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El violonchelo o violoncello (abreviado a menudo el primer término bajo la forma chelo)

es un instrumento musical de cuerda frotada, perteneciente a la familia del violín. En el


seno de esta familia de instrumentos de orquesta, por su tamaño y su registro, el
violonchelo ocupa un lugar situado entre la viola y el contrabajo. Es uno de los
instrumentos básicos y fundamentales de la orquestadentro del grupo de las cuerdas,
realizando normalmente las partes graves, aunque su versatilidad también permite a los
instrumentistas que lo tocan interpretar partes melódicas. Tradicionalmente está
considerado como uno de los instrumentos de cuerda que más se parecen a la voz
humana.12
A lo largo de la historia de la música se han compuesto muchas obras para violonchelo
debido a su gran importancia dentro del panorama musical al ser este un instrumento
básico en muchas formaciones instrumentales (sobre todo en cuartetos).
Según la RAE, al ejecutante de un violonchelo se le llama «violonchelista»,3
«violoncelista»4 o «chelista».5 El violonchelista toca el violonchelo sentado sobre una silla
o un taburete, manteniendo su instrumento sujeto entre las piernas (apoyándolo en el
suelo por medio de un tallo de metal llamado pica, puntal, espiga o pívot) y frotando
un arco con las cuerdas.
Los términos «violonchelo» y «violoncelo» provienen del nombre
italiano violoncello.6 Es habitual referirse al instrumento mediante la aféresis «chelo»,
pero en el lenguaje escrito esta debe ortografiarse según la grafía propia de la lengua
española («chelo»). La grafía «cello» (también pronunciada como «chelo») es propia de la
lengua italiana y constituye una falta en lengua española.
Son correctos, pues, los términos «violonchelo»,7 «violoncelo»6 y «chelo».8 Son
incorrectos, entre otros, los términos «violoncello», «violonchello» o «cello».
Por otro lado, no debe llamarse «violón» al violonchelo. El término «violón» es un sinónimo
para un instrumento de mayor tamaño: el contrabajo.9

Generalidades[editar]

Un violonchelo acostado sobre el suelo.

En cuanto a sus características físicas, las partes que componen un violonchelo son las
mismas que las del resto de la familia del violín, clasificados dentro de los instrumentos de
cuerda frotada.
La caja de resonancia, o cuerpo del violonchelo, está formada por una tapa superior, una
tapa inferior y una faja, que es una sección de madera que une ambas tapas creando una
caja hueca. En el interior de este cuerpo, en la tapa, al lado de las cuerdas graves, se
encuentra la barra armónica cuya función es de refuerzo estructural, a la vez que sirve
para controlar y distribuir la vibración (sonido), transmitiendo los sonidos a la tapa; y
el alma, varilla transversal de madera que une las dos tapas del violonchelo por el lado de
las cuerdas agudas, que sirve para modificar y equilibrar la respuesta de las cuatro
cuerdas. En la tapa superior se encuentran dos orificios —llamados «efes» (por su forma
parecida a esta letra) u «oídos»— a ambos lados (respecto de las cuerdas) por donde sale
parte del sonido. Visto frontalmente, la parte principal de su cuerpo asemeja a un "8",
debido a dos escotaduras, que son unas concavidades que permiten una mejor sujeción
del instrumento con las rodillas, y sobre todo, darle libertad de movimiento al arco para que
no choque con el cuerpo cuando se tocan las cuerdas más laterales, en este caso, el do y
el la.
Al cuerpo se adosa una prolongación llamada mástil o cuello. Comenzando desde arriba,
primero se encuentra la cabeza con la voluta(también llamado caracol) y el clavijero, en
donde se insertan las clavijas, que sirven para sujetar las cuerdas y regular su tensión;
sobre este y prolongándose casi hasta el puente se encuentra la diapasón una placa de
madera dura sin trastes (similarmente al resto de instrumentos de la familia del violín, y a
diferencia de la guitarra) que sirve para "pisar" las cuerdas consiguiendo diferentes notas.
Ubicado un poco más abajo de la mitad del cuerpo del instrumento, se encuentra
el puente y un poco debajo el cordal (que sujeta las cuerdas y ayuda a afinar el violonchelo
ya que ahí se encuentran incluidas las llaves (microafinador), pequeñas piezas metálicas
con la misma función que las clavijas). En su parte inferior está encajado el botón, de
donde sale la pica o puntal (también conocida como espiga) que es una pieza metálica,
cuya función es apoyar el instrumento en el suelo y regular su altura para comodidad del
chelista.
Aunque el tamaño estándar profesional del violonchelo es el tamaño 4/4, existen
instrumentos de otros tamaños, más pequeños, como 3/4, 1/2, 1/4 o 1/8. Los violonchelos
originalmente, en el periodo barroco, tenían el mástil más corto, la barra armónica más
delgada y la tastiera más corta que los violonchelos modernos.

