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LA CONSTITUCIONALIZACIÓN DE EUROPA
LA CONSTITUCIONALIZACIÓN DE EUROPA
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES JURÍDICAS
Serie ESTUDIOS JURÍDICOS, Núm. 65
Coordinador edito
torial:
rial: Raúl Márquez Romero
Edición y formación en computadora: Wendy Vanesa Rocha Cacho
PETER HÄBERLE
JÜRGEN HABERMAS
LUIGI FERRAJOLI
PETER HÄBERLE
JÜRGEN HABERMAS
LUIGI FERRAJOLI
ERMANNO VITALE
LA CONSTITUCIONALIZACIÓN
DE EUROPA
MIGUEL CARBONELL
PEDRO SALAZAR
Editores
VII
La constitucionali zación de Euro pa, edita-
do por el Instituto de Investigaciones Jurí-
dicas de la UNAM, se terminó de im primir
el 1o. de septiem bre de 2004, en los talle-
res de Impresión Comunicación Gráfica,
S. A. de C. V. En esta edición se em pleó
pa pel cultural 57 x 87 de 37 kgs. para los
interiores y cartulina couché de 162 kgs.
para los forros. Consta de 1,000 ejem plares.
PRÓLOGO
LAS ENSEÑANZAS
1
PRÓLOGO
LAS ENSEÑANZAS
DE LA CONSTITUCIONALIZACIÓN EUROPEA
Y SUS PROTAGONISTAS INTELECTUALES
I. I NTRODUCCIÓN
1 Cfr. Huntington, S., La tercera ola: la democrati zación a finales del si-
glo XX , Barcelona, Paidós, 1998. El tino de este autor al proponer esta fórmula
es indiscuti ble aunque el resto de sus tesis (pasadas y futuras) están marcadas
por el conservadurismo, la visión im perial y no pocos destellos de racismo cul-
tural que nada tienen que ver con el ideal democrático tomado en serio. En este
sentido, cfr. Huntington, S., “The Hispanic Challenge”, Foreing Policy, marzo-
abril de 2004.
1
2 MIGUEL CARBONELL / PEDRO SALAZAR
2 En junio de 2004, el Conse jo Euro peo (integrado por los jefes de Estado
y de go bierno de los países miem bros de la Unión Eu ro pea) aprobó un primer
texto constitucional que de berá ser ratificado por los veinticinco países miem-
bros. En algunos casos dicha ratificación de berá someterse a un referéndum
po pular; en otros se buscará únicamente la ratificación parlamentaria.
4 MIGUEL CARBONELL / PEDRO SALAZAR
18 Véase, so bre esto, el ca pítulo VII, titulado “El conflicto actual de los
paradigmas del Estado li beral y del Estado social de derecho (a pro pósito del
libro de J. Ha bermas, Facticidad y validez )”, del li bro de Tomás Ramón Fer-
nández, De la arbitrariedad de la administración, 3a. ed. am pliada, Madrid,
Civitas, 1999.
19 Véanse las observaciones, en el mismo sentido, de Torres Muro, Igna-
cio, “Ha bermas jurista. Una lectura de Facticidad y validez ”, Estudios de teo-
ría del Estado y derecho constitucional en honor de Pablo Lucas Verdú, Ma-
12 MIGUEL CARBONELL / PEDRO SALAZAR
28 La falta de realismo es una de las críticas que se le hace con frecuencia
a Ferra joli; por ejem plo por Danilo Zolo, Mario Jori y Anna Pintore en Los
fundamentos de los derechos fundamentales, cit., nota 21, pp. 99, 132 y 246,
entre otras. El autor, sin em bargo, res ponde de forma contundente y, creemos,
convincente a estas críticas, en la p. 337.
PRÓLOGO 17
30 Cfr. Vitale,
E., Derechos y paz. Destinos individuales y colectivos, Mé-
xico, Fontamara, 2004.
PRÓLOGO 19
32 Valles pín, “Ha bermas en doce mil pala bras”, op. cit., nota 12, p. 60.
33 So bre este punto pueden verse las interesantes observaciones de Ales-
sandro Pizzorusso, Il patrimonio costitu zionale euro peo, cit., nota 7.
