunas de las manifestaciones de un pueblo que se ha comunicado con el
mundo a través del arte por miles de años, utilizando para ello un lenguaje cuyas claves
fundamentales son la abundancia, la fertilidad y la apuesta por el futuro.
LA IGLESIA Y EL ESPÍRITU RELIGIOSO
1. EL AMBIENTE RELIGIOSO
La caída de la República hizo posible reabrir las iglesias y restablecer el culto
religioso en Madrid y en las zonas donde había estado prohibido. Los católicos
de toda España respondieron con fervor y renacieron las manifestaciones de
religiosidad popular.
En muchos casos, las celebraciones religiosas públicas cobraban fuertes tonos
nacionalistas. Según un periódico católico, en la procesión del Corpus Christi
de Madrid, en junio de 1939, los participantes alternaron los himnos religiosos
con los falangistas y daban vivas a “Cristo Rey, al ejército español y a su
invencible Caudillo”. A la vez, las celebraciones civiles solían cobrar un tono
religioso, con una importante participación de sacerdotes y obispos. Esta
mezcla hizo que muchos identificaran la religión con el nacionalismo español,
rechazaran el secularismo y el liberalismo, y tuvieran a Franco por salvador de
España y de la Iglesia.
La Iglesia recibió del régimen de Franco concesiones substanciales en las
áreas de educación y de moralidad pública. Las órdenes religiosas dominaron
la educación secundaria. En 1950, había aproximadamente 625 centros de
educación secundaria dirigidos por religiosos y sólo 125 del estado. Los
centros públicos no diferían mucho de los religiosos en lo que se refiere a su
carácter católico. Había crucifijos en todas las aulas y la jornada escolar
empezaba y terminaba con una oración; los alumnos acudían masivamente a
los actos religiosos y los libros de texto oficiales presentaban el catolicismo
como el alma de la cultura española. En lo que se refiere a la moralidad
pública, los censores oficiales de periódicos, revistas, libros y películas
vigilaban no sólo las críticas al régimen, sino también cualquier manifestación
contraria a la moral o la doctrina católica.
2. LAS ÓRDENES RELIGIOSAS
La primera orden religiosa en llegar al Perú fue la orden dominica.
Durante el proceso inicial de la conquista, la orden de los Predicadores o
de Santo Domingo se encontró representaba por Fray Vicente Valverde,
aquel religioso que hiciera el requerimiento al inca Atahualpa y que
posteriormente fuera obispo de Cuzco y Protector de Indios frente a los
abusos españoles. Fueron dominicos también, Juan de Olías, Jerónimo
de Loayza (arzobispo de Lima) y Gaspar de Carbajal, religioso que
acompañó a Francisco de Orellana en el descubrimiento del Amazonas
en 1542.
Nació en Montilla (Córdoba) y murió en Lima. De hidalga familia, tomó el hábito de San
Francisco en su ciudad natal a los veinte años. Pasó al convento de Santa María de
Loreto, junto a Sevilla, donde estudió filosofía y teología.
Se ordenó de sacerdote y fue maestro de novicios en
Arruzafa y San Francisco del Monte y luego se dedicó
ardientemente a la predicación y a la caridad, sobre todo
en época de epidemias, en Andalucía.
Nombrado prior de los descalzos de Lima, rehuyó el cargo, marchando a Trujillo; pero
elegido guardián del convento grande de Lima, tuvo que permanecer en él, hasta que,
a sus insistentes ruegos, fue dispensado de desempeñarlo, aunque permaneció en la
ciudad dedicado a la predicación y a la reforma de las costumbres.
A semejanza de San Francisco Javier, apóstol de las Indias orientales, San Francisco
Solano es llamado el apóstol de las Indias de Occidente y más exactamente, el apóstol
de la América meridional.
Santa Rosa de Lima
Su nombre original es Isabel Flores de Oliva, hija del arcabucero español Gaspar Flores
y la indígena huanuqueña María de Oliva. Nació en Lima el 30 de abril de 1586. Según
su madre, a los tres meses de nacida, su rostro se iluminó como una rosa, por lo que la
empezó a llamar Rosa. Tuvo 12 hermanos.
Creció en su casa natal del barrio de Monserrate. Desde su niñez se sintió atraída por
la vida religiosa. Oraba, ayunaba y hacía sacrificios identificándose con la pasión de
Cristo. Creía que así ayudaba a reparar los pecados de la humanidad.
Cuando tenía 10 años de edad su padre la llevó a Quives, en la sierra de Lima. Aquí don
Gaspar trabajó cinco años como administrador de un obraje de indígenas. En ese
pueblo Rosa fue testigo del sufrimiento de los indígenas. A los 11 años recibió el
sacramento de la Confirmación por parte de Santo Toribio de Mogrovejo.
De regreso en Lima, su hermano Hernando le ayudó a construir una ermita de adobe
en el patio de su casa. Aquí oraba, meditaba y cantaba alabanzas a Dios, Jesús y la
Virgen María. A los 20 años ingresó como Terciaria a la Orden de los Dominicos y pasó
a llamarse Rosa de Santa María. Vistió hábitos blanquinegros, pero no hizo vida
conventual.
En su casa incrementó sus penitencias. Se alimentaba poco, bebía agua con hiel de
carnero, dormía en cama de troncos y su almohada era de adobe. Usaba una corona
con púas que disimulaba con el hábito. También trabajaba haciendo hermosos
bordados y acudía a los hospitales para cuidar a los enfermos. En 1617, Santa Rosa
cayó gravemente enferma, al parecer por una tuberculosis. Fue acogida en la casa del
contador Gonzalo de la Maza, cuya esposa María de Uzátegui le tenía mucho aprecio a
la santa limeña. A pesar de los cuidados que recibió en este hogar, Santa Rosa de Lima
falleció el 24 de agosto de 1617, a la edad de 31 años.
