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T-0040

UNIVERSIDAD ANDINA SIJ\tiON BOLIVAR


SUBSEDE ECUADOR

v1.14Sü

AREA DE LETRAS

"TRAS LAS HUELLAS


VANGUARDISTAS DE HUGO MAYO"

J ackelin Verdugo Cárdenas

Tutor: Ms. .María Augusta Vintimilla

Cuenca 1995
2

Al presentar esta tesis como uno de los requisitos previos para la

obtención del grado de magíster de la Universidad Andina Simóq

Bolívar, autorizo al centro de información o a la biblioteca de la

universidad para que haga de esta tesis un documento disponible

para su lectura según las normas de la universidad.

Estoy de acuerdo en que se realice cualquier copia de esta tesis

dentro de las regulaciones de la universidad, siempre y cuando

esta reproducción no suponga una ganancia económica potencial.

También cedo a la Universidad Andina Simón Bolívar los derechos

de publicación de esta tesis, o de partes de ella, manteniendo mis

derechos de autor, hasta por un período de 30 meses después de

su aprobación.

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Jaqueline Verdugo

Fecha: noviembre 12 de 1997


4

ABSTRACT

B presente trabajo: "Tras la huellas vanguardistas de Hugo Mayo" está


estructurado por cuatro capítulos, distribuidos de la siguiente manera:

B primer capítulo contiene una aproximación al momento histórico social


latinoamericano y al de el Ecuador de la década de los años veinte, periodo en el que
surge y se desarrolla el movimiento vanguardista. Posteriormente, se intenta
caracterizar a dicha corriente, anotando ciertas claves que sin ser exFiusivas,
definen el espíritu de renovación y cambio propuestas por las vanguardias.

En un segundo capítulo se presenta una panorámica general sobre el universo


poético de Mayo y se propone la clasificación para dicha esfera escritura!, pensada
en tres momentos: 1919, 1933, 1952-1972, y de1972 en adelante. Además, se
analiza ese primer momento, al que hemos denominado de vanguardia plena,
resaltando las principales esferas de su quehacer artístico. Se aborda el problema
de la espacialidad poética como recurso literario, como espacio, y como tema; así
mismo, se analizan las reformulaciones que el escritor realiza en el plano, léxico,
sintáctico y semántico. Se destaca también, la presencia de la ironía, el humor, el
problema de la desrefrencialdiad en el lenguaje, del antilirismo poético, y la presencia
de imagen como recurso central de su producción poética.

En el tercer capítulo se analiza el segundo momento de la periodización propuesta,


esto es 1952-1972, y a partir de la selección de ciertos textos se destacan los
rasgos distintivos del trabajo poético de este periodo, en donde se relieve el proceso
de fusíon y sístesis de los elementos nativistas y surrealistas con los cuales el poeta
construyes su, propia versión de una metáfora americana. También se dedica
momentos de la reflexión a analizar las formas como el poeta construye su sistema
imaginario y a su sistema rítmico.

En el cuarto capítulo y tomando como corpus de base al poemario "Chamarasca", se


intenta un desciframiento de los sentidos posibles que encierra ese tercer momento
escritura!. Se anotan como claves de este ciclo, el tratamiento particular al motivo de
la muerte, la presencia de la angustia, el desconcierto que en sociedades
contemporáneas como la nuestra, produce dicho personaje. Además, se intenta
registrar el tratamiento que el poeta da a los elementos de la vida cotidiana, a los
espacios fragmentados de la cultura y su objetivación en la poesía a través del
accionar de la palabra.
5

DEDICATORIA

A mi madre: porque sin sus sabios consejos y su apoyo

incondicional, la vida hubiera tenido otros matices.

A Daniela Y Rodrigo: Por su comprensión decidida.

A mi familia: por su apoyo perenne


6

AGRADECIMIENTO

Gracias a la Universidad Andina Simón Bolívar, Subsede Quito, por la


confianza depositada y por la oportunidad brindada.

Gracias a Fernando Balseca, Alicia Ortega, Alejandro Moreano, Raúl Vallejo,

lván Carvajal, y a todos y cada uno de Jos profesores que durante el periodo

1995-1997 impartieron sabios conocimientos, y sembraron inquietudes que

aún hoy, movilizan mi accionar diario.

Gracias, a todos y cada uno de los compañeros de la Maestría, por esos

momentos de reflexión y esparcimiento.

Gracias a todas las personas que colaboraron directa o indirectamente con

la elaboración del presente trabajo.

Y, un gracias especial, para María Augusta Vintimilla, por su dirección

oportuna, por sus consejos sabios, y sobre todo, por su apoyo personal.
7

TABLA DE CONTENIDO

INTRODUCCION.......................................................................................... 9

CAPITULO
LAS VANGUARDIAS LITERARIAS EN AMERICA LATINA
Y EL ECUADOR

1.1. Presencia y recepción .. .... ...... ..... ... .. .... .. .... ........ .... .. ... ... .... .. ... .............. 12
1.2. Claves de la tradición poética vanguardista .... .. ...... .. .. .. .. .. .. .. .... .... ....... 21
1.2.1. Ruptura y novedad..................................................................... 23
1.2.2. lntemacionalización de los signos e identidad............................. 26
1.2.3. Crítica, gesto y rebeldía.............................................................. 28
1.2.4. El lenguaje: el espacio para la renovación total........................... 31

CAPITULO 11
RENOVACION Y AUTONOMIA, LOS FUNDAMENTOS POETICOS
DEL PRIMER CICLO ESCRITURAL VANGUARDISTA DE HUGO MAYO

1. Su Universo Poético.............................................................................. 37
2. Giros y concreciones de una ruptura necesaria ........ ............ ............ ... 45
3. La espacialidad poética......................................................................... 54
3.1. Rotulaciones e impresiones visuales............................................. 66
4. Reformulaciones en el campo léxico...................................................... 69
5. Fragmentación sintáctica e interrupción del sentido ...... ......................... 72
6. Imágenes e imaginarios ... .. .... .. ... ... ... ...... .... ... ... .. .... ........ .. .... ... ........... ... 75
7. Juego Humor e Ironía: las constantes de un panorama poético crítico. 79
8. Desreferencialidad y antilirismo: relación y tono de una rebeldía abso·
Juta......................................................................................................... 84
8

CAPITULO 111
IMAGINACION Y MUSICALIDAD: LOS EJES DE UNA METAFORA
AMERICANA

1. Nativismo y absurdo: fusión y consolidación poética........................... 89


2. Imagen e imaginación fonnas de un sistema minuciosamente consoli-
dado....................................................................................................... 96
3. Humor e ironía: saber y signo de un sistema de relaciones .................. 107
4. El sistema rítmico: juegos tonos y movimientos .................................... 112

CAPITULO IV
De LA COTIDIANIDAD A LAS ESENCIAS

4.1. A manera de Introducción ....................................................................... 127


4.2. De la premonición de la muerte a la persistencia de las esencias......... 132
4.3. De los fragmentos de la vida cotidiana a la estructuración de los con-
ceptos .................................................................................................... 149
4.4. De la síntesis a la elipsis y la potenciación del vacío significativo ....... 156

BIBLIOGRAFIA .............................................................................................. 163

ANEXOS.
9

INTRODUCCION

8 surgimiento de la literatura de vanguardia en América Latina se realiza en forma

múltiple dejando entrever brotes simultáneos en las distintas ciudades del continente

como expresión de ese nuevo espíritu que se estaba gestando.

Las vanguardias habitan espacios en donde entran en relación y dialogan

manifestaciones diversas de un proyecto histórico-cultural que ha nivel nacional era

la expresión de un movimiento minoritario, pero que a nivel continental, obedecía a un

impulso común del que eran participes los distintos países.

Las vanguardias latinoamericanas germinan en un amplio proceso social, se trata de

un tiempo histórico en donde conviven y se enfrentan, por un lado, el prestigio de los

modelos metropolitanos y por otro, los modelos latinoamericanos que propugnaban

una identidad originaria y original.

Las vanguardias literarias de los años veinte con su espíritu renovador y siendo la

expresión propia de un movimiento internacional, inician la producción literaria de

nuestros días. Así, las expresiones de este movimiento lejos de ser abordadas como

un pasado finito, se presentan como la base necesaria para la comprensión histórica

del proceso literario que hoy en día vivimos.

Por la actualidad que cubre a los elementos poéticos presentes en los espíritus de

ias vanguardias es que se ha querido intentar una aproximación crítica a los

postulados artísticos de esta corriente y tomar como expresión de la misma al poeta


ecuatoriano Hugo Mayo, quien inició su quehacer poético en la década del veinte,

pero continuó su labor escritura! hasta las décadas finales del presente siglo.
10

El trabajo buscará realizar una lectura interpretativa de la obra poética vanguardista

de Hugo Mayo, intentando vincular su obra publicada con aspectos de su vida que

expliquen "la necesidad vital de expresión del poeta". Así mismo, se remontará a su

génesis escritura! y se buscará establecer una posible cronología de su obra. Con

este proceso se tratará de construir una senda lo más precisa posible de los

núcleos vertebradores de su creación artística y de los distintos sentidos que en las

diversas etapas de su quehacer poética se construyen.

Miguel Augusto Egas ha transitado por las esferas de la poesía ecuatoriana bajo el

sino del anonimato y su ausencia ha significado también un vacío irremplazable

dentro de la tradición ecuatoriana, de ahí la necesidad de abordar su universo

poético e intentar su desciframiento. Muchas de las claves que encontremos en los

textos explicarían, en buena medida, el quehacer literario y artístico de la poesía

contemporánea en el Ecuador.

Ejercitar una lectura interpretativa de cualquier tipo de discurso supone asumir un

puesto de observación concreto es reconocer que la fijación de la mirada sobre un

objeto-signo permitirá que los sentidos y las formas se devalen al lector, alcanzando

así su desciframiento. Se trata en realidad de un preguntarse por los sentidos en

poesía.

Estos sentido trabajan en una doble dirección: la de su producción, y la de su

consumo; pero a la vez, ambas están sujetas a la productividad específica de sus

lenguajes y a las leyes de su escritura poética, razón por la cual, escapan a las

distintas tendencias que buscan la formalización de dichos significado. Exigen,

entonces, una actividad especial de búsqueda de esos sentidos.


11

CAPITULO 1
12

CAPITULO

LAS VANGUARDIAS LITERARIAS EN AMERICA LATINA


Y EL ECUADOR

1.1. Presencia y recepción

Hablar de Vanguardias en América Latina supone, sin duda, ubicarnos en ese

momento de cambio en que el sistema literario de la modernidad (modernismo) es

sustituido por el sistema literario de la contemporaneidad {vanguardias).

El Modernismo que había propiciado una renovación decidida de la lengua española

y abierto la exploración a las posibilidades del castellano en sus hablas y en sus


registros; y además, había iniciado la travesía de la literatura hispanoamericana hacia

la contemporaneidad, pero no desde la tendencia de la imitación de formas, temas y

elementos provenientes del movimiento cultural europeo; sino desde la comprensión

de sus signos, había entrado en un nivel de estancamiento. Su ciclo avisoraba su fin

y se hacía necesario, siguiendo a Octavio Paz, una ruptura y, por consiguiente, la


instauración de una nueva tradición.
13

Debió esperarse a que los cambios que articulaban la "gran crisis universal" {1914-

1917), en Europa, legitimaran en el Continente Americano el surgimiento de un

espíritu de cuestionamiento, cuyas inquietudes renovadoras abogaban por una

ruptura de la tradición artística del pasado y que intentaban la consolidación de una

expresión propia con formas y con sensibilidades estéticas nuevas, en contacto

directo con los procesos de modernización de los estados nacionales.

La crisis del sistema económico mundial que se encuentra en las raíces de esta

guerra, afectó también a los países latinoamericanos, para los cuales la nueva

situación se traduce en un cambio, en el modo de inserción del conjunto a la

economía mundial que se reorganiza después del conflicto; en el plano interno

se vive un proceso de reajuste estructural que altera la anterior correlación de

las fuerzas económicas y sociales de cada una de las naciones.1

América Latina no había roto definitivamente sus conexiones históricas y culturales

con su pasado colonial y, más aún con la condición de dependencia, ahora del

imperio norteamericano en penetración asidua y violenta, sin embargo, el proceso de

acumulación del capital latente en las esferas socio-económicas en el mundo le

exigían integrara los modelos en vigencia al desarrollo y a la configuración de sus

espacios nacionales. A nuestra heterogeneidad cultural, las condiciones de

dependencia y subdesarrollo contribuyeron para la presencia de fisonomías distintas

y disímiles en el proceso de modernización.

Además, como consecuencia de la incorporación de las naciones latinoamericanas al

capitalismo mundial, otro proceso se integra al desarrollo y a la estructuración de sus

culturas y de sus sistemas sociales. La revolución en las comunicaciones se erige

1 Osorio Nelson, El futurismo y /as vanguardias en América Latina,. Centro de Estudios


Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Caracas, 1982, p. 9.
14

como el instrumento idóneo para alcanzar el progreso social y económico ofrecidos

por la modernidad. Así, los mass medias, en especial, la telegrafía, junto con la

multiplicidad tipográfica, el auge del ferrocarril, la aviación serían los componentes que

definirán a las naciones como modernas.

De esta manera, alcanzar la modernidad y la modernización de sus espacios era uno

de los ideales básicos de las sociedades latinoamericanas en las primeras décadas

del presente siglo. En las proyecciones de lo moderno "lo sucesivo deja lugar a lo

simultáneo, el espacio histórico es sustituido por la geografía; la diacronía por la

sincronía y la tradición por el instante".2

Son años de cuestionamiento y de crítica al poder político y económico ejercido por

las oligarquías agrarias; es además, el momento de su relativo desplazamiento; se

vive un crecimiento urbano inusitado, las capas medias y populares alcanzan un

fortalecimiento decidido de sus propuestas y desarrollan organizaciones políticas

sindicales y clasistas; en el plano cultural, la Reforma Universitaria (Córdova 1918),

se inscribe como la marca decidida de los aires de renovación que recorren

presurosos por América Latina.

El arte, por su parte, debía asumir dicho compromiso y revelar en sus textos un

conjunto renovado de relaciones que los nuevos procesos sociales instauraban:

El discurso del arte en su asimilación privilegiada de las transformaciones del

universo simbólico no podía dejar de textualizar las nuevas relaciones del

hombre consigo mismo y del hombre con el mundo; con lo cual establecerían la

2 Pizarra Ana, Sobre Huidobro y las Vanguardias, Ed. Universidad de Santiago, Instituto de
Estudios Avanzados, Chile, 1994, p. 13.
15

nueva conformación del universo humano y el anhelo de cosmopolitismo,

fenómenos provenientes de la tecnología y de la guerra europea. 3

El momento cultural hispanoamericano en el que surgen las vanguardias reclamaba

por todos los medios una insurrección definitiva frente a un proyecto cultural que por

artificioso había perdido contacto con la historia y con la vida.

Los escritores latinoamericanos de la época que se enfrentaban con la necesidad

imperiosa de una renovación radical en el lenguaje y de un rompimiento definitivo con

los postulados de la estética modernista en su fase epigonal, se adhirieron con

simpatía a las distintas propuestas, tanto teóricas como formales, de las vanguardias

europeas. Pero, esa adhesión adquirió en territorios hispanoamericanos motivaciones

propias de las prácticas cotidianas y de las historias particulares que enfrentaban

nuestras sociedades.

Los aportes de las vanguardias europeas: bidimensionalidad, competencia de

planos, simultaneísmo; propuestos por el cubismo; la exaltación de la velocidad, la

técnica y la violencia; el rechazo al irracionalismo académico, al retoricismo romántico

simbolista; la renovación temática, la supresión de las mayúsculas, de los signos de

puntuación, la incorporación de elementos gráficos y visuales, propuestos por el

futurismo; la importancia de fusionar arte-vida, el gesto de rebeldía contra el sentido

común, la noción de autonomía del arte, la libertad para la creación en todos los

órdenes, propuestos por el dadaísmo; la escritura automática, la presencia del azar,

del mundo de los sueños, de la imaginación como eje central de las producciones

artísticas, propuestos por el surrealismo, y muchos otras características presentadas

por los múltiples "ismos" se fueron sucediendo alternativamente o a la vez, como los

3 Op. Cit. p. 14.


16

lineamientos decididos de una cultura y de un arte europeos que vivían uno de sus

mejores momentos: el avant garde.

Las corrientes vanguardistas sustituyen a la metafísica contemplativa de la cultura

pasadista, asentada en símbolos y en valores sobrenaturales, exotistas Y

evasivos, por una nueva concepción del mundo marcada por la vitalidad, la

sensualidad y el goce del universo por medio de los sentidos.

El proyecto vanguardista que diera sus pasos iniciales en el plano estético

extendería a los dominios de su acción a las esferas de los social y económico; así,

su ataque incluirá un rechazo al statu quo en vigencia; a la cultura literaria presente,

pero buscará también establecer un proyecto transformador de la sociedad, en donde

el escritor presente una visión crítica de las instituciones y academias que

fomentaban el gusto por lo anquilosado y estático.

El proceso de cuestionamiento crítico del modernismo -entendido como código

literario dominante-, que primero se manifiesta como búsqueda en su interior

mismo y luego. sobre todo a partir de la posguerra- se convierte en un profundo

esfuerzo de renovación literaria y artística que da otra dimensión a esos

esbozos, puede y debe considerarse como parte integral de ese momento de

agitación, de movilidad y reajuste que, hemos dicho, afecta a todos los planos

de la vida económica, social, política y cultural del Continente y es que, a su

vez se articula al proceso general que vive el mundo en esos años. 4

En el terreno de la literatura, las vanguardias se manifiestan a través de la acción

renovadora que la iniciara Vicente Huidobro; los caminos se revelaban sin límites

4 Osorio Nelson, El futurismoy las vanguardias en América Latina, Centro de Estudios


Latinoamericanos Rómulo Gallegos, Caracas, 1982, p. 1O.
-
17

para la experimentación y búsqueda lingüística, formal y temática. El eje que movería

su accionar se centraba en la fusión enriquecedora entre las experiencias de su vida

en Europa y su participación decidida en los movimientos vanguardistas de esa

parte del mundo y el conocimiento de la realidad latinoamericana. Pretendía la

instauración de un proyecto propio: destruir para, a partir de la nada, crear nuevas

formas de expresión del mundo y de la vida, y, desde estas locaciones con

conocimiento cabal del medio, hablarle a la cultura universal.

Se trata de un momento en donde la cultura latinoamericana rompe la asincronía,

deja de ir a la zaga de los modelos culturales europeos para situarse al inicio de

las voces que van surgiendo en el Continente Viejo. Es el momento como dijo

tan hermosamente Angel Rama en que se pone a la hora los relojes

trasatlánticos. 5

Se trata, pues, de un puente que le ha permitido al artista latinoamericano conocer al

Otro europeo para en el enfrentamiento conocerse y reconocerse.

Huidobro con su afán de innovación y experimentación, Borges con su deseo de

incorporar al lenguaje imágenes más elocuentes y sugestivas, Vallejo y su

exploración de las distintas posibilidades del abandono del hombre para revelar una

discursividad poética en donde la vitalidad y el dolor se manifiestan como la

expresión de una colectividad, que, bajo el signo de la vanguardia, circularon en

América Latina en las primeras décadas del presente siglo.

El Ecuador, en este periodo, se caracteriza por la presencia de una doble necesidad;

por un lado, la de completar un proyecto de reformas que el liberalismo anticlerical de

5 Pizarro Ana, Sobre Huidobro y las Vanguardias , Ed. Universidad de Santiago, Instituto de
Estudios Avanzados, Chile, 1944, p. 15.
18

Eloy Alfara lo había iniciado, hacia 1895; pero, que la negligencia y la incapacidad de

la oligarquía feudal había truncado. Y, por otro, la necesidad de integrarse

activamente a una modernidad y a una modernización que Europa como modelo y

epicentro cultural, así lo exigía.

El proceso de modernización del país veía serias dificultades para instaurarse, por

cuanto, atravesaba por una encrucijada política y social marcada por la bancarrota

económica y en donde la emergencia de nuevas clases sociales ahondaban las

preocupaciones ideológicas por lo autóctono, por lo nacional, por la identidad. En

este contexto, el proceso se desarrollaba lentamente, incipientemente. Así lo

reconocía en uno de sus artículos, el diario El Comercio: "Guayaquil presenta el

aspecto de una ciudad moderna ( ... ) Quito es una ciudad histórica( ... ). Los días de

permanencia en el Ecuador ofrecía todo el aspecto de un pueblo en el despertad de

sus energías".6

Estamos entonces frente a un estado caótico con un desarrollo tecnológico en su

etapa inicial, monoproductor, que vivía de las importaciones, que no creaba, ni

producía artículos para las exportaciones. Incapaz de generar por sí mismo una

modernización activa, y, a la par, con los demás centros de desarrollo latinoame-

ricano. Se trata de una situación violenta enfrascada en la lucha por el poder.

En este marco histórico, los aires de renovación y cambio calarían profundamente en

un poeta: Hugo Mayo, quien motivado por la actualidad de Latinoamérica y del

mundo decidió emprender una aventura, un proceso de renovación en el campo

estético y artístico de la época.

6 El Comercio , enero 21, 1921, p. 2.


19

Mayo coincidía en este momento con las propuestas del movimiento vanguardista

argentino: Martín Fierro, cuando la ruptura que intenta instaurar no solo invade el

terreno de lo literario, sino, que busca penetrar en el terreno del sistema cultural en

general.

Pero no se trata de una ruptura única y exclusivamente estética, la ruptura

vanguardista se propone incidir sobre el sistema general de una sociedad y

sobre el papel básico que cada sujeto cultural desempeña al interior de dicha

sociedad. En suma, todas las modalidades de la organización material o

ideológica de la producción artística son afectados por la vanguardia. Pero antes

de ser afectados, la hacen posible, dirá Beatriz Sano al analizar al movimiento

vanguardista argentino de la época. 7

La década de los años veinte presenta condiciones socio-políticas-culturales

específicas que propiciaron el reclamo de intelectuales y pensadores modernos y

que abogaron por una cultura menos colonial y más sensible a las repercusiones

cosmopolitas que se hallaban latentes y en auge en el mundo cultural y social de la

época. Esas condiciones socio-culturales afirman María Augusta Vintimilla y Cecilia

Suárez se dieron "cuando la cultura dominante ecuatoriana había entrado en su más

profunda crisis; esta permite un replanteamiento completo de su ser y su porvenir, de

sus contenidos y carácter y cuando la cultura y el arte vivían uno de sus mejores

momentos: las vanguardias".a

La vanguardia en el Ecuador surgió por la presencia mayoritaria de una ilustrada

pequeña burguesía, formada bajo los principios del laicismo y el humanismo liberales,

7 Sarlo Beatriz, Vanguardia y crio/lismo, en Revista de Crítica Literaria Latinoamericana,


Latinoamericana Editores, Año VIII, N2 . 15, Perú, 1992, pp. 38-70.
8 Vintimilla María Augusta y Suárez Cecilia, Los movimientos culturales en el Ecuador: 1922·
1944, Inédito, Universidad de Cuenca, 1992, p. 134.
20

capaces de organizar elementos ideológicos, éticos, estéticos y políticos y con ellos

construir un proyecto histórico que, si bien aparecía con rasgos imprecisos, daría

cuenta de los acontecimientos sociales de la época y que definirían la participación

de Hugo Mayo como el promotor de la consigna de lo nuevo y que marchana decidido

tras la reforma, la ruptura y el cambio del canon vigente.

En la renovación de los temas, de las formas literarias, en el tratamiento del lenguaje,

en la expresión de una sensibilidad especial, en la importancia de la intensidad vital,

se asentaría las posibilidades de una cultura que intentaba revelar las condiciones

sociales nuevas, que reclamaba espacios, espontaneidad y autenticidad para

expresar las transformaciones del hombre del presente siglo. Este grupo reducido de

militantes artísticos cuestionaron la estética y el poder feudales; desterraron ídolos,

echaron por tierra mitos y tabú es para erigirse como portaestandartes de una cultura

moderna menos colonial y más al día con las manifestaciones de la vida.

La aparición de Hugo Mayo en la esfera de la poesía ecuatoriana permitió que, en el

campo intelectual9 del país surgiera una modalidad de ruptura estéticamente moderna:

la vanguardia. Su accionar de pionero y aparentemente de único representante de

esta generación permitiría concretizar ese deseo de renovación y cambio que

circulaba en Latinoamérica.

Su presencia en la escena literaria ecuatoriana marca una de las rupturas más

violentas dentro de la tradición poética ecuatoriana. Después de él, "la poesía

seguirá su camino; nunca quieta, se mirará críticamente para cambiar de curso,

9 La categoría de "campo intelectual" la concibe Pierre Bourdieu cuando la define como un


campo magnético constituido por un sistema de líneas de fuerza: esto es, los agentes o
sistemas de agentes que forman parte de él pueden describirse como fuerzas que, al surgir,
se oponen y se agregan, confiriéndole su estructura específica en un momento dado de
tiempo." En Campo Intelectual y Proyecto Creador, p. 135.
21

alimentarse de otros lenguajes, crecer, pero sin sobresaltos, sin declararse la guerra a

sí misma por su propio pasado"10, dirá Jorge Enrique Adoum.

1.2. Claves de la tradición poética vanguardista

La coyuntura histórica que permite el surgimiento de las corrientes vanguardistas en


.•.
Hispanoamérica es vivida como la crisis y la decadencia del orden anterior. El sujeto

lírico de las corrientes literarias de la época mantuvo como eje de su expresión el

deseo de la conformación de un nuevo espacio habitable para el hombre y que

responda a una sensibilidad más contemporánea, en la cual los temas, los

lenguajes, los motivos, los sentidos constituyan una nueva manera de sentir, de vivir

y de expresar1os.

El discurso vanguardista pone de manifiesto, a través de su sintaxis y de las formas

de su retórica, las contradicciones y la complejidad cultural e ideológica de los

periodos de crisis. Por ello se vuelve necesario exponer algunos planteamientos

centrales que atañen a la configuración del fenómeno vanguardista en América Latina.

Uno de ellos tiene que ver con el carácter de continental que asumen las

vanguardias; dichas corrientes forman una totalidad en el desarrollo literario del

continente. Aparece en las distintas regiones con denominaciones diferentes:

ultraísmo, estridentismo, martinfierrismo, nativismo, etc.; pero, la articulación de sus

respectivos discursos presentan niveles de desarrollo desigual dentro del proceso

estético en conjunto. Sin embargo, cada una de las realizaciones de dicho proceso

expone diferenciaciones internas.

10 Adoum Jorge Enrique, Poesía viva ecuatoriana del siglo XX, Ed. Grijalbo, Quito, 1990, p.
15.

~~-· ___.. ____________________________


22

Estas diferencias se articulan cuando menos en dos momentos: el primero se

desarrolla en la década del veinte, "vanguardismo de primera hora", lo denominará

Ana Pizarro.11

Este momento se organiza en torno a la búsqueda de los elementos y de los medios

que permitan una ruptura decidida de las esferas pasadistas en vigencia, pero,

también, esa búsqueda intenta la instauración de un nuevo orden. Es aéiemás, el

momento de la publicación de los manifiestos, de las revistas, de las proclamas, del

tono burlón, antilirista, desmitificador y del proceso de desreferencialidad. Es el

periodo en que Huidobro y otros llegan a América impulsados por la voz de

Apollinaire y que organizarán la primera etapa del ultraísmo argentino, en cuyos

espacios predomina un impacto con características históricas y literarias "lo cierto es

que se trata de un momento en donde se ha alcanzado un espacio propio, que sin

dejar de situarse en el ámbito general tal como se da en Europa Central, no es

cubierto necesariamente por sus parámetros".12

Es el momento en que los vanguardismos europeos son asimilados e integrados y

que en los diferentes niveles de lo literario y de lo cultural alcanzan el carácter de

expresión continental, con una fisonomía propia.

.
Un segundo periodo cierra
.
su ciclo hacia los años cuarenta; tomó como eje de su

realización, las preocupaciones latinoamericanas. Reflexión que se hace extensiva al

origen, a la concepción de las cosmogonías americanas. Es el discurso de un

universo social e histórico en profunda transformación.

11 Pizarro Ana, Sobre las vanguardias en América Latina , En Revista de Crítica Literaria
Latinoamericana, Latinoamericana Editores, Año VIII, N11 15, Perú, 1982, p. 109.
12 Op. Cit., p. 110.
23

A partir de lo anotado se vuelve entonces necesario, definir la tradición vanguardista

en sus postulados generales antes de ingresar a una de sus manifestaciones

particulares, como sería la reflexión sobre Hugo Mayo y sus huellas vanguardistas

dentro de la tradición poética ecuatoriana.

1.2.1. Ruptura y novedad

Uno de los rasgos centrales que mueve al espíritu vanguardista es el deseo de

ruptura de los cánones estéticos modernistas, generado por la crisis económica y

política que vivían las naciones latinoamericanas. El proceso dinámico de evolución

económica y social, el acceso a los proyectos de modernización y urbanización que,

en diferentes grados proponían las naciones, permitió a los poetas y artistas de la

época avisorar el desgaste que los viejos códigos líricos y culturales sufrían y que

eran incapaces de expresar la vertiginosa transformación de sus sociedades.

"Las vanguardias habían surgido como una metáfora militar, cuya presencia suponía

un adelantarse a la realización diaria de la tradición en vigencia, pero no para marcar

un camino sino para establecer una ruptura de todo aquello que quedaba atrás".13

Esta ruptura del pasado presentaba un tono de repudio hacia los distintos órdenes

de la vida, en búsqueda decidida por instalar una renovación radical y sobre todo,

por encontrar las expresiones que permitan caracterizar al hombre latinoamericano

como diferente. María Augusta Vintimilla afirma que llegar a ser diferente significa:

"dejar de ser lo que habíamos sido hasta entonces, quebrar los lazos que nos unían

al pasado, afirmar nuestra diferencia, la otra edad con respecto de Europa". 14

13 Jitrik Noé, Notas sobre el Vanguardismo Latinoamericano, En Revista de Crítica Literaria


Latinoamericana, latinoamericana editores, Año VIII, No 15, Perú, 1982, p. 17 y ss.
14 Vintimilla María Augusta, Magia, Erotismo y Lenguaje: las zonas sagradas en la poética de
Efraín Jara , Universidad Andina Simón Bolívar, Quito, 1996, p. 12.
24

La negación del pasado y la búsqueda de la diferencia corren paralelas al desarrollo

de los modernos medios de producción y de consumo, pero, sobre todo, con aquella

ideología progresista que había nacido como producto de la revolución industrial.

Romper las estructuras pasadistas y erigirse como nuevo en América Latina requería

superar nuestra condición de colonial, por un lado; y, por otro, asumir aquellas

marcas que nuestra ubicación como cultura periférica se manifestaban en sus

distintas realizaciones.

La instalación de la ruptura y el surgimiento de un nuevo orden requería de una

estrategia, de una planificación dirigida a la consecución de una finalidad específica;

necesitaba, además, de medios, de procedimientos y de tiempo concreto para su

empleo. Contaba con elementos para posibilitar la estrategia: grupos definidos,

actitud crítica, manifiestos y propuestas, revistas para su difusión, de actividades

extraliterarias para con estos y otros elementos devastar el gusto y la estética

pasadistas.

Requería también de operaciones concretas que realizaran la acción innovadora en

el terreno de lo literario, esas operaciones ejecutaban sus movimientos en dos pla-

nos: la primera, la acción de destrucción, de descubrimiento de aquellos niveles,

elementos, objetos que la tradición anterior había tapiñado; en el segundo momento,

y, luego de la acción devastadora, debía procederse a la creación de nuevas formas


verbales.

Este proceso que debía partir de cero tenía en cuenta dos perspectivas: la una la

acción de la intuición y, la otra, la puesta en escena del análisis y el establecimiento

de procedimientos concretos. Las dos posiciones intentaban, a través del rescate de


,
25

la sintaxis y la planificación, expresar los designios de la organización social, cultural,

política y económica de las naciones latinoamericanas.

De esta manera, la ruptura vanguardista supone no solo el rompimiento del sistema

poético modernista; sino, también, el derrumbamiento de todo el sistema cultural en

vigencia.

La ruptura marca entonces, momentos claves para su realización: el ataque, la

destrucción y la creación de un nuevo canon. Este momento final para muchos

vanguardismos quedó en el terreno del deseo, por cuanto, el semantismo de las

palabras impedía instaurar un momento de creación pura.

Finalmente, podría afirmarse que el proyecto vanguardista de la ruptura, descansa

sobre un deseo nunca satisfecho. Noé Jitrik afirma que la metáfora, elemento retórico

de recurrencia básica dentro de la tradición poética vanguardista, encubriría la

carencia de la realización de ese deseo.

Entonces, no es de extrañar que la metáfora, poéticamente hablando, aparezca

como el vehículo concreto, pero también idealizado ·en tanto es vivida como lo

que da forma y explica· y, de ahí, que se produzca una caída de metáforas, o

sea una acumulación, una sobre otra. O sea, que aparezca como "riqueza"

que, por cierto, encubre una carencia; la insatisfacción del deseo, su

incumplimiento.15

15 Jitrik Noé, Notas sobre el Vanguardismo Latinoamericano, , En Revista de Crítica Literaria


Latinoamericana, Latinoamericana Editores, año VIII, No 15, Perú, 1982, p. 20.
26

1.2.2. lnternacionalización de los signos e identidad

La concepción de intemacionalización de los procesos culturales en América Latina

está vinculada con los conceptos de nación e identidad, porque solo en la medida en

que las distintos regiones hispanoamericanas alcancen su constitución como

naciones independientes con perfiles propios y distintos, con códigos y sistemas de

expresión definidos, intentarán un diálogo con esa otra voz, con esa otra subjeti-

vidad: la europea. De aquí que, esta concepción cosmopolita se asocie directamente

con la búsqueda de identidad latinoamericana. Así, "las vanguardias se gestan en un

amplio proceso social, en un tiempo histórico de larga duración en donde conviven y

se conflictúan: el prestigio de los modelos metropolitanos y la búsqueda tanteada de

la identidad originaria y original", dirá Alfredo Bosi 16.

En los escritos liberados de los modelos estéticos fijos e inmóviles se busca la

fusión de dos órdenes; por un lado, el desarrollo y la formación de un estilo propio,

personal y, por otro, el deseo de difusión universal; el empleo de un código capaz de

permitirles una retórica universalmente entendida y, quizá, reconocida.

Las cosas particulares, las expresiones específicas de la cultura y de la sociedad

americana deben presentarse como el medio particular de una nación definida para,

en tomo a ella, proponer una reflexión sobre lo universal. Lo americano: sus cosas,

sus hombres, sus proyectos deben ingresar con fisonomía propia en los aconteci-

mientos universales.

La noción de universalidad o cosmopolitismo supone la coexistencia de varios tiem-

pos: el europeo y el americano en una mutua convivencia, en activa interrelación.

1 6 Bosi Alfredo, La parábola de las vanguardias latinoamericanas. En Las vanguardias


Latinoamericanas , Jorge Schwartz, Ed. Cátedra, España, 1991, p. 20.

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"Las oscilaciones entre cosmopolitismJ y americanismo revelan nuestra doble

tentación, nuestro común espejismo: la tierra que dejamos, Europa, y la tierra que

buscamos: América.17

De esta manera, la actitud, los contenidos, los signos, las palabras se internacio-

nalizan, el idioma no es el medio de expresión de un país o de una nación aislada,


•'
limitado por fronteras y latidos específicos; es el instrumento de un espacio aéreo, de

una zona geográfica amplia, pero en conexión con otras geografías u otras

cosmogonías que rebasan los espacios de lo nacional.

En realidad, la clave de la concepción cosmopolita propuesta por las vanguardias

está en que su presencia revela la madurez del intelectual americano y revela el

reconocimiento de las incidencias que el proceso de transculturación ejerce sobre esta

América Nuestra.

Asistimos, entonces a un accionar en donde América Latina se resiste a seguir

ciegamente modelos; plantea un diálogo entre influjos e influencias, para comprender

y ser comprendida.

El afán de universalidad, de cosmopolitismo ha sido uno de los grandes objetivos de

las letras hispanoamericanas, para lo cual ha clasificado el gusto literario, ha

separado al público receptor de literatura, ha creado polémicas de distinto tono, pero,

sobre todo, ha sido el punto de partida para explicar el estado actual y futuro de la

cultura latinoamericana.

Nuestros artistas vanguardistas: Huidobro, César Vallejo, Oswaldo de Andrade,

José Carlos Mariátegui, Jorge Luis Borges, otros, conocían profundamente el futu-

17 Paz Octavio, Los hijos del limo. Ed. Seix Barral, España, 1984, p. 17.

¡_
r
28

rismo italiano, el ruso; el expresionismo alemán; el surrealismo francés y de ellos

tomaron ese incesante deseo de experimentación y búsqueda formal y expresiva

que les permitió alejarse decididamente de lo evasivo, de lo exótico, de las imágenes

sonoras y musicales, y, acercarse reflexivamente a la caracterización de lo nacional o

no nacional; de lo argentino, de lo brasilero, de lo chileno, etc.

Así, llegó el momento, "en que estimulado, por el conocimiento de el otro, el artista

latinoamericano se mira a sí mismo y encuentra un rostro humano, por lo tanto,

universal en sus cantos y sus mitos, en las pasiones de la cotidianidad y en las

figuras de la memoria".18

1.2.3. Crítica, gesto y rebeldía

"Cada página debe estallar, sea por lo serio, profundo y pesado, por el torbellino, el

vértigo, lo nuevo, lo eterno, por la broma aplastante, por el entusiasmo de los

principios o por la manera de estar impreso".19

"Dadá protesta con puños contra toda lógica, creación, memoria, arqueología,

protestas y futuro".2o

Las dos citas anotadas nos permiten avisorar la importancia que el gesto, el tono de

los discursos vanguardistas conllevan. Ese gesto que para los dadaístas debía ser

una provocación frontal contra el sentido común, la moral, la ley o cualquier norma

establecida, es asumido por los escritores latinoamericanos para instaurar una

18 Bosi Alfredo, La parábola de las vanguardias latinoamericanas , En Las vanguardias


latinoamericanas, Ed. Cátedra, España, 1991, p. 20.
19 De Torre Guillermo, Las Vanguardias Europeas, Ed. Guadarrama, España, 1925 p. 28.
2oop. e·lt., p. 39. .
r

29

tendencia crítica a la acción poética con miras a la transformación de las estructuras

culturales y estéticas en vigencia.

El tono de intransigencia, rebeldía y crítica se constituyó en una marca característica

de un momento histórico que anunciaba él final de un trayecto y la instauración de

otro, en donde el mundo y la vida en general debían ser aprehendidos desde una

comprensión distinta, propia de la crisis y del desconcierto, en donde los panoramas

que se edificaban y los espacios que se construían revelaban una nueva

sensibilidad en concordancia con el momento histórico que se vivía. los medios de

expresión y los sentidos, en general, también eran invadidos por esa intolerancia,

característica del momento. Al respecto, Osear Collazos dice: "( ...) en las historias de

la literatura moderna no ha existido transición sin transgresión".21

Así mismo, ningún momento transicional de una cultura se escapa del tono furioso,

provocativo que asume en su intento por abolir el pasado e instawar una proclama

irreverente para el presente y el futuro. La beligerancia ideológica, la excentricidad, la

arrogancia, el desafío, la irracionalidad más desesperada, pero menos histórica, el

rechazo a cualquier norma expresiva son algunas de las manifestaciones de ese

gesto de rebeldía y crítica desaforada en un primer momento. En este escenario, el

deslumbramiento de las proclamas, de los manifiestos se contagiarán de esa

sensación de carencia e, inclusive, de cierto mimetismo cosmopolita.

En un segundo periodo, esta rebeldía se atenuará y permitirá la edificación de obras

personales de profunda significación para el lenguaje literario contemporáneo como

para el pensamiento latinoamericano de nuestros días.

2 1 Collazos Osear, Los vanguardismos en América Latina, Ed. Península, México, 1987, p.
14.
,
30

La tradición vanguardista hispanoamericana se conformó a partir de una retórica

agresiva, que aceptó formas diversas: desde aquellas que se empeñaron en un

esfuerzo de destrucción de toda tradición estética, el mismo que pasó por el anhelo

de construcción y reconstrucción de dicha retórica para representar un imaginario

cultural diferente a partir de la liberación de la capacidad de la fantasía, presentes en

el discurso de Huidobro, hasta la reivindicación del momento, del estallido, "explosión


,;

que dura lo que dura y luego se agota",22 del estridentismo. O los planteamientos

borgianos de redescubrimiento de su ciudad natal, del lenguaje argentino y del

criollismo de su primera época.

Si bien, el tono de provocación del gesto vanguardista europeo disminuyó en

América Latina, por otros caminos, intentó ser el fundamento para el análisis de las

estructuras culturales vigentes; buscó ser coherente con la lógica de cambio, aunque

en muchas ocasiones, las manifestaciones políticas no la entendieron así.

La crítica vanguardista debe ser entendida como aquella capacidad de hacer que una

estructura entre en crisis, a través del cuestionamiento de sus códigos y de los

procedimientos que dicha estructura plantea como organizadores de un nuevo canon

estructural y estético.

Esta crítica encuentra en los efectos que el humor, la parodia y la ironía producen sus

herramientas más eficaces para denunciar un sistema que aquejaba síntomas de

artificiosidad y retraso.

Este gesto recurrente en las corrientes vanguardistas de la época aboga por unos

procesos capaces de proponer otros espacios para la poesía, el mundo, sus

22 Jitrik Noé, El estridentismo en la obra de Maples Arce , En Revista Eldorado, Buenos


Aires, 1995, p. 35.
r
31

relaciones, los poetas atravesaban por circunstancias específicas que hablaban de

relaciones conflictivas y que debían ser expresadas de maneras también distintas.

En este sentido, el lenguaje, sus constantes y renovados juegos, la ironía, la

hilaridad se convertirían en los instrumentos idóneos para abrir esos caminos de fuga

que permitirán la desacralización de la poesía.

"
El tono de rebeldía se erige, entonces, como uno de los ejes centrales que abre el

escenario de la creación poética a otras esferas, a la transgresión, a la simultaneidad,

al juego verbal desafiante, a la irreverencia de toda posible expresión sublime del

lenguaje.

Los diversos tonos que acompaña a la tradición poética vanguardista dependerán de

la configuración que cada uno de los escritores logre. En unos casos, la crítica será

ácida, y hasta mordaz; en otros, la levedad de ese tono será su consigna.

Cuando lo mordaz desaparece, el juego intenso de las palabras, de las estructuras

de los recursos se potencia como los ingredientes básicos de ese espíritu crítico que

ve en la ruptura con el pasado su meta inmediata.

1.2.4. El lenguaje: el espacio para la renovación total

Los lenguajes vanguardistas plantean dos interrogantes fundamentales: la primera

relacionada con la acción de representación de los discursos, en cuyo caso la

pregunta sería ¿cómo el discurso se representa así mismo?; y la segunda: en ¿qué

medida, el lenguaje se convierte en el traductor de esa voluntad de cambio que

reinaba en el ambiente?
r 32

Para resolver estas interrogantes intentó la creación de nuevas estructuras verbales

capaces de engendrar términos nuevos, procedimientos significativos renovados y

concibió a la creación verbal como la configuración material de objetos.

El lenguaje trabajado en todas las formas, sujeto de experimentaciones y búsquedas

plantea una toma de conciencia del acto de creación y, más concretamente, una

concientización de la escñtura misma.

El lenguaje trabaja fundamentalmente en tres esferas de la creación poética: la

experimentación del verso, la reestructuración de la sintaxis que supone la

fragmentación de la frase, procedimiento que expresa una tentativa por implantar una

acción yuxtapositiva de los términos, en un discurso de elementos y la presencia de

un principio de montaje proveniente de la influencia que ejerciera la modernidad

técnica y, más concretamente, la revolución de las comunicaciones.

Pero, además, la escritura es tratada como un instrumento cuyo eje de realización es

el espacio y, por lo tanto, debe ser pensada como un factor visual, cuyos

significantes, los dibujos que va creando, deben ser interpretados.

El lenguaje potenciado al máximo nivel no intenta revelar una relación directa con la

realidad, ni busca ser la expresión de una emotividad personal e individual. El

lenguaje es para la tradición vanguardista el instrumento de expresión de una

colectividad, de un Continente que tiene mucho que decir y que, sobre todo, cuenta

con los recursos para expresarla.

Así, introducen una retórica en donde las frases concebidas para el discurso y la

oratoria desaparecen; el adjetivo rimbombante o grandilocuente brilla por su ausencia,

descoyunta el léxico dotándole de plasticidad y movimiento. Se impuso un estilo


r 33

cinemática por la torrencial secuencia de imágenes; en otros, el tono narrativo

buscaba instalar la reflexión. El punto y coma propio del estilo interminable es

sustituido por el punto seguido, por tanto, sentencioso. Las palabras graves fueron

reemplazadas por las esdrújulas y las vocales por las consonantes. Creían en la

magia de las palabras, en su alquimia reveladora de mundos.

·'
Los recursos tipográficos, el principio de montaje y la idea de que las palabras hay

que verlas más que oírlas se impusieron como contribuciones a la ruptura, al cambio

y a la novedad.

La libertad del verso, el culto a la imagen, la perfección y la experimentación se

pusieron al servicio de lo moderno: artefactos mecánicos, velocidad, técnica, la urbe

con sus rascacielos, túneles, avenidas son los organizadores de los motivos que

articulará el lenguaje. Pero, así mismo, el imaginario popular, lo rural, lo indígena se

apropiarán de las manifestaciones del paisaje americano de los mitos, de las

historias, de los sortilegios del sujeto cultural, de la geografía de la naturaleza

latinoamericana

El verso libre, las irregularidades métricas, la fragmentación de la frase, la polivalencia,

la ambigüedad, el doble sentido, los reiterativos juegos del lenguaje a través de

reiteraciones, de las anáforas son algunas de las transformaciones formales que

operan sobre el lenguaje.

El descoyuntamiento de la sintaxis, la exploración de las hablas excluidas del terreno

poético, los dialectos populares, los registros conversacionales, los prosaísmos, la

oralidad influyen en la actuación decidida de la escritura vanguardista.

·~·~-.... _______________________________
' 34

La separación de la noción de la motividad personal como inspiradora del lenguaje


permitió el ingreso de la palabrería del habla cotidiana. Las vanguardias propondrán

que la solución no radica ni en la utilización de un lenguaje puramente cotidiano, ni de

un lenguaje puramente poético. La alternativa estaría en la instauración de una

literatura conversable, en donde la sinceridad, entendida como espontaneidad,

permitan que el ritmo del poeta y el ritmo del lenguaje se identifiquen; en un proceso

que busque autenticidad y comprensión ética con el lenguaje, y se erijan como

características centrales de dicha literatura.

Lo coloquial no es una directa transposición del habla: caben en él no solo Jos

giros corrientes del lenguaje, con sus frases hechas y sus refranes, las pausas

prosaicas, los vocablos verdaderos sino también, lo literario, los cultismos y aún

los tecnicismos. Lo usual y lo cotidiano del lenguaje no excluyen destellos e

intenciones propias de la poesía como tal{ ...).

El efecto consiste no en la suma de términos de la combinación sino en el

desplazamiento de una u otra: lo lírico se vuelve prosaico, lo artificial

espontáneo, lo raro familiar y la invención es igualmente válida. El poema

aparece como el espacio de continuas formaciones y transformaciones verbales,

es él, quien confiere, o, no validez poética allenguaje.23

Por estos planteamientos, muchos críticos de las vanguardias encuentran en estos

espacios la fuente inmediata de esas expresiones que años más tarde se

identificarán con la denominada "antipoesía".24

23 Sucre Guillermo, La máscara, la transparencia. Fondo de cultura Económica, México,


1984, p. 57.
24 lván Carrasco define a la Antipoesía como un tipo de poema que se lee en interrelación
con otro, con el que mantiene una relación tensa y crítica provocada por el absurdo y la
irrupción; puesto que su función es desacralizar la poesía, y, el mundo debe oponerse a la
tradición distorsionando sus formas expresivas y empleando toda clase de elementos
verbales para construir sus discursos.( ...). Es además, un tipo de poema escrito en oposición
a textos, discursos y géneros canónicos, prestigiosos y respetados, con los cuales primero
se identifica al reproducir su estructura discursiva y a los que, luego, destruye al darles forma
35

Las estructuras verbales y todo el aparataje regido por el lenguaje serán el escenario

privilegiado para la experimentación y la ruptura. La manera como cada una de las

zonas del lenguaje vanguardista sea tratado determinará los específicos estilos que

esa búsqueda de la diferencia asuma América Latina.

de parodia. Así mismo, el antipoema intenta desarticular, por el ridículo, tipos de discursos,
géneros literarios, valores, tópicos y elementos venerables, admirados y dignos de
respeto( ...). Para la antipoesía, el poema poseedor de su propia verdad, realidad extraña,
inviolable y definida por el misterio y la trascendencia es rebajado en un test al carácter de un
simple juego de preguntas y respuestas, sometido a la manipulación y arbitrariedad de
cualquier lector...
la antipoesía se erige como un proyecto que busca representar literariamente, la
imposibilidad estética de reproducir el arte tradicional en forma auténtica, es decir, la
imposibilidad del poeta actual de escribir poemas según las reglas poéticas convencionales;
la belleza a través del lenguaje, de los temas, de la expresión de valores; o la originalidad a
través de las estructuras textuales diferentes o de vivencias nunca antes experimentado o
expresada. En uEI antipoema de Parra: una escritura transgresora", Estudios filológicos No.
13, 1978, pp. 7-19.
r.
¡
.

