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Unidad Educativa Cap.

Edmundo Chiriboga

Ensayo

Tema: Vida Heroica del Capitán Edmundo

Chiriboga González

Autor: María Fernanda Bósquez Cáceres

Profesor: Dr. Ricardo Robles R.

Fecha: Jueves 22 de Junio del 2017


“Las batallas se pierden con el mismo espíritu con que se ganan” (Whitman)

Regresando atrás en el tiempo, casi exactamente hace 100 años nació un personaje célebre
de la historia. Por su heroico desempeño al defender a la nación que lo vio nacer, entregó
su vida como ofrenda de una lucha que quedará grabada hacia la posteridad. En la
actualidad, como homenaje a toda labor realizada por él, podemos encontrar en su ciudad
natal a un gran establecimiento educativo que lo eligió como patrono. Este personaje es el
Capitán César Edmundo Chiriboga González, por lo que el objetivo del presente ensayo es
conmemorar los hechos sucedidos en su vida que lo hicieron merecedor de sus
reconocimientos.

Nacido de una familia natural de Riobamba, ciudad que cobijó su natalicio el 17 de agosto
de 1917, fue hijo del Sr. César Augusto Chiriboga y de la Sra. Romelia María González
(Avilés Pino). Ellos eligieron que los primeros pasos que él realice en el campo educativo
sean en la Escuela Nicanor Larrea desde los seis años de edad, donde se preparó
eficazmente, que incluso tuvo el honor de ser designado por su buen comportamiento a
representar al general Abdón Calderón en una obra de teatro realizada por su institución
debido a las conmemoraciones de la Batalla del Pichincha.

Habiendo culminado su educación primaria, llega al colegio San Felipe Neri, controlado
por los padres de la orden de los jesuitas, aunque decide no terminar su educación
preparatoria en este establecimiento para luego cambiarse al colegio Pedro Vicente
Maldonado, donde alcanza su título de bachiller en el área de Humanidades Modernas en el
año de 1935.

Con el sentimiento de llevar su vida al estilo militar, se traslada a la ciudad de Quito para
poder ingresar al Colegio Militar Eloy Alfaro, donde empezó como cadete en 1936,
pasando luego a Brigadier y posteriormente a Alférez de Infantería. A la final lo nombraron
subteniente para formar parte del Batallón “Andinos Cayambe”.

Ese mismo año lo asignan al servicio de la guarnición de Río Corriente en la Amazonía,


desempeñando funciones en esta zona hasta el 12 de Agosto de 1940. En este día se lo
transfiere al Batallón de Infantería No.10 Carchi en Quito. Gracias a su vocación y
cumplimiento lo ascienden a Teniente, y como si de una premonición de lo que le esperaba
en el futuro se tratase, recibe la Condecoración Abdón Calderón por su servicio.
Transcurrido ya un año después de este acontecimiento, el país entra en un período bélico
debido a los ataques que las tropas de la vecina nación Perú comenzaron una confrontación
a la frontera del Ecuador, encontrándose al mando del Gral. Eloy Ureta, quien moviliza a
20000 hombres, además de apoyo aéreo y de artillería.

Al conocer de este ataque, Chiriboga pide a sus superiores se le enviara a la frontera en


donde se estaba desarrollando el conflicto. Se moviliza hacia este lugar, habiendo sido
nombrado Comandante del Primer Pelotón de la II Compañía del Batallón Carchi. Llega a
Puerto Bolívar, hasta arribar a Quebrada Seca, donde la engañosa calma fue señal de que
una mayor masacre estaba a punto de comenzar en este lugar.

Desde el día 23 hasta el 25 de Julio del 41, Chiriboga y el pelotón a su cargo trataron
heroicamente de defender el territorio de su patria. El 24 las cosas parecían ir del lado
Ecuatoriano, ya que a pesar de su debilidad en armamento y número de hombres, fueron
capaces de resistir el ataque enemigo con decisión y coraje enardecido. El general Utera y el
comandante Odría tuvieron que retroceder sus tropas sin comprender como un ejército
escaso de poder estaba logrando ganarles con tanto heroísmo.

Sin embargo, el día 25 llegó lo peor para los soldados ecuatorianos, su única ametralladora
se quedó sin municiones ante el acto suicida en el que se sumergieron él y sus tropas, al
conocer que no existía ninguna posibilidad de recibir mayor ayuda.

Contabilizando el número de bajas, Chiriboga se percató de que solo quedaban 26 hombres


a su cargo. A pesar de este número tan reducido, los atacantes peruanos tuvieron que
recurrir al uso de un tanque de guerra para poder contraatacar. Conociendo que ese era el
final, Chiriboga se preparó para el momento final con el convencimiento de que un soldado
de la República del Ecuador no se rendiría jamás ante el enemigo.