Puente[editar]
El puente es una pieza de madera que se sitúa hacia la mitad de la tapa del violonchelo y
sobre el que se apoyan las cuatro cuerdas. Tiene que estar en posición ligeramente
inclinada hacia el cordal y a la misma distancia de las dos efes. No está pegado ni clavado
a la tapa, sino que se sujeta gracias a la presión que ejercen las cuerdas. Su parte
superior, está curvada, lo que hace que las cuatro cuerdas a lo largo del mástil y el
diapasón no se encuentren en el mismo plano. Los puentes de los violonchelos barrocos
eran más pequeños y tenían la parte superior menos curva.10 Existen diversos modelos de
puentes, entre los que destacan el puente belga y el puente francés. El puente francés
brinda un sonido menos brillante y más pastoso, mientras que el puente belga brinda un
sonido más brillante, y una mayor proyección sonora.

Cuerdas y afinación[editar]

Las cuatro cuerdas del violonchelo.

Las cuerdas se nombran de acuerdo a su afinación: la primera cuerda (contando desde la


más aguda a la más grave, y de derecha a izquierda en la imagen) es la, la segunda
cuerda es re, la tercera cuerda es sol y la cuarta cuerda es do ( Cello strings.ogg (?·i)).
Igual que la viola, pero en una octava más grave.11
El registro general del violonchelo ocupa un poco más de tres octavas: va desde el do2,
dos octavas abajo del do central del teclado de un piano y que se genera haciendo vibrar
—con el dedo o con el arco— la cuerda más grave al aire, que significa sin apoyar ningún
dedo sobre la cuerda en el mástil, hasta el do7 (en la posición más aguda de la primera
cuerda la2), aunque se pueden lograr notas más agudas (altas), pues no hay limitación
física. Otro método de conseguir notas muy agudas es con armónicos. Existen dos tipos
de armónicos: Los primeros, llamados armónicos naturales, se producen al tocar —y no
presionar— la cuerda en sus fracciones (1/2, 1/3 o 2/3, 1/4...). Los segundos, llamados
armónicos artificiales, son una combinación de presionar la cuerda y tocarla en otro punto.
Estos últimos son los más difíciles de conseguir.

Notas que emiten las cuatro cuerdas del violonchelo (cuando se pulsan al aire); a la derecha,
en clave de sol la nota más aguda que puede ejecutar la primera cuerda del chelo (un la5), y la nota
más aguda que puede ejecutar la primera cuerda realizando un armónico (un la7).

Al emitir las cuerdas del violonchelo sonidos graves, las partituras no se suelen escribir en
clave de sol, sino que lo más común, es escribirlas y leerlas en clave de fa en cuarta
línea del pentagrama, que es el símbolo que se ve en la imagen a la izquierda de
las notas. Pero es relativamente frecuente que para registros agudos se empleen otras
claves, sobre todo la clave de do en cuarta y clave de sol.
En un principio, las cuerdas eran cuerdas de tripa, menos resistentes que las de metal,
pero que daban una sonoridad más pura y cálida. Estas cuerdas fueron usadas hasta
el siglo XX. A raíz de la Segunda Guerra Mundial se generalizó el uso de cuerdas
metálicas, más resistentes y con mayor sonoridad que las otras. También hay cuerdas
de nilón y otros materiales. Se siguen fabricando cuerdas de tripa, ya que muchos
intérpretes que tienen instrumentos barrocos o que tocan música barroca consideran que
la sonoridad con este tipo de cuerdas se acerca mucho más a la idea original del
compositor.