36

CAPITULO 11
37

CAPITULO 11

RENOVACION Y AUTONOMIA, LOS FUNDAMENTOS POETICOS


DEL PRIMER CICLO ESCRITURAL VANGUARDISTA
DE HUGO MAYO

1. Su Universo Poético

Miguel Augusto Egas ( 1898-1988) es un innovador de la literatura de su tiempo

{década del 20) y el principal animador de las vanguardias en el Ecuador. Figura

misteriosa y legendaria que hace su aparición en la escena poética ecuatoriana,

transgrediendo con sus propuestas el canon vigente: el modernismo en su fase

epigonal y liberando al verso de las formas rítmicas, métricas y retóricas de los

moldes para entonces ya anquilosados.

El establecimiento crítico de la obra de Hugo Mayo tropieza con una dificultad básica:

no se ha realizado hasta la fecha un establecimiento preciso de sus textos, ni una

cronología de los mismos. Mayo, durante los primeros años de su actividad poética,

publicó muy poco en el Ecuador, y siempre en revistas y periódicos de restringida

circulación, lo cual dificultó el acceso a su obra y más aún su conservación. Así

mismo, no se recogió su producción poética en un volumen concreto y debió


38

esperarse a la década de los setenta para que amigos y simpatizantes iniciaran el

rescate de su dispersa obra poética.

Una de las tantas anécdotas que circulan en tomo al escritor, explica en cierta forma el

por qué el autor no pone énfasis en publicar sus obras. Hacia 1921, envió un

poemario a una imprenta de Guayaquil para que lo publicaran, debió llamarse "El

zaguán de aluminio", pero por causas no precisadas: (antipatía, celos), el manuscrito

desapareció. Este hecho llena al poeta de temor al sentirse inmerso en un proceso de

marginación al que estaría sometido siempre; así lo expresa en una de sus

participaciones orales: "Creí necesario dar a la publicidad mis primeros poemas. Pero,

¿cómo lograr la finalidad en un medio hostil a las nuevas formas líricas, desposeídas

de la preceptiva de la época? ¿cómo hacer entender que la rima solo constituía el

espejismo de un neoclasicismo convencional para seducir el gusto artístico de ciertos

jóvenes y niñas de decadente romanticismo? Fue imposible lograr aquello e imposible

también, hacer entender la finalidad de mis poemas. Solo en pequeños círculos de

amigos eran leídas mis producciones; y, gracias al don de la benevolencia gustaban,

naturalmente, por lo sugerentes y atractivos" .1

Juan Sadatty Saltos en un artículo publicado en el diario El Telégrafo de Guayaquil

habla de una de las maneras peculiares que tenía el poeta para difundir su obra.

Siempre tuvo presente a sus amigos de todas las edades, le gustaba

hacerles llegar su calor. Por el Año Nuevo sabíamos que una linda ta~eta

con un poema-pensamiento de Hugo Mayo nos llegaría sin falta:

"Rosadas Pascuas/Azul Año Nuevo... "." ... dejad eternizar a los luceros/

jaula de niebla los encierra" ... "pasó como el viento por la espalda/ y no

1 En Rv. Cuadernos del Guayas auto de fe del poeta Miguel Augusto Egas, Guayaquil,
marzo 3, 1966, N2 20, 2da. etapa.
r
t 39

pudo encontrarse en el espejo/luego caminó descalzo con zapatos/ pudo

ver la distancia como un sueño( ... ).2

A este miedo inicial y a la difusión reducida de sus poemas deben sumarse

acontecimientos de orden político y estético que le llevaron a no buscar

ansiosamente la publicación de su obra en el país. Así lo dirá el poeta cuando afirma:

"Los acontecimientos< de orden interno>, que dijéramos usando términos de política

oficial, me obligaron a lanzar mi mensaje fuera de la órbita literaria de mi país, que

sinceramente me asfixiaba. En tal virtud envié mis producciones al exterior"3. Se cita

Montevideo como el país de América Latina en donde más se le nombra. 4

Además, debe tenerse en cuenta sus convicciones artísticas; para el poeta lo impor-

tante era hacer poesía y no reflexionar o teorizar sobre lo que estaba haciendo, por

ello "nunca puse un especial interés en obtener la publicación de mis libros", dirá Hu-

go Mayo, en la última entrevista que en vida concediera a Canos Calderón Chico.s

Su afán experimental, su sensibilidad por exaltar lo nuevo, su rebeldía le convertirán

en un poeta marginal, en un exiliado de las publicaciones nacionales; pero él, irreve-

rente y tenaz, inicia un viaje a través de la palabra y el pensamiento latinoame-

ricanos rompiendo las fronteras de la nación y del estado para acoplarse certera-

mente a los decires y a la praxis poética de las voces más lúcidas de América Latina.

Su proceso de creación se inicia aproximadamente hacia 1919; de datos en torno a

su vida se desprende que tenía una amistad entrañable con Medardo Angel Silva, y,

2 Diario El Telégrafo. abril14, 1988, Guayaquil.


3 En Rv. Cuadernos del Guayas,auto de fe del poeta Miguel Augusto Egas, Guayaquil,
marzo 3, de 1966, N11 20, 2da. etapa.
4 En Rv. Páginas Selectas, Hugo Mayo i su significado en la vanguardia literaria de América,
Guayaquil, Abril- Mayo, 1930 N2 63.
5 En suplemento Semana N!1132, Guayaquil, enero 26, 1997, p. 7.
r 40

a su muerte, le dedica un poema en donde expone ya, los elementos, tanto de cos-

movisión como de su retórica, que le separan de Silva. Desde esta publicación, la

trayectoria poética de Hugo Mayo estará marcada por los postulados vanguardistas

que instalaban su presencia a partir de las nociones de lo nuevo, la ruptura, la liber-

tad, la autonomía del arte y más concretamente, de la poesía; la presencia de ele-

mentos cotidianos y por ese afán de cosmopolitismo que Mayo no rehusará

expresar.

Este universo poético al que nos referimos incluye cronológicamente a poemas

publicados en tres etapas que pueden sintetizarse: primera etapa configurada por

poemas publicados entre 1919 y 1933; la segunda, por aquellos poemas que

aparecen entre 1952 y 1972; se incluiría en este grupo dos poemas que"Liegan las

primeras lluvias" aparece en 1943 y "Mar Ancho" en 1944; y, la tercera etapa, la

conformarán todas aquellas publicaciones que han sido oficializadas por el

reconocimiento de una u otra Institución y que se difunden como la obra

representativa del autor. Esta última etapa incluye varias obras registradas desde

1973, fecha en que se publica un breve folleto "El Regreso" hasta 1992, fecha en

que ve la luz " Puño en alto".

La clasificación que proponemos obedece a dos criterios: el primero, vinculado con la


fecha en que fueron publicados los poemas en las distintas revistas del país, y la

aparición de las distintos poemarios. Esos grupos comprenderían de 1919 a 1933, el

primero; el segundo de 1952 a 1972; y el tercero, de 1973 a 1992.

El segundo criterio tiene que ver con la presencia de ciertos rasgos estilísticos

recurrentes que caracterizan las distintas etapas propuestas: así, en la primera etapa

predomina un proceso experimental presente en las distintas esferas lexical, semán-

tica, morfosintáctica, temática que le posibilitan una movilización de las estructuras


41

tradicionales del verso. De esta manera, procedimientos como la espacialización, la

construcción de imágenes, la fragmentación de la frase, la presencia de lo absurdo, la

desreferencialidad, el juego metafórico, la ironía, el antilirismo serán algunos de los

aspectos que Mayo desarrollará en su primer periodo.

En un segundo momento, destacará la consolidación de la imaginación, para lo cual


'
fusionará elementos rurales, cotidianos, nativistas con procedimientos surrealistas,

así, el mundo de los sueños, las visiones, el posicionamiento de la mirada, la instau-

ración del absurdo irán confeccionando un mundo regido por la imaginación, el deseo

y el predominio del lenguaje, no, por la participación activa de lo ético o de la lógica.

La tercera etapa en cambio, estará marcada por un proceso de búsqueda de lo

conceptual, en un recorrido que se ha marcado como meta la consecución de lo

esencial. Para este momento, los procedimientos de síntesis y elipsis intentarán

alcanzar dicho objetivo.

Caba sin embargo, aclarar que al interior de las distintas etapas poéticas que se

proponen pueden encontrarse subdivisiones. Así, por ejemplo, la primera etapa,

aquella que la ubicamos entre 1919 y 1933 presenta tres momentos: un primero

vinculado con la experimentación y búsqueda vanguardista; un segundo, de corte


nativista; y un tercero, de poesía signada por lo social.

En el segundo periodo: 1952-1972 se podría subclasificar los poemas publicados en

este periodo y agruparlos por elementos, rasgos y recursos que confeccionan

poemas o de tendencia vanguardista o de tendencia postmodemista. Poemas como

"Cineo, el labrador", o "Sepelio del papagayo K" estarían dentro del primer grupo

anotado; mientas que '' Susurro y son de un niño'' o "Para el agua una canción" se

ubicarían en el segundo grupo.


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¡
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42

El tercer momento de la clasificación propuesta, de 1973 en adelante, periodo en que

se se inicia un proceso de recopilación de la obra de Mayo y en el que se da a

conocer, aunque de manera desordenada, el mayor número de poemas,

caracterizados por la ausencia de un principio unificador.

Este trabajo se propone como objetivo central realizar una lectura interpretativa de la

órbita poética vanguardista de Hugo Mayo, intentando vincular su obra publicada

con aspectos de su vida que expliquen "esa necesidad vital de expresión del

poeta". 6 Pero así mismo, se remontará a su génesis y se establecerá una posible

cronología anterior a los textos oficialmente constituidos. Con este intento se buscará

construir una senda lo más precisa posible, en tomo a la configuración de los núcleos

vertebrado res de su creación artística y a los posibles sentidos que, en las distintas

etapas de su quehacer poético, se construyen. De este recorrido se obtendrá

además, ciertas peculiaridades que nos permitan confeccionar una fisonomía del

artista y determinar una ubicación concreta dentro de la tradición cultural poética

ecuatoriana y latinoamericana en general.

El trabajo medular de la poética de Hugo Mayo lo realiza con y sobre el lenguaje. Lo

·prioritario en su creación poética, es sin duda, el trabajo sobre la palabra y sus

posibilidades de expresión, los distintos procesos lúdicos y combinatorios que

permiten, quizá siguiendo la línea propuesta por Mallarme para quien la poesía no se

hace con ideas sino con palabras. Así, la tradición literaria ecuatoriana de la época se

renueva en sus bases; con su búsqueda y experimentación moviliza el verso e

introduce nuevos temas vinculados con el desarrollo de la modernidad; lo ejemplifica,

el título de su tan mencionada revista "Motocicleta"; el tipo de rotulaciones; los juegos

tipográficos, las renovaciones lexicales, la fragmentación sintáctica que emplea.

6 Op. Cit, p. 8
r 43

Pero el trabajo sobre la palabra y la disposición versal, no tendría el peso que tiene

si a ellos no se sumaría esa especial actitud del discurso poético de Hugo Mayo,

actitud discursiva marcada por el desafío, por la lucha para no dejarse asimilar y

aniquilar por los modelos a los que seguía y que eran propios de la creación artística

de la época, en Europa e Hispanoamérica.

Estamos frente a un discurso poético en búsqueda constante, en un ensayar de

modelos permanente, en un ejercitar anárquico, en el tratamiento de los espacios y la

disposición de los versos de sus primeros poemas, o, de esa sugerencia metafórica

e imaginista y, a veces, conceptual de sus ciclos posteriores.

El trabajo con y sobre las palabras, el tono de rebeldía, la búsqueda y la

experimentación integran elementos de distintas realidades: la geometría; el cosmos;

el mundo de los números que irán tomando formas simbólicas, figuras que entran en

contacto con el mundo de lo cotidiano, lo religioso; la multiplicidad de tiempos, lo

erótico, lo esotérico que dejan al descubierto el mundo interno del poeta y revelan un

proceso que intenta la expresión de su ser en el mundo por medio de la acción

potenciadora y lúdica de las palabras.

Nos enfrentamos a una palabra desgarrada, fuerte, cotidiana, que se entremezda con

maestría en la forma vital del verso y que propone sentidos cargados de una sutil

ironía

Por supuest<>, debemos aclarar que este trabajo y esta actitud no están presentes

en toda el corpus de su obra. Pero sí lo están en un número suficiente de dicho

corpus para afirmar que con ellos, Hugo Mayo, marca uno de los caminos de la

renovación estética y cultural de la literatura ecuatoriana en lo que va del siglo veinte.


44

La subjetividad que intenta construir Hugo Mayo está ubicada en un proceso de

reconstitución de la experiencia vital del hombre que supone una nueva distribución

geográfica, una nueva concepción de los espacios y del cosmos, motivada por los

embates de los procesos modernizadores, pero también, por una cosmovisión propia

del hombre latinoamericano y ecuatoriano específicamente.

¿Cómo logra plasmar esa tarea de reconstrucción vital en el terreno de la poesía?

Pues considero que sobre un principio de libertad extrema en la forma, en los

referentes que a las palabras les otorga, en las asociaciones de imágenes que va

construyendo, y que se vinculan con el valor trascendente del metro libre concebido

al calor del ritmo interior. "Prescindir de la rima dirá el poeta, es saber andar sobre la

cuerda floja sin el balancín" .7

El espacio sobre el que trabaja lo compara con el mar, por las posibilidades

inusitadas de manifestación; el instrumento, la palabra desnuda de referentes; el

ejecutor, el poeta que con una gran capacidad vital y con una magnífica destreza de

acróbata las irá rellenando con los significados que requerirá en la medida en que las

olas de la invención avanzan. El resultado: estridentes asociaciones, imágenes

insólitas que irán configurando un "mar de hallaz.gos metafóricos"B y construyendo

una subjetividad diferente, cósmica e individual a la vez.

El tono que mostrará en las distintas esferas por las que transita será de una

inagotable rebeldía: innovación, desconcierto; búsqueda minuciosa al interior de su

propio discurso.

7 En Rv. Cuadernos del Guayas, auto de fe del poeta Miguel Augusto Egas, Guayaquil,
marzo 3, 1966, N2 20, 2da. etapa.
8 Op. Cit., p. 20.
t
l
45

Esta rebeldía no asume una actitud negativa o pesimista es, más bien, una postura

existencial, lúdica, a ratos sarcástica, irónica, que aspira llegar a los orígenes mismos,

retomar a la génesis de las formas o como diría Octavio Paz, a la alquimia de las

palabras, de los seres y de las cosas para a partir de esta experimentación

confeccionar otros espacios que den cuenta de las nuevas posibilidades expresivas

de la poesía.

Pero, estaría incompleto el panorama que presentamos si no se alude al espíritu

lúdico que acompaña reiterativamente a los textos poéticos de este autor. Espíritu

que se carga de una dosis elevada de crítica hacia los estamentos sociales y

estéticos vigentes.

El poeta juega con las palabras, se ríe con ellas, ironiza, se burla, y con este hecho,

quita a la poesía ese tono solemne, trascendental, melancólico, muy propio del gusto

modernista y postmodernista.

Con este juego constante, Mayo desacraliza la poesía, la pone en duda, rompe los

lineamientos de la exclusividad poética y la vincula con otros tipos de lenguaje: el

cinematográfico, el periodístico, el técnico, el cotidiano, etc. Introduce así, una

novedad sin precedentes dentro de la tradición poética ecuatoriana.

2. Giros y concreciones de una ruptura necesaria

Este periodo está marcado por el deseo de renovación idiomática y de un

cosmopolitismo que, iniciados como aportes centrales del modernismo, resultaron

insuficientes para revelar un proceso de modernización que se estaba gestando en el

mundo y en el arte. El tono de dicho proceso va a tener fisonomías diferentes, y, el

Ecuador, pese a su incipiente proceso, va a encontrar en el trabajo de Hugo Mayo


T
¡
r
46

un camino decidido para generar esa transformación y modificar sensiblemente los

parámetros de lo que había sido hasta entonces la creación poética en el país.

Cabría en estos momentos preguntarse: ¿Cómo propone Mayo esa renovación?

¿Cuáles son los caminos que elige? ¿Cuáles las técnicas y los recursos que utiliza?

Su eje central va a ser instalarse sobre el lenguaje y establecer un proceso

revolucionario en la estética vigente. Así, frente a los castillos de Versalles, nomos,

hadas, a los ambientes nocturnos, crepusculares, al dolor, a la melancolía entendidas

como tragedias personales, emergerán los objetos cotidianos, las formas

volumétricas, los signos matemáticos o geométricos. El lenguaje de cadencias

sonoras, de formas elegantes y aristocráticas será sustituido por las formas de un

lenguaje técnico, numérico, simbólico, etc. Todos los recursos posibles estarán

destinados a una ruptura decidida contra aquellas formas modernistas que, de tanto

repetirse, imitarse y copiarse, habían dejado de significar o se habían integrado ya al

caudal de lo prosaico y sin novedad.

Para alcanzar su propósito: (insurgir contra el modernismo) pondrá en marcha todo un

mecanismo de búsqueda y experimentación, que a mi manera de ver, se centra en

tres campos:

El primera, reviste un trabajo minucioso sobre las palabras, un accionar que busca la

"disolución del referente"9, entendido como un proceso que establece el distancia-

9 Schwartz Jorge, emplea la expresión" disolución del referente" para referirse a ese
proceso brusco que instaura las vanguardias en un afán de búsqueda formal que aspira a
romper decididamente la relación que establecen objeto y referencia. El principio de
desreferencialidad no es una novedad americana, sin embargo, el contexto americano es
otro, con especificaciones propias, que dotarán a los signos que de ellos surjan, matices
peculiares y propios en la construcción de sus sentidos. Las vanguardias latinoamericanas:
textos programáticos y críticos, Ed. Cátedra, España, 1991, p. 13.

1
T 47

miento entre la palabra y el objeto que designa; convierte a las palabras en su

instrumento idóneo para revelar sus inquietudes literarias y vitales.

El segundo, la actitud que imprime tanto en la construcción de su discurso poético:

anárquico, rebelde, a veces incluso, violento, cuanto en el gesto personal con el que

transita el poeta en su decurrir por la escena literaria del país.

El tercero, el espíritu lúdico que se obtiene del trabajo con las palabras y de la

presencia de esa actitud rebelde, anárquica. Así, la trama del mundo es sustituida por

la trama del lenguaje y, en este proceso, el juego verbal se convierte en un acto

mágico, regido por una extrema arbitrariedad que propicia la apertura del lenguaje

para establecer relaciones con diferentes esferas de la realidad. Invita al escenario

de la poesía a diversos espacios, a múltiples temporalidades, las mismas que

contribuyen a la proliferación de significados, y, a la ambigüedad semántica.

Estos tres aspectos están regidos por un principio central: la autonomía artística que

se relaciona con la vida social, política y económica del Ecuador en la década del

veinte, periodo que exigía giros y conversiones radicales, que auspiciados por un

proceso de modernización que, aunque incipiente había movilizado todo el aparato

burocrático y estatal del país y que de hecho estaba construyendo una nueva forma

de entender el mundo, los saberes, la sociedad, y la cultura.

El arte, por su parte, debía revelar esos cambios, y, la forma más adecuada de

hacer1o era reprobando las distintas esferas del quehacer artístico: el vocabulario, la

morfosintaxis, el nivel fónico y, por supuesto, la construcción de los sentidos. Pero

así mismo, instalando los aportes del quehacer artístico propuestos por el dadaísmo,

corriente que expresa:" la obra de arte debe ser concebida como un objeto autónomo

y el lenguaje como un fin en sí mismo"; y " que lo básico era, "el Gesto, ya que este
48

va más allá de la expresión artística"1 o. Se debe anotar, sin embargo, que el

acercamiento de Mayo a esta corriente no supone un seguimiento ciego a las

formulaciones dadaístas, por el contrario, asistimos a una reinterpretación personal

de los postulados dadaístas. El trabajo de desreferencialidad del lenguaje, la actitud

frente al discurso poético asumen una forma específica de manifestación, un proceso

personal en donde el autor llenará los distintos términos con los significados que

vaya requiriendo dentro del decurrir concreto y específico de cada poema.

Mayo no se quedará únicamente en esta corriente, tomará otros elementos: formales

(como los microgramas, la selección de segmentos estróficos, las frases sintéticas y

las expresiones de una sintaxis fragmentada) de otros ismos: futurismo, ultraísmo,

surrealismo, etc.

Mayo así lo entiende y lo expresa en los distintos poemas de la época, en los

cuales, a través de la renovación formal, intenta revelar también la ruptura con los

sistemas y modelos sociales vigentes. De esta manera, el proceso artístico, se

vincula necesariamente con la vida. Instaura una relación indisociable entre arte-vida;

entre la creación artística y la posición vital del poeta.

Los poemas de Hugo Mayo, en este sentido, son un punto de partida; pero también,

un punto de llegada, en donde el presente se elige como absoluto y se convierte a la

vez, en la fórmula que debe ser aplicada a la vida.

Así mismo, el gesto dadaísta, entendido como provocación al sentido común, será

asumido por el autor como un rebeldía formal y vital. Este intento de unir arte y vida

es asumido como la expresión de un humor sarcástico, desconcertante, como el

10 De Torre Guillermo, Historia de las literaturas de vanguardia, Ed. Guadarrama, Madrid,


' 1965, p. 319 y SS.

1
49

deseo de mofarse de un público ingenuo y desconocedor de los cambios que se

están gestando.

Este principio de libertad que se construye con la noción de la obra de arte como

autónoma, supone dirigir la creación poética con los principios de una libertad

creativa que no pretendía únicamente el cambio de temas, de imágenes, de léxico o

de formas retóricas, sino más bien, establecer un principio capaz de negar todo el

aparato creativo vigente. Entendiendo con el término "negar'' un proceso de supera-

ción de elementos que por su caducidad o reiterada presencia perdieron la capacidad

de expresión e impresión significativas.

"Dar forma libremente, pensar libremente, expresar libremente. Este es el legado

verdaderamente radical del espíritu nuevo que las vanguardias latinoamericanas

transmitieron en sus respectivos contextos nacionales".11

De esta manera, el principio de libertad que imprime Mayo en la creación de su obra

sigue una secuencia de acciones que se inicia con la ruptura del orden estético-social

en vigencia. En un segundo momento, selecciona aquellos elementos que le permiten

ampliar los espacios de sentido y crear una opción renovada, propia y vital.

Si bien no crea con su actividad poética un nuevo "ismo" vanguardista, da una

versión particular de la corriente. En este sentido, coincidimos con lván Carvajal,

quien al respecto afirma:

(... ) Es indudable que con todo ello (los diferentes recursos de la retórica

vanguardista), Mayo no propone una nueva vanguardia, un nuevo


¡
¡
\
1 1 Bosi Alfredo, La parábola de las vanguardias latinoamericanas, en las Vanguardias

l Latinoamericanas, Jorge Schwartz, Ed. Cátedra, España, 1991, p. 17


50

"ismo", ni se adscribe a una de las múltiples propuestas del momento.

Incorpora elementos dadaístas, futuristas, ultraistas, pero ni se adscribe

de manera total a una corriente vanguardista ni proclama manifiestos.12

Es significativo el hecho de que Mayo escribiera un poema dedicado a Medardo

Angel Silva y más concretamente a su muerte y que lo leyera el día de su entierro,

esto es, 1919. Con este poema rompía definitivamente los moldes y la retórica

modernista practicada por Silva.

Este poema trabaja con elementos vanguardistas: líneas poéticas conformadas a

partir de procesos sintéticos, en donde la rima brilla por su ausencia y en cuyos

espacios la subjetividad está construida a partir de la mezcla de elementos cotidianos

provenientes de distintas esferas: quevedos, canon, avemarías, pentágonos,

pirámides, etc. Esta fusión habla ya de un proceso de búsqueda y reconfiguración de

los espacios poéticos, en donde el juego, el doble sentido, la ironía han sido

invitados para instaurar ese necesario giro que la sociedad debía ejecutar si quería

modernizar sus espacios.


1
J
Los distintos elementos que se vinculan en el poema producen una atmósfera

marcada por una tendencia existencial, vital; por un tono de rebeldía y un jugar

1 reiterativo de inusitadas proporciones. Así lo sentimos en el mencionado poema:

Ahora

el romboide de tu vida

en el lago de la muerte

12 Carvajal lván, Hugo Mayo: El primer vanguardista y el poeta del silencio, Inédito,
Universidad Andina, Subsede Ecuador, 1997, p. 25.
51

Las paralelas de tu camino

fueron curvas cerradas

La asimilación vida-muerte en el espacio poético está representada por medio de un

juego geométrico inconcluso, en donde tiene cabida lo inalcanzable, lo

incomprensible, lo absurdo: los rombos, las curvas, los ángulos, junto a la vida, al

lago, a la muerte, a Satán y a Baudelaire, en donde conviven sin problema el amor,

el odio, la luz, la obscuridad; en donde, además, se puede hablar al mismo tiempo de

amor y de revolución; de magia y de libertad; de arte y de pueblo. "Todo el mundo

está allí, quieto, iluminado maravillosamente en el vértice estupendo del minuto

presente", dirá Noé Jitrik al analizar la obra de Maples Arce.13

El espacio de la poesía se ha convertido para Hugo Mayo en el lugar idóneo para

dejar claro testimonio de ese proceso de cambio necesario que se está gestando.

El poema plantea un doble final: la muerte del amigo, Medardo Angel Silva; y la

muerte del canon estético vigente, el modernismo.

El poema enuncia claramente la intención del artista: romper con la tradición

modernista de la época y qué mejor momento que un acto público: un funeral y qué

mejor oportunidad: la muerte de un poeta-amigo que había trabajado decididamente

con la estética modernista.

Ya tu palabra rimada

en un cuadrado de poesía

13 Jitrik Noé, El estridentismo y la obra de Maples Arce, Eldorado, Rosario-Argentina, Revista


del Centro lnterdisciplinario de Literatura y Cultura Argentina y Latinoamericana, Año 1, N2 1,
1994, p. 35 y SS.
r
1
52

~ Dormías circunferencias
t azabache

1 en el poliedro del absurdo

1 Y tu pirámide

l cayó en 21 pedazos

en 21 después para siempre

(... )

Expresará en otra parte del poema

Baudelaire te espera

con un pentágono

de Fleur du mal

La muerte del poeta está ligada a la influencia que ejerciera uno de los grandes

simbolistas de la época, Baudelaire, y quien mejor que él para recibir a Silva en esa

nueva trayectoria que iniciaba.

Las últimas líneas poéticas son contundentes se trata de una superación definitiva

de una práctica artística, pero a la vez, es una extraña manera de despedir a un

amigo. Las líneas poéticas dicen:


1
t También

por las cotangentes

que te abandonaron

Por los cuerpos volumétricos

A tu memoria

Amén
r
¡
¡

'
~
53

! "Cotangentes" que no alcanzaron a configurarse en el terreno poético de Silva, que

le "abandonaron" dice Mayo. Por esos poemas sin formas volumétricas y por su

"memoria" como amigo y como escritor, Hugo Mayo, propone un " Amén" rotundo y

definitivo.

La renovación idiomática se hace presente cuando las palabras, las formas poéticas

y los elementos convocados se refieren a una pluralidad de sentidos, a tiempos

disímiles a esferas del accionar modernos. El deseo cosmopolita se revela cuando el

proceso de ruptura no delimita fronteras ni regionales, ni nacionales; y cuando la

intención del artista busca llegar de una subjetividad que afecta a la humanidad en

general y no, únicamente, a la del poeta, a la de una corriente.

Esta subjetividad proveniente del deseo de cambio afectará a las esferas de una

cultura cuyo proyecto intenta representar las más sentidas formas del convivir

humano de un continente en un momento histórico concreto.

El trabajo sobre las palabras, el tono de rebeldía y el juego de sentidos y de formas

se irán sintiendo con mayor radicalidad en los poemas que continúan la trayectoria

poética de este autor.

1
t Por las razones siguientes: el mensaje del poema, el tipo de elementos formales, el
J
1 tipo de léxico, el juego comparativo vida/geometría, vida/actividad poética hemos

l planteado que este poema puede ser cronológicamente ubicado en 1919, fecha en

t que definitivamente Hugo Mayo iniciaría su recorrido por las vanguardias.


t
1
Su trayectoria poética continúa con la aparición de los poemas: "Nocturno Celeste",

1 "Bujía polar""Visión de esquina," "El Zaguán de aluminio" publicados hacía 1921.

L "Croquis de abismo", "Mediodía", "Fluvial," "Cinema," "Oda gaseosa", ''Alba",


54

publicados hacia 1922. "Jardín de Noviembre", "La Noche de las estrellas", "Mercado

de manzanas", "Milagrería" publicados hacia 1925. "De Kadzu", "EI"Otoño de los

misterios", "Desiree Lubowska", "El Farol de medianoche", "Polo Sur", "Tarde de

aldea 11, publicados hacia 1926." Trote de mar", "Poema sin título","Poemas machos",

"Canto al montubio" publicados hacia 1927. "Loa al montubio", "Poemas de la

revolución 2", publicados en 1928. "Poema de la revolución 3" publicado hacia 1929.

"Definitivamente" "Poema de la revolución 1" publicados hacia 1930. "Poema de la

revolución 4 " publicado hacia 1933.

Poemas publicados entre 1919 y 1926 servirán de corpus para analizar las

características vanguardistas de este primer periodo escritura! de Hugo Mayo, ya que

los poemas publicados entre 1926 y 1933, formarían parte de los dos grupos que

hemos planteado anteriormente, y que se organizan en tomo a las denominaciones

de: poesía nativista y poesía social, respectivamente.

3. La espacialidad poética

El trabajo sobre la espacialidad que supone la configuración del texto poético al

interior de la página y cuyo sentido de composición proviene del deseo vanguardista


J · de interrelacionar las artes y erí este caso, concretamente; vincular pintura y poesía,
!
i propone, entre otras cosas, pensar al poema como un espacio configurado para ser

l ser visto, y, solo en un segundo plano, para ser ser leído.

1
f En este sentido, la espacialidad poética se convierte en un recurso formal que se
1
manifiesta en las distintas maneras en que se distribuyen los segmentos versales y
!
¡ las palabras al interior de la página. Con cada movilización que se realiza en un

1-
t
{" poema subyace una intención precisa de su autor. La espacialidad como recurso
55

formal rompe con la linealidad y la cronología del verso, y de esta manera, convierte

al poema en un espacio en donde pueden convivir fuerzas simultáneas.

En la obra poética de Mayo, este juego espacial lo encontramos, por ejemplo, en el

poema "La Oda gaseosa", cuando ordena una de sus estrofas de la siguiente
manera:

La telepatía de las calles


en un films

por$ 0,20

en los café

de

penumbras

mientras la orquesta

en su biología

sueña

el X capítulo

del

GENESIS

,t O cuando en otro parte del mismo poema distribuye las líneas poéticas, así:

l Los espejos

son una

mercuriografía

de geroglíficos

atléticos

solubles al tacto
56

También está presente este juego espacial en el poema "Bujía polar" cuando las

estrofas del poema aparecen con espacio doble entre una y otra línea poética y

entre una y otra palabra. Así:

Palúdicas

las rosas polares viudas

Llega el ritmo Ngaljakh-muizi

El el poema "Alba" encontramos el siguiente ejemplo:

Puntos centinelas

se cierran

nostálgicos de sueños

en tanto la alegría

pasa rompiendo los cristales

lt de una vida en

ALPHA

1
:.
Rota la linealidad y cronología de los textos por acción del juego de espacialidades,

1 las frases, las palabras adquieren otra función; los sentidos por su parte se rompen
.
i
~
l requiriendo en este momento que el lector proponga un proceso de lecturas y
¡
J relecturas que posibiliten el desciframiento de las figuras que han sido construidas por

los movimientos versales, por los fragmentos sintácticos, por los espacios en blanco,
1 por los silencios que van apareciendo en los poemas.

1
~ Dentro de este juego de movimientos y espacialidades aparecen variaciones
r
tipográficas: tipos de letras, tipos blancos y oscuros, juego de caracteres minúsculas

1_ y mayúsculas en indistinta colocación. Así mismo, muchos de estos recursos


57

aparecen mezclados en negrita y en mayúscula, a más de la fragmentación del verso,


en un mismo poema. Así:

Tipos de letra:

Va de prisa

el pan nuestro de cada día

(Alba)

Tonos e intensidades:

árboles como señales de algún crimen inerte

sentían la nostalgia de los días rubios

como una paradoja de Honegger

{El farol de medianoche)

Uso de mayúsculas en líneas poéticas completas:

Con llaneza lo llamé:

EL ZAGUAN DE ALUMINIO
¡
t (El zaguán de aluminio)

1'
t Uso de mayúsculas al inicio de distintas palabras y colocaciones diversas:
t

Agni en las Ondas Hertzianas

fecundiza el Sistema Planetario

Bailarinas con colorete de lngran


58

Close revive en un PATE DE FOIE GRAS

para una escuela de Aviación

(Cinema)

Las Focas tienen su

DANZODROMO

(Bujía polar)

FE DALA

UN CISNE

Un cirrus

aterrizado

Una burbuja

de éter

(Visión de esquina)

Dentro de esta espacialidad como recurso formal de la poesía aparecen, números y


1 signos aritméticos con la finalidad de producir una nueva y especial amalgama de

1 dibujos verbales, signos sucesivos, y simultáneos tanto espacial como temporal-


f mente que vuelven mucho más compleja la composición del texto.

La presencia de los signos aritméticos se encuentra por ejemplo en "Oración por la


muerte de Medardo Angel Silva" cuando se refiere a "21 pedazos" o "21 después"

para referirse a la edad en que se suicida el poeta. O, cuando dice: "32 recortado",

para informar el calibre del arma con la que se suicida, Medardo Angel Silva.
59

Así también cuando expresa: a "$0.20" de dólares por una film o cuando designa al X

capítulo del Génesis o a la matrícula No 33 de la facultad de la CIRUGIA DENTAL, o

a las 7 horas y 1/2 de viaje, o, el año en que publica "Oda gaseosa", MCMMXXII.

En otros poemas utilizan referencias numéricas en "Cinema" dice 50 dólares, a Jos 3/4

o 4/5 partes en que se descompone el globo terráqueo.

En un poema, sin título publicado en 1927, hablará de las "2 de la tarde y en el

poema "Milagrería", empleará los números del 1 al 12 para separar los segmentos

versales del poema.

Recurre, además, a nombres propios que son posible registrartos en los siguientes

poemas: en "La oración por la muerte de Medardo Angel Silva", el nombre del poeta;

en "Bujía polar" se habla del ritmo "NgaiJakh Muisi; o en "El Zaguán de aluminio", el

t nombre Slavo Nino Amonolik; en "Mediodía" se refiere a Copémico, a Diana; en


t
"Croquis de abismo" habla de la Cordillera de los Andes; en "Visión de esquina"
1
recurre a nombres de mujeres: FEDALA, ANNIE o; en "Desiree Lubowska" a la
t
bailarina de este nombre.
1
&
@

t Otra marca tipográfica que es posible encontrar en los poemas de este ciclo poético

es la presencia de dedicatorias de los poemas o distintas personalidades de la


11 época, elemento que está marcado por un tono más intenso (negrita). Así por ejemplo

t en el poema "Visión de Esquina", la dedicatoria dice: A "Antonio Bellolio clínico

de la línea" o en el poema DE "KADZU", que lo dedicó: A "Norah Large".

Pero la importancia de la visualización de la página está en relación directa con esa

otra concepción del espacio poético como un lugar en donde convergen distintos

1 lenguajes: el periodístico, el técnico, el arquitectónico, el cinematográfico, otros. En

1 este sentido, no podemos obviar la importancia que tiene la presencia de los mass
60

medias, la variación tipográfica de los periódicos en la revolución perceptiva de la

escritura y que de hecho a través de los vanguardistas llega a los terrenos de la

poesía en el sentido que lo propone Marshall Mclujan: "La gran prensa, sobre todo a

partir de la invención del telégrafo y de su influencia, bajo la forma de un

caleidoscopio de noticias, en el estilo y la presentación de los diarios se aproxima

más a la cultura oral que no es lineal sino sinestésica, tactil y simultánea". 14

Así, en el poema "Oda Gaseosa" del cual Mayo afirma:

Así, conocido en Europa y desconocido en mi patria, publiqué dos

poemas definitivamente desconcertantes ... Oda Gaseosa, publicado en la

revista Philelia de Cuenca, que dirigía ese poeta de grata recordación

Rapha Romero y Cordero; y Gesta 40 H. P ... Estos poemas, en

necrópolis revolucionaria, dieron sepultura a los poemas que tanto gustan

a lectoras de enfermizo romanticismo dieciochesco".15

Se puede notar que aparecen, sucesivamente, en el mismo espacio y en un mismo

tiempo diversas realidades de lo más heterogéneas: Saturno, el Génesis, cuerpos

aerométricos, el baño de la luna, el hermes de praxíteles, la cirugía dental, el

thymephenol, los bars de gelatina, la nike, las estrellas, los asientos de peluquería, el

farol chino, etc. Todos ellos objetos y elementos presentes en la plaza de un

Universo poético distinto, semejante a la composición de una página periodística, o,

de una pantalla cinematográfica.

14 De Campos Haroldo, La superación de los lenguajes exclusivos, En Fernández Moreno


Carlos, América Latina en su Literatura, México, UNESCO, Siglo XXI Ed~ores, 1984, p. 279 y
SS.
15 Egas Miguel Augusto, Auto de fe del poeta Miguel Augusto Egas , Cuadernos del
Guayas, Guayaquil, marzo 3 de 1966, Nº 20, 2da. etapa,
61

t Este proceso de distribución, de composición y montaje determina que los distintos

t espacios construidos por la poesía revelen un principio de organización consciente


t sustentado por el poeta. Mayo no desconoce este principio, más bien, lo

ti experimenta constantemente generando poemas de muy diversa distribución, con

marcas de espacialización definidas con elementos y hechos que fluyen y comparten


1 el espacio de lo poético sin que tengan una relación lógica. Así, en el poema

t! "Cinema", se lee:
l

Bajo la penumbra de Autoline

Luca de Ita Rabia en una mariposa

aterrizo en la Galería Devamber

El cupé Aéreo "OW"

Sombreros femeninos en paquetes postales

Como "Tek- pai"

Agni en las Ondas Hertzianas

fecundiza el sistema Planetario

( ... )

O en "Croquis de abismo", donde aparecen sucesivamente elementos de lo más

heterogéneos, pero, al interior del poema, adquieren un hilo conductor propio, un


1t
t principio de composición pensada a partir del poema y regida por una absoluta

i libertad:

La cabeza del gran plano

( ... )

Los aviones nocturnos

( ... )
62

DENTICIONES

PRETERITAS PRESENTES FUTURAS

El Jardín Celeste (...)

( ... )

t
La renovación artística y literaria no podría realizarse si a esa nueva recomposición

espacial no se suma, la emergencia de elementos, objetos y lenguajes promovidos


1
¡ por el desarrollo de la técnica, la tecnología, la ciencia, las comunicaciones y todo el

aparataje socio económico-político generado por los procesos de modernización.

1
Los espacios poéticos revelan esta influencia y, por lo tanto, la hibridez del

procedimiento empleado, en donde tras la aplicación de una técnica constructiva

precisa van apareciendo simultáneamente elementos, formas, términos de la más

variada procedencia.

El poema se convertirá así, "en una especie de pantalla gigante", sintética,

simultánea en donde pasarán la nike, los espejos, los geroglíficos atléticos, el farol

chino, el jugo pancréatico, o el libro del génesis. Semejando la composición

telegráfica, a la manera como lo enuncia Haroldo de Campos en la "pantalla se verán:

noticias extraídas de periódicos, propagandas comerciales, fragmentos históricos,

hechos mitológicos, citas, comentarios sarcásticos, todo en diálogos comprimidos en

un estilo discontinuo puntillado con palabras y frases polilingües" .16

En medio de tanto sin sentido, en medio de la descomposición que supone la

recomposición de un espacio surgen elementos que avisaran la posibilidad de

16 De Campos Haroldo, La superación de los lenguajes exclusivos, En Fernández Moreno


Carlos, América Latina en su Literatura ,México, UNESCO, Siglo XXI Editores, 1984, p. 279 y
SS.
63

reformulación: las estrellas, los espejos, los telescopios, el faro, el farol, la bujía,

hablan ya de ese proceso que supone un nuevo posicionamiento de la mirada, en

donde lo que interesa no solo es ver al mundo con otros ojos, sino que se vuelve

necesario aprehenderlo en todos sus órdenes, con otros medios y al amparo de

nuevas técnicas. "Woolwortes Guilding" es posible avisorarlo pero por medio y a

través de nuevas formas, en donde los medios de comunicación, TV, radio y sobre

todo, el periódico juega un papel preponderante.

1
t Desvanecer la exclusividad de los espacios poéticos y de los elementos pensados

como eminentemente artísticos es el fin que persigue la poesía al abrir sus espacios

a la presencia de otros lenguajes. La idea del "Calidoscopio de la imagen de la TV"17

fue anunciada por la prensa popular y recogida también por el arte para incluirlos

como elementos propicios para la creación artística.

El poema "Oda Gaseosa" no recurre a la lógica para alcanzar su composición, por el

contrario, se ve aparecer al mismo tiempo: lugares diversos, objetos de realidades

distintas, hechos ilógicos, espacios y juegos espaciales, insospechados:

Letras obsesionadas

en la fotografía submarina.

viajan 7 horas 1/2

en las bujías

de los vapores

como estrellas mudas

Dirá uno de los segmentos poéticos del poema, demostrando así ese juego

informativo proveniente de realidades y espacios de los más diversos e inusitados.

17 Op. Cit. , p. 279 y ss.


64

La escritura, la fotografía, el mar, el cosmos se relacionan y adquieren caracterización

precisa al interior del poema. Así, las letras están presentes, pero tienen una marca

concreta la obsesión: la fotografía esta mencionada pero su especificidad radica en

que es una "fotografía submarina", aparecen las estrellas pero estas son mudas.

Esta falta de un hilo lógico conductor en la construcción de este poema, podría

aplicarse muy bien al análisis del resto de poemas pertenecientes a este ciclo

escriturar de Mayo. "Nocturno Celeste", "Mediodía", "Cinema", "Fluvial", "Visión de

esquina" y otros. Estos poemas participan, también, de los juegos de espacialidad

anotados para el poema "Oda gaseosa".

Un tercer componente de esa espacialidad a la que se hace referencia es la

concepción de ésta como"tema" en donde se trata el mundo, las ciudades y la

recomposición de las ciudades por influencia de la modernidad y sus procesos.

Hugo Mayo en la primera línea del poema, "La Oda gaseosa: "Saturno invita a un

SYMPOSIUM" presenta al lector el motivo que va a tratar y le invita a un festín,

organizado por un grupo reducido (SYMPOSIUM) en donde se tratará el tema de la

creación de un universo nuevo en un paralelismo que la relaciona con la constitución

de un nuevo tipo de ciudad moderna: El paralelismo se instaura cuando en una parte

del poema se lee:

Nubes eterómanas

danzando

como cuerpos

aerométricos

forman los planos

de ciudades

futuras.
65

Además, en el poema mencionado, Mayo se refiere al capítulo X del Génesis, el

mismo que plantea un principio de reorganización del mundo luego del diluvio

universal, hecho que marca la instauración de un proceso fundacional del mundo a

partir o por encargo de un clan específico: Noé y sus hijos "Los clanes de los hijos de

Noé según sus diferentes líneas de descendientes y sus familias, después del

diluvio se esparcieron por todas partes y formaron las naciones del mundo"18 dirá el

capítulo X de la Biblia

1 La simbología de la refundación del mundo en el texto de Mayo podría ser entendida

como el signo de la refundación del mundo poético, a través del trabajo de un grupo:

el clan vanguardista, limitado, en el Ecuador, a la práctica activa de un solo poeta:

Mayo, y, destinado a consolidar ese proceso; el instrumento para ese juego es la

palabra y el espacio que ocupa esa palabra al interior de la creación poética.

De esta manera, el poema "Oda gaseosa" establece un paralelismo entre este

principio de reformulación universal y el principio de reformulación poética que están,

de hecho, ligados a la reorganización espacial de las ciudades modernas. Las luces

de la gran ciudad están claramente reflejadas: "la telepatía de las casas/las calles

asfaltadas/ los bars de gelatina/ los abecedarios en desorden/ los asientos de la

peluquería/ la plaza del universo/ los telescopios de mercurio, revelan un nuevo

orden/ "un nuevo faro" dirá Hugo Mayo, el mismo que se vinculará directamente con

la "formación de los planos" de las ciudades futuras.

En realidad, el canto a la gran ciudad que se construye aparece entre gases y humo,

precisamente, a la manera de una revelación espectacular como lo propone el poema

"Oda gaseosa". La reconfiguración del escenario poético está generada por la acción

de ajenciamientos y cruces de esferas que en el proceso van ocupando espacios

18 Biblia, Cap. X,Ver. 32.


66

definidos por la voluntad del autor, pero sin un orden lógico y cuyos sentidos hablan

de realidades en donde el Absurdo los organiza.

De esta manera, el escenario de la ciudad ubica al hombre como conductor de

aviones, motocicletas, como observador de galaxias y cosmos, como partícipe de

espectáculos: "observador de la cinematografía de la calle", como actor de sueños

compartidos, como constructor de rascacielos, como viajero por "Océanos de Aire". El

escenario del arte debe tenerlos en cuenta parece afirmar Hugo Mayo en los poemas

que conforman su primer ciclo poético y quizá, el específicamente vanguardista.

Podría afirmarse que el esfuerzo de construcción y reconstrucción del espacio poético

trabajado por Hugo Mayo y ejemplificado a través de los distintos recursos

anotados, sigue los lineamientos planteados por Huidobro de quien Ana Pizarra

afirma: "Dentro del esfuerzo de reconstrucción y construcción del imaginario cultural de

nuestros días, recuperar, proyectar e impulsar la capacidad de liberar la fantasía, de

crear, de ejercitar la libertad pone el discurso Huidobriano tanto en sus poemas,

cuanto en su gesto vital."19

3.1. Rotulaciones e impresiones visuales.

Si bien el elemento de la espacialidad poética la hemos tratado desde una división en

tres componentes: La espacialidad visual de la página; la espacialidad de poema

como escenario en donde conviven múltiples lenguajes; y, desde la espacialidad

como tema que trata, en su interior, los problemas relacionados con el mundo y con

las ciudades. Se debe mencionar que estos componentes se relacionan directamente

y pueden aparecer juntos al tratar alguno de los aspectos que conforman un poema.

19 Pizarra Ana, Sobre Huidobro y las vanguardias, Ed. Universidad de Santiago de Chile.
1994 p. 12.
67

En el caso de Hugo Mayo y de su poética en esta primera etapa se observa que

estos tres elementos pueden ser leídos juntos si se toma como eje de dicha lectura

los títulos con que han sido signados los poemas.

Los títulos son presentados por Hugo Mayo como rótulos luminosos que anuncian un

objeto o un hecho concreto. Presentan marcas precisas: mayúsculas, negrita,

subrayados, entrecomillados, juegos de letras, que construyen un marco propicio

para anunciar un espectáculo: "NOCTURNO CELESTE", "BUJIA POLAR,

"MEO/ODIA," "CINEMA", "FLUVIAL", "CROQUIS DE ABISMO', "ALBA", "FAROL

DE MEDIANOCHE", "VISION DE ESQUINA" son algunos de esos títulos a los que

aludimos y que más bien se debenan llamarlos titulares.

Llama la atención, además, que los términos que constituyen los títulos de los

poemas estén confeccionados a partir de términos antinómicos, en donde, saberes,

sensaciones y percepciones se juntan en el espacio del poema para producir una

impresión visual similar a la que provocan los periódicos, las revistas, sobre todo, a

partir del desarrollo de la telegrafía: mensajes rápidos, sintéticos, informaciones

provenientes de distintas esferas del saber, construidos a partir de yuxtaposiciones

directas de términos contrarios: "Nocturno Geleste," "Bujía Polar", "Oda Gaseosa".

