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CONVIVENCIA, DESARROLLO HUMANO Y MODERNIDAD

El estado de bienestar o Malestar de la sociedad chilena actual desde el PNUD.

La sociedad chilena actual desde un estudio del PNUD se caracteriza por un


malestar que es visible hasta en nuestra actualidad: la desconfianza. La
coordinación de conversaciones y por lo tanto de su actuar operan bajo el principio
de la desconfianza. El PNUD, realizado por Ortega, habla de que no confiamos en
los dirigentes, los líderes, la justicia legal y laboral. No confiamos en las instituciones
comerciales ni de salud, en la organización educativa. Nuestro mundo está cruzado
por este sentimiento, y que se expresa en un modo chileno, de resguardar y tener
cuidados para que este sentimiento no tome una visualización manifestada, sino
que se esconde bajo los procedimiento, el operar revestido de comportamiento
normal y “objetivo”. Este estado de ánimo, nos dirá Rafael Echeverría trae una serie
de consecuencia cuyos identificadores serán la resignación y el resentimiento.
Fernando Flores nos dirá del malestar y sufrimiento en todo orden organizacional y
sectores de la vida nacional.

Sin embargo recurrimos a todas estas esferas contextuales, vivimos en ellas y


logramos vías de un placer más fugaz pero efectivo a la hora de compensar los
sentimientos anteriormente descritos. Hay una brecha significativa entre lo que
sentimos y el espacio en que operamos. Por eso uno de los objetivos de este
trabajo, es distinguir aquellos espacios de logro y de malestar, para colocar allí una
interpretación aristotélica en cuanto esta tenga validación en uno u otro segmento
de nuestro comportamiento total como sociedad.

Los logros nacionales tienen presencia, y no es menester de nuestro trabajo aquí,


generar solo una visión del malestar, es más, la intencionalidad y objeto de este
estudio, es encontrar aquellos puntos de redes sociales, donde lo humano aflora.
La economía nacional ha puesto un ejemplo a nivel de América Latina. Tengamos
reparos o no frente a este alcance, el hecho es que se mira a Chile entre los países
latinoamericano como el más estable económicamente. Al interior esto, sucede es
que el porcentaje de sector de escasos recursos que entran al nivel de clase media

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baja, es bastante significativa. Su entrada al mundo de clase media, significa
también adelgazar la línea de marginalidad, y por lo tanto de acceso a la educación
y salud.

Todo esto sucede por una capacidad enorme de voluntad por las personas
trabajadoras, de ordenamiento y ejercicio de su autorregulación para convivir. La
mujer ha salido al campo laboral, aunque es necesario decir que este dato no es un
índice de igualdad de oportunidades, sino por la fuerte presencia de una necesidad
salarial, más guiada por alcanzar un nivel de consumo, más que por una condición
reconocida de su género, sin embargo a la vez este factor, potencia la economía y
la presencia a un mundo laboral que busca expresar su factor humano.

Lo que hay atrás de esa percepción de Chile hacia el exterior y movimiento interno,
está construido en base a un enorme esfuerzo de la fuente laboral, y tomamos aquí
esta consideración que pareciera contradictorio con lo antes dicho, pues lo que
queremos señalar es la capacidad de una cultura nacional en mejorar, quizás su
respuesta más elocuente es lo económico y la subida de su poder adquisitivo, sin
embargo estos niveles de resultados económicos interesantes, se circunscribe a un
comportamiento de emprender un avance conjunto en cuanto al perfil laboral

Enfoques, caminos y tareas para el desarrollo humano de nuestra sociedad


como Felicidad integral

La existencia de una amplia gama de condiciones para alcanzar la Felicidad como


un todo integral, en nuestra sociedad chilena actual, requiere una focalización de
conceptos a relacionar, su concepto de polis, la autárkeia como polis y Política
(politeia) como vía del alcance de una conducción hacia el fin supremo que es la
Eudaimonía.

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El Filósofo estudia y deduce, en su trabajo por ordenar y dar un sentido a la
organización humana y sus gobiernos, que es la politeia el camino, la ruta para
alcanzar la Eudaimonía, y esta ruta tiene condiciones para alcanzar ese arte de
gobernar, por ejemplo nos plantea, en nuestra interpretación, el Nous como una de
las condiciones para hacer de el trabajo desde la reflexión, desde el pensar, desde
el político que es capaz de comprender los problemas fundamentales para lograr
caminos de mejoramiento y este estado se alcanza con el diálogo (conversaciones),
el Nous en este caso es una Noesis, pensamiento de pensamientos. Se busca no
solo un pensar dialogado, sino el mejor de ellos, aquel que significa extraer de lo
mejor, lo excelente. Desde el logro de este pensar, pueden generarse leyes
cristalizadoras de una ciudadanía reflejante de tal ejercicio, la Polis por lo tanto se
vería beneficiada y tendría además un liderazgo que como espacio cultural, ético y
político quisieran participar.