Posiciones[editar]
Mstislav Rostropóvich en un concierto en la Casa Blanca el 17 de septiembre de 1978.

El violonchelista coloca sus dedos a distintas alturas del mástil del instrumento para tocar
distintas notas. A las alturas que puede asumir la mano del intérprete de acuerdo a las
notas que está tocando se les llama posiciones (de la misma forma que en otros
instrumentos de cuerda). A estas se las ordena asignándoles números. En el violonchelo
existen 7 posiciones normales y el resto de posiciones más agudas emplean el dedo
pulgar (por eso se las llama posiciones de pulgar).
En las primeras siete posiciones se utilizan los dedos índice, medio, anular y meñique de
la mano izquierda. En las posiciones de pulgar se toca con los dedos pulgar, índice, medio
y anular de la misma mano (el uso del dedo meñique en las posiciones de pulgar es poco
común).

El arco[editar]
El violonchelo se toca generalmente con un arco que está formado por una vara de
madera sobre la que se tensan cerdas procedentes de crines de caballo o imitaciones
acrílicas. El arco está formado por una cabeza, una varilla, y las cerdas.

De arriba a abajo, tres nueces: de violín, viola y violonchelo respectivamente.

En la cabeza se encuentra la nuez (pieza de ébano con adornos de nácar para sujetar las
cerdas) y el tornillo que sirve para regular el grado de tensión de las cerdas. La varilla es
una vara de madera de pernambuco normalmente, aunque se está reemplazando por fibra
de carbono; uno de sus extremos se llama punta y el otro talón (donde se encuentra la
cabeza).
Las cerdas suelen ser unas 250, aunque su número puede variar. Pertenecen
normalmente a caballos macho, porque sus crines son más fuertes y limpias. La crin más
preciada es la de los caballos de zonas nórdicas o de climas más fríos, ya que su
resistencia y dureza es mayor, especialmente la del caballo mongol, criado expresamente
para la elaboración de arcos. En principio, el color no influye, aunque parece ser que las
cerdas blancas son algo más finas. Algunos violonchelistas y contrabajistas prefieren las
cerdas negras porque dicen que imprimen más carácter a la interpretación. Las cerdas, por
sí mismas, no efectúan ningún tipo de agarre en la cuerda cuando se frota, ya que son
muy lisas. Por ello se les aplica una resina pegajosa llamada pez o rosín. El rosín también
es útil para obtener una buena sonoridad y rentabilizar la duración del encerdado del arco.
El arco ha ido evolucionando a lo largo de los siglos. Ya se conocía en las culturas más
primitivas y llegó a Europa hacia el siglo XI. Al principio era una mera vara que se doblaba
por la tensión de las cerdas hacia fuera y que se agarraba por el centro (como un arco de
caza). Prácticamente no hubo ningún cambio hasta el siglo XVII, cuando se incorporó la
nuez al talón para aumentar el peso del arco, además de permitir cambiar la tensión y que
la vara se doble hacia dentro, lo que mejora la calidad acústica. Se cambió la convexidad
del arco a su forma actual en el siglo XVIII. Fueron Tourte y Villaume en el siglo XIX los
que fijaron el arco tal y como lo conocemos ahora.

Materiales[editar]
Al igual que los violines, la tapa de la caja de resonancia suele estar construida con
madera de abeto y se usa madera de arce para el resto, pero también se utilizan otros
tipos de madera, como haya, lenga, sauce o cedro. El puente es de arce. Algunos
violonchelos de baja calidad están fabricados en laminados, y ya se han construido
violonchelos en materiales compuestos, como la fibra de carbono. El mástil y la cabeza
suelen estar fabricados también en algún tipo de madera anteriormente mencionada,
generalmente arce muy veteado para aquellos finos. Las clavijas, el diapasón y el cordal
están fabricados en madera de ébano, aunque en la actualidad cada vez se fabrican más
de algún tipo de madera tintada o de plástico, sobre todo el cordal. Los tensores o
afinadores que se encuentran en el cordal son generalmente de acero, al igual que la pica,
aunque estas últimas en algunos casos se fabrican en fibra de carbono, e incluso algunas
picas se siguen fabricando todavía de madera.