Otros construidos a partir del relacionante en función complementaria: "Zaguán de

aluminio", "Croquis de abismo", "Visión de esquina", "Trote de mar", "Farol de

medianoche," "Jardín de noviembre" o "Mercado de manzanas" o "Mercado de

mujeres.". O títulos representados por un solo término: "Fluvial", "Cinema", "Alba",

"Milagreria ".

En todos los títulos presentados existen una doble intención; por un lado, el deseo

de impresión comercial, de anuncio publicitario, cartel de espectáculo, e incluso, de

una visión, y, por otro, un espacio definido, desde donde se enuncia: desde el mar,
68

desde el farol, desde la esquina, desde el mercado, desde el fluvial, o desde el alba,

o el cinema o la milagrería; todos estos elementos integrantes de la vida cotidiana.

Desde un espacio que por muchos años ha sido vedado como la fuente de

inspiración de la poesía o de cualquier otra expresión del arte que habla como lo

afirma el título del artículo de Haroldo de Campos de, una superación de los lenguajes

exclusivos.

El espacio poético se abre para ser el escenario de los sucesos, de los

acontecimientos de una vida cotidiana rica en expresiones y formas que están en

continuo movimiento, en un hacerse y deshacerse constante, en donde tienen cabida

los más extraños elementos o donde puede hacerse posible, lo imposible.

Los titulares de los poemas de Hugo Mayo hablan, además, de la importancia que

tiene el lugar en donde se sitúa la mirada constructora del poema, ese montaje, ese

juego de superposiciones de realidades establecen como dirá el poeta:

Lluvia de sombreros

en una visión

de

abecedario

en desorden

En este espacio conviven diversos hechos que aparecen en un proceso cinemática;

fluyen los títulos y las realidades: el Alba, con el Nocturno celeste, La Bujía polar con

el Zaguán de aluminio, Mediodía con Fluvial con la Oda gaseosa; La Visión de la

esquina con el Farol de medianoche, con el Trote de mar o con la Noche de las

estrellas. En donde el Otoño de los misterios, el Jardín de noviembre anuncian a

manera de una Milagrería la recomposición de las ciudades futuras, pero no están


69

guiados por un principio armónico, sino más bien el resultado estará marcado por la

configuración de un Croquis de abismo.

4. Reformulaciones en el campo léxico

El proceso de ruptura y reforma iniciada por Hugo Mayo exigía, entre otras cosas,

una liberación del lenguaje de aquellas reglas rígidas que el modernismo imponía;

debía tratarse por todos los medios de confeccionar un lenguaje ágil, versátil, y,

' sobre todo, volverlo plástico, visual y que refleje un estrecho contacto con las formas

contemporáneas empleadas en Hispanoamérica y el mundo.

En el plano léxico, Hugo Mayo recurre a diversas técnicas para promover una

renovación decidida.

Inventa términos: a partir de palabras ya existentes o renovadas en su totalidad: por

ejemplo, en el Poema "El Zaguán de aluminio" emplea palabras como: novimorfos,

llaneza; o en el poema "Mediodía" habla de termofobia; o Danzódromo, en el poema

"Bujía polar".

En otros casos la renovación de la palabra es total: Paraselene, Ngaljakh-muizi, dirá

en el poema "Bujía polar", alunífera el"Zaguán de aluminio".

Emplea términos provenientes de otros idiomas: Clown, Base Ball; el nombre Nino

Amonolik, etc.

Usa términos provenientes de esferas y saberes nunca antes considerados

propicios para el terreno de la poesía; de la técnica: telescopio, hondas Hertzianas,

aviación, avión, motor, hangar; de las ciencias numéricas: logaritmos, ecuaciones,


70

jeroglíficos, etc., de la esfera de la geometría: acutángulo, rectángulo, paralelas,

curvas, circunferencias; términos provenientes de la influencia de los mass medias:

imagen, cinema, cinematografía, paquete postal, proyecciones, etc.

Mayo hablará de:

Logaritmos fijan el tipo de cambio

en el Polo Sur

(Cinema)

O, Aquí las hondas hertzianas

fecundiza el Sistema Planetario

(Cinema)

O,

El síncope de la noche

anula el aire

en soluciones de sulfato

(Fluvial)

Observo

parcialmente

la cinematografía de la calle

(Alba)

La vida cotidiana, los elementos simples y sencillos de esta esfera ingresan al terreno

de lo poético y establecen asociaciones que funcionan por inclusión de variantes, en

donde tienen cabida las palabras provenientes de distintas áreas, saberes o

idiomas. Así, por ejemplo:


71

Pasa la vida en busca de una congelación azul

(Mediodía)

Va de prisa

el pan nuestro de cada día

{Alba)

Empleados que esperan en los ventiladores

el milagro prometido

(Mediodía)

También se encuentran palabras procedentes de esferas más próximas al terreno

del arte pero con un sentido totalmente nuevo; de la naturaleza: agua, viento, lluvia,

aire, océano; términos relacionados con el cosmos: luna, tierra, espacio, planetas:

saturno, urano; con la religión: oración, amén, milagrería, génesis. Así, hablará de:

"Paraguas de la Tierra" para referirse al árbol en el poema "De Kadzu••, o cuando

confecciona un océano con aire en el poema "Nocturno celeste" .

Se percibe la presencia de una tensión permanente entre el uso de los términos y de

los elementos considerados como poéticos dentro de la lengua, en combinación

constante con aquellos términos propios de la comunicación y no del terreno de lo

poético. Así, "Las puntuaciones ortográficas/ Proyecciones de cuerpos geométricos,

los marineros con barbas niqueladas/ Un suspiro aviador/ o, Las aspas de un molido/

serán las realidades que construyan la renovación del léxico poético en este autor.

El deseo de renovación, cambio y experimentación propuesta por Mayo no se limita-

rá a establecer un juego o un montaje en los terrenos de la visualización de los espa-

cios o del léxico; ese deseo va más allá, busca la ruptura de la sintaxis modernista.
72

5. Fragmentación sintáctica e interrupción del sentido

Pretender una refonna al interior de la función que cada uno de los términos desem-

peña dentro de la estructura versal, supone, sin duda, reorganizar las bases mismas

del sistema, ya no son las palabras aisladas las que son refonnuladas o dotadas de

un sentido diferente; en este caso, se trata más bien del conjunto de términos que

contonnan la estructura misma, el soporte significativo y fonnal sobre el que trabaja la

poesía.

Por influencia del proceso de espacialización se genera un conjunto de rupturas en

las frases o al interior de las palabras que conforman las distintas líneas versales;

con este elemento, se interrumpe la secuencia lógica del discurso, pennitiendo que el

absurdo, que lo ilógico aparezcan como elementos estructuradores del texto poético.

Un ejemplo del primer caso:

El sol va pasando

con hambre

olvidando los niños

(Mediodía)
O,
Lluvia de sombreros

en una visión

de

abecedarios

en desorden

(Oda Gaseosa)
73

Del segundo:

TRES
ES
TRE
LLAS

como broches de camisa

(Nocturno celeste)

Hugo Mayo en este terreno realiza un descoyuntamiento general del sistema

organizativo del verso modernista; pretende con esta descomposición alejarse del

modelo lógico, racional que el momento le imponía. Lo consigue con el empleo de

frases inconclusas, de frases que no configuran oraciones completas; se trata de

frases en donde faltan predicados. Se plantean los sintagmas sujetos; se introduce

una forma comparativa directa o sugerida que, en el plano semántico y retórico, crean

imágenes, metáforas, etc. Son estructuras versales del tipo:

Ancianos que han lanzado

sus

bar

bas

al vacío

como jeroglíficos pretéritos

(Nocturno celeste)

o,
Nubes eterómanas

danzando
74

como cuerpos

aerométricos

(Oda gaseosa)

En el poema "Oda gaseosa", Hugo Mayo presenta, también, procesos

morfosintácticos incompletos como para que el lector aplique, según dice Haroldo de

Campos la técnica del "Hágalo Ud. mismou2o; las imágenes fragmentadas, los

procesos inconclusos serán complementados por la acción del lector participativo,

atento y que acepta el desafío propuesto por el autor.

La fragmentación del discurso, de la frase y de las palabras permiten que se vayan


configurando imágenes, y, que éstas se sucedan una detrás de otra, confeccionado

así, una visión más amplia de un objeto, de un hecho o de un suceso que el poeta

intenta trasmitir. Estas frases zigzagueantes intentan visualizar el paso del poeta

alucinado por el mundo, por la vida y por el espacio poético.

El elemento central de la fragmentación del discurso es, sin duda, la elipsis; así, hay

verbos que desaparecen, relacionantes que se excluyen, funciones de predicado

ausentes. En uno de sus poemas presenta, la siguiente, estructura:

la moneda oro en el espejo

(Bujía polar)

O,

Puntuaciones ortográficas de otro siglo

en el alumbrado de embarcaciones

(Fluvial)

20 Op. Cit., p. 279 y SS.


75

La función de la elipsis en estos poemas es, sin duda, la concentración del sentido en

el menor número de palabras y, de hecho, en la presencia de la ambigüedad signifi-

cativa que posibilita múltiples acercamientos a los segmentos versales de los

poemas.

Así, las imágenes que fluyen, las frases se dislocan, los sentidos se potencian, los

absurdos cobran sentido, los elementos se suprimen. Aflora la ironía y el humor que

están latentes en toda la obra poética de Hugo Mayo.

El romance de Ersha Lapidowski

Júpiter Pitcher mundial de Base Ball

El Clown de la noche

por cuarto menguante

Nati la Balbinita a 50 Dollars

en los rasca- cielos de la Grand- Rapids.

La forma y a la renovación de los sentidos que dicho proceso provoca, Hugo Mayo

integra una fórmula que tiene en cuenta tres aspectos: por un lado el cambio, la

ruptura radical del canon vigente; por otro, tiene en cuenta ese cambio en el terreno

de las revoluciones sociales que se está gestando; y finalmente, el inicio de esas

grandes experiencias, denominadas utopías y que los procesos de modernización

los reformulan constantemente.

6. Imágenes e imaginarios

El recurso básico de la visualización es, sin duda, la imagen, corolario central del

trabajo de espacialización y montaje empleado por el poeta.


76

La imagen poética de Hugo Mayo se construye a partir de la asociación de distintas

áreas de la vida cotidiana, del cosmos, de la ciencia y de la cultura en general; pero,

lo característico de esta vinculación radica en que las esferas comparadas dejan de

lado el principio de racionalidad o de la logicidad. Los espacios cotidianos, las esferas

de la técnica, la ciencia y los procesos de modernización estarán presentes; el

cosmos, la naturaleza, la religión, el humor la ironía se interrelacionarán para crear los

ambientes más extraños e inusitados, Mayo propondrá imágenes como las

siguientes:

TRES

es

tre

llas

como broches de camisas

(Nocturno celeste)

O,

Va de prisa

el pan nuestro de cada día

con la sonatina atolondrada

despertadora de la burguesía

(Alba)

O, El río

cinta líquida

tiene una danza de viviendas

ambulantes sin corazones

(Alba)
77

El viento era un alarga bodoquera

disparando hojas secas

(Otoño de los misterios)

En el mundo poético de Hugo Mayo las imágenes suponen un trabajo de síntesis de

condensación de formas y de sentidos que exigen al lector enfrentarse con un

desafío vital. Hablará en sus poemas de "Collares de miradas/"; de "La sombra del

recuerdo herido"; de "el canal del alma"; de "árboles como señales de algún crimen

inerte"; de "lluvias de lunas". Todas ésta en un solo poema, El "Farol de

medianoche".

No es nada extraño que aparezcan en las creaciones de Mayo "las rosas polares

viudas"/; o, "la moneda oro en el espejo", o, que nazca "la congelación del Silencio"

como en el poema "Bujía polar".

Tampoco es raro que: "Una rosa de fuego/ como los vientres de nueve meses/ pare

las proyecciones/ inversas del siglo" como en el poema "Croquis de abismo''. O, que

" "El viento sea una bodoquera/ disparando hojas secas/ como para dibujo de una

zapatilla/ en el poema" "Otoño de los misterios".

El mundo poético de Hugo Mayo en esta etapa de vanguardia plena, está cargado

de imágenes, de metáforas y asociaciones múltiples y se hallan lo más distantes del

eje de la razón, confeccionando así un universo de sentidos inalcanzables en su

totalidad.

La imagen vanguardista de Mayo se construye a partir de un eje central: el juego con

el tiempo y la velocidad. Todo fluye en los textos de Mayo: las imágenes, el tiempo,

la vida, los hechos y el hombre mismo. De aquí, que no sea nada complicado: "Bajo
78

la penumbra del autoline/ Luca della Rabia en una mariposa/ aterriza en la Galería

Devamber/" "Cinema". O que "El sol va pasando/ con hambre/ olvidando a los

niños" O que "Pasa la vida en busca de la congelación azul" del poema ''Mediodía".

O "Recorriendo un camino encontráramos pisadas" en el poema "Otoño de los

En el poema "Oda Gaseosa", la sensación de fluir temporal y de velocidad es

evidente. El paralelismo que establece entre la refundación del mundo y la

refundación del espacio poético está marcado por este constante fluir: la biología

sueña, los cuerpos danzan, los planos de las ciudades modernas se refonnulan, las

letras viajan, las estrellas pasan, el Bathyreometro nace, los telescopios descubren.

Todo está en movimiento, sumergido en una temporalidad que no perdona y que

avanza despiadadamente.

Las imágenes en los textos poéticos de Mayo proponen una búsqueda de

elementos aparentemente simples, reales o abstractos; tras los cuales se esconden

enigmas profundos como si fuera por voluntad de algún Ser transhumano, que tiene

el poder de velar y develar nuestro propio espacio.

Pingüinos, focas, rosas, polos, monedas, espejos, hielo, planetas, aire, agua, teJes-

copias, motores, ciudades, ancianos, jóvenes, poetas, planos, croquis, hielo, cine,

fotografía, el silencio, la ausencia, y un sinnúmero más de elementos y fonnas han

sido convocados por Mayo para establecer asociaciones diversas y construir

imágenes visionarias21

21 Imágenes visionarias en el sentido propuesto por Carlos Bousoño, para quien el carácter
fundamental de dicha imagen radica en la condición de lo diverso que ella acuña. La
semejanza entre Jos dos planos: evocado y evocante no se centra en una condición objetiva
(física, moral o de valor) sino que despierta en los contempladores un sentido parejo, en
donde se tiene en potencia un grupo finito de posibilidades asociativas, y cada mirada
humana que en ella se interese estéticamente pone en actividad una de esas asociaciones
79

Hugo Mayo parecería proponer siguiendo lo planteado por Huidobro: "mientras los

astros y las olas tengan algo que decir será por mi boca que hablarán los hom-

bres"22. Pero nuestro poeta intenta ser "constructor del mar y traductor de astros"23,

así mismo, pretende ser un revelador de las formas y los saberes más intensos del

convivir diario, tratados tíricamente en el terreno de la creación poética.

7. Juego Humor e Ironía: las constantes de un panorama poético crítico

Frente al decadentismo que suponía el tardío movimiento modernista en el país,

frente a un mundo crepuscular y sombrío, propios de dicho movimiento, Mayo

introduce el espíritu lúdico en el poema; el humor y la ironía se convierten en los

elementos idóneos para captar la presencia del mundo moderno.

Ya se precisó en páginas anteriores que el tono que marca la rebeldía característica

de la actividad escritura! de Mayo no asumía un tono nihilista, mucho menos,

pesimista; por el contrario, había sido el espíritu lúdico, a ratos sarcástico y crítico el

que se refleja en el juego con las palabras, con los sentidos, con las imágenes y de

las distintas realidades y saberes con los que estructura su trabajo poético.

Mayo convierte a la palabra en un objeto, que como tal, tiene que ser irónico, en el

sentido que lo expresa Guillermo Sucre cuando analiza los aportes de Juan José

Tablada:" ... si el poema se convierte en un objeto que hay que ver, este objeto es

irónico: exige tanto la captación visual como una comprensión más imaginaria (la de

posibles, acaso la que menos se suscite en la contemplación normal. En Teorla de la


Expresión Poética....Bousoño Carlos, Ed. Grados, Madrid, 1970, p. 140 y ss.

22 Pizarro Ana, Sobre Huidobro y las Vanguardias, Ed. Universidad de Santiago, Chile,
1994, p. 14.
23 Op. Cit., p. 14.
80

las relaciones} y aún más afectiva (la del humor y el juego que subyace en todo

ello}." 24

La presencia de la ironía adquirirá diferentes tonos? En ciertos casos, se presentará

tajante y rotunda. Así se expresa el poeta:

Ya mis siete Avemarías

en el rectángulo en cruz

para que te libertes del infierno

A Medardo Angel Silva, en el poema que le dedicara en su muerte.

Expresará también:

A una caverna de voces armoniosas

llevé a Nino Amonolik

De puro susto, se desmayó,

oyendo mis novimorfos poemarios.

(El Zaguán de aluminio)

Mayo parece indicar, con este segmento, la reacción que provocó en los intelectuales

de la época, la publicación de sus primeros poemas construidos a partir de los

recursos y de los elementos vanguardistas.

24 Sucre Guillermo, La máscara, la transparencia. Fondo de Cultura Económica, México


1985, p. 80.
81

En otros casos, la ironía será sutil y leve, como lo ejemplifican tos siguientes

segmentos versales:

Célula de una locura cuerda

(Desiree Lubowska)

Nati la Balbinita a 50 Dollars

en los rasca- cielos de la Grand- Rapids.

(Cinema)

El humor y la ironía minuciosamente expuestas en estos ejemplos revelarán a un

poeta suspicaz e irreverente, pero decidido a conseguir su objetivo central:

desacralizar los espacios exclusivos de la poesía.

El juego metafórico y espacial, las frases irónicas se construyen para el poeta de la

sola observación de la vida cotidiana y del enfrentamiento con el sentido común: Así,

El sol va pasando

con hambre

olvidando a los niños.

Pasa la vida en busca de una congelación azul.

Dirá en el poema "Mediodía" y vaticinará la presencia del hambre, del desamparo y

de un sinnúmero de ilusiones que día a día se frustran ante la adversidad de las

estructuras sociales y los injustos niveles de vida.


82

Presentará, a través de la ironía, el juego y el humor ciertos usos sociales que,

excluidos por considerarlos como prácticas aparentemente ilegales son legalizados

por el accionar diario. Así lo expondrá en el poema: "Mercado de manzanas": o

"Mercado de mujeres"

TODOS los tableros

fueron laberintos de colores

Entre las mujeres

algunas corrían a los zaguanes

para no ser vistas:

y esto perjudicaba a los espejos

Quizá la edad había naufragado.

Luego, antes de que llegáramos,

se veía algo para no decirlo.

Este juego irónico, humorístico se manifiesta en los distintos niveles del quehacer

poético de Mayo; parecería que los ha convocado para que juntos jugaran una

broma al lector, para burlarse de los espacios sagrados de la poesía y del hecho

artístico en general. El léxico, la morfosintaxis, el sentido al servicio de la ironía en la

relación del autor con el mundo, de los elementos entre sí y de éstos con el mundo se

organizan a partir de conflictos, de contradicciones, de zonas de fuga que buscan

volver poetizable lo cotidiano, la técnica, los mass medias, etc.

De esta manera, aparecerán asociaciones libres, los calificativos más insólitos, las

imágenes visionarias más insospechadas que irán sucediéndose con fines

específicos y con tonalidades variables; la crítica, el cuestionamiento o simplemente

el humor serán las manifestaciones de esa ironía peculiar del discurso de Mayo. Así:

"las campanas azules/ las desnudeces voltaicas/ el sensualismo astral/ los


83

maremotos de los ritmos/los geroglíficos atléticos/ los días rubios/ las puertas

. encendidas/las piruetas de la vida/ las chimeneas ambulantes/las ciudades líquidas/

los paréntesis huérfanos/ o las mariposas que son motores y que buscan su hangar

hacia abajo se presentarán con una fuerza y vitalidad incalculables.

Estas asociaciones léxicas generan vínculos y relaciones más profundas que inclu-

yen mundos, realidades diferentes y distantes en relación y en función significativa.

De esta manera, "las estrellas pasan como asientos de peluquería"/ o "las nubes

danzan como cuerpos aerométricos"/ o, "las piruetas de la vida eran como lluvias de

lunas". Luego, estas relaciones y vinculaciones van eliminando los comparativos y

profundizando la trayectoria hacia la abstracción, hacia el absurdo y, por supuesto,

hacia la ambigüedad significativa. Así, "la esponja de la noche es un farol chino"/ "los

puntos centinelas se cierran nostálgicos de sueño"/ o el "río cinta líquida tiene una

danza de viviendas".

Este juego recurrente de relaciones y asociaciones de mundos, de elementos y de

realidades va confeccionando en su recorrido una sucesión fluida de imágenes

visionarias, en donde la síntesis, la elipsis construyen un mundo poético caracteri-

zado por la superposición de planos y espacios en donde:

Saltan las miradas las vitrinas anochecieron papel

mojado

frutas confitadas espectáculos de los letreros

encendidos en la madrugada

estamos detenidos en nuestras sombras

el alba de ayer corre en los portales

quien desata mi nombre sobre la pared contraria

en la diagonal de tu panorama

jugué con la estrella de tu risa


84

Dirá Hugo Mayo, en un poema sin título, publicado hacia 1927 en la revista Savia.
!

El juego metafórico e irónico se intensifica paulatinamente y deja su marca en poemas

que intentan revelar la aventura del hombre y del poeta en un espacio, el poético, en

donde las formas se acompasan a un ritmo interior sin leyes lógicas. La libertad

absoluta en la construcción del poema se asemeja a la fluidez de la escritura

automática propuesta por los surrealistas.

Los distintos tonos de la ironía en estos textos revelan una pasión por la crítica que

exalta las múltiples formas de la vida burguesa, al capitalismo y a los efectos que se

producen sobre la vida humana y la cultura en general.

8. Desreferencialidad y antilirismo: relación y tono de una rebeldía absoluta

El problema de la desreferencialidad poética propuesta por Mayo supone un

proceso, mediante el cual, el discurso propuesto por el autor ya no representa a la

realidad. En este momento, las palabras establecen una distancia considerable entre

la palabra-signo y el objeto o hecho de la realidad que motiva la representación. Se

vuelve necesario para el poeta que el mismo poema vaya construyendo el objeto

que desea tratar.

Este proceso para Hugo Mayo no incluye únicamente cambios de temas, de léxico o

de fragmentaciones de la sintaxis, intenta, más bien, crear un principio fuerte, capaz

de negar las relaciones preexistentes. Trata de superar elementos que han sido la

expresión de una estética evasionista y dotar a la escritura poética de una


85

textualidad propia, autónoma en tensión constante "Existe un desacuerdo entre la

palabra como signo y la cosa designada." 25

A partir de este hecho se pone en juego un conjunto de relaciones insólitas,

impensadas hasta desintegrarse en un juego pleno, virtual, sin ataduras directas a

referentes reales. De esta manera, el lenguaje y los sentidos que sus conexiones

instalan parecen deslizarse desde procesos de ruptura y experimentación formal

hasta actividades de desplazamiento total que buscan la abstracción pura. Mayo, en

el poema "La noche de las estrellas", dirá:

El suelo, alfombrado de flores,

había mandado su corazón

hacia la luna

mientras unos chiquillos

arrancaron las flores formando letras sueltas.

En el poema "Desiree Lubowska" afirma que:

el declive de tus ojos

pluraliza la invitación a tu órbita

de desnudeces voltaicas

1 Qué más intenso el proceso de ruptura entre el discurso poético de Mayo y los
1
r
¡ referentes reales, cuando en el poema antes citado, identifica a Desiree Lubowska

con un "MOLINETE hidráulico" y cuando el acercamiento sensual y sexual con ella lo


t
define como: Naufragio en la visión irresistible/ Curva sobre el horizonte/
t 25 Velasco Makensie, Jorge Donde se abre El Zaguán de Aluminio, Colección de libros para
el pueblo, Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas, Guayaquil, 1982, p. 87 y ss.
86

El proceso de desreferencialidad poética se hace eco del desarrollo de la modernidad

europea y latinoamericana cuando para la construcción de sus sentidos recurre a la

temática de la velocidad, a las nuevas dimensiones del espacio, al desarrollo de los

mass medias, a la técnica y a los planteamientos de la vida cotidiana.

En "Desiree Lubowska", por ejemplo, habla sin reparos de: Espiral enigmática/ que

contorsiona la penumbra 1 en hélices pluricolores ... Así también habla de: logaritmos

embrujados/ de senos vibracionistas/ de desnudeces voltaicas/ de amalgama en el

vacío/ de maremoto de los ritmos/ o del novimorfo sensualismo astraV.

Como podemos observar, las palabras provienen de esferas culturales y profesio-

nales diversas: el enigma, la penumbra pertenecen más bien a las zonas que tienen

que ver con las reflexiones espirituales, metafísicas; en cambio, espirales, hélices,

hidráulico provienen de zonas técnicas; los pentagramas del ámbito musical; los loga-

ritmos, del mundo de los números. Pero, cabe destacar que cada uno de los términos

aludidos han perdido su referencia original para dar paso a las asociaciones más inu-

sitadas o sentidos múltiples que renuncian decididamente a sus referencias directas.

Cuando Mayo habla de: lluvias de lunas crecientes/ de el canal del alma/ de la

humildad hasta en las casas de tres pisos/ de las Iniciales de carne/. O más aún de

collares de miradas/, o del nacimiento de la congelación del silencio/; ningún lector va a

intentar una lectura directa de los referentes reales que cada uno de los términos

tiene; sabe, por el contrario, que cada una de las conexiones presenta sentidos más

profundos que funcionan al interior de cada uno de los contextos de un poema. Así

mismo, verá que las distintas asociaciones van confeccionando sentidos más bien

cosmopolitas que rompen con las fronteras de lo local, del sentimiento o la sensibi-

lidad exclusiva del poeta para convertirse en manifestaciones más universales

capaces de reflejar zonas más extensas del convivir humano.


87

Se trata, entonces, de una actividad multifacética que, a través del trabajo

experimental con las palabras, alcanza una intemacionalización de los signos y, por

supuesto, la instauración del principio de universalización del arte a través del trabajo

creativo y la acción cosmopolita del poeta. Mayo emplea intensamente este proce-

dimiento y, con él, ratifica su afán vanguardista de renovación y cambio.

Por otra parte, si el tema de la desreferencialidad: (relación palabra-referente) se ha

quebrantado en la poética de Hugo Mayo, el tono con que son tratados los distintos

temas, los distintos recursos, las distintas zonas del poema también ha sido alterado.

En la creación poética del poeta, los sentidos que confecciona no van a ser producto

de un estado de ánimo, de una interioridad afectada por hechos particulares, posible-

mente, mórbidos, melancólicos o evasionistas, propios de la corriente modernista, ni

son la expresión de una doctrina en particular ni de una corriente ideológica.

Los sentidos estarán marcados por un antilirismo, propio del arte contemporáneo que

revela una especial y diferente manera de leer el mundo y la vida. Esta nueva mirada

supone una sensibilidad cósmica que sobrepasa los límites de lo personal, de lo

regional, inclusive, de lo nacional para ubicarse en zonas más amplias, en esas

miradas totalizadoras, en esos espacios colectivos en donde lectores de las más

diversas procedencias se identifican. Esta fragmentación de la esfera de lo personal

amplían los horizontes de comprensión del poema y hablan de un deseo consciente

de volver la esfera de lo poético, más universal.

En este momento sería oportuno citar a Octavio Paz quien al respecto afirma: "El

universo se resuelve en un libro: un poema impersonal, y que no es la obra del

poeta Mallarmé (... ) ni de persona alguna: a través del poeta que no es sino una

transparencia, habla el lenguaje". 26

26 Paz Octavio, Los hijos de/limo, Ed. Seix Barral, Barcelona, 1976, p. 112.
88

Este tono marcado por el antilirismo se conecta con la elaboración de un nuevo

esquema rítmico y sonoro, la combinación de acentos. Tendrá en cuenta la totalidad

de un pasaje para darle una determinada cadencia, los acentos irán sucediéndose

libremente sin ninguna exigencia externa.

De esta manera, cuando en el poema" Desiree Lubowska" se habla de "amalgama

en el vacío/ Pleamar/ rebosada por el maremoto de los ritmos/ Ebullición en el

panorama de la musicografía/", no se siente que el tono que domina en los

segmentos versales provengan de una experiencia sexual y sensual particular del

poeta. Más bien se observa que son símbolos de carácter universal que intentan ser

desarrollados al interior del poema como expresión de una sensibilidad plural, más

amplia y, por ende, más compleja.

Lo que se produce es, entonces, una suspensión de la función referencial del

lenguaje con lo cual se acentúa, también, la tendencia antilirista.

En este mundo inconsciente, profundo, en donde se revelan ocultos e incompren-

sibles los enigmas del vivir y del crear, el poeta expresa su mundo interior de

manera inarticulada, en donde las correspondencias sensoriales se mezclan, en

donde cada artista se fija sus propios límites, en donde el poeta reflexiona sobre sí

mismo y se descubre como clarividente, excepcional o iluminado. Pero, sobre todo,

en donde el corazón, el sentimiento no tiene cabida en el poema porque este es un

producto nuevo y distinto.


CAPITULO 111
89

CAPITULO 111

IMAGINACION Y MUSICALIDAD:
LOS EJES DE UNA METAFORA AMERICANA

1. Nativismo y absurdo: fusión y consolidación poética

Se puede hablar de una nueva poesía según Vallejo cuando esa poesía
capta la sensibilidad de una época. La poesía de nuestro tiempo -esto lo dice
en 1926 -no es nueva por el solo hecho de aludir a la tecnología moderna y de
emplear vocablos (cinema, motor, caballo de fuerza, avión radio, jazz band,
telégrafo sin hilos)( ... )sino por traducir el ritmo interior, el espíritu que se
desprende de la nueva realidad( ... )1.

Esta propuesta parece hacer suya Hugo Mayo, en 1927, cuando conduce su

creación artística a las esferas y a ros conflictos del montubio, del hombre humilde de

la sociedad que habita. Integra así la problemática actual, de un sujeto cultural nuevo,

y, con este hecho, introduce en el terreno de la poesía un lenguaje, un tema y un


tratamiento nunca antes practicado. Su intensa correspondencia con escritores de la

época, fundamentalmente, Femán Silva Valdés, marcan al poeta la senda por la que

quería transitar.

1 Sucre Guillermo, La máscara, la transparencia, Fondo de Cultura Económica, México, 1985,


p. 113.
90

La poesía nativista desarrollada en la primera etapa escritura! del autor (1927-1933)

presenta ya un elemento central de las construcciones imaginistas de su siguiente

periodo: el hombre humilde, el montubio, el cholo costeño con toda su problemática y

quehacer cotidiano;

Y pensar que nuestro desayuno es tan deficiente:


ya no hay ni el balón de verde ni la tierna cuajada.
(... )
Si logramos levantar el embargo de la hacienda,
la cosecha puede darnos para seguir construyendo

Serán algunos de los problemas que exponga en sus poemas.

Se trata de una estética sencilla que plasma en los temas de la tierra americana: el

campo, el agua, los pájaros, el montubio, una intensidad vital. El hombre costeño

humilde, rural, ingresa al terreno poético y se instala con toda la problemática:

costumbres, contextos y con sus sentimientos de añoranza, desconcierto, de

extrañamiento frente a un presente que le obliga a habitar un espacio citadino.

Establece un juego temporal y espacial cargado de emotividad en donde se contra-

ponen un pasado inmediato, un espacio propio o no, pero conocido; frente a un

tiempo presente y futuro incierto y más aún en un espacio urbano que le ubica como

un extranjero. Así lo expresa en el siguiente fragmento del poema "Estamos en la

ciudad".

Tal vez no somos los mismos, desde ayer


que visitamos al mayordomo de nuestra hacienda embargada,
ese Don Nemesio que vino a la ciudad con un solo vestido,
y que fuma cigarrillos de los elaborados en Colines
Si continuamos así, con la mirada fijada en occidente,
Si continuamos así digo.
es porque recordamos nuestra casa de campo.
Ahora, ya tenemos en la ciudad un cuarto que hace de vivienda,
y que va quedando lejos. ¿Por qué escalera vamos a subir desde
mañana?
91

Nuevamente, encontramos el enfrentamiento entre modernidad y·tradición, pero en

esta ocasión, se presenta un matiz en particular: espacio rural, familiar, pero limitado

por la presencia de capataces y nuevos dueños de la tierra; sus verdaderos

habitantes carecen de posibilidades para mantenerse y mantener al campo y sus

actividades; frente a un espacio citadino, tentador y atractivo, pero a la vez, lejano y

distante, agreste y conflictivo que genera en el habitante rural un intenso sentimiento

de desadaptación, de orfandad y, por consiguiente, el tono que domina estas

producciones es la nostalgia.

En estos poemas que inician este segundo período escritura! (1952-1972), formal-

mente se relacionan con la prosa, con la presencia de lo narrativo, lo dialógico y lo

conversacional propios de este género "Que no hubo que subir el agua desde el

patio, porque la presión dentro de la bomba, la cancelaronj dijo Nicolás, nieto de don

Fulgencio." expresará en otra parte del poema.

Pero, así mismo, a ese tono narrativo se irán sumando ciertas imágenes en donde se

evidencia un proceso de abstracción, en donde las relaciones que se instauran

provienen de esferas de realidades distantes, espacios en donde la ilogicidad y

hasta el absurdo organizan el discurso poético. "El ímpetu de la cañería se reveló,

fluyendo en equívocos/ Acaso quien va a interrogarnos luego, liquide su éxodo,/

como un hotel frente al mar; así simplemente/", dirá el poeta.

En otro poema: "Hechicería rural" encontramos imágenes como las siguientes: "El

invierno se parecía a un anciano que hubiera pasado un puente largo1 sin duda una

mirada inoportuna durmió sobre el horizonte!".

Con estos dos rasgos centrales: el elemento rural, nativo, por un lado y la relación de

esferas distantes para la creación de imágenes inusitadas se pone de manifiesto la

tendencia que trabajará y perfeccionará a lo largo de este segundo periodo. Hugo


92

Mayo consolida así la perspectiva de fusión del elemento nativo y de las formas

sustentadas por la corriente surrealista: fluir de la conciencia y, por lo tanto, de la

escritura; el predominio de la imaginación, las interconexiones con el absurdo, las

realidades vistas y tratadas desde los terrenos y las posibilidades oníricas.

Para 1927, en Europa y, después, en la revolución rusa, el dogma parecía imponer

para el arte un objetivo central: crear un arte proletario, pero ese dogma es rebatido

básicamente por los surrealistas quienes proponían mantener la autonomía del arte

en todas sus empresas creativas. Frente a este problema, Vallejo sostiene: que el

artista debe "Suscitar una nueva sensibilidad política en el hombre, una nueva

materia prima política en la naturaleza humana" .2

Hugo Mayo participa de esta propuesta al tomar conciencia de su realidad social y

asumir una posición política de militancia no solo personal, sino también artística.

Varios de los poemas de 1927 a 1933, lo demuestran; parecería aceptar una trinchera

política para él y para su arte. "Poemas de la revolución 1,2,3,4, Poema de la hora,

Pueblo de siglo nuevo", así lo ejemplifican.

Pero, no permanece mucho tiempo en ese camino y más bien se genera un periodo

de silencio. Entre 1934 y 1952, aparecen publicados dos poemas: "Llegan las

primeras lluvias" (1943)3 y "Mar ancho"4 en donde la tendencia de Poesía social

pasa más bien por un tono narrativo, muestra la continuidad de su perspectiva

nativista, rural, de tono agrario-humano que se integran mejor en ese proyecto vital

de Mayo: extraer del hombre humilde, la nueva materia prima, necesaria para asumir

una posición política más actual y comprometida con la causa de los pobres.

2 Op. Cit., p. 114.


3 Publicado ·en la Revista del Sindicato de Escritores y Artistas N11 6, Quito, Diciembre de
1943, p. 8.
4 Publicado en la Rv. Oasis, Año 11, N11 14-15, Quito, Octubre de 1944, p. 52-53.
93

Debe esperar 1952, para desempeñar el cargo de Secretario de la revista Cuaderno

del Guayas para que poemas como: "Estamos en la ciudad, Hechicería rural,

Biblioteca de mi pueblo, Amistad del eucalipto, Presencia del demente," 5 aparezcan

publicados.

"Cineo, el labrador" de 1953, continúa en esa línea de publicaciones: "Amorosa

palomera, Todos los elefantes, Vendedor de naranjas, Tigelino, Partida de defunción"


11
son de 1954; Hierbabuena para el chacarerd' es de 1955, 11 Oreo" de 1956, "Caballo

en desnudo" de 1959, "Sepelio del papagayo K" de 1968.

Los poemas que integran este segundo periodo toman distintas tendencias román-

tica, modernista, postmodemista, vanguardista, etc. Aunque para Mayo esta subdi-

visión en corrientes o tendencias literarias nunca le importaron en realidad. No creía

que el trabajo artístico de un poeta estuviera limitado por la presencia en exclusiva

de una u otra corriente artística en vigencia o de moda. Así lo expresa, cuando en la

última entrevista que concediera en vida dice:

Yo personalmente no encuentro movimiento literario alguno que esté


aislado de los movimientos sociales, de las tendencias imperantes o que
pugnan imponerse, que no representen (de una u otra manera) el
marxismo, el capitalismo y hasta el nazi-fascismo( ... ). Lo que sí quiero
dejar bien claro es que yo estimo, y por ello he adoptado estéticamente
las doctrinas literarias que caracterizan toda mi obra poética, el ultraísmo,
como la mejor y más cabal manera de reflejar el mundo en que nos ha
tocado vivir. e

Pero, lo que nos convoca en la siguiente reflexión es continuar por el recorrido

vanguardista del poeta y, en este sentido, esta segunda etapa propone una especie

5 Cuadernos del Guayas Nº IV, Guayaquil, noviembre 1952, año 111


6 En Suplemento Semana, Guayaquil26 de enero de 1997, N 11 132, p. 6.
94

de fusión, de síntesis entre corriente nativista o poesía chola (Dalton Osomo)7 con la

tendencia surrealista. Construye así un espacio poético en donde la imaginación y la

imagen serán el eje central que propicie el juego léxico, metafórico, el tono irónico

humorístico, elíptico que marcarán su producción.

Para este momento 1952-1972

La tendencia más agresiva y ruidosa de las corrientes vanguardistas se


va apaciguando, pero subsistirán como conquistas permanentes de esta
vasta corriente poética el verso libre, la supresión de la rima, el empleo de
composiciones tipográficas, la libertad en la invención metafórica, el
lenguaje coloquial y el enriquecimiento de la experiencia poética que
propone el surrealismo. a

A estos elementos, Mayo agrega los elementos provenientes del nativismo, dando

valor poético a la gracia de la provincia, a la épica del mundo rural, al secreto de la

vida campesina. Construye así, un vasto mundo creativo en donde la invención ver-

bal, la ironía, la muerte se combinan para revelamos una poesía en la cual se interre-

lacionan los conflictos y las experiencias culturales de la historia contemporánea.

El montubio y el mundo rural a través de imágenes van conformando un "gran

símbolo" para organizar el discurso nativista. Este símbolo supone un dominio en el

tratamiento del tema, del personaje y del contexto nativo; en síntesis: el habitante de

la provincia de las zonas rurales costeñas. "Hechicería rural, Biblioteca de mí pueblo,

Cineo, el labrador, Hierbabuena para el chacarero, Amorosa palomera, Sepelio de

papagayo K o el Caballo en desnudo,' son algunos de los títulos que ejemplificarían

la propuesta nativista de Hugo Mayo.

7 Dalton Osorno, define así a este tipo de poesía en una entrevista que concediera a quien
realiza la presente investigación en Guayaquil, en abril de 1997.
a Fernández Moreno, César América Latina en su Literatura, Siglo XXI editores, México,
1979 p. 88.
95

El tema está tratado por el autor con mucha movilidad y no son descripciones simples

o exaltaciones al montubio y a su entorno, más bien plantea un marco dicotómico de

enfrentamiento del sujeto social en cuestión con otros posibles medios o zonas de

hábitat, concretamente: con la urbe, con la ciudad.

En este sentido podríamos encontrar una diferencia central entre el tratamiento del

tópico del nativo y del cholo de la primera etapa: (dicotomía entre lo rural y lo citadino)

y el manejo del tema en este segundo periodo. En este momento quiere construir un

"símbolo nativo" que se identificaría con la denominada metáfora del enraizamiento9,

propuesta por Jorge Schwartz.

Mayo en este sentido construye su propia versión de una metáfora americana

estimulado por el conocimiento de las técnicas y los recursos que las vanguardias

europeas propiciaron, pero luego, se mira y mira a su derredor y encuentra en lo que

ve una fisonomía en particular con rasgos más humanos, vitales y susceptibles de

universalización por sus conflictos particulares, por la pasión de su quehacer

cotidiano, pero, sobre todo, por las figuras que sus prácticas diarias son capaces de

sugerir al poeta. Al romper los límites de lo local y expandir una significación más

amplia los personajes no son seres específicos, particulares, no es ya "Juan, el

labrador", sino Cineo, el labrador". Cineo, es un nombre que puede ser endilgado a

un sujeto cualquiera, de cualquier zona del continente.

Por otro lado, el símbolo entregado a los procesos de universalización es presentado

a la manera de una visión. Un hecho o un objeto está concebido como un sistema de

9 Jorge Schwartz en relación de la metáfora del enraizamiento aclara:" La metáfora del


enraizamiento corre el riesgo de parecer naturalista, razón por la cual conviene aclarar su
sentido para alejar posibles equívocos. Tomo la palabra en la acepción amplia del contexto
cultural y existencial: una esfera que abarca tanto las percepciones de lo cotidiano más
prosaico- la apretada red de la necesidad- como su reverso, las figuras polisémicas del
imaginario. Estas últimas viven la ambivalencia de las formaciones simbólicas, pues, aunque
hijas del deseo, aspiran al estatuto de "cosa mental" y "fantasía exacta", para recordar las
definiciones que de arte dio Leonardo". En Las vanguardias latinoamericanas, Ed. Cátedra,
Madrid, 1991 p. 20 y ss.
96

relaciones que va rompiendo paulatinamente los límites de accionés conocidas para

ese objeto, para vincularse con esferas más universales, más cosmopolitas; la

consecuencia inmediata será la proliferación de los sentidos y la ampliación de las

posibilidades discursivas de un poema. Así, por ejemplo, en el poema "Hierbabuena

para el chacarero .., leemos:

Ese final de siembra y clara pena.


hierbabuena para el chacarero
Que oculta en esenciales ayes propios,
tanto dolor huyendo y tan tardío,
hierbabuena para el chacarero.

El poeta refiere el final de una siembra, el dolor, la nostalgia que esta produce en

varias regiones del continente americano; esta ambigüedad de espacio y de tiempo

abre, sin duda, las posibilidades de interpretación; el discurso poético es el escenario

propicio para un lamento que no revela fronteras y con el que pueden identificarse

habitantes las de regiones más diversas del mundo.

Los poemas: "Sepelio del papagayo K, Caballo en desnudo, Cineo, el labrador,

Hierbabuena para el chacarero, Amorosa palomera, Biblioteca de mi pueblo",

conformarán el corpus que nos servirá de base para el análisis de la segunda etapa

creativa de Hugo Mayo.

2.1magen e imaginación formas de un sistema minuciosamente consolidado

"La realidad americana no puede ser ni expresada ni descubierta hay que inventarla

y no simplemente inventariarla. El mundo no solo es realidad es también experiencia,

y la experiencia del poeta es, sobre todo, verbal".1o

1 o Sucre Guillermo, La máscara la transparencia, Fondo de Cultura Económica, México,


1985, p. 17 y SS.
97

Esta cita bien podría sintetizar la pasión poética que mueve al espíritu creativo de

Mayo, quien considera que el pensamiento es la fuerza creadora por excelencia. Su

ideal de precisión verbal se basa en la concentración e identidad que produce

acercarse y captar un objeto como una visión, actividad que supone la construcción

de una atmósfera específica que a la temperatura y al calor de las palabras busca

crear un mecanismo no solo de transmisión del mundo, sino más bien, revelador de

sentidos y de posibilidades que no se conocen aún del todo.

El sistema imaginativo de Mayo se construye a partir de un vocabulario aparente-

mente elemental, reducido y recurrente; se apoya en una sintaxis simplificada y

· fragmentada por la presencia de los signos de puntuación, de los encabalgamientos

o cortes sorpresivos del discurso poético; y, fundamentalmente, por tener como

centro de interés a la imagen. Concibe al poema como una construcción arquitec-

tónica, que organiza desde dentro de su propio espacio escritura! un sistema de

relaciones, en donde las formas se llaman y se repelen. Este sistema exige, sobre

todo, otro tipo de lectura sometida a constantes procesos regresivos, a la ambi-

güedad, a la corrección. En estos avances y retrocesos encontrará, el receptor

atento, elementos que reportarán distintas formas de asombro ante el mundo.

El elemento nativo se convierte en un desencadenante para que el espacio rural sea

teñido por la acción de la palabra sin límites y construya un mundo signado por la

imagen y la imaginación: los labradores, los papagayos, los caballos, las palomas y

las palomeras, el pueblo, el chacarero, la besana y el bejuco serán los protagonistas

de su mundo poético. Pero, si bien, plantea una referencia clara al ámbito rural, sin

embargo, no se marca con exclusividad un lugar, una región o un país en concreto,

más bien, da la impresión de que se trata de una realidad abierta a lo latinoamericano,

a lo universal. Así, en uno de los poemas de la época leemos:


98

Y, así, continental, los pájaros en círculo,


hierbabuena para el chacarero

(Hierbabuena para el chacarero)

Del paisaje rural, del contacto y contagio con la naturaleza tomará los motivos de su

obra poética para este periodo; será, así mismo, la fuente de sus comparaciones, los

viveros de sus asociaciones, alimento y vitalidad de sus visiones 11_ La poesía de

Mayo buscará establecer un intenso y progresivo proceso que intentará liberar su

imaginación de los controles racionales.

Liberadas las palabras de los contactos lógicos y comunes, ·las fuerzas metafóricas

se desplazarán sin reglas y con ellas crearán un tejido imaginativo más amplio, en

donde las figuras que van apareciendo se presentan nítidas por la concreción y la

síntesis de sus estructuras, pero, a la vez, enigmáticas, ambiguas por los sentidos

que potencia. Así por ejemplo, el poema: "Cineo, el labrador" en los dos primeros

segmentos versales dice: Cineo, el labrador, enluta, 1 desde la besana con su dulce-

mele"/, el poeta introduce una imagen, que es el símbolo del labrador, en su espacio

y actividad de labranza. Esta actividad tiene un tiempo específico de realización,

distribuido en tres momentos: sementar, vigilar y recolectar, acciones que se reiteran

en los bloques respectivos. Luego esta imagen primera se diluye en otras con fun-

ción complementaria que van ampliando ese sistema metafórico y construyendo un

ritmo particular, propio de la autonomía del texto y cuyo decurrir formal y de sentido

así lo requiere.

En este poema el primer grupo metafórico plantea en forma sintética al personaje,

símbolo: "Cineo", en su actividad concreta: la labranza, quien desde el primer surco

desde donde inicia la tarea "besana", avisara un panorama lúgubre, oscuro con el

11 Se emplea la categoría Visión, en el sentido que José María Euguren propone;" El sueño
es para el autor una visión y los poemas son como los dibujos de esas visiones: nítidos y a la
vez, enigmáticos. En Guillermo Sucre, La máscara la transparencia , Fondo de Cultura
Económico, México, 1985 p. 67 y ss.
99

que pronostica la presencia de la muerte: "Cineo, el labrador, enluta". Con lo

expuesto podríamos entender que el ciclo de labranza de la tierra encuentra un

paralelismo con el ciclo de vigencia de la vida del hombre. Pero, así mismo, Cineo, el

labrador, no está solo, está acompañado por: "las transhoras de la luna/el júbilo del

pájaro, el algibe de los vientos/ de la deficiencia del sereno, de la quejumbre del

heniV del secreto de la ufanía/ de la calígene en holganza". Y con todos estos

elementos de la naturaleza, "Cineo, Sementa".

En el segundo bloque, Mayo plantea otra imagen: "Cineo, el labrador, luce/ su honda

de cáñamo en la talamera." e igual que en el primer bloque la imagen genera una

secuencia, pero ahora ya no son elementos los que acompañan a Cineo, son direc-

ciones: "Cineo, luce", desde: "La desnudez de la seroja/ desde la venustidad del

hortencillo/ desde el sepulcro del escobo/ o desde las bajuras en almácigos/, en este

bloque en cambio, "Cineo, vigila", expresión que se reitera al final de cada grupo

estrófico.