Esta propuesta del filosofo, nos hace pensar que uno de los compromisos
estratégicos del hombre político que logra esta condición, la realiza en un contexto
de mucha selección y diálogo mirado y aplicado desde una ética que a toda prueba
represente el deseo de mejorar la vida de su Polis, su mejor forma de sociedad, el
ideal de Perfección.

Nuestra comprensión en este trabajo sobre la contemplación será entendida como


reflexión participativa, el diálogo (conversaciones), la interpretaremos aquí, como
un pensamiento ligado profundamente con su práctica y a la vez realizada, no como
un ejercicio desligado de ella. Un Diálogo entre expertos comprometidos tanto en
su ética (su nous) y como en su polis. La Polis no es un mapa sobre el cual se
dirime, es menester encontrar la mejor interpretación de sus necesidades, pues solo
conociendo lo que es y vive, la contemplación se hace necesaria sobre esos
asuntos, como a la vez del contexto presente de la Polis, se la conduce hacia un
progreso.

Aristóteles, no escribe en una sala apartada del mundo, sino que también
participación activa, de ahí su relación con emperadores, Filipo I y II. Que si en
palabras toscas lo traemos a la actualidad podría ser un similar de un consultor

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grandioso. Desde la mirada de Jonathan Barnes (1982), Aristóteles integra
sociedad, pensamiento, hombre social, ética de una manera holística, más mirada
como un proceso que como la autoridad cerrada de un Filosofo autócrata, como
algunos autores interpretan. La virtud del Intelecto, el Principio del Justo Medio, la
Contemplación y el ejercicio de la virtud en el gran proceso de la Felicidad, donde
incorpora en detalles el comportamiento de gobierno hacia la Polis, son los
referentes esenciales de nuestro trabajo.

Aristóteles nos habla tanto de la clase política establecida y del ciudadano, en los
dos la Contemplación y la Felicidad Suprema son pocas veces alcanzables, antes
de ello, se requiere tener la Prudencia como una experiencia conductora hacia el fin
supremo.

Respecto a nuestra sociedad, en el PNUD 2012, encontramos las siguientes


palabras:

“Hoy está en marcha una conversación pública global relativa al desarrollo.


Diversos actores plantean cada vez más la necesidad de poner atención a
otras dimensiones además del crecimiento económico (o del modo tradicional
de concebirlo), lo cual implica afinar los objetivos, los puntos de llegada, el
horizonte normativo, incluso las mediciones estadísticas; obliga a asumir en
la acción pública aquello que “importa en última instancia” cuando se aspira
al desarrollo”

En este contexto, la posibilidad de incorporar la felicidad de las personas como un


objetivo más del desarrollo está cada vez más presente en la discusión pública
internacional. Diversos países y líderes han comenzado a dar importancia a las
consideraciones asociadas a la evaluación que las personas hacen de sus vidas
como un objetivo políticamente relevante. Aunque de manera incipiente, esta
conversación también se ha instalado en la sociedad chilena” (PNUD CHILE.
Desarrollo Humano en Chile. Bienestar Subjetivo: el desafío de repensar el
Desarrollo. (2012). Página 16 al 28. Santiago, Chile)

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Como referente el PNUD, indica en simples palabras que lo que preocupa en la
conversación pública es la necesidad de hacer visibles aquellas necesidades
profundas del sentir, de convivir cuando se quiere lograr el Desarrollo Integral. Para
alcanzar a este es necesario, sin desprenderse del Desarrollo Económico, dar una
mirada a lo que humanamente sentimos como cultura, y no como un producto más
de la cadena económica. La Felicidad es un tema necesario, desde hace una
década atrás, para lograr relevancia en la importancia del balance con que se
evalúa, esta comunidad llamada Chile. Mencionado como “un objetivo políticamente
relevante”. Y no es una situación solo de Chile, sino una preocupación global. Una
conversación instalada en Chile.

Una propuesta diseñada desde estas dos miradas (Aristóteles, PNUD) contempla
una serie de aspectos, primero una convocatoria representativa de los más diversos
sectores, para introducir las preocupaciones, el malestar de nuestra cultura chilena
y los logros de esta misma. Instalar una conversación comunitaria para elucidar
aquellos aspectos a considerar desde esta subjetividad. La pregunta extensa y
profunda es, ya planteada hace algunos años atrás: ¿Qué sociedad queremos
construir y en la que queremos vivir?

La demanda por responder el Estado de Felicidad que queremos lograr, apunta


hacia la creación de otra cultura política, tanto para la ciudadanía como
especialmente la cultura política de los líderes que representan la conducción
legislativa y educacional chilena (educacional en términos de aprendizajes y
conversaciones sociales, políticas y culturales), en el fondo esto es plasmar un
nuevo enfoque desde lo virtuoso y por sobre todo la educación, desde el Bien que
como dice Aristóteles conduce a la Felicidad.