22 MIGUEL CARBONELL / PEDRO SALAZAR
Miguel CARBONELL
Pedro SALAZAR
EL ESTADO CONSTITUCIONAL EUROPEO*
Peter HÄBERLE
I. I NTRODUCCIÓN
23
24 PETER HÄBERLE
6 “Der deutsche Staat im Jahre 1945 und seither”, VVDStRL, 13, 1955, p.
27 (37 y ss.).
7 Cfr. mi tra ba jo “Das Staatsge biet als Pro blem der Verfassungslehre”, FS
Batliner , 1993, pp. 397 y ss.
8 En relación con los países en vías de desarrollo, cfr. mi “Studien über die
Entwicklungsländer und Kleinstaaten”, Rechtsver gleichung..., cit ., nota 1, pp.
791 y ss.
28 PETER HÄBERLE
“No todo el poder del Estado procede del pue blo” decía Stern-
berger, y Brecht cuestionó la conocida fórmula clásica (“todo el
9 Cfr. mi estudio “Die Freiheit der Kunst in kulturwissenschaftlicher und
rechtsvergleichender Sicht”, en Lerche et al., Kunst und Recht , 1994, pp. 37 y ss.
10 Cfr. mi tra ba jo “Nationaler und internationaler Kulturgüterschutz”, en
Fechner, F. y Oppermann, T. (eds.), Kultur güterschutz , 1995, pp. 91 y ss.
EL ESTADO CONSTITUCIONAL EUROPEO 29
4. El “ jurista europeo”
Jürgen HABERMAS
45
46 JÜRGEN HABERMAS
1. Justificaciones
2. Dilemas
de be ser controlado por ninguna autoridad política. Eso no corres ponde a los
hechos”. Touraine, A., “La sé paration de l’Etat et de la Nation”, Cultures en
Mouvement , núm. 35, mar zo de 2001, p. 22 [N. del T.].
25 “De bemos aceptar el de bilitamiento del princi pio tradicional de unifica-
ción de la sociedad, evitando al mismo tiem po una oposición com pleta entre
vida económica y li bertad de elección cultural. Pero tenemos necesidad de con-
trolar la violencia en los dos casos. Es necesario, entre ambos, un es pacio pú-
blico y un sistema político institucional que, yo pienso, al menos durante un fu-
turo próximo corres ponderá al es pacio nacional más que a cualquier otro”.
Touraine, A., op. cit ., nota anterior, p. 23. En su conferencia, el sociólogo fran-
cés se pregunta cómo podría construirse un nuevo sistema político en un nivel
incluso más elevado que el del Estado-nación, siendo que este último ha de jado
de ser ca paz de crear nuevas soluciones para la vida política y social. Touraine
acepta la idea de una Constitución euro pea a condición de que ésta esta blezca
un grado dé bil de in tegración, de mo do que siga siendo la nación el es pacio de
regulación esencial [N. del T.].
LA UNIÓN EUROPEA 69
**
Luigi FERRAJOLI
I. ESCEPTICISMO CONSTITUCIONAL
75
76 LUIGI FERRAJOLI
que haya existido, en cada uno de esos países, una opinión pú bli-
ca nacional o por lo menos una homogeneidad social mayor a la
que hoy existe entre los diversos países euro peos o incluso entre
los diversos continentes del mundo. Y todavía más arriesgado
sería su poner que en torno a los valores esta blecidos por las car-
tas constitucionales, incluyendo los derechos más elementales,
haya existido, o incluso exista actualmente, un consenso mayori-
tario. Un referéndum en favor de la li bertad de conciencia o de
las garantías penales y procesales que se hu biera convocado en
los tiem pos de Cesare Beccaria o de la Revolución francesa no
habría desde luego recogido muchos consensos. Todavía hoy
debemos temer una votación popular sobre los derechos sociales
o sobre la pena de muerte.
El sentido cívico y de común pertenencia, así como el consen-
so en torno a valores políticos com partidos que hoy podemos en-
contrar en nuestros países, parece más bien un efecto que una
precondición de la formación de nuestros Estados unitarios y de
sus Constituciones. Intento afirmar que los “pue blos” y las “na-
ciones” euro peos y sus tradiciones han sido una invención de los
dos o tres siglos pasados, fruto de voluntades constituyentes y de
convenciones constitucionales, así como de los Estados naciona-
les y de sus instituciones jurídicas. Y no se ve porqué la cons-
trucción de un sentido común de pertenencia a una Euro pa ca-
racterizada por un mismo patrimonio constitucional —sufragio
universal, se paración de poderes y derechos fundamentales—
sea hoy más difícil o más im pro ba ble de lo que fue el proceso de
formación de los Estados nacionales y no deba de todos modos
solicitar la responsabilidad civil de la cultura jurídica y politoló-
gica.