Origen[editar]

Códice Manesse (1305-1340), donde muestra una viola da braccio


Al contrario de lo que se suele pensar, los precursores del violonchelo aparecieron en la
primera mitad del siglo XVII en Italia no como descendientes de la viola da gamba (‘viola
de pierna’), sino que pertenecen a la familia de los violines, y nacieron de la viola da
braccio (‘viola de brazo’), hacia el 1530, apenas unos años después que el violín. Para la
fabricación de estos nuevos instrumentos, usaron características de otros, como el rabel,
aunque este solo tenía tres cuerdas. Está demostrado, además, que no tuvo nada que ver
con la familia de las antiguas violas (como la viola da gamba, por ejemplo), ni en la
construcción, ni en la técnica, ni en la interpretación.
En la primera época, había más instrumentos similares al violonchelo, como por ejemplo
el violón, que se usaba como bajo continuo. Además, había otros
como violonzino o basset, que pertenecerían a la misma familia pero se interpretarían de
distintas maneras o tendrían otros tamaños o número de cuerdas distinto. También existía
la viola d’amore (viola de amor), por ejemplo, cuyo origen es distinto pero que recuerda al
violonchelo en cuanto a su interpretación (con arco) y a su sujeción. Al principio se
sostenía sujetándolo con una cuerda a la cintura, o bien sobre el hombro (da spalla), o
bien entre las rodillas o en el suelo. Había muchos tipos distintos de violonchelos, desde
los tenor, a otros de tamaños mayores, con distintas tesituras y diferentes formas de
sujeción.
Primeras modificaciones[editar]
En el siglo XVII fueron luthiers italianos, como los Maggini, los Amati (de Cremona, uno de
los más antiguos que se conoce es una creación de Andrea Amati, de 1572, llamado El
rey, en honor al rey Carlos IX de Francia, y que cuenta con motivos reales, y que es muy
similar a los violonchelos actuales) o Gasparo da Salò (de Brescia) quienes fueron
variando la forma y tamaño de los antiguos violonchelos.

A la izquierda, un violonchelo barroco, y a la derecha, una viola da gamba, del Museo de la Música
de París.

Muchos de estos violonchelos eran meramente decorativos, como algunos que todavía se
conservan (como los de Amati), pero la mayoría de ellos estaban construidos para ser
usados. A principios del siglo XVIII, Stradivarius normalizó su tamaño, y lo cambió de 80 a
76 cm, muy similar a la talla actual. En la actualidad los violonchelos de Stradivarius son
de los más caros que existen, y ya en su propia época, es posible que los fabricantes de
violines que también fabricaban violonchelos ganaran mucho más dinero con la
construcción de estos instrumentos que con los violines.
Como muestra de su rápida popularidad, en 1680 ya estaba incluido como instrumento fijo
en la Orquesta Imperial de Viena y en 1709, la Orquesta Sinfónica de Dresde ya tenía
cuatro violonchelos. Las primeras obras creadas específicamente para violonchelo, fueron
de Doménico Gabrielli y de Giuseppe Maria Jacchini (c. 1663-1727) hacia 1689.
Durante sus primeros años, hasta la primera mitad del siglo XVIII, estuvo compitiendo por
el repertorio con la viola da gamba, ya que tenían un timbre similar y se usaban sobre todo
como bajo continuo. Algunos de los grandes compositores de la época, como Marin
Marais o Henry Purcell, se negaron a emplear el nuevo violonchelo, usando en su lugar
la viola da gamba y escribiendo expresamente en las partituras que la interpretación
debería de ser para este instrumento.
Luigi Boccherini lo usó en ese siglo ampliamente en un catálogo de casi quinientas obras,
entre sinfonías, conciertos, cuartetos de cuerda, y 184 quintetos (de los cuales 113 son
para dos violoncelos).12

Barroco[editar]

Preludio de la Suite n.º 1 para violonchelo solo en sol mayor, de Bach.