El tercer bloque presenta otra imagen: "Cineo, el labrador, comercia/ y esconde en su

cuévano primicias"/ la difumina en las estrofas siguientes, pero ya no marcando una

dirección, sino señalando un espacio concreto. "En la repromisión que da el tempero/

en el devenir de la cosecha/ En la hora de la uvada/ En el frutar de los arbustos/ "etc.

Concluye el poema con la misma figura que inició: "Cineo, el labrador, enluta,/ desde

el calabobos con su dulcemele"/.

El proceso de labranza se realiza mediante la ejecución de un ciclo que supone la

siembra: "Cineo, sementa"; la supervisión: "Cineo, vigila"; la recolección: "Cineo,

recolecta". La vida y la creación del poema mantienen un ciclo semejante al que

ejecuta la labranza. Además, al inicio de la labranza ya está presente el sino de la

muerte: "enluta"; y cuando el ciclo se cierra, la muerte también está ahí, "enluta". En
100

los segmentos versales con los que inicia y finaliza existe una sola variante:

"besana"/ primer surco de la labranza, y "calabobos", llovizna suave, pero persis-

tente que acompaña el final de la tarea, el final del poema, el final de la vida.

"Cineo, el labrador" es entonces, la visión del transcurrir del tiempo, de la realización

del proceso de la vida, pero, es también, el anun.cio del poder y de la persistencia de

la muerte.

Las técnicas expresivas, el juego del lenguaje intentan intensificar el poder lúdico y

expansivo del lenguaje. El juego circular12 que propone el poema parece adquirir

sentido, cuando su ejecución genera una actividad con la cual anuncia la presencia de

la muerte para la vida, para la faena de labranza, para la poesía.

Mayo parece recurrir a la técnica de fragmentación-globalización en su mundo

imaginativo. Presenta la imagen, la fragmenta, la disemina, para luego recogerla,

global izarla. De esta manera, el sentido tiende a la inestabilidad, a la dispersión, a la

plurivalencia. Teje una red tupida de formas imaginarias de difícil separación de sus

componentes, razón por la cual importa más la visión global que construye que la

enumeración de actos o de elementos que preceden al proceso de generalización del

sentido y de la forma que configuran el texto.

El lector por su parte, captará continuos cambios, movilizaciones e intercambios de

imágenes o de repercusiones de éstas de manera independiente. Así, en el poema

que nos convoca leemos:

Cineo, labrador, enluta,


desde la besana con su dulcemele,
(... )

12 Guillenno Sucre define al poema circular como aquella técnica que comienza y concluye
con descripciones de igual carácter y que trata un mismo tema. En la obra : La máscara, la
transparencia, Fondo de Cultura Económica, México, 1985, p. 27.
101

Cineo sementa
(... )
Cineo vigila
(... )
Cineo recolecta

Cineo, labrador, enluta,


desde el calabobos con su dulcemele.

Mayo con este poema ejemplifica el tratamiento que da a la imagen: la presenta, la

fragmenta, y la globaliza con un par de segmentos poéticos que cierran un ciclo, un

mensaje, una intención.

Esta idea de ciclo que se instaura en este poema se relaciona directamente con la

categoría y noción de ritmo13. El poema crea su propia musicalidad, marcado por la

secuencia de acciones, por las imágenes, por los segmentos versales reiterativos,

por el enumerar de elementos, lugares y direcciones.

La musicalidad con la que se identifica Mayo, no es armónica, no es el ritmo de un

mundo ordenado y armonioso, lo que nos presenta, por el contrario, es una tonalidad

marcada por la muerte, por esa asimetría propia de la no correspondencia, del

conflicto, de la ironía. "La ironía plantea que el universo no es una escritura, si lo

fuese, sus signos serían incomprensibles para el hombre, porque en ella no figura la

palabra muerte. Y el hombre es mortal", dirá Octavio Paz. 14

Estas imágenes sintéticas, plurales y polisignificativas avanzan en un proceso

imaginativo cada vez más penetrante que busca adueñarse de esa energía propia

de la realidad e intenta llegar al centro imaginario de toda creación. Embelesado, Mayo

afincará su poesía en una personalidad profunda capaz de generar una imaginación

dotada de una fuerza y vitalidad desbordante, parecida a la energía que emana la

13 Jurik Lotman, define el recurso del ritmo como la repetición de unidades prosódicas a
intervalos regulares. se centra en la presencia de los acentos para establecer el
procedimiento comparativo que permita destacar los rasgos distintivos del significado de los
poemas. En Estructura del texto artístico , Ediciones Istmo, Madrid , 1982, p. 73 y ss.
14 Paz Octavio Los hijos de/limo , Ed. Seix Barra!, España, 1975, p. 109.
102

naturaleza misma y sus habitantes. Construye así, un eje básico a partir de una

triple fusión: vida-naturaleza-poesía, regida por una dinámica propia, sin formaliza-

cienes y leyes externas al poema mismo. La visión que confecciona intercomunica

todos los órdenes de la realidad, cohesionados por una energía transustancial,

multiforme y sobre todo, incesante.

En el poema "Caballo en desnudo't15 nuevamente vemos como la naturaleza le

presta a Mayo sus elementos para presentar al caballo en un entrar y salir de la

pampa, en un ir y venir por el viento, pero, sobre todo, en constante competencia

con la muerte. Este caballo que avanza brioso y vital por la pampa tiene una

dirección plena, un destino fijo: la muerte. Pero, así mismo, ese desafío caballo-vida-

muerte se emparentan directamente con la creación poética, de tal manera que,

caballo, vida, poesía, muerte podrían ser los ejes del ejercicio poético con los que

Mayo construye su sistema de imágenes.

En ese afán de liberación de las ataduras racionales en esa búsqueda de las

asociaciones más libres e inusitadas, Mayo se aproxima a la noción de las visiones

propuestas por los surrealistas. Las imágenes presentadas, la enumeración de actos

tejen en el poema un panorama más amplio de la trayectoria que sigue el caballo."Se

viene el Caballo/ Y a galope ha entrado de lleno en la pampa,/ En la pampa/ se

marcha el caballo/ y a galope pasa desafiante, la raya/ la raya/Se aleja el caballo! 1a

galope, resuelta, se mete en el viento,/ en el viento/", dirá en una parte del poema.

El mundo imaginativo de Mayo encuentra en la naturaleza signos anunciadores del

misterio cósmico: caballo, pampa, galope, montubio, chúcaro chacarero, viento, agua,

aire, lluvia, trueno son símbolos que se identifican con la vida misma: nervios, locura,

15 Existen cuatro versiones publicadas de este poema: el primero , publicado por el diario el
Universo en septiembre de 1959; el publicado por la revista cuadernos del Guayas en 1964;
; el tercero, publicado por la revista cuadernos del Guayas, bajo el título Poesía del siglo XX,
en el año 1972; y la cuarta versión recogida por Rodrigo Pesántez Rodas, en la Colección
Letras del Ecuador N2 20, en 1973. La versión que utilizaremos para la presente reflexión es
la que en 1959 publicara el diario El universo.
103

amor, muerte, ritmo. Pero, son también atributos de aquella intensidad propias del

vivir: porfía, odio, enneciarse, desmedida, atropello. Así, la realidad cotidiana se ve

transfigurada por el don de la palabra.

Los poemas presentan continuos cruces de planos e impresiones sinestésicas, que

crean un ámbito de revelación, de iluminación de la existencia humana y, a la vez,

sugiere la cercanía de la muerte. Así lo dirá:

Cómo trota y se sitúa ante la muerte!


Ante la muerte
(Caballo en desnudo)

En la toma los limoneros


ochenta y siete papagayos lo enterraron.
yo también
(Sepelio del papagayo K)
O Cineo, el labrador, enluta

Oirá en el poema; 11Cineo, el labrador"

La muerte construye imágenes que encierran una energía natural en movimiento, con

impulsos y apetitos humanos en donde actúan las pasiones y el ímpetu del amor

dirá en otra parte del poema "Caballo en desnudo".

Ya sacude polvaredas en huidas imprevistas


El caballo en amoríos

Ya se llena de deseo porque logra ver la yegua


El caballo en esperanzas

Ya comienza a impacientarse demostrando su lujuria


El caballo es un pecado.

Mayo plantea en este periodo una estética de vitalismo desbordante en donde sus

manifestaciones personales buscan identidad con la naturaleza, como si entre creador

y objeto creado hubiera una semejanza total. Mayo es el caballo, entra de lleno en el

terreno de la poesía, como el caballo lo hace en la pampa. La trayectoria de uno y de

otro es decidida, es fuerte, es desafiante."EI caballo vive su ímpetu/ Cómo pasa


104

desmedido de su límite/ Como bate su atropello ante la meta/ Cómo olvida ya reñido

a su palafrenero", expresará en otrd.parte del poema.

Las imágenes en este sistema fluyen como el agua, como el movimiento del caballo,

como la labranza del chacarero o como el entierro del papagayo; se trata de una

vitalidad siempre en riesgo.

Que por andar azaroso en sus huidas puede morir


Que lo enfreno!

Que por desobedecer al suicida jinete puede morir


que lo domo!

Que por salir a gozar con el amor puede morir


Que lo encierro!

Pero en la medida que el caballo recorre la pampa y el poeta confecciona su discurso

poético esa vitalidad pierde vigencia hasta llegar a un punto en que pide desespe-

radamente tregua. Este término seleccionado por el poeta se identifica con esa agota-

dora intensidad que supone el recorrido de la vida.

"El Caballo pide tregua .. ./ El caballo ya no corre/. El ritmo vital del caballo desciende,

se ve menguada por el esfuerzo; pero el caballo no se detiene sigue adelante hacia

el encuentro decisivo con la muerte.

De esta manera, el caballo llega a su destino, muere, pero amando. Finaliza el poema,

pero el poeta lo termina amando. Finaliza la vida del escritor, pero el poeta, Mayo,

morirá escribiendo.

Este juego: caballo, poeta; vida-muerte, creación poética-naturaleza parecerían ser

los módulos imaginativos con los que Mayo construye su sistema de formas y de

sentidos, que a través de un proceso de intemalización de lo recóndito de su "yo"

buscará acoplar el flujo de una conciencia visionaria, libre, sin ataduras que obtenga
105

su equivalencia en el galope del caballo, en el correr del agua, en la labranza del

chacarero o en el sepelio del papagayo, pero siempre en diálogo permanente con el

mundo rural. En este punto cabría anotar lo propuesto por Saúl Yurkievich cuando

analiza la obra de Neruda: "Estamos deslindando una personalidad poética (una

idiosincrasia y una ideología) condicionada por ciertas experiencias personales, con

una determinada visión y actitud frente al mundo, que buscará progresivamente los

medios verbales más aptos para expresan as" .16

Mayo se presenta así como e·l _gestor de una imaginación creadora, expansiva y

conmovedora que no desemboca en pensamientos complejos, sino más bien lanza

las imágenes en sentidos plurales, disímiles; provocando superposiciones de

sentidos simultáneos.

Gastón Bachelard distingue dos tipos de imaginación pertenecientes ambos al

psiquismo normal; una es la imaginación reproductora que se basa, sin sobrepasar1a,

en la percepción vivida de lo real y atesorada por la memoria, en sus combinaciones

posibles; la otra, es la imaginación imaginativa, no sujeta a las limitaciones de la

experiencia objetiva, que nos propone lo inédito y que provoca la explosión del

lenguaje, los químicos prevén una explosión cuando las posibilidades de ramificación

de una fuerza son mayores que las de cese o delimitación.17

En Hugo Mayo, su sistema imaginativo podría ubicarse en el segundo caso, en el

terreno propicio de esa imaginación que desborda la experiencia objetiva y provoca

la explosión del lenguaje, en donde poeta, objeto, mundo y poesía se fusionan y

contribuyen a un sistema metafórico de incesantes conexiones, de realidades que se

entrecruzan y superponen, en donde la separación de planos es, cada vez, menos

16 Yurkevich Saúl, Los forjadores de la nueva poesfa latinoamericana, Barral editores,


Barcelona, 1971, p. 157.
17ep. e·ít., p. 17.
106

nítida, en donde una abigarrada visión de significaciones se interceptan revelando

· relaciones conflictivas entre parecidos, entre homólogos y hasta entre contrarios; los

mismos que, en ciertos momentos, se vuelven semejantes y hasta idénticos.

En el poema "Caballo en desnudo" dice, por ejemplo:

Se ha adornado con colores tardecidos que lo escoltan


El caballo va pintado

En estos segmentos podemos notar como la diferencia significativa entre "adornarse"

y "pintarse" ha desaparecido, y más aún se ha convertido en consecuencia el uno

del otro, de un proceso mágico que supone el decurrir del día y del tiempo, de la

mañana a la tarde. Adornarse es así, sinónimo de transitar.

Este sistema imaginativo supone un penetrar y dejarse penetrar por la naturaleza, es

el paso alucinado del poeta por el mundo, por la existencia representada por la

enumeración de actos disímiles; la acumulación de partes heterogéneas sugieren esa

posibilidad de alcanzar la totalidad del movimiento del caballo: el caballo entra, se

marcha, se aleja, recorre rutas, deja huellas, odia, acosa o porfía, se enjoya, pasa

invicto, crea un ritmo, provoca una estampida, se confunde, se sofoca, entra en la

locura, salta abismos, vive ímpetus, pide tregua, muere. Estas acciones y estados

por los que atraviesa el caballo son ejemplos de esa totalidad de realidades que

conforman un proceso cuyo ritmo y movimiento son imposibles de captar1os en su

totalidad.

El poema y el sistema metafórico en general de Mayo se mueve en direcciones

disímiles, son pedazos de discurso cuyos fragmentos están relacionados por nexos

imaginativos, por una significación subjetiva. Los adjetivos y atributos que se dan al

caballo, al chacarero, al labrador o al papagayo, a la palomera o a la biblioteca


107

refuerzan esa visión caótica: Así dirá "empolvados derroteros, inagotables pajo-

nales", o la borrasca inopinada, el temprana! improvisado; etc.

En este universo metafórico, visionario y alegórico la vida y la muerte son consi-

derados como alternativas interactuantes de una misma energía en constante

transformación. "Caballo en desnudo" y los poemas que nos sirven de corpus para

el análisis de la producción poética de Hugo Mayo, en este periodo, son el ejemplo

de una "obra abierta", en donde el ritmo específico que el poema marca, la sintaxis

fragmentada, incongruente y, a ratos, inconexa; conviven con recursos reiterativos

insistentes y representan una imaginación sin ataduras, una conciencia irónica, que

exige un espacio para la lectura diferente, en donde el sujeto de la acción, mira su

propia existencia y genera la impresión de que copia cinematográficamente el flujo

espontáneo de sus intuiciones.

3. Humor e ironía: saber y signo de un sistema de relaciones.

"La poesía moderna oficia en el suelo de la sociedad y el pan que reparte a sus fieles

es una hostia envenenada: la negación y la crítica".18

Con esta cita Octavio Paz pretende explicar que el mundo no es legible a la manera

de un libro como proponía la analogía y las corrientes que la sustentaban. Revela,

además, que la estructuración del universo se realiza en tomo a otros elementos que

no son ni la correspondencia exacta entre los mismos, ni son el resultado de un ritmo

único o universal.

Los elementos que organizan al mundo son la negación, la crítica y, sobre todo, el

humor y la ironía. De esta manera, la ironía se erige como el signo de la ruptura de la

unidad y de la correspondencia; es la excepción, el infortunio, el accidente fatal, pero,

18 Paz Octavio, Los hijos de/limo, Ed. Seix Barral, Barcelona, 1975, p. 90.
108

también, lo infausto, la muerte. Esta nueva cosmovisión en torno al mundo y a la vida

hacen suponer que ese gran libro que organiza la analogía hoy por hoy no existe y

que el mundo está hecho de fragmentos, de dudas, de reflexiones, de críticas, de

ironías.

La ironía dirá Paz "muestra que el universo no es una escritura, y que cada traducción

de esa escritura es distinta y que la correspondencia de la analogía es un galinatías

babélico" 19

La concepción de la ironía como -el signo de la excepción de aquellos espacios de

fuga en donde pueden hablar otros lenguajes y, sobre todo, otros sentidos es

tomado por Hugo Mayo para expresar esa diferencia, asumida como rebeldía y como

búsqueda incesante de formas. Esa ironía acompañada del humor y de esos

continuos juegos de términos e imágenes están presentes en la segunda etapa

escritura! del poeta.

No olvida temores de antaño y, a través de la autoironía, denuncia la pérdida de uno

de sus libros. En "Biblioteca de mi pueblo" dirá:"Después de mi regreso-esto fue por

la noche- /alguien parecía esperar la llegada de muchos;/de esto, que era para

pensarlo,/ conoció un señor de sesenta años pasados;/ al momento olfateó algo que

podía perderse:/ y, apresuradamente, escribí a la ligera:/RESERVADO PARA MIS

LIBROS QUE FUERON A LA IMPRENTN

Esta ironía leve, sutil del poema, abre ese espacio de fuga, en donde lo cotidiano

ingresa al terreno de la poesía y establece un espacio para la reflexión, para la duda,

la crítica y, por supuesto, para el doble sentido. De esta manera, Mayo insinúa la

presencia de esas diversas texturas del mundo que entran al terreno de lo artístico.

19 Op. Cit., p. 111 y SS.


109

El tono de ironía se agudiza cuando en otro de los poemas de la época, "Amorosa

palomera", se instala la ironía, el poema inicia con una imagen: su título, es signo de

una visión, de la posibilidad de captar el mundo y descifrarlo. Continua el poema con

un equivocación que instaura el juego de términos homófonos y homónimos: "Cata-

rata" es definida geográficamente, pero el defecto que tiene el personaje del poema

es más bien de visión. Con lo cual entra juego, la ironía. Mayo revela que el pro-

blema que convoca al poema no es de ver el mundo, sino de leerlo, captarlo y hacen-

e partícipe de una cosmovisión. Así lo dirá en las primeras segmentos del poema:

No hubo necesidád de un oftalmólogo.


Catarata en el agua que se lanza desde el precipicio,
dicen los textos de geografía,
por eso los familiares prefirieron llamar a un geógrafo destacado,
para atender a la pacienta.

El desarrollo de la ironía continúa, cuando en los versos siguientes leemos:

La señora, en verdad, era corta de vista,


pero, divisaba, cuando quería, hasta la misma panacea:

En estos segmentos, el juego se establece en el plano significativo cuando a una

afirmación: "era corta de vista", le sigue una negación; "pero, divisaba, cuando

quería", como para afirmar que el mundo está hecho de dudas y, sobre todo, de

conflictos, de dichos y entredichos. En este negarse, "el universo, dice la ironía no es

una escritura comprensible para el hombre ... La ironía no es una palabra ni un

discurso, sino el reverso de la palabra, la no comunicación". 20

La ironía y el humor continúan su reconido por el poema y su lectura del mundo en un

paralelo propio de la actividad escritura! de Mayo; en los versos siguientes, la ironía

se marca por la confusión que se crea por el uso de los distintos instrumentos de

ayuda para la visión:

2oop. e·ít., p. 111 y SS.


110

"Cómo llegó a ser amorosa palomera, nadie como ella


para observar el vuelo de las aves con su izquierdo monóculo."

En este caso, el "monóculo" instrumento que sirve para leer (leer el mundo) es

utilizado para mirar a larga distancia. Por lo tanto, se confirma nuevamente que su

deseo era aprehender el mundo y no solo recorrer apresuradamente por él.

Pero, la ironía se intensifica y, en este caso, con la presentación de los distintos ele-

mentos que utiliza para captar el mundo: telescopio, teleobjetivo, la telepatía le sirven

para alcanzar la visión de París, para alcanzar una visión moderna de la civilización y

del mundo. Esta trayectoria la realiza desde su alcoba, parecería que, con esta preci-

sión, quisiera insinuar la presencia del viejo conflicto entre tradición y modernidad.

Oftalmólogo, París, La Torre Eiffel serían símbolos de la modernidad. La palomera, la

alcoba, el vuelo de las aves, los quevedos, obtenidos por herencia son símbolos de

la tradición. Pero, el personaje del poema siente moriña al observar la torre Eiffel, y

goza cuando mira los rayos verticales /"que proyectaba el tragaluz de su alcoba".

Este hecho fue la causa para que se quedara sola y para que su hijo viajara a Italia

en busca de la modernidad.

La ironía se presenta además como crítica a esa modernización incapaz de cumplir

sus promesas de bienestar y progreso. Por ello abandonó los sofisticados instru-

mentos para la visión y prefiere captar el mundo, aunque con orzuelos y catalejos de

luneta, pero desde su palomera, y, expresar su propia perspectiva sobre la dicoto-

mía modernidad y tradición.

La ironía se presenta también a través de asociaciones incoherentes y en ocasiones

hasta absurdas; Así se evidencia, en el poema "Amorosa Palomera":

A veces, le hacían gracia los orzuelos que portaba,


pero los boticarios le regalaban con modernos colirios.
Una mañana, con catalejos de lunetas ahumadas

----------------------
111

Este sin sentido, contribuye a enfatizar la confusión y la posibilidad abierta de leer el

mundo. Mayo en su trabajo minucioso con la palabra rompe la lógica del discurso y, a

través de elementos de la vida cotidiana, de la geografía y de oftalmología crea

nuevas realidades y, por medio del canto de imagen, presenta una visión indecible,

regida por el tono de la ironía y la crítica.

El poeta a través de la imagen de los cristales, presente en el poema "Amorosa

Palomera" sugiere la transparencia del espacio y la posibilidad de leer el mundo, no

solo verlo. Presenta además el vértigo que produce el espacio y el tener conciencia

de él, eri tonna simultánea.

La ironía le posibilita a Mayo abrir el terreno de lo poético para leer esos desacuerdos

del mundo, plantear una ácida crítica a diversos niveles e instituciones de la sociedad

a través del juego significativo, del juego verbal y potenciar las direcciones que los
sentidos pueden seguir.

"El juego verbal es una ironía contra el realismo lingüístico y aún contra el estilo en su

acepción habitual: su efecto es la ambigüedad semántica, la proliferación de significa-

tivos; una misma palabra puede decir dos cosas distintas que, sin embargo, no se

excluyen y forman un sentido más amplio. "21

En este poema se ve cómo un simple desvío verbal: juego de homónimos y

homófonos ha producido, también, un desvío en el discurso en general, cómo los

elementos de la realidad se dirigen a otros planos del sentido. Se instaura la metáfora

del viaje en el discurso, en donde, a medida que avanza el poema, van ingresando al

juego múltiples realidades en continuas metamorfosis. La ironía juega su papel y

marca el tono del recorrido a la manera que enuncia Guillenno Sucre cuando analiza la

obra de Vicente Huidobro: "Un viaje en el espacio es un viaje en el tiempo. Además,

21 Sucre Guillermo, La máscara, la transparencia , Fondo de Cultura Económica, México,


1985, p. 14.
112

el juego enunciativo enriquece la experiencia del lector; le hace vivir un momento de

alquimia verbal como equivalente a otro de alquimia temporal: un presente puro. Es lo

que Huidobro mismo define como el entusiasmo que nace de todo descubrimiento." 22

El problema de la visión para Mayo, el posicionamiento para captar el mundo y la

creación del espacio para la poesía tienen fundamental importancia; parecería que

ese espacio sitúa a la mirada en un punto clave que provoca la iluminación de su

espacio, de ese objeto, como que las cosas adquieran esa característica de la que

habla Benjamín: "Las cosas tienen 'aura' cuando son capaces de levantar la vista y

devolver la mirada a quien las mira".23

4. El sistema rítmico: juegos tonos y movimientos

La selección de palabras en un texto, al igual que la distribución de los elementos

constitutivos de un sistema rítmico, no suponen la colocación mecánica de estos, por

el contrario, revelan la existencia de un conjunto rítmico más complejo cuyo valor

radica en que su presencia acentúa su construcción semántica.

El sistema rítmico en los textos de Hugo Mayo se producen a partir de imágenes del

significante24 que se organizan en un conjunto particular en donde los significados de

los términos elegidos adquieren mayor presencia y se diferencian del significado

conceptual de la lengua.

22 Op. Cit., p. 95.


23 Benjamín, Walter, Poesía y Capitalismo :Iluminaciones 11. Ed. Taurus Humanidades, 1990,
p.14.
24 Carlos Bousoño emplea el sintagma: imágenes del significante para referirse a aquellas
formas constituidas a partir de la expresividad rítmica y fónica, cargados de un efecto
dinámico y portadores de una energía fónica particular. Estas imágenes además, cuentan
con instrumentos particulares para su realización. Esos instrumentos son las onomatopeyas,
las aliteraciones, el encabalgamiento, las reiteraciones. En Teoría de la Expresión poética
,Ed. Grados, Madrid, 1970, p. 463 y ss.
113

Este sistema rítmico tiene como objetivo central poner al lector en trance para escu-

char al lenguaje imaginario y, lo que es más, en trance para aceptar dicho proceso

imaginativo, ejerciendo así, una función de apelación, sugestión, interrumpiendo la

acción de la racionalidad propia de la vida práctica. Así mismo, las figuras construidas

a partir del ritmo y de la musicalidad de un texto poético ponen en marcha una libertad

asociativa múltiple, compleja, por cuanto los elementos que pueden entrar en ese

juego provienen de áreas diversas y de escenarios de lo más distantes.

De esta manera, la sugestión, las asociaciones y los intensificado res de los sentidos

se convierten en un sistema himnotizador, que convoca al lector y lo toma como por

sorpresa; preparan su ánimo para captar un conjunto de elementos en cuyo seno ha

sido invalidada la esfera racional del lenguaje.

El resultado de la construcción rítmica del texto es la composición de so-


nidos que forman series correlativas con un rasgo distintivo: posición co-
mún respecto del acento en posición tónica, protónica de la primera, de
la segunda postónica de la primera, etc). Esto inserta las palabras que
constituyen los versos en conexiones complementarias, supragramatica-
les. La importancia de este hecho crece bruscamente debido a la diferen-
cia de carga semántica entre los sonidos del discurso habitual y los del
poético ... Puesto que el emisor y el receptor de la información están obli-
gados a utilizar un número rimado de sonidos de que dispone el habla,
ha surgido, así, la necesidad de recurrir a combinaciones de sonidos, con
el fin de poder transmitir un número considerable de conceptos"25, dirá
Jurik Lotman, al referirse al problema de la estructura rítmica en los textos
poéticos·

En el sistema rítmico propuesto por Mayo, las pausas, la distribución de los acentos,

la colocación de verbos al final de los segmentos versales, la participación de los

gerundios, las estructuras sintácticas aparentemente sencillas, los recursos estilísti-

cos como la aliteración, reiteración, encabalgamientos construyen una figura tonal

25 Lotman Jurik, La estructura del texto artístico, Ed. Istmo, Madrid, 1982, p. 175.
114

sentenciosa, de música secreta y monocorde, que, a través de cortes sorpresivos en

los versos, por la presencia de los signos de puntuación buscan la formación de un

ideal de justeza expresiva.

El ritmo se vale de tiempos simultáneos, de espacios y de sentidos; busca reproducir

la energía vital de la naturaleza tomándola como eje para revelar la intensidad de la

vida y la fortaleza de las acciones artísticas y poéticas en concreto.

El ritmo oral, cuyo eje de realización es, fundamentalmente, el tiempo en los textos de

Mayo intenta confeccionar un espacio en donde lo que importa es que los distintos

elementos convocados permitan ser aprehendidos visualmente. Así, "La música del

poema y no solo el sentido es dibujada".26

De esta manera, la musicalidad de los poemas se relieva frente a los silencios del

texto y deja fluir imágenes del significante que procuran exponer una visión propia

del mundo, de sus objetos, y de sus seres.

Lotman afirma que uno de los elementos esenciales de la naturaleza del ritmo es la

escanción, entendida como el proceso de clarificación subrayada del metro; clarifica-

ción que se encuentra en actitud análoga a la cuenta en voz alta, cuando se estudia

una pieza musical. La escanción pone de relieve el dibujo rítmico que existe en el

verso. Los elementos de la escanción son las pausas y los acentos. "De tal manera

que, sobre el dibujo de las pausas léxicas se superpone el dibujo de las pausas

ñtmicas." 27

En el sistema ñtmico de Mayo, los acentos ocupan posiciones que se enfrentan con

los ritmos clásicos; su distribución acentual se centra en la colocación del acento final

o descendente sobre verbos, cuya presencia provoca una intensificación de la ima-

26 Sucre Guillermo, La máscara, la transparencia, Fondo de Cultura Económica, México,


1985, p. 92.
27 Lotman Jurik, La estructura del texto artístico, Ed. Istmo, Madrid, 1982, p. 176 y ss.
115

gen sonora o del dibujo rítmico. "Cineo, el labrador, luce/ Cineo, labrador, comercia/

Cineo, sementa/ Cineo, vigila/ Cineo recolecta/, dirá en uno de los poemas del se-

gundo periodo.

Pero, el proceso de escanción desarrollado por el poeta se acentúa aún más cuando

elige un tipo de estructura sintáctica aparentemente simple, pero marcado por una in-

tendón semántica, sintética, de infinita riqueza significativa; sin embargo, el uso de

formas elípticas, la presencia de pausas inesperadas, el tono entrecortado de mu-

chas de sus expresiones permite la apertura del panorama interpretativo.

En este contexto, las pausas y los silencios exponen que el sentido que las acom-

paña no ha cesado, por el contrario, hablan de un largo suspenso en donde el lector

atento debe hilvanar las secuencias de contenido regadas en el texto. El trote del ca-

bailo, su relinchar no concluyen con su paso, continúa resonando a pesar de que el

trayecto avanza, es lo que parece sugerir el poeta cuando en una de las estrofas del

poema "Caballo en desnudo", afirma:

El caballo en petulancia
Y el caballo
Mi caballo
Cómo se enjoya con tanta presencia desmedida!
Y relinchando...
Cómo se enjoya cuando torvo abandona la caballeriza!
Y relinchando ...
Cómo se enjoya con tanta arrogancia en su descuello!
Y relinchando...

Este sistema rítmico divide al texto del verso en segmentos, en unidades fracciona-

rias que no necesariamente coinciden con los segmentos constituidos por el sentido.

Estos aparentes desajustes potencian la figura rítmica que le interesa destacar a

Mayo: el trote del caballo, su trayectoria por la pampa, por la vida; el recorrido del fu-

neral, la secuencia de la labranza, el viaje de la mirada y con ella, la aprehensión del


116

mundo. En todos estas figuras su construcción obedece a que los sonidos al interior

del verso y de las palabras se han semantizado.

La distribución acentual, los puntos suspensivos, los signos de admiración, los de

puntuación, las pausas, los gerundios, los encabalgamientos, las reiteraciones, las

frases sintéticas construyen un sistema de entonación que revela una ruptura de la

armonía del mundo, la presencia explícita y tácita de la muerte como un personaje re-

currente en los poemas de este periodo. El humor, la ironía, el juego constante con el

lenguaje atestiguan, también, que el hombre, el mundo y el poeta con sus respecti-

vos elementos han entrado en un proceso tenaz de lucha y de enfrentamiento por la

posesión de espacios y por la persistencia en el tiempo.

Formas aliterativas, onomatopeyas, encabalgamientos, reiteraciones, enumeración de

actos, síntesis, elipsis son algunos de las recursos estilísticos que conforman tam-

bién el sistema musical y rítmico que Hugo Mayo nos presenta.

Formas aliterativas de "s-r", como por ejemplo: "Pensar en infusiones y en vestir ya

de verde/ hierbabuena para el chacarero./ la duda de un gusano en su tamaño,/ y

ese insistir de mi olfato que reclama,/ hierbabuena para el chacarero", dirá en una de

las estrofas del poema que dedicara a Miguel Angel León; "Hierbabuena para el cha-

carero"2B.

Expresiones onomatopéyicas como: parpar, o chirrido, presentes en el poema

"Sepelio del papagayo K."

Encabalgamientos presentes en el poema "Hierbabuena para el chacarero":

Oh! sordo retomo en que me acato,


hierbabuena para el chacarero.
que apenas caminado al son caído,
y con afán que abro y exagero,
hierbabuena para el chacarero.

28 Cuadernos del Guayas N° 10, abril1995, p. 3.


117

La presencia del encabalgamiento del tercero al cuarto verso se repite en los siguien-

tes grupos estróficos del poema. El encabalgamiento genera nuevas y renovadas

formas para el juego sensorial, y, a este efecto, parece evocar Mayo cuando recurre

a este recurso retórico. Bien cabría en este momento señalar lo que Carlos Bousoño

afirma al respecto:

Al encabalgarse una estrofa se destruye el ritmo habitual, disponiéndose


sorprendentemente de un ritmo distinto, con grandes posibilidades para la
materialización sensorial, ya que según sea la expansión de los materia-
les encabalgados y la forma de ese encabalgamiento, así será el ritmo
estrófico que aparezca (... )29

El encabalgamiento rompe el ritmo tradicional del lenguaje e introduce una técnica que

busca representar el movimiento y la fluidez con que los personajes de sus poemas

y los distintos mensajes del mismo recorren las distintas posibilidades de sentidos y,

por lo tanto, de interpretación. En otro de sus poemas encontramos:

por eso los familiares prefirieron llamar a un geógrafo des-


tacado,
para atender a la pacienta.
(Amoroso palomera)

O en Cineo, el labrador dirá:

Cineo, el labrador, luce


su honda de cáñamo en la talamera.

En uno y otro ejemplo, los encabalgamientos rompen con la musicalidad y el ritmo

habitual del lenguaje e instauran un sistema musical, personal y evocativo, propios

de una intencional y de un estilo en particular.

Las reiteraciones las encontramos en casos como el siguiente:

Se viene el caballo!
1a galope ha entrado de lleno en la pampa
En la pampa.

29 Bousoño Carlos, Teoría de la Expresión Poética , Ed .. Gredas, Madrid, 1970, p. 371.


118

La reiteración del sintagma: "en la pampa" al final del segundo segmento versal y en

el tercero, introducido con mayúscula, abogan por la presencia decidida de un lugar

como escenario propicio para el desarrollo del sistema imaginativo y rítmico a la vez.

Para explicar mejor la presencia de este recurso tanto en el sistema rítmico de Mayo

como en el sistema semántico de sus textos, recurriremos a Lotman, quien en su texto

"Estética de la creación verbal", afirma que:

la repetición de las palabras de un texto no supone la repetición mecánica del


mismo, mas bien revela la existencia de un conjunto semántico más complejo
cuyo valor nace del carácter cuantitativo. La duplicación de la palabra, y, en este
caso, de una musicalidad no significa la duplicación mecánica de conceptos, sino
un contenido distinto, nuevo, más complejo, La repetición de las palabras forman
una unidad semántica superior que no puede ser descompuesta en los significa-
dos conceptuales de las palabras que lo construyen.3o

Esta unidad superior de sentido y de musicalidad en Mayo la encontramos por ejem-

plo en el poema "Caballo en Desnudo". en donde las reiteraciones son frecuentes.

Construyendo una secuencia insistente que se emparenta con una figuración vital del

recorrido del caballo. Esas situaciones construyen una energía rítmica en sí misma,

una verdadera suma del ser sensible en un solo instante que desencadena el ritmo

de todo el espacio del texto poético.

Alterna la posición de los términos que reitera en un juego que, desde el punto de

vista estructural, musical y de sentido ponen al descubierto las diferencias entre las

distintas partes del texto. Así en el poema que analizamos se encuentran los siguien-

tes casos.

El caballo va a galope
Y el caballo
Mi caballo!

Que por inagotables pajonales pasa agitado


Agitado pasa

30 Lotman Jurik, Estructura del texto artístico , Ed. Istmo, Madrid, 1982, pág 165 y ss.
119

Que por empolvados derroteros paga agitado


Agitado pasa
Que por inertes labajos pasa agitado
Agitado pasa.

En el terceto y en los pareados que conforman esta secuencia del poema puede

verse cómo los elementos que reiteran: "caballo" en el terceto y el sintagma: "agitado

pasa", en los pareados, dejan en libertad y potencian el sentido de los términos no

repetidos que se convierten en Jos portadores idóneos de la figura rítmica y musical

que el poeta desea trasmitir y que, de hecho, se relaciona con la visualización del

poema que insiste Mayo en destacar. Es por ello que las referencias que marca como

relievantes son la acción del caballo: "va a galope" y los espacios por donde tran-

sita: ~~inagotables pajonales/empolvados derroteros/ inertes lavajos". Parecería que,

en este sentido, coincide con Lotman, quien al respecto afirma: "Cuando mayor es el

número de los elementos y de los aspectos coincidentes en los segmentos del texto

que no se repiten totalmente, tanto más alto es la actividad semántica del elemento
diferencial". 31

En otra secuencia del poema se observa:

El Caballo crea un ritmo


y el Caballo
Mi Caballo!
Se dispara incontenible y ha agitado su locura
El caballo rompe cinchas!
Se dispara incontenible y ha logrado las distancias
El caballo rasga vientos!
Se dispara incontenible y ha pasado los vacíos
El caballo va borrando.

En el terceto de este ejemplo, los únicos elementos que no se repiten son: el verbo

crear y el complemento directo, un ritmo. La creación de la figura del movimiento le

interesa destacar a Hugo Mayo, y, en los pareados, desarrollará la intensidad de ese

ritmo a través de las formas verbales: ha agitado, ha logrado, ha pasado, pero los

31 Op. Cit., p. 169.


120

espacios que transgrede: la locura, y más aún, su locura; las distancias, los vacíos,

formas no reales de limitación hablan de la fuerza y de la energía que imprime el ca-

ballo en su trayectoria. El caballo no tiene quien lo pare y con imágenes de una su-

gestión incalculable: rompe cinchas, rasga vientos, va borrado. La velocidad que

imprime es tal que en partes de su viaje hasta desaparece.

Los elementos que se reiteran, de hecho, contribuyen a crear el estado de tensión

que acompaña al ritmo y al sentido de la secuencia: "se dispara incontenible" está

colocado a la manera de un estribillo intensiticador del movimiento del caballo, en

donde cada repetición suena diferente porque supone que con cada reiteración los

contenidos se cargan de una intensidad vital, abierta a las posibilidades de captación

de los lectores que al poema se acercan.

La reiteración construida, en cambio, por las formas: "El caballo, Y el caballo, Mi caba-
llo" hablan de un proceso de interacción y de un accionar que puede ser leído en una

triple dirección: la primera la acción externa del recorrido del animal por la pampa, en la

construcción de esa síntesis que supone la metáfora del enraizamiento propuesto por

Jorge Schwartz: el elemento americano, el caballo, lo nativo visto desde las técnicas

del fluir de la conciencia, desde la automatización del lenguaje, desde el absurdo.

El segundo "Y el caballo" habla de ese símbolo mayor que es la vida en su lucha

constante y desenfrenada frente a la muerte.

La tercera forma "Mi caballo", podría entenderse como la visión personal del poeta en
su lucha decidida por la escritura, con las palabras, con la composición del poema. El

recorrido del caballo termina cuando la creación del poema también avisara su final.

Parecería, entonces, que el sistema significativo busca construir la figura del recorrido

de la trayectoria que sigue el movimiento del caballo. Pero en el sistema rítmico, en

cambio, parecería que lo que intenta es revelar los acordes que ese movimiento pro-
121

pone: los chasquidos del galope, del relinchar, el susurro del viento, la musicalidad del

alba, el meridiano y el crepúsculo.

Este sistema de reiteraciones completas en algunos casos al estilo de:

El caballo pasa chúcaro


Y el caballo
Mi caballo

O, relativa, a la manera de:

De pronto en sus sienes le rodean las mariposas


Y a entrepaso, a entrepaso.
De pronto en sus crines le golpea la primera luz
Y a entrepaso, a entrepaso.
De pronto en su cola le besuca el oreo
Y a entrepaso, a entrepaso.

O, las formas de estribillo como lo que aparece en el poema "Hierbabuena para el

chacarero", como cuando leemos:

Y, así, continental, los pájaros en círculo,


hierbabuena para el chacarero.
Entonces reanuda mis pisadas y columbro;
Y, alguien que silba espeso, ya amputaba,
hierbabuena para el chacarero.

O las formas o manera de sentencia presentes en las cuartas líneas versales de las

estrofas 2da, 3ra y 4ta del poema circular "Cineo, el labrador''.

O, la insistente marca de los terceros segmentos versales del poema: "Sepelio del

papagayo K": "Yo también".

Hablan de un proceso que se establece a partir de la relación de elementos en el

texto que entran en juego desde un enfoque individual, (el poema y su intención) y

ofrece un cuadro curioso de repeticiones y no repeticiones, que a una primera lectura

dan la impresión de simples juegos del lenguaje, pero, que por el contrario, al incre-
122

mentarse los elementos de semejanza hasta la total coincidencia en unas partes o

secuencias del texto, aumentan la diferencia de la no coincidencia en el caso de la

lectura e interpretación individual.

Los textos que nos presenta Hugo Mayo en esta etapa representan un sistema

imaginativo y, a la par, un sistema rítmico construidos a partir de una relación de sis-

temas textuales en donde la función diferenciadora y distintiva de los sentidos, de las

repeticiones está en relación directa con la posición de los elementos y de las cons-

trucciones que se repiten. "La equivalencia incompleta constituye el momento funda-

mental de la sinonimia artística"32, dirá Jurik Lotman.

Mayo revela así ya no un juego puramente experimental; su búsqueda en esta

etapa de su trayectoria poética está caracterizada por un trabajo minucioso y porme-

norizado sobre el lenguaje en sus distintos planos.

Las reiteraciones, entonces, se convierten en elementos centrales del sistema imagi-

nativo y rítmico del trabajo poético de Mayo. De hecho, entran en relación directa con

la enumeración de actos a través del empleo de formas sintácticas simples, por

ejemplo, el caballo: viene, se marcha, se aleja, galopa, recorre, pasa chúcaro, trota,

crea un ritmo, entra en estampida, se dispara, crea rutas, salva abismos, está arisco,

está empreñado, pide tregua. Pero a la par del movimiento del caballo, en su ruta en

su trayectoria, la enumeración de actitudes de modos que asume el animal también

construyen una secuencia. Así, entra en petulancia, sigue duro, pasa invicto, se

confunde, enloquece, vive ímpetu, pide tregua.

La enumeración de actos lograda a través de una sintaxis aparentemente simple y

construida a partir de un sujeto, una acción y complementos fundamentalmente de

modo y de lugar, intentan decimos que el espacio verbal se ha transformado en un

lienzo en donde una manera específica de articular el lenguaje le convierte en un es-

32 Op. Cit., p. 72.


123

pacio visual, en el cual, las diferentes secuencias versales revelan la composición de

un cuadro, en cuya textura, las palabras, las imágenes y los signos, no solo se es-

cuchan, sino que aún más se ven. El laconismo y la intensidad de significación de los

títulos: "Caballo en desnudo", "Cineo, el labrador", ¡'Amorosa Palomera", parecerían

anunciar una exposición pictórica, en la cual la plenitud de la palabra llegará por la

puesta en marcha de un proceso que supone tener en cuenta la trama verbal, luego,

su visualización; posteriormente, hay que imaginarla como espacio y con los elemen·

tos que desempeñan una función emblemática y, finalmente, sentina hasta en aque-

llos espacios en donde reina el silencio.

En el poema "Sepelio del papagayo K" , la imagen rítmica que desea expresar es la

del recorrido del cortejo fúnebre que está construida a partir de varios elementos: pri-

mero, la selección del tipo estrófico: tercetos construidos a través de circunstanciales

de lugar, dirección, y compañía, en la primera línea versal; luego, el sujeto: "ochenta

y siete papagayos"; además, un complemento directo, o una acción en el segundo

verso y la anáfora: "yo también" en los terceros segmentos versales. Así:

En la loma de los limoneros


ochenta y siete papagayos lo enterraron
Yo también

Pero, la clave de esta musicalidad a la que me refiero está dada por la presencia del

acento descendente .sobre los verbos ubicados al final de los segundos versos de

los grupos estróficos que inicia cada una de las secuencias del poema: 1,5,9, 13. En

estos versos, los verbos: enterraron, lloraron, regresaron; al estar marcados por el

acento final, subrayan aún mas su acción cíclica del recorrido del cortejo fúnebre. Un

ciclo que de hecho supone una secuencia temporal que habla de un ritmo interno en

el poema, regido por el movimiento que genera el cortejo fúnebre. Pero, también, son

síntomas de ese recorrido, la estructura general que organiza el poema. En el terceto

primero se presenta la imagen, luego, tres grupos estróficos, construidos a partir de


124

tres segmentos versales; cada uno desarrolla dicha imagen y luego sigue dos se-

cuencias más con la misma estructura, para terminar con un grupo estrófico signado

con el número trece, con la misma construcción anterior que cierra el cido del poema.

De esta manera:

A la loma de los limoneros


ochenta y siete papagayos van los martes
Yo también.

No parece deberse al azar, que en los poemas de esta etapa, el número tres apa-

rezca como una constante: la preferencia por los tercetos, las secuencias que forman

el ciclo escritura! del poema: tres; la totalidad marcada y aparentemente tapiñada del

verso número trece que cierra el poema "Sepelio del papagayo K". La significación

numérica parecería que se inclina por el número tres como para hablar de ese tercer

elemento en discordia que rompe con la analogía y con el ritmo armónico del mundo,

como si con ese número se intentara alcanzar otra realidad para el poema.

El tres conlleva su propia simbología dentro de la tradición occidental: "la completud

según Pitágoras, la trinidad cristiana, el ritmo de la dialéctica"33. Los textos de Mayo

parecen proponer una búsqueda siempre abierta de una nueva dimensión escritura!.

En este punto, Mayo coincidiría con César Vallejo, cuando afirma que: el tres refleja la

ruptura de la dualidad y, por lo tanto, la reconciliación del hombre y del universo (la

abolición, en consecuencia, de Dios); es también, el intento por transgredir como

"seca actualidad", las categorías de tiempo y espacio:

De este modo la poética del tres adquiere un sentido más vasto: transgredir la
realidad en busca de una tercera dimensión supone no solo el riesgo sino el de-
samparo que constituye ser verdadera potencia( ... ). El tres, por otra parte, es la
posibilidad de un nuevo tiempo; no simplemente un futuro sino un tiempo total
que encierre y a la vez trascienda las tres tardas dimensiones. Lo actual sin de-

33 Sucre Guillermo, La máscara, la transparencia, Fondo de Cultura Económica,


México,1985, p. 124 y ss.
125

jar de serlo, adquiere sentido como desarrollo de algo por venir y que, sin em-
bargo, parece haber cumplido.34

Acciones, espacios y la insistente presencia del sintagma "Yo también" dicen de la

participación directa de su autor, no hay un presentar de hechos y poner una distan-

cia desde su creador, por el contrario, al igual que en "Caballo en desnudo, en Cí-

neo, el labrador, en Hierbabuena para el chacarero, o en Amorosa palomera", la par-

ticipación del yo del poeta es activa y vital; entra al juego poético con la pasión de

quien con ese accionar intenta defender la vida.

La gran batalla del caballo, del chacarero, de cineo, el labrador, del papagayo K, de

Hugo Mayo, poeta, es fundamentalmente, contra la muerte. En el poema "Sepelio del

papagayo K", el personaje a quien entierran es el símbolo de una figura terrestre

conformada por lomas, caminos torcidos, ramas marchitas, por lloviznas, por grillos,

por caloyos, por espinaduras, por guabos, los cuales nos llevarían a preguntarnos:

¿no son éstos acaso representantes directos de un escenario mayor, de una natura-

leza agraviada constantemente y que en diversos ciclos de su evolución entierran

parte de su ser, y cuyo destino al igual que el destino del hombre es perecer ante la

presencia de la muerte?

Por otra parte, la noción de espacio claramente evocado en el poema tiene un punto

de referencia real, concreto, en donde reside la muerte y a donde se acude en busca

de ella: la loma, en ella los limoneros lo entierran; en ella, lo lloran; y a ella van los

martes los papagayos, los hombres y el poeta.

Con este poema, escrito hacia 1968, Mayo anuncia, simbólicamente, la muerte de la

naturaleza, la muerte de su naturaleza, y, con ella, posiblemente, la muerte de otra de

sus etapas escriturales, la nativista o más concretamente, la etapa en que desarrolla

34 Op. Cit.' 126 y SS.


126

y perfecciona su propia versión sobre la metáfora del enraizamiento. Etapa de sín-

tesis y de fusión de la presencia americana.

Cabría preguntarse también: ¿No son acaso, los neologismos: asobios, jobos, calo-

yos, negral, etc.; la adjetivación insólita: mujido fúnebre, silbo espeso, sordo retomo;

el tratamiento de las reiteraciones, la confección de las imágenes, y de ese sistema

musical para ser visto, rasgos si no -exclusivos de las vanguardias- pero sí manifes-

taciones constantes de ese deseo de novedad, reforma y cambio que tanto aspira-

ban dicha tendencia?

