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DOCTORADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

ROSALBA TUBERQUIA BERRIO


CC. 32355611

UNIDAD 2 FACTORES SOCIALES


1 ENSAYO "FAMILIA, SOCIEDAD Y CULTURA COMO DETERMINANTES DEL
INDIVIDUO"

ABREGO RAMÍREZ ADRIÁN


Fecha: mayo 28 de 2017

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INTRODUCCIÓN

Conocer las diferentes organizaciones que determinan el comportamiento humano Sin


duda alguna ayudará a entender mejor el desarrollo de ciertas actitudes en las personas,
Es importante reflexionar sobre los aportes que hacen la familia, la cultura y sociedad en
la formación del ser humano y entender que somos el producto de lo que aprendimos por
herencia y lo que decidimos aprender por decisión propia e interacción con la sociedad.

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EL ESTADO DEL ARTE EN UN SER HUMANO

El trio, familia, sociedad y cultura son generadores de códigos de comportamiento que luego
hacen del individuo un ser con características “sui generis” en su modo de enfrentar las
distintas circunstancias de la vida y relacionarse con sus semejantes en los estados y roles
que le avienen en el transcurrir histórico y existencial. En este sentido y bajo esta premisa,
se entiende que las afectaciones positivas y/o negativas que el entorno social causa en el
ser humano-individuo crean la base de su ser y hacer en su cotidianidad, determinando en
él actitudes y aptitudes que luego se clasifican como buenas o malas y dicho de otra forma,
dignas o menos dignas de su condición de ser humano.

En escala de influencia determinante del futuro comportamental de la persona, está en


primer lugar las aportaciones de la familia, desde lo genético hasta lo afectivo-relacional,
que dan pautas decisivas y motoras para que, en los distintos estadios del proyecto de vida
particular, se cuente con herramientas valiosas y duraderas para el bien ser, el correcto
hacer, el adecuado tener y el fructuoso trascender. La familia es la organización con la cual
el individuo establece sus primeras relaciones. Esta puede definirse como un sistema de
seres humanos en el cual las personas están relacionadas por lazos de consanguinidad y
afinidad, congregados en un lugar común, delimitado cultural y geográficamente para
satisfacer las necesidades básicas, físicas y psicológicas de sus miembros (Molina, citado
por Toro, 1985, pág. 139)

La familia en la construcción del ser humano es piedra angular, es palanca, es timón,


soporte para que se alcance niveles de equilibrio, tanto psíquicos como emocionales que
equiparan y forjan seres humanos integrales, capaces de enfrentar sin detrimento las
variadas circunstancias de la vida. La familia es una escuela en donde se aprende a vivir
de un modo o de otro causando en el ser humano efectos determinantes: si son buenos, el
equilibrio y la capacidad para enfrentar de manera benévola al mundo logrando el desarrollo
humano integral, y si son deficientes, el desequilibrio que causa debilidad y detrimento en
el modo de ser y comportarse, malogrando la posibilidad del equilibrio vital-personal y su
realización como tal.

Luego influye el entorno cultural que sin duda incursiona las formas sociales de concepción
del mundo con sus variados matices en los que se crece o decrece frente a unos estándares
preestablecidos por la sociedad y que sirven como medidores de la clase de talante que se

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debe adquirir para afianzar un modo de conducta deseado. El ámbito cultural ayuda a forjar
las costumbres o hábitos que hacen al sujeto; lo direcciona para que de manera muy
particular se enfrente al mundo en la solución de sus necesidades, haciéndolo capaz de
manera diferente frente a los demás estilos de vida. Como la cultura comporta las
capacidades y costumbres adquiridas por los seres humanos en asociación con sus
congéneres no es fácil desligar de ella la conducta, nuestro modo de comportarnos está
estrechamente ligado a sus influencias y tendencias y sobre todo a esa particularidad que
define la cosmovisión y aprehensión de estilos y hábitos que el entorno tiene priorizados de
modo relevante y que nos lo da como herencia.