El apogeo del violonchelo comienza durante el barroco. Muchos compositores lo usan de


manera recurrente como bajo continuo de las obras, junto con el clavecín, y ya se empieza
a usar para agrupaciones más pequeñas, dúos, tríos y cuartetos.
Violoncello da spalla[editar]
A Johann Sebastian Bach se le ha atribuido por mucho tiempo la poco verificable creación
de la viola di fagotto o "violoncello piccolo da spalla" [violonchelo pequeño de hombro],
usada por Bach para sus Cantatas de Leipzig), que en su versión de cinco cuerdas sirve
para interpretar su Suite para violonchelo solo n.º 6. Este violoncello piccolo da spalla se
creó para que fuera interpretado por violinistas (poco expertos en la interpretación da
gamba, con el instrumento en vertical y sujeto entre las piernas) ya que se interpretaba
colocado sobre el hombro y el pecho, y tenía un tamaño mayor al de la viola actual.
Algunos investigadores creen que las 6 suites para violonchelo solo en realidad estuvieron
creadas para este instrumento.11
El violonchelo barroco[editar]
Vivaldi ya compuso 27 conciertos para violonchelo, y en la segunda mitad del siglo
XVIII Luigi Boccherini, que además era violonchelista virtuoso, dedicó 12 conciertos a este
instrumento.
Con la gran popularidad que tuvo como bajo continuo, acabó por desplazar totalmente en
este período a la viola da gamba, y se consolidó como instrumento recurrente en
las agrupaciones de cámara.

Cuadro con violonchelo barroco, de Lorenzo Lippi.

El violonchelo que se usó en toda esta época, se llama violonchelo barroco, y es


prácticamente idéntico al violonchelo moderno. Todavía se conservan muchos ejemplares
de este tipo de violonchelo y además se siguen fabricando, ya que los músicos que
interpretan obras barrocas consideran que la sonoridad de estos instrumentos es mucho
más adecuada para este tipo de música. El violonchelo barroco no tenía pica, la varilla
metálica que tienen los violonchelos modernos para sujetarlo al suelo, que resulta mucho
más cómodo para dejar a la mano izquierda la libertad suficiente para las complicaciones
técnicas de las obras posteriores al barroco.
Este efecto se producía porque al estar sujetando el violonchelo con las piernas y con la
mano izquierda, la que crea los distintos sonidos al apretar las cuerdas sobre el mástil,
aumentaba la tensión en esta mano y disminuía la agilidad de los dedos. Además, en esta
época se usaban cuerdas de tripa, no las cuerdas metálicas que se usan ahora, que le
daban una sonoridad completamente distinta. El la de los instrumentos barrocos estaba
afinado en 415 Hz en lugar de los 440 Hz de la actualidad, debido en parte por esas
cuerdas no metálicas y por la menor tensión que sufrían estas. El puente era algo más
bajo y la curvatura de su parte superior era menor, el cuello era más robusto y el mástil
tenía menor inclinación y era más corto. Además, el bastidor del interior era más pequeño.
Este violonchelo barroco hacía que el sonido se proyectara menos.13
Véase también: Música barroca

Clasicismo[editar]
Cuarteto de cuerda n.º 2 op. 33, de Haydn.

En este periodo, Haydn y Beethoven fueron dos de los grandes compositores que
ensalzaron la figura del violonchelo y compusieron gran número de obras para él, ya como
instrumento solista. Además, el violonchelo se consolidó como pieza fundamental, como
bajo, en la inmensa mayoría de cuartetos y tríos compuestos en esta época, y fue utilizado
por prácticamente todos los compositores.11
Grandes salas de conciertos[editar]
A partir del año 1800 es cuando se empezaron a hacer todos los cambios físicos que
dieron como resultado el violonchelo moderno. En esta época, se cambiaron las pequeñas
salas de cámara por grandes salas de conciertos y teatros de la ópera. El violonchelo tenía
ya un gran repertorio como solista, y necesitaba que se proyectara más el sonido para que
se escuchara sin problemas por encima del resto de la orquesta de manera más definida y
que llegara a un público mucho más numeroso que en épocas anteriores.