Mayo a través de su trayectoria poética nunca renegó de su clara participación van-

guardista, aunque él la definiera como Ultraísmo, pero lo que sí debemos precisar es

que en este periodo su experimentación vanguardista adquiere una fisonomía parti-

cular, un efecto estético de consolidación. Se nota a un Hugo Mayo dueño de una

técnica particular, de un principio de construcción que sabe, a ciencia cierta, los

caminos que desea recorrer.

Lo anotado nos permite avisorar el paso de una actividad poética experimental y de

búsqueda hacia otra de consolidación imaginativa. Posibilita, además, encontramos

con un poeta que ha alcanzado un estilo definitivo y personal, que ha creado un sis-

tema poético propio, en donde cada una de las relaciones textuales han sido minu-

ciosamente establecidas. Mayo en este periodo alcanza una perfección y una madu-

rez de estilo y se prepara para adentrarse en otras proyecciones de su creación

poética, esta vez, su obra avisorará las expectativas que las décadas del setenta y

del ochenta así, le exigían.


CAPITULO IV
127

CAPITULO IV

DE LA COTIDIANIDAD A LAS ESENCIAS

4.1. A manera de Introducción

A este tercer grupo que lo marcamos desde 1972 en adelante corresponden todas

aquellas publicaciones que, recogidas por la sagacidad de amigos y admiradores, di-

fundieron la producción poética y el pensamiento de uno de los pilares fundamentales

de nuestra tradición poética, Hugo Mayo.

Este conjunto de obras serían las siguientes: "El Regreso", publicado por la Casa de

la Cultura, Núcleo del Guayas, en 1973; "Poemas de Hugo Mayo", aparecido en una

edición de la Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas, Colección Letras del Ecuador

N~, 1976, junto con un texto introductorio de Rodrigo Pesántez Rodas, que propone

un primer acercamiento a la obra del poeta y abre el camino para que una pléyade de

estudiosos y amigos ingresen al contexto escritura! del autor y, de hecho, a los oríge-

nes de la tradición poética ecuatoriana contemporánea. Rodrigo Pesántez lo expresa

así en la citada introducción:

(... ) esta vez y como nunca, en la poesía tuvimos el representante oportuno,


listo y sagaz, que logró acoplar el enfurecimiento rico de la vanguardia literaria al
módulo de una coordenada lingüística que, desde USA hasta Chile, tenía como
insignia una sola bandera de combate, sin perder la autonomía de su creador, ni
128

el misterio de su creación. Hugo Mayo es nuestro poeta que desuniendo los


espacios porosos de una poesía casi decadente une el tiempo físico al sicoló-
gico, en agraz dimensión continental.

Continúa esta línea de publicaciones "El Zaguán de Aluminio'~ Casa de la Cultura,

Núcleo del Guayas, "Colección Letras del Ecuador, 1982 en donde Jorge Velasco

Makensie escribe el postfacio "Donde se abre el Zaguán de Aluminio". En el texto el

escritor afirma: "el descubrimiento del paso de unas cualidades a otras, de los

opuestos en el mundo, todo puede ser una labor de lectura para este libro, quizá uno

de los momentos más altos de la lírica ecuatoriana contemporánea".

"Chamarasca", es el libro que se publica en 1984, en la Casa de la Cultura, Núcleo

del Guayas, Guayaquil. Hernán Rodríguez Castelo escribirá "Condecoración el Si-

lencio esencial'\ en donde dice: "Medio siglo largo ha vivido así, el gran poeta: la-

vando su palabra en el silencio esencial, buscando la esencia, cosechando silen-

ciosa cosecha interior. Sólo un medio como el nuestro hizo posible tanto silencio".

En 1986, La Casa de Cultura Ecuatoriana, Núcleo del Guayas y la Colección de Po-

esía Ecuatoriana, publica el poemario: "La Rosa de Papel" NS?14 con una introducción

escrita por Carlos Calderón Chico. "Hugo Mayo, uno de nuestros vanguardistas pri-

migenios, logra suplir su sed de viajes vinculándose con movimientos y revistas que

circulaban en otras latitudes, por lo que su poesía se adscribe a una personal expre-

sión dadaísta en la que los elementos tradicionales del discurso poético muy en

boga, poca o ninguna emoción van a ejercer en esta nueva forma de concebir la

poesía".

Finalmente, aparece una selección de poemas, denominado "Puño en Alto" y cuyo

prólogo lo realiza Fernando Cazón Vera. Este texto se publicó en 1992, luego de la

muerte del poeta. En dicha introducción, (El poeta que nos enseñó a ser contemporá-
129

neos), Fernando Cazón afirma: "Es pues Mayo un poeta de su tiempo, de su gente,

de su realidad. Supo conciliar la vanguardia con el medio y las circunstancias que le

tocó vivir. Y entre la paradoja y la búsqueda supo ser leal consigo mismo y con los

otros".

Frente a estas publicaciones, que tienen como marca común la falta de un método

específico para su recopilación, ya que recogen indistintamente poemas de diferentes

etapas y de diversas tendencias dentro del universo escritura! de Hugo Mayo, bien

cabría interrogarse por las motivaciones que llevaron a los estudiosos de la tradición

poética ecuatoriana a revalorar y, en buena medida, a redescubrir la figura y la obra

de poeta Mayo en la década de los setenta.

Parecería ser que a unos y a otros les movía un ideal de reconocimiento y el deseo

de completar una tradición poética que había cimentado su existencia y su presencia

contemporánea sobre la omisión -voluntaria o no- de figuras que ya se habían

aventurado a proferir rupturas decididas; pero, que las normas de los buenos moda-

les y las buenas costumbres literarias preferían obviarlas si atentaban contra su eje

y su sentido común.

"No se podía seguir en la ruta del desconocimiento de quien como Hugo Mayo es el

maestro innovador de nuestra poesía"1, dirá Rodrigo Pesántez Rodas en el libro

"Poemas'.

"Por esto este prólogo dedicado a Hugo Mayo, se titula "Donde se abre el Zaguán de

Aluminio", e intenta sacar al pasado del pasado y dejarlo en el presente"2, dirá por

su parte Jorge Velasco.

1 Pesántez Rodas Rodrigo, Poemas , Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas, Colección
Letras del Ecuador N22, Guayaquil, 1976, p. 11 y ss.
2 Velasco Makensie Jorge, El zaguán de aluminio, Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas,
Colección Letras del Ecuador, Guayaquil, 1982, p. 87 y ss.
130

La significación fundamental de Mayo en la historia de la poesía ecuatoriana tiene que

ver con el acto que instituye entre nosotros la vanguardia. Es decir, a través de la

obra poética de Mayo y de la comunicación que establece con otros poetas hispa-

noamericanos y europeos"3.

"( ... ) se ha dicho que su "generación es él". Y por que en él se encontraba ya en

potencia, y, hasta en acto, la poesía a la que, de otro modo, habrían estado destina-

das las generaciones siguientes, no hubo quien se apasionara más que él por las

corrientes nuevas o novedosas"4 , expresará Jorge Enrique Adoum.

En síntesis, los diferentes críticos y estudiosos de la tradición poética ecuatoriana

vieron en la década de los setenta, la importancia de rescatar a un poeta y, sobre

todo, a un universo poético que tras recorrer escenarios artísticos de los más disími-

les, y sin mostrar un eje poético único capaz de estructurar un estilo característico de

su quehacer artístico, participó de la renovación de la tradición literaria ecuatoriana y

sentó las bases para la realización de un ejercicio poético contemporáneo.

Hugo Mayo con la búsqueda de lo sorprendente, con un intenso trabajo sobre el len-

guaje, con esa actitud rebelde, entendida como una precipitación vital, hizo del van-

guardismo el soporte de su ejercicio poético y de su participación activa, característi-

cas que le acompañarán en la producción poética de su tercera etapa escritura!.

El poemario "Chamarasca" recoge una práctica escritura! que ve en la potencializa-

ción del lenguaje, en la creación de espacios para la precipitación semántica, en la

actitud gozosa de un buscador empedernido que Intenta llegar a la raíz misma de la

significación de las palabras, construidas a partir de la ironía y del humor, los ejes

centrales de una práctica renovadora que lejos de expresarse como residuos de una

3 Entrevista a Hugo Mayo, en Esfera Imagen, revista del Taller Literario, Casa de la Cultura,
Núcleo del Guayas, año N2 1, mayo 1981, p. 65 68.
4 Adoum Jorge Enrique, Poesía viva del Ecuador, Ed. Grijalbo, Quito, 1990, p. 15.
131

corriente que temporalmente tocó sus límites, se afirma al proponer una particular ma-

nera de apasionarse, de hacer extensiva una emotividad, explosiva y fulgurante.

A este poemario que nos servirá de corpus para establecer los vínculos vanguardis-

tas con las etapas anteriores, lo conforman 46 poemas que no están signados con la

fecha exacta de su composición y que como dato general diremos que fueron escritos

en un periodo de madurez del poeta. (para la fecha en que se publican estos poe-

mas, Hugo Mayo contaba con 88 años de edad).

El presente poemario de inicio nos marca tres interrogantes: la definición del título del

libro: "Chamarasca"5; del significado y del sentido del término: "lsagoge"6 y el epí-

grafe que tomara del poeta vanguardista René Char7. Estos tres elementos nos

aproximan a un proceso de interpretación que requerirá de una lectura entrelíneas

para el desentrañamiento de los "secretos".

Los poemas que están concebidos como acción y el lenguaje que intenta revelar la

emoción del hablante lírico; nos invitan a participar de un juego vital que está avivado

por el accionar de las llamas de unas forma y de unos sentidos; que han sido selec-

cionados y trabajados minuciosamente.

Múltiples interrogantes nos invaden al ingresar a este conjunto de poemas: ¿Cuáles

son los elementos y los recursos vanguardistas que Mayo emplea en este momento

de su universo poético?, ¿Cuáles son los motivos centrales que movilizan su que-

hacer artístico?, ¿Cuáles las claves y las fórmulas que nos permitirían leer esos mo-

5 El término Chamarasca, significa: "leña menuda que levanta mucha llama". Diccionario
Lexicolabor, Madrid, 1995, Tomo 2, tercera edición.
6 Isagoge: significa Introducción. Exordio. Diccionario Lexicolabor, Madrid, 1995, Tomo 2,
tercera edición.
7 El epígrafe al que hacemos alusión dice: "Lo que me consuela cuando esté/ muerto, es
que, estaré allí- dislocado, horrible/ para verme poema".
132

tivos?, ¿ Concibe un proceso concreto para su actividad simbólica. ¿Cuál es ese

proceso? Cómo se estructura? Intentaremos resolver1as en las siguientes páginas.

4.2 De la premonición de la muerte a la persistencia de las esencias

El Epígrafe que tomara de René Char para iniciar el poemario "Chamarasca" parece

anunciar ya el motivo central que se desarrollará en el libro: la muerte y su respectivo

correlato con y por la creación artística.

La presencia de la muerte es sentida como inevitable, por ello el epígrafe al que ha-

cemos referencia no nos habla de una resistencia o de un miedo, sino más bien de un

atenuante frente a ese proceso de desgarramiento que supone la muerte; propone

más bien, de un consuelo: "Lo que me consuela cuando esté muerto, es que, estaré

allí- dislocado horrible". Pero la muerte que se hace anunciar de distintas maneras

instaura un trayecto que va más allá de los límites de la existencia real, "y lo aplané-

tico que espera" dirá Hugo Mayo en su poema "Adumbrar de la vida"; y el vehículo

idóneo para realizar tal recorrido es sin duda para el escritor, la palabra. Así lo expre-

sará, cuando al final del epígrafe leemos: "para verme poema".

Estaré muerto, sí; dislocado y horrible, sí; pero para sobrevivir y trascender a través

de la poesía, parece decimos Mayo, cuando seleccionó esta frase.

Por otra parte, tampoco es coincidencia que seleccionara un texto de un escritor van-

guardista para signar el motivo de la muerte como eje de la producción poética de su

tercera etapa. Con este hecho nos comunica que en el accionar poético que desple-

gará, también se dejará guiar de ciertos recursos y de ciertas prácticas vinculadas

con las corrientes artísticas y literarias de vanguardia. Además, la Isagoge del libro

anuncia que el presente poemario será "su rendido homenaje a Motocicleta", revista

de difusión vanguardista que le sirviera para que los países europeos y latinoameri-
133

canos conozcan el quehacer literario ecuatoriano. Estas razones y otras, propiamente

literarias, que se encuentran en las páginas del libro que sirve de corpus, permitirán

encontrar "esas huellas vanguardistas" que emplea el poeta y que es el objetivo

central de la presente reflexión.

Es necesario recordar que ya en sus etapas anteriores se halla esta alusión a la

muerte. Si se hace una brevísima retrospectiva se observa que en poema "Otoño

de los misterios" dice: "Recorriendo un camino encontramos pisadas;/mas en una

charca cercana/lanzaba piedras un anciano desconocido/como cualquier niño. -Bello

joven/si no llevara un otoño en cada mano!/". En este poema escrito hacia la década

del veinte se encuentra ya esa alusión a la metáfora del viaje, a ese recorrido por la

vida, pero, también, a esa premonición de la muerte. Las connotaciones de los térmi-

nos pisadas, charco cercano, anciano, otoño, anuncian el paso del tiempo y se erigen

como símbolos de la presencia de la muerte. Pero, así mismo, en otra parte del po-

ema aflora la connotación de que la muerte no es el fin definitivo de la existencia, hay

una forma de trascenderla; esa forma es la palabra y los diferentes formatos que ella

asuma. "observando sobre vidrios opacos/el anciano borraría todas las pisadas,/y

solo quedaría/un buen capítulo de novela corta./", dirá el poeta en el mencionado

texto.

En otro poema "Presencia del demente'~ cuya ubicación la hemos establecido en el

segundo periodo de la clasificación propuesta, esto es, (1952-1972), se leen las si-

guientes líneas versales: "Penetrando el sendero encontraba vertigios,/aquellos que

el tiempo conoció por herencia./Y era de ver cómo, en un charco cercano,/lanzaba

piedras un hombre desconocido/como si fuera un niño./-La primavera intentó regresar

donde él, pero solo el otoño; le estaba visitando-/". Con ellas podemos notar como

esa trayectoria por la vida y el enfrentamiento directo con la muerte representada en

las distintas formas aludidas al tiempo y a su transcurrir: vestigios, tiempo, charco,


134

otoño; está nuevamente presente el motivo de la muerte física y la posibilidad de

trascender a la esfera de las esencias de los seres y de las cosas.

El tercer momento de la producción poética de Mayo contiene también esa idea cen-

tral: el transitar angustiado por la vida "Pienso en el viaje de la piedra/en las extrañas

aguas, dirá en el poema: "Yo, La parca 1 el Teléfono". Así también en el mismo po-

ema, se encuentran líneas versales como las siguientes: "Así espero la risa de la

muerte/y vuelvo atrás como si me retrasara/.

En definitiva, con esta brevísima retrospectiva hemos querido marcar esa continuidad

temática que ha sido abordada por Hugo Mayo en su transitar como poeta vanguar-

dista: el motivo de la muerte, y la posibilidad de trascender sí, pero en otra esfera, en

la del arte.

En este sentido Hugo Mayo empataría con las ideas que en torno a la muerte, sus-

tenta Octavio Paz "La muerte es una presencia vacía, una ausencia presente" a.
Y, con Villaurrutia cuando postula: "el emblema de la muerte no es el entierro: la

muerte es un destierro. Ese destierro es así mismo un regreso: nuestra verdadera

patria es la muerte y por eso sentimos nostalgia de ella". 9

Este motivo presente en las tres etapas poéticas del autor han visto aparecer a la

muerte como un personaje activo que ha establecido un espacio para que el artista

salte del terreno de la existencia al de las esencias, convirtiendo así, la textualidad de

los poemas en un espacio en donde reside la atormentada voz de la palabra.

Por medio de la magia de la palabra se opera una desacralización del mundo, se re-

ducen los espacios de lo sagrado, de lo poético, fundiéndolos con las nociones reli-

a Paz Octavio, Generaciones y Semblanzas, Fondo de Cultura Económica, México, 1987, p ..


118.
9 Op. Cit., p. 118.
135

giosas: Dios, cielo, luz, profecía, ángeles y con expresiones vinculadas con lo cós-

mico: fuego, viento, agua y, a partir de este acto, reduce el espacio de lo sagrado y

provoca un desbordamiento de lo profano.

"En el conjuro de la magia y en la poesía, la palabra deja de ser representación y se

convierte en acto: las palabras no solo evocan al mundo sino lo convocan"10 afirmará

María Augusta Vintimilla en "Magia, erotismo y lenguaje': las zonas sagradas en la

poética de Efraín Jara.

El poder mágico de las palabras reside no en su contenido referencial sino en las

sensorialidades que ellas son capaces de generar. Las combinaciones y los movi-

mientos rítmicos del material sonoro aproximan el lenguaje poético al conjuro mágico.

Así lo entiende Mayo y en uno de sus poemas enuncia lo siguiente:

El silencio en orfandad
y el sueño de un poema
Tal vez la palabra
del agua y su locura
Herida de cinco s~abas
en el lenguaje del que muere
Resurrección que lave la promesa
de una extraña presencia
Vado que brinda el río
Cosecantes de reflujos
(Herida de cinco SJ1abas)

La muerte y el hecho poético se convierten en dos procesos paralelos que juegan

con los rostros de la presencia -ausencia y crean espacios de fuga en donde la pa-

labra silenciada y la figura de la muerte no suponen finales absolutos sino, por el

contrario, son siempre nuevas posibilidades de reiniciar un camino.

10 Vintimilla María Augusta, Magia, erotismo y lenguaje: las zonas sagradas en la poética de
Efraín Jara, tesis de maestría, Universidad Andina "Simón Bolívar", Subsede Quito, 1996, p.
56.
136

Esta concepción de la muerte sustentada por Mayo parece corresponder con lo

planteado por el debate Judea-Cristiano en torno a la presencia de la muerte, cuya

originalidad radica en

(... )la ruptura del tiempo cíclico del paganismo y en la introducción de un tiempo
nuevo, con un principio y un fin. La invención del tiempo cristiano no hubiera
sido posible sin la aparición de una nueva imagen de la muerte. Para los paga-
nos, la muerte era el fin de la existencia individual, un episodio en el circular re-
nacer y remorir cósmico; para los cristianos fue la puerta de entrada a otra reali-
dad y a otro tiempo. El cristianismo le dio una muerte propia a cada uno e hizo
~de esa muerte la llave de la eternidad(: .. ) Así lo que distingúe radicalmente al
paganismo del cristianismo es la manera de morir, la manera de vivir la muerte.11

Esa manera de vivir la muerte en la poesía de Hugo Mayo adquiere las característi-

cas de una musa razonable que no encuentra en los terrenos de la obsesión los pa-

rámetros para su desenvolvimiento. Son mas bien en los escenarios del gran enigma

que supone el morir en donde se ubica para presentarla. Son los espacios de lo no

explicitado, de la premonición en donde se encuentran las marcas centrales para de-

velar los misterios que la rodean y en cuyas raíces está también la explicación de

muchos de los misterios del mundo y la clave de los secretos de la palabra. En el po-

ema "Adumbrar de la vida", dirá:

Unicamente y bienaventurado
saborea la espada de la fábula
En lo ignorado la entrega de disfraces
Yacente ruego de los mitos
Lámpara de soledad y un dogma
Dolor a obscuras fantasmas de cenizas
Dulzura de aquel odio
Si sobreviven los presagios
quietud esparcida
Y sólo las amapolas y su siembra
Temblor de la lluvia en el océano
Total vacío del sonido
Y lo aplanético que espera

11 Paz Octavio, Generaciones y semblanzas, Fondo de Cultura Económica, México, 1987,


p. 108.
137

Los secretos del gran enigma que cubren la muerte en este poema no se los descifra

por el nivel de verdad que los elementos y las formas tienen; no están dados por

cuanto esconden, sino más bien por cuanto nos inspiran. Mayo emite señales que

son signos que entran en una intrincada red de relaciones en donde fluyen simultáne-

amente: "la espada de la fábula, la entrega de disfraces/ el ruego de los mitos/la lám-

para de la soledad/el dolor a obscuras/la dulzura del odio/sobreviven los presagios/y

sólo, "las amapolas y sus siembras/el temblor de la lluvia/el total vacío/", sobreviven

como anunciadores de "lo aplanético que espera".

Mayo construye, así un imaginario en donde el lector recibe el proceso de gestación

de la imagen como una amplia visualización de un hecho o acontecimiento que tras

asiduas conexiones establece un sistema poético específico que alude a estados

más complejos del ser y de la existencia nunca antes nombrados. "Saborear la es-

pada de la fábula", o "que la quietud sea esparcida" o que se presente "un total va-

cío del sonido" e• que "la nada tenga cosas adentro" hablan de ese sistema que

busca la presencia de una naturaleza original, en donde reside la raíz de las cosas,

esas esencias que las hemos perdido; pero que, según Lezama Lima, "no podemos

vivir sin imaginarlas y no podemos imaginarlas sin fundarlas de nuevo; a su vez,

imaginarla es encontrar su necesidad". 12

De esta manera, Mayo concibe al poema como un cuerpo cuya sustancia central se

engarza en tomo a una metáfora que avanza activamente en un proceso de expan-

sión, concentración y endurecimiento de relaciones impensadas e infinitas conexio-

nes; nos hace recordar que las condiciones claves del hecho literario son lo incondi-

cionado y la liberación de sus propios orígenes para responder a fines particulares y

siempre nuevos.

12 Sucre Guillermo, La máscara, la transparencia, Fondo de Cultura Económica, México,


1985, p. 160.
138

Finalmente, Mayo colocará en el poema que se comenta una imagen final, introducida

con un relacionante (Y) como para indicamos que esa libertad asociativa de esferas y

circunstancias están ligadas directamente a un fin necesario: la muerte; para en un

segundo momento, retomar una ruta, pero ya no en la existencia de lo real; sino por

otro sendero que intenta una aproximación al silencio en donde residen las esencias.

Así, lo expresará en la última línea versal del poema, cuya imagen la presenta así:

Y lo aplanético que espera

En otro de los poemas del libro: "Yo, la parca·y el teléfono", el escritor nos presenta

otra fisonomía de la muerte, cuyas relaciones nos llevan ya a pensar en una imagen

que es el título mismo y que está construido por la presencia de tres personajes a la

vez: "Yo" en cuyo sentido subyace el accionar del poeta por un lado, pero, también,

el yo del lector en un proceso de invitación y complicidad a transitar por una visión

que no tiene nombre, ni dedicatoria y que está abierta a una participación activa para

el desentrañamiento de los misterios que proponen las palabras; la parca construida

en la cultura griega por tres deidades hermanas: Cloto, Láquesis y Atrapas, repre-

sentadas por figuras de viejas y que realizaban acciones específicas: hilar, devanar

y cortar respectivamente; el hilo de la vida. Y, el teléfono, símbolo de la modernidad,

pero también del diálogo en ausencia, a través de intermediaciones no naturales.

Yo, la parca y el teléfono son figuras que hablan de ese reverso enigmático que en-

cierran las cosas. Yo, la unidad como tal enfrentada a ese "otro" que supone la frag-

mentación, con esa otraedad del ser siempre en conflicto y, a través de la cual, nos

reconocemos pero, también, nos diferenciamos. La parca encontrará en la vida su re-

verso indisociable. El teléfono, la modernidad verá en su ausencia el sinónimo de

una tradición que se proyecta también al terreno de la poesía y en donde esa sime-

tría de los opuestos supone un cifrar, descifrar y volver a cifrar los enigmas que en-

cierra el hecho poético.


139

Ese "Yo" del poeta abierto a las múltiples identificaciones tiene un sustento sintáctico

cuando se selecciona la primera persona del singular para la estructuración de sus

acciones de aquí que ese "Yo" activo se encuentra claramente explicitado en verbos

como: pienso, espero, vuelvo, busco, creo, oigo, todos ellos inmersos en un fluir

temporal en presente, pero dubitativo e incierto.

Frente a la muerte no hay certezas, parece decirnos Mayo y, mientras reflexionamos

sobre su presencia, la precipitación temporal nos acerca más a su fin. Todas las ac-

ciones del poema hablan de un creo, de un podría ser, no hay afirmaciones, ni formas

definitivas: puede venir, quiere matar, creo, podría quedar olvidado, quiere ser serán

expresiones de esa incertidumbre de las formas y de los seres. La parca sinuosa-

mente oculta, pero intensamente presentida acompaña vigilante esta trayectoria de

las reflexiones: huellas, presentimientos, malestares, cadáveres dormidos, el silencio,

el descanso, el día, el minuto, el instante, la hora, marcarán el hilar, devanar y el cortar

respectivo del hilo de la existencia.

En una de las partes del poema al que nos referimos dice:

Pienso en las definitivas huellas


que marcaron la derrota
Del pensamiento del suicida
puede venir la atorada palabra
Así espero la risa de la muerte
Y vuelvo atrás como si me retrasara.

La muerte no es un fin y deja huellas definitivas se dice insistentemente en el poema


en donde los sentidos convocados crean espacios para que la precipitación semán-

tica se identifique con esa precipitación vital, y en donde tiene cabida la noción de re-

comienzo, y, la superabundancia de formas, que se manifestarán en una doble di-

rección: la alusión a un referente real, considerado en sí mismo; por un lado, y por

otro, a un sentido subjetivo cuyo proceso de simbolización toma como eje la función

poética del lenguaje.

··--------------------
140

El lenguaje, vehículo idóneo para la expresión de la emotividad de ese "Yo, activo"

convierte al poema en una acción sometida a un fluir cinematográfico, marcado por un

intenso dinamismo que supone su propia germinación. Así, "un signo que oscura-

mente se pone en marcha, para que luego de una travesía imprevisible sea resca-

tado e iluminado por otro"( ... ). La obra sometida a la ley de los torbellinos"13, dirá

Guillermo Sucre.

En el poema, ese signo oscuro que pone en marcha ese cúmulo de relaciones es el

título mismo del poema, las tres figuras: yo, la parca y el teléfono instauran un espa-

cio en donde las huellas definitivas de la muerte conviven con el presentimiento del

suicida, con la irónica risa de la muerte, con el insólito sueño de los cadáveres dormí-

dos, con el silencio que regala su descanso, con la noticia olvidada en media calle, o,

con el teléfono que quiere ser emigrante y todo- poderoso.

Todos los elementos en este poema están dispuestos para el nacimiento de una

nueva representación de la dicotomía muerte-vida. Representación que debe ser

entendida como la invención de un nuevo mundo que tiene como objetivo caracterís-

tico devolver la originalidad a las cosas, abogar por ese reverso desconocido, por

esa diferencia fragmentaria y residual en donde conviven tiempos y espacios simul-

táneos: pasados, presentes y futuros inciertos con toda la carga de satisfacciones e

incertidumbres, pero asechados por un fin mediato.

Oigo que la Nada tiene cosas adentro


Bien podría la noticia
quedar olvidada en media calle.

Dirá intensamente en otra parte del texto en mención.

13 Op. Cit., p. 158.


141

La invención de los textos de Hugo Mayo parece seguir los lineamientos propuestos

por Guillermo Sucre cuando analiza la obra de Lezama Lima y su búsqueda de lagos

de la imaginación, para quien,

la invención está regida por una ley marcada por las coordenadas entre lo imagi-
nario y lo necesario, el absurdo y su gravitación, entre lo súbito de la imagen y
la extensión que ella despliega. Esas coordenadas construyen un sistema más
amplio, el acto poético: toda realidad poética desencadena una reacción de irrea-
lidad que quiere encamar en esa realidad" .14

Mayo pone en marcha este juego de coordenadas en el poema YO, la parca 1 el


11

teléfono" al expresarse así:

A veces creo que primero


es el día comenzando
que la hora acostada

O, cuando en otra parte del poema afirma:

Tal vez el molestar de un día apestado


quiere matar la vida
1hay cadáveres dormidos
en la luz insistente.

Finalmente, el poema que en sus distintas facetas se nos presenta como una gran

visión de ese juego tripartito de las tres figuras que encarnan: la muerte, no podía

conduir sin llamar a ese juego gravitacional al humor para que con su tenacidad carac-

terística y después de haberse elevado al clímax del poema descienda súbitamente.

Después el teléfono
quiere ser apóstol emigrante
y todo poderoso.

Parecería que Mayo, con la evocación de lo humorístico, intentara decimos que a pe-

sar de los años y de su estilo configurado, los motivos trascendentes como la muerte

no podían estar exentos de esa familiaridad de ese estilo conversacional que tanto le

14 Op. Cit., p. 159.


142

interesa rescatar para el terreno de la poesía y que solo una actitud rebelde, icono-

clasta, pero persistente como la suya podía aventurarse a proferirla.

Por otro lado, la consecuencia más inmediata del presentimiento certero que se tiene

de la muerte es el ahondamiento de un estado de angustia y la instauración de un

ambiente de zozobra, signada por las formas de la indignación y, posiblemente, de

una rebeldía ante el accionar ineludible y necesario de la parca. Cabría citar en ese

momento a Bolívar Echeverría en el texto "La muerte de Dios y la modernidad como

decadencia":

(...) en la época del ocaso indetenible de la clave cristiana del mundo, no va en


la dirección de una nostalgia de Dios, sino en la de una indignación por el estado
de miseria e indetensión ante la presencia de lo divino en el que la "muerte" de
ese "Dios" deja a la humanidad occidental. Es como si la tierra se hubiera saltado
del Sol.15

La incertidumbre que genera "la muerte de Dios" en la cultura occidental tuvo también
su resonancia en la cultura y las letras hispanoamericanas, cuando ante la desapari-

ción de algo que había sido el núcleo de simbolización propia del lenguaje, devienen,

los vacíos de sentido, la confusión de las hablas y el caos suscitado se convierte en

un balbuceo indescifrable que obliga a replantearse las relaciones hombre-natura-

leza, y bajo los requerimientos productivos y consumirlas de un mercado dominado

por la acumulación del capital se hace necesario superar la escasez y permitir el ad-

venimiento de la abundancia.

El deseo de llenar ese vacío centra a la sociedad contemporánea y al hombre en

específico, en un proceso de composición y recomposición no solo de sus estructu-

15 Echeverría Bolívar: La muerte de Dios y la modernidad como decadencia. Texto de la


Ponencia presentada por el autor en el Simposium Friedrich Nietzche, 1844-1994. La
muerte de Dios y el fin de la metafísica, UNAM, 1994, p. 19.
143

ras sociales y económicas sino también de los ámbitos de su quehacer artístico y

cultural en general.

Es el momento en que la superabundancia de elementos, formas y seres pueblan

los escenarios de la poesía para fraguar la configuración de un secreto que no hay

que develar1o porque está ahí, sino que hay que dejar1o que germine desde sí mismo.

Hay que acompañar1o en su crecimiento paulatino y asistir a la gestación de asiduos

magnetismos que vinculan las formas más inseparadas del mundo y se objetivarán

en las esferas de un lenguaje convertido en una materialidad viva en incesante cre-

cimiento, pero, sobre todo, en un recurrente velarse y develarse, a la vez.

Para Mayo, el hombre ha sido separado violentamente de la naturaleza, arrojado a un

mundo cerrado, enigmático, un reino en donde la base de su quehacer está marcado

por las interrogaciones. Este enigma, que se configura a partir del espacio en el que

habita el hombre, no conoce de fronteras nacionales, la pregunta compromete a todo

el género humano y la posible respuesta que el autor propone está en la búsqueda

y en el intento de alcanzar "una luz", capaz de llenar ese vacío y su consecuencia

inmediata: la angustia; en la que se hallan sumidos: el hombre, los seres y los obje-

tos del mundo contemporáneo.

1eso de poner misterios


en el comienzo de la luz

Dirá, el escritor en el poema "En el comienzo de la luz".

La propuesta de Mayo en estos poemas se aproxima a la noción de "iluminación" 16,

sustentada por Walter Benjamín, para quien la iluminación de gas en la apariencia de

la calle puede reflejar las fantasmagorías de un hombre anónimo en medio de la masa

16 Iluminación: categoría propuesta por Walter Benjamín en Poesía Y Capitalismo.


Iluminaciones 11, Ed. Taurus, p. 65.

·----····------------------------
144

social. El hombre de los poemas de Mayo es un sujeto anónimo en medio del mundo,

por ello propone "Un viaje a la Luz", título de uno de sus poemas. Esta luz alcanza-

ble, únicamente, en una travesía puede encontrarse en una triple fuente: en Dios,

en el Cosmos y en una Nueva Realidad Social que está en gestación.

Estoy en la segunda mirada de Dios


como columpio meciéndose en las nubes
1no sé pero pregunto
¿por qué hay amor en el pecado?

(La segunda mirada de Dios)

Los enigmas y las interrogaciones son las expresiones de esa angustia y désolación

frente al paso del tiempo, a la muerte. Estas líneas de expresión conducen a profun-

dizar el sentimiento de orfandad, de mutilación, y a exaltar una poética del instante.

En el poema "Sábado sin Dios", Hugo Mayo desarrolla estos postulados culturales,

cuando ya en el título del poema nos trasmite esa incertidumbre ante la ausencia de

Dios, pero sobre todo, ese inmenso vacío, esa oquedad magnificada e insustituible

que parece haber generado su alejamiento. Esta idea halla refuerzo en las primeras

líneas del poema.

Nos llega la viudez


de una canción desnuda.

El término "Viudez" cuyo significado parece sugerir "quedar sin compañía" de un mo-

mento a otro y sin la participación voluntaria de quien lo siente, se hace acompañar

de otra imagen que corrobora y acentúa ese nivel de abandono: "Canción desnuda"

quedarse sin una melodía y desgarrarse de sus vestiduras son sin duda, síntomas

de esa sensación que anotará Echeverría: "Como si la tierra se hubiera saltado del

sol".

Más adelante en el poema encontramos:


145

Si llueve
cojea el sol entre triángulos

Con estas líneas versales se deduce que hasta el sol trastabilla "cojea entre triángu-

los", está perdido, como está la cultura, como está el hombre, como está la vida. En

otra parte del poema dirá:

Para el llanto de la ausencia


un apagón a tiempo
es un alivio
1eso que me golpe atrás
i huele a sábado de sin Dios
se hospitaliza.

Los términos: viudez, desnudo, cojea, ausencia, apagón, golpea, hospitaliza son

también, los síntomas de un cuerpo enfermo, símbolo de esa cultura en crisis que

solo encuentra en la silenciosa persistencia de la muerta la única dirección a seguir.

"La enfermedad acerca al hombre a la condición de cadáver'', dirá Settembrini, perso-

naje de la obra "La montaña mágica"17. Mayo en sus poemas hablará de:

El amargor de la muerte se ensortija

Esta imagen se presenta individual y sentenciosa como para describir la asidua per-

secución de la parca a los seres, según su deseo.

Por otra parte, la muerte se relaciona directamente con las formas de la vida cotidiana

y con la participación de abundantes elementos provenientes de ella, que colocados,

a manera de un encadenamiento metafórico, sugieren una renovada forma de modular

del mundo:
Los pastores madrugan
las cabras se embriagan de rocío
Madura la aceituna en una cena
Otras veces
esconde sus pupilas el olvido
1ríen los impúdicos momentos

17 El presente comentario está incluido en el estudio La muerte de Dios y la modernidad


como decadencia, trabajo realizado por Bolívar Echeverría, UNAM, México, 1994, p. 11.
146

Más adelante, en el poema, esos encadenamientos de imágenes se forman de ma-

nera menos perceptible y abogan por realidades menos inmediatas, si se quieren,

organizadas en tomo al absurdo. Así encontramos que:

1ríen los impúdicos momentos


Querer podar la luz arriba
en un engaño desmedido
Busca el nido de la aurora
(... )

Las conexiones instaladas en el poema sugieren una distribución en dos planos: el

de la cotidianidad en donde la viudez, la ausencia, la desnudez, los habitantes de


. . ..
una región agrícola se organizan en tomo al eje de "la soledad"; y el de la contempla-

ción que vería en las referencias al tiempo y al espacio, los sinónimos de una rutina

agobiante que avanza inescrutablemente hacia la muerte.

El amargor de la muerte se ensortija


Deja el viento herido su secreto
Y a penas son tres horas.

El motivo de la muerte se torna, entonces, en el artificio generador de nuevas co-

nexiones en donde lo real cede paso a un nuevo tipo de casualidad: la de la imagi-

nación, la del deseo, en cuyo quehacer la memoria juega un papel preponderante.

Este fabricante de imágenes y re-creador de realidades ve que la relación conciencia-

mundo, el acto fundante de la subjetividad moderna, está movida por formas enraiza-

das en el imaginario del sujeto, en el "yo del poeta" y en donde se constituyen sus

deseos más profundos. El deseo encuentra su sentido en el deseo del otro, no por-

que el Otro tenga su objeto deseado, sino porque su primer objetivo en la consecu-

ción de un deseo está en el hecho de ser reconocido por el otro.

Los deseos del poeta procuran también un viaje, inconcluso, que oscila entre la for-

mulación de su deseo y la consecución del objeto deseado. Este alimentar los de-

seos le procura al escritor al interior de su mundo poético avisorar nuevas luces,


147

nuevas dimensiones para su recorrido. Por eso concibe líneas poéticas como las si-

guientes:

1estoy en el dormido caracol


laberinto de sombras
pero mi sueño es otro
mansedumbre de ruegos
(Estancia de Juan Manuel)

El viaje por el mundo de los deseos nos invita a exploraciones sémicas de distinto

orden, a invadir zonas que están marcadas por lo sagrado, lo lúdico, lo festivo, por el

azar y, de hecho, por lo erótico. Muchas de las metáforas que hablan de los deseos

sensuales del yo del poeta tienen como base elementos del mar, el agua, la luz o el

fuego.

El poeta, viajero-vidente, que intenta un recorrido por los mares de sus deseos tra-

duce en los textos parte de sus experiencias, convencido de que los momentos de

complacencia, de descubrimiento son pocos y parciales y llegan, luego de muchas

frustraciones, a destinos breves, nunca permanentes ni de realización plena. Esa lle-

gada transitoria supone un nuevo punto de partida, de entrada a otros deseos. Así

lo expresa cuando expone:

Tal vez la luz tiene derecho


a entregarse desnuda
(... )
Se desjuga la aurora congelada
la espalda prometida ahogando su deseo

(Luciérnagas en la hoguera)

Como producto del viaje, los puertos, las fronteras se cruzan, los límites deben rom-

perse para cumplir con el advenimiento de los deseos, en el rostro de quien transita

queda dolor, ausencia que redundan en la soledad experimentada por el poeta, pero

estamos frente a una soledad amputada que se proyecta hacia la contemplación filo-

sófica y estética que encuentra en los elementos del cosmos: firmamento, fuego, sol,
148

viento, sus puntos más claros de expresión. Las grietas abiertas por el tiempo, la

desesperanza se relacion;.m con la subjetividad del escritor, con la enfermedad del

poeta como lo denomina Julio Ramos: "el mal de la melancolía"1B.

Agujereado y trágico
Recortado en los cuernos
que desesperados cambiaron su intención

Expresará, Mayo en el poema "Agujereado y Trágico".

La melancolía se vincula en la mayoría de las veces con la violencia y más concreta-


mente, con la exaltación pasional que termina con la muerte o con el suicidio. Al res-

pecto Benjamín dice: "Lo moderno tiene que estar en el signo del suicidio, sello de una

voluntad heroica que no concede nada a la actitud que le es hostil. Ese suicidio no es

renuncia, sino pasión heroica. Es la conquista de lo moderno en el ámbito de las pa-

siones"19. Esa pasión, esa conquista, las expresa las Mayo así:

Severo si en el preámbulo
1boca abajo como la necedad deshecha
Esta vez en la ventura muerte
(Agujereado y trágico)

Mayo intenta, de esta manera, develar el secreto que encierra la muerte y, sobre

todo, intenta crear un espacio que sigue la ruta en donde "el viento deja su herido

secreto". El descubrir el enigma de la muerte significa transitar un espacio marcado por

la intensidad de las palabras "lo importante no es la réplica del secreto, esto es, la

verdad; lo importante es su contraréplica: la trama imaginaria que va tejiendo ..2o, dirá

Guillermo Sucre·

1B Ramos Julio, El proceso de Alberto Mendoza: paradojas de la subjetividad, presentado


durante el Curso Abierto: "Cultura y Poder en América Latina•, Universidad Andina Simón
Bolívar, Quito, 1996, p. 8.
19 Benjamín Walter: Poesía y Capitalismo: Ilusiones /1, Ed. Taurus, Madrid, 1990, p. 65.
20 Sucre Guillermo, La máscara, La transparencia, Fondo de Cultura Económica, México,
1985, p. 164-172.
149

El poemario "Chamarasca" está insistentemente refiriéndose a los mil rostros que

asume la muerte, en algunos poemas se la menciona directamente: "Lo desnudo de la

vida/ viste la infancia/ a la atada muerte/, dirá en el poema "Lo desnudo de la vida".

Otro río midiendo su profundo/ en el umbral siniestro/ Otro regalo de la muerte/ en el

regocijo de la zancadilla/", dirá en el poema "Otro entre muchos". En otros casos, la

alusión a la muerte, estará sobreentendida, como cuando expresa: "lo inacabado que

revienta/ Hasta la palidez de un ruido/ y el desmayo del viento que ha cegado/",

expresará en el poema "Copio el ojo del tiempo".

Finalmente, frente a la muerte, el poeta parece haber cumplido su deseo: impregnar

en sus textos una actitud desafiante, capaz de abrir un sendero para la persistencia

de lo esencial: la poesía. Así, en el poema: "Mensaje de un insepulto" dirá:

Pero he robado la primera sangre


del recuerdo y la última alegría
de la tiniebla.

4.3. De los fragmentos de la vida cotidiana a la estructuración

de los conceptos

El estado actual de la modernidad: en crisis, ha generado también la descomposición

de un conjunto de categorías, conceptos y, por lo tanto, de las teorías reflexivas que

abordaban los distintos problemas en tomo a la cultura. Esta crisis de la modernidad

introdujo una serie de nuevas categorías que caracterizan al estado actual de la cul-

tura. Así, se habla del imperio del cinismo, del poder vencido, de la verdad que se

recrea en la mentira, de la era del vértigo, del ritual de la deconstrucción, todos estos

atributos para referirse a ese sentimiento mayoritario de desencantamiento que cir-

cunda al hombre del presente siglo.


150

Las estructuras histórico-sociales se organizan en torno a la fragmentación de sus

sistemas de representación simbólica, que alentados por las promesas de progreso

civilizatorio ofrecido por la modernidad han visto acentuarse su inestabilidad y han

tenido que buscar un nuevo eje para. la reorganización de "sus matrices de sentido" 21

en espacios desconocidos y con el agravante de que muchos de sus elementos y de

sus fuentes originarias ya no pueden ser reconocidas como propias, ante la arreme-

tida de los múltiples ajenciamientos culturales.

Mayo, desde los inicios de su producción literaria, allá por la década del veinte, ex-

ponía ya su deseo de andar siempre ara vanguardia en sus realizaciones escritura-

les. Para la fecha se exaltaba los beneficios de una modernidad que, aunque perité-

rica, anunciaba su presencia en el terreno de la poesía. Y lo que es más, el mismo

autor decidió con su práctica poética introducir los caminos de esa modernidad en los

terrenos de la tradición ecuatoriana. Pero por otro lado, para la misma década y, en

los mismos textos, denunciaba el peligro de masificación y deshumanización que co-

rría paralelo al triunfo de la técnica y la modernidad.

En la década de los ochenta, periodo en que se publica "Chamarasca" este fantasma

de la modernidad aparece en sus creaciones, por ejemplo, en los títulos de varios de

sus poemas: "Disco rescatado", "Los cables facsiformes", "Algo televisado", "Yo, la

parca 1 el teléfono". Estos poemas evocan varios de los signos de esa modernidad

que han entrado decididamente a la configuración de la vida cotidiana dentro de la

cultura ecuatoriana. Pero, son también, signos de esa modernidad que ha traído con-

sigo: angustia, fragmentación de la realidad que, tanto formal como estructuralmente,

organizan los textos del presente poemario.

21 Entiéndase "Matriz de sentido" como la base ejecutora de un proyecto histórico-cultural


que permitirá la formulación y la reformulación de los significados de las distintas figuras de
una cultura y que una sociedad va confeccionando.
151

En los poemas de este ciclo, los títulos se convierten en una clave silenciosa para

acceder a los estratos más profundos de sus sentidos, en donde residen "las hue-

llas", "los secretos", "los misterios" del universo, del hombre y de su creación poética.

En los distintos poemas que conforman este libro, los mensajes se presentan de ma-

nera fragmentaria, elementos, realidades, circunstancias, seres de estratos distantes

se encuentran en un mismo poema y confeccionan un mosaico de formas y de posi-

bles sentidos, generando mayores dificultades para la aprehensión de los mismos.

Diversas intenciones y emotividades aparecen en segmentos versales de una y dos

líneas, y, en contadas ocasiones, tres líneas poéticas. Por ejemplo, en el poema

"Disco Rescatado" encontramos:

Paraíso de la piedra y viento ausente


trozo de risa
Vástago del juego en la cosecha
Aire de vida y culpa de los días
Miedo de la esperanza
y del pez con tatuajes
Ya el traje de los siglos
vistiendo misterios
Siempre el sacrificio de los mástiles
que han caído
(... )

Como podemos observar el poema presenta diferentes aspectos de la vida coti-

diana, ninguno de ellos se hace acompañar de una idea explicativa o de una argu-

mentación mayor; son en realidad una especie de "flashes" de una cámara fotográfica

o imágenes de una composición cinematográfica que se van sucediendo paulatina-

mente sin un eje lógico que las organice. Su fluir se realiza indistintamente, sin un or-

den marcado, intenta reflejar el tipo de articulación de la cultura moderna que tras cru-

ces y ajenciamientos de fuentes diferentes ha llegado a borrar los marcos de referen-

cia inmediata y a legalizar las más inusitadas formas de convivencia.


152

Pero así como la estructura sintáctica presenta severos resquebrajamientos, los ele-

mentos a los que alude, también, son formas incompletas. Así, llamará a la textura de

su discurso a: "lo semitotal que busca el tabernáculo/, Lo inacabado que revienta/,

Trozos de risa/, ceros incompletos/, una mano sin índice/, la mitad del grito/ sombras

remendadas/, Agujereado en la soledad/", y otros muchos ejemplos que hablan de

esos residuos que organizan a las sociedades modernas".

Cabría preguntarse entonces, ¿cuál es el sentido de la creación poética en medio de

una sociedad-mosaico que habita entre los residuos de un mundo desarticulado? Y

más aún, ¿qué elementos y qué realidades de ese mundo podría ser expresadas

poéticamente?

Las respuestas podrían ser muchas o ninguna, sin embargo, Mayo parece encontrar

una propuesta cuando en el poema "Camino a lo esencial", expresa:

Grito que va con zancos


y derrumbre de los ceros incompletos
ante los cadáveres dormidos
un verso horizontal llamando

El verso y su llamado se convierten, entonces, en un ethos22 capaz de organizar las

manifestaciones y los síntomas del desencanto. El poeta intenta decirnos que el

verso tiene su propia voz y que constantemente concede la palabra a quienes de-

sean escuchar1o.

En estas líneas versales muchas realidades son convocadas en los laberintos del

tiempo, en las zonas sagradas de la emotividad, en los vericuetos de la vida coti-

diana e intentan ser la representación de una colectividad sí, pero no de una unidad;

22 Entiéndase la categoría Ethos como aquella figura que encarna el refugio, esa segunda
naturaleza que permite responder, mantenerse ante los violentos y repentinos cambios que
afronta una cultura. El ethos permite una recodificación, una resemantización de los códigos
y subcódigos de una cultura
153

por cuanto, las formas que van interrelacionándose están incompletas y aún más, su

transitar por la vida está marcado por la angustia por una doble razón: su condición

de fragmentos y porque la posibilidad de su completud no está en el universo de lo

real sino en el mundo de las esencias. Por tanto, dirá el poeta, la existencia real es

"un aliento minuto que va al garete", sin brújula a un final seguro.

Los fragmentos de la realidad que configuran "Chamarasca" están organizados de tal

manera que confecciona una tersura lírica excepcional al transformar lo trivial, lo coti-

diana en una realidad simbólica y paradójica cuya dirección inmediata es la consecu-

ción de formas sensibles.

