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El bandoneón es un instrumento musical de viento, libre (o de lengüetas libres) a fuelle,

pariente de la concertina (en alemán konzertina), de forma rectangular, sección cuadrada


y timbre particular. Su nombre original en alemán es bandonion, pero su castellanización
en el Río de la Plata estableció la palabra "bandoneón" para denominar al instrumento en
español.1
Fue diseñado inicialmente en Alemania como evolución de instrumentos de lengüetas
sueltas (free-reed) anteriores, como la concertina u otros. Se dice que su uso fue
inicialmente como órgano portátil para ejecutar música religiosa; de ahí su sonido sacro y
melancólico único. Al llegar al Río de la Plata de la mano de marineros e inmigrantes, fue
adoptado por músicos de la época y fue así como colaboró en la formación del sonido
particular del tango rioplatense, constituyéndose en un verdadero símbolo de éste. En la
ciudad fronteriza de Leticia, en Colombia, se toca este instrumento, siendo esta localidad
el centro del eje musical fronterizo-amazónico.
Es muy utilizado en el Río de la Plata, particularmente en Buenos
Aires, Rosario y Uruguay, por la vinculación de este instrumento con el tango. También es
popular en la Mesopotamia argentina por su utilización en el chamamé, particularmente en
la provincia de Corrientes.
En otras provincias argentinas también marcó su influencia, como en Santiago del
Estero en la chacarera y Salta en la zamba entre otras. Y en otros géneros musicales que
se encuentran a ambas márgenes del Río de la Plata, como por ejemplo la chimarrita, o
chamarrita, o inclusive "valses criollos" que también forman parte de la música de "las
milongas" tanto en Uruguay como en Argentina.
El desarrollo y evolución del bandoneón son bastante inciertos, pero se puede destacar
como grandes colaboradores en el diseño del mismo a Carl Friedrich Uhlig (1830) y Carl
Zimmermann (1849). El nombre proviene del alemán bandonion, y éste es un acrónimo
de Heinrich Band (1821-1860), quien fue uno de los primeros en dedicarse a
comercializarlos.
El músico ejecutante de bandoneón recibe el apelativo de bandoneonista. En la jerga del
tango se denomina "bandoneonista cadenero" al ejecutante que literalmente se lleva con él
de atropellada toda la orquesta, que con un gesto o una mirada termina uniendo a todos
los instrumentos y me los lleva con él en el bandoneón.2
Además de la notable diferencia tímbrica entre el bandoneón y el acordeón y otros
instrumentos de lengüetas sueltas (free-reed), el bandoneón utiliza botones en lugar de
teclas, por lo que se habla de botoneras en lugar de teclados. Los botones están hechos
de galatita.
El bandoneón utilizado en ambos países tangueros, Argentina y Uruguay, se conoce
como Rheinische Tonlage 38/33. Estas dos cifras significan que consta de 38 botones para
el registro agudo (discante) y 33 para el grave (bajo): un total de 71 botones. Existe una
cantidad asombrosa de variantes y modelos de bandoneón, y cada uno tiene su historia.
Técnicamente, el bandoneón posee botonera cuádruple, ya que cuando se abre el fuelle
cada botón oprimido genera un tono y cuando se cierra el fuelle el mismo botón emite otro
tono. Por lo tanto, es necesario aprender la ubicación de 71 tonos abriendo el fuelle y otros
71 cerrándolo.
Para cada botón existe un sistema de lengüetas —voces de acero remachadas a un
soporte (llamado peine) de zinc, aluminio o de duraluminio (este último en los
bandoneones de inferior calidad)—, similar al de la armónica. El número 142 no se refiere
a la cantidad de botones (que son solo 71 en los modelos utilizados en Uruguay y
Argentina) sino al número de tonos que generan las lengüetas (free reeds)
De fábrica, la afinación del bandoneón es de A4 = 435 Hz. El símbolo inglés A4 representa
el la4 (el la3 en notación franco-belga, que es el tono la en la cuarta octava (en
el piano ese la se encuentra cinco teclas blancas a la derecha del do central).
En 1859, el gobierno de Francia dictó una ley para establecer un patrón de diapasón de
uso obligatorio en los establecimientos musicales autorizados por el Estado. Fue el primer
intento de estandarizar las afinaciones y evitar el caos de afinaciones de lugar en lugar,
sobre todo por el problema que representaba alterar la afinación en instrumentos
como pianos, órganos, etc. El diapasón estándar era A4=435 Hz (o sea que el la4 era
435 hercios). Los bandoneones que llegaban al Río de la Plata estaban afinados en
435 Hz, original de fábrica, acá se subían a 442 Hz que es la afinación estándar del
bandoneón que aún se mantiene. Así lo explicaban los grandes afinadores Romualdi y
Fabiani, el 442 Hz es apenas una coma más alta del 440 Hz que no interfiere con el resto
de los instrumentos temperados, así el bandoneón brilla con todos sus armónicos... es
440 Hz brillante.
La ley se volvió un estándar de afinación bastante popular aún fuera de Francia (por
ejemplo en Alemania). Cuando en 1864 aparecieron los primeros bandoneones marca
ELA, la norma de afinación francesa ya tenía cinco años de vigencia, por lo que los
bandoneones se afinaron así y se especificaron las siglas NA (Normales Abstimmen,
en alemán) para especificar que la altura de la4 era 435 Hz.

Bandoneón alemán marca Cardenal, fabricado aproximadamente en 1920 por ELA para la empresa
Hohner, abierto, curvado, mostrando el fuelle.

Los modelos de bandoneón que llegaron a al Río de la Plata, (de las dos fábricas más
conocidas: ELA y Doble A) de 142 voces y aún los de 152 voces, tenían dos notas bajas
en el teclado izquierdo: sol en la parte superior y la en la parte inferior, pertenecientes a la
octava que se encuentra por debajo del do más grave del bandoneón. Estas dos notas no
tenían aplicación práctica, ya que estaban una octava más bajas que todo el resto del
teclado.
En el año 1955, ISO propuso que en todo el mundo el la4 no tuviera 435 Hz sino 440 Hz.
La razón era que en experimentos con ondas en condiciones de laboratorio, los 440 Hz
eran más sencillos de reproducir que los 435 Hz.
En Argentina, algunos músicos prefirieron aprovechar el cambio completo de afinación
para cambiar esas dos notas a fa y mi de la octava del do grave, respectivamente,
quedando fa arriba del teclado y mi sobre el final hacia el lado del frente. De esta manera
el teclado quedaba completo para estudiar abriendo.

Otra vista del mismo bandoneón Cardenal.


Algunos bandoneonistas cambiaron también el si cerrando el fuelle de la última octava alta
del teclado grave por la cerrando, para que el teclado quedara más coherente. Pero de
dicha manera se perdía el si, ya que en el teclado bajo esa nota no existe «abriendo». Por
eso en algunos instrumentos quedaron cambiadas dos notas y en otros tres.

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