Romanticismo[editar]
Ya en el siglo XIX es cuando se introduce una de las mayores características del
violonchelo moderno, la pica. Al principio, esta era de madera, y fija, pero permitió que el
violonchelista alcanzase una técnica virtuosística que sin el apoyo de la pica era más
complicado, con lo que las obras para violonchelo también se hicieron cada vez más
complejas.
El romanticismo musical se puede considerar la Edad de Oro del
violonchelo. Schumann, Brahms, Dvořák o Mendelssohncompusieron conciertos para
violonchelo y orquesta, y con el establecimiento de la orquesta sinfónica, el violonchelo
definitivamente se convirtió en el tercer instrumento más numeroso, después del violín y de
la viola.14

Siglo XX[editar]
Durante el siglo XX, se siguió componiendo mucha música para violonchelo, con
compositores como Ravel, Debussy o Shostakovich. Además, a partir de los años 1920, el
violonchelista catalán Pau Casals consigue, con su nueva puesta en escena de las Suites
para violonchelo de Bach, devolver al violonchelo a una posición privilegiada. Aparecieron
grandes intérpretes como Rostropovich o Jacqueline du Pré, así como Anner Blysma con
su violonchelo barroco.
Desde el siglo XX, las mujeres comienzan a ser intérpretes de violonchelo, cosa que no
había ocurrido anteriormente. Durante mucho tiempo, solo las mujeres de clase alta
podían tener acceso a los instrumentos musicales, y no estaba bien visto por la sociedad
la postura de sujeción del violonchelo, entre las piernas, considerándola poco aristocrática.
Existe documentación de otro tipo de posturas adoptadas por algunas mujeres
violonchelistas, sujetando el instrumento de lado. A esto se sumó los prejuicios que
existían contra las mujeres instrumentistas. Pero ya desde los años 1920 aparecen
mujeres violonchelistas aplaudidas y valoradas, como Guilhermina Suggia o Raya
Garbousova.
En los años noventa se utiliza el violonchelo además para música pop, rock e
incluso heavy metal, como el grupo finlandés Apocalyptica, con sus tres (antes cuatro)
violonchelos, y con la aparición del violonchelo eléctrico.

Siglo XVIII[editar]

Cuadro de Molenaer. Se aprecia la posición del violonchelista, con el violonchelo apoyado en el


suelo.

Durante el siglo XVII, prácticamente no hay datos de cómo se desarrolló la técnica del
violonchelo, solo se sabe la posición en la que se tocaba por la iconografía de la época,
con el violonchelo apoyado en el suelo, y separado del instrumentista. Hay bastantes
muestras pictóricas de la época en la que lo muestran, pero no hay ningún documento
escrito.
En el siglo XVIII ya hay evidencias del cambio de posición con respecto al violonchelo, que
pasa de estar apoyado en el suelo, a ser sujetado entre las rodillas, como lo hacían los
violistas de gamba. Esto permitió situar la mano izquierda sobre el mástil de una manera
mucho más natural, y llegar mucho más fácilmente a todas las cuerdas. Además, al
elevarse el violonchelo, fue mucho más fácil la utilización del arco, que de esta manera
podía usarse en su totalidad.
Sí que se habla de la Escuela Clásica italiana de Boccherini, con un sistema técnico básico
que adoptó en sus obras para violonchelo.
Primeros métodos[editar]
El violonchelista Michel Corrette fue el primero en publicar un método sobre la técnica y la
mejora de la misma para chelistas. Fue en el año 1741, y lo tituló Méthode théorique et
pratique pour apprendre en peu de temps le violoncelle dans sa perfection(en
español: Método teórico y práctico para aprender en poco tiempo el violonchelo en su
perfección). Fue el primer intento más o menos concienzudo que se conserva sobre la
técnica chelística. Si existió un método anterior, todavía no ha aparecido o se ha perdido.
Existe un método, de Francesco Scipriani, pero no tiene fecha, así que no se sabe si es
anterior o posterior. Corette fue el primero en plasmar, en su método, la posición de
pulgar (thumb) para las posiciones más cercanas al puente, que fue posible precisamente
por el cambio que supuso elevar al violonchelo del suelo. Además, digita para todas las
cuerdas en la primera posición, y también habla de la media posición.