Trabaja, el escritor con esos pedazos de vida cotidiana y las va asociando hasta

confeccionar con una precisión de orfebre, un diagrama en donde el fondo y la forma

adquieren las características de originalidad y especificidad, cuyas coordenadas de

realización alcanzan los niveles de lo insólito. El resultado será la ruptura de una dis-

cursividad racionalista, propia de las manifestaciones lingüísticas entendidas como

normales. Así, el poeta dirá:

Blasfema el río en desuso


y mastica el contramuelle su esperanza
( ... )

¡ Qué tardes las que espantan


con sonidos pelados de la lluvia!
(Camino a lo esencial)

Los medios que emplea son de diversa índole: lingüísticos, poéticos, artísticos que

funcionan de manera interrelacionada y que buscan la confección de discursos en

donde fluya libremente la actividad creativa del poeta, esta libertad textual que es

también una libertad sensual intenta una lectura del mundo en donde la cotidianidad

humana con todas sus angustias, interrogaciones, con sus reiterados fracasos cons-

truyan un escenario particular para que en los intersticios del silencio hable esa otra
154

voz de la que nos comenta Octavio Paz: la poesía.

En este trayecto de lo cotidiano a las conceptualizaciones23 el lenguaje desempeña

un papel fundamental, su mediación es doble: por un lado, alude directamente a la

realidad inmediata, pero la conexión de los diferentes términos potencian su signifi-

cado y vuelven a girar hacia un hermetismo en donde fluyen los sentidos indirectos,

y las conexiones metafóricas más complejas.

Las referencias directas o indirectas a la parca, a las esencias, a los misterios, a los

enigmas de la cultura requieren para su desciframiento, un trasfondo teórico de ser

posible especializado que permitan el acceso a sus posibles sentidos.

"La idea de la búsqueda de lo esencial tiene como fundamento una experiencia espiri-

tual: si de antemano no se posee la luz, sin embargo se la presiente y así de algún

modo ya se lo posee", dirá Guillermo Sucre al analizar la obra de Lezama Uma24 Su

búsqueda supone además un enfrentamiento con la sombra y un asimilar lo oscuro

"Realizar la luz en la sombra"25. Mayo en uno de los poemas de la presente antolo-

gía: "Pínaje sin luz", dirá:

Ciegamente la luz patina


en la antesala de la vida
con el meridiano de otros viernes
y la boina de la angustia
( ... )
Escape también de la leyenda
en la ventana del desdén
Silaba de diálogos en la sombra
y espeluzna de los convertidos
Jauría norteando
en la carretera de los signos
( ... )

23 Entiéndase la categoría conceptualización como ese proceso que busca poner en


términos de lenguaje, una realidad abstraída desde una sensibilidad particular, y con lo cual
se busca evidenciar formas específicas de una cosmovisión del mundo.
24 Sucre Guillermo, La máscara, La transparencia, Fondo de Cultura Económica, México,
1985, p. 164.
2s 0 p. e·lt., p. 165.
155

En el poema encontramos la mención directa a un proceso que en el inicio de su re-

corrido debe descender al plano de la obscuridad "la luz debe patinar en la antesala

de la vida", para que en un segundo momento, la huella de ese recorrido, resplan-

dezca plena" en la carretera de los signos". La huella se expresará en sus poemas,

y a través de ellos, la muerte dejará de ser concebida como un fin para transformarse

en un comienzo.

En este proceso de síntesis poética que supone la conceptualización de las formas y

de los sentidos, Mayo concibe a los títulos como signos evidentes de ese proceso.

Así, por ejemplo: "Sed de/Inútil fuego", "Columpio en el agua", "Prosodia del desen-

canto", "Ustorio espejo 11, "Carambola de nudos", "Mensajes de un insepulto",

"Pesadillas de un fusilado", ''El vino de locurasll; y muchos otros más, hablan de un

camino hacia esas conceptualizaciones que trabaja en dos frentes: por un lado, la

cotidianidad proporciona un elemento real: columpio, espejo, mensaje disco, etc.; por

otro, la esfera de lo sensible, del cosmos, cuya existencia no está precisamente en

la realidad inmediata o en la vida diaria: el desencanto, Jo esencial, la angustia, la luz,

el misterio parecen evocar realidades asociadas con el mundo de lo cerebral, del te-

rreno de la emotividad, del intelecto. La fusión de las dos directrices potenciarán los

sentidos de los títulos y generan connotaciones diversas.

Arribar a la esfera de los conceptos supone tomar contacto con los rostros de la an-

gustia, con la derrota, con ese sentimiento de desencanto, manifiestas en las formas

del quehacer cultural e intelectual de las sociedades contemporáneas.

El decadentismo parte de una sensación de incomodidad y desasosiego frente


a un mundo que la nueva política construye para una sociedad de magnitudes
inacabables (... ) incomodidad y desarraigo que se autointerpretan como la
comprobación de que una forma de vida (... ) más valiosa (... ) más rica en re-
cuerdos y posibilidades está siendo arrollada, vencida, desplazada por otra,
"menos valiosa" más elemental y restringida pero de mayores alcances y más
156

fuerte en términos materiales; indetenible en el plano social y dominadora en el


escena política. 26

La fragmentación del tiempo en instantes discontinuos, cuya máxima intensificación y

plenitud pueden aproximar al ser humano a su única experiencia posible de la eterni-

dad, adquiere formas de representación de ese orden que se exponen en subjetiva-

cienes eminentemente sensoriales, en las que están presentes: los ritos, las imáge-

nes, las metáforas, muy versátiles, que hablan de un proceso que sin duda supone

un hacerse, un llegar a ser. No estamos entonces, frente a sujetos constituidos, no

hablamos de permanencias; planteamos una conciencia del tiempo, de su paso y de

sus efectos:

Ser un lucero empalizado


para ser el insatisfecho
de la época

Sentenciará en escritor en el poema "Noche en el espacio" .

4.4. De la síntesis a la elipsis y la potenciación del vacío significativo

En el plano de la forma encontramos también huellas de un trabajo cuya práctica

significante y la actitud que propone el poeta son el resultado de los postulados

vanguardistas. Sin embargo, no son ya los rasgos que caracterizaron el periodo de

esplendor de las vanguardias en Latinoamérica: la espacialización entendida como

recurso estilístico, como temática o como el espacio en donde convergen múltiples

lenguajes. No se trata ya de una poesía concebida como "música para la vista" como

lo postulara, Juan José Tablada y posteriormente, Vicente Huidobro; no es tampoco

el espacio para el develamiento de la metáfora del enraizamiento como lo predicara

Jorge Schwartz. Es el momento en donde el laconismo, la parquedad y la síntesis

26 Echeverría Bolívar, La muerte de Dios y la modernidad como decadencia. Texto de la


Ponencia presentada por el autor en el simposium Friedrich Nietzche, 1844-1994. La
muerte de Dios y el fin de la metafísica, UNAM, 1994, p. 19.
157

poética expresiva como procedimiento que centra su objetivo central en la simultanei-

dad de sentidos y en el apretamiento semántico ceden el espacio para su accionar a

un proceso elíptico que ve en la supresión de las formas, la intensificación y lapo-

tencialización de los sentidos presentes en un poema. La ausencia de las formas ge-

nera la impresión de un inmenso vacío insalvable, que se amplía cuando a pesar de

que los significantes agotaron su participación, el sentido continúa latente, posibili-

tanda múltiples formas de decodificación de dichos sentidos.

Esta radicalidad en el empleo de la elipsis produce a la vez, continuas quiebras en la

estructura sintáctica de los poemas, y presenta un fluir de imágenes que tras la con-

fección de un tono sentencioso dejan entrever un gesto, marcado por una la negativi-

dad y expresada a través de la ironía.

Como consecuencia de este proceso, las frases se presentan incompletas, la falta de

predicación acentúa la idea de carencia, de vacío, propias de la estructura y el am-

biente general del poemario "Chamarasca". En el poema, "Para decirlo sin permiso"

encontramos la siguiente estructura:

A distancias
la herida golondrina
y la ortopedia de la muerte

En otro poema: "Solo en el desvío" encontramos:

Si no fuera por la timidez


olfato de la piedra
siete peligros en fuga para llegar a tiempo.

El poema "Cables facsiformes", Mayo presenta también su estilo entrecortado y

elíptico, cuando expresa:

Una mano sin índice


Cuchillo que espera en la antesala
Cadáveres apenas con ojos
(... )
158

Esta radicalización elíptica en la obra de mayo, llega a suprimir los verbos, y pre-

senta a los gerundios como posibles reemplazos. En ocasiones, el lector debe adivi-

nar el verbo que podría ir en ese lugar vacío. Así notamos:

Cuántas veces malévolos


pies del nunca recuerdo

El verbo omitido en la primera línea versal podría ser: "transitaron", o quizá

"caminaron". Es el sentido de esas acciones las que se sienten como elididas.

En el texto: "Si la luna escribiera poemas" encontramos:

Otro sonido
en el islote de los náufragos

La acción suprimida en esta ocasión sería" "sonaría" o "escucharía".

Cabe señalar además que la elipsis de los verbos está en relación directa con la in-

tensificación de las impresiones sensoriales que la imágenes intentan producir.

Hay casos también en donde el vacío dejado por la acción es llenada en parte por la

presencia de los gerundios. Así, en el poema "Inquietud del hálito" encontramos los

siguientes ejemplos:

Silencio engañador en un comienzo


Confusión flotando en las marcas
( ... )
Guardando las preguntas
el miedo las conjuga son sus sueños

Otros recursos formales que acompañan al proceso son: la ausencia casi total de los

signos de puntuación, el empleo de mayúsculas al inicio de cada intención comunica-

tiva. Así, por ejemplo:

Viajando voy a un espumero


hiberniza falacia
159

1me asusta el seis más uno


si llega mi cumpleaños
Duermo bajo el árbol paralítico
que enraizó sus angustias

( ... ) (Las tres curvas del pecado)

En el nivel léxico se hace sentir también esa continuidad vanguardista que permita

establecer un puente entre las distintas etapas del universo poético del poeta.

En los textos de "Chamarasca" es posible encontrar un conjunto de términos que

responden a esa actitud de búsqueda y experimentación del lenguaje. Los términos

empleados o han sido seleccionados minuciosamente o han sido inventados, habili-

tados o compuestos por el autor. Los sentidos de estas formas si bien están en

contacto con la cotidianidad y muchos de ellos provienen de esa cantera, no signifi-

can lo que en apariencia parecen y crean sus propios sentidos, en algunos casos,

hasta indescifrables. En el poema "En el comienzo de la luz", encontramos:

1en un río de gerundios


el vallado inoportuno
(... )

1esta en carraca esperando


1la almorzada
para el silabario de la cruz
¿Quién midió

En otro poema: "Refocíliacíón de un sueño", tenemos:

Otro noctívago sin fe


dentro la curva
Jacilla del buey
( ...)

Eso mismo de cortar la muerte


Y perder otro secreto
puede ser un nóumeno descalzo
Pero orfebre de mentiras
Ya en el agnusdéi
las espadas del silencio
160

En este nivel cabe también destacar la presencia de la llatina27 , empleada con mu·

cha frecuencia y con un fin específico durante la primera etapa vanguardista de la

poesía de Hugo Mayo. Luisa Luisi comenta que esa intención era: "parodiar el gusto

burgués de la época" 28.

A finales de la década de los setenta y los primeros años de los ochenta, periodo en

que parecen fueron escritos los poemas de "Chamarasca", cabría preguntarse ¿qué

sentido tiene este signo dentro de los textos de el poeta: ¿Quizá un gesto evocato-

rio de la actitud rebelde que movió su trayectoria poética? O, ¿Quizá nuevamente la

intención de parodiar, el gusto estético del momento? O, ¿ Es quizá, la muestra de un

recurso arcaico y artificioso, y por lo tanto, carente de sentido para el quehacer poé-

tico de este periodo?

Las interrogantes están planteadas, sin embrago, sus posibles respuestas quedan

para que expertos críticos o a los apasionados lectores, las encuentren. Algunos

ejemplos de lo planteado los encontramos cuando expresa lo siguiente:

1es secreto en pleno plagio


el agua que regresa sin domingo

(Nostalgia tiene el verso)


1muere el césped y llora
marginada voz en el remate

(El vino de locuras)

No podríamos obviar la presencia de la ironía, como otro de los aspectos recurrentes

en su obra y que lleva el sello de las vanguardias. El gesto de precipitación vital,

característico de la época juvenil del poeta, le acompaña en su madurez y se va im-

pregnando de un alto grado de negatividad que frente a ella, el lector se siente in·

27 Dalton Osorno, en una entrevista realizada por quien realiza la presente investigación,
expresó que este rasgo estuvo presente en los originales que Hugo Mayo entregó a Jorge
Velasco y a Dalton Osomo para que fueran publicados en el año 1982. Pero errores
voluntarios o no eliminaron este recurso en la publicación definitiva del poemano• El zaguán
de aluminio•. Guayaquil, abril de 1997.
28 En Rv. Proteo, No 11, febrero, 1992, p. 91 y ss.
161

movilizado, invadido por una sensación de abismo, en donde tiene cabida, única-

mente el silencio.

La ironía penetra en las distintas experiencias del lenguaje y establece sobre él una
presión incalculable capaz de exigir la emergencia de la pasión que se desprende del

descubrimiento de los secretos, a través de los interrogantes angustiadas.

A casi
distancia absurda
Ala que se quebró
sin acostarse
chasis perdido
y placas eneasílabas
Hijato del miedo congelado

Dirá en el poema "Fábula de una mentirilla".

La ironía que como en cualquier momento de su aparición, habla de los desajustes y

de la disparidad del universo, aboga por esa otraedad en crisis y cuyos conflictos in-

vaden no solo a las sociedades sino también del arte; en cuyo espacio se vuelve

necesario atizar la llama de la creación poética para luego cuestionar, criticar la capa-

cidad de construcción de su sistema poético en general.

Esa ironía insistentemente trabaja sobre el lenguaje y lo trastoca, se proyecta tam-

bién a espacios originarios de las formas y de los sentidos, para obtener respuestas

desde los fragmentos de lo cotidiano y sobre todo perennizar la idea de residuo que

en tiempos contemporáneos tiene la poesía.

La categoría de huella está en relación directa con la noción de esencia, solo aquellas
formas que son capaces de trascender al embate del tiempo, al asecho de la muerte

pueden configurarse nuevamente y coexistir con el silencio. Esa figura misteriosa

habla en los momentos claves de la creación poética y de la cultural. "Enamorado del


162

silencio, al poeta no le queda más que hablar''.29

La poesía posee las condiciones necesarias para sobrevivir en el silencio de las


esencias intenta decir el poeta, cuando en otro de los poemas de "Chamarasca", dice:

Contigo viento
degollando la palabra
esa urgencia de un residuo
y un poetizar de lo furtivo
(Sí la luna escribiera poemas)

La elipsis de las formas personales y de las acciones verbales se juntan con el


gesto irónico para potenciar el sentido que los silencios guardan. El silencio de los

elementos cósmicos: aire, fuego, tierra, sol permiten que hable la intensidad de la pa-

labra poética, en un momento de su desarrollo en que se cuestiona ¿qué puede de-

cirse poéticamente en sociedades como las nuestras? Sucre intenta dar una res-

puesta a la presente interrogante cuando afirma" " con pocas palabras un poema o

una obra puede llegar a iluminamos todo un mundo: no en lo que dice sino en lo que

deja de decir reside su poder( ... ) El silencio hace hablar al lenguaje y, por supuesto,

lo contrario (¿cómo olvidar1o?) es igualmente cierto.30

Finalmente, a través de la parquedad de un lenguaje, del quiebre de una sintaxis que

semeja la fragmentación de la sociedad, de la intensificación de la negatividad que

conlleva la ironía, y tras el accionar de un proceso elíptico continuo, recurrente, Mayo

entra en conexión con recursos vanguardistas, para en esta ocasión mostrar otra de

sus facetas: la realización de un espíritu rebelde que encamada en la figura de Hugo

Mayo, recorrería por la palabra y el pensamiento latinoamericano y en específico, por

esa tradición poética ecuatoriana; la misma que encontrará en sus textos la audacia

decisiva para reformular la lengua literaria de su tradición.

29 Sucre Guillermo, La máscara, La trasparencia, Fondo de Cultura Económica, México,


1985, p. 293.
soop. e·lt.. p. 293.
163

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El telégrafo literario ( Guayaquil 1913)
Caricatura (1918-1922)
Singulus (1921)
Proteo {Guayaquil 1922)
Revista de la sociedad Jurldico Literaria (Quito 1923)
Hélice (1926)
Savia (1926- 1928)
América (1927)
Revista del sindicato de escritores (1944)
Oasis (1940- 1944)
Letras del Ecuador (
Cuadernos del Guayas (1940-1985)
ANEXOS
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Amauta (1926)
Ocaña Films ( 1927)
Protesta (1929)
Páginas Selectas (1930)
Ecuador Ilustrado (1932)
Revista del Colegio Nacional Vicente Rocafuerte N2 1 (1936)
Revista de la Asociación de Intelectuales de Guayaquil (1877)
Revista Uso de la palabra ( Babahoyo, 1981)
Revista Esferalmagen (Guayaquil, 1981).
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Revista de la Universidad de Guayaquil (Guayquil· 1988)

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----------------------···~~~--
A MANERA DE INTRODUCCION

Habíamos planteado al inicio del presente trabajo que una de las dificultades

básica para abordar el universo poético de Hugo Mayo, era la falta del

establecimiento crítico de su poesía, por cuanto debió esperar a la década de los

setenta para que su obra empezara a ser recogida y por lo tanto, difundida por

amigos y estudiosos. Frente a este hecho, se consideró necesario recopilar y

organizar su dispersa producción poética.

Se pensó que sería oportuno, tomar como eje central de esa organización, la

fecha en que fu~ron publicados los distintos poemas del escritor, en revistas de

país, y en algunos de los casos, en revistas latinoamericanas, concretamente rre

refiero a: La revista Hélice y a la revista Amauta.

Las fuentes para la presente recopilación son varias, de entre las que se

destacan: la biblioteca Aurelio Espinoza Pólit, de Quito; la biblioteca Rolando, de

Guayaquil; la bilioteca Benjamín Carrión; la biblioteca de la Casa de la Cultura

Ecuatoriana de Quito y Cuenca, la biblioteca del Banco Central, Quito.

Recopilaciones de amigos y simplatizantes: Dalton Osorno, Rodrigo Pesántes,

Carlos Calderón Chico. Los aportes y los registros personales de compañeros de

la maestría de la Universidad Andina Simón Bolívar; de entre otras.

Se deba aclarar que no consta en la presente clasificación, las distintas

publicaciones de un mismo poema, Así, por ejemplo, el poema "Desiree

Lubowska" fue publicado en 1926 por el lndice de poesía hispanoamericano,

dirigido por Borges, Huidobro e Hidalgo; pero, el mismo poema, fue publicado

también en 1971 por la Revista Cuadernos del Guayas, N° 36-37; y finalmente, la


misma revista, en su número 50, vuelve a publicar el poema en el año de 1983. En

estos casos, se ha tomado coma base la primera versión que ha sido publicada y,

por lo tanto, aparece en el presente registro.

Se debe anotar, también, que muchos de los poemas de esta esfera poética

presentan variantes y que son posible registrarlas. El presente trabajo no realiza

esta labor, sin embargo, abre el camino para que estudios posteriores la

completen y con ellos, se contribuya al establecimiento crítico de la obra de Hugo

Mayo.

Finalmente, debe anotarse que con las limitaciones que pueda presentar esta

recopilación, y sin tener el carácter de definitivo, intenta llenar ese vacío que por

años ha soportado la tradición poética en el país. Ponemos pues a disposición de

críticos, estudiosos y amantes de la poesía, una órbita escritura! signada por la

pasión y por la búsqueda infinita de un enamorado de la palabra.


PRIMERA ETAPA:
1919- 1933
ORACION POR LA MUERTE
DE MEDARDO ANGEL SILVA.

Ahora
el romboide de tu vida
en el lago de la muerte

Las paralelas de tu camino


se ahogó en el triángulo
de amor

Ya tu palabra rimada
en un cuadrado de poesía

Dormías circunferencia
azabache
en el poliedro del absurdo

Y tu pirámide
cayó en 21 pedazos
en 21 después para siempre

Sangre la tuya
en la copa de un octaedro
la roba Monseñor Satán

Baudelaire te espera
con un pentágono
de Fleurs do Mal

Tus quevedos enfocan


desde un camón acutángulo
un 32 recortado
Y a mis siete Avemarías
en un rectángulo en cruz
para que te liberes del infierno

También
por las cotangentes
que te abandonaron
Por los cuerpos volumétricos
a tu memoria
Amén

Año 1919.
Nocturno Celeste

TRES
es-
tre-
llas

como broches de camisa

En el Océano de Aire
una Gran O baña medio cuerpo
dibujando un paréntesis
huérfano

Ancianos que han lanzado


sus
bar-
bas
al vacío

como jeroglíficos pretéritos

Desde los Laboratorios desconocidos


ruedan disolventes
dejando negra la placa

Rv. Slngulus # 1, Guayaquil, octubre 1921, p. 46.

-----------------~--------
Bujía Polar

Palúdicas
las rosas polares viudas

Llega el ritmo Ngaljakh-muizi

Paraselene
la moneda oro en el espejo

Nace la congelación del Silencio

Las Focas tienen su

DANZODROMO.

Rv. Slngulus # 1, Guayaquil, octubre 1921, p. 47.


VISION DE ESQUINA.
A Antonio Bellolio,
clínico de la línea,

FEDALA

UN CISNE

Un cirros
aterrizado
Una burbuja
de éter

Una flor
que despetala
Un suspiro
aviador

UNA INTERROGACION EN MARCHA


**

ANIA

UNA MARIPOSA

La
antena
de
los
corazones
Las
astas
de
un
molino

La
célula
de
las
espirales
UNA S QUINTUPLICADA

***
MAGDA

UN UL TRAIMAN

Dos abismos
traidores
Dos botones
sangre
UNA SERPIENTE EBRIA

El vértigo
planetario
La fuente
multiplicadora
llOVOLTIOS 42CYCLOS

1921

1) Fechado 1921 al final del poema


2) los otros posmodernlstas, Clásicos Arlel # 89, P. 45.
UNA S QUINTUPLICADA

***
MAGDA

UN UL TRAIMAN

Dos abismos
traidores
Dos botones
sangre
UNA SERPIENTE EBRIA

El vértigo
planetario
La fuente
multiplicadora
llOVOLTIOS 42CYCLOS

1921

1) Fechado 1921 al final del poema


2) Los otros posmodernlstas, Clásicos Arlel # 89, P. 45.
EL ZAGUAN DE ALUMINIO

Nino Amanolik,
viejo dibujante de cosas raras
Nino Amanolik,
Un día lo encontré
dormido como una garza real
Le pregunté cuál era su país de origen
I aletargado, no pudo responderme
No recordaba ni su propio apellido.
A Nino Amanolik
lo visitaron nueve bellos colibríes
.Le habían traído
nueve colores diferentes
en sus plumajes.
I Nino Amanolik
dibujó un zaguán, seguramente,
para portada de algún libro
Emocionado, expuso la figura
una noche de luna recortada.
A una caverna de voces armoniosas,
llevé a Nino Amanolik
De puro gusto, se desmayó,
oyendo mis nivimorfos poemarios
I le robé el dibujo
que guardaba en uno de sus bolsillos.
I coloreé el dibujo
con tinta aluminffera.
De ese pintorreado, nación
el nombre para el libro
que había escrito
Con llaneza lo llamé:
EL ZAGUAN DE ALUMINIO.
NinoAmanolik
viajó, después, mal encarado,
a su país de origen:
el País de Locas Calaveras.
¡Cómo me está golpeando
el recuerdo de Nino Amanolik!
Octubre 1921
(fechado al final del poema)
Croquis de abismo

La cabeza del gran plano


semeja la Cordillera de los Andes

Los aviones nocturnos


registran un terremoto sordo-mudo
ante la multitud de figuras geométricas

DENTICIONES

PRETÉRITAS FUTURAS PRESENTES

El Jardín Celeste se copia


en la paleta del Santa Ana

Una rosa de fuego


como los vientres de nueve meses
pare las proyecciones
inversas del Siglo

Rv. Proteo # 11, Guayaquil, 1922, p. 33.


MEDIODIA

El sol va pasando Las calles como paralelas


con nombre son testigos de las embajadas
olvidando los niños. de Pleamar y Bajamar.
Dentro de las vitrinas Carros con colonias
mundos soñados giran sobre su órbita.
por Copémico.
Empleados que esperan en los ventiladores
el milagro prometido.
Telescopios
negros
cafés
azules
llevan
termofobia
Pasa la vida en busca de una congelación
azul.
Los transeúntes son
lluvia de Diana.

Rv. Proteo # JI, Guayaquil, febrero 1922, pp. 92-93.

--·-~··~-··-··-···-~~.----------
FLUVIAL

El síncope de la noche Puntuaciones ortográficas de otro siglo


anula el aire en el alumbrado de embarcaciones.
en soluciones de sulfato.

Discursos Proyecciones de cuerpos


insolubles geométricos

Yodo en oposición
con Coty.
Arabescos
formando
ecuaciones
nihilistas
Marinos de barbas niqueladas
soplan chimeneas ambulantes
La ciudad líquida
como sanatorio de sales
adiciona.

Rv. Proteo# 11, Guayaquil, febrero 1922, pp. 94-95


Cinema

:Sajo la penumbra de Autoline


Luca della Robia en una mariposa
aterriza en la Galería Devamber
El Cupé Aéreo "OW"
Sombreros feminios en paquetes postales
como "Tek-pai"
Agni en las Ondas Hertzianas
fecundiza el Sistema Planetario
Bailarinas con colorete de lngran
Close revive en un PATE DE FOIE ORAS
para una escuela de Aviación
El romance de Ersha Lapidowski
Júpiter Pitcher mundial de Base Ball
El Clown de la noche
por cuarto menguante
Nati la Bilbanita a 50 Dollars
en los rasca-cielos de la Grand-Rapids.
Los Elke en el desfile de la electricidad.
El Globo Terráqueo se descompone:
en 3 14 + 4
ls
Los logaritmos fijan el Tipo del Cambio
en el Polo Sur.

Rv. Protoo # 11, Guayaquil, fGbroro 1922, p. 106


ODA GASEOSA
AL POETA REMIGIO ROMERO Y CORDERO,
A QUIEN INVITO A FORMAR EN LAS FILAS
REVOLUCIONARIAS DE LA NUEVA CRUZADA
DE BELLEZA.

Saturno invita un SYMPOSIUM


La telepatía de las calles
en una Filn, ·
por$. 0,20
en los café
de
penumbras
mientras la orquesta
en su biología
sueña
el X capítulo
del
GENESIS
Nubes eterómanas
danzando
como cuerpos
aerométricos
forman los planos
de ciudades
futuras
El baño de la Luna
azoga las calles asfaltadas
anunciando
EL HERMES DE PRAXITELES
La mecánica
matriculada
con el No 33
en la Facultad de
CIRUJIA DENTAL
amalgama la
THYMOPHENOL
Letras obsesionadas
en la fotografía submarina
viajan 7 horas 112
en las bujías
de los vapores
como estrellas mudas
LANIKE
sobre los Bars de gelatina
Lluvia de sombreros
en una visión
de
abecedarios
en desorden
Los espeJos
son una
mercurio grafía
de geroglíficos
atléticos
solubles
al
tacto
Las estrellas rápidas
pasan como una cadencia
como los asientos de peluquería
mientras la esponja de la
noche
es un enorme farol chino
en la plaza del Universo
ELBATHYREOMETRO
ha nacido patentado en el
Ministerio de Marina
de Urano
durante las maniobras
tomando las válvulas
jugo pancreático
Los telescopios de Mercurio
descubren en New York
un nuevo faro
"WOOLWORTH GUUDING

Rv. Phllella #1, cuenca, marzo 1922, pp. 26-27.

--·-·-·~-~·-~·------------------------
ALBA

Observo
parcialmente
la cinematografía de la calle
Puntos centinelas
se cierran
nostálgicos de sueño
en tanto la alegría
pasa rompiendo los cristales
de una vida en
ALPHA
Va de prisa
el pan nuestro de cada día
con la sonatina atolondrada
despertadora de la burguesía
Arterias musculares
inician la circulación rezagada
Entre las grandes bocas
saludos y risas
del cordón humano
alegría embotellada
como una cojera pretérita
para mis brazos mudos
El río
cinta líquida
tiene una Danza de viviendas
ambulantes sin corazones.

Rv. Phllella # 1, Cuenca, marzo 1922, p. 20


DESIREE LUBOWSKA.

M Naufragio
OLINETE hidráulico.
en la visión irresistible.
Curva sobre el horizonte.
Espiral enigmática
que descontorsiona la penumbra
en hélices pluricolores...
Célula de la locura cuerda.
Logaritmo embrujado
en un espasmo oceánico.
La Danza encontró sus péndulos
en tus senos vibracionistas...
Todo el pentagrama
se multiplica con tus dorsos caderales.
El declive de tus ojos
pluraliza la invitación a tu órbita
de desnudeces voltaicas.
Amalgama
con el vacío.
Pleamar
rebosada por el maremoto de los ritmos.
Ebullición
en el panorama de la musicografía.
Unicaclave
del noviformo sensualismo astral.
Tempestad dispersa:
el imán de tus pies
varía el rumbo de los hemisferios ...

lndlce de la Nueva Poesía Americana, Hidalgo, Borges, Huldobro; Mexlco, 1926, pp.
177-178.
EL JARDIN DE NOVIEMBRE

S InoHUBIERE en la galería todos los asientos


tendrían las madres
collares hechos de lágrimas.
La huerta que no conoció su pasado,
ha florecido campanas azules.
Desde el otoño
alguien miraba los montones de hojas
-decorado del cielo de ayer-
para sonreír.
Pero,
bastó que partiera la señorita de las máscaras
para que en la huerta
murieran las campanas azules.

lndlce de la Nueva Poesía Americana, Hidalgo, Borges.


Huldobro; Mexlco, 1926, p. 178.
LA NOCHE DE LAS ESTRELLAS

E N LA laguna habían caído todas las estrellas...


Muchas, que no sabían nadar,
parecían ahogarse.
Y era para ver
cómo un par de chiquillas
las aprisionaban con las manos;
pero las estrellas volvían a la laguna
El suelo, alfombrado de flores,
habían mandado su corazón hacia la luna
mientras unos chiquillos
arrancaban las flores formando letras sueltas.
En tanto,
el momento era una gran ruleta
que sólo jugaba nones ...
Después, cuando regresábamos a casa
la laguna había escrito con flores:
"Ha comenzado la noche de las estrellas"
Y era un par de estrellas los ojos de la niñas.

lndlce de la Nueva Poesía Americana, Hidalgo, Borges,


Huldobro; Mexlco, 1926, p. 179.
MERCADO DE MANZANAS.

T TODOS los tableros


fueron laberintos de colores.
Entre las mujeres
algunas corrían a los zaguanes
para no ser vistas;
y esto perjudicaba a los espejos.
Quizá la edad había naufragado.
Luego, antes de que llegáramos,
se veía algo para no decirlo.

lndlce de la Nueva Poesía Americana, Hidalgo, Borges,


Huldobro; Mexlco, 1926, p. 179.
MILAGRERIA

A Aurora Estrada y Ayala, compañera


en la cruzada de una Nueva Poesía.

Abrid la selva abstracta. Insisto


Me inquieta la barbulla de los pájaros
El buey seguía rumiando lo mentido de la oruga
2

Perforo hacia lo hondo en lo profundo


El agua salta, corre, danza. Intensa, ríe
Relanzando llegaron las nubadas
3

Tal vez la flor abierta, clamorea


Al encante la venta de macetas
Tabú fue el perfume desde entonces
4
Otro mutismo largo tuvo el hombre
Otra alegría clave el pez sangriento
Había un espeluzno en los océanos
5
Presto, lavad al viento, hermano verso
Eterniza la herida en el poema
Era un llamar a Osián como una espera
6

Ese turbión de llama que me quema


Esa remaneciente cosa, cosa impía
En ambigú el sinsabor de los venenos
7
Pensad que es en domingo la partida
Arrumba un hondo aflato ya caído
Odio a la media noche que la roba
8
Esta vez la cosecha fue tan poca
Para el torvo que espera no llegaron las uvas
Manos! las segadoras de los zarazos frutos
9

Visten sandalias toscas los seráficos


Los pies de un lobo tata en travesía
Fra Angélico, grave, pintaba el colorido
10

Ese mirar agudo de la cita


Un alampar por celos en la amasía
Meninos, cerner los secretos de la alcoba
11

Le di mi fe al ángel infelice
Un algo de alegría al pez nostálgico
Extático un misacantano, de rodillas
12

Ahogaron a los lotos, malandanzas


Los meñiques del viento, zambullidos
En vuelo de rencor van colibríes

Rv. Motocicleta # 2..(1ntormaclón tomada de la revista cuaderno


del Guayas # 24-25, abril 15, 1968, p. 14), 1925.
DE "KUDZU"
A. Norah Lange

EL BOHEMIO
Como la ironía de algún antepasado,
tras la penumbra, era tu otro yo,
aquel árbol seco.
ELARBOL

Paraguas de la Tierra.
Toda la vida viene desde tu sur;
en tu norte se inician otras vidas.
LA MARIPOSA
El espacio te tiene como su paleta;
pero como eres un motor
buscas tu hangar hacia abajo.

Rv. Savia# 11, Guayaquil, 1926, p. 15.


OTOÑO DE LOS MISTERIOS

Recorriendo un camino encontramos pisadas;


mas un tma charca cercana
lanzaba piedras un anciano desconocido
como cualquier niño.
-Bello joven
sí no llevara un otoño en cada mano!-
El viento era una larga bodoquera
disparando hijas secas
como para dibujo de una zapatilla.
Observando sobre vidrios opacos
el anciano borraría todas las pisadas,
y sólo quedaría
un buen capítulo de novela corta.

Después, nos veremos como un farolito chino


en un barrio de pueblo!

1) Rv. Savia# 15, Junio 12, 1926, p. 20.


2) Rv. Hallca # 5, 1926, p. 18.

----------------------------
el farol de media noche

con la soledad linterna de bolsillo


me hundí en la media noche de la esperanza
el camino alargado de cansancio
árboles como señales de algún crimen inédito
sentían la nostalgia de los días rubios
como una paradoja de Honegger
el viento subrayada las flautas
las sombras de otros
en marcha silenciosa cual monjes trasnochados
se arrimaban a los muros
puertas encendidas y con cuerdas
donde se guardan piruetas de la vida
era como lluvias de lunas en creciente
el equipaje de la barca oscura
en el canal del alma
humildad hasta en las casas de tres pisos
la pareja que nadie vio de frente
dejando en las esquinas iniciales de carne
sólo la sombra del recuerdo herido
pasaba sobre mi monóculo.
algo en los jardines de todo lo vacío
para llevar la angustia como pomo de esencia
collares de miradas
se arrebujaban en mi bufanda blanca
mis manos eran abanicos de la muerte

Rv. Savia# 17, Guayaquil, octubre 10, 1926.


TARDE DE ALDEA

sobre la ventana
blusa de organdie rosa era el viento
en este rato mirando a la esquina
habría terminado
todo el rompe-cabeza que nos enloquecía
i daba en continuar
sensación de un clavel rojo
el mismo telón cursi
hasta dejamos los ojos ciegos
si hubiéremos conseguido un espejo cóncavo
no estaría en los cántaros
las violetas marchitas
de allí que el momento fué obtuso
para la pobre niña que sembraba amapolas
sin que existiere un cine a media penumbra
pasó proyectándose a saltos una pareja en negro

Rv. Amauta# 7, Año 1, Lima, marzo, 1926, p. 34.


POLO SUR

desfilar de todos los hombres


y yo el único
el de la estrella al sur
con mis viajes en número cinco
sin conocer los puertos
haciendo en el mar los barcos ilusiones
para salir lejos
cibicando los bolsillos desolados
y con muchos luceros en los dedos de mi izquierda
completamente sin ver las auroras
hasta conseguir tu luna
porque yo no tengo caballos
y siempre voy a galope
soy el de los arcos luminosos
que rubricará las noches
aunque ahogué el collar de otro navegante
que regalaba flechas
con la figura de los recuerdos
tengo mi faro en el horizonte
y mandaré las estrellas
hacia las islas de los que no quisieron seguir
y con mis arcos luminosos
llegaré· al fmal
el único
el de la estrella al sur.

Rv. Amauta# 3, Año 1, Lima, noviembre 1926, p. 25.


PUEBLO DE SIGLO NUEVO.

sin ser una burbuja de jabón


va pasando lento por la calle torcida
un abecedario en desorden
tras el vidrio de cualquier monóculo
existe una feria de colores
el otoño ha marchado a golpe
y las mujeres obtuvieron asientos de primera
(flla)
en cualquier lugar olvidado
tomaban los cuerpos la forma de cubos
un buen caricaturista
hizo los zaguanes en las casas de cemento
(armado)
los relojes
marcaron las horas de los puntos cardinales
mientras desde nuestros pies
miles de diptongos se lanzaron sobre las pianolas
y conocimos los ojos de nuestras nietas
cuando llegaron las noches apagadas.

Rv. Savia, Guayaquil, 1926.


TROTE DE MAR

en la red con el infonne destendido


en trampolines sin ningún ........... .
capaz de los ahogamientos dislocados
por la playa en galope por cansancio
como viniendo desde muchos motores
el mar todo lanzado el mismo
trás lo apenas en olvido
neblina en disfraz de las olas
sin abarcar horizontes en la distancia
recogiendo aquello que será confuso
marco eterno desconocido
y el espasmo en líneas isobaras
sin soltar el corazón en la nunca llegado
hasta ser los caminos
coral con el tablero de la diametría
como bolas de muchos colores
dentro de las ruedas que pintan los niños
tendiéndose miradas en la nada
ese ruido tres vocales fuertes
y la serenidad sobre el hilo del aire
estocada en la carne del recuerdo
eso en la confusión amaneciendo otro día
como una cinta de aire.

Rv. Savia # 21, Guayaquil, febrero 3 1927.


POEMA SIN TITULO

saltan las miradas las vitrinas anochecieron color papel


mojado
frutas confitadas espectáculos de los letreros
encendidos en las madrugadas
estamos detenidos en nuestras sombras
el alba de ayer corre en los portales
quien desata mi nombre sobre la pared contraria.
en la diagonal de tu panorama
jugué con la estrella de tu risa
mi monóculo mira las 2 de la tarde en tu camino
ahora es la zona de tus frutos
se borra la cuerda del espacio
donde anclaba el color de tus ojos
entonces
alguien robó la alegría en tu pañuelo

Rv. Savia## 27, Guayaquil, 1927.


POEMAS MACHOS
estoy con el pájaro sin jaula ese pájaro hoi de colores
saltando los vidrios anula el sonido de tu risa
hacia el norte equivocadamente los senos
columpio que reserva la mecida impar desviando
espaldas de muchos abanicos las distancias
aparte las estrellas en la enredadera del naufragio
con las ventanas a propósito
conteniendo las cosechas ante las semanas ancladas
veo el timón aurora de itinerarios fugitivos
siguiendo el dibujo de tus pasos poliedros de la tarde
pasan el disco las distancias cortando el muelle de la noche
escalera de muchos resortes me pongo a subir las azoteas
despertando a galope el carrusel mayúsculas de todos los avisos
falsamente perfilan vidrios de colores al fondo
antena sin perseguir el silencio de los ojos
muestro las manos con el barniz de muchos olvidos
bajo el ala de tu pastora dibujo el crepúsculo nuevo
collar de piedras pálidas atardeciendo el disco de tus besos
en el reloj de atmósfera ardiente borrando las horas
acompaño a las nubes disparatadas el regreso a cualquier parte
en la cuerda floja tirada al espacio
madurando los frutos del aire en el límite
las palabras se lanzan perdidas en la pista del deseo inválido
muñequera de distancias dando vueltas seguidas
soi con mis pasos delirando la marcha
el trapecista en el lomo de cualquier estrella
sobre el aislador en el trote de las ansiedades
la penumbra abandona todos los pasos.
daba vueltas en el muelle del tiempo
torcido el cielo de las mariposas sobre el campo
traigo en la marea de colores los racimos
afiche en el cinema encendido
nos desatábamos esperando el sur del nudo de los recuerdos
hasta tu misma voz viajando florece el terreno
el espanta-pájaros palabras disparatadas mi arpón y tu red
otra del campanario escribir al espacio 6 lágrimas
el olor de ti mismo guía del camino girando la tarde
color esperado de los duraznos
tus caderas sigue en cinta de aire paralelas tus caderas
echa las semillas camino de tus pasos floreciendo alegrías
estrella de neblina el polo de tu ruta bebiendo la noche
así grabando como radiogramas de risa
en el mástil ciruelo de las cosechas
tal el farol junto al portal del olvido
confuso al paso del tiempo
en el polinomio estrella de antorchas
pensando que llega polea de los senos nacidos
mareo de muchos caminos en la distancia
aquello como cordón de palomas
cortando espigas de sol para los cestos de la tarde
al escamotear la pampa de siembras
esas ansiedades cruzando las montañas
para caer dentro de una hora
caricia húmeda mezclada a las cortezas
entonces sonata nacida de las rafees
baño de neblina hasta orillar barrancos
ahora como músculos golpeando nuevo oxígeno
en tropel hasta 100 números del aire
en los ojos sin poder localizar
collar de lágrimas escapando apenas
como un puñal vendado
luego galopa olor de regreso
queriendo abarcar la distancia.
me apresuraba a galopar sobre los rascacielos
saltan las ansiedades naufragio de letras pezcando diptongos
dominó en 12 cuadros dobles
el puñal de sol asesina la vidriera de los calendarios
juega con las estrellas el espacio para recoger las iniciales
camino con la última edición de recuerdos
avión en decollage
soda de aire que beben los pájaros en la noche
cabecean a la siga capotes de muchos autos
atardecidos dibujos en playa de balneario
voi sacando de mi jaula ideas sin alas
madrugada en cinta
anunciada la paleta que dará los colores impares
estufa de cualquier pantufla de china
hai un desbordamiento de los pisos altos
que se paralelizan en los casilleros del alba
olfatea ardilla de 10000 folletines
el deshielo de tus palabras embanderadas.

Rv. Savia# 28, Guayaquil, julio 1611927.


CANTO AL MONTUVIO
Montubio!
Porción que engendraron las savias silvestres
Te he visto afanoso sembrando los campos
Resuelto, cruzando los ríos
Como si la pampa te fuera pequeña,
la ciudad te seduce, pero luego te aburre,
porque notas que falta olor a leña verde,
a guarapo y a manigua.
Brioso como tu potro,
eres manso en cualquier día de faena
Te perfilan las broncas ejemplar de los buenos!
Cuando te nace apetito de sangre,
van contigo, hacia el crimen:
el machete, el poncho y la guitarra!
Conquistador de bosques
Parece que te sales sobre del horizonte
cuando vas a caballo!
Cuando enlazas un toro,
tu beta es una rúbrica trazada en el espacio!
La ciudad te descubre,
porque llevas algo que ella nunca ha tenido:
un machete al cinto, una alforja a la espalda
y una espuela al tobillo

Montubio!
Te ha hechizado el invierno con un rito de lluvias
La maraña con silbidos de sierpes
Con soles encendidos, el sediento verano
Montubio!
Celador de las mieses
Gran señor en los bosques
Una mesa de pinta, la botella de puro
y un mazo de cigarros,
tu mejor madrugada!

Rv. Savia # 33, octubre 30 1927.


Rv. Ocaña Fllms # 3, Guayaquil, diciembre 1927, p. 81.
poema

otra vez
se perfilan en los caminos enlodados
los hombres tiznados en las fábricas
la jornada trae leguas de cansancio
sobre la espalda de los hombres tristes
en los callejones subversivos
arden las barricadas de protestas
el calendario ha marcado un día rojo
en la mañana de los barrios bajos
hoi tiene el mástil de nuestras alegrías
flameando hacia los puntos cardinales
banderas libertarias.
esta tarde
el dinamitazo de nuestras miradas
enfocará el pat:lbulo para los tiranos de américa.

Páginas Selectas# 44, Año 111, Guayaquil, abril 1928, p. 10.

• En otras versiones se titula ~Poema de la hora·.


POEMA DE LA REVOLUCION (2)

los obreros
dejan su bostezo de cansancio
sobre la tarde de los días burgueses
tosiendo su tuberculosis
un montón de hombres pasan cantando
el himno de sus rebeldías encadenadas
se han colgado como angustias en silencio
los senos sin leche de las madres
el crepúsculo
ha traído promesas de incendio
y haremos de nuestros poemas
dinamita
en las habitaciones proletarias
niños recién nacidos
trazan el panorama de una nueva
REVOLUCION

Rv. Savia.# 40, Guayaquil, febrero 18, 1928.


1

POEMA DE LA REVOLUCION (4)

hermano,
¿quién hizo lamer al sol
mis pasos dejados en la cárcel?
anoche,
¡cómo temblaron los burgueses
cuando incendié miradas proletarias!
con los minutos de mi angustia
invité el reloj del hombre libertario
mañana tendrán estrellas rojas
las noches de todos los descalzos
hermano,
hay que desayunar con pan rebelde
para trabajar dentro las fábricas
mira,
me han crecido raíces de protesta
en mis puños garroteados
espera,
ahora estoy sembrando rebeldías
en el vientre de cien mujeres puras!

Rv. Protesta (elaborado por la unión de los pueblos


latinoamericanos), No. 1, Vol. 1, Guayaquil, sepHembre de 1929.
tDeftnitivame:nte.

Definitivamente con mi huéspeda la araña y recogido.


Sólo lagoteñas para mi faldero, extremo,
defmiti vamente.
Definitivamente en mi ño me atisban las lagartas.
Mis bilis en plena contrarréplica,
defmiti vamente.
Definitivamente por rieles paralelos mi camino.
Pronto encontré una curva aposta,
defmitivamente.
Definitivamente voy circulando en forma de una S.
Tal vez una carniza para hambreados canes,
definí ti vamente.
Definitivamente, adelantado, robándome unas níspolas.
He desosado frutas un dfa 7,
definíti vamente.
Defmitivamente llamando presuroso a mis deudores.
Un vencimiento desde dimensiones,
defmiti vamente.
Definitivamente, requemado, salado y en vinagre.
Después como mosca en los manteles,
defmiti vamente.
Definitivamente un reavalúo para mis harapos.
En finados creciéndome el cabello,
definíti vamente.
Definitivamente, obstinado, lavando mis ideas.
Bajo mis pies, las aguas,
defmiti vamente.
Definitivamente en el café, fumando.
A las doce buscando el cementerio,
defmiti vamente.
Defmitivamente mi puesto lo reservo en antepalco.
Por roja palabrota en los infiernos,
defmiti vamente.
Definitivamente disfrazo con palotes mi esqueleto.
A enmagrecerme voy y quiero,
defmitivamente.
Definitivamente escarbo en lo profundo mis raíces.
Descalzo en mi jaula de poemas,
definitivamente.

Definitivamente en seudónimo hablándole a los cuervos.


Desde sílabos, mis raciones efectivo la antevíspera,
definitivamente.

Defmitivamente atándome con hipos a la espera.


Desnudo cenando en los portales,
definitivamente.

Defmitivamente al hmizonte dándome completo.


Me doy al pan de los dolores,
defmitivamente.

Definitivamente durmiendo solitario boca arriba.


Los golfos hurtando mis colillas.
defmitivamente.

Definitivamente me hieren persistentes las espinas.


Lambrijo a la hora del fallecimiento,
defmitivamente.

Definitivamente un cirujano. Sus gafas buscando las zapatas.


Un caso de consulta en ambulancia,
definitivamente.

Definitivamente treinta puntos tomaron en mi abdomen.


Pero compré la vida -era en cuaresma- un sábado,
defmitivamente.

1930.
POEMA DE LA REVOLUCION (1)

traigo el afiche de la miseria


junto al leño de mis rebeldías
esta vez
cien martillazos golpearon
la oración de los hombres libres
-ah tiene este minuto dormido en los graneros
algo de mi mismo-
yo robé
la desesperación proletaria de
muchos ojos
al iniciar en la cárcel el canto a la vida
pero ha mucho tiempo
que tragamos riendo un puñado de lágrimas.

Páginas Selectas No. 63, Guayaquil abril-mayo, 1930.