De bemos entonces preguntarnos: ¿cómo se afirman y cómo se
cimientan en el sentido común los princi pios y los valores de un
pacto constitucional de convivencia?, ¿antes o des pués de su for-
malización en una carta constitucional? En otras pala bras, ¿la
formación de una esfera pú blica y de una sociedad civil precede
LA FORMACIÓN DE UNA ESFERA PÚBLICA EUROPEA 79
2 “ Publicum jus est quod ad statum rei Romanae spectat, privatum quod
ad sin gulorum utilitatem” (D. 1. 1. 1. 2).
3 Remito, so bre estos temas, a los tra ba jos incluidos en Los fundamentos
de los derechos fundamentales, edición de Antonio de Cabo y Gerardo Pisare-
llo, Madrid, Trotta, 2001 y “Per una sfera pub blica del mondo”, Teoria Politi-
ca, XVII, núm. 3, 2001, pp. 3-21.
80 LUIGI FERRAJOLI
tidad colec
tidad colecti
tiva,
va, de la esfe
esfera
ra pú bli
blica.
ca. Recor
Recorde
demos
mos el para
paradig
digma
ma
hob be
besia
siano:
no: se entra
entra en la socie
ciedad
dad civil
civil y se sale
sale del esta tado
do de
natu
na tura
rale
leza
za con el contrato sosocial,
cial, o sea con el pacto
pacto de conviven-
cia que defi
define y a la vez consti titu
tuye
ye la esfe
esfera
ra pú blica, es dedecir
cir la
esfe
es fera
ra de los inte
intere
reses
ses vita
vitales
les de todos,
todos, comen
comenzan
zandodo por el dere
dere-
cho a la vida. Es E s más: pa
para
ra los fines
fines de la forma
formación
ción de la esfe
esfera
ra
pú bli
blica
ca en el senti
sentido
do aquí ex pues
puesto,
to, igualdad
igualdad y garan
garantía
tía de los
dere
de rechos
chos son condi
condicio
ciones
nes no sola
solamen
mentete nece
necesa
sarias,
rias, sino
sino tam bién
sufi
su ficien
cientes;
tes; son de hecho
hecho lo único
único que se requie
requierere para
para la for-
mación
ma ción de identidades colectivas que se quieran fundar en el
recíproco respeto y no en las recíprocas exclusiones generadas
por las identidades étnicas, o nacionales, o religiosas o lin lingüís-
güís-
ticas.
ticas.
Es claro
claro que, enten entendi didas
das de este este modo,
modo, las Consti Constitu tucio
ciones
nes no
tienen
tie nen su princi
princi pal
pal fuen
fuente te de legi
legiti tima
mación
ción en el consenconsenso so po pu pu--
lar. Obviamen
Obviamente te una Consti
Constitu tución
ción rige,
rige, funcio
funciona,na, si está
está radi
radicacadada
en el senti
sentidodo común
común y en un senti sentimien
miento to compartido. Si sus prin- prin-
ci pios
pios y sus valo valoresres no son social
socialmen mente te com par parti
tidos,
dos, es eviden
evidente te
que no tendrá
tendrá fuerza
fuerza vincuvinculan
lante te ni esta
estarárá desti
destina
nada da a durar.
durar. Pero
Pero
este
es te senti
sentidodo común,
común, este este consen
consenso, so, y por ello la homo homoge genei
neidad
dad
cultu
cul tural
ral en ellos conte conteni nida,
da, son circuns
circunstan tancias
cias de hecho,
hecho, las cua- cua-
les funda
fundamen mentan tan la efecti
efectivividad
dad de la Consti Constitu tución,
ción, que es igual- igual-
mente
men te una cuestión
cuestión de hecho hecho y no ya de valor. valor. La legilegititimi
midad,
dad, por
el contra
contrario,rio, es una cuestión
cuestión de valor, valor, ligaligadada no tanto
tanto al grado
grado de
consenso,
consen so, que es una circuns circunstan tancia
cia de hecho,
hecho, sino
sino justa
justamenmente te a
un valor:
valor: preci
precisa samen
mente te al valor
valor de la igualdad,
igualdad, satissatisfe fecho
cho por la
forma
for ma de los dere derechos
chos funda
fundamenmenta tales
les que la Consti
Constitu tución
ción confie
confie--
re a todos
todos, cualquie
cualquiera ra que sean sus opinio opiniones nes y volun
volunta tades,
des, y que
son, por tanto,
tanto, en este este senti
sentido,
do, “univer
“universa sales”:
les”: en el senti
sentido do de su
univer
uni versal
sal titu
titula
lari
ridad
dad de cada cada uno y, por tanto, tanto, de todos,
todos, y no en
el senti
sentidodo de que en torno torno a ellos existiexistiríaría un im pro ba ble y qui quizázá
im po
posisi ble
ble con
consensensoso universal.