El ámbito social nos permea de igual forma y nos entrega códigos que son analizados y
retenidos en lo posible según las bases hayamos adquirido en los estadios
comportamentales anteriores, familia y cultura.

En este estadio se enfrenta el individuo a nuevas concepciones del mundo y de la historia,


la escuela, el colegio, los grupos, ejercen su influencia por los conceptos preestablecidos y
concepciones generalizadas que se han consolidado en el tiempo y que varían de una
época a otra. Sin embargo dando validez a la frase “el hombre nace libre y la sociedad lo
corrompe (Jean-Jacques Rousseau), por la influencia que los grupos sociales ejercen en él
de manera permanente y determinante y sobre todo por el grado de permeabilidad que tiene
el ser humano frente a los cambios que le suceden en el tiempo y en ello los conceptos
nuevos que va aprendiendo en su entorno. Además, el estadio social se puede considerar
el de mayor duración en tiempo y espacio y su influencia se da en las etapas de
confrontación más definitivas en las que el ser humano busca la autoafirmación e incursiona
el mundo de nuevos descubrimientos, emociones y sensaciones. Esto influye en la
conducta del individuo y pueden entrar en deterioro elementos comportamentales ya
adquiridos o reafirmarlos, en el mejor de los casos para lograr el estilo que define el modo
de comportarnos y enfrentar el mundo.

A manera de conclusiones prácticas podemos decir que el estado del arte del individuo está
relacionado con las intervenciones que tanto la familia, como la cultura y la sociedad en
general haya tenido frente a sus distintos momentos de desarrollo y evolución.

El comportamiento de un ser humano, no se podrá considerar como un acto voluntario y


muchas veces de rebeldía mal intencionada, sino que se ha de tener muy en cuenta los
factores que han intervenido de manera positiva o negativa para que él o ella hoy procedan

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así. No es lo mismo un ser humano que ha recibido desde su niñez y adolescencia unos
buenos patrones de comportamiento que quien por infortunio ha carecido de personas que
sepan mostrarle el camino, por ejemplo, del respeto y valor al prójimo. Además, el modo
como asumimos los distintos roles sociales está definido también por estas experiencias,
culturales o familiares que nos han convertido en lo que hoy somos y nos dan la capacidad
o incapacidad de salir avante en los retos que nos presenta la vida. La autoconfianza, la fe,
el amor a la verdad, la justicia y la solidaridad, por ejemplo, son valores que se impulsan
desde la cuna y los entornos culturales de cada uno, esto contribuye al equilibrio
comportamental haciéndonos fuertes y decididos, pero también cuando se carece de ellos,
se experimenta la triste realidad de indecisiones y otros bemoles que afectan
negativamente el proceder.

Al enfrentarnos a la vida social, profesional, familiar, educativa, tanto hombres como


mujeres nos comportamos de manera diversa según sean las adquisiciones previas en los
estados de equilibrio que son fruto de las aportaciones que hemos recibido y que
determinan nuestro modo particular de proceder. Somos semilla que cae en diferentes
terrenos y que si florecemos y damos buena cosecha es porque muchos factores
estuvieron a nuestro favor y a tiempo cayó la lluvia para que la planta de nuestra vida
pudiera florecer.

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CONCLUSIÓN

Comprender al individuo como un ser formado e influenciado por varias


organizaciones, permite también, hacer un estudio de estas mismas, partiendo de
la influencia que causan en la población objeto de estudio.

El ser humano es la sumatoria de lo que ha heredado en la familia primitiva y lo que


la sociedad ha interiorizado en él, formando así un ser crítico y de buenos modales
o por el contrario una persona inútil para los demás, todo dependerá de lo que hay
en su entorno.

6
Referencias

Candamil Pineda, E. M., & Grajales S., G. M. (1998). Comportamiento Humano,


familia, sociedad y cultura como determinantes del individuo. Universidad del Valle,
sistema institucional de educación desescolarizada, Santiago de Cali

Molina, D. (1998). Modelo de Orientación Personal-Social. Barinas: Unellez.

Rousseau J. (2007). Centro Editor de Cultura. Argentina: Buenos Aires

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