FRENTE UNICO

A los poetas de la revolución


indo-mediterránea.
por las alas de los aeroplanos que
aspiran a líneas isaboras
unámonos
por los corazones uvas dormidas que
han roto las cerraduras
unámonos
por los hilos trasmisores de
parentesco irregular
unámonos
por la esmeralda que
señala la ruta a los niños recién nacidos
unámonos
por el olor a biblioteca en
toda estación seca
unámonos
por las mujeres éter que
veremos ultramicroscopial
unámonos
por las noches cojas por
falta de combustible
unámonos
por el oro nupcial que
asciende para darnos la voz multiplicadora
unámonos
por las miradas con
irregularidad por permutación
unámonos
por los parques que
cierran la desorientación de las sumas
unámonos
por la falta que
nos hace la decena que olvidó Pitágoras
unámonos
por las raíces de las fábricas que
estornudan intermitentemente
unámonos
por la velocidad con que camina el
cortejo especular de este siglo
unámonos
por la hecatombe que
producen las líneas rectas
unámonos
por la risa de los
pintores cuando hay cero a cero de luz
unámonos
por la calefacción del
triángulo de la vida
unámonos
por las valijas que
enferman por falta de alas
unámonos
por los bólidos embajadores rubios con
melenas en el vaso de la noche
unámonos
por las ideas que
se restan en el protoplasma inicial
unámonos
por toda laguna que
es cero en el análisis polar
unámonos
por toda estrella rezagada cuando
forma parte del cortejo de los ojos
unámonos
por las risas mudas de las
mañanas anunciando los otoños de aluminio
unámonos
por la visión nueva que
germina en todas las zonas
unámonos
por todos los nones de la
ruleta de la vida
unámonos
por la canción incógnita que
nos hizo despertar en la luna
unámonos
por la embajada proletaria al
corazón del orbe
unámonos
por la espiral alucinada meditando en la
ultraanunciación
unámonos

-··--···-------------------
por la ebullición de las
aguas en el espacio infmito
unámonos
por los hombres sudorosos de las
fábricas células de REBELDIA
unámonos

Semana Gráfica,# 32, Año 1, abril 30 de 1932, p. 7.


EXALTACION DEL MONTUVIO

Hombre montuno, sembrador,


con tu guitarra borracha de amorfmos
i tu espuela oxidada, caminas
con un hondo cansancio a la espalda.

En el ftlo
de tu viejo machete
viven miles de historias.
La ciudad la visitas,
i un pedazo de selva se perfila en sus calles ...

Paseas con tu alforja,


manchada de sol y manchada de luna,
dejando olor a hierbas
i a frutas maduradas.
Hombre montuno, campesino,
parece que se sale por sus propias narices
tu potro relinchando!
Madrugador,
eres el primer sol en el monte
i el primer sol en el rancho.
Tu alegría
la intoxicas con pura mayorca
cuando un hijo te nace.
Hombre montuno, leñador,
cómo vomita tu cigarro en las noches
puñados de estrellas salvajes!
Canción de gallera sangrante
en tus largos domingos de juergas.
¡Qué hondo escamotean tus manos
cuando juegas a los dados!
Hombre montuno, campesino,
a tu paso las distancias se desinflan,
mientras otro horizonte
se te imprime en los ojos.
12 de Octubre
La mañana despierta en los guayabos
con una canción de plataneros.
Hoi, hombre fruta, hombre bosque, hombre
(grano,
¡enarbola en la más alta palpera rasccielo
tu grieto libertario!

Revista "Ecuador Ilustrado",# 46, agosto 1932.

-···--·--------------------------
POEMA DE LA REVOLUCION (3)

Compañero, otro año


abre ya sus ventanas al panorama del mundo ...
De tus nuevas palabras
se incendian en el reducto de tus angustias;
así será el día nuevo que viviremos mañana
cuando el sol amanezca
lamiendo toda nuestra tristeza!
Siento que nace en mí mismo, como júbilo rojo
olor a tierra salvaje y a fábrica.
Vamos a pintar, alegres, como un chorro de
(agua
sobre la grande fachada de la Vida
la palabra siempre nueva que electriza:
¡REVOLUCION!
-preñada en el suburbio y trotando en el
(mundo
como un grito de alerta!
Entonces el panorama de nuestros sueños
será una roja fogata ...
Y estaré, sobre el alba de los amaneceres,
vigilando los caminos
que enseño la nueva geografía proletaria.
Y te veré llegar, casi desnudo,
trayendo tu cansancio sobre tus espaldas!
Mis ojos, guirnaldas en espera,
enfocarán las sucias paredes de las cárceles
para recordar las palabras
que el carbón de tu rabia escribió una mañana.
Cada fábrica trazará un poema,
rubricando los días
con el humo aventurero de sus chimeneas ...
Izarán hasta el tope grimpolones rebeldes
los árboles nuevos de todos los bosques.
Del sudor oscuro de cientos de músculos
brotará la lluvia
que desvingará mañana los sembríos montuvios!
Dentro de los talleres
un grito destemplado de sierras y poleas
dirá la nueva oración de las máquinas.

Incendiado en rojos horizontes


va a despertar un nuevo día ...
Ocupa la trinchera que abrió el dolor del
(hombre!
Compañero: hoy o nunca!
Mira que estás rumiando tus miserias
en las calles del Mundo ...

Cuaderno de Poesía de la Asociación Ecuatoriana de Bellas


Artes "Aiere Flamman", Guayaquil, 1933.
SEGUNDA ETAPA:

1952- 1972

------~--------------------
Llegan las primeras
lluvias
Con el devenir de los decaídos días sucios y perezosos;
bajo el grito ronco de los sapos,
indiferentes al reír de los hombres;
ante la serenidad de las palmas angustiadas
en los largos arenales distantes,
y la aparentosa preocupación de las calles en polvo,
llegan las primeras lluvias!

Con los relámpagos lujuriosos


sobre cuchilladas de aire que transita;
la actitud de lo alacranes paridos y de los escarabajos asustados;
entre el brote sordo y extrangulado de las espigas desveladas
y el calor de los montes secos,
junto a la sequía perseguida,
llegan las primeras lluvias!

Con la mañana parida de pájaros bebedores y equilibristas;


junto al panorama de los caminos calvos
con gritos sordos de hospitales;
en el golpe ceniza de las pisadas de los asnos,
y el desfile de las hormigas rubias
el malestar nocturno de todas las piedras,
tras el azúcar de las barracas,
llegan las primeras lluvias!

Con el disfraz de sombras de toda luz encarcelada


y el brote lento de la calefacción desvestida;
entre las sartenejas de los potreros secos
y la vez apagada de las raíces;
la humedad de los vestidos de lana
y el almidón penetrado en todas las camisas,
llegan las primeras lluvias!

Con el regreso de los lagartos viudos y observadores;


con la angustia por lo verde
de los árboles demasiadamente largos;
entre el dolor callado
de la gota del agua sucia y pordiosera,
y la congoja del viento
y el brote callado y malsano de la enana verdolaga,
llegan las primeras lluvias!

Con el carbón de mangle, dormido en los esteros solitarios,


en espera de la vacante tardada de las pocas mareas cortas;
entre putrefacciones incógnitas
y visitas de alocadas golondrinas
hacia los estantes con huecos de las casas muy ancianas.
llegan las primeras lluvias!

Con espesos nubarrones


preñados de un Chongón oscuro,
y montones de moscas negras en los manteles desayunados;
baj~ el agua de los ríos
que afanosas dejan su mutilada pereza,
llegan las primeras lluvias!

Con la niebla blanquiploma


y el apogeo incesante de multitud de paraguas;
entre una atmósfera amarga y negra de odios,
y el viaje disparatado de una pocas perdices;
junto a montones de peces oscuros y de oblicuas aletas rojas,
llegan las primeras lluvias!

Con las luciérnagas apagadas de los relámpagos copiosos,


y una luna lavada a eso de las diez de la noche,
llegan las primeras lluvias!

Con arrancados lechugones


y ramas olvidadas de aproximados partos;
con los mangos verdes en las canoas silenciadas por las horas sin mareas;
bajo los silbos ciegos de los vaqueros
y las intenciones nupciales del ganado flaco,
llegan las primeras lluvias!

Con la anemia en el follaje,


y el cansancio morado en los montes de la leña seca;
ante el grito del espanto de los focos que dan luz a las calles,
y la llegada inconsulta de los grillos y de grandes cucarachas negras,
llegan las primeras lluvias!

Con el peregrinaje de los hombres hacia las algas marinas


y el vuelo confuso de unos loros verdes y pequeñitos,
llegan las primeras lluvias!

Rv. del Sindicato de Escritores y Artistas # 6, Quito, Diciembre 1943, p. 8.

···~~- -·- ----··---------


MAR ANCHO.

Con trombas de agua brava en ruedo estrepitoso,


y agua con decisiones en soplo líquido,
y ballenas cenizas de ira interminable,
cabecea, en hervores, el mar cruzado de sal y rabia.
Y migas blancas de espumas náufragas,
y lamentos de espadas sacudidas sacudidas,
vienen desde adentro,
traídos en verde transitorio o azul sucio;
todo como derrumbe de piedras feroces
entre el viento y las olas borrachas, confusas!
Saltando chorroz bizcos de agua ciega, recién suelta,
con intentos de orgullo y brotes cósmicos,
y flechas vitales de jinetes perforantes,
en distancias de cielo y mareas tiránicas,
lo mismo que lo alegórico, lo persistente, lo tenaz,
entre vientos de acero, volando, devorando,
precipitándose ...
Fmmando signos negros o vegetaciones aéreas,
en vuelos adyacentes, al sur, al este,
los pájaros raptores caen a tumbos,
tan verticales, tan ultramarinos, residentes,
corno disparo de yodo o lluvia de carbones,
hacia la atravesada región y refugio estéril,
pintada corno metal limado,
corno vidrio catedral, corno estaño nervioso
o ceniza encendida!
Ese grito de agua de la playa. Ese grito
buscando descanso obligan te, fatigado, en huída,
lleno de golpes sucios,
y resentimiento de lo desnudo y de lo líquido,
empuja y rompe en furia seca
o en confusiones de aire,
corno encuentro parecido de caballos mellizos
sobre sed de sal y algas lavadas,
agitando, resbalándose corno arteria celosa
o vértigo vital!
Son montones de vidrios sueltos; también son vidrios barridos
que hirviendo llegan. Corno alzándose travieza,
en algodones secos o harina espolvoreada,
el agua, en lo interminable,
va cerca y lejos, en desorden quebrado,
desbordante, de golpe,
golpeando!
Dormido sobre lo desnudo,
dormido sobre rocas crecidas, corno conserjes pritos,
levantándose pesadas,
el viento mastica igual que dentadura de elefante amoroso
o sales sumergidas.
A espesos movimientos,
más que espuma batida o brote no obligado,
entre verde invasión o blanco confundido,
como agitándose en energías caídas
o riñas invisibles de ángeles borrachos,
sólo los peces giran,
turbados, rabiosos, vigilantes;
audeces también!

Rv. Oasis, Año 11, # 14·15, Quito, octubre 1944, pp. 52·53.

---··~-----------------------------
ESTAMOS EN LA CIUDAD
Tal vez no somos los mismos, desde ayer,
que visitamos al mayordomo de nuestra hacienda embargada,
ese don Nemesio que vino a la ciudad con un solo vestigo,
y que fuma cigarros de los elaborados en Colimes.
Si continuamos así, con la mirada fijada al occidente,
si continuamos así, digo,
es porque recordamos nuestra casa de campo.
Ahora, ya tenemos en la ciudad un cuarto que hace de vivienda,
y que va quedando lejos. ¿Por qué escalera vamos a subir desde mañana?
Solo mi primo continúa viajando en su motonave,
sin preocuparle nuestra suerte.
-Manta y Bahía están fuera de ruta-.
Si tratáramos de cambiar nuestro intento,
formando nuevo hogar con la abuelita que nos llama,
sería admirable.
Esas macetas, en la ventana derecha de la hacienda,
tienen pena honda, porque están recordándonos;
pero, qué importa, si nosotros también tenemos que pensar demasiado,
quizá triple, en estos minutos que van quedando en el camino
como cualquier vehículo con tubo bajo.
Ocurrencia la de nuestro perro de proseguir durmiendo
y no vigilar. Esto era lo que deseaban Martha y Efraín,
desde su ida a Pimocha. Hoy estamos alejados de ellos algunos kilómetros.
En la vecindad están pintando la fachada de una nueva casa;
tal vez nos convenga tomar uno de sus departamentos,
que así resulta eficaz subir por nueva escalera
en vez de la propia.
Casi la misma distancia conservamos desde anoche con nuestro padre.
El sigue creyendo en la bondad del Señor de los Hogares,
y don Nemesio, el mayordomo, también.
Sin embargo, nadie quiere damos siete metros de tierra
para agrandar la cocina en nuestra construcción;
mi hermano que trató de comprar esos metros a Magdalena Romero,
no ha logrado convencerla.
Tómase difícil llegar a un acuerdo con ella.
Parece que el tiempo está aumentando la angustia en nosotros;
pero todavía hay un indicio para inaugurar nuestro deseo,
a título de conseguir el retomo del carpintero tatuado.

Rv. Cuaderno del Guayas # 4, Afio 111, Guayaquil, noviembre


1952.
HECHICERIA RURAL

Si encontráramos en el camino todas aquellas huellas,


las mismas que dejara como regalo un viejo carnero,
en el momento, los olvidados cazadores desertarían.
-Esto había que obsetvarlo de distinta manera-.
Un carrusel semejaban las abejas penas habían llegado!
Cerca, el sembrío se extendía en los quinientos metros planos,
y se tenía olor a palo santo y a naranjo.
El invierno se parecía a un anciano que hubiera pasado un puente largo;
asimismo, para sacar copia de algunos nuevos paisajes,
teníamos que llegar hasta el primer estero crecido.
Caminando, todo parecía estar sujeto al reposo;
sin duda, una mirada inoportuna durmió sobre del horizonte!
Extraviado el conjunto agradaría buscarlo con pequeñas linternas,
las linternas que hubimos olvidado.
Lo anunciaron los cazadores,
qué inoportuno sería el viaje de los pájaros totvos!
Mas, al encontrar borradas todas aquellas huellas,
las abejas murieron junto a un árbol de mango!
para agrandar la cocina en nuestra construcción;
mi hermano que trató de comprar esos metros a Magdalena Romero,
no ha logrado convencerla.
Tómase difícil llegar a un acuerdo con ella.
Parece que el tiempo está aumentando la angustia en nosotros;
pero todavía hay un indicio para inaugurar nuestro deseo,
a título de conseguir el retomo del carpintero tatuado.
Todavía. Y es que se acerca su nombre a este mes de noviembre,
cuando él medía el arco de la puerta con su primera esperanza.
Acaso quien va a interrogamos luego, liquide su éxodo,
como un hotel frente al mar; así, simplemente.
Que no hubo de subir el agua desde el patio,
porque la presión, dentro de la bomba, la cancelaron,
dijo Nicolás, nieto de don Fulgencio.,
El sirviente tenía razón en su dicho,
cuando el ímpetu de la cañería se rebeló, fluyendo en equívocos.
-Es que no habíamos pagado el impuesto que cobra el municipio-.
Después tuvimos un pacto con nuestros primeros enemigos,
y con el comisario que nos llamó por boleta.
Desde ayer estamos comiendo en el Salón "San Vicente";
allí nos atienden don José Pérez, que es su dueño,
y doña Oiga Concepción, su señora.
Y pensar que siempre nuestro desayuno es tan deficiente:
ya no hay el bolón de verde ni la tierna cuajada.
Continúan llegando los ladrillos que vendió Ventura Huacón,
en su ladrillar a orillas del Daule.
--Continúan llegando como amontonados palotes,
trazados en el pizarrón de una escuela-.
Si logramos levantar el embargo de la hacienda,
la cosecha puede damos para seguir construyendo:
así piensan don Nemesio y mi padre.
Nosotros, en cambio, seguimos preguntándonos:
¿Mañana verán nuestros nietos la casa terminada?

Rv. Cuaderno del Guayas# 4, Año 111, Guayaquil, noviembre


1952.
BIBLIOTECA DE MI PUEBLO

Entré proyectándome sobre muchos volúmenes de la vieja biblioteca.


Había, a trechos, algunos espacios vacíos,
y pensé: si tendrían su historia cada uno de ellos!
Después de mi regreso --ésto fue por la noche-
alguien parecía esperar la llegada de muchos;
de ésto, que era para pensarlo,
conoció un señor de setenta años pasados;
al momento olfateó algo que parecía perderse;
y, apresuradamente, escribí a la ligera:
RESERVADO PARA MIS LIBROS QUE FUERON A LA IMPRENTA.
Cuando anunciaron nueve días de fiesta,
Marmelino, el portero, cerró todas las puertas.