Es en esteeste senti
sentido,do, refe
referi
rido
do a los conte conteni nidos
dos —los dere derechos
chos de
todos,
to dos, y por tanto tanto de todo todo el pue blo—, que las cartas de los dere re--
chos son intrín intrínsesecacamen
mente te “demo
“democrá crátiticas”.
cas”. Lo son en el senti sentido do
de que los dere derechos
chos funda
fundamenmenta tales,
les, estan
estando do so bre-or
bre-orde denanados
dos a
cualquier
cual quier poder
poder norma
normati tivo,
vo, equiva
equivalen len a fragmen
fragmentos tos de so be beraranía
nía
perte
per tene
necien
cientestes a todos
todos y a cada cada uno. El funda fundamenmento to de su legi legititi--
midad,
mi dad, dife feren
rente del de las le leyes
yes ordina narias
rias y de las decisiones
decisiones de
go bier
bierno,
no, no es por tanto tanto la for
formama de su produc producción,
ción, sinosino más
bien su con conte teni do o su sus
nido sustan
tanciacia; no el consenconsenso so de la mayo mayoría,
sino
si no un valor
valor toda
todavíavía más im por portantantete y previo:
previo: la igualdad
igualdad de to- to-
dos en las li berta
bertadesdes funda
fundamen
menta tales
les y en los dere derechos
chos socia
sociales,
les, o
sea en dere derechos
chos vitavitales
les de todos,
todos, esti esti pula
puladosdos como
como límites
límites y
vínculos
víncu los preci
precisa samen
mente te a las deci
decisiosiones
nes de las contin
contingen gentes
tes ma-
ma-
yorías
yo rías y, a la vez, como como facto
factores res consti
constitu tuti
tivos
vos de una esfera esfera pú- pú-
blica
bli ca demo
democrá crátitica.
ca. Una ConstiConstitu tución,
ción, en breve,breve, es demo democrá crátitica
ca
84 LUIGI FERRAJOLI
no tanto
tanto porque
porque es queriquerida da por todos,
todos, sino
sino porque
porque sirvesirve para
para ga-
ga-
ranti
ran tizar
zar a todos.
todos.
Por otro lado, lado, es eviden
evidente te que las dos cuestiocuestiones nes —la de he- he-
cho so bre la efec efectitivi
vidad
dad y la valo valorarati
tiva
va so bre la le legi
giti
timi
midad
dad y
justi
jus tifi
fica
cación
ción de las Consti
Constitu tucio
ciones—,
nes—, aunque
aunque son del todo todo diver
diver--
sas, están en entre
tre ellas conec
conectadas.
tadas. Los princi pios pios y los de dere
rechos
chos
esta
es ta ble
bleci cidos
dos por una Consti Constitu tución,
ción, de hecho,
hecho, son enti entidadades
des lin-
lin-
güísti
güís ticas.
cas. Funcio
Funcionannan como
como normas
normas sólo si su senti sentidodo es genegeneralral--
mente
men te com par parti
tido
do y toma
tomado do en serio
serio por sus desti destinanatatarios.
rios. Crear
consen
con senso so en torno
torno a ellas es por lo demás demás el únicoúnico modomodo de de- de-
fender
fen derlas.las. Inversa
Inversamen mente,te, se convier
convierten ten en nada,
nada, sin nece necesi sidad
dad de
que tenga
tenga lugarlugar un gol pe pe de EstaEstado,do, si son extirpadas del senti sentidodo
común
co mún y, en los hechos, hechos, neganegadas das y viola
violadasdas sin que su viola violación
ción
susci
sus citete disen
disenso,
so, indig
indigna nación
ción o re be belión.