Dándose cuenta de la situación, uno de los Capitanes Peruanos gritó: “Rendirse todos,
entreguen sus fusiles y griten Viva el Perú” (Pérez Pimentel). Con actitud heroica Chiriboga
le contestó: “Soy ecuatoriano y no me rindo. Viva el Ecuador”. Enojado por la
contestación recibida, el mismo Capitán ordenó que trajeran uno de los tanques pequeños y
lo pusieran frente al pelotón de Chiriboga, y les dijo “Si no quieren que este tanque los
mate, griten Viva el Perú”. Comprendiendo que no quedaba nada más que se pueda hacer,
Chiriboga exclamó su frase célebre “Un ecuatoriano no da vivas al usurpador”.
Los segundos que toman tres pasos bastaron para que las ametralladoras silenciaran las
voces de estos héroes nacionales que dieron su vida exclamando su último saludo a la patria
“¡Viva el Ecuador!”.

El entonces Teniente Edmundo Chiriboga y sus hombres fueron enterrados en una fosa
común por los mismos soldados que los acribillaron, ya que hasta ellos reconocieron su
bravura y heroísmo, rindiéndoles así honores militares.

Ante su sacrificio el gobierno reconoció los hechos el 1 de octubre, donde Chiriboga


ascendió post-mortem al grado de Capitán. El 29 de enero del año siguiente se firma el
Protocolo de Río de Janeiro con el que se pone fin a la guerra. Hasta octubre del año
siguiente el padre de Chiriboga logra viajar para retornar los restos de su hijo a la ciudad
donde lo vio nacer. El día 20 se le realiza un homenaje postrer en el Club Deportivo
Arenillas antes de su posterior traslado.

Se reconocieron sus restos gracias a la medalla que poseía regalo de su madre. Durante el
acto estudiantes de la Escuela Fiscal No.35 de Huaquillas juraron vengar algún día el honor
nacional.

En honra de su heroica labor, en la esquina noroccidental del Parque Guayaquil se


encuentra una estatua en su honor. Este se inauguró en 1960, el presidente de ese entonces,
Velasco Ibarra, declaró la nulidad del Protocolo de Río de Janeiro (Wikipedia)

Además, podemos encontrar en la ciudad de Riobamba una calle nombrada en su honor,


ubicada en la parte posterior del Colegio Militar Combatientes de Tapi.

Y finalmente, pero no menos importante, encontramos que el Colegio (ahora Unidad


Educativa) Cap. Edmundo Chiriboga G. tiene el honor de tener como patrono a este héroe
nacional que, como se ha dicho anteriormente, fue muestra de patriotismo, bravura, y amor
a la patria inigualables.

Todo hubiese tenido un rumbo distinto si el Cap. Chiriboga no tomaba la actitud heroica
que tuvo el valor de pronunciarse ante los atacantes, y ser capaz de ofrecer su vida con tal
de no tener que postrarse ante la nación al que él mismo denominó como “usurpadora”,
debido a todos los territorios que esta le ha venido arrebatando al suelo ecuatoriano, y de
los cuales nunca se ha tenido compensación alguna, sin tomar en cuenta a la milla cuadrada
cedida en la selva en el tratado de paz de 1997, al cual el historiador Pérez Pimentel
cataloga como una “Burla Sangrienta”.

La vida de este honroso ecuatoriano es sin duda motivo de remembranza y homenaje hacia
su persona y también hacia los otros 25 soldados que murieron junto a él en heroico
sacrificio por la patria, motivo por el cual es un honor para nuestro colegio poder tener
como patrono a este digno personaje de admiración en toda la nación. Es por eso que
todos los alumnos que pasamos por esta prestigiosa institución debemos rendirle un grato
homenaje a quien dio la inspiración para pronunciar nuestro lema:

“Estudio, trabajo y disciplina”


Bibliografía
Avilés Pino, E. (s.f.). Enciclopedia del Ecuador. Obtenido de
http://www.enciclopediadelecuador.com/personajes-historicos/cap-cesar-edmundo-
chiriboga/

Pérez Pimentel, R. (s.f.). Diccionario Biográfico del Ecuador. Recuperado el 13 de Junio de 2017, de
http://www.diccionariobiograficoecuador.com/tomos/tomo21/c6.htm

Whitman, W. (s.f.). Con estrépitos de músiicas vengo. En W. Whitman, Desconocido.

Wikipedia. (s.f.). Wikipedia, La Encicplopedia Libre. Recuperado el 13 de Junio de 2017, de


https://es.wikipedia.org/wiki/Parque_infantil_de_Riobamba#cite_note-1

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