Cuadro de Zick Januarius. El chelista ya sostiene el violonchelo entre las piernas.

En Italia no le prestaban atención a los métodos y técnicas de estudio, en Alemania se


creía que la única manera de aprender las técnicas del instrumento era la propia práctica.
Mientras en estos dos países no se publicaba nada referido a los métodos, en Francia,
después del manual de Corrette, se publicaron muchos otros, como los de Tillier o
Mutzberger.
Técnica violinística[editar]
Pero hasta entonces, en todos los países, el modelo en cuanto a la técnica instrumental
había sido la técnica del violín, sin tener en cuenta ni las diferencias de postura y tamaño.
Lo que se hizo, fue una postura de transición, en la que para imitar al violín, se usaron los
dedos primero, segundo y cuarto para abarcar la misma distancia que abarcan esos dedos
en un violín (una cuarta), y posteriormente, se dejó ese sistema diatónico por un sistema
semitonal, con el que poder abarcar, con esos mismos dedos, o bien una cuarta, o bien
una tercera. Es también en esta época cuando se producen los cambios de Tourte en el
arco, que deja de tener curvatura convexa y se alarga, y cuando se producen los cambios
posturales en la mano derecha, pasando de sujetar el arco desde abajo con la palma de la
mano hacia arriba, a hacerlo desde arriba con la palma hacia abajo.
Hacia las técnicas modernas[editar]
Luigi Boccherini.

En 1789 aparece un manual del chelista inglés John Gunn, titulado The Theory and
Practice of Fingering the Violoncello. En él, se muestra un primer resumen de la historia y
las técnicas del violonchelo. Además, da consejos del tipo de que para poder dar agilidad a
los dedos, no había que sujetar el mástil con la mano izquierda, así que todo el violonchelo
debía de sujetarse con las piernas. Además, la digitación de los fragmentos de su método
corresponde a una digitación moderna, y ya introduce fragmentos complejos y en
posiciones muy altas del violonchelo.
Jean Louis Duport, violonchelista francés del siglo XVIII, fue el autor de uno de los
primeros métodos para violonchelo que se conocen. Titulado Essai sur le doigté du
violoncelle et la conduite de l'archet, dédié aux professeurs de violoncelle, contenía
innovaciones de la técnica del violonchelo bastante importantes. Una de las aportaciones
más interesantes de su obra, fue el asentamiento de la técnica de digitación y técnicas
digitales. Además habla de extensiones, de dobles cuerdas, de intervalos, está totalmente
digitado y es posiblemente el que pone las bases de la técnica violonchelística del siglo
XIX.
Otros violonchelistas de este siglo, como Dotzauer o Kummer también abogan por
abandonar definitivamente las posiciones del violín, y adoptar la digitación moderna.

Siglo XIX[editar]
Adrian Servais, con su violonchelo Stradivarius.

En 1846 existe la primera constancia del uso de la pica. Fue el violonchelista y compositor
belga Adrien François Servais, aunque parece que ya existen documentos de años
anteriores recomendando el uso de un soporte para que lo usaran los principiantes.
El violonchelista Piatti se trasladó a Londres, donde se empezó a crear una escuela con
otros varios intérpretes, como Leo Stern o Robert Lindley. La escuela francesa, con sede
en París, disminuyó su influencia e importancia que tuvo en años anteriores, aunque tuvo a
algunas figuras como Auguste Franchomme y Chevillard. Nicolas Platel, discípulo de
Duport, fue el creador de la Escuela de Bruselas, en donde Servais empezó a dar clases y
donde empezó a destacar. Heredera de Servais y de Franchomme es la escuela
violonchelística madrileña, iniciada por Víctor Mirecki y que da sus mejores frutos ya en el
siglo siguiente.
Pero fue en Alemania, durante todo este siglo, donde se crearon las principales corrientes
artísticas y técnicas, y en donde se empezaron a desarrollar las modernas técnicas de
interpretación.