lión. Peor aún, este este consen
consenso so
no es un fenó fenómemenono natu
natural.
ral. Es genegeneraradodo tam bién por la cien cienciacia
jurí
ju rídi
dica,ca, y por tanto
tanto por la cultu cultura ra polí
polítitica:
ca: es decir
decir por el hecho hecho
de que esos princi princi pios
pios y esos dere derechos
chos sean asumiasumidos dos como
como “va-“va-
lores”
lores” y en con jun juntoto como
como “razo“razones”
nes” o “justi
“justifi fica
cacio
ciones”
nes” de la
convi
con viven
venciacia civil.
civil. En este este senti
sentido,
do, la cultu
cultura
ra jurí
jurídi
dica
ca y polípolíti
tica
ca
tiene,
tie ne, en rela relación
ción con las ConstiConstitu tucio
ciones
nes y con su valor valor norma
normati ti--
vo, un pa pel no so sola
lamen
mente te cognos
cognosci citi
tivo,
vo, sino
sino por así decir decirlo lo
consti
cons titu
tuti
tivo
vo y prefor
preformamati tivo,
vo, del que conlleconlleva va el méri
mérito to y la res-
res-
ponsa
pon sa bi
bililidad.
dad. Los jurisjuristas
tas forman
forman parteparte del ob je jeto
to so bre el que que in-
in-
dagan
da gan y contricontri buyen
buyen a formar
formarlo. lo. Existe,
Existe, en suma,
suma, una circu circula lari
ridad
dad
entre
en tre Consti
Constitu tución
ción y senti
sentidodo común:
común: las Consti Constitutucio
ciones
nes produ
producen cen
senti
sen tido
do común;
común; éste,éste, a su vez, re pre presen
senta ta de hecho
hecho su principrinci pal
pal
sostén.
sos tén.
De ahí la extre
extrema im por
portan
tancia de la Car
Carta
ta de Derechos
Derechos euro
euro--
pea apro ba
bada
da en Niza
Niza en diciem
diciem bre de 2000. PaPara
ra los fines
fines de la
creación
creación de una esfe
esfera
ra pú blica como esesfe
fera de la igual
igualdad
dad y lu-
gar de la polí
políti
tica,
ca, así como
como de senti
sentido
do común
común de perte
pertenen
nencia,
cia, lo
LA FORMACIÓN DE UNA ESFERA PÚBLICA EUROPEA 85
Ermanno VITALE
91
92 ERMANNO VITALE
4 Los nuevos miem bros serán diez, con lo que la Unión Euro pea pasará de
quince a veinticinco Estados. Los nuevos serán la Re pú blica Checa, Estonia,
Chi pre, Letonia, Lituania, Hungría, Malta, Polonia, Eslovenia y Eslovaquia.
94 ERMANNO VITALE
10 Tercera
Terce ra parte,
parte, artícu
artículo
lo 161.
11 En español, en el ori origi
ginal [N. del T.].
12 Fe
Ferra
rra jo
joli,
li, L., “Li bertá
bertá di circo
circola
lazio
zione
ne e di soggior
soggiorno.
no. Per chi?”, en Bove
Bo ve--
ro, M. (ed.), Qua
Quale le liber
libertá.
tá. Di ziona
zionario
rio mini
minimo
mo contro
contro i fal si
si libe
libera li, Roma-Ba
rali Roma-Ba--
ri, 2004.
LA “CONSTITUCIÓN” DE LA UNIÓN EUROPEA 101
El texto
texto ela bo
bora
rado
do por la conven
convención
ción enca
enca be
beza
zada
da por Giscard
Giscard
d’Estaing nos ofrece al algu
gunas respuestas pa para
ra éstas
éstas y muchas
muchas
otras cuestio
cuestiones
nes rela
relacio
ciona
nadas
das con la Unión EuroEuro pea. Segu
Segura
ramen
men--
te los histo
historia
riado
dores,
res, los consti
constitu
tucio
ciona
nalis
listas
tas y los filó
filóso
sofos
fos de la
polí
po líti
tica
ca y del dere
derecho
cho segui
seguirán
rán discu
discutien
tiendo
do so bre la mayor
mayor o me-
me-
102 ERMANNO VITALE
nor perti
pertinennenciacia de adoptar
adoptar un enési enésimo mo y voluvolumiminonososo “trata
“tratado”
do”
(más de 200 pági páginas),
nas), aunque
aunque se tratetrate de un trata tratado
do “consti
“constitu tucio
cio--
nal”. ¿Es éste éste el me jor cami mino no para
para obte
obtenerner nuevos
nuevos y me jores re-
sulta
sul tados
dos que los alcan alcanza zados
dos con los otros trata tratados
dos de la Unión
que, en ciertacierta medi
medida,da, cum plen la fun función
ción norma
normati tiva
va funda
fundamen men--
tal? Me limi limitoto a re pro
produ ducir
cir algu
algunos
nos de los argumentos que han
sido planteados sobre el particular en la última década.