San Martin de Porres
En el año 1579 nació en Lima un niño mulato que fue
bautizado con el nombre de Martín de Porras. La familia
era Martín era pobre. Por lo que el padre viajo a Guayaquil
para mejorar su situación. Con el viajaron Martín y su
hermana Juana. Martín tenía entonces 8 años y
permaneció en Guayaquil hasta los once años, edad en la
que regreso a Lima a vivir con su madre, en una
humilde casa en el barrio pobre de Bajo el Puente. Para
ayudar con los gastos comenzó a trabajar
como aprendiz en una barbería. En ese tiempo los
barberos no se ocupaban solamente de cortar el cabello y
arreglar la barba a los caballeros, sino que también eran
“Enfermeros”, por lo que eran trabajadores muy solicitados y bien pagados.
Poco a poco, el jovencito Martín de Porras comenzó a destacarse por su habilidad
como peluquero y barbero, y por su pericia como enfermero. Comenzó a hacerse
famoso y muchos clientes iban a la barbería para que el los atendiese.
Martín era un ferviente católico y estaba muy preocupado por la salvación d su alma.
No quería caer en los pecados de la vanidad, la envidia, el rencor ni el afán de la
venganza. Por eso, después de pensarlo largamente, abandono la barbería y se
presentó al convento Santo Domingo.
Al llegar, se ofreció como hermano lego para desempeñar cualquier oficio.
Era el año 1594 y Martín tenía apenas 15 años. Los sacerdotes dominicos, tras
varios años de prueba, lo aceptaron definitivamente en la orden como hermano lego
encargado de la cocina, la enfermería y la limpieza. Martín era muy trabajador y muy
hábil cuando le encargaban una tarea, por modesta que fuese. Como enfermero no se
limitaba a curar las heridas del cuerpo, sino que también se preocupaba por el estado
de ánimo de sus pacientes, por su familia, su vida, por todo. Entonces, los enfermos y
todos lo que tenían algún problema iban a buscarlo, para contarle sus penas
y escuchar un consejo o una palabra de consuelo. Martín rezaba mucho, meditaba,
“Conversaba con Jesús”, como él decía. A solas en su celda, en el silencio de la noche,
le contaba al Señor Crucificado todos sus problemas y preocupaciones, le pedía
consejo sobre cómo ayudar, le exigía ayuda para aquellos que sufrían. Y la gente decía
que Jesús le respondía. lo ayudaba, lo aconsejaba.
Y fue así como, poco a poco, fue surgiendo la evidencia de que Martín de Porras, el
hermano mulato de la enfermería y la cocina del convento de santo Domingo hacia
milagros. La gente ya no lo buscaba solo para que les diese un consejo o los curase de
una pequeña herida. Ahora, confiaban ciegamente en él, le pedían lo imposible, y el
siempre parecía poder arreglarlo todo.
Muchos milagros se cuentan de Martín de Porras pero el más conocido fue el de haber
hecho comer en un solo plato a perro , pericote y gato. Y es que Martín de Porras
quería muchísimo a los animales.
San Martín de Porras, el santo mulato a quien se representa con escoba, por el
modesto oficio que tuvo en vida, en 1963 a los sesenta años de edad rodeado del
respeto y llanto de toda Lima
San Juan Macías
Llegó primero a Cartagena y de ahí decidió dirigirse al interior del Reino de Nueva
Granada, visitó Pasto y Quito, para llegar finalmente al Perú donde se instalaría por el
resto de su vida. Recién llegado obtuvo trabajo en una hacienda ganadera en las
afueras de la capital y en estas circunstancias descubrió su vocación a la vida religiosa.
Después de dos años ahorró un poco de dinero y se instaló definitivamente en Lima.
Repartió todo lo que tenía entre los pobres y se preparó para entrar a la Orden de
Predicadores como hermano lego en el convento de dominicos de Santa María
Magdalena donde había sido admitido. El 23 de enero de 1622 tomó los hábitos.
Andaba por la ciudad en busca de limosna para repartir entre los pobres. No se
limitaba a saciar el hambre de pan, sino que completaba su ayuda con buenos consejos
y exhortaciones en favor de la vida cristiana y el amor a Dios.
Fue ordenado sacerdote y obispo. Llegó a Paita en marzo de 1581 e hizo por tierra el
fatigoso camino hasta su sede. Ingresó en Lima el12 de mayo de aquel año. Convocó y
presidió el III Concilio Limense (1582-1583), al cual asistieron prelados de toda
Hispanoamérica, y en el que se trataban asuntos relativos a la evangelización de los
indios. De esa histórica asamblea salieron luminosas normas de pastoral, así como
textos de catecismo en castellano, quechua y aymara (los primeros libros impresos en
Sudamérica).
Santo Toribio visitó innumerables poblados de su amplísimo territorio, uno de los más
extensos y difíciles del mundo. A las visitas pastorales dedicó 17 de sus 25 años de
obispo. Recorrió la hostil topografía peruana, desde Chachapoyas y Moyobamba hasta
Nazca. Resumió sus itinerarios al escribir: “Mas de 5,200 leguas, muchas veces a pie,
por caminos muy fragosos y ríos, rompiendo por todas las dificultades y careciendo
algunas veces de cama y comida”. La caridad de Cristo lo impulsaba a administrar los
sacramentos ya instruir a los fieles, a aliviarlos y ayudarlos.
Beatificado por Inocencio XI en 1679. Canonizado por Benedicto XIII en 1726. En 1983
Juan Pablo II lo proclamó Patrono del Episcopado latinoamericano.
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