Desconfianza, individualismo, escepticismo, resentimiento, resignación son temas


necesarios para crear un balance casi urgente, de hallar una solución. Solución y
mejoramiento se gestan a partir recurrir a otras subjetividades, aquellos pensadores
que están especializados en enfoques distintos y más sanos socialmente.

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También nuestro trabajo contempla la necesidad de hacer emerger la condición
cercana, vivida como experiencia y propias de la Felicidad aristotélicas, eje
inspirador, y nuestra antropología de sociedad y cultura.

El gran atributo del Nous aristotélico indica como es necesario un vínculo profundo
consigo mismo, desde el cuál creamos las experiencias comunitarias y sus redes
sociales. Los liderazgos actuales si bien tienen la intencionalidad de mejorar, no se
escapan de ejercer sobre reivindicaciones económicas, cosa fundamental, sin
embargo al partir de la comprensión del Filósofo, no olvidemos que hoy la presión
consciente y muchas veces oculta es por lograr la Felicidad integradora.

Ontología del Espacio Social o Vida Cotidiana

El concepto de Felicidad se ha comprendido por mucho tiempo como un estado


interior, perteneciente a la capacidad y práctica de un individuo y que se manifiesta
en la realización, satisfacción y actitudes beneficiosas para consigo mismo y los
demás. Es decir sucede en el espacio individual de cada ser humano estableciendo
un nexo indirecto con lo social y colectivo. A modo de ordenamiento la estructura
queda entre un Quién y un Dónde determinado por la individualidad.

Sin embargo, el ser humano que experimenta este estado, puede ser comprendido
como un sujeto biográfico y esta biografía se construye por sus antecesores
familiares que a su vez recogieron los pensamientos, comportamientos y modos de
ver el mundo de otros. Comprender a una persona en su individualidad, refiere a
considerar sus particularidades, pero no explica la interrelación y aprendizaje de un
sujeto arraigado en un contexto particular y de las relaciones que ha sostenido y
sostiene con los demás.

Esta visión es planteada por Alfred Schutz, sociólogo, cuando habla acerca de la
realidad cotidiana y el sujeto biográfico.

Alfred Schutz influenciado por la Fenomenología de Husserl, señala el espacio


social en donde los fenómenos ocurren y estructura como concepto la “vida
cotidiana”, es un escenario de espacio y tiempo donde se manifiesta la cultura, lo
político, lo artístico, lo religioso o espiritual, sin grandes elaboraciones, donde las

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experiencias son cercanas y familiares. Forma parte el estrato social y el fenómeno
de la identidad. Para él, la vida cotidiana “habla por sí misma” sin las
conceptualizaciones que pueden imponer rigor académico en el uso de sus
significaciones.

“Tanto la situación como el acervo de conocimiento tienen una historia. Este


último es producto de experiencias sedimentadas en él; la primera es el
resultado de situaciones anteriores…En general podemos partir de la
premisa de que la situación se define mediante la inserción de la existencia
individual en la estructura ontológica del mundo. El carácter biográfico de la
situación presente constituye un elemento del mi acervo de conocimiento”1

El ser humano desarrolla su vida en una situación, donde la existencia individual se


construye en las redes y sistemas de la estructura ontológica del mundo. La
situación se compone de la casa en que se vive, de la familia que se tiene, de las
creencias, estereotipos que se aprenden a la vez del mundo que le circunda, su
época, las tecnologías, las instituciones que elaboran a la vez un estilo de pensar y
de hacer. Esta situación de ambas estructuras, la personal y la del mundo se
interrelacionan, se condicionan, se influyen, generan identificación o diferenciación,
no son estrictamente determinantes pero si elaboran la malla ontológica en que se
urde el espacio personal.

La estructura ontológica referida tiene su fundamento en la filosofía de Husserl y la


de Heidegger. Habermas2 describe

“Cuando la interpretación del sentido del ser se nos convierte en tarea, el


Dasein no es solo el ente al que primero hay que preguntar, sino que es
además el ente que ya en su ser se enfrenta con aquello por lo que se
pregunta en esa pregunta”3

1
Schütz, a. y Luckmann, t. 2009. Las estructuras del mundo de la vida. 2ª. edición. Buenos Aires: amorrortu.
Página 41.
2
Habermas, Jürgen. El discurso filosófico de la Modernidad. (1985/2008). Katz Editores. Buenos Aires.
Madrid. Página 164
3
Heidegger, Martin. Ser y Tiempo. 1927/1949, 47 s.