Re plan
planteanteandodo la cuestión:
cuestión: ¿es plausi plausi ble
ble (e, ininclu
cluso,so, desea
desea ble)
que la “Consti
“Constitu tución”
ción” euro
euro pea contri
con tri buya
buya a formar
formar una socie sociedaddad
civil
ci vil y una opinión
opinión pú bli blica
ca euro
euro peas ca pa paces
ces de im pul
pulsar
sar el pro-
pro-
yecto
yec to fede
federalral origi
original?,
nal?, ¿será
¿será posi
posi ble
ble su pe perar
rar el défi
déficit
cit demo
democrá crá-
tico
ti co y construir
construir una polí polítitica
ca exte
exterior
rior común
común ca paz de en enfren
frentar
tar
los retos
retos de la glo ba baliliza
zación?
ción? O, por el contra contrario,
rio, ¿no será será la
Consti
Cons titu
tución
ción una fuga fuga hacia
hacia delan
delante,te, una “buena
“buena inten
intención”
ción” que
dará
da rá pési
pésimosmos resul
resultatados
dos como
como lo advier advierte te la pers pec
pectitiva
va realis
realis-
ta?, ¿no esta estareremos
mos provo
provocancando do una mayormayor desindesintetegra
gración
ción en lu- lu-
gar de una soli solida
dariridad
dad más am plia? Creo que los ar argu
gumen
mentostos
más lúcilúcidos
dos en contra
contra de la Consti Constitu tución
ción euro
euro pea han si sido
do plan-
plan-
teados
tea dos por el juris juristata alemán
alemán Dieter
Dieter Grimm. Según Según Grimm, lo que
falta
fal ta para
para lograr
lograr una Unión más demo democrá crática
tica son me jo jores
res insti
institu
tu--
ciones,
cio nes, no una ley funda fundamen mental.tal. En primer
primer lugar,
lugar, ex pli
plicaca este
este au-
au-
tor, no es cierto cierto que la Unión adolez adolezca ca de normas
normas consti
constitu tucio
cionana--
les: los trata
tratados,
dos, o al menos
menos una parte parte de ellos, son estas estas normas.
normas.
De hecho, la Corte de Jus Justi
ticia, que es la responsable de vigilar
que se respeten los tratados, se refiere a los mismos como “docu -
mentos
men tos constitucionales”.
Grimm se pregun pregunta ta cuál sería la ne nececesisidad
dad de contar con una
Consti
Cons titu
tución
ción formal
formal y qué dife diferen
renciacia existi
existiría
ría entre
entre éstaésta y las
normas
nor mas de los trata tratados
dos que ya tienen tienen un valor valor consti
constitu tucio
cio--
nal/consti
nal/cons titu
tuyen
yente.
te. La única
única difediferen
renciacia entre
entre una Consti
Constitu tución
ción y
un trata
tratadodo está
está en el funda fundamen mento to de su legi legiti
timi
midad:
dad: un tratatratadodo
obtie
ob tiene
ne su legi legititimi
midad
dad del acuerdo
acuerdo entre entre los Estados
Estados so be beraranos
nos
que lo suscri
suscri ben
ben (que son s on los
l os “dueños”
“dueños” de los trata tratados);
dos); en cam-cam-
bio, una Cons Consti titu
tución
ción nace
nace y se legi legititima
ma por el poderpoder consti
constitu tu--
yente
yen te que resi reside
de en una enti entidad
dad colec
colecti tiva
va que consi
conside dera
ramos
mos co- co-
LA “CONSTITUCIÓN” DE LA UNIÓN EUROPEA 103
14 Cfr. Ferra joli,
L. et al., Diritti fondamentali. Un dibattito teorico, Vitale,
E. (ed.), Roma-Bari, Laterza, 2001, pp. 316 y 317.
LA “CONSTITUCIÓN” DE LA UNIÓN EUROPEA 105
PREÁMBULO
Los pue blos de Euro pa, al crear entre sí una unión cada vez más
estrecha, han decidido com partir un porvenir pacífico basado en
valores comunes.