Rv. Cuaderno del Guayas# 4, Año 111, Guayaquil noviembre


1952.

~~~-····~~-~------------------
AMISTAD DEL EUCALIPTO

Bajo el perímetro de la rama generosa,


te ubicom desde ayer,
todo viento,
todo brisa y todo perpendicularidad.
Esta es la incertidumbre que nos acompaña;
embriagada emerge
de perfume caído y frío viaje alto!

Capaz de decirnos otras cosas.


Tan altas quedan
en la voz que se agrupa como congelada agua.
Te llegas en tu venido rumor;
perifoneando el eco,
entre la claridad cenizada, desborde póstumo,
que se pinta.

Casi penúltimo el caer de las hojas.


En gandaya ruedan,
todo alegría penetrada en el bosque que incauta.
También cuando pasamos su queja aplaca,
y hasta crece
aquel decir y aquella quietud que entrevee.

Agitado en la copa su perfumar oculto,


todo será vibración
y será salto en el aire.
Siguiendo sin tuntún tantas veces,
en ruido, aquellas semillas en el eco aquel.
Tal empeño en los brotes, clamor por ser largo;
tanto más cerca recibe y resplandece.

Cerca todavía alígero escarmenando al viento.


Tan sólo perpendicular, sin conjeturas
y nacido grito.
Reciente entendimiento en el ámbito vedado,
desde distancias.

Otro ilapso en el empeño del que pasa.


De continuos tumos la sumada música viajando.
Tal sustento resplandece abajo,
en la lluvia que es continua
y moja y acude.
Nada dejo en tí en tu proyección y estatura!

Desde aquellos años en la almunia,


este abrumaco.

Rv. cuaderno del Guayas# 5, Año 111, diciembre 1952, pp. 215-216.
Tal vez todo depende de la entrevista que adelantaron
la mula y el buey. Tal vez sea así.
Pero lo substancial está programado para el último mes,
y para el día que al día veinticinco le sigue.
Preocupémonos de los niños del mar, del cielo y de la tierra,
de todos los niños. Aquéllos que en sus ojos están trayendo lágrimas
y no han cortado cebollas como los guisadores.
Y es que vienen pensando en grandes muñecos de cartón,
-militares, sacerdotes, barberos-
ésos que con sus piernas y con sus brazos tomados por resortes,
dan mortales saltos sin merecer ayuda.
Si continúan pensando en lo mismo tenemos que separar mucho dinero.
Y qué hacer si los abuelos están siendo retrasmitidos
como los pájaros en terremoto.
Es mi risa y no es en la visita que Santa Claus nos está haciendo;
alguien que la huele en el voluminoso saco, su acompañante,
la califica como una patarata.
Los muñecos van a iniciar una corta bayuda,
pero continúan en la zona de los rumiantes de celuloide.
Qué tenaz distracción resulta el juego de la gallina ciega
en el efímero roedor y en los soldados de plomo.
Y pensar que en los escaparates
cada muñeco tiene su kangiar de hojalata,
ya es bastante.
Pedro, el Apóstol, envió la circular llave,
pero fue la llave de la ciudad, en sus signos,
la que abrió los candados en todas las puertas.
En esta noche puede ser y puede estar derramada la abundancia
El señorío comienza a separar boletos de palco y de platea
para gustar la cena. En los figones se venden los de gallinero.
Que tal vez estuvo ínvida la mula cuando vio al buey que rumiaba;
que tal vez sí. El júbilo está naciendo revesado.
Muchos temen al apasionado vino y a la ilusa canción
por embaidores.
El decorado queda enteramente a gusto:
es el Pesebre de Judea o es el Nórdico Arbol.
Oportuna visita la del Niño Dios con juguetes del cielo.
En el reparto no tomó en cuenta a todos los que eran;
le habían negado los nombres de nuestros netezuelos
marcados con el primer sacramento,
ese rol que llevan los baptisterios.
Pero lo programado vemos que está realizándose;
estamos en el último mes y en el día veinticuatro.
El campaneo adviene como epílogo, vestido por las nubes.
Jugando con avestruces y cocodrilos, Made in Japan,
alegremente van los niños recobrando zapatos.

Rv. Letras del Ecuador# 44-33 (1949-1953), Quito, Año VIII,


enero-febrero 1953, p. 7.

. ~~~·~····------------------
Eso de tener escondidas algunas monedas,
animó a Zaqueo, el sirviente, a comprar chucherías,
que las dio en custodia a Petra, la negada gobernanta.
No estaba completo el dinero en el portamonedas de la buena señora.
Comprados los diarios aquella mañana,
faltaba cancelar dos planillas al lechero.
La sospecha comenzó con cara de lechuza amorosa.
Se pensó en el niño, al instante;
también en la muchacha que temprano sirvió el desayuno.
Y averiguó en secreto, sin obtener provecho, el señor de la casa;
-los acusados ignoraban que el idioma oficial era el castellano-
sin embargo hubo dos detenciones esa misma tarde.
Todo quedó igual después de liquidado el asunto:
en el portamonedas faltaba la misma cantidad de la búsqueda.
-Hicieron papel de sordomudos dormidos
los policías con uniforme de parada-
y Zaqueo comenzó a andar, en ese mismo momento, apoyado en muletas,
prescripción de la abuela que aceptó de contado.
Petra, la custodio, dedicó a un detective su retrato.
En la calle comentaban, a sovoz, lo ocurrido
como una aventura escrita por Mark Twain.

Rv. Letras del Ecuador # 44-83 (1949-1953), Quito, Año VIII,


enero-febrero 1953, p. 7.

-------------------- --~-
Penetrando al sendero encontraba vestigios,
aquellos que el tiempo conoció por herencia.
Y era de ver cómo, en un charco cercano,
lanzaba piedras un hombre desconocido
como si fuera un niño.
-La primavera intentó regresar donde él,
pero sólo el otoño le estaba visitando--
Hay que creerlo, al comenzar el día -era domingo siete-
había contado más de cien mil cerillas de fósforo,
regalo de un amigo.
El viento lo asustaba cuando sacudía secas hojas,
en vendaval de dibujos para una zapatilla.
Pensaba como tres, pero apenas si era uno.
En inedia, mirando con sus lentes opacos,
medía de continuo las absurdas señales,
y soñaba que había escrito relatos de innúmeros naufragios.
Los viernes solía santiguarse tras un ceibo caído.
Después, en las noches sin luna, Juan Universo,
-así llamaba el hombre desconocido--
licántropo, encendía un farol a colores,
colgante de un vetusto madero como recado en la vía.

Rv. Letras del Ecuador # 44-83 (1949-1953), Quito, Año VIII,


enero-febrero 1953, p. 7.
De Ingeniero Arquitecto siguió un cursillo haciendo de capense.
Cosa rara, desde entonces cambió su manera de trabajo,
que lo comprobó al descabalar los trazos de una ciudadela.
Como nació día trece y en el meridiano,
lo ayudaron por la noche sus mejores amigos.
Un caricaturista le dibujó canceles para villas de cemento.
Y aunque grosero,
la soñera lo ubicaba en la terneza.
Tal vez fue único en su artificio, así opinaron muchos.
En lo básico fue así también.
Nadie lo conoció en el pueblo como Pérez.
Burro lo llamaban porque tuvo como alumno a Nerón,
hija de Julia Agripina, una forastera.
Proyectó, entre otros,
poliédricos rascacielos de cien pisos,
inclinados palacios para cada diez decenas,
pero no tenía cinco años de graduado.
-Indigestados los Pontífices por seguir a Pérez de Ayala-
Bun·o o Pérez, da lo mismo llamarle,
vivió siempre masculino en su porte.
Para los suyos, este Ingeniero Arquitecto, fue todo un primate.
Que lo recuerdan los albañiles
porque nadie supo como él indicar la lechada.

Rv. Letras del Ecuador# 44-83 (1949-1953), Quito, Año VIII, enero-febrero 1953, p. 7.
Cineo, el Labrador
Cineo, el labrador, enluta,
desde la besana con su dulcemele.

Con las trashoras de las lunas,


con el júbilo del pájaro,
con el algibe de los vientos,
Cineo sementa.

Con la defidencia del sereno,


con la quejumbre del henil,
con el secreto de la ufanía,
Cineo sementa.

Con el ostento en el sembradío,


con la luciérnaga de distintivo,
con la caligene en holganza,
Cineo sementa.

Cineo,ellabrador,luce
su honda de cáñamo en la talamera.

Desde la desnudez de la seroja,


desde la venustidad del hortecillo,
desde lo trassoñado de la valla,
Cineo vigila.

Desde la borrasca inopinada,


desde el remusgo que madruga,
desde el sepulcro del escobo,
Cineo vigila.

Desde el temprana! improvisado,


desde elllamazar casi perdido,
desde las bajuras en almácigos,
Cineo vigila.

Cineo, el labrador, comercia,


y esconde en su cuévano primicias.

En la repromisión que da el tempero,


en el devenir de la cosecha,
en la reventazón de las espigas,
Cineo recolecta.

En la hora de la uvada,
en el privado de la siega,
en el zarandeo de semillas,
Cineo recolecta.
En el frutar de los arbustos,
en la florescencia de plantajes,
en el madurero que promete,
Cineo recolecta.

Cineo, el labrador, enluta,


desde el calabobos con su dulcemele.

Rv. Ateneo Ecuatoriano, Epoca 111, # 1, Quito, Octubre 29 1953,


p. 193.
TODOS LOS ELEFANTES
Observaron los muchachos la llegada de grandes cajones de
juguetes.
Uno de ellos pidió a su padre que le comprara todos los elefantes,
sin pensar que dentro de los blancos colmillos de los mismos,
podían haber muchos camelos.
Los quioscos, apenas eran nueve,
amanecieron con vidrios de distintos colores,
y con pintojos gorriones de palo de balsa.
Todo el que llegaba del pueblo inmediato,
tenía fe ciega en la atisbadora ganzúa;
es que estaban latentes los juguetes repintados.
Porrada de los transeuntes para detenerse
a mirar los flamantes marbetes que traían los cajones.
Entre ellos no había pintores, pero sí
pintamonas de letreros.
Desde la esquina izquierda, un hosco muchacho pregonaba:
estrellas de chocolate y mariposas de azúcar,
nuevo invento en juguetes.
Esto iba resultando un caloteo para los niños ciegos.
Sin embargo, lo maravilloso no consistía en eso, sino en algo
mejor:
se exponían amalteas de goma y planetícolas en negro cartón,
que los muchos camellos no sabían nombrar.
Al zíngaro que hacía comercio con ellos,
lo citaron repetidas veces a la comisaría,
y le impusieron pena pecuniaria.
Es que se obstinaba en no dar los propios nombres a los juguetes.
No los llamó como debía llamarlos:
cabras y muñecos.
En batifondo seguían los muchachos en media juguetería,
sin desamparar a los juguetes.
No faltó un chispo que preguntó por mocasines
de piel de pantera para un gigante camarada,
juguete hecho en la U.R.S.S., que habían regalado
a uno de sus hijos.
Antes había preguntado lo mismo en una panadería.
Los vendedores lo tomaron por un pobre demente.
Había algo de verdad.
Ese vinolento extraviaba su razón por momentos.
Le impresionaron demasiado los relatos escritos por Belkin.
Rv. Letras del Ecuador,# 90·92, Año IX, Quito, enero-marzo 1954, p. 8.
AMOROSA PALOMERA

No hubo necesidad de un oftalmólogo.


Catarata es el agua que se lanza desde un precipicio,
dicen todos los textos de geografía,
por eso los familiares prefirieron llamar a un geógrafo des-
tacado,
para atender a la pacienta.
La señora, en verdad, era corta de vista,
pero divisaba, cuando quería, hasta la misma panacea.
Como llegó a ser amorosa palomera, nadie como ella
para observar el vuelo de las aves con su izquierdo monóculo.
Usaba el telescopio para la telepatía;
y en el teleobjetivo ponía siempre toda su rigidez.
Por herencia obtuvo los quevedos de su abuelo;
sin embargo, no los usó en sus fantasiosos viajes
que realizaba, de continuo, a París.
Ella había sentido intensa morriña al imprimir la Torre Eiffel.
como su gozo era ver los rayos verticales
que proyectaba el tragaluz de su alcoba,
hizo del tranquil su única tramontana.
Esto fue causa inmediata para que su unigénito
estudiara arquitectura en Italia.
A veces le hacían gracia los orzuelos que portaba,
pero los boticarios la regalaban con modernos colirios.
Una mañana, con catalejos de lunetas ahumadas,
vió pasar el diminuto sepelio de su amigo: el señor de la Ráfaga.
Comprendió que su mal había llegado a una tonelada
de indisposiciones, y resolvió curarse de manera definitiva.
Llamó a un matarife para que diera de puñaladas a cada niña
de sus ojos.

Rv. Letras del Ecuador,# 90-92, Año IX, Quito, enero-marzo 1954, p. 8.
VENDEDOR DE NARANJAS

Avisaba: Cuatro naranjas un sucre.


Y en su angurria,
él mismo hacía de motor para su carretilla.
Si entrecortaba un niño como comprador,
sentía, Teodosio, el regreso de su eterna manía:
vender frutas verdes a porrillo.
Siempre era alerto a no recibir moneda fraudulenta.
-Indicaba así la capacidad de su intelecto-
También ponía empeño en hacer alto
cuando llegaba a cada esquina.
Es que no podía entender las señales del semáforo;
tampoco la marca, para distinguir, del vigilante de tránsito.
Y sentía que la vía lo azoraba, destiento
que lo obligó a tomar parte de verdadero hombre sentado.
Nada pudo envidiar a los alumnos de un Jardín de Infantes.
Al sumar lo hacía de la misma manera que aquéllos:
una naranja más una naranja, igual dos naranjas;
dos naranjas más una naranja, igual tres naranjas;
tres naranjas más una naranja, igual cuatro naranjas.
Este sistema contable lo aprendió de su hermano Bonifacio,
graduado en el mismo Normal de Uyumbicho.
Por malquerencia, sus amigos le decían:
la naranja es fruta malsana y van a comisada;
pero él sabía comprender y nadie le hizo tragar esa píldora.
Y seguía. Seguía incansable en su aviso:
Cuatro naranjas un sucre.
Muchos le vieron comeciando, resignado, durante las mañanas.
En las tardes asimismo, resignado, comerciaba;
pero en las noches era mágico en la sisa.
Jamás se le vió vendedor en los días de fiesta;
por eso su, aviso nunca fue feriado.
Y, aunque parezca inexplicable,
resultó aferrado deportista los domingos.
Al estadio hacía su entrada almidonado,
y lo circuían, enseguida, los amigos.
Era el más tenaz de los hinchas.
Nadie como él para hacer el encomio de su equipo.

Rv. Letras del Ecuador, # 90·92, Año IX, Quito, enero-marzo 1954, p. 8.
TIGEL/NO

Conoció Juan al perro un 14 de septiembre.


Hace 14 años.
Nadia le daba el biberón.
Nadia era la sirvienta que no conoció a su madre.
Juan era un señorito de cantinas.
Hubo un tiempo largo en que el perro no volvió a ver a Juan.
Juan tuvo que cambiar de ciudadano a pueblero.
Le habían nombrado Teniente Político en Las Ramas.
Cuando regresó, después de tres y medio meses,
trajo para el perro, de regalo, rosquetes de yema.
Tigelino -ese era el nombre del animal-
lamió, agradecido, la mano derecha de su amo.
En el pueblo también lamían las manos
de Juan, los cuatreros.
Fue el comienzo para que no pudiera firmar ciertas sentencias.
Daban por verdad que sufría de acinesia en sus extremidades.
Nadia y Tigelino habían hermanado.
Con Nadia cuiaban la casa en la ciudad.
Con Nadia iba siempre a los mercados.
Hasta aseguraron los vecinos que con Nadia dormía.
Pero nunca quiso ir al pueblo, donde Juan.
Tigelino recordaba su descendencia.
Era legítimo Cooker Spaniel.

Rv. Letras del Ecuador,# 90-92, Año IX, Quito, enero-marzo 1954, p. 8.
El Remiso

Por ley era un remiso.


Ese carniseco no había cumplido con la conscripción,
que debió hacerla en el año 1.947.
Por lo mismo, esquivaba andar por las calles centrales,
temeroso de que lo acuartelaran.
Sufría de un revuelo interminable.
Así, no durmió siete noches seguidas.
No comió durante un septenario.
Estuvo convulso siete veces.
Por ley era un remiso y debía acuartelarse;
pero mostraba obstinación para hacerlo.
Se había afincado a la vida como un holgazán,
y portaba una enorme cobardía.
Cuando los aviones cruzaban el espacio,
no se atrevía a verlos desde la calle;
siempre lo hacía tras la ventana de su casa.
Su madre, una provecta lavandera,
buscaba, en vano, la manera de salvarlo.
Pensó, primero, inscribirlo en la matrícula de un colegio;
así haría sólo un cuatrimestre de servicio.
Le fracasó el intento. Su hijo
apenas había ganado el segundo grado de primaria.
Ofreció, luego, sus servicios al Jefe de la Zona Militar.
pensó que así podía hacerlo su valedor
y plantearle la salvedad para su hijo.
Hasta le lavó al arrogante Comandante siete camisas.
Sin embargo, continuaba la orden de acuartelar a los remisos.
Descorazonada, optó por iniciar
encendidos amoríos con un joven Sargento
-sabía bien que había intercadencia en las edades-
El Sargento le aconsejó presentar una solicitud de exención.
-Abundio sufría de ataques y era cambado-
Y Abundio consiguió de inmediato,
que su solicitud fuera admitida y que también fuera recomendada.
El Comando dispuso la calificación del solicitador
para después de siete días.
Parece que el examen fué hecho a conciencia por los médicos.
Presto, recayó en la solicitud el siguiente decreto:
"Declárase a Abundio Cunalata: Quito".
Hubo una exultación entre sus compañeros
al conocer el resultado.
Ninguno se hizo esperar. Todos lo felicitaron por el triunfo.
Hasta exclamaron: "¡Qué pichincha la de nuestro compañero!"
En cambio, Abundio, su madre y el Sargento,
estaban, en demasía, afligidos.
Entendieron que ordenaban al eterno remiso
hacer la conscripción en nuestra helada Capital.
Por la noche, Abundio tuvo sueños enardecidos.
Se vió vistiendo uniforme militar
como otrora uno de sus tataradeudos.
Y en demasía seguían afligidos.
Hasta se oyó de ellos una prolongada llantería.
Merecido destino la de aquel terceto de borricos.
Aunque tarde, llegó a comprobarse
que ignoraban la existencia de isónimas palabras.
Después de pocos días estuvimos aplaudiendo
al filántropo y mecenas Juan Francisco.
Les había ofrecido tres becas en una escuela de recinto.

Rv. cuaderno del Guayas,# 9, Guayaquil, noviembre 1954, p. 6.


Con Pasaporte Diplomático
A Enrique Gil Gilbert

Pensó en su gato porque no le dejó un sólo ratón en la casa.


Después no quiso pensar más en el gato.
Tenía una cavernosa tos que lo endemoniaba,
pero hizo uso de una sarta de limones en el cuello
y no volvió a toser.
En su esferográfica había olvidado el repuesto de la tinta.
Tarde se acordó del olvido;
y anunció que no necesitaba del repuesto.
Era católico, era apostólico y era romano.
Oía misa todos los domingos. También en las fiestas de guardar.
Fiel a ese antecedente, no dejó de oír la santa misa
durante el tiempo que estuvo encerrado en la penitenciaría.
Y seguía su vieja costumbre:
aquella de mirar la luna en su cuarto menguante.
Receloso, no quiso mirar más a la luna;
había recordado algo de su.:, antiguas enamoradas.
Pensó jugarse la vida montado en una bicicleta.
Tal vez, por lo mismo, nunca premeditó al subirse a los aviones.
Lo hacía, indiferente, a la hora que cantaban los gallos.
Prefirió un asno para viajar a Corea del Sur.
Iba a charlar de urgencia
con el paquidermo Syngman Rhee.
Su resolución fué única:
echarse el jumento sobre sus espaldas,
y atravesar las aguas a nado.
Quedaron esperándolo, el gato, la tos, la esferográfica,
la misa, la luna y los aviones.
Rhee, al darle la bienvenida,
le ofreció la Jefatura del Servicio de Inteligencia.
Rhee, después, rió como buen payaso.
El ahuecado candidato
solicitó un junto, de los agregados a la séptima flota norteamericana,
para visitar al taimado Chiang-Kai-Shek.
Debía entregarle un mensaje del Kuo-Min-Tang en América.
Estuvieron por conocer
la trayectoria secreta del viajero, algunas naciones.
Lo que venía anunciándose resultaba paparruchas.
Por la noche, un portavoz de la Radio Oficial de Peiping, decía:
"No hay que impacientarse. Esperemos los cables
de la United Press,
para saber si en la ruta seguida por Caín estuvo Ginebra".

Rv. Cuaderno del Guayas,# 9, Guayaquil noviembre 1954, p. 6.


Partida de Defunción

Almorzó opíparamente.
Comió a la decimanovena hora.
Lo hizo como si hubiera salido de una huelga de hambre,
durante dos semanas.
En el momento de la cena era cadáver.
Estuvieron acompañándolo
sus dolidos parientes en el desayuno.
Minutos desesperados los que vivieron,
al ver que el muerto no podía servirse café con tostadas.
Se apresuraron, la mamá y sus hermanos,
para mandar a ennegrecer los vestidos.
Acordaron llevar trajes de color más obscuro
durante ciento ochenta dfas.
Sólo el padre, con ahogo,
vistió de luto al instante.
-guardaba el traje de sus primeras nupcias.
40 años que desafió a la polilla la naptalina-
Y mandó, luego, a dar bola al calzado.
Este óbito trajo redonda ganancia a nuestros rotativos.
Cada diario cobró cincuenta sucres
para avisar el finamiento de Alejandro.
Se indicó que el féretro
debía entrar por la puerta ~ 6 de la necrópolis,
y que no le enviaran ofrendas florales.
Aunque se tuvo duda, el duelo resultó muy numeroso.
Como término, encerraron a Alejandro en su nueva habitación,
y le taparon la puerta.
Usaron, para dicha finalidad,
harto ladrillo y doble capa de cemento.
Querían, así, los familiares,
evitar que el tahur reiniciara su vida disoluta.

Rv. Cuaderno del Guayas,# 9, Guayaquil, noVIembre 1954, p. 6.


Poema áe{Ftomóre en e{ aws
PRELUDIO
Embriagados de sol,
romped vuestras copas en lo inesperado de la
tentación.
Es el desenfreno de los luceros en sus avneturas.
Es el compromiso de la música en su altisonan-
cia.
El corazón se insinúa, pleno de horizonte, en sim-
bólico antojo;
y el relámpago golpea su imagen.
Van las hélices rompiendo ventarrones...
Cae, desde la roca, el agua arrebatada, como au-
xilio.
Golpea el sacrilegio en los campanarios del albor
Sólo el rubí palpita. La tierra rueda ardiendo ...
Las llamas se endomonian.
El deseo de la sangre robando longitudes;
su regreso es de orquídeas rubescentes.
De atrás viene el grito de los siglos.
Una sola es la respuesta de los hombres.
Embriagados de sol,
romped vuestras copas en los minutos del origen.
Todo maleficio ahoga la licencia del amor.
Cada intento tiene su fisonomía en el barullo.
Cada colorido en el conato.
Estamos en el comienzo de un determinativo corolario.
Estamos en el único regreso de la circunnavegación.
Se entrega el salvaje árbol agitando su gemido.
Aumentan los afanes de la luz, midiendo las ti-
nieblas.
Cómo insiste la oleada con su hechicería.
Cómo señala derroteros la desnuda cólera del
viento.
Va la lluvia descansando en la ardida sementera.
Va el espacio ilimitado pintándose de pájaros.
Embriagados de sol,
romped vuestras copas en las arterias de la música.
Está en el concepto de la espiga el canto de la
siembra.
Inquieta ese castrar de nubes a destiempo.
Pensar que vamos dilatándonos.
Pensad que estamos palpitantes como enorme dia-
pasón.
Sólo la hembra, desde el rapto, se crece en el or-
gullo.
Es el instante de la estrella que amenaza con la
orgía de su luz.
Es la huracanada fecundando su estatura.
Saltad sobre los alaridos de la ilusión, músculos
de fuego.
Saltad, que voy adelantándome en el galope de
la brisa.
Mirad al sol cómo tuesta la rabia de los hombres.
Mirad cómo traen un caótico odio las espadas de
milenios.
Embriagados de sol,
romped vuestras copas en la bienandanza de la
tierra.
Sutiles alientos,
islas de los timbales afiebrados,
profundidad de fuego,
salid a la creación de los mágicos conceptos.
Una certeza puede ser el licor para el efugio.
El elipsoide tiene las figuras vehementes de lo
repentino,
y las proyecta sobre la irrumpida geometría del
deseo.
Estamos siguiendo las granizadas del mundo, en
desprendimientos.
Estamos como los cavadores junto a las catástro-
fes.
En la noche, la sombra de la búsqueda enluta los
faroles.
Embriagados de sol,
romped nuestras copas en lo mirífico de la au-
rora.
Trepida en sádico delirio la danza de los vientos.
Como un volcamiento de la epilepsia;
como un vuelo opulento del génesis,
me obstino en los minutos de la creación.
Nuestra marcha comienza en la memoria de los
abismos;
esta vez en la premura de la ceniza.
Dejadme rezagado en la ansiedad desconocida.
Dejadme. Ya el séptimo día patrulla su esperanza.
Por fin el firmamento.
Por fin el bramido en su fatiga.
Por fin mi soberbia dibujándose ...
Hay la tregua de la angustia en su desahogo de
silencio.
Hay la exacta crueldad en la encontrada agua-
marina.
Nos escucha el agua desde su tragedia.
Nos escucha la arcangélica verdad desde su orgía.
Está llegando el lampo, inesperado, en las epifa-
nías de la luz.
Así, gentílica, nació la parábola en los panoramas.
Así me incedio desde mi paracaídas.

Embriagados de sol,
romped vuestras copas en la fugaz esperanza.
Podad el árbol clófilo, hoy y mañana.
Atad la locura en su cadencia, hoy y mañana.
Lleva, apenas, leve culpa en los sagrados copones,
el alcohol.
Precisa la trasnochada oruga su demente desvarío.
Precisa cataratas de sangre el crepúsculo, en su
propio funeral.
Estalla la pregunta inoportuna.
Nos sorprende la inmensa sed.
Fogosos estallan los fantasmas tras la luz.
Olvidad los palpitantes mitos, imagen del hombre,
dimensión del hombre, esencia misma del hombre
Va sonámbula la brújula en su dolor de nortes.
Va prematuro el destino en su futura raíz.
Está el tremedal en sus rehilos.
Tal vez en la hurtada manzana los deseados colores.
Nos especifica una voz en el retomo de la muerte.
Nos especifica la hincha en su golondro.
Sólo el mar continúa con su carcelero castigo.
Marcharnos insolentes, desde el insaboro grito,
como el nardo alentador en los líricos venenos.
Ya vigilan arqueros del espacio sobre pétalos de
albor.
Embriagados de sol,
romped vuestras copas en el beso de la luz.
Pensad en el tropel de los astros salidos de la
andana.
En el anulaje están los primeros barcos de la eter-
nidad.
Ahora soy el creador del Verbo,
y espero degollar el tiempo para su divina desnu-
dez.
Ya tiene el espacio esplendor en su nueva abun-
dancia.
Ya se oye la azotina del viento.
Sólo el contorno de la idea subsiste.
Un desequilibrio será la tradición del mundo,
mañana.
Un desequilibrio vuestra meta, taladores de oceá-
nos.
Está el lírico fuego en el desborde de sus des va-
ríos.
Consigamos la insania en el interlunio;
y detengámonos como el inconsulto fragmento
ante el peligro.
Extravía una quintaesencia de ósculos en la gu-
sanera del arn or.
Embriagados de sol,
romped vuestras copas en los mánnoles que glo-
rifican.
El amargor tañe su cítara de espera en los ama-
neceres.
Alguien, desde el virazón, recoge la inmensa pri-
mavera del mar.
Alguien señaló la desconocida ruta desde un co-
lumbrete.
Afuera, tienta el regreso famélico de los viejos
aromas.
Ya la carrera del cervato, en su escape, me im-
pulsa.
Si, me impulsa al fascinante sacrificio.
Todavía no sabemos dónde la flor hace su pausa,
ni dónde la lluvia espera el año nuevo.
Oh, madurez de la espuma.
Oh, culpa de la serpiente ávida.
Aquí, los cálices de todos los desmayos.
Ya la muerte de sudarios en las estelares men-
tiras.
Ya la piedra de esperanzas en los anillos delia-
mento.
Es única la hora esperando la traducción de la
vida.
Es sexual la dádiva del fruto permanente.
Procrea la emersión de la ternura en su verte-
dero.
Y oigo la voz que viene incontestable en la blas-
femia.

Embiragados de sol,
romped vuestras copas en el donativo del amor.
El límite se ubica irresistible en la nueva verdad.
Se han libertado "las aguas hurtadas que son dul-
ces".
Desde las caracolas escucho al mar en su falencia.
Esta vez, el turbión humedece los racimos del
ímpetu.
Está el viento en su zumo.
Está la espiga llegando a promediar.
Está el volcanismo en su proloquio.
Fuera de nosotros los licores vehementes.
Fuera de nosotros las ejecutivas alas.
Buscad, dislocadas mujeres de la orgía,
los pecadores bombones de Satán, en su nueva
confitera.
Desfilan, obstinados, los noctámbulos genitores
del feto.
Desfilan con rabia, bebiendo el vino tinto que
donó el Paraíso.
Embriagados de sol,
romped vuestras copas en la alquitara enloque-
cida.
Todavía los dados en sus incontinentes ases.
Todavía la primera piedra y la última negándonos
la sombra.
Todavía el arco-iris en su fiebre de colores.
Se diluye el mágico rocío del ángelus en su t:rans-
parencia.
Se queman las luciérnagas en los hemistiquios.
Inoportuno el obligado vuelo de las golondrinas.

Embriagados de sol,
tallad vuestras copas en los dólmenes vivientes.
Ha llegado incontenible trioekpua de fantásticos
meteoros.
El peligro de la bestia impenitente, ocultando sus
pupilas.
Se recortan los deseos en almendros arrancados.
Va la entrega de los pájaros al adámico manzano.
Nos aterra la presencia insolentada de las nubes
pecadoras.
Los talones del espacio en sus órbitas de afanes.
Hay abismos que se cierran devorando a los pi-
cachos.
Hay suicidas que hacen señas a la muerte, con
semáforos.
En perfidia la resiembra de los astros.
Yo pregunto, en este instante, por el hombre y la
serpiente.
La respuesta es un renuncio de los dioses.
Pero, oídme: ya la tierra está desnuda en sus es-
combros!

Rv. Letras del Ecuador, # 100, Año X, Quito, noviembre-diciembre 1954, p. 24.
l Hierbabuena para el Chacarero
1 a MIGUEL ANGEL LEON.

Oh! sordo retomo en que me acato,


hierbabuena para el chacarero.
Que apenas caminando al son caído,
y con afán que me abro y exagero,
hierbabuena para el chacarero.
A veces pronto y siempre estoy contigo,
hierbabuena para el chacarero.
A hurtadillas la esperanza cuando osaba,
y llena de una gracia igual al gallo,
hierbabuena para el chacarero.
Ese fmal de siembra y clara pena,
hierbabuena para el chacarero.
Que oculta en esenciales ayes propios,
tanto dolor huyendo y tan tardío,
hierbabuena para el chacarero.
Después desde tu ombligo y en sandalias,
hierbabuena para el chacarero.
El sembrador responde extravagante
con mosqueada ira y cerradas piernas,
hierbabuena para el chacarero.
Y, así, continental, los pájaros en círculo,
hierbabuena para el chacarero.
Entonces reanudo mis pisadas y columbro;
y, alguien que silba espeso, ya amputaba,
hierbabuena para el chacarero.
Dona un recorrido de cortadas ramas,
hierbabuena para el chacarero.
A quedarse sin párpados, sin canas, reidera,
tu osamenta de aroma, en usanza,
hierbabuena para el chacarero.
Pensar en infusiones y en vestir ya de verde,
hierbabuena para el chacarero.
La duda de un gusano en su tamaño,
y ese insistir de mi olfato que reclama,
hierbabuena para el chacarero.
Cómo quedarse más de un algo sin enredos,
hierbabuena para el chacarero.
Hasta encenderte en guarismos de deseo,
los hombres del aldeorrio, en desayuno,
hierbauena para el chacarero.

Rv. Cuaderno del Guayas,# 10. Guayaquil, abril 1955, p. 3.


l 1
1

1 t]Jefinitivamente.

Definitivamente con mi huéspeda la araña y recogido.


Sólo lago tenas para mi faldero, extremo,
definitivamente.

Definitivamente en mi rio me atisban las lagartas.


Mis bilis en plena contrarréplica,
definitivamente.

Definitivamente por lieles paralelos mi camino.


Pronto encontré una curva aposta,
definitivamente.

Definitivamente voy circulando en forma de una S.


Tal vez una carniza para hambreados canes,
definitivamente.

Definitivamente, adelantado, robándome unas níspolas.


He desosado frutas un día 7,
definitivamente.

Defmitivamente llamando presuroso a mis deudores.


Un vencimiento desde dimensiones,
definitivamente.

Definitivamente, requemado, salado y en vinagre.


Después como mosca en los manteles,
definitivamente.

Definitivamente un reavalúo para mis harapos.


En finados creciéndome el cabello,
defmitivamente.

Definitivamente, obstinado, lavando mis ideas.


Bajo mis pies, las aguas,
defmitivamente.

Definitivamente en el café, fumando.


A las doce buscando el cementerio,
defmiti vamente.

Definitivamente mi puesto lo reservo en antepalco.


Por roja palabrota en los infiernos,
definitivamente.

Definitivamente disfrazo con palotes mi esqueleto.


A enmagrecerme voy y quiero,
defmitivamente.
Definitivamente escarbo en lo profundo mis raíces.
Descalzo en mi jaula de poemas,
definitivamente.

Definitivamente en seudónimo hablándole a los cuervos.


Desde sílabos, mis raciones efectivo la antevíspera,
definitivamente.

Defmitivamente atándome con hipos a la espera.


Desnudo cenando en los portales,
definitivamente.

Defmitivarnente al horizonte dándome completo.


Me doy al pan de los dolores,
definitivamente.

Definitivamente durmiendo solitario boca arriba.


Los golfos hurtando mis colillas.
defmitivamente.

Definitivamente me hieren persistentes las espinas.


Lambrijo a la hora del fallecimiento,
definitivamente.

Definitivamente un cirujano. Sus gafas buscando las zapatas.


Un caso de consulta en ambulancia,
defmitivamente.

Defmitivarnente treinta puntos tornaron en mi abdomen.


Pero compré la vida -era en cuaresma- un sábado,
definitivamente.

1.930

Rv. Cuaderno del Guayas,# 12, Guayaquil, septiembre 1955, p. 20.


Párroco a Pie

Es Juan; antaño un mocetón ingenuo y derretido,


ahorra persistiendo en obscuras historias de la mística.

Pronto encontró al viejo guardián de los difuntos,


vistiendo con los técnicos encajes evidentes.

Cuando lo vió estaba infecto en su sotana;


alrededor gusanos huídos de sus llagas.

Aprendió vanamente la duplicidad de persignarse;


y, si los pies le iban opustos, decía un padrenuestro.

Cada vez que llegaba de vuelta, lascivo y sin medida,


mostraba su escarlata nariz y unas nueve mentiras.

Después brindando copas. Cuando empezaba a orar, temprano,


aparatoso cubría un prohibido volumen de novela.

Andar en los setenta y siete o en los ochenta,


como quien peina en la noche a sus intrínsecos.

Y desde ya o desde antes, el bonísimo cura en agachada;


y ni siquiera, ni en los jamases, sus zapatos negreados.

Que se buscaba -apañuscando su rosario- rabicorto y bigardo,


con la sartén mendiga para freír las preces.

Rv-. Cuaderno del Guayas, # 14, Guayaquil, diciembre 1956, p. 12.


l

Un Día, Atrás

¡Ah, sí, ahora ni siquiera mi adiós como un elixir!


Esta raíz nupcial en mis deseos;
este viento de sal desde mi enojo.
Probablemente espero.

Y todavía la ausencia con su lila torcedura en las tinieblas;


y su vacío dolor morando adentro.

De tres maneras cuando el destino en la edad enflecha.


De tres maneras y un perdido anhelo, acaso.

Si mi propio decir concibe casi loco,


oh, estruendo solo y definitiva aventura para el drama.

Pienso entrar en mis canales y salir después como excelente,


aunque me embista la hondura, cavilando.

Para qué equivocarte apacible pavesa, tan temprano,


y abolirte monocorde en el relámpago!

Que estoy en el eterno día y palpo mi acogida;


y un silencio va, o tal vez enferma en mis palabras.

¡Ah, sí, probablemente espero!

Rv. Cuaderno del Guayas,# 14, Guayaquil, diciembre 1956, p. 12.


Oreo
para Nicol Fasejo

Todo lava,
grisea corriente de agua.

Todo conspira,
obscuros puñales de la ira.

Todo hechiza,
hoyo de la serpiente movediza.

Todo descolora,
ciega nube llovedora.

Todo madruga,
inoportuna presencia de la oruga.

Rv. Cuaderno del Guayas,# 14, Guayaquil, diciembre 1956, p. 12.


"1
1
1
1

Poema en Tres Planos

Cuando todavía mi obstinada lesión continuaba para el prójimo.


Cuando nuestro interrogante, en su extravío, cazaba al paso.
Cuando la novia, desde donde no debía, pecaba de veras.
Cuando los pájaros, en negras manchas, buscaban operar.
Cuando sólo el tácito hombre preparaba los cadáveres.
Cuando el destino quiso ser apenas un quebrado deseo,
logré comprender. Y es que el mismo dolor
nacía en los siete olvidados instrumentos del anhelo.
Pero, ¿con qué voz acápite a tus puertas, madre?
¿Con qué puñado de luciérnagas en atisbo, insistiendo?

Tal vez un compromiso del monacillo en su reciente afasia.


Tal vez la raicilla de mi sangre en la sagrada palabra.
Tal vez el grito reencarnado esperando la violenta blasfemia.
Tal vez la escaramuza del albañil en su torpeza de altares.
Tal vez los cuantitativos domingos dentro las vacaciones de la eucaristía.
Tal vez lo metafísico de nuestra oració ingresando en la academia.
Tal vez todo eso me hizo amar hondamente, porque
a Jesús los moscardones le seguían velando desde antaño.
Pero, ¿con qué lanzada en el costado ayudándole a morir?
¿Con qué ósculo, de espalda en la faz, para su lasitud?

A esa hora, detrás y en asecho, el puñal cubriéndose de odio.


A esa hora el enojado caballo tratando de cocear.
A esa hora el astuto carnicero portando la quijada del lobo.
A esa hora el can tratando de morder su propia rabadilla.
A esa hora la palabra malévola concitando a los hombres.
A esa hora ya todos habíamos renegado, porque
el monje no podía definir bajo su propia axila, como ayer.
Pero ¿con qué alcarrazas para saciar la intensa sed, siquiera?
¿Con qué ocultas llaves para lograr abrir sus propias vértebras?

Rv. Cuaderno del Guayas,# 14, Guayaquil, diciembre 1956, p. 12.


l ¡¡

Susutto y Son de un Niño

Un niño que se entrega en alhucema.


Desnudo en su perlil y en su camisa.
Un niño.
El bienvenido que regala risas. El bienvenido.
El de bañada transparencia rosa,
que una esperanza mar pintan sus ojos.
Ya se queda extasiado con la brisa,
y hay intentos de amor en sus miradas.
Acaso de la vida nada sabe.
Su llanto primerizo fue en el alba.
Busca un incierto espacio que navega. Lo busca.
Todo su nacarino cuerpo en movedura.
Para vestir su corazón, la primavera.
Para bañar su piel, una alborada.
Miradlo! que está dunniendo en orto.
Un lucero que quema petulancias!
Un niño que lo escoltan sus juguetes.
Mojado a medianoche, entre gemidos.
Un niño.
Pronto su procesión nocturna con arcángeles.
Sus blancos pies en ritmo con su risa.
Se regala y regala monerlas. Se regala
porque posa en amor la golondrina!
Ataviado, enciende su pasión en vuelos.
Hay un diente que asoma amanecido.
Lo toco y apenas es un pétalo. Lo toco.
Ya lo confunde un solo beso solitario.
Ya lo confunde un solo beso.
Es mimoso que entraña sus voluntos.
Un ostento sus labios sonrosados.
Un niño que lo limpian sus aceites.
Donnido boca abajo, en escarpines.
Un niño.
Tiene gemidos de metal limado. Tiene gemidos.
Sus cabellos sin fecha, bate el viento.
Lleva rizos caídos en dorado.
Cuando se baña en sol, el oro quema.
En blanco puro lo envuelven sus pañales.
Se da como la luz para la piedra obscura.
Agrupa sus propios sueños azulados.
Tal vez sus inquietudes las parcela.
Que su dolor lo mitiga con su llanto.
Alguien lo va mimando entre sus senos. Alguien.
Raptarlo quieren, muy quedo, las estrellas!
,
l
1
Un niño que se corta en la esperanza.
Embriagado de leche, en biberones.
Un niño.

El bienquerido que se da en exceso. El bienquerido.


El que aún no atina a confitar la vida.
Trae rubíes que enciende en sus mejillas.
Sus zafiros de gracia, en demasía.
Tienta las alas de su propio anhelo. Tienta.
Es albura de carne en plenitudes!
Pronto la sal cernida entre sus labios.
De pronto, un nombre viene: Paulo Amado.
Algo dice. Lo dice entrecortado,
con frescor de su canto que madruga.
Se desperaza si lo besa el viento. Se despereza.
Está en su brizo de oro, resalado!

Un niño que se entrega en alhucema.


Desnudo en su perfil y en su camisa.
Un niño.

Rv. Cuaderno del Guayas,# 17, Guayaquil, sepflembre 1958, p. 12.


l 1

í
1
CABALLO EN DESNUDO

Se viene el caballo!
Y a galope ha entrado de lleno en la pampa.
En la pampa.
Se marcha el caballo!
Y a galope pasó desafiante la raya.
La raya.
Se aleja el caballo!
Y a galope, resuelto, se mete en el viento.
En el viento.
El caballo en su galucha!
Y el caballo.
Qué caballo!
Que por inagotables pajonales pasa agitado.
Agitado pasa.
Que por empolvados derroteros pasa agitado.
Agitado pasa.
Que por inertes lavajos pasa agitado.
Agitado pasa.
El caballo pasa chúcaro!
Y el caballo.
Mi caballo!
Terrible el caballo a la estrella mira.
La mira el caballo.
Terrible el caballo al pájaro acosa.
Lo acosa el caballo.
Terrible el caballo al trueno, porfía.
Lo porfía el caballo.
El caballo en petulancia!
Y el caballo.
Qué caballo!
Cómo se enjoya con tanta presencia desmedida!
Y relinchando ...
Cómo se enjoya cuando torvo abandona la ca-
(balleriza!
1
Y relinchando ...

Cómo se enjoya con tanta arrogancia en su


(descuello!
Y relinchando.

El caballo desparado!

Y el caballo.
Qué caballo.

Ya el caballo pasa invicto y en sus nervios.


El caballo, sacudido.

Ya el caballo pasa invicto y en su aliento.


El caballo, respirando.

Ya el caballo pasa invicto y en sus cascos


El caballo, indomado.

El caballo dio su arranque!

Y el caballo.
Qué caballo!

Mientras salta el caballo regalando su alegría.


Cómo alegra!.

Mientras salta, el caballo huracanado en su porfía.


Cómo arrecia!

Mientras salta, el caballo libertado de los muros


Cómo arranca!

El caballo salva abismos!

Y el caballo.
Qué caballo!

Cómo trota y nos sitúa ante la muerte!


Ante la muerte.

Cómo trota y nos lleva en su estampido!


En su estampido.

Cómo trota y nos abandona al enneciarse!


Al enneciarse.

El caballo va en trotada!

Y el caballo.
Qué caballo!.
l
1 De pronto en sus sienes le rondan las mariposas.
Y a entrepaso, a entrepaso.
De pronto en sus crines le golpea la primera luz.
Y a entrepaso, a entrepaso.
De pronto en su cola le besuca el oreo
Y a entrepaso, a entrepaso.
El caballo crea un ritmo!
Y el caballo.
Qué caballo!
Se dispara incontenible cuando agita su locura
El caballo rompe cinchas!
Se dispara incontenible cuando escarba entre
(riscos
El caballo muerde vientos!
Se dispara incontenible cuando pasa los vacíos
El caballo va borrado!
El caballo en su locura!
Y el caballo.
Qué caballo!
Arre! Es el alba que ha fijado su figura
El caballo pasa un susto!
Arre! Es el meridiano que ha fijado su figura.
El caballo está en dibujo!
Arre! Es el crepúsculo que ha fijado su figura.
El caballo viste sombras!
El caballo ve su estampa!
Y el caballo.
Qué caballo!
Va avispado y en carrera hacia ignotos horizontes.
El caballo entre horizontes.
Va avispado y en carrera, llamativo con sus bríos
El caballo va brioso.
Va avispado y en carrera, resistiéndose a la brida
El caballo ve ronzales.
El caballo vive su ímpetu!
l '

Y el caballo.
Qué caballo!
Cómo pasa desmedido de su límite!
Es que pasa.
Cómo bate su atropello ante la meta!
Es que bate.
Cómo olvida, ya reñido, a su palafrenero!
Es que olvida.
El caballo corcoveando!
Y el caballo.
Qué caballo!
Ya comienza a impacientarse demostrando su
(lujuria.
El caballo en el pecado.
Ya consigue sus deseos en el heno que remuerde.
El caballo en la esperanza.
Ya sacude polvaredas en huidas necesarias.
El caballo en amoríos.
El caballo traza rutas!
Y el caballo.
Qué caballo!
Que se pinta de colores madrugados que lo
(escoltan
El caballo con su pinta.
Que se viste de rocíos nocturnales que lo escoltan.
El caballo va rociado.
Que se baña placentero en sus ríos que lo escoltan
El caballo va mojado.
El caballo platanero!
Y el caballo.
Qué caballo!
Va furente en la llanada y desbocado.
En la llanada va el caballo.
Va furente en lontananza y desbocado .
En lontananza va el caballo.
l
Va furente en el yermo y desbocado
En el yermo va el caballo.
El caballo se dispara!
Y el caballo
Qué caballo!
Que pienso verlo pasar sobre sus alas.
Que viene en vuelo!
Que pienso verlo correr sin sus arreos.
Que pasa en cuero!
Que pienso verlo en celo por la hembra.
Que trae su yegua!
El caballo va movido!
Y el caballo
Qué caballo!
Va trayendo encabritado un violento frenesí para
(su vida
Va trayendo.
Va cuidando a la yegua con marcada petulancia.
Va cuidando.
Va llegando impacientado en su búsqueda de
(pienso
Va llegando.
El caballo llega íngrimo!
Y el caballo.
Qué caballo!
Ata, que por andar azaroso en sus huídas puede
(morir
Qué lo enfreno!
Ata, que por desobedecer al suicida jinete puede
(morir
Qué lo domo!
Ata, que por salir a gozar en el amor puede morir.
Que lo encierro!
El caballo pide tregua l
Y el caballo
El caballo!

---------------------------------
l l No, ya el caballo ya no corre.
El caballo dio sus piernas.

No, ya el caballo no mastica.


El caballo dio sus dientes.

No, ya el caballo queda inerte.


El caballo dio sus riendas.

El caballo en su finito!

Y el caballo
Fue caballo!

Hay silencio en los cencerros.


Para llorarte caballo, las campánulas revientan.
Para llorarte!

Ya se enlutan los caminos.


Para llorarte caballo un trinado con sus pájaros.
Para llorarte.

Se han callado las cigarras


Para llorarte caballo el gemido de las quenas.
Para llorarte.

El caballo para llorado.


Para llolarlo, el caballo!

Concurso Ismael Pérez Pazmlño, Diario El Universo, Guayaquil,


16 de Septiembre 1959.
l

Los Aguinaldos

1
Pelafustán y cunero
Soñó que hacía de copero
Cero 7
Vino remusgo a la encina
2 Toda nefaria la ondina
Requiebra el ángel neblino Bolina
Que lo embiste un astifino
Sino 8

3 Cewnaba sólo garbones


Sin merienda los bribones
Quiso de un orto en su día Ritones
Antes pujó su porfía
Manía 9

4 Pantuflos usó de día


Los espió la celosía
Tiplisonante gastada Bigardía
Le tuvo celos la ahorcada
Risotada 10

5 Cielo de luna agudona


Muévedo de la mujerona
Trajo cisnes del Caístro Remolona
Da semínimas el sistro
Registro 11

6 Llegó inconfeso el rencor


Aspaventero un señor
Cantó corto el estornino Terror
Encruelecido el felino
Tino 12

Niega la piedra orejeada


Con la estantigua pelada
Alelada
l
1

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¡
'
[

19
Detrás un tejemaneje
Ya el santurrón por el eje
13 Teje

Vendajes tuvo la herida 20


Frenesí del parricida
Dei cid a Dolor que está consuntivo
Diametral de lo cautivo
14 Esquivo

Pintarrajos de noveles 21
A tutiplén los pinceles
Leles Y abrió mercados de fojas
Lo administraron las cojas
15 Congojas

Cojitranco con botines 22


Lo vi pisando adoquines
Espolines Redrojo que vi lanero
Obstancia del manijero
16 Espero

Seca que causa el estío 23


Sales nos brinda el trapío
Desconfío Camina siempre de prisa
Más imprudente en la misa
17 Improvisa

Cae aguanieve y me explico 24


Hubo nevazo en el pico
Simplifico Pasó dudoso el pupilo
Mi curatela le alquilo
18 Vigilo

Ebrioso púsole el vino 25


Agua que lava su sino
Empino Llegó a Prelada y barría
La gazapina le hería
Simonía

Rv. NIZiah, N" 3, Quito, Agosto 1964, p. 10.


l
1
¡
!
SEPELIO DEL PAPAGAYO K

A José María Eguren


En la loma de los limoneros
ochenta y siete papagayos lo enterraron.
Yo también.

Por caminos torcidos de maizales secos,


con inquietadores asobios lejanos.
Yo también.
Entre ramas marchitas de jobos, caídas;
y el óxido cargado de la tarde.
Yo también.

Con la preñez clandestina de cabras morenas,


y el parpar de unos patos montunos.
Yo también.
En la loma de los limoneros
ochenta y siete papagayos lo lloraron.
Yo también.
Bajo una llovizna mojando, angustiada.
Oyendo chirridos de grillos saltones.
Yo también.
Mientras los caloyos huían, atontados;
y un rano, reviejo, miraba tristón.
Yo también.
Entre loshumazos de los pajonales
y el mujido fúnebre de un buey.
Yo también.
Desde la loma de los limoneros
ochenta y siete papagayos regresaron.
Yo también.
Con el vientecillo que esconde la siembra.
Por entre senderos que abrió el leñador.
Yo también.

Trayendo el silencio del asno paciente.


Brindando hospedaje a un hondo pesar.
Yo también.
Con espinaduras de los cardoncillos.
Un guabo tendido en sombra negral.
Yo también.

A la loma de los limoneros


ochenta y siete papagayos van los martes.
Yo también.

Rv. oasis, Quito 1964, p. 68.


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1
1
:

PARA EL AGUA, UNA CANCION

Esta agua cantarina cuando fluye La que marco un límite redondo


Que trajo el enigmático silbo de la víbora Que la usa el jardín en regaderas
y el alegrón de las nacidas plantas La que harmoniosa corre por los ríos
Agua, la pavorosa en sus desmanes La que en las playas guitonea
La que vemos sombrearse con la noche Lavadora de cielos con borrasca
La que a veces el trueno le acompaña. Que va en huía, agua ciega
Bienvenida en el ala de una golondrina La que dio el Permeso, toda soplo
y en la entrega total que dan las nubes Un rijo en los floreros
Agua montuna viviendo su desnudo Esa agua que enseñó su transparencia
Esa toda un encanto en el reflujo Ese poema líquido: el agua!
La que trajo recados de los cielos
En aguazales, alojada
Agua de cernidillos madrugados Agua que en su soltura es deliriosa
La que avivó las prematuras frutas Que la pintan celajes ignorados
Plácida, verdemar en alborada Ilusoria en el hondo de los mares
Esa agua que en el salto es embeleso En el remanso de un olvido
Ese poema líquido: el agua! Agua que muere en el pequeño estero
y que regresa en pleamar de aguas
Cuando hay mucho ventear, el agua encanta Amación en el baño del beaterio
Agua, la dormitada en los regajos Un inyecto en los sembrados
Vivida en todas las almácigas La que segó la vida de Alfonsina
La que mojó al pájaro andariego La que a Juana mojó con su fragancia
Esa de chaparrón inesperado Agua que llega al musgo y lo reanima
Retadora constante de las llamas Bulliciosa y silente en su desplante
Ambicionada en sequedades Dentro del maremoto es una rabia
Agua que busca la cansada bestia La que a veces salpica sin quererlo
Bebida en un largor de caminatas Que la tiene el santuario, la sagrada
y en la sed del que espera Esa agua prisionera en la represa
Agua infantina saltando en surtidores Ese poema líquido: el agua!
Asustadiza en la laguna ajena
La que cae de la nube peligrosa
La que a veces se oculta entre las hierbas Agua, graciosidad del arroyuelo
Agua límpida, celosa de su gracia En agua nieve una frescura
Venturosa y silente en la hondonada La que sórdida se entrega en la maraña
Esa agua que la espera el golondrino De la vaguada, seguidora
Ese poema líquido: el agua! Pasajera en los vientos sin corceles
Que en amor y en quietud esconde el lago
La que enterró secretos en la arena Esa que en su furor formó las trombas
Que Afrodita tentara en su pecado Retadora de proras en intentos
Inmaculada, caída desde el cielo La que hospedan las nubes alunadas
La que robaron los vientos rufianescos La que llevan las cuencas a los mares
Esa que la tormenta ha trasnochado Esa agua perfumada en la floresta
Agua, la soledosa en los aljibes que la guarda en su búcaro el hornero
Demoniada si viola su frontera Agua, la que no sabe su derivo
REQUIEM POR AURORA
Aurora, Hermana aónide,
todos lloran tu ausencia:
el río enardecido buscando libertarse,
los rubios tripulantes de la noche,
el árbol que dio frutos por merced de tus versos
Aurora, Hermana estrella,
todos lloran tu ausencia:
la reseda de Egipto en sus perfumes,
la confidente piedra herida,
la relumbrosa noche, noche espléndida
Aurora, Hermana albura,
todos lloran tu ausencia:
El sibilante crótalo en hechizo,
los peces hospedados en las redes,
el jilguero que amanece en tu ventana
Aurora, Hermana golondrina,
todos lloran tu ausencia:
El moreno cocuyo luminoso,
el colibrí en ronda a los néctares,
la novia mariposa que se entrega
Aurora, Hermana flauta,
todos lloran tu ausencia:
El rondador melódico en el páramo,
la rosa desmayándose en sus pétalos,
la guitarra despierta en serenatas.
Aurora, Hermana vuelo,
todos lloran tu ausencia:
El relámpago que pasa malcontento,
el alba en su intento de copiarte,
la llovizna bañándose en el viento
Aurora, Hermana antorcha,
todos lloran tu ausencia:
El pebetero de tus ilusiones,
el mismo amor que espera tantas cosas,
la hornachuela de la fiera
Aurora, hermana música,
todos lloran tu ausencia:
La soledad del leñador en la espesura,
el tardecer que invade con su luto,
el frémito del viento que te llega

--- ·····- -~-------------


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1
¡

La de mar ataviada con sus ondas


La que viaja arrollando las ramizas
Que se quedó en su descenso, aislada
Esa agua, refrigerio en el botijo
Ese poema líquido: el agua!

Agua, la que bebimos en la aguada


Juguetona a ratos con la brisa
El ansiar de los ángeles tachados
En aguaviento va en derrota
La ruidosa que corre, agua undísona
Ella, la narcisista enamorada
Que la trae embudada el torbellino
Retraída en las cuevas del espacio
Esa que ondula el viento con sus besos
Desmandada, fueteando en los océanos
Toda sucia que vive en el cilanco
Agua niña, agua púber, agua anciana
desde carnestolendas, disparada
Agua de lo alto que emigró de los heleros
Cristalina en las fuentes emboscadas
Esa agua que se filtra de la roca
Ese poema líquido: el agua!
Agua de bañadero, allá en la selva,
que la fiera brindó en la sed del monje
Agua presagio ante los pies desnudos
Sonorosa en todas las cascadas
Una ondina mojando las besanas
Cuando ahoga el escollo, decidora
Esa agua bautismal en los milenios
que el Jordán la revive con sus mitos
La que anegando construyó el pantano
La que la virazón pone agitada
Maravilla del propio frailecido!
Agua dulce, cuna de algas
Esa que pinta el iris en los cielos
Que se inquieta y retoza en el oleaje
En nívea gota es una gema
Agua, la que brotó de lo profundo
Ese poema líquido: el agua!

Rv. Cuaderno del Guayas# 22, Guayaquil, marzo 30 1967, p. 17.

-------~····--··
1
!

Aurora, Hermana ritmo,


todos lloran tu ausencia:
El propio fuego ardiendo,
la frescura del agua en su remanso,
el albelo que viene del lucero
Aurora, Hermana lirio,
todos lloran tu ausencia:
Los ignotos peñascos,
la necia sinfonía de la ola,
el velamen ahogado en la distancia
Aurora, Hermana brisa,
todos lloran tu ausencia:
Llora La Casa en Ruinas,
llora Estroncio 90,
lloran seis, los que te aman
Aurora, Hermana poema,
todos lloran tu ausencia:
Los Hermes, Singulus, Proteo,
las rosamarinas rosas que,
tardío, stoy dejando en tu sueño
Aurora, hermana llama,
todos lloran tu ausencia:
El sitibungo lobo oculto,
la terneza del impúbero Asfodelo,
el mar salobre con sus retumbancias
Aurora, Hermana sistro,
todos lloran tu ausencia:
La ignívoma montaña en su locura,
La Juana de Oro que meció tu cuna,
las jazmíneas, angustiadas
Aurora, Hermana incienso,
todos lloran tu ausencia:
La media noche que te despedía,
la luz muriente en tu lamparilla,
los ojos mansos del Crucificado
Aurora, infinidad de las auroras!
Cómo engasto tu nombre en el recuerdo!
Dejo un 12 ennegrecido para el tiempo
abrid en silencio la ventana,
vendrá tu media noche con una lluvia de luceros!

Rv. cuaderno del Guayas# 23, Guayaquil, marzo 1967, p. 27.


l
MILAGRERIA

A Aurora Estrada y Ayala, compañera


en la cruzada de una Nueva Poesía.

Abrid la selva abstracta. Insisto


Me inquieta la barbulla de los pájaros
El buey seguía rumiando lo mentido de la oruga

Perforo hacia lo hondo en lo profundo


El agua salta, corre, danza. Intensa, ríe
Relanzando llegaron las nubadas

Tal vez la flor abierta, clamorea


Al encante la venta de macetas
Tabú fue el perfume desde entonces

Otro mutismo largo tuvo el hombre


Otra alegría clave el pez sangriento
Había un espeluzno en los océanos

5
Presto, lavad al v.iento, hermano verso
Eterniza la herida en el poema
Era un llamar a Osián como una espera

Ese turbión de llama que me quema


Esa remaneciente cosa, cosa impía
En ambigú el sinsabor de los venenos

Pensad que es en domingo la partida


Arrumba un hondo aflato ya caído
Odio a la media noche que la roba
8
Esta vez la cosecha fue tan poca
Para el torvo que espera no llegaron las uvas
Manos! las segadoras de los zarazos frutos
9
Visten sandalias toscas los seráficos
Los pies de un lobo tata en travesía
Fra Angélico, grave, pintaba el colorido
10

Ese mirar agudo de la cita


Un alampar por celos en la arnasía
Meninos, cerner los secretos de la alcoba
11

Le di mi fe al ángel infelice
Un algo de alegría al pez nostálgico
Extático un misacantano, de rodillas
12

Ahogaron a los lotos, malandanzas


Los meñiques del viento, zambullidos
En vuelo de rencor van colibríes

Rv. Cuaderno del Guayas# 24-25, Guayaquil, abril 1968, p. 14.


l 1
~

EL INFORTUNADO

Alguien viene cortándose a sí mismo


con sus manos sin guantes y un dedo
que ha podido alquilarlo.
Alguien viene sin saber que tenía, apenas,
sólo los maxilares y la escápula.
Y hasta no comprenderse,
con su misma risa última, sigue.
Le importa poco sus muchos monosílabos,
y la duplicación de sus sueños transeúntes.
No ve el naufragar del mes apetecido.
Le sabe a venganza de luceros
su primera búsqueda en sus ojos.
Si apenas ha comprendido que bien
puede darle sus dos manos la vida.
Pero viene recortándose a sí mismo.
Su remordimiento es igual al agua pecadora
que derramó el ángel en su infidelidad.
Asimismo es aquello que pudo o quiso ser,
de no tener dentadura durante la cena,
para poder estrangularnos.
También otro capricho que no pudo
lavar ayer, le está sobrenadando.
Ya puede esesperarlo su osamenta,
en una esquina incierta,
o en su vaso de dolor que desayuna.
Eso es lo que sus mismos pasos lo acobardan
y le hace pensar en la nostalgia inalcanzable.
Por eso, su ración de alegría
como una almendra trituraa, solloza largo.
Puede su entrega ser una
lección más en su día de penas.
Puede ser como la luciérnaga ya muerta,
o como una limosna ahogada en el llanto.
Aquello de sus interiores deseos
que la muerte apolilla,
le molesta como una herida anciana.
Le hace olvidar que usó un día, una corbata
pintada con un faisán dormido.
Verdad que nunca tuvo una parcela siquiera
de un algo más y más, y otro algo;
pero su duda le lleva hacia una alcancía
huéspeda de una iglesia olvidada.
Ese es el préstamo de su trajinar,
solicitado aún cuando sus pies se desnudizan.
Y siempre, como una guirnalda arrancada, sigue.
1 l
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1

Por un jamás de su alarido,


o por un asiento en la solitaria vereda,
se disgrega en cuclillas.
Eso mismo lo sabe bien en sus caídas.
En cada intento,
herido está como una pavesa a destiempo.
Que ya sólo puede ver sus zapatos apenados
viajando en los atardeceres.
Ya sólo un silencio sin piernas,
sobre su misma soledad, expone.
Y siempre tentado a ser
un ajedrez sin rey ni reina.
Más que eso, furtivamente, la vida
lo está pisando a diario.
Tal vez igual a la mariposa, ¡en un alfilerazo!

Rv. cuaderno del Guayas # 30-31, Guayaquil, noviembre 27,


1969, p. 28.

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1

Tsto áe. que tioáo Pueáe. lJ/enir


A NICANOR PARRA,
en su visita a GUAY AQUIL

Todo puede venir mucho antes


de rascamos los pies, una mañana
Así vino el zapato que dejó
en el pulgar un callo
La carcajada de un cura pornográfico,
desde un confesonario
El jugo de verdinas naranjas,
para un purgar de urgencia
Todo puede venir mucho antes
Y siempre, como las cosquillas
del agua en menopausia
Como el hernioso en su hermosura
Como la mirada de un pollo de tres libras,
expuesto ante las brasas
Comienza ya la vida a rajarse por sus nalgas
Pero, es cosa que me inquieta,
zurcir mis dos bolsillos
con una piel de iguana
Después, a limpiamos el cabello,
pasándonos un peine,
si sentirnos que nos pica
un piojo trasnochado

Cuaderno del Guayas # 32-33, Guayaquil, mayo 1970, p. 33


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1

TERCERA ETAPA:

1972- 1992
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EL REGRESO

Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas, Guayaquil, 1973

Incluye los poemas:

Me identifico

El regreso

Homenaje a Manta

Todo un pasado

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POEMAS DE HUGO MAYO.

Colección Letras del Ecuador Dirigida por Rafael Diaz Ycaza.


Casa de la Cultura, Núcleo del Guayas, Guayaquil, 1976

Incluye los poemas:

Me identifico

Umbral del náufrago

Buscando una escafandra

Intento de la extrañeza

Las tres cabezas

Aperitivo fatal

Todo puede venir

Aquí, mi perro

Los amuletos

Los aguinaldos

Estampa del descamisado

Poema en tres planos

Un día, atrás

Para el agua, una canción

Susurro y son de un niño

Hechicería rural

Biblioteca de mi pueblo

Párroco a pie

El jardín de noviembre

La noche de las estrellas


1
1
Merca9o de mujeres
1 Amorosa palomera

Partida de defunción

Milagrería

Hierbabuena para el chacarero

Sepelio del papagayo K

Estamos en la ciudad

Definitivamente

Cineo, el labrador

Relato por televisión

Canto al montubio

Loa al montubio

Tigelino

Poema en Manta

El regreso

Homenaje a Manta

Todo un pasado

Lápida en la tumba de Aurora

Poema del hombre en el caos

Presencia del demente

Prematura ratería

El zaguán de aluminio

El reloj y la partida

Un ángulo en la vida

El otoño de los misterios

Desiree Lubowska

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l j
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Panorama X-79
No quiero ver el tiempo

A nadie le interesa

La extraña garúa

Un fuego de repente

Espacio en el vacío

Lo inconsolable

El sueño intraducible

Poema sin retorno

Para lavar en océano

Desnivel 1

Desnivel 2
Desnivel 3

Caballo en desnudo

El revés iluminado

Regalo mi muerte

1
l i

YO LA PARCA Y EL TELEFONO

Pienso en las definitivas huellas


que marcaron la derrota
Del presentimiento del suicida
puede venir la atorada palabra
Así espero la risa de la muerte
1 vuelvo atrás como si me retratara
Tal vez el malestar de un día apestado
quiere matar la vida
1 hay cadáveres dormidos
en la luz insistente
cuando el silencio regala su descanso
Busco el minuto de los interrogantes
Quiero robar el viento simulado
que viste de payaso
A veces creo que primero
es el día comenzado
que la hora acostada
Si me detengo atropello
las siete maldiciones
Pienso en el viaje de la piedra
en las extrañas aguas
Oigo que la nada tiene cosas adentro
Bien podría la noticia
quedarse olvidada en media calle
Después el teléfono
quiere ser apóstol emigrante
y todopoderoso

Cuaderno del Guayas# 44, Guayaquil, 1977, pp. 98-99.

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i

ESTACIONES DE UN VIAJE

1 fui al medio día de la tierra


El sol quiso danne su ardentía
El incierto minuto un viento de mensaje

Escuché a la vida en su atropello


Una alegría de lluvia me llegaba
Un reventar de espigas en la siembra

Otra tarde cambió el horizonte


Solté en la espesura mis anhelos
En el poblado la luz lloraba de cansancio

Regalaba la abuela ermita campaneos


Un país de guacamayos y serpientes
se borraba con humos de milenios

Sombras de un ayer en el camino


Filas de viejos ceibos me miraban
El silencio quiso decirme su palabra

Rumiaba el ganado su nostalgia


Orquestaban los pájaros tenores
El agua de mi río ganaba la distancia

Un mar hirviendo reventaba


Vi lejanos países en visita
Gaviotas revoleando Marineros tatuados

Casi lo mismo fue el regreso


Se buscaban los pueblos en la aurora
Mis cansadas alpargatas pisaron un recuerdo

Cuaderno del Guayas # 44, Guayaquil, 1977, p. 99.

j
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SABADO SIN DIOS

Nos llega la viudez


de una canción desnuda
Si llueve
cojea el sol entre triángulos
Para el llanto de la ausencia
un apagón a tiempo
es un alivio
I eso que me golpea atrás
y huele a sábado sin Dios
se hospitaliza
Los pastores madrugan
Las cabras se embriagan de rocío
Madura la aceituna en una cena
Otras veces
esconde sus pupilas el olivo
I ríen los impúdicos momentos
Querer podar la luz arriba
es un engaño desmedido
Busco el nido de la aurora
Pica el pequeño picaflor
en las peonías
El amargor de la muerte se ensortija
Deja el viento herido su secreto
I apenas son tres horas

Cuaderno del Guayas # 44, Guayaquil, 1977, p. 1OO.

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SALDO DEMENTE

Grito en ángulo
y al obsceno abecedario
estoy buscando
Ganas tengo
de una tristeza
mirada en un espejo
I aunque soy el primero
en el reparto
me hundo en el olvido
A veces van las piernas
en su ataúd de musgos
Otro soy yo mismo en el relámpago
pero quemo la piedra extraña
con mis párpados
corno una turbulencia voy y grito.

Cuaderno del Guayas # 44, Guayaquil, 1977, pp. 100-1 Ol.

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A NADIE LE INTERESA

La soledad en que habito,


es igual a un corazón cazado a tiros,
después de una tormenta
Si nada de ésto importa,
siempre en las noches río,
como la muerte,
frente a un zaguán cerrado
Puede dejarme un precipicio,
el sitio que se esconde
Para evitarlo,
pongo mi sombra en ángulo
Pero, a nadie le interesa
si me tropiezo con la vida,
la víspera de un viaje

Cuaderno del Guayas# 46, Guayaquil, enero 1981, p. 76.

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l!

POEMA PARA UN DISCO

La sombra de mi sombra me persigue


Con poemas de Neruda y de vallejo
despierto el corazón cuando amanece
Alfa soy en los muelles de la espera
La lluvia de mi cielo me bautiza
Como el caimán enamorado intento
Busco las siete lunas del suicidio
y apago en mi ventana la esperanza
Tengo citas secretas con mis versos
Marco el punto y coma de mi vida
Me negué hospedar una ironía
y tallo en palisandro mi figura
Botero en los lagos de la duda
a mansalva ahogo mi cumpleaños
Me alimenta la espiga de mis sueños
El novio de la noche sigo siendo
En mi mantel tendido para cenas
poemas de Neruda y de Vallejo

Cuaderno del Guayas# 46, Guayaquil, enero 1981, pp. 76-77.

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INSTANTE Y ECO DE LO EXTRAÑO

Fue el sol calentando una jornada


y a un evadido gozo en turno
Desde el instante
la noche pintaba estrellas
y dialogó con la tiniebla
Las manos de Dios golpeaban el olvido
Gestos de la vida recuerdos viudos
disparaban la canción tardía
Sem.ioscuro el cielo espantapájaros
Grande el sacudón de los vejámenes
para las aguas mudas
Y hubo el extraño saludo de la aurora
Pero dormitaban las ramillas de la ausencia
y ese decir de insultos
cuando la vida comenzó a peinarse.
Para engañarnos después de los quebrantos
los ojos del suicida
Refugio de sospechas ya maduras
esta es la noche de cerradas puertas
Sí, esta es la noche
Lejos capitanes de infinito
invaden con la lluvia.

Rv. Uso de la Palabra# 4. Universidad Técnica de Babahoyo, El Taller


editores, Babahoyo, 1981, p. 13.
TODO LO QUE SOY

Soy delfín en los mares de la espera


Mi obscena careta agoniza
tiene la piel madura
Si la ato a las dos sílabas del miedo
la oración es un silencio
Veo pedazos de tiempos insepultos
en las horas que vienen madrugadas
Y sé que no pude robar una sonrisa
Que llevo en mis bolsillos
monedas de inquietudes
Que mis pies vestidos de sandalias
pisaron la esperanza
Y regañé muchas veces al destino
Y oculté en la tiniebla desolada
mis propias iniciales
El agua que me baña me lastima
-El agua es el refugio de mi huída-
y aunque me niego en pleno día
un absurdo recado me limita
Habito en la caída del relámpago
y almaceno la lluvia

Rv. Uso de la Palabra 1 4. Universidad Técnica de Babahoyo, El Taller


editores, Babahoyo, 1981, p. 14

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EN TRES PARCELAS

1
Nací en madrugada casi oculto
A mi sombra le di mi nombre cierto
Por desayuno un calentado padre nuestro

2
El rasguño de un viento me detuvo
En arrebato robé la vida joven
y abrí la puerta falsa del silencio

3
Me ciega la luz que viene de los tiempos
Grabé soñando la tos zurcida de la muerte
Llevo penumbras de angustias en mis redes

Rv. Uso de la Palabra# 4. Universidad Técnica de babahoyo, El Taller


editores, Babahoyo, 1981, p. 15.
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MAGIA DE UN FINAL

Hay que me mide el sol


parpadea el secreto de la muerte
Y abro mi parcela de recuerdos
y espero con cojera
el candado sin llave de la abuela
No hay cero entre comillas
No hay ese abstracto de mañanas
Pero no y sí en pentagrama
Con el azul absurdo inquiero
el silencio despierto
El llanto de los árboles esquiva
De puntillas la noche sin pétalos
Y se editan los resquicios en la aurora
Y está la huella del quemado dentro del fuego
Siento los pisotones de la angustia
Pero al azar resbalo
Y ahí desmayo de versos
en mi encierro.

Rv. Uso de la Palabra t 4. Universidad Técnica de babahoyo, El Taller


editores, Babahoyo, 1981, p. 15.

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A MANERA DE ELOGIO
Palabras a un nadador

El agua tenía color de cielo extraño


Era niña No había pecado
en espera de verse poseída

Maravilla sin límftes


burbujas de agua caída
te saludan!

Ciclón golpeando
Tú en los océanos en Jos mares
en Jos ríos

Diestro Señor
Cómo rompes el agua
el agua que te invita
acostarse sobre ella

Motor sin riendas


Cuando nadas ondas
de espumas dulce o salada
forman tus pies y manos
Pez blanco rubio y moreno
no hay distancia distante
si te lanzas a conquistar la gloria!

La natación robó tu nombre


locura loca
Te ví una noche
deslizarte con coraje sobre el agua
Te acompañaba algo de tu pasado
y endemoniados aplaudieron Jos fanáticos
tus formas:
sobre la espalda
sobre el flanco
sobre el pecho

Enciende invencible flotador!


Ya es hora
Busca en marca de 100 metros
grabar tu nombre

Gran señor de las aguas


Tu andarivel/a maroma
es camino de triunfo o de derrota
Rompe todos Jos record Rompe
y amarra el tiempo Amarra sus minutos
sus segundos y hasta sus mismos décimos
Competir es consigna
Tras de ti
nadan ...
nadan...
nadan. ..
Jos otros

Diríase un resue/lo
resuelto ganaste entre ¡Vítores!
Jos 800
/os 1.500
Lobo de las Piscinas
Signo de una grandeza
Te engendraron las aguas
Para tu pecho de oro es la medalla!

Tu estrella te golpea
Cada año que viene
recordará tu nombre
expondrá tus hazañas!

"La poesía en el IV Mundial de Natación", Guayaquil, Julio 1982, p. 33.


EL ZAGUAN DE ALUMINIO.

Colección Libros para el Pueblo, casa de la cultura, Núcleo del guayas,

Guayaquil, 1982

Incluye los poemas:

El zaguán de aluminio

Mediodía

Fluvial

El farol de medianoche

El dolor

Pretérita

Otro golpe

Cortos metrajes

Visión de esquina

Cuatro mangas

Nocturno celeste

Bujía polar

Cinema

Croquis de abismo

La vida es un traspié

La dentadura y el amor
La tos del cerdo

La receta fatal

Poema turbio

Jesús

Presencia de la golondrina
1

Oración .por la muerte de Medardo Angel Silva

Requiem por Aurora

Sinfonía interior

Un desamor en do

Preludio de un regreso

Poema encadenado

Motivo especial

Para un remedio

Poema anclado

Soy

Poema sin retorno

Los insomnios

El desnudo y sus símbolos

La esperanza

El recuerdo

Poema sin pie

La tarde

Mural para la risa

Algo después

Casi una canción

El misterio azul

Instante y eco de lo extraño

Discado directo

Poema para un disco

Todo lo que soy

En tres parcelas

Magia de un final

Poema con anugas


Aquel corazón que pudo hundirse

En la almohada de lo inerte

La alta ola

Excavaciones en el viento

El contrapaso enajenado

Osadía del mar

Otra es mi risa

La vida mañana

Epítomes de la segunda soledad

Introverso de piedra mármol

Apenas con dos dedos

Igual al pez

Donde se abre el zaguán de aluminio


- - CHAMARASCA

Casa de la Cultura Núcleo del Guayas, Guayaquil, 1984

Incluye los poemas:

Así escribió el silencio

Sed del inútil fuego

Adumbrar de la vida

Noche en el espacio

Refocilación de un sueño

Columpio en el agua

Copio el ojo del tiempo

Prosodia del desencanto

Ustorio espejo

Si la luna escribiera poemas

En el comienzo de la luz

Disco rescatado

Camino a lo esencial

Patinaje sin luz

Pluralidad del sobresalto

Carambola de nudos

Los obscuros pasos

Pozo de una mentira

Si pensamos en azul

Tiniebla del jinete

Mensajes de un insepulto

Otro entre muchos

Cosas de ayer
Pesadilla del fusilado

Los cables fisciformes

La cometa de los sueños

Algo televisado

Herida de cinco sílabas

Un aluvión de dudas

Solo en el desvío

El vino de locuras

Nostalgia tiene el verso azul

Estancias de Juan Manuel

Agujereado y trágico

Luciérnagas en la hoguera

Prelusión para un libro que no se publicó

Lo desnudo de la vida

Para decirlo sin permiso

Raudal para recortar

Yo, la parca y el teléfono

Sábado sin Dios

Inquietud del hálito

La segunda mirada de Dios

Con la luna dibujada

Las tres curvas del pecado

Fábula de la mentirilla

Condecoración al silencio esencial


Esta es la primera vez
que el sol ha lamido mis pantuflos
Y algo crece en los gemidos de mi insomnio,
y persiste como la espina en el rosal
Sinembargo soy todo una marchitez;
pero revivo si me humedece un hontanar
Vendado pude llegar a mis antojos
Duermo en las orillas de la vida
Deambulo en un jardín de vientos
Sin rehuir, no me parcelo
Quedo como asilvestrado en un escobo
Con mi silencio medí el recuerdo
y estoy igual a extraña piedra
enterrada en los milenios
Pero lo maravilloso
es el crepúsculo que me rubifica;
las desoladas preguntas que me inquietan
Y hasta ahora nadie dice que me ensimismo,
igual al mar en cada cumpleaños
Me siento un extranjero
en calles de dos vías
A gusto oigo el sonido de mis pasos
en la portezuela de la muerte
Y aunque perdido estoy entre mis sílabas,
nadie logra encontrarme
Esta vez pude relavar mis propias manos
y anidar el pasado con sus risas
Pero me aburro Marcho descalzo,
llevando mi ojo izquierdo en aventura
Navego como una nube al cielo
En ceros de alegrías me sosiego
Si desciendo, busco mi ansiada soledad!

cuaderno del Guayas# 51, Guayaquil, febrero 1985, pp. 41-42.


La .Lámpara Imposiók

A veces
la lámpara imposible
tentando la penumbra
1 hierven los suspiros
y una gana sin fin es el dolor
Ya las horas se secan
y el fruto del recuerdo
que naufraga
Los laterales del esfuerzo
y el saludo posible de la estatua
Viernes cuando en verdad
supe de lo desnudo
El tiempo acorralado
y abierta la pregunta
Nada del sueño del delirio
y de los huesos
Después la piedra exiliada
y un candelacho sin entrada

Cuaderno del Guayas # 51, Guayaquil, febrero 1985, p. 42.


PiOjo tfe .stnteager
Entonces
los saltos del bostezo
y el último ninguno
de puntillas
Mojanne en un segundo
lo escribo frente al agua
Voz única en el quejido
Destiempo de la lágrima
El ojo de anteayer
en la nostalgia
Momento de intentar el insonido
y morder desesperado
Destapo la palabra
y a mi manera el idioma
de la sierpe lo regalo
Heredero desde adentro
de ese entonces
vuelvo a un jornal de llamaradas

Cuaderno del Guayas # 51, Guayaquil, febrero 1985, p. 43.


COLECCION LA ROSA DE PAPEL.

Casa de la Cultura Ecuatoriana Núcleo del Guayas, Guayaquil, 1986

Incluye los poemas:

A veces las estrellas

En el Vviaje de la luz

Sombra hipnotizada

Ese desvelo de substancias

Camino sobre el silencio

La noche opuesta

Otra es mi risa

La vida en su revés

Malefonema, la de los ojos sin luz

Aquella voz de los anuncios

Si arrumbáramos a un sueño

Tan solo la figura

Equidistancia sin sol

Algo después de enero

Poema perenne

Meditación de todo absurdo

Pared de los misterios

Retomo a mi sangre

El ojo de anteayer

La lámpara imposible

Desde lo hondo
Esa ansiedad de entonces

Prosodia del desencanto

En el comienzo de la luz

Guayaquil, ayer i hoy


EL PUÑO EN ALTO (Poesía Revolucionaria)

Impreso en los talleres gráficos de la casa de la Cultura "Benjamln Carrlón".

Núcleo del Guayas, en el mes de mayo de 1992.

Incluye los poemas:

Frente Unico

Poema de la Revolución ( 1)

Poema de la Revolución (2)

Poema de la Revolución (3)

Poema de la Revolución (4)

Poema de la Hora

Exaltación del Montuvio

Canto al Montuvio

El Montubio

Pueblo de Siglo Nuevo

Poemas Machos

Polo Sur

Tarde de Aldea

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