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Hecho por.

Carlos Eduardo Marín Gómez

Análisis del Caso Alfonso Martín del Campo Dodd


Vs. Estados Unidos Mexicanos.
- Contexto de los acontecimientos.

Alfonso Martín del Campo Dodd, fue acusado del delito de homicidio. El sábado 30
de mayo de 1992, Juana Patricia y Gerardo fueron asesinados quienes eran hermana
y cuñado de Alfonso y a quién se le presume responsable de la comisión de dichos
delitos.

La declaración de los hechos por el supuesto actor del delito, menciona que fue
sometido durante el asesinato y que posteriormente a este fue amenazado e
ingresado a la cajuela del automóvil de los fallecidos, donde después de unos
kilómetros de ser transportado en este, los responsables del delitos abandonaron el
automóvil a en un carretera y dejaron a Alfonso adentro de esta, hasta que pudo
salir y caminar a la estación más cerca y acudir por el auxilio de los policías para que
a su vez lo ayudarán a regresar a la casa de su hermana, en la cual finalmente
termino enterándose que tanto ella como su esposo habían muerto la misma noche
cuando él fue secuestrado.

La versión del Ministerio Publico fue completamente distinta a la narrada por el


condenado; una vez ejecutados Patricia y Gerardo, Alfonso se habría bañado y
cambiado de ropa para eliminar las huellas de sangre y limpio los cuchillos que
utilizó para llevar a cabo el delito, posteriormente se subió al mismo automóvil en
el cual asegura haber sido secuestrado y condujo por varios kilómetros hasta que
tuvo un accidente en el mencionado carro y lo siguientes sucesos si coinciden a los
narrados por él en su declaración anterior. Mediante una serie de pruebas periciales
se demostró que los sucesos narrados por Alfonso no correspondían a lo encontrado
en las distintas escenas del crimen y que por el contrario, reafirmaban la tesis
propuesta por los agentes. Finalmente durante la reconstrucción de hechos fue
evidente una situación muy distinta a la expuesta por el acusado y se pudieron
observar numerosas incongruencias en los sucesos.

- Revisión del caso por la Corte Interamericana de Derechos Humanos.

El 13 de julio de 1998 el señor Alfonso presentó un escrito ante la Comisión


Interamericana, para denunciar al estado mexicano. Donde alego haber sido
secuestrado durante el asesinato de su hermano y cuñado y posteriormente fue
torturado y obligado a firmar una confesión ministerial donde se atribuía el carácter
de actor de los delitos.
El 4 de noviembre de 1999 la Comisión solicitó al Estado que entregará cualquier
elemento del juico que permitiera apreciar el caso, y si habían agotado o no los
recursos de la jurisdicción internar.

El 23 de abril de 1999, el Estado manifestó que en ningún momento existió una


violación a los derechos previstos en la Convención Americana (en especial a los
principios relativos a la libertad personal y demás expuesta en sus observaciones).
Por lo anterior el Estado solicitó a la Comisión que la demanda realizada por el
condenado tuviera carácter de inadmisible, por no existir algún fundamento. Luego
de varios meses donde se hicieron los comentarios pertinentes por ambas partes; el
Estado mexicano realizo su comentario final argumentando que cualquier juicio solo
podría contener tres instancias y no cuatro en caso que procediera las intenciones de
la comisión según lo dispuesto en el art. 23 de la Constitución Federal.

El 11 de Octubre de 2000 se celebró una audiencia ante la Comisión Interamericana,


donde se expusieran el caso y los fundamentos de los derechos que sustentaban su
petición. Una vez aperturada la audiencia, el Estado menciono que el condenado
había recibido todas las instancias procesales y que incluso no realizo un amparo
cuando tuvo su oportunidad; a lo que la Comisión respondió que sería inútil puesto
que la decisión sería igualmente ignorada y continuaría su calidad de condenatoria.

Los ministros analizaron, entre otros documentos en el procedimiento


administrativo de responsabilidad del 14 de octubre de 1994 donde se determinó
que un agente de policía era responsable por la detención arbitraria, incomunicación
y tortura de Alfonso Martínez del Campo Dodd; puesto que el dictamen médico
psicológico conforme al Protocolo de Estambul del 27de Septiembre de 2002.

En el año de 2005, el Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la Comisión


de Derecho Humanos de la ONU llevó a cabo un procedimiento en el que estudió y
analizó el presente caso a partir de lo cual concluyó que fue torturado el 30 de mayo
de 1992 y emitió una opinión en la que señaló que mi privación de la libertad es
arbitraria pues contraviene los artículos 5, 9 y 10 de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y el 14 de Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
por lo que, finalmente, se pidió al gobierno mexicano que adopte las medidas
necesarias para remediar la situación, conforme a las normas y principios
enunciados en estos instrumentos.

En el fallo del caso Alfonso Martín del Campo Dodd, los peticionarios sostuvieron
que el gobierno mexicano había obstaculizado, jurídicamente, a la Corte IDH para
que conociera el fondo del asunto, cuestión que de ninguna manera exonera al
estado mexicano de responder por las violaciones cometidas contra el señor Dodd.
La Comisión IDH comprobó que el señor Dodd fue detenido sin orden judicial, y sin
que mediara flagrancia, considerados éstos como los requisitos exigidos por el art.
16 de la CPEUM. Además el Sr. Alfonso estuvo a disposición de agentes policiacos,
en las instalaciones del ministerio público por un plazo mayor permitido por la ley.
Por lo tanto Comisión IDH concluyo que el estado mexicano es reponsable por la
violación del derecho a la libertad y seguridad personal, en prejuicio del
condenado.

Las reparaciones están construidas para subsanar las violaciones al art. 5 (derecho a
la integridad personal) de la Convención ADH y se refieren a los casos en que fue
violado el derecho a la integridad persona, al igual que resarcir las violaciones del
art. 7 (derecho a la libertad personal).

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