Consciente de su patrimonio es piritual y moral, la Unión está
fundada so bre los valores indivisi bles y universales de la digni-
dad humana, la li bertad, la igualdad y la solidaridad, y se basa en
los princi pios de la democracia y del Estado de derecho. Al insti-
tuir la ciudadanía de la Unión y crear un espacio de libertad, se-
guridad y justicia, sitúa a la persona en el centro de su actuación.
La Unión contri buye a la preservación y al fomento de estos
valores comunes dentro del res peto de la diversidad de culturas y
tradiciones de los pue blos de Euro pa, así como de la identidad
nacional de los Estados miem bros y de la organización de sus
poderes pú blicos en el plano nacional, regional y local; trata de
fomentar un desarrollo equili brado y sosteni ble y garantiza la li-
bre circulación de personas, bienes, servicios y ca pitales, así co-
mo la li bertad de esta blecimiento.
Para ello es necesario, dotándolos de mayor presencia en una
Carta, reforzar la protección de los derechos fundamentales a te-
nor de la evolución de la sociedad, del progreso social y de los
avances científicos y tecnológicos.
La presente Carta reafirma, res petando las com petencias y mi-
siones de la Comunidad y de la Unión, así como el princi pio de
subsidiariedad, los derechos reconocidos es pecialmente por las
107
108 ANEXO
CAPÍTULO I
DIGNIDAD
Artículo 1
Dignidad humana
Artículo 2
Derecho a la vida
Artículo 3
Derecho a la integridad de la per sona
Artículo 4
Prohibición de la tortura y de las penas o los tratos
inhumanos o degradantes
Nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhuma-
nos o degradantes.
Artículo 5
Prohibición de la esclavitud y del trabajo forzado
1. Nadie podrá ser sometido a esclavitud o servidum bre.
2. Nadie podrá ser constreñido a realizar un tra ba jo forzado u
obligatorio.
3. Se prohí be la trata de seres humanos.
CAPÍTULO II
LIBERTADES
Artículo 6
Derecho a la libertad y a la seguridad
Toda persona tiene derecho a la li bertad y a la seguridad.
110 ANEXO
Artículo 7
Respeto de la vida privada y familiar
Toda persona tiene derecho al res peto de su vida privada y fa-
miliar, de su domicilio y de sus comunicaciones.
Artículo 8
Protección de datos de carácter per sonal
1. Toda persona tiene derecho a la protección de los datos de
carácter personal que la conciernan.
2. Estos datos se tratarán de modo leal, para fines concretos y
so bre la base del consentimiento de la persona afectada o
en virtud de otro fundamento legítimo previsto por la ley.
Toda persona tiene derecho a acceder a los datos recogidos
que la conciernan y a su rectificación.
3. El res peto de estas normas quedará su jeto al control de una
autoridad inde pendiente.
Artículo 9
Derecho a contraer matrimonio y derecho
a fundar una familia
Se garantizan el derecho a contraer matrimonio y el derecho a
fundar una familia según las leyes nacionales que regulen su
ejercicio.
Artículo 10
Libertad de pensamiento, de conciencia y de religión
1. Toda persona tiene derecho a la li bertad de pensamiento,
de conciencia y de religión. Este derecho im plica la liber-
tad de cam biar de religión o de convicciones, así como la
li bertad de manifestar su religión o sus convicciones indi-
vidual o colectivamente, en pú blico o en privado, a través
del culto, la enseñanza, las prácticas y la observancia de los
ritos.
CARTA DE DERECHOS FUNDAMENTALES 111
Artículo 18
Derecho de asilo
Se garantiza el derecho de asilo dentro del respeto de las nor-
mas de la Convención de Gine bra de 28 de julio de 1951 y del
Protocolo de 31 de enero de 1967 so bre el Estatuto de los Refu-
giados y de conformidad con el Tratado constitutivo de la Co-
munidad Euro pea.