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La conciencia intencional es temporalidad, sucede en un “estar ahí”

Por otro lado esta estructura ontológica del mundo, tiene un pasado que le
antecede, un presente y orienta el dónde ir, la estructura ontológica del sujeto, existe
en este gran escenario pero se constituye como forma de realidad en su vida
cotidiana. Y el factor que hace posible la dinámica de estas interrelaciones, que la
cultura y el mundo tome sentido en su quehacer es a través de las significaciones.
Da significado a su quehacer, comunica estos a otros y los recibe de otros, y los re-
ordena en su lenguaje.

“Mundo de la vida cotidiana significará mundo intersubjetivo que existía


mucho antes de nuestro nacimiento, experimentado e interpretado por Otros,
nuestro predecesores, como un mundo organizado. Ahora está dado a
nuestra experiencia e interpretación. Toda interpretación de este mundo se
basa en un acervo de experiencias anteriores a él, y la que nos han trasmitido
nuestros padres y maestros, que funcionan como un esquema de referencia
en la forma de conocimiento a mano” (Schutz 1962/1995, página 198)
(Página 90 de Introducción a la Psicología Social Sociológica. José Álvaro
Estramiana. Alicia Garrido Luque. Inge Schweiger Gallo. José Ramón
Torregrosa Peris. Editorial UOC. 2007. Primera Edición. Barcelona) (ebook)

La Felicidad ocurre en la vida cotidiana del sujeto biográfico y en la interrelación con


la estructura social y ontológica del mundo.

El Bienestar Social como Felicidad

El Bienestar Social aparece como concepto definido y organizado por el economista


inglés y Arthur C. Pigou (1877-1959) en su libro “Economía del Bienestar” (1920)
centrado en el desempleo de aquella época y bajo los conceptos de el nivel de
ingresos en cuanto investiga que el producto nacional puede lograr Bienestar en el
equilibrio a través del crecimiento y desarrollo como calidad de vida y señala la
diferencia entre los costes marginales privados y sociales apelando a la tarea del
Estado para promulgar políticas de subsidio.

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Con ello se abre un lento movimiento en los años 60 de preocupación por la calidad
de vida que decanta en la década del 70 en la ONU cuando de manera oficial señala
la necesidad de crear indicadores sociales en las políticas económicas4 en los
gobiernos del mundo. Este es el recorrido hacia un nuevo paradigma económico,
pero que al mismo tiempo rebasa lo estricto de lo económico y se enlaza con las
personas representadas en lo social como una diferenciación necesaria en el
análisis de desarrollo económico de los países.

Es Amartya Sen (1933- ), economista y filósofo hindú, quien contribuye con sus
estudios a profundizar las ideas de Kenneth Arrow. Sen declara la importancia de re
orientar la economía en los preceptos morales como la justicia y la cultura:

"Los códigos morales son parte integral del funcionamiento económico, y


pertenecen de manera destacada a los recursos sociales de una comunidad.
La economía moderna ha tendido a abandonar totalmente estos aspectos de
los sistemas económicos. Hay buenas razones para intentar cambiar ese
abandono y reintroducir en la corriente principal de la ciencia económica este
componente crucial de la actividad de una economía. Efectivamente, queda
mucho por hacer"5

La consideración de los Recursos Sociales en una comunidad, señala el ser e


identidad de las personas que viven la red social en la cual la economía sucede,
donde se aplica, sucede y participa. La mirada económica no está exenta de una
filosofía política y moral parte de paradigmas ideológicos que se basan en una
interpretación del mundo. Los cálculos económicos no son en estricto rigor una
fórmula de objetividad general, sino que pertenecen a quienes las construyen y que
dependiendo de esta interpretación del mundo, se orientarán hacia los objetivos que
tal ideología persigue.

4
Actis di Pascuale, Eugenio. BIENESTAR SOCIAL: Un análisis Teórico y metodológico como base para la medición
de la dinámica histórica en la Argentina.
5
Álvarez, Juan Francisco. Teorías Políticas Contemporáneas. “Capacidades, libertades y desarrollo: Amartya
Kumar Sen. 2001. Tirant lo blanch, Valencia, pp. 381-396. Rescatado en:
http://e-spacio.uned.es/fez/eserv.php?pid=bibliuned:124&dsID=sen2001.pdf

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Aristóteles en su estudio del Ser y sus categorías menciona que “El Ser se dice de
muchas maneras”, dejando constancia que no es unívoco ni unidimensional. Donde
“la substancia es aquello que no se da en el sujeto, sino que es ello mismo sujeto”
Las significaciones del Ser son tan variadas como sus categorías. Puede
interpretarse este pensamiento filosófico como una aclaración respecto a la
existencia como componente individual que alcanza y enlaza su existencia en la
manifestación colectiva y social que constituye también un ser con sus propias
categorías en cuanto a comunidad.

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