Siglo XX[editar]
Durante todo el siglo XX, los violonchelistas han conseguido aumentar el registro del
instrumento, llegando a competir en brillantez con el violín. Para conseguir mejores
sonidos, algunos violonchelistas empiezan a utilizar picas más largas, o picas dobladas,
como hacen Paul Tortelier o Mstislav Rostropóvich, para conseguir mejor sonoridad al
elevarse el instrumento, que hace que con la mano derecha, con el arco, esté en una
posición más natural, y que la izquierda, pueda bajar a lo largo del diapasón para
conseguir notas más agudas con mejor proyección. En este siglo, la técnica de la izquierda
se ha depurado hasta el punto de poder interpretar piezas tan virtuosísticas como lo podría
hacer un violín. La utilización de las cuerdas metálicas, también influyó mucho en el tipo de
conciertos que se iban a dar, y en las técnicas utilizadas para conseguir sonidos cada vez
más brillantes.
Es en este siglo cuando finalmente se considera a la técnica como la base fundamental
para la interpretación, no solo del violonchelo sino en general de todos los instrumentos, y
forma parte esencial del estudio del instrumento, y su enseñanza se empieza a
estandarizar en todos los conservatorios del mundo.
Pau Casals no solo fue uno de los grandes violonchelistas de la historia, sino que
consiguió equiparar al violín y al violonchelo como instrumentos solistas. Gracias a su
labor técnica, las posibilidades del violonchelo se aumentaron considerablemente. Él
destacó sobre todo la importancia de los matices en la musicalidad global de la obra. Su
redescubrimiento de las 6 suites para violonchelo solo de Bach, y la reinterpretación que
hizo de ellas, sentó las bases para una nueva generación de violonchelistas.
Eisenberg, discípulo de Casals, fue otro de los últimos grandes teóricos del violonchelo. Su
gran contribución fueron sus conceptos sobre la anticipación en la interpretación, como en
el momento en que ejecutas una nota, tu mano tiene que estar preparándose para la
siguiente.

Bibliografía

1. Rachel Beckman, «A Human Voice From a Cello's Strings», The Washington Post, 19 de
octubre de 2006 (artículo en inglés)
2. ↑ «The cello's perfect partner: the human voice», The Guardian, 27 de octubre de 2011
(artículo en inglés)
3. ↑ violonchelista. Diccionario de la Real Academia Española
4. ↑ violoncelista. Diccionario de la Real Academia Española
5. ↑ chelista. Diccionario de la Real Academia Española
6. ↑ Saltar a:a b violoncelo. Diccionario de la Real Academia Española
7. ↑ violonchelo. Diccionario de la Real Academia Española
8. ↑ chelo. Diccionario de la Real Academia Española
9. ↑ violón. Diccionario de la Real Academia Española
10. ↑ Niria Ramos Marín (31 de marzo). «Talleres de chelo y viola en el Cinart». El siglo de
Torreón. Consultado el 23 de septiembre de 2008.
11. ↑ Saltar a:a b c d e f Asociación cultural Nueva Acrópolis El Salvador (2004). «Instrumentos
de una Orquesta Sinfónica». Archivado desde el original el 27 de septiembre de 2008.
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12. ↑ http://www.hagaselamusica.com/ficha-compositores/clasicismo/boccherini-luigi/
13. ↑ Claudio Baraviera (26 de mayo). «El violonchelo barroco en Europa». Ayuntamiento de
Rota. Consultado el 23 de septiembre de 2008.
14. ↑ Erick Alba (24 de noviembre). «Muestra del romanticismo germano con el quinteto italiano
Camerata Opera Ensamble». La Jornada Michoacan. Archivado desde el original el 28 de
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18. ↑ Klaus A. Warkentin (2000). «Los orígenes de la orquesta». AulActual. Archivado desde el
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19. ↑ classicalguitarvideo.com (2007). «La tecnica de la guitarra clásico: Pizzicato». Consultado
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20. ↑ Silvia Sánchez Ferre. «Violonchelo y piano». Consultado el 23 de septiembre de 2008.

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