Artículo 19
Protección en caso de devolución, expulsión y extradición
1. Se prohí ben las ex pulsiones colectivas.
2. Nadie podrá ser devuelto, ex pulsado o extraditado a un
Estado en el que corra un grave riesgo de ser sometido a la
pena de muerte, a tortura o a otras penas o tratos inhuma-
nos o degradantes.
CAPÍTULO III
IGUALDAD
Artículo 20
Igualdad ante la ley
Todas las personas son iguales ante la ley.
Artículo 21
No discriminación
1. Se prohí be toda discriminación, y en particular la ejercida
por razón de sexo, raza, color, orígenes étnicos o sociales,
características genéticas, lengua, religión o convicciones,
114 ANEXO
CAPÍTULO IV
SOLIDARIDAD
Artículo 27
Derecho a la información y consulta
de los trabajadores en la empresa
Se de berá garantizar a los tra ba jadores o a sus re presentantes,
en los niveles adecuados, la información y consulta con suficien-
te antelación en los casos y condiciones previstos en el Derecho
comunitario y en las legislaciones y prácticas nacionales.
Artículo 28
Derecho de negociación y de acción colectiva
Los tra ba jadores y los em presarios, o sus organizaciones res-
pectivas, de conformidad con el Derecho comunitario y con las
legislaciones y prácticas nacionales, tienen derecho a negociar y
116 ANEXO
CAPÍTULO V
CIUDADANÍA
Artículo 39
Derecho a ser elector y elegible en las elecciones
al Parlamento Europeo
1. Todo ciudadano de la Unión tiene derecho a ser elector y
elegi ble en las elecciones al Parlamento Euro peo en el
Estado miem bro en que resida, en las mismas condiciones
que los nacionales de dicho Estado.
2. Los di putados del Parlamento Euro peo serán elegidos por
sufragio universal li bre, directo y secreto.
Artículo 40
Derecho a ser elector y elegible
en las elecciones municipales
Todo ciudadano de la Unión tiene derecho a ser elector y ele-
gi ble en las elecciones munici pales del Estado miem bro en que
resida, en las mismas condiciones que los nacionales de dicho
Estado.
Artículo 41
Derecho a una buena administración
1. Toda persona tiene derecho a que las instituciones y órga-
nos de la Unión traten sus asuntos im parcial y equitativa-
mente y dentro de un plazo razona ble.
2. Este derecho incluye en particular:
— El derecho de toda persona a ser oída antes de que se to-
me en contra suya una medida individual que le afecte
desfavora blemente,
— El derecho de toda per sona a acceder al expediente que
le afecte, dentro del respeto de los intereses legítimos de
la confidencialidad y del secreto profesional y comercial,
120 ANEXO
Artículo 45
Libertad de circulación y de residencia
Artículo 46
Protección diplomática y con sular
CAPÍTULO VI
JUSTICIA
Artículo 47
Derecho a la tutela judicial efectiva
y a un juez imparcial
Artículo 48
Presunción de inocencia y derechos de la defensa
Artículo 49
Principios de legalidad y de proporcionalidad
de los delitos y las penas
Artículo 50
Derecho a no ser acusado o condenado penalmente
dos veces por el mismo delito
Nadie podrá ser acusado o condenado penalmente por una in-
fracción res pecto de la cual ya haya sido absuelto o condenado
en la Unión mediante sentencia penal firme conforme a la ley.
CAPÍTULO VII
DISPOSICIONES GENERALES
Artículo 51
Ámbito de aplicación
1. Las dis posiciones de la presente Carta están dirigidas a las
instituciones y órganos de la Unión, res petando el princi pio
de subsidiariedad, así como a los Estados miem bros úni-
camente cuando apliquen el Derecho de la Unión. Por
consiguiente, éstos res petarán los derechos, observarán
los princi pios y promoverán su aplicación, con arreglo a
sus res pectivas com petencias.
2. La presente Carta no crea ninguna com petencia ni ninguna
misión nuevas para la Comunidad ni para la Unión y no
modifica las com petencias y misiones definidas por los
Tratados.
Artículo 52
Alcance de los derechos garantizados
1. Cualquier limitación del ejercicio de los derechos y li berta-
des reconocidos por la presente Carta de berá ser esta bleci-
da por la ley y res petar el contenido esencial de dichos de-
rechos y li bertades. Sólo se podrán introducir limitaciones,
res petando el princi pio de pro porcionalidad, cuando sean
necesarias y res pondan efectivamente a ob jetivos de interés